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ICONOGRAFÍA CRISTIANA MEDIEVAL (SIGLO V al SIGLO XV)

A partir del siglo III se empieza a representar las imágenes del Señor y de la Virgen (tardan en
aparecer porque el origen de la religión cristiana procede de la judía que prohíbe las
imágenes). Los artistas cristianos inventaron la iconografía de Cristo.

Las formas pictóricas eran toscas, sencillas, planas, sin perspectivas ni paisajes ya que no se
buscaba la belleza sino la expresión de la fe cristiana y la esperanza en la salvación del alma.

Se idealizaba sobre el sentimiento religioso dando lugar a la irrealidad.

Las composiciones son frontales, aisladas, repiten esquemas, disposiciones rígidas, sin
expresar emociones ni sentimientos. En sí, este movimiento no va a representar más que lo
espiritual por sobre lo natural. Es por eso que elimina la luz y la sombra, el volumen, la
profundidad y el movimiento. Los colores son planos, sin matices ni graduación.

El arte de este movimiento se pueden representar en la pintura sobre lienzo, sobre tabla,
pintura mural (al fresco), mosaico (unión de teselas de vidrios y mármoles vistosos y de
intensos colores) y miniaturas (se realzan letras iniciales o representan motivos de arquitectura
fingidas, arabescos, que enroscan márgenes de manuscritos).

Ejemplos:

Virgen Orante, Mujer Orante, Buen Pastor, Mosaicos Bizantinos, Mosaicos del Ábside,
Justiniano y su Corte, Teodora y su Cotejo, Pintura Mural, Los apostoles (frontal de altar Seo
de Urgel) San Francisco y crucifijo de Berlinghieri.

RENACIMIENTO DEL CLASICISMO (SIGLO XV al SIGLO XVI)

Se entiende por Renacimiento al período de renovación ideologica y artística que comenzó en


Italia en el trecento (s.XIV). Donde, sin renunciar a la tradición cristiana, sustituyó la
omnipresencia de lo religioso del mundo medieval por una afirmación del mundo terrenal y
del hombre.

Esta nueva corriente del pensamiento Humanista, rechazaba la visión teocrática del Medioevo
y defendía una visión antropocéntrica. El interés vuelve a centrarse en lo humano sin
abandonar lo divino.

La belleza se concibió como expresión de un orden intelectual y profano en el que el número,


la proporción y la medida jugaron un papel importante.

La burguesía y la iglesia fueron los clientes del arte durante el Renacimiento. Pero ya no eran
clientes de un gremio o de un artesano. El artista era un trabajador intelectual libre, tomando
conciencia de si mismo: se autorretrataba, buscaba un estilo personal, firmaba sus obras y
sobre todo, quería demostrar que el arte es una labor mucho más intelectual que manual.

Se procura una mayor naturalidad en las obras. El clasicismo logra expresar un mundo en
orden y perfectamente equilibrado entre fuerzas aparentemente contrapuestas como la
dualidad entre lo real y lo irreal o el movimiento y el reposo. Se alcanza la serenidad ideal,
buscando el modelo ideal que subyace a las formas naturales del cuerpo.
Aparece la técnica del esfumando, que consistía en difuminar sombras hasta confundirse con
el fondo, lo que otorga una impresión de profundidad (Leonardo Da Vinci). Toda
representación está calculada y se respeta la proporción aurea.

Sus autores principales son: Leonardo Da Vinci (La Gioconda), Sandro Boticcelli (Alegoría de
la Primavera/temple sobre tabla-El Nacimiento de Venus/temple sobre tabla), Rafael Sanzio
(Desposorios de la Virgen, Las Tres Gracias, La Sagrada Familia), Miguel Ángel (La Capilla
Sixtina, El Juicio Final, La Creación de Adán, La Expulsión del Paraíso).

BARROCO (SIGLO XVII al SIGLO XVIII)

El barroco (arte extravagante) va a acentuar los motivos ornamentales, va a imprimir más


tensión, dramatismo y pasión a las figuras humanas. Este tipo de arte responde a los intereses
de las monarquías absolutas (poder real) y a la Iglesia de la Contrarreforma (poder papal) que
se enfrentaba a Lutero.

