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TEOLOGICA
NEL SIGLO XIX,
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POR LOS PRINCIPALS DOCTORES DR LAS UNIVERSIDADES CATOLICAS
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letroduecion al Antique y Nuevo Testamente, Arquedlogia bibita, Historia de In Igleva,
Patologia, Dogma, Wateria de tes dogmas, Derecho canialee, Liturgia, Pastoral, Moral, Pedagogia,,
Catequisticn y Homilética, Hastoria de la Literatura teogtca,
HISTORIA DE LA TGLESIA
ror
8. B BL CARDBNAL HERGENROTHER.
‘Traducida af casteHano
POR DON EBERARDO VOGEL
Doctor on ove flas
Com cesemms ¥ APRORACION EcLesrdeticas
TOMO vr
MADRID
BIBLIOTECA DE La “ CLENCIA CRISTIANA
Calle de le Bolsa, nim. 10,
1s8eEs propiedad de le Rv etecs dita Clemens Cristiana,
Tipogra fie dat Asie dr BuccJantt de 8. C, dt Jenis, use Bravo, 6 (barrio de Salamanca}CAPITULO PRIMERO
EL CISNA RUSO Y EL PROTESTANTISMO
A, El cisma rose,
@ La Iglesia rusa oficial.
181. Durante las guerras de 1654~1667, Rusia adquirié gran pres-
tigio entre lag naciones, y despues de obtener el protectorado de los cis-
mAticos en ta Polonia rusa , se incorporé en 1686 toda la Ukraina, donde
poco tiempo despues se declaré el cisma. Los Patriarcas de Moscow con-
tinuaban ejerciendo la mayor influencia, tanto en los asuntos politicos
como en los religiosos, hasta el punto de llegar 4 infundir envidie y
recelos & los Czares, Cuando el Patriarca Nicon {1652-1686}, hombre
de riguroses sentimientos monacales, emprendié la reforma de los sa~
grados libros, falsificados en mds de un lugar, y en sus otros ensayos
de mejoras hizo caso omiso de los antiguos cénones, rebeldronse contra
é] una gran parte del pueblo y los boyardos, que le obligaron 4 abdicar,
estableciendo e] Czar una sdministracion provisional del patriarcado.
El aflo 1664, en el qne volvié 4 la capital, fué destituido de su cargo;
pero despues de su muerte, acaecida eu nn convento, su memoria fué
rehabilitada. Nicon, asi como los patriareas Joaquin y Adriano, eran
implacables enemigos de los latinos, condenando & los que fijaban el
momento de Ja transubstanciacion , no eu la epiclesia, sino como aqui-
lios, en las palabras con que Jesucristo instituyé el sacramento del altar.
Desde 1687, el patriarcado se engrandecié con Ja metrépoli ortodoxa:de
Kijef, que se le agreg6, Mas Pedro e! Grande (1689-1725), ansioso de
plantear grandes planes y reformas en sentido despético, resolvié reem-"
piazar el patriarcado, cuyo poder habia salido de sus naturales limites,
por un colegio eclesidstico més adecuads & los proyectos que alinientaba;
uo sin proceder con grandes precauciones para no lastimar los senti~,
mientos del pueblo, aficionado & la institucion del patriarcado. Despues
del fallecimicnto del undécimo patriarca Adriano (1700}, ya varias
veces humillado por Pedro, aplaz6 éste cuanto pudo Ja eleccion de su6 HISTORIA DE LA IGLESIA.
sucesor, valiéndose de diversos subterfugios, y encargando de la admi~
nistracion provisional de la Iglesia al metropolitano de Sarez, y despues
de la muerte de éste, al de Resau, bajo Ja condicion restrictiva de que,
en todo asupto de importancia, oyese los consejos de los obispos reunidos
en la capital, y sometiese les acuerdos que tomasen 4 Ja aprobacién del
autécrata. Esta vana sombra de un régimen patriarcal subsisti6 veinte
afios, durante Jos cuales Pedro expidié gran ndmero de decretos con-
cernientes & asuntos eclesidsticos ; foment6 la iumigracién de extranje-
ros, & quienes aseguraba la libertad de cultos; impuso contribuciones &
los bienes de los Obispos y conventos ; abolié bastantes titulos y digni-
dades de los Prelados , hasta entonces demasiado reapetados; cercend lo
jurisdiccion episcopal ; reformé los monasterios de uno y otro sexo, pues
casi todos se hallaban en honda decadencia; hizo destituir 4 los Obispos
que tomaron parte cn la conjuracion de su hijo Alejo, y mand6 ejecutar
al Obispo de Rostow. No pudiendo enténces el exarca Stéfuno soportar
la carga de la administracion patriareal, Pedro convocé, en Enero de
1721, un Sinodo en su nueva capital de Petersburgo, y propuso 4 su
aprobacion su nuevo proyecto de constitucion eclesidstica y férmula de
juramento, con un Reglamento completo que acabé de supeditar le
Iglesia rusa 4 la autoridad del Czar.
OBBAS DE CONSULTA Y OBSERVACIONES CRITICAS S0BRR BL NCMERO 181.
Strahl, Beitr. zor ruse. K.-G. Halle 1&4. Philaret, Gesch. der Kirche Russlande,
Frankfurt 1872. 2 vol. Harthausen, Studien aber die innern Zustinde Russlands.
Hannover 1648. 2vol. Pichler, II p. 117 (ib. acerea de Nieon p. 191 sigs. Ci. Strahl,
Das gelehrte Russland 216-247), Sobre la diseusion de lag palabras de consecracion
Strah] 22-305 Pichler, 1 142. Sobre Ja subordinacion de Kijel 4 Moscou ib. p. 146.
Strahl, Beitr. p, 235 sig. W. Binder, Peter d. Gr. ond seine Zeit. Rentlingen 1814.
Heasko, Goach. Peters des Grogan. Wien 1856. A. Brickner, Pater der Groaso. Bor-
lin 1879. Pichler, 1f p. 144-150, Sobre la decadencia de los monasterios , cl clero y
el pueblo Korh, Diarium itineris in Moseoviam. Vienn. 1700 p. 198. 199. P. Perry,
‘Btat présent de In grande Russie. Bruxell. 1717 p. 262. 264. 270.
