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La construcción de la

pedagogía teatral como


disciplina científica [1]
por Manuel Francisco VIEITES GARCÍA
Universidad de Vigo

dagogía teatral”, considerando las mani-


festaciones diversas de lo que cabría de-
1. Introducción
El Real Decreto 630/2010, de 14 de
mayo, que regula el contenido básico de las nominar “educación teatral”, pues ni ésta
enseñanzas artísticas superiores en arte comienza en la educación primaria ni ter-
dramático, establecidas por Ley Orgánica mina en la formación superior, como se
2/2006, de 3 de mayo, de Educación, y pu- pone de manifiesto en el “descriptor” que
blicado en el Boletín Oficial del Estado del establece sus contenidos mínimos en todo
5 de junio de 2010, sitúa como materia de el territorio del Estado, y que, si bien po-

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formación básica en las tres especialidades dría parecer ambicioso, acierta a señalar la
contempladas (escenografía, dirección es- complejidad del campo de la educación te-
cénica y dramaturgia, e interpretación), la atral y los núcleos temáticos de la pedago-
denominada “pedagogía”, que habrá de en- gía teatral:
tenderse como una “pedagogía del teatro”. revista española de pedagogía
Todo ello en función de que la citada “Conocimiento de las teorías de la edu-
norma, en su Anexo I, establece, entre cación, del aprendizaje y de la psicología
otras cosas, el perfil profesional de los ti- del desarrollo. Conocimiento y práctica de
tulados en arte dramático, señalando que procesos de diseño y desarrollo curricular,
estarán capacitados para “el ejercicio de la planificación didáctica y elaboración de ma-
investigación y de la docencia”. teriales para la práctica educativa y la ani-
mación teatral. Conocimiento de los princi-
En su implantación y en la implemen- pios teóricos y metodológicos que orientan el
tación del currículo en las diferentes Co- diseño, desarrollo y evaluación de procesos
munidades Autónomas, proceso que en de enseñanza y aprendizaje y de progra-
breve debiera generar estudios compara- mas de animación teatral, en función de di-
dos, se establece lo que pueda ser la “pe- ferentes espacios, tiempos y beneficiarios.
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Conocimiento, análisis y práctica de méto- Así como en la educación secundaria o el


dos y estilos de enseñanza, aprendizaje y bachillerato, el profesorado ha manifestado
animación. Conocimiento básico de los as- un creciente interés por las didácticas espe-
pectos básicos de la historia de la educación cíficas aplicadas a sus disciplinas, no ocurre
y de la animación teatral. Estudio de casos lo mismo en la enseñanza teatral superior,
y análisis de buenas prácticas. La investi- donde existe un cierto desdén por cuestiones
gación aplicada a la educación y la anima- pedagógicas, y todo ello tiene como conse-
ción teatral. Políticas de garantía y gestión cuencia que la “pedagogía del teatro” en su
de calidad.” (BOE 137, 2010: 48476) desarrollo histórico haya tenido una mayor
y mejor acogida en la enseñanza obligatoria
El descriptor hace referencia al campo que en la enseñanza superior, como pone de
de la educación teatral en las perspectivas manifiesto la literatura especializada (Hus-
formal y no formal, y también señala la im- ted, 1998; García-Huidrobo, 2004).
portancia de otras educaciones y prácticas
teatrales agrupadas en el ámbito de la ani- Encontramos una evidencia en el Real
mación teatral. Esta situación debiera po- Decreto 276/2007, de 23 de febrero, publi-
tenciar el desarrollo de esa nueva disci- cado en el BOE de 2 de marzo del mismo
plina, en línea con otros desarrollos año, y por el que se aprueba el “Regla-
similares, en los que lo substantivo de la mento de ingreso, accesos y adquisición de
pedagogía se complementaba con lo adje- nuevas especialidades en los cuerpos do-
tivo, referido a un determinado campo o centes a que se refiere la Ley Orgánica
ámbito del hacer y del saber, que acaba por 2/2006...”. En su artículo 12, “De los re-
ser especialmente substantivo. Así ocurría quisitos que han de reunir los participan-
cuando el profesor Alejandro Sanvisens tes”, apartado 5, se establece que quienes
Marfull (1988: 29) proponía una especiali- accedan a las especialidades propias de
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dad de estudios centrada en la “pedagogía arte dramático no habrán de demostrar


de la comunicación”, o cuando Juan Sáez la “formación pedagógica y didáctica a la
Carreras (1997: 40) señalaba vías posibles que se refiere el artículo 100.2 de la Ley
en la construcción de la “pedagogía social” Orgánica 2/2006”. Una disposición que
como ciencia de la educación social. sanciona el que en educación teatral supe-
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rior el conocimiento pedagógico sea irrele-


