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UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS

FACULTAD DE MEDICINA HUMANA Y CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA HUMANA

MONOGRAFIA

“LA PSICOLOGIA SOCIAL EN EL PERÚ”

MATERIA

PSICOLOGIA SOCIAL

DOCENTE

MG. PIERINA ELIZABETH MUÑANTE RAMIREZ

ALUMNOS FILIAL CÓDIGO

ESPINOZA CASO, EDWIN RAÚL TACNA 2014236161

BLANCO CONDORI, DIANA CAROLINA TACNA 2015125860

INCACUTIPA QUISPE, KARINA TACNA 2018133017

QUISPE OSCALLA, SANDRA YANEE JULIACA 2017118939

CABRERA ROQUE, MARILU YESENIA TACNA 2017133567

GUZMAN JIMENEZ, VANESSA FRANCESCA TACNA 2017216044

PAREDES HUARCAYA, JHON ROMARIO JULIACA 2018114821

PEREZ ALARCÓN, LUZ EDITH LIMA 2018124507

CICLO: VII

TACNA – PERÚ

2020
CONTENIDO

INTRODUCCION......................................................................................................................1

CAPÍTULO I..............................................................................................................................2

ETAPAS DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL EN EL PERÚ................................................2

Conceptos preliminares.......................................................................................................2

Filosofía Social...................................................................................................................2

Empirismo Social................................................................................................................4

El análisis social..................................................................................................................5

CAPÍTULO II............................................................................................................................7

DESARROLLO: ORIGEN Y PRIMEROS DESARROLLOS........................................7

Orígenes de la psicología social peruana............................................................................7

Formalización de la psicología social en el Perú..............................................................11

CAPÍTULO III.........................................................................................................................15

PRINCIPALES APORTES DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL PERUANA...................15

El problema del hombre andino........................................................................................15

La migración como problema psicosocial........................................................................15

El mestizaje como problemática social.............................................................................19

Psicología social del trabajo..............................................................................................19

CAPÍTULO III.........................................................................................................................21

PERSONAJES DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL PERUANA........................................21

La psicología social en el Perú..........................................................................................21


Víctor Montero..................................................................................................................22

Dr.Carlos Arena Iparraguirre............................................................................................22

El foro peruano de psicología social.................................................................................23

CAPÍTULO V...........................................................................................................................26

EL PROBLEMA SOCIAL DE LA IDENTIDAD NACIONAL.....................................26

Procesos de Formación de la Identidad Nacional.............................................................26

Dinámicas de relaciones intergrupales con énfasis en los prejuicios, estereotipos y

discriminación........................................................................................................................28

Violencia Política y Memoria Post-Conflicto...................................................................30

CONCLUSIONES....................................................................................................................32

BIBLIOGRAFÍA......................................................................................................................33
1

INTRODUCCION

La psicología social es una disciplina de la psicología que tiene como objeto el estudio

científico de la conducta humana, por tanto, es una disciplina que tiene como finalidad última

intervenir en los problemas sociales de una nación. En el caso peruano, tal como veremos en el

presente trabajo, la psicología social se ha constituido en una importante parcela del

conocimiento para poder conocer y dilucidar algunos importantes fenómenos sociales que han

traído consecuencias a la identidad nacional, tales como son: el mestizaje, el racismo, la

migración y la pobreza. En ese sentido, han sido muchos los psicólogos como Alarcon, León y

Rotondo quienes han estudiado científicamente dichos fenómenos buscando proveer de

conocimientos básicos y prácticos alrededor de cada uno de estos problemas. El presente trabajo

monográfico busca dar luz acerca de este aspecto de la psicología social peruana que no es muy

conocido, pero, que es de fundamental importancia para ahondar en los estudios de la psicología

social.
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CAPÍTULO I

ETAPAS DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL EN EL PERÚ

Conceptos preliminares

El conocimiento que hoy poseemos acerca de la conducta social fue adquirido a través de tres

etapas diferenciadas, cada una de las cuales se sumó a la siguiente, de manera que todas han

quedado incorporadas en la labor contemporánea. En el caso peruano, dichas etapas se

desarrollaron con retraso, pero tuvieron, cada una de ellas, su correlato con determinados

autores.

Filosofía Social

Por su etimología, desde la antigüedad, se entiende por filosofía el amor a la sabiduría, y

podemos interrogarnos sobre el contenido de esa expresión inmaterial. La extensión semántica

de amor contiene significados como: entregarse a, compartir con, contemplar con especial

pasión, ser para, unirse a, etc.

Amar es un acto que supone un movimiento hacia la propia satisfacción satisfaciendo al

objeto deseado. Amar la sabiduría será, por tanto, querer enriquecerse intelectualmente y

comunicar la propia experiencia de saber.

Siendo la filosofía una pasión por saber, su ámbito será la universalidad del conocimiento, lo

que implica dos características:

1ª La ordenación del saber particular al general.

2ª La verificación de todo saber según criterios de universalidad.

Aunque el objeto de la filosofía sea todo el saber construye su modo operativo desde las

últimas causas o sabiduría más universal hacia las aplicaciones más particulares. La filosofía
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contempla la unidad del saber lógico, que implica la no contradicción de dos contenidos del

saber contemplados bajo una identidad causal.

Por esta razón de economía la filosofía estudia el saber universal desde las últimas causas que

generan los principios de saber más universales. De esta manera, los primeros exponentes

peruanos fueron Edgar Montiel y Alejandro Deustua, quien tempranamente en sus escritos

“Sobre el carácter político” y “la conformación de la sociedad americana” hablaron acerca de los

conflictos sociales y acerca de la cohesión, las cuales eran pensadas como fuerzas que unían a los

conglomerados sociales.

Según (Espinosa, 2004), el filósofo Deustua sostenía que el fin propio de la filosofía no

corresponde al saber empírico o inmediato de cada demostración, sino al que se sigue de la

contemplación rigurosa de las verdades que se dan en las esencias. Por ello, su método habitual

será el análisis de las realidades propias y comunes de los entes. No obstante, observa el

conocimiento empírico en lo que puede predicarse de la esencia.

El binomio filosofía social expresa la realización del concepto de filosofía en el ámbito de la

sociedad. Se identificará como el compromiso en saber lo que concierne a la naturaleza, objeto y

fin de las relaciones humanas. Su ámbito abarcará la universalidad de estas relaciones desde su

aspecto de número, género o cualidad.