182. Seguu esta nueva organizacion, la Iglesia habia de regiree por
un concilio permanente, el Sanéo Staodo, en lugar del patriarva, insti-
tuido aquél como éste por el Emperador, alegindose como causa el que
por esta innovacion la suprema sutoridad de la Iglesia ganaria en pres-
tigio y valor intrinseco, puesta que un concilio podria obrar con més
acierto que un hombre solo, y los cdénones conciliares tendrian mas pres-
tigio que los decretos dictados por una persona sola; que sus trabajos
no se interrumpirian por muertes 6 enfermedades, ni se turbarian por
rebelion ni corrupcion 6 pasiones; que la falsa opinion del pueblo deCar. l. BL Glewa RUA ¥ BL PROTESTANTISMO. 1
que el gobierno espiritusl valia més que el temporal, quedaria refutsda,
y establecida una escuela superior de ilustracion para el clero. Declardse
e] nuevo Sinodo obra de la bondad del poder supremo del Czar, 4 quien
corresponderia nombrar sug miembros y su presidente, el cual aélo se
diferenciarsa de aquéllos por la dignidad de su cargo, teniendo anica-
mente el derecho de alterar su constitucion y hacerse representar en la
asamblea por un procurador seglar, que ent6nces, como més tarde,
debia ser militar; prescribiéronge al Sinodo sus tareas respecto de la
tonservacion de Ja pureza de la fe, culto, disciplina y censura de obras
teolégicas y de moral cristiana. De sus miembros (euyo numero fué de
1] al principio, 14 desde 1722 y 13 desde 1770), sélo alennos asisttan
personalmente 4 las sesiones, Jos restantes estaban ausentes; unos eran
Obispos, otros abades y sacerdotes, y se hallaban divididos en dos de-
partamentos, el de Petersburgo y el de Moscow. Antes de esta reforma,
Ja Iglesia rosa contaba 12 Metropolitanos, 4 Arzobispos, 3 Obispos;
mas después todos Jos obispos fueron igualados, y ve conservaron slo
Jos titulos de Metropolitano y Arzobispo, como distinciones honorificas
que conferia el Emperador. Para el clero seglar y mondstico se dieron
repias especiales , que eximian del sigilo de la confesion en los casos de
alta traicion y de escdndalo publico, y aplazaban la profesion de Jos re-
gularcs hasta los 30 afios para los varones y hasta los 50 6 60 para las
mujeres. Pedro ejercia de Sumo Pontifice dirigiendo instrucciones y pas-
torales 4 los prelados, y determinando las condiciones necesarias para
Ja ordenacion y el nimero de sacerdotes para cada iglesia. Las catedra-
les tenian nn protopopo, 2 tesoreros, 5 popos, un protodidcono, 4 didco-
nos, 2 lectores, 2 saeristanea, 32 psalmistas para el] canto eclesidstico;
y otres metropolis un protopopo, 2 popos, 2 didconos, sacristaues, can—-
tores, etc. Cuando en una iglesia el numero de sacerdotes excedia del re-
glamentario, los sobrantes se trasladaban 4 otras. Pedro, que podia con-
tar con la ciega obediencia 4 sus decretos cesaristas, protestando algunos
Obispos contra la abolicion del patriarcado iustituido por los decretos
ainodalea y con e) asentimiento de los patriarcas de Oriente, contesté
poniendo la mano sobre e] pecho; « Yo soy vuestro patriarca.» En efecto,
los Obispos tuvieron que sacrificar el dltimo resto de su independencia,
y el patriarca de Constantinopla, Jeremias ISI, que necesitaba de ja
proteccion de la corte de Rusia, accedié & todo en el affio 1723, de suerte
que en lo sucesivo, el nuevo Sinodo ruso habia de tener dignidad y de-
rechos iguales 4 los de las cuatro Sedes patriarcales,a HISTORIA DE La (GLESIA.
OBRAS DE CONSULTA ¥ UBSERVACIONES CRITICAS SOBER EL NUMERO 182,
Statutam canonicum Petri M. vulgo Regulamentum in « orthod. Russorum
ecclesia preeseriptum et auctum ex russ. lingua in latinam trenslatum auspiciis
G. A. Potemkin. Petrop. 1795. Tondini, Réglement ecclés. de Pierre le Grand.
Par, 1874. Pichler, II p. 174 sigs. Déllinger, Kirche aad Kirchen p. 171 sigs. Sobre
Ja contestacion que e] Czar dié 4 loa Ubispos A. Gallitzin, La Russia au XVIII sit-
ele, Par. 1863 p. 148. Hermann, Geach. des rnesischcn Steates TV p. 350. La eor-
respondencie de Pedro con lea Patriarcas Rhally et Potli, Syntagma V p. 160.
Piehlor, p. 181 sig. Murawiew , Gesch. der russ. Kirche. Karlsruhe 1857 p. 252.
183. El instromento principal de esta revolucion del Gobierno de la
Iglesia, fué Tedfanes Procopowics, primer teélogo ruso digno de men-
cion, el cual, nacido en Kijef en 168], habia adquirido en Italia una
ilustracion superior (desde 1698). En 1705 ingresé en una orden mo-
pastica; fué catedratico y orador afamado, y gozé de tal mavera del
favor dela corte , que iniciado en los planes de Pedro fué elevado en 1718
4 Ja dignidad de Obispo de Pscow y Narva, en 1720 & la de Arzobispo,
¥ luego & la de segundo Vicepresidente del Sinodo. En este ultimo
cargo pronunci6 el 14 de Febrero de 1721 , en presencia de] Emperador,
y abusando de la Biblia (Joh. 15, 16°, un solemne discurso inaugural
en elogio deP edro; defendié en 1722, en una monografia el nuevo
régimen de la Iglesia; eacribié sobre jas escuelas, el clero seglar y mo-
nastico, y ademds de otras disertaciones, una obra de polémica acerca
de la procedencis de] Espiritu Santo contra los iatinos; costed los estu-
dios de millares de jévenes de talento, y siguié siendo hastasu muerte,
acaecida en 1736, despues de su exaltacion 4 Presidente del Sinodo y
Arzobispo de Nowgorod, cabeza de la Iglesia rusa. Los hombres mas
habiles entre los Obispos, abades ¥ protopopos, eran en los primeros
tiempos asistentes del Sinodo, lo cual no sucedia posteriormente. Bajo
los reinados siguientes de la esposa de Pedro, Catalina 1, 1725-1727;
Pedro I, 1727-1730; Aua, 1730-1740; Isabel, 1740-1762, Jas nuevas
instituciones se afirmaron 4 pesar de Ja inconsistencia de otras, habiendo
olvidado el pueblo 4 los Patriarcas, de quienes, como de los Papas, Pedro
hacia publica burla en medio de fiestas escandalosas, Rebajada 4 ins-
trumento de la politica 4 meundo profundamente inmoral, despojade
despues de gus bienes temporales por la incautacion que de ellos hizo
Catalina IT & los de la coroua, enmudecida por falta de predicadores
y de canto popular, la Iglesia iba perdiendo su influencia vigorizadora
sobre los animos, y dié rienda suelta 4 las sectas que facilmente se pro-
pagaban bajo un régimen tiranico no ménos vil que los mas infames
del Oriente.Cap. I. BL CISMA RUSO Y EL PROTKSTANTISMO. 9
OBRAS DE CONSULTA Y ODBERTACIONES CkiTIGA3 SODRE EI. NUMERO 183.
