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A partir del siglo III se empieza a representar las imágenes del Señor y de la Virgen (tardan en
aparecer porque el origen de la religión cristiana procede de la judía que prohíbe las
imágenes). Los artistas cristianos inventaron la iconografía de Cristo.
Las formas pictóricas eran toscas, sencillas, planas, sin perspectivas ni paisajes ya que no se
buscaba la belleza sino la expresión de la fe cristiana y la esperanza en la salvación del alma.
Las composiciones son frontales, aisladas, repiten esquemas, disposiciones rígidas, sin
expresar emociones ni sentimientos. En sí, este movimiento no va a representar más que lo
espiritual por sobre lo natural. Es por eso que elimina la luz y la sombra, el volumen, la
profundidad y el movimiento. Los colores son planos, sin matices ni graduación.
El arte de este movimiento se pueden representar en la pintura sobre lienzo, sobre tabla,
pintura mural (al fresco), mosaico (unión de teselas de vidrios y mármoles vistosos y de
intensos colores) y miniaturas (se realzan letras iniciales o representan motivos de arquitectura
fingidas, arabescos, que enroscan márgenes de manuscritos).
Ejemplos:
Virgen Orante, Mujer Orante, Buen Pastor, Mosaicos Bizantinos, Mosaicos del Ábside,
Justiniano y su Corte, Teodora y su Cotejo, Pintura Mural, Los apostoles (frontal de altar Seo
de Urgel) San Francisco y crucifijo de Berlinghieri.
Esta nueva corriente del pensamiento Humanista, rechazaba la visión teocrática del Medioevo
y defendía una visión antropocéntrica. El interés vuelve a centrarse en lo humano sin
abandonar lo divino.
La burguesía y la iglesia fueron los clientes del arte durante el Renacimiento. Pero ya no eran
clientes de un gremio o de un artesano. El artista era un trabajador intelectual libre, tomando
conciencia de si mismo: se autorretrataba, buscaba un estilo personal, firmaba sus obras y
sobre todo, quería demostrar que el arte es una labor mucho más intelectual que manual.
Se procura una mayor naturalidad en las obras. El clasicismo logra expresar un mundo en
orden y perfectamente equilibrado entre fuerzas aparentemente contrapuestas como la
dualidad entre lo real y lo irreal o el movimiento y el reposo. Se alcanza la serenidad ideal,
buscando el modelo ideal que subyace a las formas naturales del cuerpo.
Aparece la técnica del esfumando, que consistía en difuminar sombras hasta confundirse con
el fondo, lo que otorga una impresión de profundidad (Leonardo Da Vinci). Toda
representación está calculada y se respeta la proporción aurea.
Sus autores principales son: Leonardo Da Vinci (La Gioconda), Sandro Boticcelli (Alegoría de
la Primavera/temple sobre tabla-El Nacimiento de Venus/temple sobre tabla), Rafael Sanzio
(Desposorios de la Virgen, Las Tres Gracias, La Sagrada Familia), Miguel Ángel (La Capilla
Sixtina, El Juicio Final, La Creación de Adán, La Expulsión del Paraíso).
Nace en Italia (Roma) impulsado por los Papas, con el objetivo de manifestar la grandeza de la
Iglesia a través de sus creaciones artísticas. Predominan, por un lado, el espíritu del raciocinio
y la abstracción, por otro, la imaginación, sensualidad, el dinamismo y la ampulosidad.
Velázquez viene a aportar el recurso del cuadro dentro del cuadro como forma más compleja
de la lectura de una pintura. Por otro lado, otro de los aportes de este movimiento son los
bodegones y las vanitas (vanidades). También, el barroco, viene a renovar los cánones de
belleza.
Entre los autores más representativos se encuentra Caravaggio (El prendimiento de Cristo,
Muerte de la Virgen), Georges De La Tour (Magdalenas), Diego Velázquez (Papa Inocencio
X, Infanta María Teresa, Bufones de la Corte, Las Hilanderas, Las Meninas), Francisco de
Zurbarán (Bodegones), Pieter Claesz (Vanidades), Rubens (Las Tres Gracias).
El neoclasicismo reflejó la realidad política y social de una época caracterizada por los
enfrentamientos violentos entre clases, como la Revolución Francesa (1789). Acompañó el
comienzo de una nueva era llamada El siglo de las luces, que aludía a la claridad del
conocimiento y de la razón, para “iluminar” a la humanidad ignorante de la época.
El período del neoclasicismo resultó la transición del antiguo régimen hacia uno nuevo,
basado en la difusión del conocimiento desde la ciencia y la razón. A comienzos del siglo
XIX y ante la caída de Napoleón Bonaparte (1815) el movimiento neoclásico dio lugar al
romanticismo, que perduró hasta el siglo XX y se basó en las emociones, la individualidad y la
libertad.
Las obras neoclasicistas presentaban líneas limpias y perfectas, que evitaban evidenciar el
trazo del pincel. Los escenarios y los personajes eran representados en situaciones realistas,
para transmitir las ideas intelectuales y las situaciones coyunturales de la época.
Tanto el arte rococó como el barroco, aludían a situaciones fantasiosas y a diosas desnudas.
Las obras neoclasicistas, sin renunciar a los desnudos, se opusieron a ese arte utópico y se
destacaron por representar la realidad y la moral.
El neoclásico se basaba en una completa simetría y estática que intentaba llevar la razón al
arte, y expresaba la lógica y el escepticismo de la época en las obras. Se utilizaba luz clara y
muy poco color. En este perídodo los paisajes se pusieron de moda y las obras mostraban a
las ciudades y las costumbres de la época.
El arte neoclasicista se vio influenciado por la mitología griega y romana, con la que
compartía ciertos valores. Los pensadores mitológicos resultaban ejemplos de las conductas
morales a seguir, alejadas de la lujuria, la corrupción o el lujo.