La presencia curricular de la pedago- vante y que nos sitúa ante un problema es-
gía aplicada a la enseñanza teatral, de- pecialmente relevante, pues es en las
biera ofrecer una oportunidad para anali- escuelas superiores de arte dramático
zar las relaciones entre teatro y educación, donde se habrá de implementar el desa-
pero, al mismo tiempo, potenciar una ma- rrollo curricular de esta nueva disciplina.
yor consideración de la ciencia pedagógica
entre los profesionales de la educación te- 2. Idea y concepto de pedagogía
atral, como ya ocurre en el ámbito de los teatral
estudios superiores de música o danza, en El sintagma pedagogía teatral puede
los que existen especialidades en pedago- hacer referencia, al menos, a tres ámbitos
gía musical y en pedagogía de la danza. relacionados, pero diferentes. En primer
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lugar, tenemos una disciplina en la que lo El sintagma “pedagogía teatral” se ha


substantivo señala un corpus teórico y con- venido utilizando de formas diversas, y no
ceptual, y lo adjetivo señala un conjunto de siempre atentas, en nuestra opinión, al
metodologías propias y un campo de prác- campo fundamental que invoca, que no es
ticas educativas que aquel corpus orienta y otro que el de la educación teatral en toda
sustenta; en segundo lugar, cabría hablar su riqueza. En ocasiones aparece única-
de un área de conocimiento en la que po- mente referido a prácticas educativas pro-
dríamos situar varias disciplinas que con- pias de etapas concretas del sistema edu-
forman la enseñanza teatral, y a las que la cativo (Laferrière, 1997), si bien más
pedagogía teatral, en tanto conocimiento recientemente se aplica al campo de la edu-
especializado de ese ámbito de educación, cación teatral superior, en una visión más
ofrecería su potencial explicativo; final- global e integral (Vieites, 2012). Hay veces
mente, se podría considerar una especiali- en que ni siquiera se entiende como una
dad de estudios orientada a la formación de disciplina sino tan sólo como una metodo-
educadores teatrales que desarrollarían su logía activa en la formación del actor (Váz-
ejercicio docente en determinados niveles quez Lomelí, 2009), en una línea de trabajo
educativos pero también en otros ámbitos en la que se tienden a confundir métodos y
educativos menos regulados y formaliza- recursos con disciplinas, y por ello en Es-
dos, como en la denominada animación te- paña durante años se habló de juego dra-
atral (Caride, Vieites et al., 2006). Son va- mático o dramatización en lugar de expre-
rios los países en los que está regulada la sión dramática (Mantovani, 1980).
formación de especialistas en pedagogía
teatral, desde Australia a Brasil, y en todo De la riqueza de prácticas educativas
el caudal discursivo generado se habrán que cabe agrupar bajo el sintagma educa-
de encontrar propuestas pertinentes en el ción teatral da cuenta el volumen coordi-

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desarrollo disciplinar que presentamos. nado por César Oliva y Concepción Re-
verte, Pedagogía Teatral: concepto y
En este trabajo nos proponemos abor- métodos, editado en 1996, pero, al mismo
dar aquellos aspectos que consideramos tiempo, supone una muestra de cómo la
más importantes en la consideración de la reflexión en torno al concepto mismo de revista española de pedagogía
pedagogía como ciencia que se ocupa del es- “pedagogía teatral” es sumamente escasa,
tudio y sistematización de su objeto o tal vez porque se le considere sinónimo de
campo de referencia, la educación teatral, “educación teatral”; una problemática, con-
y como disciplina objeto de docencia e in- fundir el campo de estudios con la disci-
vestigación. Pero incluso limitando nuestra plina que lo toma como objeto, que se deja
procura a la identificación y justificación sentir en un volumen más reciente (Schon-
disciplinar, las cuestiones a considerar son mann et al., 2011).
muchas y por ello nos limitaremos a seña-
lar las más importantes, dejando abiertas Hace años, el profesor Jaume Trilla
varias líneas de trabajo que en su desarro- (1987: 8) señalaba la importancia que la
llo requieren del concurso de personas pro- cuestión terminológica tenía para la cien-
cedentes de campos muy diferentes. cia pedagógica y subrayaba la trascenden-

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cia de que toda disciplina cuente con un en 1977, cuando en el Instituto Nacional de
lenguaje propio, cuestión verdaderamente Ciencias de la Educación en Madrid se ce-
central en un campo de prácticas educati- lebran unas jornadas en torno al teatro
vas que tradicionalmente ha vivido de es- escolar. El número 6 de la revista Pipiri-
paldas a las ciencias de la educación, como jaina, recogía las conclusiones de aquellos
es el teatral. Tal vez todo ello tenga mucho debates en los que se reclamaba una for-
que ver con la fragmentación de la educa- mación específica de profesionales capaci-
ción teatral y su escaso nivel de normati- tados para desarrollar “en condiciones óp-
vización y normalización, o al hecho de timas” la práctica teatral en el medio
que la investigación científica de signo pe- escolar, lo que suponía reconocer la di-
dagógico en torno a la educación teatral es mensión educativa, más que artística, de la
poco menos que inexistente, como mues- práctica teatral escolar, razón por la que se
tran diversas publicaciones periódicas del sugería el sintagma “pedagogía teatral”.
campo educativo y teatral, en las que el nú- En ese mismo documento también se pro-
mero de artículos relacionados con el sin- ponía que, en función de la necesidad de
tagma “pedagogía teatral” es verdadera- esa formación específica y especializada, se
mente reducido, aún cuando el relato de constituyese en las escuelas universitarias
experiencias en las que educación y teatro de formación del profesorado una especia-
se complementan sea numeroso. Incluso lidad en pedagogía teatral, si bien se hacía
en muchas ocasiones el uso que se hace del referencia a los centros dramáticos y a los
sintagma es totalmente inadecuado; así, en institutos de teatro como espacios en los
una entrevista de Josette Féral (1992) con que desarrollarla (Arroyo, 1978).
el director de escena Alain Knapp, que re-
coge un artículo titulado “Pour une autre Se decía en el documento que la “pe-
pédagogie du théâtre”, las referencias a dagogía teatral” vendría a ser tanto mate-
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cuestiones pedagógicas son realmente es- ria como especialidad de estudios, si bien
casas, por cuanto lo que en realidad se pro- se vinculaba fundamentalmente con los
pone sería una “didáctica de la interpreta- niveles de la enseñanza obligatoria, una vi-
ción” asentada en técnicas lúdicas. sión que sigue imperando hoy en día en al-
gunos ámbitos, particularmente en la obra
revista española de pedagogía

