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BIBLIOTECA TEOLOGICA NEL SIGLO XIX, REDACTADA POR LOS PRINCIPALS DOCTORES DR LAS UNIVERSIDADES CATOLICAS Enticlopedia, Apologstica, letroduecion al Antique y Nuevo Testamente, Arquedlogia bibita, Historia de In Igleva, Patologia, Dogma, Wateria de tes dogmas, Derecho canialee, Liturgia, Pastoral, Moral, Pedagogia,, Catequisticn y Homilética, Hastoria de la Literatura teogtca, HISTORIA DE LA TGLESIA ror 8. B BL CARDBNAL HERGENROTHER. ‘Traducida af casteHano POR DON EBERARDO VOGEL Doctor on ove flas Com cesemms ¥ APRORACION EcLesrdeticas TOMO vr MADRID BIBLIOTECA DE La “ CLENCIA CRISTIANA Calle de le Bolsa, nim. 10, 1s8e Es propiedad de le Rv etecs dita Clemens Cristiana, Tipogra fie dat Asie dr BuccJantt de 8. C, dt Jenis, use Bravo, 6 (barrio de Salamanca} CAPITULO PRIMERO EL CISNA RUSO Y EL PROTESTANTISMO A, El cisma rose, @ La Iglesia rusa oficial. 181. Durante las guerras de 1654~1667, Rusia adquirié gran pres- tigio entre lag naciones, y despues de obtener el protectorado de los cis- mAticos en ta Polonia rusa , se incorporé en 1686 toda la Ukraina, donde poco tiempo despues se declaré el cisma. Los Patriarcas de Moscow con- tinuaban ejerciendo la mayor influencia, tanto en los asuntos politicos como en los religiosos, hasta el punto de llegar 4 infundir envidie y recelos & los Czares, Cuando el Patriarca Nicon {1652-1686}, hombre de riguroses sentimientos monacales, emprendié la reforma de los sa~ grados libros, falsificados en mds de un lugar, y en sus otros ensayos de mejoras hizo caso omiso de los antiguos cénones, rebeldronse contra é] una gran parte del pueblo y los boyardos, que le obligaron 4 abdicar, estableciendo e] Czar una sdministracion provisional del patriarcado. El aflo 1664, en el qne volvié 4 la capital, fué destituido de su cargo; pero despues de su muerte, acaecida eu nn convento, su memoria fué rehabilitada. Nicon, asi como los patriareas Joaquin y Adriano, eran implacables enemigos de los latinos, condenando & los que fijaban el momento de Ja transubstanciacion , no eu la epiclesia, sino como aqui- lios, en las palabras con que Jesucristo instituyé el sacramento del altar. Desde 1687, el patriarcado se engrandecié con Ja metrépoli ortodoxa:de Kijef, que se le agreg6, Mas Pedro e! Grande (1689-1725), ansioso de plantear grandes planes y reformas en sentido despético, resolvié reem-" piazar el patriarcado, cuyo poder habia salido de sus naturales limites, por un colegio eclesidstico més adecuads & los proyectos que alinientaba; uo sin proceder con grandes precauciones para no lastimar los senti~, mientos del pueblo, aficionado & la institucion del patriarcado. Despues del fallecimicnto del undécimo patriarca Adriano (1700}, ya varias veces humillado por Pedro, aplaz6 éste cuanto pudo Ja eleccion de su 6 HISTORIA DE LA IGLESIA. sucesor, valiéndose de diversos subterfugios, y encargando de la admi~ nistracion provisional de la Iglesia al metropolitano de Sarez, y despues de la muerte de éste, al de Resau, bajo Ja condicion restrictiva de que, en todo asupto de importancia, oyese los consejos de los obispos reunidos en la capital, y sometiese les acuerdos que tomasen 4 Ja aprobacién del autécrata. Esta vana sombra de un régimen patriarcal subsisti6 veinte afios, durante Jos cuales Pedro expidié gran ndmero de decretos con- cernientes & asuntos eclesidsticos ; foment6 la iumigracién de extranje- ros, & quienes aseguraba la libertad de cultos; impuso contribuciones & los bienes de los Obispos y conventos ; abolié bastantes titulos y digni- dades de los Prelados , hasta entonces demasiado reapetados; cercend lo jurisdiccion episcopal ; reformé los monasterios de uno y otro sexo, pues casi todos se hallaban en honda decadencia; hizo destituir 4 los Obispos que tomaron parte cn la conjuracion de su hijo Alejo, y mand6 ejecutar al Obispo de Rostow. No pudiendo enténces el exarca Stéfuno soportar la carga de la administracion patriareal, Pedro convocé, en Enero de 1721, un Sinodo en su nueva capital de Petersburgo, y propuso 4 su aprobacion su nuevo proyecto de constitucion eclesidstica y férmula de juramento, con un Reglamento completo que acabé de supeditar le Iglesia rusa 4 la autoridad del Czar. OBBAS DE CONSULTA Y OBSERVACIONES CRITICAS S0BRR BL NCMERO 181. Strahl, Beitr. zor ruse. K.-G. Halle 1&4. Philaret, Gesch. der Kirche Russlande, Frankfurt 1872. 2 vol. Harthausen, Studien aber die innern Zustinde Russlands. Hannover 1648. 2vol. Pichler, II p. 117 (ib. acerea de Nieon p. 191 sigs. Ci. Strahl, Das gelehrte Russland 216-247), Sobre la diseusion de lag palabras de consecracion Strah] 22-305 Pichler, 1 142. Sobre Ja subordinacion de Kijel 4 Moscou ib. p. 146. Strahl, Beitr. p, 235 sig. W. Binder, Peter d. Gr. ond seine Zeit. Rentlingen 1814. Heasko, Goach. Peters des Grogan. Wien 1856. A. Brickner, Pater der Groaso. Bor- lin 1879. Pichler, 1f p. 144-150, Sobre la decadencia de los monasterios , cl clero y el pueblo Korh, Diarium itineris in Moseoviam. Vienn. 1700 p. 198. 199. P. Perry, ‘Btat présent de In grande Russie. Bruxell. 1717 p. 262. 264. 270. 182. Seguu esta nueva organizacion, la Iglesia habia de regiree por un concilio permanente, el Sanéo Staodo, en lugar del patriarva, insti- tuido aquél como éste por el Emperador, alegindose como causa el que por esta innovacion la suprema sutoridad de la Iglesia ganaria en pres- tigio y valor intrinseco, puesta que un concilio podria obrar con més acierto que un hombre solo, y los cdénones conciliares tendrian mas pres- tigio que los decretos dictados por una persona sola; que sus trabajos no se interrumpirian por muertes 6 enfermedades, ni se turbarian por rebelion ni corrupcion 6 pasiones; que la falsa opinion del pueblo de Car. l. BL Glewa RUA ¥ BL PROTESTANTISMO. 