Nace en Italia (Roma) impulsado por los Papas, con el objetivo de manifestar la grandeza de la
Iglesia a través de sus creaciones artísticas. Predominan, por un lado, el espíritu del raciocinio
y la abstracción, por otro, la imaginación, sensualidad, el dinamismo y la ampulosidad.

El barroco es la expresión de una sociedad insatisfecha que intenta renovarse, propuso un


cambio de arte dirigido a los sentidos: busca fascinar, asombrar, privilegia el desorden, la
desmesura, las formas abiertas, el espectáculo, el efecto escenográfico.

Se introduce el uso del claroscuro mediante fuertes contrastes de luces y sombras. La


iluminación tenebrista suele ser irreal y provocada artificialmente, ya sea proveniente de uno o
varios puntos luminosos exteriores al cuadro o proveniente de una fuente lumínica que se
inserta en la composición (velas) e incluso por la fosforescencia de los personajes. El
tenebrismo aumenta la sensación de profundidad y da potencia al movimiento.

Velázquez viene a aportar el recurso del cuadro dentro del cuadro como forma más compleja
de la lectura de una pintura. Por otro lado, otro de los aportes de este movimiento son los
bodegones y las vanitas (vanidades). También, el barroco, viene a renovar los cánones de
belleza.

Entre los autores más representativos se encuentra Caravaggio (El prendimiento de Cristo,
Muerte de la Virgen), Georges De La Tour (Magdalenas), Diego Velázquez (Papa Inocencio
X, Infanta María Teresa, Bufones de la Corte, Las Hilanderas, Las Meninas), Francisco de
Zurbarán (Bodegones), Pieter Claesz (Vanidades), Rubens (Las Tres Gracias).

NEOCLASICISMO (SIGLO XVIII)

El neoclasicismo fue un movimiento artístico e intelectual que se originó en Roma en el


siglo XVIII y luego se extendió por toda Europa. Se opuso a los estilos que lo antecedieron,
como el rococó y el barroco, que los consideraba vanidosos y basados en la fantasía.

El neoclasicismo reflejó la realidad política y social de una época caracterizada por los
enfrentamientos violentos entre clases, como la Revolución Francesa (1789). Acompañó el
comienzo de una nueva era llamada El siglo de las luces, que aludía a la claridad del
conocimiento y de la razón, para “iluminar” a la humanidad ignorante de la época.
El período del neoclasicismo resultó la transición del antiguo régimen hacia uno nuevo,
basado en la difusión del conocimiento desde la ciencia y la razón. A comienzos del siglo
XIX y ante la caída de Napoleón Bonaparte (1815) el movimiento neoclásico dio lugar al
romanticismo, que perduró hasta el siglo XX y se basó en las emociones, la individualidad y la
libertad.

Las obras neoclasicistas presentaban líneas limpias y perfectas, que evitaban evidenciar el
trazo del pincel. Los escenarios y los personajes eran representados en situaciones realistas,
para transmitir las ideas intelectuales y las situaciones coyunturales de la época.

La pintura neoclasicista buscó diferenciarse de los estilos que la antecedieron, como el


rococó que se caracterizó por la opulencia, elegancia y el uso de colores intensos, y el barroco
que resultaba ostentoso, tenebroso y oscuro.

Tanto el arte rococó como el barroco, aludían a situaciones fantasiosas y a diosas desnudas.
Las obras neoclasicistas, sin renunciar a los desnudos, se opusieron a ese arte utópico y se
destacaron por representar la realidad y la moral.

El neoclásico se basaba en una completa simetría y estática que intentaba llevar la razón al
arte, y expresaba la lógica y el escepticismo de la época en las obras. Se utilizaba luz clara y
muy poco color. En este perídodo los paisajes se pusieron de moda y las obras mostraban a
las ciudades y las costumbres de la época.

El arte neoclasicista se vio influenciado por la mitología griega y romana, con la que
compartía ciertos valores. Los pensadores mitológicos resultaban ejemplos de las conductas
morales a seguir, alejadas de la lujuria, la corrupción o el lujo.