Se reutiliza la técnica del tenebrismo que surge a principios del Barroco para poder dar un
violento contraste de luz y de sombras. Se utilizan colores intensos para poder resultar
llamativos en pinturas de denuncia.
Se introducen composiciones del desnudo femenino, naturaleza muerta, pero sobre todo los
oficios del hombre de la época. Se trata de hacer una reproducción fiel a la realidad. Se dice
que los ojos de los artistas son como los de un fotógrafo. En algunas obras fueron criticados
por su impudor. En otras se destacan por la poesía, la melancolía y tristeza. Se introducen
nuevos usos de la luz en la pintura.
Sus exponentes fueron Gustave Courbet (Autorretrato, Las Cribadoras, Los Picapedreros, El
Sueño, El Origen del Mundo), Jean Francois Millet (Las Espigadoras, La Pastora, La hora del
Angelus)
El expresionismo viene a ser una deformación de la realidad para expresarla de forma más
subjetiva (aunque en definitiva, esa puede ser una definición válida del arte: una deformación
de la realidad…). Se quieren mostrar sentimientos, emociones, algo que ilustre la naturaleza y
el ser humano.
Expresionistas, como deformadores de la realidad, los hubo desde los principios del arte (ahí
tenemos los casos de Bruegel, Goya, Van Gogh o El Greco, por citar solo algunos), pero fue
en esta atmósfera pre-bélica de Alemania cuando artistas de tendencias muy diversas y
diferente formación y nivel intelectual se unieron para la creación de un arte más personal e
intuitivo, donde predominase la visión interior del artista —la «expresión»— frente a la
plasmación de la realidad —la «impresión»—.
Tenemos así temáticas oscuras y sórdidas: la soledad, la miseria, la muerte, el sexo… Una
forma de reflejar la amargura existencialista de esos años, con una visión trágica del ser
humano en la que el individuo va a la deriva en la sociedad moderna, industrializada, donde se
ve alienado, aislado
CUBISMO (SIGLO XX)
Crea un lenguaje pictórico y estético que implica una nueva relación entre el espectador y la
obra de arte. No solo tiene que contemplarla, sino interpretarla, reconstruyendo la figura
mentalmente.
El dadaísmo surge durante la primera guerra mundial en Suiza (que no participaba del
conflicto bélico). Los artistas querían expresar el fracaso de una cultura basada en la razón y el
progreso, buscando escandalizar a la sociedad. Para esto comenzaron a realizar cuadros con
basura, convertir objetos cotidianos en obras de arte, ser irreverentes con obras de arte
consagradas.
Su objetivo fue destruir todas las convenciones de arte, emancipar por completo la
imaginación visual y provocar opinión pública. Marcel Duchamp fue quien realizo los
primeros ready-made (esto ya lo he visto) que consiste en titular artísticamente algún objeto
producido industrialmente, con una mínima o ninguna intervención declarándolos obras de
arte.
Los dadaístas empiezan a intervenir obras de arte consagradas como la Gioconda o tomar
materia prima, la basura, como fiel reflejo de lo que la civilización era. Buscaban repercusión
o la reafirmación de que el arte es lo que se denomina arte.
Los pintores comenzaron a abandonar el impulso gráfico y comenzaron a guiarse por impulsos
incontrolados. Los automatismos gráficos empezaron con lápiz o tinta china donde se
dibujaban líneas en simultáneo con las imágenes que empezaban a surgir desde un estado
sugestivo.
Se introducen las obras de arena, donde se cubría el lienzo con cola de pegar y se echaba arena
para luego mover el lienzo, quedando así, solo en partes. Luego se agregaba algunas líneas o
parches de color para evocar la imagen que por azar quedaba. Otra técnica introducida fue la
de Frotagge que consiste en colocar un papel o lienzo sobre una superficie texturada y frotar
con lápiz o pastel en barra sobre ellos. A esta técnica la sucedió el grattage que consiste en
distribuir pintura sobre el soporte y cuando esté fresca, imprimirle planchas con diversas
texturas o bien esperar que este seca y rascarla con un punzón afilado creando paisajes
surrealistas con relieve.
HIPERREALISMO 1960
Algunos representantes de este estilo trabajan a partir de fotografías, tratando con igual
agudeza y precisión todo el cuadro.
En algunos caso se utilizan grandes tamaños de cuadros y pintura plana, que aspiran a producir
la impresión de inmensas ampliaciones fotográficas.
Se va de lo real a la fotografía y de la foto al cuadro, reafirmando dos veces lo real o, tal vez,
distanciándose doblemente del objeto; no hay una mirada subjetiva sobre la realidad, puesto
que las imágenes son frías.
Una disciplina de síntesis para la ejecución en la que intervienen los más modernos recursos
infográficos junto a una superficial aplicación del color, por medio de veladuras y empastes y
una destreza en el atrapamiento de la luz en el lienzo.
Cuándo apreciamos una buena obra hiperrealista, asistimos al más notable triunfo de la
representación, debido a la máxima eficacia del oficio como modo de producción y método de
apropiación de la realidad visible.
INSTALACIÓN ARTÍSTICA
Performance en el arte
Performance, performance art o acción artística es una forma de expresión artística que
implica una puesta en escena y que puede incluir varias disciplinas como la música, la poesía,
el vídeo o el teatro.
Un performance puede ser considerado, también, como parte de las artes visuales si los
valores estéticos que se encuadran en el estímulo visual son los protagonistas de la obra.
Las artes visuales abarcan todas aquellas expresiones artísticas esencialmente visuales
expresadas en forma de pintura, escultura, arquitectura, cine, fotografía y en expresiones de
arte contemporánea, en la que se encuadra el performance.