La filosofía social parte del hombre como ser relacionable y contempla la naturaleza de sus

relaciones de grupo desde las más simples a las más universales; desde el género de las mismas:

afectivas, laborales, políticas, culturales... hasta la cualidad o efecto de bien que las mismas

derivan para el hombre.


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Empirismo Social

El empirismo social tuvo su correlato en el psicólogo y filósofo peruano David Sobrevilla,

quien realizó estudios sobre sociología y filosofía en Europa. Este autor sostenía que el método

científico era la base para la siguiente etapa, el análisis social, una conquista del siglo XX, en la

que hace dominante hincapié la psicología social contemporánea; implica un análisis más agudo

de las relaciones subyacentes, tendiente a la comprobación y la formulación de la teoría.

Sostiene (Espinosa, 2004) que si bien la palabra «análisis» puede poseer varios significados,

entre ellos algunos aplicables a la filosofía, en nuestro caso alude, específicamente, a la búsqueda

de relaciones causales mediante el estudio de los datos recopilados en la investigación empírica

sistemática. El rasgo fundamental de este enfoque consiste en trascender los simples datos

descriptivos para alcanzar el nivel de la verificación de las relaciones entre variables; esta

búsqueda incluye a menudo una experimentación cuyo propósito es determinar la validez de las

relaciones postuladas por las teorías.

Principales representantes

Entre los principales representantes de esta etapa del pensamiento en psicología social

encontramos a:

Francisco Bardales (Lima, 1859) quien hace hincapié sobre todo a las relaciones colectivas a

demás afirma que el hombre está mucho mejor sin sociedad por que esta le constriñe. Lo que no

es bueno el hombre produce los efectos sociabilizadores en el hombre.

Francesco Tagle (Lima, 1871) consideraba que los instintos son propios de los animales y está

también consigue demostrar que son propios del hombre. Afirma que los instintos son la

motivación de toda actividad humana.


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El análisis social

Surge sólo durante las primeras décadas del siglo XX, y enfatiza la causalidad. El Empirismo

Social sirve de base para la siguiente etapa, mientras que este, proporciona una descripción de

características de individuos o eventos sociales, el análisis social busca establecer un fundamento

científico para comprender lo que se describe.

El análisis social, una conquista del siglo XX, en la que hace dominante hincapié la psicología

social contemporánea; implica un análisis más agudo de las relaciones subyacentes, tendiente a

la comprobación y la formulación de la teoría. En esta encontramos la publicación de los

primeros libros con el Título de “Psicología Social”.

Involucra un estudio específico con el fin de revelar nexos causales y verificar teorías, o dicho

de otra manera, busca relaciones causales utilizando los datos derivados de la investigación

sistemática.

Si bien la palabra análisis puede poseer varios significados, entre ellos algunos aplicables a la

filosofía, en nuestro caso alude, específicamente, a la búsqueda de relaciones causales mediante

el estudio de los datos recopilados en la investigación empírica sistemática.

Podemos trascender en los inicios del siglo XX en donde el Sociólogo limeño Santiago

Carbajal (1908) público el primer libro de “Introducción a la Psicología Social” el cual fue usado

como libro de texto por el departamento de psicología social de la Universidad Nacional Mayor

de San Marcos en la cátedra acerca de Psicología social y de grupo (Centrado en el individuo)

que afirmaba que la conducta social era causada por imitación y sugestión. “Las personas

fuertemente influidas por los demás, ya sea que estas se encuentren físicamente presentes o no”.

En el mismo año el Psicólogo Ignacio Mc. Dougall, descendientes de padres anglosajones,

publicó otro libro con el título de Psicología Social en el cual enfatizaba que la gran parte del
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comportamiento humano es el resultado de instintos, que son tendencias conductuales innatas. Es

decir; toda conducta social se desprende de tendencias innatas y de instintos.

Ya en el escenario académico internacional, alrededor de los años 1929 el Psicólogo Louis

Thurstone publicó “La medida de las Actitudes”. Con este libro nace un campo nuevo en la

Psicología Social. Y ven que las actitudes y opiniones pueden medirse y conceptualizarse.

En consecuencia, fue un hito importante la publicación de estos libros, donde ya se nombra la

Psicología Social como título y se subyacen los rasgos de fundamentos científicos.

El rasgo fundamental de este enfoque consiste en trascender los simples datos descriptivos

para alcanzar el nivel de la verificación de las relaciones entre variables; esta búsqueda incluye a

menudo una experimentación cuyo propósito es determinar la validez de las relaciones

postuladas por las teorías”.

Va más allá de la simple descripción para verificar relaciones entre variables, cómo las

diversas variables se interrelacionan para determinar o influir la conducta social de los

individuos.
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CAPÍTULO II

DESARROLLO: ORIGEN Y PRIMEROS DESARROLLOS

Orígenes de la psicología social peruana

Hipólito Unanue el primer pensador sobre psicología social en el Perú

Desde la colonia, con la creación de la Universidad de San Marcos en 1551, se inician los

estudios filosóficos bajo cuyo dominio se incluía a los estudios sobre la conducta, los que más

adelante constituirían estudios sobre la psicología del hombre, esta modalidad se extenderá,

aproximadamente, hasta la segunda década del siglo XX.

Según (Alarcón, Ponce, & Bibolini, La investigación psicológica en el Perú, 1975) se debe

destacar la presencia de figuras del mundo científico como Hipólito Unanue, que aportó grandes

contribuciones al pensamiento psicológico de la época y sintetizó sus primeros estudios sobre

psicología social en el libro “Ensayos” en el cual se desarrolla la situación del Perú virreinal en

relación a los problemas de sanidad e higiene. De esta manera, siendo un médico eminente se

interesó en desarrollar diversos temas relacionados con la psicología, desde una perspectiva

naturalista, llegando a proponer en 1808, la inclusión del curso de psicología al plan de estudios

de medicina de la Universidad de San Marcos. Según (Meza, 2001) este sería el primer psicólogo

social dentro de la historia de la psicología social en el Perú.