ROMANTICISMO (SIGLO XVIII al SIGLO XIX)

El romanticismo viene a romper con la estructura del racionalismo de la Ilustración y el


Neoclasicismo, dándole preponderancia al sentimiento por sobre la razón. Surge, así, la
obsesión por representar lo irracional, los instintos, los sentimientos. No existe la búsqueda
por la belleza, sino que se busca la expresión de los sentimientos.

Se focaliza en el sufrimiento, la angustia, el exotismo, melancolía, desolación, la rabia, la


violencia y la libertad. Se introducen temas como los retratos de personas con trastornos
psíquicos, los paisajes de la naturaleza, animales en movimiento, el paso del tiempo en lugares
desolados y los conflictos bélicos.

Se reutiliza la técnica del tenebrismo que surge a principios del Barroco para poder dar un
violento contraste de luz y de sombras. Se utilizan colores intensos para poder resultar
llamativos en pinturas de denuncia.

Sus principales exponentes son Theodore Gericault ( La Balsa de la Medusa, Retratos de


Enfermos Mentales), Eugene Delacroix (Muerte de Sardanápalo, Caballo Asustado por un
Rayo, Tigre y León, La Libertad Guiando al Pueblo), Friedrich (Caminante entre Brumas,
Iglesias y Abadías), Francisco De Goya (Fusilamientos de la Moncloa, La Carga de los
Mamelucos, Escena de Guerra, Saturno Devorando a su Hijo).

REALISMO (SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XIX)

El realismo surge como reacción al Romanticismo. La estética realista no reproduce un estilo


arquitectónico propio, se expresa escasamente en la escultura, siendo la pintura su principal
ámbito. No introduce grandes novedades en cuanto a las técnicas pictóricas. Su innovación
viene dada en los temas: el mundo del trabajo, las costumbres, la vida cotidiana. Descarta la
imaginación y el sentimiento, el embellecimiento idealista, más bien todo se representaba con
un fin social o ideológico.

Se introducen composiciones del desnudo femenino, naturaleza muerta, pero sobre todo los
oficios del hombre de la época. Se trata de hacer una reproducción fiel a la realidad. Se dice
que los ojos de los artistas son como los de un fotógrafo. En algunas obras fueron criticados
por su impudor. En otras se destacan por la poesía, la melancolía y tristeza. Se introducen
nuevos usos de la luz en la pintura.

Sus exponentes fueron Gustave Courbet (Autorretrato, Las Cribadoras, Los Picapedreros, El
Sueño, El Origen del Mundo), Jean Francois Millet (Las Espigadoras, La Pastora, La hora del
Angelus)

IMPRESIONISMO (SIGLO XIX)

El impresionismo ha sido un movimiento artístico modernista que se originó en la Francia del


siglo XIX como una reacción contra las rígidas reglas de la “pintura académica” de aquella
época.
Las técnicas utilizadas en el impresionismo lo distinguen de la forma tradicional de
representar escenas en un papel. El movimiento creía en pintar una escena con colores y luces
reales. Un pintor francés Pierre Bonnard describe claramente el objetivo de los pintores
impresionistas: “Lo que busco es la primera impresión: quiero mostrar todo lo que uno ve al
entrar por primera vez en la sala: lo que mi ojo percibe a primera vista”. Se trata de la vida
vivida en pequeños encuentros.
Con el arte impresionista, los pintores rápidamente plasmarían instancias fugaces de la vida
moderna como ellos la concebían. Un actor y escritor italiano, Francesco Salvi, describe
acertadamente el movimiento: “El impresionismo está en la raíz de todo el arte moderno,
porque fue el primer movimiento que logró liberarse de ideas preconcebidas y porque cambió
no solo la forma en que se representó la vida sino la forma en que se veía la vida”.

Referentes del impresionismo: Manet, Monet, Renoir, Degas.