Pero tal vez lo que mejor ejemplifica la de aquellos autores ocupados de la educa-
situación de la pedagogía teatral lo consti- ción teatral en la educación infantil, pri-
tuya el hecho de que después de tantos maria o secundaria, o con la formación de
años de estudios reglados de arte dramá- formadores en ese ámbito. Incluso en paí-
tico, y más de ciencias de la educación, sea ses en los que la educación teatral está
en 2010 cuando por fin se concreta la pre- muy regularizada, se utiliza el sintagma
sencia de la “pedagogía” en la cualifica- “teatro en educación” para referir ese
ción de los titulados superiores como espe- campo de prácticas educativas que se vin-
cialistas en educación teatral. cula con la enseñanza obligatoria (Jackson
et al., 2006). Sin embargo, algunos autores
Una de las primeras ocasiones en las han intentado ampliar el marco para vin-
que se formula en España el concepto será cular la pedagogía teatral con la educa-
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ción superior (Fliotsos, Medford et al., 2012), o como recursos y procedimiento en


2004), si bien habremos de reconocer que otras disciplinas (Lomas, Osoro et al.,
esa vinculación se produce fundamental- 1993). En consecuencia, hablar de pedago-
mente en aquellas facultades de educación gía teatral supone hablar de aquello que
o escuelas de teatro en la que se ofrecen ti- ocurre en esos niveles educativos, y en re-
tulaciones para la formación de educadores lación con el uso de técnicas dramáticas
teatrales para la enseñanza obligatoria, como la dramatización (Ruiz de Velasco y
de Argentina al Reino Unido. Abad Molina, 2007), el juego dramático
(Tejerina, 1999), la creación colectiva (Car-
En efecto, el interés por la pedagogía ballo, 1995) o la improvisación (Franks,
teatral se ha venido desarrollando en es- 2004), o los usos del denominado teatro
cuelas de educación infantil, primaria y social (Font, 2010).
secundaria o en centros de formación del
profesorado que se ocupan de esos niveles Las cuestiones pedagógicas, sin em-
educativos. Las experiencias pioneras de bargo, han estado ausentes de los centros
Harriet Finlay-Johnson o Caldwell Cook de formación teatral, es decir, de las es-
en Inglaterra (Bolton, 1984), de Winifred cuelas profesionales, sean escuelas supe-
Ward en Estados Unidos de América (Mc- riores, conservatorios o facultades, pero no
Caslin et al., 1985), o de Léon Chancerel así de esos centros que se ocupan de la
(1936) en Francia, serán decisivas en el de- formación de educadores, y buena prueba
sarrollo de la dimensión educativa de unas de ello es el hecho de que una parte subs-
prácticas dramáticas y teatrales que ini- tantiva de la investigación que se ha rea-
cian dos grandes líneas de trabajo, la cen- lizado en España en torno al tema derive
trada en la expresión dramática y la cen- de las actuales facultades de educación,
trada en la expresión teatral, analizadas en las que, curiosamente, la educación te-

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por Peter Slade (1954), o por Jean Claude atral apenas se ha formulado y formali-
Landier y Gisèle Barret (1991. La biblio- zado, salvo excepciones. Ello obedece, sin
grafía que se ha publicado desde entonces duda, al hecho de que en los centros de for-
en diferentes lenguas es muy considerable, mación teatral, en su conjunto, haya pri-
pero al mismo tiempo en diferentes países mado una visión del ejercicio profesional revista española de pedagogía
se han venido realizando numerosas in- centrado en exclusiva en la producción es-
vestigaciones y defendiendo muchas tesis cénica o audiovisual y por regla general
de doctorado, incluso en España (Cutillas poco atenta a otras posibilidades de tran-
Sánchez, 2006; Onieva López, 2011). En la sición a la vida activa de sus egresados.
mayoría de los casos, estos trabajos cientí-
ficos se orientan a explorar la dimensión Sin embargo, y a pesar de que las en-
educativa de la expresión dramática y la señanzas teatrales, si exceptuamos la edu-
expresión teatral en el campo de la educa- cación superior, no están regularizadas,
ción obligatoria (Núñez Cubero y Navarro buena parte de los titulados superiores en
Solano 2007), de la educación especial arte dramático de España inician su ca-
(Martínez León y Romero Calavia, 2000), rrera profesional como formadores o ani-
de la educación especializada (Mohler, madores en muy diversos espacios, desde
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centros educativos a casas de cultura, opinaba el profesor Luzuriaga (1981: 13-14)