La influencia de la psicología social europea

Ya en los inicios del siglo XX se observa una clara influencia de la psicología europea y

debemos destacar el reducido impacto que parece haber tenido, entre nosotros, la creación del

primer laboratorio de Psicología experimental en Leipzig, Alemania y con ello, el nacimiento de

la Psicología como ciencia, sin embargo el advenimiento de la escuela freudiana y más adelante
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el nacimiento del conductismo en América, el estructuralismo, el funcionalismo, la escuela de la

Gestalt, entre otras, tendrán alguna influencia entre los estudiosos de la época, como Pedro Zulen

(1889-1925). Mariano Ibérico (1892-1974), Ricardo Dulanto (1894-1930), cuya contribución

precursora a la psicología peruana tiene en ellos a sus representantes más lúcidos. Asimismo,

entre la variopinta miríada de corrientes podemos rastrear la psicología de masas francesa y la

psicología de las multitudes de tendencia alemana, llegando estas a inicios del siglo XIX de la

mano de connotados intelectuales que habían cursado estudios en el exterior.

Primeros teóricos de la psicología social

El primer hito importante para la historia de la psicología social en el Perú lo constituye la

obra de Honorio Delgado y Mariano Ibérico en su obra “Psicología de las multitudes” el cual fue

lanzado en el año 1913. Esta obra constituye una clara expresión del reconocimiento de los

aportes de Bergson en cuanto a los estudios sobre la conducta social del hombre. En esta obra los

autores exponen el enfoque funcionalista en psicología y critican las corrientes opuestas.

Delgado, aparece como el psicólogo social más importante entre 1920 y 1930, por no decir, el

único.

En 1930 en “Psicología del conflicto”, apunta a su teoría sobre la conflictividad social y las

posibles causas de la agresividad. Luego, en 1938 en “Conceptos Fundamentales sobre la

Conducta social del Hombre” y “Psicopatología de las Tendencias Instintivas”, puede leerse los

principales aportes de este autor acerca del contagio emocional y sobre la afectividad colectiva,

las cuales son originarias de la psicología social europea.

Honorio Delgado aparece partidario de la teoría social francesa en cuanto este incurre en

compromiso con el abstraccionismo y el espiritualismo que impregna la psicología clásica. En un

segundo momento, acendrando su formación psicológica se abre a las influencias de nuevas


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corrientes y doctrinas: Krestchmer, Stern, Shilder, Husserl, entre otros. Su adhesión al

psicoanálisis no ha variado en principio, pero hay un gradual alejamiento de los puntos de vista

exclusivamente freudianos y una mayor aceptación de las doctrinas disidentes, en especial, de las

de Adler y Jung. En la vía de esta evolución, soportado aún por principios científico-positivos, el

pensamiento filosófico de Delgado será proclamado por la problemática ética y existencial. Para

responder a este reclamo, tiene que habilitar a la psicología como maestra de vida y otorgarle la

dirección de la cultura humana.

Según (León, 2006) el autor Honorio Delgado sostenía que “el hombre sudamericano tenía

una organización mental completamente desarrollada en todos los aspectos del interés y del

desinterés humanos, al mismo tiempo que armoniosamente jerarquizada gracias a la hegemonía

espontánea de los valores elevados; que en correspondencia con esta organización mental lleve

una vida que haga realidad y ejercite con vigor todos los ideales y todas las necesidades que

hacen del hombre un ser noble” (León, 2006, pág. 140).

Asimismo, agregaba: “Al estudio de la naturaleza física, eminentemente mecanizador y

cuantitativo, se unirá entonces, el de una naturaleza humana vital y móvil, con toda la riqueza

que en ella descubre la nueva psicología. Una psicología espiritual y una biología vitalista

configuran una concepción teleologista de los fenómenos de la vida en todos sus niveles” (León,

2006, pág. 141).

Primeros estudios en la sociedad indígena

La escuela peruana de medicina, emprende desde 1925, el estudio sistemático del "hombre de

los andes"; bajo la conducción de Carlos Monge advirtió pronto los antecedentes históricos de la

"agresión climática" que sucede cuando el individuo o el conjunto de individuos se traslada de

una zona a otra de distinta altitud y los cambios fisiológicos en sus funciones vitales
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indispensables para el reajuste y la asimilación de un nuevo equilibrio que haga posible la

adaptación.

Según (Alarcón, Panorama de la psicología en el Perú, 1968) el autor Hermilio Valdizán

realizó las primeras descripciones sobre la alienación mental en el antiguo Perú y en las

enfermedades mentales observadas contemporáneamente en el aborigen.

De eta forma encontró mayor frecuencia de estados de angustia en los enfermos que

provenían de grandes alturas y adjudicó sus principales causas a las características de su sociedad

predominantemente agrícolas.

La tolerancia social y peligrosidad

Asimismo, según (Meza, 2001) el autor Valdizán refería también lo que llamará "tolerancia

social", esto es, la existencia de una actitud pasiva y hasta conformista por parte del entorno

social hacia las reacciones psicopatológicas del paciente y el mantenimiento del mismo en el

medio familiar hasta un nivel crítico de "peligrosidad" diferentemente establecido pero que

generalmente se relaciona al riesgo de la estabilidad del núcleo familiar o la amenaza del

equilibrio social, lo que llevaría recién a la consideración de la necesidad de aislamiento o la

internación. Además, lo que es muy importante en nuestro medio, la "conciencia sanitaria" en

nuestra masa mestiza a predominio indígena, o sea, la respuesta espontánea al hecho de enfermar

que trasunta la tradición oral alimentada en sus orígenes en las concepciones y las prácticas

médicas del Antiguo Perú, con los agregados empíricos registrados como eficaces de la

influencia española. Concepción que, al decir de J. Mariátegui (1981), se sustenta básicamente

en los mitos médicos indígenas con su inmenso poder mágico - telúrgico o mágico - telúrgico.
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Fundación de la revista de la Sociedad Peruana de Psicología social

En 1938 Delgado y O. Trelles fundan la Revista de la Sociedad Peruana de Psicología Social,

en la que se publican algunos importantes trabajos psicológicos como los de Chiappo, Luza y

Solari Swayne.

A comienzos de la década de 1940, otro conjunto de acontecimientos influyó marcadamente

en la evolución conceptual de la psicología social. Según (Alarcón, Panorama de la psicología en

el Perú, 1968) la psicología social desplaza su interés hacia los aspectos biológicos de la

conducta concibiéndola como una "manifestación vital" no coronada por el éxito en su

adaptación a las variaciones del ambiente externo e interno.

En ese entender, relata (León, 2006) que se reconoce una actividad del hombre como ser

social y biológico que entraña una dimensión espiritual, mental, psíquica y anímica, la cual no

puede igualarse totalmente a la llamada fisiológica incide en el dualismo, que para la psicología

social y en general de esta época, sería epistemológico, sin implicar una diferencia en el ser

mismo.