Theophan, Procopowics Tract. de Process. Spir. S. Goth. 1772, 8 (sagan Adan
Zernieow, antiguo Luterano). E! prefacio contiene noticias de Ja vida y de los e-
eritos de este autor. Comp. Strahl, Das gelehrte Russland p. 938 sigs. Pichler,
p. 179 sig. 305 sigs. (ib. p. 188.aig. La literatura sobre las flestaa aatiricas do 1722
¥ 17%). Gallitzin, L’église Greco-Russe. Par. 1867. Bassarow, Die rugsisch-
orthodore Kirche. Stuttgart 1873. Dolgorukew, La verité sur 1a Russie. Par. 1860,
sobre todo p. 344, Mémoires de Pimpératrice Cathérine 11, écrites par elle-méme
et précedés d'une préface par A. Herzen. Londres 1659. M. de Custine, La Rus-
sie en 1839, Brox, 1644 t. 1V p. 434, Pichler, II p. 202 sigs. Hofcle, Die rassieche
Stastakirehe (Tab. Theol. Quartalschr. 1853 Il p. 858 sigs. )
4, Las seotas ross.
184. Desde los primeros tiempos del cristianismo aparecieron sectas
en Rosia, cuyo namero caleulaba en 200, & principios del siglo svm,
el arzobispo Demetrio de Rostow. Habia entre ellas tres tendencias prin~
cipales: a. los antiguos ortodoxos; b. tos cismaticos orientales; ¢. los
afines al protestantismo. a. Los ortodoxus antiguos, statowerzas, asi
ellos mismos se Numaban, 6 rascolvicos (apéstatas} que es su denomi-
uacion oficial, contaban muchos adictos entre la gente vulgar, y eran
hostiles 4 las innovaciones religiosas, en especial 4 la reforma de los
jibros sagradoa hecha por el patriarca Nicon que ellos consideraban
eomo contraria 4 la tradicion, y al dominio del Czar sobre la Iglesia.
Empleaban sélo la antigua liturgia escrita, condeneban su impresion
como antitradicional de suyo y tenian 4 la Iglesia oficial por contagiada
del anticristiauismo. Lys reformas de Pedro hicieron inevitable el rom-
pimiento, y los elementos nacionales y politicos se confundieron cou los
teligiosos, de suerte que era casi sinénimo el nombre de antiguo ruso
y de antiguo ortodoxo; prohibidse el uso del tabaco, del té y del café,
y [a navaja de afeitar, como pecaminosos. Los starowerzas se dividieron
4 su vez en transigentes, que se contentaban con lay concesiones gu-
beruativas 4 Ja antigua liturgia; intransigentes, que se valian para su
culto de los popos arrojados de Ia Iglesia del Estado, 6 fugitivos 6 sobor-
nudos, y en acéfalos {sin sacerdotes), los cuales no creian necesitar de
popes para practicar la religion; esta tercera fraccion se dividié nueva-
mente en variag otras: 1} Los tilipones guardaben en su vida familiar
y social muchas costumbres eslavas, y ajustaban cu manera de ser es~
trictamente 4 su teoria de Ja tote] desaparicion del verdadero sacerdo-
clo, Los ascéticos gacerdotes administrabau sélo el Sacramento del bau-
tismo, asistian como testigos 4 la confesion que se hacia tres veces al
aio ante le imagen de un santo, y ni siquiera bendecian los matrimo-do HISTORIA DE LA [OLESTA.
nics; condenaban el juramento y eran chiliastas. 2: Los feodosianos
manifestaban en todas partes su tristeza por la postracion de la Iglesia
hasta fa yenida del nuevo Mesias; tenian los templos casi vacios, el
culto separado para los dos sexos, y recitaban largos y mondtonos cén-
tices. Virgenes ancianas celebraban el servicio divino para las mujeres,
y un hombre leja séJo el evangelio del dia, contando esta secta nume—
rosos prosélitos entre los campesinos. La emperatriz Ana, que en él aio
1732 hacia grandes esfuerzos para convertirlos, ordend en 1735 que los
Tascolnicos de la pequefia Rusia se trasladaran al interior del Imperio,
J gue se sometieran sus conventos 4 una inspeccion especial. No obs~
tante las muchas trabas que se les opusieron, el numero de los staro-
werzas ascendié 4 varios millones.
185. b. Perteuecen 4 las sectas cisindtivas orientales: 1) los morels-
chikis «que se sacrifican totalmente», cuyos dogmas son desconocidos y
practican borribles ceremonias quemAndose con estéica indolencia algu-
nas partes del cuerpo con su bautismo de fuego; 2) los skopzis (eunu-
cos), «que se sacrifican parcialmente», cuyo distintivo es la castracion
voluntaria; Diegan la divinidad de Cristo y la Resurreccion de Js carne;
rechazan toda corporalidad y declaran Ja Biblia falsificada y sustituida.
Hubo uu tiempo en que los verdaderos hijos de Dios, Jos skopzis , segun
ellas, poseian el verdadero Kvangelio, hasta gue fué preciso esconderlo
para que no cayera en manos del anticristo. E] mismo Jesucristo que
Neno de Dics nunca murié, sino siempre mora en la tierra, esté velado,
segun ellos, bajo diversas formas, la sazon bajo Ja de Pedro ITI (qne
no es el histérico principe Juterano de Holstein 4 quien su esposa Cata-
Jina IT hizo asesinar en 1762, sino el supuesto que diez afies despues
se hacia pasar por aquél, el cosaco Jemelka Pugatschew), Este empa-
ted6 e] evangelio en el cimborrio de una iglesia de Sen Andrés, y vol-
Verd pronto para repicar la gran campana de la iglesia de la Ascension,
en Moscow 7, reuniendo en torno snyo todos sus verdaderos discipulos,
comenzaré el eterno reinado de gloria, antes del cual no debe haber dia
de descanso, ni siquiera el domingo. En sus concilidbulos nocturnos
del sbado al domingo, los skopzia celebran misteriosos ritos al son de
terribles ciinticos. La unica verdadera fieste es la de su futura Resurrec-
cion, el dia de Pascuas, con cierta especie de mistica comunion, para
Ja cnat emplean un pan que ha sido previamente puesto sobre el sepul-
cro de nna de sus personas misticas, para darle una bendicion secrets;
3) Jos flagelantes (chistow-tschini)}, oficialmente considerados como
inofensivos, y cuya doctrina se ignora. Se les atribuye mancomunidad
de mujeres, de manera que su casamiento por e! popo es sélo aparente.