EXPRESIONISMO (SIGLO XX)

El expresionismo viene a ser una deformación de la realidad para expresarla de forma más
subjetiva (aunque en definitiva, esa puede ser una definición válida del arte: una deformación
de la realidad…). Se quieren mostrar sentimientos, emociones, algo que ilustre la naturaleza y
el ser humano.

Expresionistas, como deformadores de la realidad, los hubo desde los principios del arte (ahí
tenemos los casos de Bruegel, Goya, Van Gogh o El Greco, por citar solo algunos), pero fue
en esta atmósfera pre-bélica de Alemania cuando artistas de tendencias muy diversas y
diferente formación y nivel intelectual se unieron para la creación de un arte más personal e
intuitivo, donde predominase la visión interior del artista —la «expresión»— frente a la
plasmación de la realidad —la «impresión»—.

Tenemos así temáticas oscuras y sórdidas: la soledad, la miseria, la muerte, el sexo… Una
forma de reflejar la amargura existencialista de esos años, con una visión trágica del ser
humano en la que el individuo va a la deriva en la sociedad moderna, industrializada, donde se
ve alienado, aislado
CUBISMO (SIGLO XX)

El cubismo es el movimiento más significativo y trascendente de la historia de la pintura


occidental desde el Renacimiento. Rompe con la estética clásica, el concepto de belleza y las
nuevas formas de observar la naturaleza.

Crea un lenguaje pictórico y estético que implica una nueva relación entre el espectador y la
obra de arte. No solo tiene que contemplarla, sino interpretarla, reconstruyendo la figura
mentalmente.

Hace un replanteamiento sobre las formas, la luz, la perspectiva, el movimiento, el volumen,


el espacio, el color. En el cubismo no es el color, sino la línea la que crea la figura y compone
el cuadro. Son producto de un proceso de creación meditado y consciente.

Su máximo referente es Pablo Picasso (Las Señoritas de Avignon).

DADAISMO (SIGLO XX)

El dadaísmo surge durante la primera guerra mundial en Suiza (que no participaba del
conflicto bélico). Los artistas querían expresar el fracaso de una cultura basada en la razón y el
progreso, buscando escandalizar a la sociedad. Para esto comenzaron a realizar cuadros con
basura, convertir objetos cotidianos en obras de arte, ser irreverentes con obras de arte
consagradas.

Su objetivo fue destruir todas las convenciones de arte, emancipar por completo la
imaginación visual y provocar opinión pública. Marcel Duchamp fue quien realizo los
primeros ready-made (esto ya lo he visto) que consiste en titular artísticamente algún objeto
producido industrialmente, con una mínima o ninguna intervención declarándolos obras de
arte.

Los dadaístas empiezan a intervenir obras de arte consagradas como la Gioconda o tomar
materia prima, la basura, como fiel reflejo de lo que la civilización era. Buscaban repercusión
o la reafirmación de que el arte es lo que se denomina arte.

A Duchamp (La Fuente, L.H.O.O.Q.) lo siguieron: Francis Picabia (Collages), Schwitters


(Merz).

SURREALISMO (SIGLO XX)

La esencia del surrealismo consiste en el pensamiento que evoca la tensión entre el


racionalismo y el subconsciente, la tensión entre tradición y revolución. Se nutre de la obra de
Freud para justificar la confrontación de lo inconsciente con lo racional, la búsqueda del yo
profundo y la expresión del ser a través de la manifestación simbólica del inconsciente. Es la
reconquista del individuo, la revalorización del espíritu a partir de un entusiasmo que se nutre
del inconsciente.

Los pintores comenzaron a abandonar el impulso gráfico y comenzaron a guiarse por impulsos
incontrolados. Los automatismos gráficos empezaron con lápiz o tinta china donde se
dibujaban líneas en simultáneo con las imágenes que empezaban a surgir desde un estado
sugestivo.
Se introducen las obras de arena, donde se cubría el lienzo con cola de pegar y se echaba arena
para luego mover el lienzo, quedando así, solo en partes. Luego se agregaba algunas líneas o
parches de color para evocar la imagen que por azar quedaba. Otra técnica introducida fue la
de Frotagge que consiste en colocar un papel o lienzo sobre una superficie texturada y frotar
con lápiz o pastel en barra sobre ellos. A esta técnica la sucedió el grattage que consiste en
distribuir pintura sobre el soporte y cuando esté fresca, imprimirle planchas con diversas
texturas o bien esperar que este seca y rascarla con un punzón afilado creando paisajes
surrealistas con relieve.