1 que el gobierno espiritusl valia més que el temporal, quedaria refutsda, y establecida una escuela superior de ilustracion para el clero. Declardse e] nuevo Sinodo obra de la bondad del poder supremo del Czar, 4 quien corresponderia nombrar sug miembros y su presidente, el cual aélo se diferenciarsa de aquéllos por la dignidad de su cargo, teniendo anica- mente el derecho de alterar su constitucion y hacerse representar en la asamblea por un procurador seglar, que ent6nces, como més tarde, debia ser militar; prescribiéronge al Sinodo sus tareas respecto de la tonservacion de Ja pureza de la fe, culto, disciplina y censura de obras teolégicas y de moral cristiana. De sus miembros (euyo numero fué de 1] al principio, 14 desde 1722 y 13 desde 1770), sélo alennos asisttan personalmente 4 las sesiones, Jos restantes estaban ausentes; unos eran Obispos, otros abades y sacerdotes, y se hallaban divididos en dos de- partamentos, el de Petersburgo y el de Moscow. Antes de esta reforma, Ja Iglesia rosa contaba 12 Metropolitanos, 4 Arzobispos, 3 Obispos; mas después todos Jos obispos fueron igualados, y ve conservaron slo Jos titulos de Metropolitano y Arzobispo, como distinciones honorificas que conferia el Emperador. Para el clero seglar y mondstico se dieron repias especiales , que eximian del sigilo de la confesion en los casos de alta traicion y de escdndalo publico, y aplazaban la profesion de Jos re- gularcs hasta los 30 afios para los varones y hasta los 50 6 60 para las mujeres. Pedro ejercia de Sumo Pontifice dirigiendo instrucciones y pas- torales 4 los prelados, y determinando las condiciones necesarias para Ja ordenacion y el nimero de sacerdotes para cada iglesia. Las catedra- les tenian nn protopopo, 2 tesoreros, 5 popos, un protodidcono, 4 didco- nos, 2 lectores, 2 saeristanea, 32 psalmistas para el] canto eclesidstico; y otres metropolis un protopopo, 2 popos, 2 didconos, sacristaues, can—- tores, etc. Cuando en una iglesia el numero de sacerdotes excedia del re- glamentario, los sobrantes se trasladaban 4 otras. Pedro, que podia con- tar con la ciega obediencia 4 sus decretos cesaristas, protestando algunos Obispos contra la abolicion del patriarcado iustituido por los decretos ainodalea y con e) asentimiento de los patriarcas de Oriente, contesté poniendo la mano sobre e] pecho; « Yo soy vuestro patriarca.» En efecto, los Obispos tuvieron que sacrificar el dltimo resto de su independencia, y el patriarca de Constantinopla, Jeremias ISI, que necesitaba de ja proteccion de la corte de Rusia, accedié & todo en el affio 1723, de suerte que en lo sucesivo, el nuevo Sinodo ruso habia de tener dignidad y de- rechos iguales 4 los de las cuatro Sedes patriarcales, a HISTORIA DE La (GLESIA. OBRAS DE CONSULTA ¥ UBSERVACIONES CRITICAS SOBER EL NUMERO 182, Statutam canonicum Petri M. vulgo Regulamentum in « orthod. Russorum ecclesia preeseriptum et auctum ex russ. lingua in latinam trenslatum auspiciis G. A. Potemkin. Petrop. 1795. Tondini, Réglement ecclés. de Pierre le Grand. Par, 1874. Pichler, II p. 174 sigs. Déllinger, Kirche aad Kirchen p. 171 sigs. Sobre Ja contestacion que e] Czar dié 4 loa Ubispos A. Gallitzin, La Russia au XVIII sit- ele, Par. 1863 p. 148. Hermann, Geach. des rnesischcn Steates TV p. 350. La eor- respondencie de Pedro con lea Patriarcas Rhally et Potli, Syntagma V p. 160. Piehlor, p. 181 sig. Murawiew , Gesch. der russ. Kirche. Karlsruhe 1857 p. 252. 183. El instromento principal de esta revolucion del Gobierno de la Iglesia, fué Tedfanes Procopowics, primer teélogo ruso digno de men- cion, el cual, nacido en Kijef en 168], habia adquirido en Italia una ilustracion superior (desde 1698). En 1705 ingresé en una orden mo- pastica; fué catedratico y orador afamado, y gozé de tal mavera del favor dela corte , que iniciado en los planes de Pedro fué elevado en 1718 4 Ja dignidad de Obispo de Pscow y Narva, en 1720 & la de Arzobispo, ¥ luego & la de segundo Vicepresidente del Sinodo. En este ultimo cargo pronunci6 el 14 de Febrero de 1721 , en presencia de] Emperador, y abusando de la Biblia (Joh. 15, 16°, un solemne discurso inaugural en elogio deP edro; defendié en 1722, en una monografia el nuevo régimen de la Iglesia; eacribié sobre jas escuelas, el clero seglar y mo- nastico, y ademds de otras disertaciones, una obra de polémica acerca de la procedencis de] Espiritu Santo contra los iatinos; costed los estu- dios de millares de jévenes de talento, y siguié siendo hastasu muerte, acaecida en 1736, despues de su exaltacion 4 Presidente del Sinodo y Arzobispo de Nowgorod, cabeza de la Iglesia rusa. Los hombres mas habiles entre los Obispos, abades ¥ protopopos, eran en los primeros tiempos asistentes del Sinodo, lo cual no sucedia posteriormente. Bajo los reinados siguientes de la esposa de Pedro, Catalina 1, 1725-1727; Pedro I, 1727-1730; Aua, 1730-1740; Isabel, 1740-1762, Jas nuevas instituciones se afirmaron 4 pesar de Ja inconsistencia de otras, habiendo olvidado el pueblo 4 los Patriarcas, de quienes, como de los Papas, Pedro hacia publica burla en medio de fiestas escandalosas, Rebajada 4 ins- trumento de la politica 4 meundo profundamente inmoral, despojade despues de gus bienes temporales por la incautacion que de ellos hizo Catalina IT & los de la coroua, enmudecida por falta de predicadores y de canto popular, la Iglesia iba perdiendo su influencia vigorizadora sobre los animos, y dié rienda suelta 4 las sectas que facilmente se pro- pagaban bajo un régimen tiranico no ménos vil que los mas infames del Oriente. Cap. I. BL CISMA RUSO Y EL PROTKSTANTISMO. 