Rednense en habitaciones sin imagenes, ee flagelan y se retnercen enCap. I. BL Cinta RUSO Y Ri, PROTESTANTISMO. ib
epilépticas convulsiones, y celebran horrorosas orgins nocturnas, siendo
por lo demas muy rigurosos en Ja mortificacion,
186. ¢. Las sectas afines al protestantismo, que desprecian la Iglesia,
el sacerdocio, la tradicion, la antigiedad y hasta la nacionalidad, son
llamadas por el pueblo jarmason ( musones}, y defienden sobre todo la
teoria del pecudo de] alma antes de la creacion del mundo; no dan va-
Jor sino 4 a voz interior, y pretendiendo un cristianismo sin dogina,
oracion ni sacramentos, se entregan & cierto racionalismo occidental
con Ja externa apariencia de ruso. Algunos extranjeros propagaron he-
Tejias protestantes; en 1684 el mistico sileso Kulman la doctrina de Ja-
cobo Boehme; en]710 el strelitz Lupkin fué ajusticiado por decir que él
estaba llamado 4 resucitar 4 la Iglesia, abandonada del legitimo espi-
ritu de fe y disciplina; en 1713 el médico Demetrio, que fundé en Mos-
cou una secta calvinista, aboliendo el culto de las imagenes, de las re~
liquias, e] ayuno y la comunion, encontré muchos partidarios de sus
nuevas doctrinas, hasta que un Sinodo le condené en 1714, mere~
ciendo igualmente la censura de escritores protestantes; en 1734 se
hallé en Moscou una secta que, creyendo en Ja directa revelacion divi-
na, admitia el bautismo, lu comunion, y e} matrimonio sélo en sentido
espiritual é invocaba al Espiritu Santo dando brincos, saltos y eu medio
de convulsiones. Bajo el reinado de Pedro {[l y Catalina 11, el protes~
tantismo extendié mucho mas atn su influencia. Menos numerosos eran
los molocanos 6 consumidores de leche (4 despecho del mandamiento de
abstinencia), que se ape)lidaban tambien cristianos legitimamente es-
pirituales, siendo el fundador de sn secta uu prisionero prasiano. La-
boriosos, sobrios y de rigurosa moralidad no tenian sacerdocio, siendo
los sacramentos meramente espitituales; el matrimonio ora intisoluble,
y su bautismo no era verdadero sacramento, per lo cual Jlamaban 4 sus
hijos por los dias del calendario; su dogma de Ja justificacion era ca~
tolico,, su doctrina y tecnicismo en lo demas protestantes, (Gran ndmero
de partidarios aleanzaron los duchoborzas (campeones del espiritn ) 6
iconoborzas (iconoclastas), de docirina mistico-tilos6fica. Pensando
como Sabelio en lo referente & Ja Santisima Trinidad, reclamaban el
titulo de hijos de Dios para todos los ficles, databsn cu cristianismo de
los tres mancebos en e] horno, reconocian el pecado de las almas en un
mundo anterior 4 éste y el chiliasmo, y aunque concediau origen divino
& la Biblia, no veian en ella sino imégenes y simbolos de significacion
misteriosa y conocida sélo de ellos, y sobreponian 4 as escrituras la
interior ilustracion del hombre. A pesar de rechazar log sacrameutos
exteriores y el sacerdocio, celebrabau su servicio comun cn oratorios
que, completamente desnudos y sin ctucitijo pi imagen alguna, slo12 MISTORIA DE LA IGLESIA.
tenian en el centro una mesa con pan y sal; alli rezaban, cantaban sal-
mos é himuos y sé daban besos de paz, intercalando rezos extrailamente
incoherentes y tomados de pasajes de la Biblia. Cesando el amor, él ma-
trimonio debia disolverse, laa esposas !lamarse hermanas, y les hijos,
que en caso de tener algun defecto podian matarse, pasaban & ser hijos
de la comunidad. I.a parte moral se dividia en dos tendencias, segun
se daba mas importancia 4 la remocion del pecado por Ia penitencia 6
a Ja fe en el Cristo interior. Los unos ee mortificaban sin compasion y
no se permitian ni el mds inocente placer ; los otros, poscidos del Espi-
rita Santo, se entregaban & toda clase de goces, afirmando que siendo
Dios quien lo obraba todo en ellos, no podian pecar, y en cambio con-
sideraban como pecaminogns todas las aeciones de los que no seguian
sus doctrinas. En Ja vida social eran los més comunistas, y hubo entre
ellos varios tedcratas profetas,
OBRAS DE CONSULTA Y OB8ERVACIONDS ORITICAR ORRE EL NUMERO 186.
Strabl, Beitr. zur ruzs. KG. [. p. 287 sige. Hist.-pol. Bl. 1654 t. 34 p. 8
sigs. 165 sigs. 245 sige. Dillinger, Kirche und Kirchen p. 186. Pichler, IT p. 17.
Tichourawovin, profesor de Moscou, Quirin, Kuhlmann. trad. del rago por
Fechner. Riga 1878. Sobre el médico Demetrio y sn fibro Acta eruditorum. Lips.
1724 p. 226 sig. Piebler, p. 151 sig. Theophan. Pracopow. Comment. de Ducha-
horzig. Dorpati 1829, ed. Lenzi. Sobre ef hereje Martin, condenado & la hoguera.
ya ep 1157, qne negaba la natoraleza homana de Cristo y por su opinion acerca,
de ta manera de hacer Ja eefal de la cruz, se hizo progenitor de Ios rascolnieos, v.
Strahl. Geach. der rusa. Kirehe I p. 160. De machas acetas 98 desconoco hasta ol.
nombre, como de Ja de los Besslawestnigos (mudos), que en medio de los mia.
horribles tormentos no proferian un gonido ; de los estaticos (del Cristo glorifica-
do) que veneraban un pretendido sudatorio de Cristo con su faz glorificada; de
los partidarios de Karp Strigolnik, que en 1375 impugnaba las tasas por lag or-
denacionea y la confesion auricular, pera fué ahogada en olagua por el pueblo;
de Ia secta de los judios secretos, fondeda en el siglo xy por of judfo Zacharias
en Nowgorod, a Ia cnal pertencci¢ el sbad Zésimo de San Simon, despues (1790)
Arzobizpo de Moscou, y que subsiste win bajo el nombre de Sabbaniki, sobre
todo en Siberia.