desde proyectos de teatro comunitario a en su defensa de la “pedagogía” como “cien-
iniciativas de animación diversas pero con cia de la educación”, y explicaba que cabe
una dimensión teatral cierta (Porto Pose et entenderla como “un arte, una técnica, una
al., 2006). En muchas ocasiones se inician ciencia y hasta una filosofía”, para poste-
en ese ámbito sin apenas conocimientos, riormente concluir que “no hay, en efecto,
herramientas o experiencias, y, por su- más que una sola pedagogía, la que tiene
puesto, sin formación pedagógica especí- por objeto el estudio de la educación”.
fica. Por eso, el descriptor de la materia de
formación básica denominada “pedagogía” Partiendo de las propuestas de Nassif
que se incluye en el citado Real Decreto o Luzuriaga, y en defensa del vocablo, di-
630/2010, tiene la dimensión que antes co- remos que la “pedagogía” teatral sería la
mentamos, y en él se reflejan las diferen- ciencia, y la disciplina, que se ocupa del es-
tes prácticas que se podrían considerar en tudio sistemático de la educación teatral
el campo de la educación teatral, en las que con la finalidad de describir y explicar lo
no se olvida incluir las propias de la ani- que sea esa educación, sus trazos perti-
mación, que, en tantos casos, tienen una nentes y diferenciales, así como definir sus
dimensión educativa. modalidades y ámbitos, pero también sus
núcleos temáticos y sus métodos, técnicas,
Son éstas, en definitiva, las personas principios y recursos (Saura, 2011). Nu-
que en buena lógica debieran convertirse, merosos especialistas proponen substituir
aunque sin pulsiones exclusivistas, en es- el término “pedagogía” por el de “teoría de
pecialistas en pedagogía teatral, en los ám- la educación” si bien esta denominación,
bitos de la docencia y de la investigación, que proviene del ámbito anglosajón, donde,
y por ello se hace tan necesario determinar ciertamente, el término pedagogy es poco
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una idea precisa de pedagogía teatral que común, no es, en nuestra opinión, sino una
se compadezca con un campo profesional forma más de referir lo que se conocía como
tan rico y diversificado. “pedagogía general”. En realidad, vistas
las propuestas en favor de la denominación
teoría de la educación (Colom y Núñez Cu-
revista española de pedagogía

3. De la pedagogía a la pedagogía
teatral bero, 2001), no parece que el cambio se
El profesor Nassif, en su Pedagogía Ge- justifique, más allá del deseo de conver-
neral, comentaba que una cosa es la edu- gencia terminológica con el ámbito de ex-
cación y otra la pedagogía; esto es, una presión anglófona (Colom, 1998: 149).
cosa es el objeto y otra la ciencia que lo es-
tudia. Para él la pedagogía vendría a ser la Si bien la polémica tenga más capas y
ciencia que se ocupa del estudio de la edu- resulte más compleja, en el campo que nos
cación como actividad sistemática, y seña- ocupa parece más aconsejable usar el sin-
laba que “la pedagogía es la disciplina, el tagma “pedagogía teatral”, tanto por razo-
estudio o el conjunto de normas, que se re- nes de tradición propia como por el hecho
fieren a un hecho o a un proceso o actividad, de que incluso en el ámbito anglófono se co-
la educación” (Nassif, 1984: 3). Otro tanto mienza a hablar de una “theatre peda-
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La construcción de la pedagogía teatral como disciplina científica

gogy” (Gallagher y Booth, 2003). Entende- keles, el profesor Sáez Carreras (1997), en
mos, además, que es necesario defender y un trabajo sobre la construcción de la pe-
reivindicar todas las connotaciones que dagogía social hacía referencia a tres vías
atesora el término “pedagogía”, por mu- a la hora de explicarla: la histórica, la prác-
cho que al construir una “pedagogía tea- tica y la analítica. De las tres posibles, en
tral” conformemos una “teoría general” de nuestro caso, dos son especialmente rele-
la educación teatral.[2] vantes, en el momento actual.

Por seguir con las propuestas de Nas- La vía histórica plantea problemas
sif y Luzuriaga, estaríamos considerando múltiples debido a la diversidad y dispari-
en la pedagogía teatral cuestiones relacio- dad de conceptualizaciones que se han he-
nadas con las dimensiones sistemática, cho del sintagma y a la considerable dis-
descriptiva y normativa del conocimiento persión documental, pero también a la
sobre la educación teatral, así como con lo casuística propia de cada país. Abordar la
que hoy se conoce como teoría del currículo, vía histórica implica hacer frente a un caos
pero sin renunciar a aquellos ámbitos pro- terminológico y documental en el que en-
pios de la didáctica, con los métodos de en- contraremos referencias a prácticas edu-
señanza y las teorías del aprendizaje, o cativas más que a la disciplina que las
cuestiones relativas a la organización es- pueda fundamentar o les sirva de soporte
colar, la legislación o las instituciones edu- teórico. Trabajos como los de Barret (1984),
cativas propias. En esa dirección, la que Courtney (1989), Fragateiro (1991) o Teje-
formulamos como teatral sería una peda- rina (1994), entre muchos otros, nos per-
gogía “teórica”, “fundamental”, “general” o miten construir una idea de cómo ha sido
“sistemática”, entendida como “explicación la relación entre teatro y educación en di-
esencial y totalizadora de la educación [te- ferentes países y la evolución misma de esa