9 OBRAS DE CONSULTA Y ODBERTACIONES CkiTIGA3 SODRE EI. NUMERO 183. Theophan, Procopowics Tract. de Process. Spir. S. Goth. 1772, 8 (sagan Adan Zernieow, antiguo Luterano). E! prefacio contiene noticias de Ja vida y de los e- eritos de este autor. Comp. Strahl, Das gelehrte Russland p. 938 sigs. Pichler, p. 179 sig. 305 sigs. (ib. p. 188.aig. La literatura sobre las flestaa aatiricas do 1722 ¥ 17%). Gallitzin, L’église Greco-Russe. Par. 1867. Bassarow, Die rugsisch- orthodore Kirche. Stuttgart 1873. Dolgorukew, La verité sur 1a Russie. Par. 1860, sobre todo p. 344, Mémoires de Pimpératrice Cathérine 11, écrites par elle-méme et précedés d'une préface par A. Herzen. Londres 1659. M. de Custine, La Rus- sie en 1839, Brox, 1644 t. 1V p. 434, Pichler, II p. 202 sigs. Hofcle, Die rassieche Stastakirehe (Tab. Theol. Quartalschr. 1853 Il p. 858 sigs. ) 4, Las seotas ross. 184. Desde los primeros tiempos del cristianismo aparecieron sectas en Rosia, cuyo namero caleulaba en 200, & principios del siglo svm, el arzobispo Demetrio de Rostow. Habia entre ellas tres tendencias prin~ cipales: a. los antiguos ortodoxos; b. tos cismaticos orientales; ¢. los afines al protestantismo. a. Los ortodoxus antiguos, statowerzas, asi ellos mismos se Numaban, 6 rascolvicos (apéstatas} que es su denomi- uacion oficial, contaban muchos adictos entre la gente vulgar, y eran hostiles 4 las innovaciones religiosas, en especial 4 la reforma de los jibros sagradoa hecha por el patriarca Nicon que ellos consideraban eomo contraria 4 la tradicion, y al dominio del Czar sobre la Iglesia. Empleaban sélo la antigua liturgia escrita, condeneban su impresion como antitradicional de suyo y tenian 4 la Iglesia oficial por contagiada del anticristiauismo. Lys reformas de Pedro hicieron inevitable el rom- pimiento, y los elementos nacionales y politicos se confundieron cou los teligiosos, de suerte que era casi sinénimo el nombre de antiguo ruso y de antiguo ortodoxo; prohibidse el uso del tabaco, del té y del café, y [a navaja de afeitar, como pecaminosos. Los starowerzas se dividieron 4 su vez en transigentes, que se contentaban con lay concesiones gu- beruativas 4 Ja antigua liturgia; intransigentes, que se valian para su culto de los popos arrojados de Ia Iglesia del Estado, 6 fugitivos 6 sobor- nudos, y en acéfalos {sin sacerdotes), los cuales no creian necesitar de popes para practicar la religion; esta tercera fraccion se dividié nueva- mente en variag otras: 1} Los tilipones guardaben en su vida familiar y social muchas costumbres eslavas, y ajustaban cu manera de ser es~ trictamente 4 su teoria de Ja tote] desaparicion del verdadero sacerdo- clo, Los ascéticos gacerdotes administrabau sélo el Sacramento del bau- tismo, asistian como testigos 4 la confesion que se hacia tres veces al aio ante le imagen de un santo, y ni siquiera bendecian los matrimo- do HISTORIA DE LA [OLESTA. nics; condenaban el juramento y eran chiliastas. 2: Los feodosianos manifestaban en todas partes su tristeza por la postracion de la Iglesia hasta fa yenida del nuevo Mesias; tenian los templos casi vacios, el culto separado para los dos sexos, y recitaban largos y mondtonos cén- tices. Virgenes ancianas celebraban el servicio divino para las mujeres, y un hombre leja séJo el evangelio del dia, contando esta secta nume— rosos prosélitos entre los campesinos. La emperatriz Ana, que en él aio 1732 hacia grandes esfuerzos para convertirlos, ordend en 1735 que los Tascolnicos de la pequefia Rusia se trasladaran al interior del Imperio, J gue se sometieran sus conventos 4 una inspeccion especial. No obs~ tante las muchas trabas que se les opusieron, el numero de los staro- werzas ascendié 4 varios millones. 185. b. Perteuecen 4 las sectas cisindtivas orientales: 1) los morels- chikis «que se sacrifican totalmente», cuyos dogmas son desconocidos y practican borribles ceremonias quemAndose con estéica indolencia algu- nas partes del cuerpo con su bautismo de fuego; 2) los skopzis (eunu- cos), «que se sacrifican parcialmente», cuyo distintivo es la castracion voluntaria; Diegan la divinidad de Cristo y la Resurreccion de Js carne; rechazan toda corporalidad y declaran Ja Biblia falsificada y sustituida. Hubo uu tiempo en que los verdaderos hijos de Dios, Jos skopzis , segun ellas, poseian el verdadero Kvangelio, hasta gue fué preciso esconderlo para que no cayera en manos del anticristo. E] mismo Jesucristo que Neno de Dics nunca murié, sino siempre mora en la tierra, esté velado, segun ellos, bajo diversas formas, la sazon bajo Ja de Pedro ITI (qne no es el histérico principe Juterano de Holstein 4 quien su esposa Cata- Jina IT hizo asesinar en 1762, sino el supuesto que diez afies despues se hacia pasar por aquél, el cosaco Jemelka Pugatschew), Este empa- ted6 e] evangelio en el cimborrio de una iglesia de Sen Andrés, y vol- Verd pronto para repicar la gran campana de la iglesia de la Ascension, en Moscow 7, reuniendo en torno snyo todos sus verdaderos discipulos, comenzaré el eterno reinado de gloria, antes