¢. Las relaciones con 1s Iglesias romana.
187. Desde Juan IV, toda relacion cor Roma se hallaba interrumpida.
La embajada rusa enviade 4 Roms en 1673 no tuvo éxito, y los lutera-
nos y calvinistas eran en todo el Imperio preferidos & los catélicos. Sélo.
desde 1684, algunos jesuitas, gencralmente agregados a] séquito del
embajador aleman, vinieron 4 Moscow, donde durante algun tiempo
Sofia, hermana de los j6venes czares Juan y Pedro, lea favorecié, mas
fueron expulsados del territorio ruso cuando la revolucion de palacio queCAP. 1. EL CI8MA RU8O Y EL PROTRSTANTISMO. 1%
derribé 4 Sofia y elevd al trono 4 Pedro J. Sin embargo, poco tiempo
despues se permitié & los catélicos construir una iglesia en Moscow que
cont, en 1698, con un Obispo latino, y hasta los jesuitas pudieron
volver, pero al aiio de establecer alli un colegio de enseilanza, tuvieron
nuevamente que abandonar Ja capital. En sus viajes al extranjero (1697-
1698 y 1706-3707), Pedro mostré mds de wna vez cierta benevolencia
y respeto hacia la Iglesia catélica. Con motivo de au estancia en Paris
(1717}, la Sorbona, mejor dicho, diez y ocho galicanos del partido de
Jos apelantes, dirigieron al episcopado ruso una disertacion extensa
sobre su reunion con la Iglesia romana. De los dos proyectos de contes-
tacion que se propusieron al Emperador, éste prefirié 4 la del exarca
Stefano la del obispo Procopowicz, la cual negaba 4 los doctores pari-
sienses e] derecho de entablar negociaciones acerca de una cuestion que
aélo con participacion de ambas Iglesiss podia resol verse. No fueron,
pues, necesarios los escritos protestantes para que frncasase este ensayo
de reconciliacion entre Roma y Bizancio, ante la expresa voluutad
del clero ruso, no teniendo tampoco mejor suerte otra tentativa hecha
por la Sorbona, que seguia adicta 4 los articulos galicancs, en 1728.
Tgualmente se habia rechazado ya un ensayo analogo de obispos angli-
canos en union con los patriarcas orientales, so pretexto de las herejias
protestantes y Ja profesion de fe de Dositeo de] aito 1672, El bautismo
de los latinos era valido en Rusia, por regla general, mientras que los
patriarcas orientales, en el Sinodo de 1756, afirmaron de nuevo su
invalidez.
OBRAS DE CONSULTA Y OBSERVACIONES CRITICAS SUBRE RL NUMERO 187.
Pichler, Ii p, 138-140. 143 sig. 154, Gagarin, Etudes de théol. Par. 1857 1, 3x9
sig. Memoria de la Sorbona 1717 sigs. ¥. Das verinderte Ruesland. Frit. 1721
p. 433-444. La contestacion en Golikoff, VI. 167. 171. Obras de protostantea: J.
Frid. Buddaeus, profesor en Jens, Ecclesia Romana cum Ruthenica irreconcilia-
bilis. Jen. 1718, Kohl, Eeelesis gracca lutherizang. Lubec. 1723. Comp. Piebler,
Pp. 165-169. Correspondencia de 1728. Hist. abrégé de l'égliac métropol. d'Utrecht
Utrecht 1765 p. 546-551. Picot, 11 p. 19 cig. Hist.-pol. Blatter 1812 t.9 p. 703
sigs. Héele |. ¢. p. 399 siga. Pichler, p. 171 sig. Sobre los trabajos de los angli-
canos Murawijew, Gesch. der russ. K. p. 251. Golovin, Hist. de Pierre I. Leips.
‘1861 p. 33 sig. Sobre el bautismo Pichler, II p. 300 sigs. Dollinger, Kirche und
Rirchen p. 188 sig. Cyrilli V. Cpl. deer. ap. Rhally et Potli, Syntngma V. 615. 616.
188. Los frailes capuchinos, cuya residencia era Astrachan y Moscow,
¥ los dominicos y franciscanos establecidos en Petersburgo ejercian su
ministerio entre los Istinos del Imperio ruso, especialmente de 1720 4
1780. Catalina 1], que dié nn reglamento eclesiéstico & los catélicos de
Ja capital y sus alrededores, Jlam6 a los franciscanos para ejercer suary HISTORIA DE LA IGLESIA.
miaién; prohibid severamente admitir 4 ningun ruso en ta comunion
catélica, aun cuando Jo pidiera; poniendo 4 Ios latinos de su Imperio,
en 1784, bajo la autoridad del metropolitano Estanislao de Mokilew
{1772-1826}, & quien Pio VI delegd como Vicario apostolico en 1778,
Solo cinco aiios despues el Padre Santo erigié la archidiéeesis de Moki~
lew, reservandose la fundacion de mds obispados en aquel vaato pais.
Los que hasta entonces habian sido prefectos de las misiones de Moscow,
Petersburgo y del Chersoneso, obtuvieron cargos en el cabildo del
nuevo arzobispado, obteniendo el jesuita Benislawski el nombramiento
de coadjutor (1783); mas la infinencis del Papa era muy limitada, por-
que Ja volunted de la Fmperatriz imperaba en todo. Respecto de los
gtiegos unidos (rutenos}, estimaba que ya por su rito estaban sujetos
4 la supremacia imperial, y que, por ger Ja union de 1595 forzada y
nula, la Iglesia rusa estaba autorizada 4 reincorporarse estos miembros.
desunidos. Asi empleaba toda clase de astucias y violencias para redu-
cirles 4 la defeccion de Roma, siendo infructuosas todas las reclamacio-
nes del Nuucio de Varsovia. Muchas iglesias se entregaron 4 los cismé—
ticos, aumenténdose su numero con log rutenos, que por medio de dadi-
vas 6 por la fuerza ingresaron en Ia Igicsia rusa, gracias 4 los esfuer-
zos hechos por una sociedad de sacerdotes misioneros cismaticos que,
con una dotacion anual de 20.000 rublos de plata y dirigida por Victor
Sardowski, archimandrita de Sluk, era el instrumento de estas maqui-
naciones de 1a Emperatriz.