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atral]” (Nassif, 1984: 72). La tarea urgente relación, incluyendo las concreciones cu-
en estos momentos, por razones educativas rriculares a que haya dado lugar a través
evidentes, consiste en establecer “con todo de prácticas educativas formales y sin ol-
rigor científico y pedagógico” un ámbito vidar las no formales, pero muy poco nos
así denominado (Sanvisens, 1988: 29), que dicen de la pedagogía teatral, un término revista española de pedagogía
habrá de aportar una visión sistemática de de uso reciente al menos en la literatura
la dimensión pedagógica de todo proceso científica occidental; así, en Alemania, el
formativo en el campo teatral. concepto de “Theaterpädagogik” se intro-
duce a mediados del siglo pasado de la
4. La construcción de la pedagogía mano de creadores como Hans Martin Rit-
teatral como tarea: líneas de trabajo. ter y Hans-Wolfgang Nickel y cubre un
La oportunidad de plantearnos si la abanico de posibilidades considerable (Pin-
PT debe ser o no una disciplina obedece no kert, 2011).
tanto al hecho de legitimar su ubicación en
unos estudios superiores cuanto de esta- Con todo, se trata de un trabajo que
blecer su estatuto y sus niveles de conoci- habrá que abordar comenzando por la ela-
miento (Trilla, 1997, 30). Siguiendo a A. In- boración de bases de datos a nivel nacional
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e internacional, estrategia en la que en • La educación teatral orientada a la


España tenemos ejemplos notables, como formación de los profesionales del campo
el trabajo desarrollado en torno a los ma- teatral, desde un actor a un tramoyista, y
nuales escolares por el Centro de Investi- que se suele ofrecer en centros que pre-
gación Manes. La vía histórica se presenta sentan una enorme heterogeneidad, desde
como un campo con enormes posibilidades la facultad o escuela superior hasta la
para construir una historia de la educación academia vinculada con un maestro o con
teatral, y, en consecuencia, de la pedagogía una escuela determinada, sin olvidar el
teatral, tomando también en considera- campo de la formación profesional y ocu-
ción lo ocurrido en áreas próximas como la pacional.
pedagogía social (Caride, 2005).
• La educación teatral orientada a to-
La vía empírica nos ofrece mayores po- das aquellas personas que desean mejo-
sibilidades, en primer lugar para tener rar su potencial expresivo y creativo, o in-
una idea precisa de lo que pueda ser el cidir en su desarrollo personal, y que se
campo de la educación teatral, en el que ofrece en programas propios de la educa-
encontramos prácticas muy variadas, pre- ción no formal. En bastantes casos también
sentes todas ellas en los países de nuestro está presente, y con resultados ciertos, en
entorno cultural, con lo que el estudio de programas de intervención socioeducativa
campo que podamos abordar en España que persiguen atender problemas de ex-
vendría a ser muy similar, en términos ta- clusión, marginación, convivencia o socia-
xonómicos, al que pudiéramos realizar en lización, que afectan especialmente a la
muchos otros países, de Inglaterra a Fin- población juvenil.
landia, aunque el abordaje comparado sea
siempre necesario. De entre las tipologías • La educación teatral orientada todas
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posibles, cabe señalar: aquellas personas que se vinculan con el


teatro comunitario, el teatro aficionado y
• La educación teatral presente en el otras tipologías de práctica no profesional,
currículo escolar en las etapas de escolari- y que se orientan o promover un ocio crea-
zación obligatoria o inmediatamente pos- tivo en entornos grupales.
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tobligatoria (de 3/6 a 18 años), a través de


asignaturas como expresión dramática, ta- • La educación teatral orientada a
ller de teatro, teatro, artes escénicas, u personas de otros campos profesionales y
otras. que encuentran en determinados procedi-
mientos, técnicas y recursos de carácter
• Las prácticas teatrales presentes en dramático y teatral un complemento nece-
los centros escolares de educación obligato- sario para su ejercicio profesional. Así ocu-
ria y postobligatoria, normalmente talle- rre, por ejemplo, en el campo de la terapia,
res de teatro que persiguen diferentes ob- de la educación social, de la comunicación
jetivos, desde el desarrollo del potencial audiovisual o de los métodos de enseñanza
expresivo a la creación de espectáculos, de lenguas extranjeras asentados en el de-
desde la educación infantil a la universidad. nominado enfoque comunicativo.
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La construcción de la pedagogía teatral como disciplina científica

• Los diversos procesos formativos y • En el nivel ontológico se habrá de


creativos que le son propios a la animación determinar lo que sea la propia pedagogía
teatral, una modalidad específica de ani- teatral, como ciencia de la educación, y
mación que utiliza el teatro como campo de como ciencia de la educación teatral, y cuá-
prácticas sociales, culturales, creativas, les sus trazos distintivos en relación con
educativas y artísticas, y que se pueden otras “pedagogías” y otras “educaciones”,
vincular con proyectos de desarrollo per- algunas del ellas artísticas, como la musi-
sonal y/o comunitario, de democratización cal o la de la danza. Estamos ante aquello
de la cultura o de democracia cultural. que Julio Aróstegui (1995: 43) definía como
“teoría constitutiva”, en tanto se trataría
El campo es tan rico como diverso, pero de definir la “naturaleza” de la pedagogía
no en todos los ámbitos señalados el peso teatral. La definición del campo de la edu-
de la ciencia pedagógica es el mismo, con lo cación teatral es, en esa dirección, funda-
que la visión de la pedagogía teatral varia mental. Es importante subrayar que la pe-
de forma considerable, y en muchos casos dagogía teatral es mucho más que una
la idea de “pedagogía” hace más bien refe- práctica o que una metodología, pues su-
rencia a una forma de entender o practicar pone abordar lo que es la educación teatral
la enseñanza o la práctica teatral en un en los niveles empírico, descriptivo, nor-
ámbito concreto, sea la formación del actor mativo y discursivo, en tanto en la educa-
(Malonda, 2002), sea el teatro escolar (Ryn- ción teatral encontramos procesos, recur-
gaert, 2010). sos, herramientas o procedimientos que se
asientan en el concepto de drama, enten-
Decía el profesor Sáez Carreras (1997: dido éste como acción, y acción desde el rol
55) que la vía “analítica es el terreno más (Goffman, 1959.) La pedagogía teatral debe
agrio y dificultoso de los tres”, pero en definir los rasgos pertinentes de la educa-