del cual no debe haber dia de descanso, ni siquiera el domingo. En sus concilidbulos nocturnos del sbado al domingo, los skopzia celebran misteriosos ritos al son de terribles ciinticos. La unica verdadera fieste es la de su futura Resurrec- cion, el dia de Pascuas, con cierta especie de mistica comunion, para Ja cnat emplean un pan que ha sido previamente puesto sobre el sepul- cro de nna de sus personas misticas, para darle una bendicion secrets; 3) Jos flagelantes (chistow-tschini)}, oficialmente considerados como inofensivos, y cuya doctrina se ignora. Se les atribuye mancomunidad de mujeres, de manera que su casamiento por e! popo es sélo aparente. Rednense en habitaciones sin imagenes, ee flagelan y se retnercen en Cap. I. BL Cinta RUSO Y Ri, PROTESTANTISMO. ib epilépticas convulsiones, y celebran horrorosas orgins nocturnas, siendo por lo demas muy rigurosos en Ja mortificacion, 186. ¢. Las sectas afines al protestantismo, que desprecian la Iglesia, el sacerdocio, la tradicion, la antigiedad y hasta la nacionalidad, son llamadas por el pueblo jarmason ( musones}, y defienden sobre todo la teoria del pecudo de] alma antes de la creacion del mundo; no dan va- Jor sino 4 a voz interior, y pretendiendo un cristianismo sin dogina, oracion ni sacramentos, se entregan & cierto racionalismo occidental con Ja externa apariencia de ruso. Algunos extranjeros propagaron he- Tejias protestantes; en 1684 el mistico sileso Kulman la doctrina de Ja- cobo Boehme; en]710 el strelitz Lupkin fué ajusticiado por decir que él estaba llamado 4 resucitar 4 la Iglesia, abandonada del legitimo espi- ritu de fe y disciplina; en 1713 el médico Demetrio, que fundé en Mos- cou una secta calvinista, aboliendo el culto de las imagenes, de las re~ liquias, e] ayuno y la comunion, encontré muchos partidarios de sus nuevas doctrinas, hasta que un Sinodo le condené en 1714, mere~ ciendo igualmente la censura de escritores protestantes; en 1734 se hallé en Moscou una secta que, creyendo en Ja directa revelacion divi- na, admitia el bautismo, lu comunion, y e} matrimonio sélo en sentido espiritual é invocaba al Espiritu Santo dando brincos, saltos y eu medio de convulsiones. Bajo el reinado de Pedro {[l y Catalina 11, el protes~ tantismo extendié mucho mas atn su influencia. Menos numerosos eran los molocanos 6 consumidores de leche (4 despecho del mandamiento de abstinencia), que se ape)lidaban tambien cristianos legitimamente es- pirituales, siendo el fundador de sn secta uu prisionero prasiano. La- boriosos, sobrios y de rigurosa moralidad no tenian sacerdocio, siendo los sacramentos meramente espitituales; el matrimonio ora intisoluble, y su bautismo no era verdadero sacramento, per lo cual Jlamaban 4 sus hijos por los dias del calendario; su dogma de Ja justificacion era ca~ tolico,, su doctrina y tecnicismo en lo demas protestantes, (Gran ndmero de partidarios aleanzaron los duchoborzas (campeones del espiritn ) 6 iconoborzas (iconoclastas), de docirina mistico-tilos6fica. Pensando como Sabelio en lo referente & Ja Santisima Trinidad, reclamaban el titulo de hijos de Dios para todos los ficles, databsn cu cristianismo de los tres mancebos en e] horno, reconocian el pecado de las almas en un mundo anterior 4 éste y el chiliasmo, y aunque concediau origen divino & la Biblia, no veian en ella sino imégenes y simbolos de significacion misteriosa y conocida sélo de ellos, y sobreponian 4 as escrituras la interior ilustracion del hombre. A pesar de rechazar log sacrameutos exteriores y el sacerdocio, celebrabau su servicio comun cn oratorios que, completamente desnudos y sin ctucitijo pi imagen alguna, slo 12 MISTORIA DE LA IGLESIA. tenian en el centro una mesa con pan y sal; alli rezaban, cantaban sal- mos é himuos y sé daban besos de paz, intercalando rezos extrailamente incoherentes y tomados de pasajes de la Biblia. Cesando el amor, él ma- trimonio debia disolverse, laa esposas !lamarse hermanas, y les hijos, que en caso de tener algun defecto podian matarse, pasaban & ser hijos de la comunidad. I.a parte moral se dividia en dos tendencias, segun se daba mas importancia 4 la remocion del pecado por Ia penitencia 6 a Ja fe en el Cristo interior. Los unos ee mortificaban sin compasion y no se permitian ni el mds inocente placer ; los otros, poscidos del Espi- rita Santo, se entregaban & toda clase de goces, afirmando que siendo Dios quien lo obraba todo en ellos, no podian pecar, y en cambio con- sideraban como pecaminogns todas las aeciones de los que no seguian sus doctrinas. En Ja vida social eran los més comunistas, y hubo entre ellos varios tedcratas profetas, OBRAS DE CONSULTA Y OB8ERVACIONDS ORITICAR ORRE EL NUMERO 186. Strabl, Beitr. zur ruzs. KG. [. p. 287 sige. Hist.-pol. Bl. 1654 t. 34 p. 8 sigs. 165 sigs. 245 sige. Dillinger, Kirche und Kirchen p. 186. Pichler, IT p. 17. Tichourawovin, profesor de Moscou, Quirin, Kuhlmann. trad. del rago por Fechner. Riga 1878. Sobre el médico Demetrio y sn fibro Acta eruditorum. Lips. 1724 p. 226 sig. Piebler, p. 151 sig. Theophan. Pracopow. Comment. de Ducha- horzig. Dorpati 1829, ed. Lenzi. Sobre ef hereje Martin, condenado & la hoguera. ya ep 1157, qne negaba la natoraleza homana de Cristo y por su opinion acerca, de ta manera de hacer Ja eefal de la cruz, se hizo progenitor de Ios rascolnieos, v. Strahl. Geach. der rusa. Kirehe I p. 160. De machas acetas 98 desconoco hasta ol. nombre, como de Ja de los Besslawestnigos (mudos), que en medio de los mia. horribles tormentos no proferian un gonido ; de los estaticos (del Cristo glorifica- do) que veneraban un pretendido sudatorio de Cristo con su faz glorificada; de los partidarios de Karp Strigolnik, que en 1375 impugnaba las tasas por lag or- denacionea y la confesion auricular, pera fué ahogada en olagua por el pueblo; de Ia secta de los judios secretos, fondeda en el siglo xy por of judfo Zacharias en Nowgorod, a Ia cnal pertencci¢ el sbad Zésimo de San Simon, despues (1790) Arzobizpo de Moscou, y que subsiste win bajo el nombre de Sabbaniki, sobre todo en Siberia. ¢. Las relaciones con 1s Iglesias romana. 