Por tanto, nos dice (Meza, 2001) el individuo era concebido como una "unidad

psicosomática", por lo que, al referirse a la conducta social encuentra que no puede concebirse

acción social sin una concomitante modificación fisiológica.

Formalización de la psicología social en el Perú

La Sociedad Peruana de Psicología social se fundó en 1945 en Lima por parte de un esfuerzo

mancomunado de la facultad de Psicología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, si

bien la revista existió con anterioridad a la formación de esta sociedad, su constitución supuso un

impulso significativo a la realidad académica de esta área del conocimiento psicológico.


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Según (Alarcón, Panorama de la psicología en el Perú, 1968), la tendencia psicológica que

impregnaba la psicología tiene dos raíces fundamentales:

La psicología social francesa

De un lado, las escuelas fisiológicas que, partiendo de los descubrimientos de Pavlov sobre la

acción de estímulos psíquicos en las funciones orgánicas y, pasando a través de los trabajos de

Cannon, han llegado a postular que, desde el punto de vista de la fisiología, y con los métodos

objetivos de esta ciencia, se han estableciendo conclusiones definitivas respecto a la mutua

influencia en la unidad psicosomática y su importancia en la comprensión teórica de la conducta

social.

Psicología analítica freudiana

La mayor importancia doctrinaria de la tendencia psicosomática en la conducta social, está en

que representa la fuerte corriente monista que impregna la psicología social funcionalista. Y esta

tendencia monista ha hecho precisamente, que el aislamiento del psicoanálisis se rompiera y que

su actividad pudiera ser incorporada a la medicina general.

Entre los principales personajes de la psicología social peruana tenemos:

Walter Blumenfeld

Invitado por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, llega a Lima, en 1934, W.

Blumenfeld, donde de inmediato se propone poner en funcionamiento el Instituto de Psicología y

Psicotecnia de la universidad. En el Instituto el trabajo comenzó muy pronto. Sus tareas

consistían en el desarrollo y ejecución del proceso de selección de postulantes a la Universidad

de San Marcos, la enseñanza de los cursos de psicología en la Facultad de Letras, y la realización

de proyectos de investigación.
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W. Blumenfeld postula una orientación científico-natural, y trabajará en la Facultad de Letras

de la UNMSM, que seguía dominada por el enfoque espiritualista, sustentado en el intuicionismo

de Bergson, en la fenomenología y otras expresiones del idealismo alemán. Blumenfeld y

Delgado son las figuras de mayor relieve de la "etapa pionera" de la psicología

peruana(Alarcón,1998)

Blumenfeld, entre otras obras, publicará Introducción a la Psicología social (1946) y

Psicología del Aprendizaje (1957), las primeras en su género en América del Sur.

El trabajo de Blumenfeld en San Marcos, se realizó en condiciones precarias, la

incomprensión a su actividad se impuso, su cátedra de Psicología Social paso a la Facultad de

Ciencias y en 1939, el Instituto que dirigiera fue clausurado. En 1941, lo encontramos

comprometido en otro proyecto, el Instituto de Psicología Social Nacional.

En el Perú, la psicología social es introducida por W.Blumenfeld, gestaltista de inspiración

leboniana. Nos trae el experimento, el control de variables, la cuantificación. Pero el

experimentalismo no logra desarrollarse, se impone con Honorio Delgado, una psicología de

orientación comprensiva, introspeccionista y espiritualista.

Laín Entralgo

Laín Entralgo desde una perspectiva más bien existencial- resume en dos las principales

orientaciones de la psicología social:

El comprensivo: Se trata de desentrañar el "sentido" de la conducta social, tanto en su génesis

como en lo que se refiere a la configuración social y grupal, todo ello dentro de la existencia

humana que la padece. La conducta social adquiere así sentido de existencia y supone la libre

elección de un sentido de vida auténtico.


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El conductista: Se trata de determinar la relación entre la conducta biográfica y el grupo

social.

Acorde al criterio de (León, 2006) esta concepción se acerca a explicaciones que refieren que

la conversión del conflicto en síntoma se expresa socialmente y se localiza "allí donde reside el

conflicto social".
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CAPÍTULO III

PRINCIPALES APORTES DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL PERUANA

El problema del hombre andino

En el Perú, el tratamiento científico de la condición del hombre andino, empieza por la

etnología y la etnohistoria. Es en base a esta preocupación que surge la antropología social en el

Perú, al decir de Aramburú (1978), como un intento de señalar y estudiar los elementos

culturales e instituciones autóctonas que superviven en los sectores tradicionales de la sociedad

peruana.

Esta problemática es abordada bajo la influencia de las escuelas predominantes en los círculos

académicos norteamericanos, en ese entonces, sobre todo bajo el particularismo histórico de

Franz Boas y, en menor medida, la del difusionismo alemán. El peligro metodológico de este

planteamiento es el reduccionismo, por el cual se pretende explicar aspectos de la estructura

social en base a rasgos psicológicos comunes a los miembros de una cultura; estilo de

explicación que alcanza su mayor apogeo en la Escuela de "Cultura y personalidad" de Benedit y

Mead; que es el enfoque que utilizará Rotondo en sus estudios de psicología social (Alarcón,

Ponce, & Bibolini, La investigación psicológica en el Perú, 1975, pág. 124).

La migración como problema psicosocial

Una de las características más saltantes de la sociedad peruana, entre 1948 y 1956, es la

masiva migración hacia las ciudades.

El desarrollo de las actividades urbano-industriales, a pesar del incipiente dinamismo que

estaba adquiriendo, no fue suficiente para absorber el creciente flujo migratorio, sobre todo si se

tiene en cuenta que las principales inversiones industriales fueron más intensivas en capital
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constante que en capital variable. Según (Alarcón, Panorama de la psicología en el Perú, 1968)

se generó también en los centros urbanos una creciente sobrepoblación relativa, que tuvo una

fuerte incidencia sobre la proliferación de las actividades artesanales y de pequeño comercio y la

proliferación de trabajadores subproletarios.

La nueva masa popular urbana en formación empezó a presionar para tener acceso a los

terrenos, a la vivienda, a los servicios urbanos, a la educación y al trabajo. Esta nueva presión

urbana ejercida por una serie de sectores sociales fue canalizada por distintas organizaciones

controladas por partidos políticos, por la Iglesia y sobre todo por el Estado, que buscaron a través

de ellas, una base de apoyo popular.