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nuestro caso resulta especialmente opor- ción teatral y que la configuran como ám-
tuna porque es aquella que se ocupa es- bito específico de educación con contenidos
pecialmente del estatuto científico de la y métodos propios, y construir de ese modo
propia PT y de su dimensión disciplinar, un discurso que sirva de base teórica a
en tanto ciencia y disciplina de carácter otras disciplinas que se ubican en el revista española de pedagogía
eminentemente pedagógico. Abordamos campo: didáctica de la interpretación, di-
la vía analítica a partir de las considera- dáctica de la expresión oral, didáctica de la
ciones que realizaba el profesor Trilla dirección de actores, didáctica de la expre-
(1997: 31-34) en relación con los niveles sión corporal…
discursivos de la animación sociocultural,
y las propuestas del profesor Sanvisens • En el nivel epistemológico, para con-
Marfull (1988: 31) en torno al “estableci- siderar las posibilidades de construir un
miento de una pedagogía de la comunica- conocimiento científico en torno a ese ob-
ción”, intentando combinarlas, y con la fi- jeto que denominamos educación teatral y
nalidad de contribuir a construir el del que se ocuparía la pedagogía teatral, y
discurso propio de la pedagogía teatral en la dimensión y situación científica de ésta,
tanto disciplina: además de su red conceptual y terminoló-
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Manuel Francisco VIEITES GARCIA

gica. Se habrá de considerar su situación • En los niveles metodológico y tecno-


científica y las relaciones con otros estu- lógico, que no son lo mismo aunque lo
dios, entre los que destaca la sociología, pueda parecer y en tantas ocasiones se ha-
que nos aporta conocimiento especializado gan coincidir. En el primer caso estamos
sobre la conducta dramática (Goffman, considerando recursos, procedimientos,
1974), o la psicología del desarrollo, que técnicas, que son propias y casi podríamos
ofrece una visión sistemática del sujeto de decir que privativas de la educación tea-
la educación (Courtney, 1980). tral, en tanto su esencia se asienta en pro-
cesos de expresión y/o comunicación dra-
• En el nivel teleológico, para deter- mática (juego de roles, improvisación,
minar las finalidades de la educación tea- dramatización, juego dramático, simula-
tral, sean las más generales sean las más ciones, o lecturas dramatizadas). En el se-
específicas, tomando en consideración las gundo caso habremos de considerar todo
prácticas que persiguen educar para el te- un conjunto de útiles y artefactos que se
atro y las que persiguen educar desde el te- pueden utilizar en los procesos de ense-
atro o por el teatro. No es lo mismo el uso ñanza y aprendizaje, y que van de un me-
que podamos hacer de un procedimiento trónomo que marca el ritmo de una inda-
como la improvisación en una clase de co- gación corporal a una máscara neutra que
nocimiento del medio que lo que hagamos utilizamos en un juego de personajes.
en una clase de interpretación, si bien el
procedimiento puede ser el mismo. Así se Otro plano especialmente relevante es
diferencian con claridad tres grandes ám- el de los contenidos o núcleos temáticos
bitos: el que persigue la formación integral fundamentales, y que le confieren su ca-
del individuo, el que tiene una orientación rácter diferencial en tanto conocimiento
profesional y el que tiene una dimensión pedagógico aplicado a un ámbito de reali-
año LXXI, nº 256, septiembre-diciembre 2013, 493-508

procedimental. dad con las dimensiones teórica, metodoló-


gica, tecnológica y práctica, que le sean
• En el nivel fenomenológico, que en propias e incluso exclusivas. Pero no se
buena medida coincidiría con la vía empí- trata tanto de hacer referencia al que pu-
rica antes señalada, pues considera tanto diera ser el desarrollo curricular de una
revista española de pedagogía

los ámbitos de intervención de la pedago- asignatura concreta, sino a los ámbitos de


gía teatral como las tipologías de la ense- los que se debe ocupar la pedagogía teatral
ñanza teatral y su estructura secuencial a en tanto ciencia de la educación teatral,
lo largo de la vida. De nuevo insistimos en pues lo anterior derivaría de esto último, en
la trascendencia de los estudios compara- cuanto como señala Sáez Carreras (1997:
dos entre sistemas educativos. 41) una disciplina sea la enseñanza de una
ciencia. Tampoco dejamos de recordar las
• En el nivel axiológico, para deter- palabras del profesor Aróstegui (1995: 46)
minar cómo debe entenderse la educación al considerar la teoría “disciplinar”, que
teatral en relación con ideales, principios, trata de mostrar cómo una disciplina “ar-
fines o valores. Se vincula también con la ticula y ordena sus conocimientos”. Siendo
deontología docente. así, los núcleos temáticos serían:
502
La construcción de la pedagogía teatral como disciplina científica