187. Desde Juan IV, toda relacion cor Roma se hallaba interrumpida. La embajada rusa enviade 4 Roms en 1673 no tuvo éxito, y los lutera- nos y calvinistas eran en todo el Imperio preferidos & los catélicos. Sélo. desde 1684, algunos jesuitas, gencralmente agregados a] séquito del embajador aleman, vinieron 4 Moscow, donde durante algun tiempo Sofia, hermana de los j6venes czares Juan y Pedro, lea favorecié, mas fueron expulsados del territorio ruso cuando la revolucion de palacio que CAP. 1. EL CI8MA RU8O Y EL PROTRSTANTISMO. 1% derribé 4 Sofia y elevd al trono 4 Pedro J. Sin embargo, poco tiempo despues se permitié & los catélicos construir una iglesia en Moscow que cont, en 1698, con un Obispo latino, y hasta los jesuitas pudieron volver, pero al aiio de establecer alli un colegio de enseilanza, tuvieron nuevamente que abandonar Ja capital. En sus viajes al extranjero (1697- 1698 y 1706-3707), Pedro mostré mds de wna vez cierta benevolencia y respeto hacia la Iglesia catélica. Con motivo de au estancia en Paris (1717}, la Sorbona, mejor dicho, diez y ocho galicanos del partido de Jos apelantes, dirigieron al episcopado ruso una disertacion extensa sobre su reunion con la Iglesia romana. De los dos proyectos de contes- tacion que se propusieron al Emperador, éste prefirié 4 la del exarca Stefano la del obispo Procopowicz, la cual negaba 4 los doctores pari- sienses e] derecho de entablar negociaciones acerca de una cuestion que aélo con participacion de ambas Iglesiss podia resol verse. No fueron, pues, necesarios los escritos protestantes para que frncasase este ensayo de reconciliacion entre Roma y Bizancio, ante la expresa voluutad del clero ruso, no teniendo tampoco mejor suerte otra tentativa hecha por la Sorbona, que seguia adicta 4 los articulos galicancs, en 1728. Tgualmente se habia rechazado ya un ensayo analogo de obispos angli- canos en union con los patriarcas orientales, so pretexto de las herejias protestantes y Ja profesion de fe de Dositeo de] aito 1672, El bautismo de los latinos era valido en Rusia, por regla general, mientras que los patriarcas orientales, en el Sinodo de 1756, afirmaron de nuevo su invalidez. OBRAS DE CONSULTA Y OBSERVACIONES CRITICAS SUBRE RL NUMERO 187. Pichler, Ii p, 138-140. 143 sig. 154, Gagarin, Etudes de théol. Par. 1857 1, 3x9 sig. Memoria de la Sorbona 1717 sigs. ¥. Das verinderte Ruesland. Frit. 1721 p. 433-444. La contestacion en Golikoff, VI. 167. 171. Obras de protostantea: J. Frid. Buddaeus, profesor en Jens, Ecclesia Romana cum Ruthenica irreconcilia- bilis. Jen. 1718, Kohl, Eeelesis gracca lutherizang. Lubec. 1723. Comp. Piebler, Pp. 165-169. Correspondencia de 1728. Hist. abrégé de l'égliac métropol. d'Utrecht Utrecht 1765 p. 546-551. Picot, 11 p. 19 cig. Hist.-pol. Blatter 1812 t.9 p. 703 sigs. Héele |. ¢. p. 399 siga. Pichler, p. 171 sig. Sobre los trabajos de los angli- canos Murawijew, Gesch. der russ. K. p. 251. Golovin, Hist. de Pierre I. Leips. ‘1861 p. 33 sig. Sobre el bautismo Pichler, II p. 300 sigs. Dollinger, Kirche und Rirchen p. 188 sig. Cyrilli V. Cpl. deer. ap. Rhally et Potli, Syntngma V. 615. 616. 188. Los frailes capuchinos, cuya residencia era Astrachan y Moscow, ¥ los dominicos y franciscanos establecidos en Petersburgo ejercian su ministerio entre los Istinos del Imperio ruso, especialmente de 1720 4 1780. Catalina 1], que dié nn reglamento eclesiéstico & los catélicos de Ja capital y sus alrededores, Jlam6 a los franciscanos para ejercer su ary HISTORIA DE LA IGLESIA. miaién; prohibid severamente admitir 4 ningun ruso en ta comunion catélica, aun cuando Jo pidiera; poniendo 4 Ios latinos de su Imperio, en 1784, bajo la autoridad del metropolitano Estanislao de Mokilew {1772-1826}, & quien Pio VI delegd como Vicario apostolico en 1778, Solo cinco aiios despues el Padre Santo erigié la archidiéeesis de Moki~ lew, reservandose la fundacion de mds obispados en aquel vaato pais. Los que hasta entonces habian sido prefectos de las misiones de Moscow, Petersburgo y del Chersoneso, obtuvieron cargos en el cabildo del nuevo arzobispado, obteniendo el jesuita Benislawski el nombramiento de coadjutor (1783); mas la infinencis del Papa era muy limitada, por- que Ja volunted de la Fmperatriz imperaba en todo. Respecto de los gtiegos unidos (rutenos}, estimaba que ya por su rito estaban sujetos 4 la supremacia imperial, y que, por ger Ja union de 1595 forzada y nula, la Iglesia rusa estaba autorizada 4 reincorporarse estos miembros. desunidos. Asi empleaba toda clase de astucias y violencias para redu- cirles 4 la defeccion de Roma, siendo infructuosas todas las reclamacio- nes del Nuucio de Varsovia. Muchas iglesias se entregaron 4 los cismé— ticos, aumenténdose su numero con log rutenos, que por medio de dadi- vas 6 por la fuerza ingresaron en Ia Igicsia rusa, gracias 4 los esfuer- zos hechos por una sociedad de sacerdotes misioneros cismaticos que, con una dotacion anual de 20.000 rublos de plata y dirigida por Victor Sardowski, archimandrita de Sluk, era el instrumento de estas maqui- naciones de 1a Emperatriz. OBRAS DE CONSULTA Y ORSERVACIONES CRITICas SOBRP RL NUMERO 168 Tolstoi, 1. 