El aspecto más espectacular de esta presión urbana fue la multiplicación de las invasiones de

terrenos y la formación de las barriadas.

A criterio de (León, 2006) fue el psicólogo Humberto Rotondo quien realizó diversos estudios

en estas barriadas. En una zona urbana, tipo slum Mendocita, encuentra 102 casos de violencia

intergrupal, lo que representaba el 46.2% de la población-muestra. De estos, 53 eran de sexo

femenino y 49 del masculino (46.6 y 39.5 % de las poblaciones genéricas). Una elevada

prevalencia de problemas asociados a maltrato (3.27%) y de alcoholismo (15%)

Los serranos presentan una patología diferencial interesante: son los que tienen una mayor

prevalencia de alcoholismo (57% del total de 21 casos presentados) y de reacciones

psicofisiológicas.

En "Un estudio psicosocial sobre la colectividad rural de Pachacamac", zona caracterizada

por su relativa estabilidad y homegeneidad, encuentra una prevalencia de alcoholismo de 7.3%

(inferior a la de Mendocita: 8.8%), y menores índices de desesperanza, depresión, y agresividad

que los encontrados en Mendocita.


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Rotondo y colaboradores, se interesan por el estudio de las condiciones de salud física y

emocional que dota a la vida de recursos o medios de energía, esperanza y entusiasmo para el

logro de los objetivos del individuo y los grupos, la vida de relación y las áreas de tensión, en

grupos humanos depauperados biológicamente, propensos a la fatiga y vulnerables al

sobresfuerzo o estrés emocional.

Asimismo, encuentra desmoralización, una pobre participación social en grupos formales-

aunque destaca una extendida asociación con miembros de la familia amplia- e intensas

preocupaciones y temores relacionados con expectativas de seguridad.

Estudia aspectos de la vida de familia de poblaciones de mestizos, en relación a su

"personalidad básica" y a sus dilemas y conflictos actuales en el medio urbano. Según Rotondo

(1963), el conocimiento de la "personalidad básica"(Kardiner y Linton) o modal (Dubois y

Honigman) nos permite comprender mejor y predecir con más acierto las reacciones o el

comportamiento de los individuos en su medio cultural o en los nuevos a los que llegan. De otro

lado, conociendo sus determinantes podríamos, en la medida de lo posible, proveer cambios

favorables si se introducen modificaciones constructivas; por ejemplo, favoreciendo la

estabilidad de las uniones matrimoniales habrá más experiencias de seguridad para los hijos y el

mayor contacto del padre con los hijos favorecerá su influencia formativa sin los inconvenientes

del "mamismo" de una familia matricéntrica (León, 2006, pág. 84).

Se trata de precisar aquellos sistemas proyectivos o sistemas de actitudes y valores que son

básicos en la configuración de la personalidad individual y que se refleja en las diferentes formas

del comportamiento social: Junto a la dependencia también el fatalismo y el sentido del destino;

mucho énfasis en las posiciones como algo que podría darles valor e incrementar el sentimiento

de valor de sí mismo. En ellos, la envidia, tan relacionada a sentimientos de inferioridad, se


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dirige preferentemente a los bienes ajenos y no tanto a los rasgos o cualidades personales de la

persona envidiada. La parentela es de la mayor importancia para los fines de la seguridad

emocional y material. En ellos, la personalidad en sus aspectos modales, es de un tipo

dependiente orientada hacia la búsqueda de apoyos exteriores: la familia, el compadrazgo, los

paisanos.

Los mestizos estudiados, particularmente, los serranos, expresan con suma facilidad las

emociones penosas-tristeza, pena, nostalgia, lástima de sí, no ocultan sus desgracias,

verbalizando fácilmente sus pérdidas y fracasos que lloran y lamentan abiertamente. El mundo

del mestizo es uno preñado de amenazas personales. Los niveles de ansiedad y de agresividad,

bastante extendidos serían condición para la emergencia de una extendida creencia en el "daño"

y en el "mal de ojo". El recelo, que en esencia es temer, desconfiar y sospechar de las malas

intenciones de alguien no es una actitud aislada. Correspondería a lo que Erickson llama

"desconfianza básica", adquirida en la infancia, precisamente en la etapa oral, y confirmada,

posteriormente, por las experiencias de la vida.

Estudios sobre el género y la etnicidad

Hay evidentes tensiones entre los sexos, con desvalorización y desconfianza mutuas y

subestima de la mujer. Frente a la emergencia de estos rasgos, tanto los factores individuales

como los "básicos", que están íntimamente ligados a la cultura de origen, a las transacciones

interpersonales y a los valores reguladores incorporados, o emergidos, en las etapas iniciales del

proceso de socialización, puede ser una condición de adaptación o simplemente tener una

función de ajuste y aún de desequilibrio, dadas ciertas circunstancias en los procesos de

migración y urbanización.
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En las diversas situaciones interpersonales que condicionan evidentes conflictos con las

expectativas de ascenso social- característica dominante del grupo cultural mestizo- se ve surgir

mecanismos defensivos del tipo de la identificación con el agresor, la burla, la tendencia a

destacar valores propios y los fracasos. El hecho de constituir estos mecanismos elementos de

simple ajuste y no de adaptación explicaría la permanencia de actitudes y situaciones

desfavorables que dificultan el logro de sus aspiraciones.

El mestizaje como problemática social

Entre los diversos factores que parecen haber intervenido en la estructuración de la

personalidad básica del mestizo, cuyas características corresponderían, según Rotondo, al

"síndrome de pesimismo oral", se señala la figura materna inconsistente y fuertemente

ambivalente; la figura paterna, generalmente distante o ausente y la atmósfera del hogar,

tempranamente desintegrado, cargada de tensiones e inseguridad, todo lo cual conduce a

experiencias tempranas de abandono y desencanto. (León, 2006, pág. 23)

En 1954, se funda la Sociedad Peruana de Psicología Social, que se propuso desarrollar la

psicología y lo hizo mediante simposios, conferencias y la publicación de la Revista de

Psicología Social (1959-1961).

Psicología social del trabajo

Según (León, 2006) en los comienzos de la aplicación de la psicología al campo del trabajo,

se pensó que sólo bastaban los test de inteligencia primero y, luego los test de capacidad. Esta

teoría, muy interesante y útil no es todo el problema del trabajo.