• La educación teatral como modali- procesos de grupo, y desde el juego de ro-


dad de educación, y como modalidad de les y la improvisación.
educación artística: rasgos pertinentes y
diferenciales en función de los contenidos, • Psicología del desarrollo y pedagogía
metodologías, recursos y técnicas que le teatral, en tanto la educación teatral ocupa
son propios. Así, por ejemplo, el juego dra- toda la vida del individuo, pero en cada
mático, que permite experimentar con todo etapa el individuo presenta unas caracte-
tipo de conductas y personajes a través de rísticas específicas en relación con el juego
un marco lúdico en el que son posibles todo que el teatro propone.
tipo de situaciones y roles, en permanente
interacción. • Pedagogía teatral y modelos de en-
señanza, determinando aquellos que más
• La educación teatral como modali- se ajustan a las finalidades últimas de este
dad de educación, y como modalidad de ámbito de educación.
educación artística, sus tipologías y ámbi-
tos de desarrollo. • Pedagogía teatral y modelos de in-
tervención psicosocioeducativa, en función
• La animación teatral como modali- de tiempos, espacios, usuarios y contex-
dad de animación, y como modalidad de tos.
animación artística: rasgos pertinentes y
diferenciales en función de los contenidos, • Desarrollo y evaluación de progra-
técnicas, recursos y metodologías que le mas en pedagogía teatral, atendiendo a
son propias. una enorme variedad y diversidad que van
de la educación formal a la no formal.
• La animación teatral como modali-

año LXXI, nº 256, septiembre-diciembre 2013, 493-508


dad de animación, y como modalidad de • La formación de formadores en pe-
animación artística, en sus tipologías y dagogía teatral, en la que cabría considerar
ámbitos de desarrollo. diferentes niveles de cualificación.

• La pedagogía teatral como ciencia • La investigación en pedagogía tea- revista española de pedagogía
de la educación teatral, y como ciencia de tral, considerando tanto metodologías es-
la educación: aspectos teóricos e históri- pecíficas como campos especialmente subs-
cos. tantivos, susceptibles de configurar líneas
propias.
• Teorías del aprendizaje en pedago-
gía teatral, para determinar cuáles sean • Historia de la educación teatral y
los paradigmas dominantes en el campo. de la animación teatral.

• Procesos psicológicos básicos en pe- Cada uno de los ámbitos citados, o nú-
dagogía teatral, en tanto la educación tea- cleos temáticos, constituye un campo de
tral en muchos casos implica un aprendi- trabajo, de amplio desarrollo, que cabe
zaje en la acción y en la interacción, en abordar, en los niveles histórico, empírico
503
Manuel Francisco VIEITES GARCIA

y teórico, pero, en muchos casos, también tiva y significativa, y se puede dar en todo
a través de programas de investigación en tipo de tiempos, espacios y para todo tipo
la acción, a través de la propia praxis edu- de usuarios.
cativa (Zabala Vidiella, 2005). Y siempre a
partir de las aportaciones que pueden ha- • Estudio del carácter diferencial de la
cer muy diferentes ciencias y disciplinas educación teatral a través de sus conteni-
que en muchos casos están ausentes del dos, métodos, técnicas y recursos, desarro-
discurso que ofrecen muchas prácticas edu- llando su propio campo semántico y su pro-
cativas de signo teatral, especialmente en pio mapa conceptual, considerando los
la educación superior. aportes de otras ciencias y disciplinas ya
consideradas.
5. Conclusiones y líneas de desarrollo
y aplicación de la pedagogía teatral. • Sistematización de la educación te-
Sin duda uno de los mayores retos que atral como ámbito de practicas educativas
enfrenta la pedagogía teatral es el de su y de animación, con carácter formal y no
consideración como disciplina pedagógica, formal.
y el de la puesta en valor de todo el dis-
curso que las ciencias de la educación apor- • Desarrollo de la construcción de la
tan a las prácticas educativas, sobre todo pedagogía teatral a partir de las tres vías
si consideramos que en el campo teatral consideradas: histórica, empírica y analí-
existe un notable rechazo a todo lo que tica o teórica.
tenga que ver con cuestiones pedagógicas,
fruto sin duda de la escasa formación pe- • Propuestas para el desarrollo y la
dagógica de los profesionales de la educa- implantación de la educación teatral en
ción teatral superior y de la creencia que el diferentes niveles y etapas educativas,
año LXXI, nº 256, septiembre-diciembre 2013, 493-508

simple conocimiento de un campo cultural desde la educación infantil a la formación


supone una habilitación suficiente para profesional, estableciendo con precisión la
ejercer la docencia del mismo, y, en esa di- denominación de las materias que proce-
rección, se sigue pensando que un profe- dan en cada caso.
sional del teatro es un profesional de la
revista española de pedagogía

educación teatral (Vieites, 2005: 69), que • Constitución de líneas de investiga-


no precisa de otros conocimientos que los ción en torno a los diferentes ámbitos te-
específicamente teatrales. Por ello, las lí- máticos considerados más arriba.
neas de actuación son diversas, y entre
ellas destacamos como más urgentes las Un reto ineludible en estos momentos
que citamos: consiste en convertir las escuelas supe-
riores de arte dramático en toda España
• Análisis sistemático de la dimen- en marcos para el desarrollo teórico y
sión educativa de lo teatral, o, por expre- empírico de esta nueva disciplina, y para
sarlo en otras palabras, determinar cómo, la formación de auténticos especialistas
por qué y en qué educa el teatro, y en qué en pedagogía teatral, capaces de desa-
medida la educación teatral es substan- rrollar una praxis educativa que muestre
504
La construcción de la pedagogía teatral como disciplina científica