166 sig. Theiner, Die neuesten Zustiinde der kath. K. beider Ritus in Polen und Russland. Augeb, 1841 p. 432 sigs, Doc. p. 212, 200 sigs. 26 sigs. Hist. dn pontifcat de Clém. XIV. t, 1 p. 307 sig. 439 sig,; t. JI p. 34-38, 262-314. Brov. p. 230, 250. 256-258. Mon. vet. Polon. ot Lith. Rom, 1884 voll. 4. Pichler, II p. 199 cig. 215. 217. 219-221. Mojer, Propag. I p. 405 sigs. 438-461. B. Fl protestantismo, I, Los PROTESTANTER Y CATOLICOS EN LOS DISTINTOS PAISES. a. Alemania. @, EL ESTADO DE COBA8 EN LOS TEREITORIOS PROTESTANTES. 189. E} protestantismo supo explotar en todas partes el poder que una vez hubiers aleanzado hasta en los paises donde como en Ingiater- ra, Holanda y los reinos escandinavos, no tenia dominio absoluto. En Alemania, los delegados que tenian los principes protestantes en la CAP. 1. EL CI8MA RUSO Y EL PROTERSTANTISMO. wb Dicta permanente de Ratisbona (que lo era desde 1663), formaban e] scorpus cvangelicorum », instituido para velar sobre log derechos que se lea habja asegurado, En los diferentes Estados del imperio, los so- beranos seguian arrogandose, por medio de consistorios y sus ministros, los atributes esenciales del poder espiritual, aunque compartiéndolos 4 veces con los Sinodos 6 los Estados territoriales, que, sin embargo, iban cayendo en desuso, Despues que el sistema episcopal estuvo despres- tigiado, y apenas si contaba con algunos partidarios, el sistema terri- torial, sostenido sobre todo por Reinking, Pufendorf, Tomasio y Boeh- mer, faé generalizindose m&s y mas. Esto no obstante, aun existia una fraccion de teélogos que, particndo de premisas catblicas, defendia la independencia de Ja Iglesia; y el canciller tubingense Pfaff fund6 en 1719 el sistema colegial , segrun el cual debia considerarse 4 la Iglesia como corporacion y sociedad auténoma, cuyo gobierno, sélo por un tratado previo con la comunidad, habia sido delegado en el soberuno del pais; pudiendo aquélla privarle de é1 cuando & bien lo tuviese. Pero eata ficcion, que contradecia 4 la historia del protestantismo, mo podia Tealizarse en la practica, y los soberanos conservaron el sumo pontificado. OBBAS DE CONSULTA Y OBSERVACIONES CRITICAB SOBRE BL NUMERO 189, Gieseler, K.-G. Bd. 1V ed. Redepenning. Bonn 1857 (1048-1814). Hagenbach, Geach. des 18 und 19. Jahrh. 2ed. Leipzig 1848 sigs. Baur, Historia universal del siglo xviu. t IV p, 572 sigs. Dorner, Geach. der prot. Theol. p. 510 aig. Des- pueg del siatema episcopal y territorial (vy. Béhmer, principia jur. can. ed. VIII. Goetting. 1802 § 43, Stephani, De juriadictione. Francef. 1611. Ehr. Thomesius, Vom Rechte evangel. Fiiraten in Mitteldingen. Halle 169%, Vindiciae jarie ma- jest. circa sacra. ib. 1099. Mejer, Propag. II p. 183 sigs.) se adopts ef sistema colegial de Pfaff {el mismo autor: De originibus juris eceles. veraque ejusdem indole Tubing. 1719. 4, nov. ed. 1720 cum dias. de guccessione episcopali, nov. 1796). Nettelblatt, Do tribns system. doctr. de jure Saer. dirigend. (Ubscry. jur. ed. Hal. 1783), Abbaadlung der wabren Griinde des prot. K.-R. Halle 1783. Stahl, Die K.-Vers. nach Lehro und Hecht der Protestanteu. Frlangen 180. Puchta, Kinleitung in das Recht der Kirche, Leipzig 1840. Richter, Gesch. der evang, K.-Vers. in Deustehland. Leipzig 1651. Todavia se seguian jas opiniones de Roin- king, De regim. saecul. et eccl. 1619. Putendorl, De habitu relig. christ. ad vitam civil. 1687. Bohmer, Prasloqu. In jus. eccl. Prot. ¥ p. 17 ed. 1744, Cf. Beidtel, Das canon Recht. p. 150 sigs. Bist. pol. BL. t. 6 p. 508 sigs. 190. A todo lo antes expuesto contribuyé no poco el derecho romano cultivado por los estadistas y cada vez mas en uso, el cual iba paulati- namente sustituyendo 4 los antiguos derechos populares, abriendo ancho camino 4 1a opresion de los clientes, dla usura, les exacciones fisca— les, mientras que la antigua Iglesia habia limitado su estudio, de suerte 16 HisTORIA DE LA JGLESIa. que todavia en 1562 la Sorbona impugnaba Ja proposicién , no aproba~ da haste 1568, de los decretistas de establecer una cétedra de derecho romano, y en Viena y Roma se estudiabu dste casi exclusivamente para Ja explicacion de) cangnico, al que eclipsaba ya desde el siglo xvi, pro- pagandose de tal manera, que los daiies que su dominacion cauzaba en el foro aleman eran con amarjgura lamentados, entre otros, por el pro- testante Cristian Tomasio (1655-1728). El pueblo empezaba & ignorar el conocimiento de sus derechos, prolongabanse excesivamente los liti- gios con arteras argucias, generalizabase e] cruel tormento y el esptri- tu del gentilismo adulteraba insensiblemente el cristiano, Los juriscon- sultos se aferraban 4 Jas disposiciones acerea de los maleficioa y las apli- caban contra las brujas con barbaro rigor, 4 pesar de que ya en 1657 Roma habia ordenado suavizarlo, y las ideas de Spee tenian ya muchos partidarios entre los catélicos. Benedicto Carpzov en Leipsig, Hamado el legislador de Sajonia, que fallecié en 1666, afirmaba que se debia cas- tigar como crimenes la magia y hasta la negacion de Ja existencia de las brujas; y el catedratica jenense Juan Enrique Pott public6 en 1689 una obra sobre la alianza de las brujas con el diablo, desvarios todos que basta mucho tiempo despues no fueron impugnados por Tomasio. En Js Alemania protestante no habia ménos procesos de brnjas que en la catélica, y adn en 1783 se ajustici6 4 una en el canton suizo protes- tante de Glarus. OBRAS DE CONSULTA Y OBBRAVACIONES CRITICAS SOBKE EL KUMERO 19). Weehsmuth, Europ. Sittongeschichte IV p. 131. 