Con Oscar Domínguez surge la técnica de la decalcomanía, automatismo psíquico que


provoca una distribución irregular del pigmento, consiguiendo una creación de formas
arbitrarias. Por su parte, Joan Miró vuelca su inspiración en la niñez, volviendo a pintar como
lo haría un niño para buscar aspiraciones surrealistas.

HIPERREALISMO 1960

Conocido también como Superrealismo, Realismo Fotográfico y


Fotorrealismo, es un movimiento pictórico surgido en la década de los '60,
cuyas técnicas aspiran a una precisión casi fotográfica.

El Hiperrealismo busca mantener en la pintura la conexión con la visión


fotográfica del encuadre y la traducción fiel de la escena.

Por tanto, los temas son representados con exactitud minuciosa e


impersonal en los detalles, por medio de una agudeza óptica llevada a cabo
con tal virtuosismo técnico, que supera la "visión" del objetivo
fotográfico.

Algunos representantes de este estilo trabajan a partir de fotografías, tratando con igual
agudeza y precisión todo el cuadro.

En algunos caso se utilizan grandes tamaños de cuadros y pintura plana, que aspiran a producir
la impresión de inmensas ampliaciones fotográficas.

Se va de lo real a la fotografía y de la foto al cuadro, reafirmando dos veces lo real o, tal vez,
distanciándose doblemente del objeto; no hay una mirada subjetiva sobre la realidad, puesto
que las imágenes son frías.

El propósito del Hiperrealismo es acercarse a una supuesta objetividad visual en la


representación de retratos, naturalezas muertas, interiores y paisajes, a través de un singular
método de trabajo que compagina técnica y disciplina.

Una disciplina de síntesis para la ejecución en la que intervienen los más modernos recursos
infográficos junto a una superficial aplicación del color, por medio de veladuras y empastes y
una destreza en el atrapamiento de la luz en el lienzo.

Cuándo apreciamos una buena obra hiperrealista, asistimos al más notable triunfo de la
representación, debido a la máxima eficacia del oficio como modo de producción y método de
apropiación de la realidad visible.

Pero también es cierto que se produce saturación de la información visual: el apego a la


transcripción objetiva normalmente dificulta el despliegue de una audacia imaginativa mayor
o divertimentos cromáticos que permitan las necesarias sugerencias poéticas de las imágenes
expuestas.

INSTALACIÓN ARTÍSTICA

Es un género artístico tridimensional que se desenvuelve en un sitio específico. A menudo,


está diseñada para modificar la percepción del espacio. Generalmente se aplica a los espacios
interiores. Este tipo de arte puede ser temporal o permanente, y generalmente se construye en
espacios como museos y galerías, así como espacios públicos y privados.

Performance en el arte

Performance, performance art o acción artística es una forma de expresión artística que
implica una puesta en escena y que puede incluir varias disciplinas como la música, la poesía,
el vídeo o el teatro.

El performance aparece como un tipo de artes escénicas alrededor de la década de 1960. En


este sentido, incluye los elementos claves de las artes escénicas que son la interpretación, el
escenario y el espectador.

Un performance puede ser considerado, también, como parte de las artes visuales si los
valores estéticos que se encuadran en el estímulo visual son los protagonistas de la obra.

Las artes visuales abarcan todas aquellas expresiones artísticas esencialmente visuales
expresadas en forma de pintura, escultura, arquitectura, cine, fotografía y en expresiones de
arte contemporánea, en la que se encuadra el performance.

Muchos performance utilizan el recurso de la improvisación. La ausencia de guiones fijos y la


provocación de los artistas que crean una interacción natural con los demás integrantes y con
el público crean una espontaneidad que caracterizan muchas de este tipo de expresiones
artísticas atrayendo nuevos adeptos.

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