OBRAS DE CONSULTA Y ORSERVACIONES CRITICas SOBRP RL NUMERO 168
Tolstoi, 1. 166 sig. Theiner, Die neuesten Zustiinde der kath. K. beider Ritus in
Polen und Russland. Augeb, 1841 p. 432 sigs, Doc. p. 212, 200 sigs. 26 sigs. Hist.
dn pontifcat de Clém. XIV. t, 1 p. 307 sig. 439 sig,; t. JI p. 34-38, 262-314. Brov.
p. 230, 250. 256-258. Mon. vet. Polon. ot Lith. Rom, 1884 voll. 4. Pichler, II p. 199
cig. 215. 217. 219-221. Mojer, Propag. I p. 405 sigs. 438-461.
B. Fl protestantismo,
I, Los PROTESTANTER Y CATOLICOS EN LOS DISTINTOS PAISES.
a. Alemania.
@, EL ESTADO DE COBA8 EN LOS TEREITORIOS PROTESTANTES.
189. E} protestantismo supo explotar en todas partes el poder que
una vez hubiers aleanzado hasta en los paises donde como en Ingiater-
ra, Holanda y los reinos escandinavos, no tenia dominio absoluto. En
Alemania, los delegados que tenian los principes protestantes en laCAP. 1. EL CI8MA RUSO Y EL PROTERSTANTISMO. wb
Dicta permanente de Ratisbona (que lo era desde 1663), formaban e]
scorpus cvangelicorum », instituido para velar sobre log derechos que
se lea habja asegurado, En los diferentes Estados del imperio, los so-
beranos seguian arrogandose, por medio de consistorios y sus ministros,
los atributes esenciales del poder espiritual, aunque compartiéndolos 4
veces con los Sinodos 6 los Estados territoriales, que, sin embargo, iban
cayendo en desuso, Despues que el sistema episcopal estuvo despres-
tigiado, y apenas si contaba con algunos partidarios, el sistema terri-
torial, sostenido sobre todo por Reinking, Pufendorf, Tomasio y Boeh-
mer, faé generalizindose m&s y mas. Esto no obstante, aun existia una
fraccion de teélogos que, particndo de premisas catblicas, defendia la
independencia de Ja Iglesia; y el canciller tubingense Pfaff fund6 en
1719 el sistema colegial , segrun el cual debia considerarse 4 la Iglesia
como corporacion y sociedad auténoma, cuyo gobierno, sélo por un
tratado previo con la comunidad, habia sido delegado en el soberuno
del pais; pudiendo aquélla privarle de é1 cuando & bien lo tuviese. Pero
eata ficcion, que contradecia 4 la historia del protestantismo, mo podia
Tealizarse en la practica, y los soberanos conservaron el sumo pontificado.
OBBAS DE CONSULTA Y OBSERVACIONES CRITICAB SOBRE BL NUMERO 189,
Gieseler, K.-G. Bd. 1V ed. Redepenning. Bonn 1857 (1048-1814). Hagenbach,
Geach. des 18 und 19. Jahrh. 2ed. Leipzig 1848 sigs. Baur, Historia universal del
siglo xviu. t IV p, 572 sigs. Dorner, Geach. der prot. Theol. p. 510 aig. Des-
pueg del siatema episcopal y territorial (vy. Béhmer, principia jur. can. ed. VIII.
Goetting. 1802 § 43, Stephani, De juriadictione. Francef. 1611. Ehr. Thomesius,
Vom Rechte evangel. Fiiraten in Mitteldingen. Halle 169%, Vindiciae jarie ma-
jest. circa sacra. ib. 1099. Mejer, Propag. II p. 183 sigs.) se adopts ef sistema
colegial de Pfaff {el mismo autor: De originibus juris eceles. veraque ejusdem
indole Tubing. 1719. 4, nov. ed. 1720 cum dias. de guccessione episcopali, nov.
1796). Nettelblatt, Do tribns system. doctr. de jure Saer. dirigend. (Ubscry. jur.
ed. Hal. 1783), Abbaadlung der wabren Griinde des prot. K.-R. Halle 1783. Stahl,
Die K.-Vers. nach Lehro und Hecht der Protestanteu. Frlangen 180. Puchta,
Kinleitung in das Recht der Kirche, Leipzig 1840. Richter, Gesch. der evang,
K.-Vers. in Deustehland. Leipzig 1651. Todavia se seguian jas opiniones de Roin-
king, De regim. saecul. et eccl. 1619. Putendorl, De habitu relig. christ. ad vitam
civil. 1687. Bohmer, Prasloqu. In jus. eccl. Prot. ¥ p. 17 ed. 1744, Cf. Beidtel,
Das canon Recht. p. 150 sigs. Bist. pol. BL. t. 6 p. 508 sigs.
190. A todo lo antes expuesto contribuyé no poco el derecho romano
cultivado por los estadistas y cada vez mas en uso, el cual iba paulati-
namente sustituyendo 4 los antiguos derechos populares, abriendo ancho
camino 4 1a opresion de los clientes, dla usura, les exacciones fisca—
les, mientras que la antigua Iglesia habia limitado su estudio, de suerte16 HisTORIA DE LA JGLESIa.
que todavia en 1562 la Sorbona impugnaba Ja proposicién , no aproba~
da haste 1568, de los decretistas de establecer una cétedra de derecho
romano, y en Viena y Roma se estudiabu dste casi exclusivamente para
Ja explicacion de) cangnico, al que eclipsaba ya desde el siglo xvi, pro-
pagandose de tal manera, que los daiies que su dominacion cauzaba en
el foro aleman eran con amarjgura lamentados, entre otros, por el pro-
testante Cristian Tomasio (1655-1728). El pueblo empezaba & ignorar
el conocimiento de sus derechos, prolongabanse excesivamente los liti-
gios con arteras argucias, generalizabase e] cruel tormento y el esptri-
tu del gentilismo adulteraba insensiblemente el cristiano, Los juriscon-
sultos se aferraban 4 Jas disposiciones acerea de los maleficioa y las apli-
caban contra las brujas con barbaro rigor, 4 pesar de que ya en 1657
Roma habia ordenado suavizarlo, y las ideas de Spee tenian ya muchos
partidarios entre los catélicos. Benedicto Carpzov en Leipsig, Hamado el
legislador de Sajonia, que fallecié en 1666, afirmaba que se debia cas-
tigar como crimenes la magia y hasta la negacion de Ja existencia de
las brujas; y el catedratica jenense Juan Enrique Pott public6 en 1689
una obra sobre la alianza de las brujas con el diablo, desvarios todos
que basta mucho tiempo despues no fueron impugnados por Tomasio.
En Js Alemania protestante no habia ménos procesos de brnjas que en
la catélica, y adn en 1783 se ajustici6 4 una en el canton suizo protes-
tante de Glarus.