108. Wigand, Denkwitr- digkeit fir die St. u. Rechtswissenschast 184 p. 168.0. Stobbe, Gesch. der deutschen Rechtequellen. Braunsebwaig 1960 sig. I p. 617 ag.; IT p. 137, 209. 222, 009. GA. Dr. Melehior von Offe’s Testament ed. Thomasius. Halle 1717 p. 45. -Honorio IIL {c. 28 de privil. V. 33, Cf. Savigny, Ztechr, t. 8 p. 2 prohibié que ge enselinc el derecho romano on Paris, & Inceancio IV procard lograr igue- les probibiciones on otros prises. Matth. Paris. Add. p. 121 Bulaeus, Hist, Un. Par. UI. 96. 265 sig. Cf. Walter, K.-R. § 317. -p. 613. Phillips, Lehrb. 1 p. 088. Sobre la oposicion de la Sorbona, Bulacus ic. Da Plessia d’Arg., 11,1 p. 334. Cf. Tomek, Gesch. der Prager Univ. p. 45, Kink, Gescl. der Wiener Univ. I p. 101, Aschbach, Gesch. der Wiener Univ. p. 303. Ilasta mediados del siglo xv el derecho romano habla echado raices en may pocas partes, ¥ casi en ninguna en perjnicio del derecho nacional: ¥. Sybels histor. Ztschr, 1845 XIII p. 490. 492. Pott, De nefando Lamiaram cum diabolo coitu. 1689. Thomasius, Diss, de crimine-mag. 170). De origins et progr. process, inqu. contra Sagas 1712. Sobre Ja historia de Ja supersticion Ulgens Ztschr. fir. bist. Theol. 1841 p. 181 sigs. Menzel, Nenere Geach. der Dentschan V1] p. 59 sigs. B. Carpror., Practica nova retam crimin. 1635. Cf, acerca de lo migma Glueck, Praevognita jnr. ecel. 1765 Dp. 206, ~ Laden, Fhomagius nach seinen Schicksalen und seinen Sthristen. Ber- Jin }808, Wilhelm, Hexenprocosge aus dem-17. Jahth, Hannover 1877. Rapp (¥. Gar. L EL CIBMA BUEO Y BL PROTESTANTISMO. It nim. 1.) eita pp. 74 , 90, 110 & Jerdnimo Tartaroli (+ 1661), de Boveredo, y al tea- tino Fernando Sterzinger de Munich (+ 1788) como adversarios catélicos de los procesos de brujas, 4 quienea hay que ailadir 4 Juan Kuen ( Westermeyer Hist.- pol. BL t. 74 cuad. 1). Ro Austria fué Maria Teresa quien pugo fin & estos procesos por real mandato de 0 Nov. 1788. (Rapp, p. 41). 191. El derecho romano robustecia sobre todo el ubgolutismo de los Principes: la libertad de la nobleza inferior y de los Estados territoria- les fué aniquilade , los labradores fueron subyugados 6 declarados sier- vos, como en Mecklemburgo y Pomeranis, y ni siguiera se les permi- tia Ja emigracion, go pena de muerte, hadiendo quien legé 4 aplicar 4 los colons Jas cldusulas del derecho romano relativas 4 la esclavi~ tnd. Tambien en Brunswich y Hannover el derecho romano se introdujo & despecho de Jas ciudades y de los autiguos Estados del pais, en cuyo Jugor se pusieron empleados de los Principes, nobles acostuinbrados al servicio palaciego y predicadores por completo dependientes de los go~ biernos. En Brandeburgo no habia mas autoridad que la de} Principe y Ja de la nobleza; 4 partir de Federico Guillermo (1640-1688) , Jos Es~ tados territoriales cesaron de reunirse ; las contribuciones se recaudaban majlitarmente, y los labradores fueton rebajades & Ja categoria de ster vos. Tan arbitrario régimen continuaba bajo el reinado de Federico, y con mayor ardor bajo el de Federico Guillermo [ {1713-1740}, el cual, déspota caprichoso, obligaba 4 palos 4 los jueces 4 reformar sus fallos, y aungue calvinista, tiranizaba como Sumo Pontifice & la Iglesia lute- yapa. Federico i] era adicto 4 un despotismo ilustrado; oprimia dura— mente al pueblo en pro de sus ambiciosos planes, y si bien concedia libertad & todos los cultos, permitia igualmente que se les menospre- ciase 4 todos. El despotismo militar estuvo en su »pogeo bajo su reina- do. En e) electorado de Sajonia, en Hesia, Wirtemberg, en todas partes se esquilmabe a] pueblo en favor de los caprichos, vatidos y meretrices de los Principes. Alemania vela aniquilada so libertad civil’, miéntras que Inglaterra, que conservaba sn sntiguo derecho germanico , A pesar de sus demas defectos, gozaba todavia en Jo esencial de tan valiosa prerogativa. Todas las solicitudes encaminadas é Ja restauracion de la libertad y dignidad de la Iglesia 6 de la predicacion fueron descidas como arrogancias clericales, y convertida la Iglesia en brazo de Ja poli- cis, se utilizaban sus bienes arbitrariamente. La prensa fué restringida y sometida 4 Ja mas rigurosa censura, para que los doctos no sostuviesen més opiniones que Jas de los Principes y sus ministros y no manifestasen Ja compagion que la miseria scarreada sobre e) pucblo por la extirpa- cion de] derecho canénico y germAnico les infundiera, Ya no se apre~ eiaba el trabajo par su libertad y su parte moral; mermAbanse los pri- TOMO VIL 2 ’ AUBTORIA DE La IOLESIA. vilegios y la actividad de los antiguos gremios con Is tirania del capital iniciada & Ia sazon; la miseria y 1a pobreza se introdnjeron en Jas mo- radas de los artesanes y carmpesizas en lugar de) bienestar que en ellos reinaba durante Ja Edad Media; y el egoismo empezaba enténces su fu- nesto reinado. El Estado, que 4 consecuencia de las numerosas y varia- das neceaidades y del peligro con que las turbas de los mendigos amena- zaban su seguridad, tuvo que organizar un servicio oficial de beneficencia, como por primers vez se hizo en Inglaterra, distaba mucho de deaplegar actividad tan fecunda como en la Edad Media, 6 como 4 la sazon en Es- paila é Itslin, donde existian muchos hospitales, {undaciones para los indigentes y cada vez mayor numero de cofradias benéiicas, donde hs- bia abogados de pobres, hermandades para socorrer & los presos 6 ver- gonzantes, dar sepultura 4 los muertos y dotar 4 las jévenes de familias necesitadas, donde, en fin, los conventos ejerciau continuamente la més generosa hospitalidad y beneficencia, En todo esto la Alemania catélica aventajaba 4 le protestante, enriqueciéndose en ésta los individuos ex- cesivamente, migntras que la plebe yacia en la més espantosa miseria, para cuyo alivio pocos eran fos que querian hacer sacrificios. OBRAS DE CONSULTA Y OBSERVACIONES CRiTicas SOBRE EL s(eceRo 191, Leo, Univ.