Hay además del estudio de las actitudes sociales e individuales, la estructura total de la

personalidad y, en especial, el círculo de las tendencias afectivas. De ahí que, la industria

contemporánea se está dando cuenta de que a pesar de las buenas condiciones físicas óptimas de
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una fábrica y de la salud física del trabajador, hay factores psicológicos emocionales que

intervienen en un buen rendimiento, lo que sin duda fue objeto de la psicología social y laboral.

En este sentido (Alarcón, Ponce, & Bibolini, La investigación psicológica en el Perú, 1975) se

proponen estudiar las dificultades en la industria en relación a las "dificultades emocionales en

su personal": errores del empleado fantaseador y con tendencia a retraerse, accidentes de trabajo,

el de ser un buen jefe, dirigente o subalterno," que es un problema de personalidad", el de las

huelgas, etc.

Un trabajo pionero en este sentido fue el titulado "Un estudio de salud mental en una muestra

de población industrial" el cual fue publicado en la Revista de Psicología Social Peruana por los

autores Caravedo y Valdivia, los cuales se proponen conocer la arquitectura psicológica y el

grado de cohesión social de un grupo de líderes obreros y de gerentes.


21

CAPÍTULO III

PERSONAJES DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL PERUANA

La psicología social en el Perú

El primer antecedente de La Psicología social en el Perú se da en Universidad Nacional

Mayor de San Marcos  en 1955 , El psicólogo Alemán Walter Blumenfeld introdujo la psicología

social como un curso dentro de la facultad de letras de la universidad , luego el Psicólogo

Gustavo Saco dicta el curso de Psicología social solo a la carrera de psicología .

Mientras tanto en 1970 la Pontificia universidad Católica del Perú los estudios de pregrado en

Psicología conducían a los siguientes grados y títulos:

Bachiller/a en Humanidades

Licenciado/a en Psicología con mención en Psicología Clínica

Licenciado/a en Psicología con mención en Psicología Social

Licenciado/a en Psicología con mención en Psicología Educacional

Dependiendo de la tesis de investigación que se realizaba se obtenía el grado , es decir si se

hacía una tesis de investigación referente a lo psicosocial , conducía al grado Licenciado en

Psicología con mención en Psicología Social.

Desde el 2014 Los estudios de pregrado en Psicología conducen a los siguientes grados y

títulos:

Bachiller/a en Psicología

Licenciado/a en Psicología

En la actualidad ser Psicólogo social es una especialidad


22

Víctor Montero

Antecedentes

Doctor en Psicología y Magister en psicología clínica es Catedrático de Cursos Psicología de

la Comunicación, Psicología Social, Persuasión y Opinión Pública, Psicología de la Motivación,

Psicología del Desarrollo Humano y Social, Desarrollo Psicosexual del Niño, Tutoría y

Orientación, Teorías Psicológicas Contemporáneas, Psicología de la Personalidad, Psicología

Comunitaria, Dinámicas de Grupo.

Publicaciones

Desarrollo mental y socioemocional del niño. Sociedad Geográfica de Lima.

La Psicología Comunitaria en Perú (coautor). Revista Psicología Actual.

Motivaciones y actitudes psicosociales. UNMSM.

Psicología Social I: aportes desde la realidad peruana. Coautor. · Huaycán, un pueblo que

construye. EDAPROSPO.

La Psicología Comunitaria en Perú (coautor). XXII Congreso Interamericano Psicología.

Investigación en niños de alto riesgo psicológico en Perú. XXII Congreso Interamericano de

Psicología. Argentina.

Dr.Carlos Arena Iparraguirre

Recibió el grado de Bachiller en Psicologia en UNMSM , el titulo de psicólogo en la

Universidad de Bielefeld – Alemania . Doctor en Psicologia en Bielefeld ,Actualmente profesor

de Psicologia Social y Director administrative de la facultad de Psicologia en la UNMSM. Es

Miembro fundador del Foro Peruano de Psicologia social.


23

El foro peruano de psicología social

Es una institución científico profesional que tiene 11 años de existencia, sus objetivos

principales son:

Generar un espacio de análisis y acción psicosocial sobre aspectos de la problemática peruana,

con una perspectiva interdisciplinaria.

Impulsar la producción intelectual e investigaciones psicosociales.

Elaborar propuestas integrales ante problemáticas psicosociales.

Objetivos

Difundir información sobre la Psicología Social en el Perú, a ser utilizada por diversos

científicos sociales y otros intelectuales, promocionando las actividades diversas del campo

psicosocial en el país.

Conformar una Red de científicos sociales interesados en Psicología Social.

Generar un mayor conocimiento del quehacer de los científicos sociales, intercambiar

información,motivar a una mayor producción, avanzar en ser espacio de reflexión y propuesta.

Líneas de trabajo

a) Eventos: Charlas, Seminarios y Talleres,

b) Mesas de Trabajo,

c) Investigaciones,

d) Proyectos y

e) Publicaciones.

Campos de acción de la psicología social

El psicólogo social se puede desempeñar, en campos como:

Desarrollo Social (elaboración, ejecución y evaluación de programas de cambio social).


24

Política (Vg. comportamiento electoral, movimientos sociales).

Publicidad y consumo (detección de motivaciones para la acción, formación y cambio de

actitudes hacia diversos objetos, grupos y personas o instituciones);

Salud Pública (diseño, ejecución y evaluación de programas de enfermedades y adicciones).

El psicólogo social, también se desarrolla dentro de las instituciones públicas, de las iglesias y

propiamente sociales destinadas a la promoción humana. Por ejemplo, dentro de los programas

de desarrollo comunitario orientados a organizar personas de escasos recursos para que sean

capaces de autoproveerse de servicios como: drenaje, agua potable, seguridad pública, tenencia

de la tierra, entre otros. Pero también en programas de tipo educativo y de salud orientados a

personas de comunidades rurales y áreas marginadas de las grandes urbes. En estas situaciones el

psicólogo social tiene el principal objetivo de facilitar los procesos organizativos y de

autocomprensión de las comunidades en las cuales trabaja.

Su labor se orienta, también en realizar estudios “en campo” sobre la forma en cómo los

individuos se afectan con el liderazgo, la toma de decisiones participativas, la integración de

grupos; la satisfacción de necesidades como la pertenencia a un grupo o el reconocimiento; o de

actitudes como la competencia, la de cooperación; o de comportamientos como tradiciones,

agresividad, discriminación, etc.

