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ENLACES QUÍMICOS
2. El enlace químico
Cuando dos o más átomos se unen forman una molécula, la cual, puede estar constituida por átomos de un mismo
elemento o por átomos de elementos diferentes. Surge entonces la pregunta: ¿Cómo se mantienen unidos los
átomos?
2.1 ¿Qué mantiene unidos a los átomos?
La mayoría de los elementos forman compuestos. Por ejemplo, el sodio y el cloro reaccionan entre sí formando
la sal común o cloruro de sodio. Este compuesto es mucho más estable que sus elementos por separado; este
hecho demuestra la abundancia de sal en la naturaleza y la escasez de sodio y de cloro en estado.
Se llama enlace químico al conjunto de fuerzas que mantienen unidos a los átomos, iones y moléculas cuando
forman distintas agrupaciones estables (Figura 1).
2.1.1 Longitud de enlace y energía de enlace
La unión de dos átomos y la consecuente formación de un enlace es un proceso químico que va acompañado de
cierta variación de energía potencial.
■ En la primera situación, las nubes electrónicas externas de los dos átomos se ven influenciadas mutuamente, lo
que se traduce en un incremento de la fuerza de repulsión entre ambas a medida que la distancia disminuye. No
se forma el enlace ya que no existe una distancia que
permita la existencia de un estado estable. Este es el
caso de los elementos del grupo VIIIA o gases nobles.
■ En la segunda situación la energía potencial del
sistema formado por los dos átomos decrece a medida
que éstos se aproximan, al menos hasta cierta distancia.
A partir de este momento, la energía potencial crece
nuevamente cuando los átomos se aproximan.
Existe entonces, una distancia (d) para la cual la energía
es mínima y la estabilidad del sistema es máxima, lo
que permite la formación de una molécula estable a
partir de átomos aislados; dicha distancia se denomina
longitud de enlace y suele expresarse en angstrom (Å).
En el proceso de formación de un enlace se desprende
energía; de la misma forma, se requiere del suministro
de una cantidad de energía igual o superior a la
desprendida en la formación del enlace para separar los
átomos que formaron el enlace. Podemos decir
entonces, que la energía de enlace (Ee) (figura 2.) es la
cantidad de energía necesaria para romper el enlace entre
dos átomos, separándolos a una distancia infinita. La
energía de enlace se puede expresar en kilocalorías por mol
(kcal/mol). Así, por ejemplo, la energía del enlace (H—O)
es igual a 110 kcal/mol y la del enlace (H—C) es de 99,3
kcal/mol.
El octeto, ocho electrones de valencia, es una disposición electrónica muy estable que coincide con la de los gases
nobles, que son elementos de una gran estabilidad.
Queda fuera de la regla del octeto el helio (He), gas noble que pertenece al primer período y es estable con dos
electrones. El hidrógeno tiene un electrón de valencia y le hace falta un electrón para adquirir la configuración
electrónica estable del He.
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En 1916, el alemán A. Kössel (1853-1927) y el norteamericano Gilbert Lewis (1875-1946), de forma
independiente, fueron quienes sugirieron la teoría de que los compuestos químicos se pueden interpretar como
consecuencia de la tendencia de los átomos a adquirir la configuración electrónica estable del gas noble más
próximo.
Una manera sencilla de explicar que los átomos se unan para formar diversas sustancias es suponer que se
combinan para alcanzar una estructura más estable. Por esto se puede considerar el enlace químico como un
incremento de estabilidad.
La materia presenta aspectos y propiedades distintas por el tipo de átomos que la componen y por la forma de
unión entre dichos átomos. La gran diversidad de sustancias puras que hay hace que sea difícil clasificarlas. No
obstante, en función de cómo se realice el enlace químico podemos diferenciar tres grandes grupos: sustancias
iónicas, sustancias covalentes y sustancias metálicas, según tengan enlace iónico, enlace covalente o enlace
metálico.
3. El enlace iónico
La máxima estabilidad para un átomo se consigue cuando este adquiere la configuración del gas noble más
próximo. Por ello, cuando les es posible, los átomos captan o ceden electrones a fin de conseguir su estabilidad.
Como consecuencia resultan unas partículas que reciben el nombre de iones.
Un ion es la partícula que se obtiene cuando un átomo o un grupo de átomos captan o ceden electrones con objeto
de adquirir la configuración de un gas noble (figura 3). Si un átomo gana electrones queda cargado negativamente,
y si los cede queda cargado positivamente. Por consiguiente, existen dos tipos de iones:
■ Anión o ion cargado negativamente.
■ Catión o ion cargado positivamente.
Los iones se representan mediante el símbolo del elemento o los elementos y un superíndice colocado a la derecha
indicando el número de cargas eléctricas y su signo. Por ejemplo, el ion sodio se representa como Na1?; el ion
sulfuro es S2?, el ion amonio es NH1?; el ion carbonato es CO2?, etc.
El enlace iónico consiste en la unión de iones con cargas de signo contrario, mediante fuerzas de tipo
electrostático.