OBRAS DE CONSULTA Y OBBRAVACIONES CRITICAS SOBKE EL KUMERO 19).
Weehsmuth, Europ. Sittongeschichte IV p. 131. 108. Wigand, Denkwitr-
digkeit fir die St. u. Rechtswissenschast 184 p. 168.0. Stobbe, Gesch. der
deutschen Rechtequellen. Braunsebwaig 1960 sig. I p. 617 ag.; IT p. 137, 209. 222,
009. GA. Dr. Melehior von Offe’s Testament ed. Thomasius. Halle 1717 p. 45.
-Honorio IIL {c. 28 de privil. V. 33, Cf. Savigny, Ztechr, t. 8 p. 2 prohibié
que ge enselinc el derecho romano on Paris, & Inceancio IV procard lograr igue-
les probibiciones on otros prises. Matth. Paris. Add. p. 121 Bulaeus, Hist, Un.
Par. UI. 96. 265 sig. Cf. Walter, K.-R. § 317. -p. 613. Phillips, Lehrb. 1 p. 088.
Sobre la oposicion de la Sorbona, Bulacus ic. Da Plessia d’Arg., 11,1 p. 334.
Cf. Tomek, Gesch. der Prager Univ. p. 45, Kink, Gescl. der Wiener Univ. I p.
101, Aschbach, Gesch. der Wiener Univ. p. 303. Ilasta mediados del siglo xv el
derecho romano habla echado raices en may pocas partes, ¥ casi en ninguna en
perjnicio del derecho nacional: ¥. Sybels histor. Ztschr, 1845 XIII p. 490. 492.
Pott, De nefando Lamiaram cum diabolo coitu. 1689. Thomasius, Diss, de
crimine-mag. 170). De origins et progr. process, inqu. contra Sagas 1712. Sobre
Ja historia de Ja supersticion Ulgens Ztschr. fir. bist. Theol. 1841 p. 181 sigs.
Menzel, Nenere Geach. der Dentschan V1] p. 59 sigs. B. Carpror., Practica nova
retam crimin. 1635. Cf, acerca de lo migma Glueck, Praevognita jnr. ecel. 1765
Dp. 206, ~ Laden, Fhomagius nach seinen Schicksalen und seinen Sthristen. Ber-
Jin }808, Wilhelm, Hexenprocosge aus dem-17. Jahth, Hannover 1877. Rapp (¥.Gar. L EL CIBMA BUEO Y BL PROTESTANTISMO. It
nim. 1.) eita pp. 74 , 90, 110 & Jerdnimo Tartaroli (+ 1661), de Boveredo, y al tea-
tino Fernando Sterzinger de Munich (+ 1788) como adversarios catélicos de los
procesos de brujas, 4 quienea hay que ailadir 4 Juan Kuen ( Westermeyer Hist.-
pol. BL t. 74 cuad. 1). Ro Austria fué Maria Teresa quien pugo fin & estos procesos
por real mandato de 0 Nov. 1788. (Rapp, p. 41).
191. El derecho romano robustecia sobre todo el ubgolutismo de los
Principes: la libertad de la nobleza inferior y de los Estados territoria-
les fué aniquilade , los labradores fueron subyugados 6 declarados sier-
vos, como en Mecklemburgo y Pomeranis, y ni siguiera se les permi-
tia Ja emigracion, go pena de muerte, hadiendo quien legé 4 aplicar
4 los colons Jas cldusulas del derecho romano relativas 4 la esclavi~
tnd. Tambien en Brunswich y Hannover el derecho romano se introdujo
& despecho de Jas ciudades y de los autiguos Estados del pais, en cuyo
Jugor se pusieron empleados de los Principes, nobles acostuinbrados al
servicio palaciego y predicadores por completo dependientes de los go~
biernos. En Brandeburgo no habia mas autoridad que la de} Principe y
Ja de la nobleza; 4 partir de Federico Guillermo (1640-1688) , Jos Es~
tados territoriales cesaron de reunirse ; las contribuciones se recaudaban
majlitarmente, y los labradores fueton rebajades & Ja categoria de ster
vos. Tan arbitrario régimen continuaba bajo el reinado de Federico, y
con mayor ardor bajo el de Federico Guillermo [ {1713-1740}, el cual,
déspota caprichoso, obligaba 4 palos 4 los jueces 4 reformar sus fallos,
y aungue calvinista, tiranizaba como Sumo Pontifice & la Iglesia lute-
yapa. Federico i] era adicto 4 un despotismo ilustrado; oprimia dura—
mente al pueblo en pro de sus ambiciosos planes, y si bien concedia
libertad & todos los cultos, permitia igualmente que se les menospre-
ciase 4 todos. El despotismo militar estuvo en su »pogeo bajo su reina-
do. En e) electorado de Sajonia, en Hesia, Wirtemberg, en todas partes
se esquilmabe a] pueblo en favor de los caprichos, vatidos y meretrices
de los Principes. Alemania vela aniquilada so libertad civil’, miéntras
que Inglaterra, que conservaba sn sntiguo derecho germanico , A pesar
de sus demas defectos, gozaba todavia en Jo esencial de tan valiosa
prerogativa. Todas las solicitudes encaminadas é Ja restauracion de la
libertad y dignidad de la Iglesia 6 de la predicacion fueron descidas
como arrogancias clericales, y convertida la Iglesia en brazo de Ja poli-
cis, se utilizaban sus bienes arbitrariamente. La prensa fué restringida y
sometida 4 Ja mas rigurosa censura, para que los doctos no sostuviesen
més opiniones que Jas de los Principes y sus ministros y no manifestasen
Ja compagion que la miseria scarreada sobre e) pucblo por la extirpa-
cion de] derecho canénico y germAnico les infundiera, Ya no se apre~
eiaba el trabajo par su libertad y su parte moral; mermAbanse los pri-
TOMO VIL 2’ AUBTORIA DE La IOLESIA.
vilegios y la actividad de los antiguos gremios con Is tirania del capital
iniciada & Ia sazon; la miseria y 1a pobreza se introdnjeron en Jas mo-
radas de los artesanes y carmpesizas en lugar de) bienestar que en ellos
reinaba durante Ja Edad Media; y el egoismo empezaba enténces su fu-
nesto reinado. El Estado, que 4 consecuencia de las numerosas y varia-
das neceaidades y del peligro con que las turbas de los mendigos amena-
zaban su seguridad, tuvo que organizar un servicio oficial de beneficencia,
como por primers vez se hizo en Inglaterra, distaba mucho de deaplegar
actividad tan fecunda como en la Edad Media, 6 como 4 la sazon en Es-
paila é Itslin, donde existian muchos hospitales, {undaciones para los
indigentes y cada vez mayor numero de cofradias benéiicas, donde hs-
bia abogados de pobres, hermandades para socorrer & los presos 6 ver-
gonzantes, dar sepultura 4 los muertos y dotar 4 las jévenes de familias
necesitadas, donde, en fin, los conventos ejerciau continuamente la més
generosa hospitalidad y beneficencia, En todo esto la Alemania catélica
aventajaba 4 le protestante, enriqueciéndose en ésta los individuos ex-
cesivamente, migntras que la plebe yacia en la més espantosa miseria,
para cuyo alivio pocos eran fos que querian hacer sacrificios.