En los centros de readaptación social, el psicólogo, se emplea para ayudar a los directivos de

los centros a agrupar a los internos en los dormitorios según sus compatibilidades, a fin de

generar los menos conflictos posibles entre ellos, así como a identificar y disminuir problemas

que se presentan al interior de los reclusorios. En este ámbito, donde son más demandados sus

servicios es en la ayuda a valorar a los reclusos para identificar las circunstancias en las que se

reincorporan a la sociedad al momento de salir. Aquí la labor del psicólogo es de suma


25

importancia, ya que sirve de soporte a la persona que tiene que reajustar y reiniciar su vida en el

momento de lograr su liberación; con esto se pretende apoyar al expresidiario para que no vuelva

a reincidir en actividades delictuosas.


26

CAPÍTULO V

EL PROBLEMA SOCIAL DE LA IDENTIDAD NACIONAL

Procesos de Formación de la Identidad Nacional

El interés en los aspectos políticos y sociales que influyen en el nacionalismo y las

representaciones que las personas tienen acerca de su pertenencia a lo peruano, empiezan a

cobrar importancia a partir del gobierno militar de Velasco. Durante la década de los 90, algunas

aproximaciones sobre el tema son efectuadas por el psicólogo social Carlos Franco, quien realiza

evaluaciones políticas sobre el “ser peruano”, complementadas por consideraciones psicológicas

que influyen en tales evaluaciones (Herencia, 1991). Por otra parte, Víctor Montero (1994)

abordó, desde una aproximación psicosocial, el problema de la constitución de la identidad

nacional en el Perú, señalando dificultades para la consolidación de la identidad nacional.

El autor ubica el origen de este problema en la independencia y la constitución de la república

y lo relaciona al comportamiento de las élites criollas de esa época, las cuales impidieron que los

pueblos indígenas y originarios pudiesen asumir un rol protagónico en la construcción de la

nación peruana.

Según (Espinosa, 2004) este problema se mantendría vigente en la actualidad. El trabajo

realizado por este autor permite plantear un conjunto de hipótesis que serán corroboradas por

estudios empíricos posteriores. En ambos casos, las discusiones sobre la identidad nacional, la

nación y el mestizaje resultan de tipo teórico-doctrinarias.

Estudios psicosociales sobre la identidad nacional

Los primeros estudios empíricos, predominantemente de carácter descriptivo, buscaron

conocer los niveles de identificación con la nación en distintos sectores de la población. Un


27

primer acercamiento sistemático al tema en cuestión fue realizado por Sobrevilla (1958) quien

desarrolla una escala para medir las actitudes hacia la identidad nacional. La escala propuesta por

esta autora, considera las actitudes de las personas en torno al pasado, presente y futuro del Perú,

así como las actitudes hacia determinados grupos étnicos que componen la nación.

Estudios posteriores con estudiantes universitarios de distintas ciudades del país evidencian

que éstos no consideraban que existiera una identidad nacional sólida y firme. En concordancia

con esos hallazgos, Espinosa (2003) encuentra en un estudio con población urbano marginal de

los andes sur del Perú, que la identidad nacional parece construirse en el imaginario colectivo

como una cuestión circunstancial, producto de la vinculación arbitraria con un territorio, más que

como un compromiso real de pertenencia a una idea de nación.

Estos hallazgos llevaron a suponer el predominio de una identidad nacional negativa en el

país, producto del bajo estatus adscrito a esta nación y de una comparación social negativa con

otros países de la región percibidos como más poderosos y de mayor estatus (Espinosa, 2003).

Sin embargo, en contra de lo esperado, diversos estudios reportaron niveles más bien altos de

identificación y valoración de la pertenencia a la nación, así como representaciones auto-

estereotípicas ambivalentes, más no negativas.

Estudios posteriores complejizaron el nivel de análisis al explorar las relaciones entre

identidad nacional y una serie de variables psicológicas y sociales. Encontramos así, entre otros,

trabajos que relacionan la identidad nacional con el bienestar subjetivo y social con valores y la

dominación social y el autoritarismo y la valoración de la historia y la memoria histórica

colectiva.
28

Estas relaciones entre la identificación con el Perú y las variables antes descritas constituyen

hallazgos importantes sobre los cuales se realizan una serie de recomendaciones para orientar

futuras investigaciones en torno a este tema aún poco explorado (Espinosa, 2011).

Las fluctuaciones en los niveles de identificación, en los contenidos auto-estereotípicos y en

la valoración de la pertenencia a la categoría nacional nos sugieren que la expresión de la

identidad nacional estaría condicionada al contexto histórico, social y político relativo al

momento de la medición, así como al sector social de las distintas muestras evaluadas (Espinosa,

2011).

Ahora bien, aunque las investigaciones más recientes no respalden en sentido estricto la idea

de una identidad nacional negativa en el Perú, sí se aprecian indicios de una falta de identidad

nacional cohesionada y firme, fragilizada además por el rechazo a la diversidad étnico-cultural

que caracteriza al país, lo que estaría a la base de muchos de los conflictos intergrupales

existentes y que suponen un grave problema político para la nación.

Dinámicas de relaciones intergrupales con énfasis en los prejuicios, estereotipos y

discriminación

Los problemas derivados de la hostilidad y conflicto entre grupos raciales, étnicos, religiosos

y culturales constituyen algunos de los problemas más serios a los que se ha enfrentado la

especie humana.

En el caso peruano, la prevalencia de conflictos con bases sociales, étnicas, raciales y

culturales ha sido frecuente, y la expresión de los mismos parece ser causa y consecuencia de la

identidad nacional fragmentada y de la presencia de dudas sobre el sí mismo colectivo que

caracterizan al país.
29

El interés en las dinámicas de relaciones intergrupales con énfasis en los prejuicios,

estereotipos y discriminación, deriva del hecho que el Perú se caracteriza por situaciones de

desigualdad y exclusión social que tradicionalmente han afectado a los grupos de menor estatus y

acceso al poder, y que en consecuencia suelen derivar en manifestaciones de conflicto

intergrupal.

La mayoría de investigaciones con relación a estos temas giran en torno a dos tipos de

categorías grupales, las de tipo étnico-racial-cultural y las de género. Por ejemplo, algunos

estudios buscaron conocer los estereotipos y prejuicios dirigidos hacia determinados grupos

sociales que componen el Perú, así como el estatus que se les atribuye, mientras que otros

trabajos analizan la prevalencia de prejuicios y estereotipos sociales y raciales durante los

procesos electorales.

