Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Otro aspecto importante abordado por el autor es la premisa en que “El arte
de la guerra se basa en el engaño”, esto se puede ver en varios ámbitos y
tiene varios puntos de vista, pues hacerle creer al rival o a la competencia
que se está fracasando puede ser ventajoso, pues te quita de la mira y te da
más tiempo y rango de operación ante tu rival. Atacar al enemigo cuando
está desordenado, prepararse contra él cuando se está seguro de ganar y
evitarle durante un tiempo cuando es más fuerte. Si tu oponente tiene un
temperamento colérico, intenta irritarle. Si es arrogante, trata de fomentar su
egoísmo. Si las tropas enemigas se hallan bien preparadas tras una
reorganización, intenta desordenarlas. Si están unidas, siembra la disensión
entre sus filas. Ataca al enemigo cuando no está preparado, y aparece
cuando no te espera. Estas son las claves de la victoria para el estratega.
En el capítulo tres, el autor nos dice que “La victoria completa se produce
cuando el ejército no lucha, la ciudad no es asediada, la destrucción no se
prolonga durante mucho tiempo y en cada caso el enemigo es vencido por
el empleo de la estrategia” (Tzu, 2001, pág. 8). Aquí es importante señalar
lo vital que es la estrategia para este viejo autor, mismo que ha sido
ratificado y profundizado por personajes contemporáneos como Michael
Porter, Henry Mintzberg y Fred R. David entre otros teóricos relevantes en
la administración.
En otro capítulo, nos expresa que “Gobernar sobre muchas personas como
si fueran poco es cuestión de dividirlas en grupos o sectores: es
organización” (Tzu, 2001, pág. 12). Esta afirmación es tan moderna como la
administración misma, es tan poderosamente actual como lo es el mundo
de la estrategia empresarial, la organización es incluso una de las partes del
proceso administrativo, solo para precisar el uso que le damos a este
concepto en la educación de los administradores.
Líneas adelante, Sun Tzu nos indica lo que para su punto de vista es la
competencia y la visión de los competidores, pues señala que “…lo que
impulsa a tus adversarios a venir hacia ti por propia decisión es la
perspectiva de ganar. Lo que desanima a los adversarios… es la
probabilidad de sufrir daños” (Tzu, 2001, pág. 14). Ello coincide con lo que
en su momento señalan personajes como Warren Buffet en una conferencia
ante estudiantes del MBA en Harvard, respecto a “…construir un cerco de
protección alrededor de tu empresa, como un castillo medieval, que te
proteja de la competencia y que entre más alimañas y cocodrilos tenga el
foso que rodea al castillo, mayor será la fortaleza de la empresa y menos se
animaran las empresas enemigas a enfrentarles (Boyett, 1999, pág. 63).
Solo para contextuar la importancia mundial de Buffet, diremos que es
considerado el mejor estratega del mundo de los negocios bursátiles, a la
vez que se le ubica como uno de los cinco hombres más ricos del mundo.
En el tema subsecuente, nos arroja una de las más grandes verdades que
se trata de transmitir a los estudiantes de administración y es lo que tiene
que ver con el liderazgo y la visión del director de la empresa, cuando
señala que “La dificultad de la lucha armada es hacer cercanas las
distancias largas y convertir los problemas en ventajas” (Tzu, 2001, pág.
18). Esto se puede complementar con lo que señala Koontz, quien dice que
“Los gerentes de compañías empresariales necesitan identificar y hacer
frente a la innovación y a la adversidad, tomando riesgos y respondiendo
con rapidez, así como absorber importantes retrocesos. Los gerentes más
efectivos parecen deleitarse con el ritmo alocado y a veces caótico y lo
encuentran desafiante y estimulante…” (Koontz & Weirich, 2008, pág. 520).
Sobre el punto anterior, vale la pena reconocer la enorme visión del general
Chino, pues sus comentarios versan de hace más de dos siglos y coinciden
en muchos puntos que desvelan a los managers o directivos de toda clase
de empresas, desde los pequeños changarros hasta las grandes
corporaciones multinacionales, ello ha llevado a los teóricos de la
administración a tratar de encontrar alternativas viables para estos
personajes que de diversas maneras gobiernan las sociedades de nuestro
siglo.
IV. Conclusiones
Este trabajo, nos muestra muchas de las características interesantes que
tiene para el administrador actual, el punto de vista del general de origen
chino Sun Tzu, su fluidez, su frescura y sobre todo su profunda mirada
sobre la estrategia en la actividad de las organizaciones; por su profesión, el
autor oriental tiene una visión militar y para él todo se refiere a la
organización del ejército, para nosotros el enfoque es por el lado de las
organizaciones empresariales, aunque la esencia es similar, pues en todos
los casos hablamos de agrupaciones de personas, sometidas a sus propias
dinámicas y exigencias.
Referente al tema de la ética, podemos concluir que para este autor, no
tiene una gran relevancia, pues según él la finalidad es lo que cuenta, es
decir lo relevante es la victoria; sin embargo, en una sociedad como la
actual, donde la problemática derivada del mal manejo de los recursos de
todo tipo nos ha llevado a una encrucijada tal que debemos replantearnos
seriamente cambiar esta premisa (el éxito económico sobre todo), pues el
planeta está cada vez más contaminado y los recursos se agotan, entonces
las consideraciones éticas deben ser diferentes a las que en su momento
plantea Sun Tzu; ahora la ética y la responsabilidad ambiental y social
deben ser elementales.
Por otro lado, no hay sino que coincidir con el autor chino, sobre temas
como la necesidad de la planeación y del cuidado en el manejo de los
recursos, para lograr los mejores resultados, para él como militar el
resultado esperado es la victoria del ejército y para el administrador actual
será la obtención de utilidades y por supuesto el logro de objetivos de la
empresa, usando las estrategias adecuadas.
Otro tema vital es el liderazgo, mismo que es tratado con gran variedad de
matices, donde por citar algunos aspectos relevantes podemos hablar de su
insistencia en la capacidad del líder para realizar cambios en la estrategia,
según el ambiente, adicionalmente del deber que tiene el líder de conocer la
forma de pensar de sus subalternos y de sus enemigos, para poder dirigir
bien a los primeros y usar la estrategia adecuada para prevalecer sobre los
segundos, por mis más de 20 años de experiencia administrativa, puedo
afirmar que esta verdad vale oro por sí misma.