todas las potencialidades, la riqueza y la Con todo, la simple existencia de la ma-


diversidad de la educación teatral, y que teria denominada pedagogía teatral, que
al tiempo se conviertan en agentes acti- dará lugar a prácticas docentes y que tam-
vos de procesos de investigación. Y no se bién promoverá investigaciones en torno a
trataría tanto de investigar sobre la edu- esa disciplina y a su campo de estudio, no
cación teatral cuanto de hacerlo en la deja de ser una buena noticia y el punto de
educación teatral, línea en la que ya se partida para el desarrollo de un campo de
han hecho aportes substantivos (Taylor estudios al que queremos aportar esta hu-
et al., 1996; Ackroyd et al., 2006; O’Toole, milde contribución. Un campo que, como
2006.) hemos intentado mostrar, presenta una
enorme riqueza como ámbito de investiga-
Es probable que la inclusión en el plan ción desde muy diferentes perspectivas.
de estudios del grado en arte dramático de
la materia de formación básica denomi- Dirección del autor: Manuel F. Vieites. Universidad de Vigo.

nada “pedagogía” pueda generar en Es-


Facultad de Ciencias de la Educación. Campus de

paña una corriente favorable a la pedago-


Orense. As Lagoas. 32004. Orense. E-mail: mviei-

gía teatral, lo que, más allá de los


tes@uvigo.es.

indudables beneficios educativos para los


Fecha de recepción de la versión definitiva de este artículo:

discentes, tendría efectos sumamente be-


10. V. 2013

neficiosos para la propia visibilidad de la Notas


propia educación teatral y para su mejora [1] El texto que presentamos se vincula al Proyecto de In-
y extensión. vestigación “De los tiempos educativos a los tiempos so-
ciales: la construcción cotidiana de la condición juvenil en

Su consolidación como disciplina aca-


una sociedad de redes. Problemáticas y alternativas pe-

démica tal vez diese lugar a una mayor


dagógico-sociales”, del que es IP José Antonio Caride, sub-

año LXXI, nº 256, septiembre-diciembre 2013, 493-508


preocupación por cuestiones pedagógicas
vencionado mediante convocatoria pública por la Secre-
taría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación

en los centros superiores de educación te-


del Ministerio de Economía y Competitividad en el marco

atral, que son centros de formación y no


del Plan Nacional de I+D+i (convocatoria 2012), con el có-

unidades de producción, lo que viene a sig-


digo EDU2012-39080-CO7-01, con financiamiento de la

nificar que sus trabajadores lo son de la en-


Unión Europea a través de los fondos FEDER.
revista española de pedagogía
señanza, con independencia de la carrera [2] A nivel internacional podemos señalar que en la actuali-

artística que cada quien quiera o pueda de-


dad existe una “International Drama, Theatre and Edu-

sarrollar. Es probable incluso que esa tí-


cation Association” (IDEA) en la que se agrupan varias

mida presencia nos llevase a tomar con-


asociaciones nacionales, y entre ellas la denominada

ciencia de lo mucho que queda por hacer en


“Bundesverband Theaterpädagogik E.V.” o “Asociación

el campo de la regularización de las ense-


Federal de Pedagogía teatral”, y que incide en esa línea
de reivindicar el vocablo “pedagogía”.

ñanzas teatrales frente a lo mucho que se


ha avanzado en otros países que pudieran Bibliografía
servirnos de ejemplo. Todo un conjunto de ACKROYD, J. (ed.) (2006) Research Methodologies for Drama

normativas, desarrollos y experiencias dig-


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Manuel Francisco VIEITES GARCIA

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507
Manuel Francisco VIEITES GARCIA

entenderse como una pedagogía del teatro.


Con este trabajo pretendemos analizar cuál
puede ser el desarrollo de una tal disci-
plina en tanto su finalidad se orienta a que
los titulados en arte dramática adquieran
las competencias necesarias para ejercer
la docencia. En esa dirección proponemos
los que consideramos aspectos substantivos
en la construcción de una disciplina tan
importante en la normalización de la edu-
cación teatral en España, así como los retos
del futuro más inmediato.

Descriptores: Educación teatral, peda-


gogía teatral, enseñanzas artísticas, teatro
en educación, expresión dramática.

Summary:
The development of theatre peda-
gogy as a scientific discipline
The new curriculum that is being im-
plemented since 2010 in the schools of dra-
matic art in Spain, involves the develop-
ment of a subject, pedagogy, which is
año LXXI, nº 256, septiembre-diciembre 2013, 493-508

considered as core training and should be


understood as a sort of theatre pedagogy.
In this paper we analyze what should be
the development of such a discipline as far
as its purpose is focused on the develop-
ment of those skills that will enable the
revista española de pedagogía

dramatic arts graduates to become specia-


lists in theatre education. In this direc-
tion we propose the substantive aspects
we consider in the development of a disci-
pline so important in the promotion of the-
atrical education in Spain, and the cha-
llenges of the immediate future.

Key words: Theatre education, theatre


pedagogy, artistic education, theatre in
education, drama.

508

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