Así mismo, encontramos también una serie de investigaciones que buscaron conocer el

impacto de los medios de comunicación en la transmisión y/o mantenimiento del prejuicio y los

estereotipos sociales, raciales y de género. Por otra parte, muchos estudios se preocuparon por el

tema de la exclusión social, intentando dar respuesta a preguntas acerca del origen y las

consecuencias de la exclusión social, así como sobre estrategias para su mitigación.

Actualmente, se ha establecido que las dinámicas de exclusión social en el Perú, determinan

que los grupos de bajo estatus tengan peores condiciones de vida, traducidas en situaciones más

precarias de vivienda, educación, salud, inserción laboral y acceso a la justicia y al poder, siendo

además los miembros de estos grupos quienes resultan ser más vulnerables ante los efectos

negativos de los conflictos sociales, la violencia estructural y los desastres naturales que afectan

al país.
30

Está demostrado que los mecanismos de exclusión se concretizan en las creencias

estereotípicas, el prejuicio y la discriminación ante distintos grupos étnicos y raciales

considerados de bajo estatus. Estos procesos sociales y psicológicos acarrean un conjunto de

consecuencias que en su mayoría repercuten negativamente en los individuos, grupos y

sociedades expuestos a experiencias de esta naturaleza, y están constituidos a partir de una red de

discursos y prácticas sociales en la que interactúan imaginarios sociales y discursos individuales

que se naturalizan y prevalecen en el tiempo.

Lo anterior consolida, a modo de círculo vicioso, las asimetrías de poder existentes entre

distintos grupos étnicos y raciales al interior de la sociedad peruana, originando que los grupos

de bajo estatus tengan serias dificultades para superar la situación desventajosa que supone su

posición. Lo anterior termina explicando las dificultades de inclusión social, política y

económica y las relaciones intergrupales conflictivas existentes en la nación.

Violencia Política y Memoria Post-Conflicto

Las relaciones de poder establecidas en la sociedad peruana han configurado un conjunto de

prácticas de exclusión social que sentaron las bases del Conflicto Armado Interno (CAI) que

afectó al país entre los años 80 y el 2000.

Este conflicto ha sido el episodio de violencia más intenso, extenso y prolongado de toda la

historia republicana del Perú Como consecuencia del mismo se han contabilizado

aproximadamente 70.000 víctimas fatales pertenecientes en su mayoría a poblaciones que

corresponden a perfiles raciales, étnicos, sociales y culturales tradicionalmente marginados del

poder político y social en el país.

La intensidad de este episodio ha hecho que se constituya en uno de los eventos centrales en

la formación de la memoria histórica peruana (Espinosa, 2011; Rottenbacher e col., 2010). En


31

este sentido, es posible afirmar que este es el evento histórico peruano más estudiado desde las

ciencias sociales debido al profundo impacto que tuvo en la población, así como por la cercanía

temporal de su ocurrencia.

Al respecto, un estudio de (Sulmont, El estudio de los valores en el Perú, 2000) poner en

relieve la marca de este conflicto en la memoria colectiva peruana, al mostrar que la mayoría de

peruanos ha vivido la muerte de algún pariente o conocido durante esa época. Tomando en

cuenta ello, es importante señalar que los recuerdos de hechos recientes de la historia vinculados

a episodios de violencia colectiva tienen una influencia negativa en el clima emocional, en la

visión general de la sociedad y la visión actual que se tiene del país. Ante condiciones como la

descrita, algunos autores sugieren que esto podría desembocar en un conjunto de memorias

colectivas disgregadas o separadas respecto de la época de violencia, que dificultarían la

recuperación psicosocial.

La importancia de las representaciones y elaboraciones compartidas respecto de conflictos,

guerras y eventos políticos, ha sido puesta en relieve por distintos análisis psicosociales de la

historia. La memoria colectiva cumple múltiples funciones, tales como constituir un sentido de

identidad colectiva y/o forjar una defensa de la misma.

Otros autores han hecho énfasis en otorgar un sentido de continuidad y contribuir con los

procesos de reconciliación intergrupal. En concordancia con lo anterior, distintos estudios

respaldan la necesidad de dar a conocer en la opinión pública general versiones inclusivas de lo

acontecido para mejorar y apuntalar el compromiso de defensa de los derechos humanos.


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CONCLUSIONES

En conclusión, la historia de la psicología social en el Perú, muestra lo siguiente:

En una primera etapa la psicología social se muestra atada al carro filosófico; en un segundo

período a la psicodinámica y posteriormente, al modelo conductual y la psicología cognitiva.

En un inicio hay un marcado énfasis en el marco filosófico de la propuesta inicial en

psicología social peruana, impulsándose la intervención a partir de modelos teóricos

fenomenológicos, psicodinámicos, conductuales y cognitivos.

La orientación predominante, en relación al sistema sociopolítico del país, ha sido más

comunitaria que individual. En ese sentido, se ha tomado consciencia acerca de los problemas

propios de la condición intercultural del país.

Pero la psicología social, como ciencia y disciplina técnica, ha asumido los retos de un país

con grandes dificultades sociales, muestra hoy un importante desarrollo teórico y metodológico;

pero sobre todo ha tomado conciencia de que su objeto de estudio es la conducta social humana,

en los más diversos escenarios: familiar, laboral, deportivo, educativo, social- organizacional, y

asume como su propuesta central la promoción de calidad de vida, a partir de un enfoque que

enfatiza las potencialidades, los recursos de las personas y la comunidad.


33

BIBLIOGRAFÍA

Alarcón, R. (1968). Panorama de la psicología en el Perú. Lima: Universidad Nacional Mayor

de San Marcos.

Alarcón, R. (1978). La formación de psicológos en el Perú: evaluación y perspectivas. La

profesión del psicólogo, 89-95.

Alarcón, R., Ponce, J., & Bibolini, A. (1975). La investigación psicológica en el Perú. Lima:

Sociedad Peruana de Psicología.

Espinosa, A. (2004). De una psicología social de fenómenos políticos al desarrollo de la

psicología política en el Perú. Psicología Social, 465-497.

León, D. (2006). Historia de la psicología en el Perú. Lima: Universidad Inca Garcilaso de la

Vega.

Meza, A. (2001). Psicología educacional en el Perú. Lima: PUCP.

Myers, D. (2006). Psicología social. México: McGrawHill.

Sulmont, C. (1999). Jóvenes y organizaciones populares: ¿Nada que ver? Lima: PUCP.

Sulmont, C. (2000). El estudio de los valores en el Perú. Lima: PUCP.

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