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■ En estado sólido no conducen la corriente eléctrica, pero sí lo hacen cuando se hallan disueltos o fundidos.
Debido a que los sólidos que intervienen en el enlace están situados en los iones sin poderse mover dentro de la
red, no conduce la corriente eléctrica en estado sólido. Por el contrario, cuando se disuelven o funden, dejan iones
libres que pueden transportar la corriente eléctrica.
■ Tienen altos puntos de fusión. En general son superiores a 400 °C debido a la fuerte atracción entre los iones.
Estos puntos son más altos cuanto mayor sea la carga de sus iones y menor sea su volumen. Por ello se pueden
usar como material refractario.
■ Son duros pero frágiles, pues un ligero desplazamiento en el cris- tal desordena la red cristalina enfrentando
iones de igual carga, lo que produce fuertes repulsiones y, como consecuencia de ello, la ruptura del cristal.
■ Ofrecen mucha resistencia a la dilatación, propiedad que indica expansión. Porque esta supone un
debilitamiento de las fuerzas intermoleculares o iónicas.
■ Son muy solubles en agua y en otros disolventes polares. Cada ion del compuesto iónico atrae al polo de carga
opuesta del di- solvente y forma con él un pequeño enlace (débil) que libera una energía llamada de solvatación
(energía de hidratación, si es agua el disolvente).
Si esta energía de solvatación es mayor que la energía que mantiene unidos los iones en el cristal, el disolvente
rompe el enlace iónico y el compuesto se disuelve. Los iones quedan separados y rodeados de moléculas de
disolvente (solvatados).
■ Presentan gran diferencia de electronegatividad. Entre más grande sea la diferencia de electronegatividad de
los elementos que forman el compuesto, mayor será la atracción electrostática y más iónico será el enlace.
Aproximadamente, si hay una diferencia de electronegatividad mayor de 1,7, se genera un enlace iónico.
4. El enlace covalente
El enlace entre átomos iguales o entre átomos que difieren poco en el carácter electronegativo no quedan
explicados mediante el enlace iónico.
Para explicar la formación de sustancias tales como Cl 2, H2, NH3, Gilbert Newton Lewis (1875-1946), físico y
químico norteamericano, sugirió en 1916 que los átomos pueden alcanzar la estructura estable de gas noble
compartiendo pares de electrones. Los enlaces que mantiene unidos a sus átomos para formar las moléculas se
llaman enlaces covalentes y las sustancias obtenidas, sustancias covalentes.
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Sin embargo, es muy frecuente también que algunos átomos para saturar su capacidad de enlace tengan que
compartir más de un par de electrones. Esta situación conduce a la formación del enlace covalente múltiple. Así,
si los pares compartidos son dos, se obtiene un enlace doble y si los pares compartidos son tres, se obtiene un
enlace triple (figura 4)
En el esquema se indican las cargas parciales (positiva y negativa) más no se representa la carga de cada ion.
Recordemos que el átomo de cloro es mucho más electronegativo (3,1) que el hidrógeno (2,2); por lo tanto, se
presenta un desplazamiento de cargas desde el átomo menos electro- negativo (H) hasta el más electronegativo
(Cl). Mientras mayor sea la diferencia de electronegatividades entre los átomos comprometidos en el enlace,
mayor será el carácter polar del mismo.
Un caso similar ocurre cuando una molécula de agua reacciona con un H+? para formar el ion hidronio (H3O+1?).
III. ACTIVIDADES
1. Define los siguientes términos y establece relaciones entre ellos:
a. Átomos
b. Elementos
c. Moléculas
d. Compuestos
e. Fuerzas intramoleculares
f. Fuerzas intermoleculares
g. Configuración electrónica
h. Enlace químico
2. Justifica, por medio de un modelo, los fundamentos del enlace químico que diferencian el enlace iónico del
covalente.
3. Escribe la estructura de Lewis y determina si las siguientes sustancias son iónicas o moleculares.
a. BCl3 b. SrCl2 c. SnCl4 d. CaS
4. Organiza los siguientes enlaces en orden de polaridad creciente:
a. B—Cl b. Be—Cl c. Ba—Cl d. Cl—Cl
5. Identifica el número de electrones ganados y perdidos por los átomos en los siguientes compuestos:
a. CaCl2 b. MgF2 c. KCl
6. Con base en las respuestas del punto anterior, identifica los aniones y los cationes presentes.
7. La molécula de tetracloruro de carbono (CCl4) es apolar y la molécula del agua (H2O) es polar. Explica, a
partir de la estructura molecular, la razón por la cual presentan esta característica.
8. Identifica el tipo de enlace presente en los siguientes compuestos:
a. RbCl b. NO2 c. BeF2 d. SO
9. ¿Qué procedimientos emplearías para determinar el tipo de enlace que presenta un compuesto?
10. El agua se conoce como el solvente universal porque disuelve a cientos de sustancias; sin embargo, existen
algunos compuestos como la glicerina, los aceites y las grasas que no se disuelven en ella. ¿Cómo influye el
tipo de enlace en la solubilidad? Justifica tu respuesta.
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