-Gesch. ITT p. 208 (tore. ed.) Menzel, V p. 5 aig. Boll, Gesch. Mecklenb. Neubrandenburg 1855 I p. 952 sige. IT p. 142 sigs. 147 aig. 569. Franke, Altes und neues Meckleaburg I p. 102. Barthold, Gesch. von Pommern IV, 2p. 259. 207 sigs. 385. Arndt, Geech. der Leibeigenschaft fo Pommern und Biigen 1803 p. 142. 159. 211. Spittler, Geseh. von Hannover I p. 317. 380 sigs. Hayemann, Gesch. der Lande Braunschw. und Liineb. 1865 II p. 470. 515; WIT p. 112. 172, Stenzel, Geach. des preuss. Staates I p. 347. 359; Tp. 456; TU p. 198. 474 sig. Gallus, Geach. der Mark Brandeburg 11 p. 04. Morgenstern, Ueber Frie- rich Wilhelm 1. Braunschw. 1793 p. 140. Forster, Friedrich Wilhelm 1. t IE p. 202 Dillinger , Kirche und Kirehen p, 108-122 (ef. ib. p. 129 sobre el derecho germanice en Inglaterra). Sobre el bienestar material al terminar Ia Edad Media v. Rogers, Hist. of. agrio. I. 680, Cobbett, Hist. of the Prot. Reform. § 458 sigs. Sismondi, Hist. des républ. ital. chap. $1. Thornton, Die Arbeit p. 162. Sebinberg, Deutsches Zenftwosen im Mittolalter p. 3, 14. 17. Ochs, Gescb. von Basel V2 p. 520. Holle, Gesch, det Stadt Raireuth p. 70 sig. Marr, Capital. 2. A. p, 745 sigs. Regsinger, Gesch. der kirchlichen Armenpflege p. 331 sigs. 387 sigs. —Endemann, Die nationalékonomischen Grundeditee der canonischen Lehre. 1863 p. 196 sigs. Die’ Grundbegriffeder chrigtlichen Socialorduung, Arbeit, Eigenthom, Freiheit, Recht und Gegetz. Aachen 1874. — Germania Hptbl. de 26 de Oct. 1871. 192. En la Alemania protestante, despues de la caida de los melanc- topianos y Ja introduccion de Ja formnla de concordia, predominaba el luteranismo, y se malograron por completo los ensayos de union con los calvinistas, que era el objeto de Ja discnsion teolégica de Cassel, 1661, Cap. 1, BL CIBMA RUEO ¥ RL PROTESTANTISXO. 19 ¥ de las proposicinnes de Pfaff en Tucbingen, en 1720, despues de lag estériles conferencias que Gustavo Adolfo ordend en 163] en Leipzig, y el ivenicou del catedratico Parens en [eidelberg, En Brandeburgo, antes tan exclusivamente Interano que los calvinistas no podian ejereer ningun cargo y se habia tomado juramento & los libreros de impedir la cireulacion de escritos calvinistas, el cambio de religion de Juan Segis- mundo (1613) produjo importantes innovaciones. Un edicto de 24 de Febrero de 1614 prohibié toda polémica ea los pilpitos en favor de los teformades, siendo renovado por Federico Guillermo (2 de Junio de 1862), Poco despues de esta fecha (21 de Agosto}, se prohibié tambien cursar en la Universidad de Wittenberg, y para promover Ia fusion de las fracciones religiosas en una sola Iglesia oficial, se adoptaron enér- gicas medidas contra los luteranos , que impugnaban vigoresamente & los calvinistas, Realizada en 1661 en Hease-Cassel una Union que declaré ser firtiles loa puntos de diaidencia entre los luteranos y calvinistas , una discusion teclégica que tuvo lugar en Berlin (Setiembre 1662-Mayo 1663) habia de sazonar iguales frutes. Pero Andrés Fromm, preboste de San Pedro, que despues volvié st seno de Ja Iylesia, manifests en eu Consideracion de 17 de Abril de 1663 que no conocia otro medio de union que la conversion de ambas partes 4 la fe, disciplina y régimen de los primeros cinco siglos det Cristianismo, La esterilided de estoa en- sayos enojé al Elector de tal modo, que decreté el 16 de Setiembre de 1664 la igualdad de una ¥ otra confesion, favorecienda en realidad & los reformades; exigié informes acerca de ls més estricta observancia de sua edictos, y traté de remover la formula de concordis, Enténces muchos sacerdotes Interanos rehusaron obedecer y fueron destituidos, entre otrog el preboste Lilius, el arcediano Reinhardt y Pablo Gerhardt. La Universidad de Helmstaedt que no habia sido obligada 4 reconocer la férmula de concordis, era adicta 4 las tendencias humanistas y libe- rales.. Cuando alli el catedratico Daniel Hoffmann conforme 4 palabras de Lutero denoataba 4 la razon y filosofia, fué depuestoren 1601; los partidos del sincretista Jorge Calixto se hicieron tanto mds odiosos entre los otros protestantes, cuanto que muchos de ellos volvieron 4 la antigua Iglesia. Tambien la Suiza tuvo que sostener de 1475-1722 por~ fiadas luchas 4 causa de la firma que no se cesaba de exigir 4 los tielea, de la formula de consenso yedactada por Heidegger de Zuerich y Turre- tin de Ginebra contra las dootrinas de Amyrault, La Place y LL. Cape- llus; pero 4 Jas urgeutes instancias de Prusia é Inglaterra se resolvié al fin en 1722 en Zuerich, qua no se forzase 4 nadie mds 4 firmar la for- mula, y s6lo 4 los espirantes a] sacerdocio se les obligase 4 no predicar contra ella.

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