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México como país

pluricultural

MAIA. Claudia Patricia Vázquez Jacobo


Los españoles que conquistaron
América no se caracterizaron por su
capacidad para comprender y
respetar las diversas culturas que
descubrieron en el nuevo continente.
En los registros que hicieron de todo
lo que encontraban a su paso,
hacían alusión a los ritos sangrientos
y a las "extrañas formas de vida" de
quienes consideraban gente
primitiva o bárbara.

Hasta entonces, los conquistadores europeos sólo


apreciaban a los pueblos de Persia, India y China como
culturas semejantes a la de ellos.
Pero lo que hoy conocemos como la
arqueología y los textos prehispánicos que
sobrevivieron a la conquista, muestran que
en el México antiguo existieron creaciones y
manifestaciones tan importantes como las
de otros pueblos.
El calendario y la escritura existían ya en
culturas como la maya, la azteca y la
olmeca en el último milenio antes de Cristo.
Inscripciones en Monte Albán, Oaxaca, y en
las costas del Golfo, en el "país de los
olmecas", son prueba de esto.
Las formas de urbanismo en las grandes ciudades-
santuarios, la arquitectura de sus pirámides, el arte
de la escultura y de la pintura, fueron
manifestaciones de la sensibilidad y los
conocimientos científicos que poseían estos
pueblos.
Más de cincuenta lenguas indígenas demuestran
su diversidad y riqueza. Entre las principales
lenguas o dialectos, por el número actual de las
personas que los hablan, se encuentran el náhuatl,
el maya, el mixteco, el zapoteco, el tzeltal, el
tzotzil, el totonaco, el mazateco y el chol.
Innumerables códices, estelas y bajo relieves
(piedras grabadas con imágenes y caracteres),
prueban todo ello.
Los distintos pueblos del México
antiguo tuvieron una visión
particular del mundo, doctrinas
religiosas y sistemas calendáricos
propios que los acreditan como
culturas vastas y profundas, entre
otras que han legado al mundo
moderno sus conocimientos.
Algunos de los más trascendentes
son el calendario y el cero de los
mayas, así como los códices
medicinales de los pueblos de
lengua náhuatl.
Además del mestizo, que es la persona
nacida de la unión del español y el
mexicano, la raza negra tuvo
importante presencia en el país debido
a la migración de esclavos procedentes
de África. Los principales
asentamientos de esta raza se ubicaron
en las costas de Veracruz, Guerrero y
Oaxaca, y pronto se constituyeron en
nuestra tercera raíz.
La mezcla de estas razas dio lugar, no
sólo a nuevas razas o grupos humanos,
sino también a manifestaciones
culturales que mostraron la fusión de
mundos diferentes.
Así, el arte barroco
español se enriqueció
con el arte indígena
mexicano y dio origen al
estilo churrigueresco;
este es un estilo cargado
de adornos que proliferó
hacia el final del siglo
XVl y se aprecia aún en
algunas construcciones
de tipo religioso: en
parte de las fachadas de
iglesias y en los retablos
de los altares,
principalmente.
De manera parecida, de la relación
interracial de negros y mexicanos,
surgieron oficios artesanales como el
tejido, y géneros musicales nuevos,
como los sones jarochos y diversos
ritmos de las costas de Guerrero y
Oaxaca, en particular de la ciudad de
Santiago Pinotepa Nacional.
Todo ello ha conformado un complejo
espectro cultural que caracteriza a
cada región de nuestro país y que ha
dado a México un rostro multifacético.
La variedad cultural de México también fue
plasmada y difundida a todo el mundo en la
corriente pictórica llamada muralismo.
Esta pintura, que fue realizada en los muros de
edificios públicos, tuvo gran influencia en los
Estados Unidos, en América Latina y en los
países socialistas europeos, debido a su
contenido histórico y político. Artistas como
Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Carlos
Mérida y Rufino Tamayo, enfatizaron las raíces
indígenas de México a través de las formas, los
colores, los materiales y los temas de sus
pinturas.
Los mexicanos de hoy somos resultado de un pasado
pluricultural. Podemos aprovechar el arte y toda nuestra historia
para comprender mejor quiénes somos. Mucha gente en todo el
mundo admira nuestra cultura a través del arte mexicano.
Nosotros también podemos admirar nuestro pasado y
reconocernos en las mujeres y en los hombres que construyeron
este país.
Debemos aprender del pasado
para vivir mejor hoy, aceptando
que somos una nación donde a
diario conviven diferentes
culturas de muchos lugares del
mundo, cada una aportando la
riqueza de su propio pasado y
presente. México es un
mosaico pluricultural, que nos
ofrece la oportunidad de
practicar la convivencia
pacífica, la tolerancia a las
diferencias y el enriquecimiento
de nuestra vida diaria.
Actividad:
Representar a un estado de México:

- Realizar un tríptico de su cultura.


- Representar su vestimenta en un muñeco.
- Traer un platillo típico para compartir.
- Traer un poema para recitar de memoria.

Equipos de 2 personas
Fuente de consulta:
Tecnológico Nacional de México (TNM). Instituto Tecnológico Superior de Calkiní en el Estado de Campeche.
Disponble en: https://www.itescam.edu.mx/portal/asignatura.php?clave_asig=INQ-1006&carrera=IIND-
2010-227&id_d=112

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