OBRAS DE CONSULTA Y OBSERVACIONES CRiTicas SOBRE EL s(eceRo 191,
Leo, Univ.-Gesch. ITT p. 208 (tore. ed.) Menzel, V p. 5 aig. Boll, Gesch.
Mecklenb. Neubrandenburg 1855 I p. 952 sige. IT p. 142 sigs. 147 aig. 569.
Franke, Altes und neues Meckleaburg I p. 102. Barthold, Gesch. von Pommern
IV, 2p. 259. 207 sigs. 385. Arndt, Geech. der Leibeigenschaft fo Pommern und
Biigen 1803 p. 142. 159. 211. Spittler, Geseh. von Hannover I p. 317. 380 sigs.
Hayemann, Gesch. der Lande Braunschw. und Liineb. 1865 II p. 470. 515; WIT p.
112. 172, Stenzel, Geach. des preuss. Staates I p. 347. 359; Tp. 456; TU p. 198.
474 sig. Gallus, Geach. der Mark Brandeburg 11 p. 04. Morgenstern, Ueber Frie-
rich Wilhelm 1. Braunschw. 1793 p. 140. Forster, Friedrich Wilhelm 1. t IE
p. 202 Dillinger , Kirche und Kirehen p, 108-122 (ef. ib. p. 129 sobre el derecho
germanice en Inglaterra).
Sobre el bienestar material al terminar Ia Edad Media v. Rogers, Hist. of.
agrio. I. 680, Cobbett, Hist. of the Prot. Reform. § 458 sigs. Sismondi, Hist. des
républ. ital. chap. $1. Thornton, Die Arbeit p. 162. Sebinberg, Deutsches
Zenftwosen im Mittolalter p. 3, 14. 17. Ochs, Gescb. von Basel V2 p. 520. Holle,
Gesch, det Stadt Raireuth p. 70 sig. Marr, Capital. 2. A. p, 745 sigs. Regsinger,
Gesch. der kirchlichen Armenpflege p. 331 sigs. 387 sigs. —Endemann, Die
nationalékonomischen Grundeditee der canonischen Lehre. 1863 p. 196 sigs. Die’
Grundbegriffeder chrigtlichen Socialorduung, Arbeit, Eigenthom, Freiheit, Recht
und Gegetz. Aachen 1874. — Germania Hptbl. de 26 de Oct. 1871.
192. En la Alemania protestante, despues de la caida de los melanc-
topianos y Ja introduccion de Ja formnla de concordia, predominaba el
luteranismo, y se malograron por completo los ensayos de union con los
calvinistas, que era el objeto de Ja discnsion teolégica de Cassel, 1661,Cap. 1, BL CIBMA RUEO ¥ RL PROTESTANTISXO. 19
¥ de las proposicinnes de Pfaff en Tucbingen, en 1720, despues de lag
estériles conferencias que Gustavo Adolfo ordend en 163] en Leipzig, y
el ivenicou del catedratico Parens en [eidelberg, En Brandeburgo,
antes tan exclusivamente Interano que los calvinistas no podian ejereer
ningun cargo y se habia tomado juramento & los libreros de impedir la
cireulacion de escritos calvinistas, el cambio de religion de Juan Segis-
mundo (1613) produjo importantes innovaciones. Un edicto de 24 de
Febrero de 1614 prohibié toda polémica ea los pilpitos en favor de los
teformades, siendo renovado por Federico Guillermo (2 de Junio de
1862), Poco despues de esta fecha (21 de Agosto}, se prohibié tambien
cursar en la Universidad de Wittenberg, y para promover Ia fusion de
las fracciones religiosas en una sola Iglesia oficial, se adoptaron enér-
gicas medidas contra los luteranos , que impugnaban vigoresamente & los
calvinistas, Realizada en 1661 en Hease-Cassel una Union que declaré
ser firtiles loa puntos de diaidencia entre los luteranos y calvinistas , una
discusion teclégica que tuvo lugar en Berlin (Setiembre 1662-Mayo
1663) habia de sazonar iguales frutes. Pero Andrés Fromm, preboste
de San Pedro, que despues volvié st seno de Ja Iylesia, manifests en eu
Consideracion de 17 de Abril de 1663 que no conocia otro medio de
union que la conversion de ambas partes 4 la fe, disciplina y régimen
de los primeros cinco siglos det Cristianismo, La esterilided de estoa en-
sayos enojé al Elector de tal modo, que decreté el 16 de Setiembre de
1664 la igualdad de una ¥ otra confesion, favorecienda en realidad &
los reformades; exigié informes acerca de ls més estricta observancia
de sua edictos, y traté de remover la formula de concordis, Enténces
muchos sacerdotes Interanos rehusaron obedecer y fueron destituidos,
entre otrog el preboste Lilius, el arcediano Reinhardt y Pablo Gerhardt.
La Universidad de Helmstaedt que no habia sido obligada 4 reconocer
la férmula de concordis, era adicta 4 las tendencias humanistas y libe-
rales.. Cuando alli el catedratico Daniel Hoffmann conforme 4 palabras
de Lutero denoataba 4 la razon y filosofia, fué depuestoren 1601; los
partidos del sincretista Jorge Calixto se hicieron tanto mds odiosos
entre los otros protestantes, cuanto que muchos de ellos volvieron 4 la
antigua Iglesia. Tambien la Suiza tuvo que sostener de 1475-1722 por~
fiadas luchas 4 causa de la firma que no se cesaba de exigir 4 los tielea,
de la formula de consenso yedactada por Heidegger de Zuerich y Turre-
tin de Ginebra contra las dootrinas de Amyrault, La Place y LL. Cape-
llus; pero 4 Jas urgeutes instancias de Prusia é Inglaterra se resolvié al
fin en 1722 en Zuerich, qua no se forzase 4 nadie mds 4 firmar la for-
mula, y s6lo 4 los espirantes a] sacerdocio se les obligase 4 no predicar
contra ella.