Está en la página 1de 140

sentencia

Tribunal
Fecha Sentencia:
magistrado ponente
Medio de Control:
Problema Jurídico:
hechos relevantes
Pretensiones
Competencia Primera Instancia
reglas del juez
fundamento juridico
SENTENCIA EN PROCESO CON RAD: 2014-00036-01
 Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Sección Tercera.
6 de febrero de 2019.
 Franklin Pérez Camargo.
Reparación Directa.
¿Es responsable el Estado por los daños que sufrió Jhon Mopan Tique y su familia
por su privación injusta de la libertad?
1. El 4 de abril de 2013, el señor Jhon Mopan Tique fue abordado por sujetos
vestidos de civil que se identificaron como agentes de la SIJIN Metropolitana de
Bogotá D.C. y los cuales, una vez verificaron la identidad del demandante,
procedieron a capturarlo.
2. Los agentes de la Policía le informaron que quedaba capturado por los delitos de
concierto para delinquir y estafa agravada, por lo que fue requerido por la Fiscalía 206
Seccional Especializada de la Unidad Cuarta de Automotores de la ciudad de Bogotá,
y por orden de captura proferida por el Juzgado 26 Penal Municipal con función de
control de garantías.
3. El 5 de abril de 2013 fue llevado ante el Juez 31 Penal Municipal con Función de
Control de Garantías para legalización de su captura, imputación de cargos y solicitud
de medida de aseguramiento. No obstante, no se le imputaron cargos, debido a que,
se demostró que el señor Jhon Mopan tenía como domicilio la ciudad de Florencia,
Caquetá; y que este no había cometido conducta punible alguna, pues una banda de
delincuentes en Bogotá había suplantado su cédula de ciudadanía y tarjeta
profesional.
4. El 6 de abril de 2013 y mediante boleta No. 2013-028 expedida por el Juzgado 31
Penal Municipal de Control de Garantías fue dejado en libertad siendo cancelada la
orden de captura No. 30 del Juzgado 26 Penal Municipal con funciones de control de
garantías.

Como pretensiones la parte demandante solicitó lo siguiente:


“1. Que mediante Sentencia definitiva que ponga fin al proceso se DECLARE que la
Nación – Fiscalía General de la Nación, Rama Judicial y – Ministerio de Defensa –
Policía Nacional, son administrativa y patrimonialmente responsables de todos los
perjuicios morales, materiales y daños al buen nombre, a la honra y el honor que les
fueron causados a los accionantes, en razón a la privación física e injusta de la
libertad de que fue objeto el abogado Jhon Javier Mopan Tique desde el pasado 4 de
abril de 2013 hasta el 6 de abril de la misma anualidad”.
   El Juzgado 59 Administrativo del Circuito Judicial de Bogotá, profirió sentencia el 18
de diciembre de 2017, en la que declaró responsables patrimonialmente a la Nación –
Fiscalía General de la Nación y la Rama Judicial – Dirección Ejecutiva de
Administración Judicial, por la privación injusta de la libertad del señor Jhon Mopan
Tique.·         Asimismo, el Juzgado reiteró que hay lugar a endilgar responsabilidad del
Estado, no solo cuando el acto de la detención ha sido ilegal o arbitrario, sino también,
cuando la sentencia o la decisión de preclusión resulta favorable al procesado porque
el hecho no existió, el sindicado no lo cometió o el acto no constituía delito, o cuando
se da aplicación al principio de in dubio pro reo; pues en estos casos la providencia
que exonera penalmente a quien es privado de la libertad indica sucesivamente que la
detención siempre fue injusta pese a haberse adelantado con las ritualidades de
Ley.·       
  Por su parte, en relación con la parte demandada Nación
– Ministerio de Defensa – Policía Nacional, argumentó que no puede ser declarada
responsable por la privación de la libertad del demandante, pues esta entidad no tuvo
participación dentro del procedimiento penal que se adelantó en contra del señor Jhon
Mopan, y su actuación solo se contrajo a dar cumplimiento a la orden impartida por el
Juez 26 Penal Municipal de Control de Garantías. De igual forma, manifestó que no
existe respaldo probatorio que evidencie que al momento de la captura fue sometido a
agresiones físicas y verbales por parte de los miembros de la Policía Nacional.·     
    Seguidamente procedió a analizar la responsabilidad
de la Rama Judicial y la Fiscalía General de la Nación, para concluir que dichas
entidades deben ser declaradas responsables patrimonialmente, pues en el
expediente ha quedado establecido el carácter injusto de la privación de la libertad a
la que fue sometido el señor Jhon Mopan. ·    
     Por lo que, condenó
solidariamente a la Nación – Fiscalía General de la Nación y la Rama Judicial –
Dirección Ejecutiva de Administración Judicial a pagar 15 SMLMV para la víctima
directa; sus progenitores; su cónyuge e hija, asimismo, condenó al pago de 7.5
SMLMV para los hermanos y abuelas de la víctima, por concepto de perjuicios
morales. ·         Por último, condenó solidariamente a la Nación – Fiscalía General de
la Nación y la Rama Judicial – Dirección Ejecutiva de Administración Judicial a pagar
15 SMLMV a la víctima directa por concepto de daños a bienes constitucionalmente
El Tribunal Administrativo de Cundinamarcaprotegidos.
es competente para decidir el recurso de
apelación presentado contra la sentencia proferida en primera instancia el 18 de
diciembre de 2017, teniendo en cuenta que se trata de un proceso de Reparación
Directa que tiene vocación de doble instancia, de conformidad con el artículo 153 del
C.P.A.C.A. en concordancia con el numeral 6 del artículo 155 del mismo código.
• En el presente caso se tiene que el Juzgado 31 Penal Municipal con funciones de
control de garantías, celebró audiencia de legalización de captura el día 5 de abril de
2013, decretando legal la captura del señor Jhon Javier Mopan Tique, posteriormente
suspendió la misma y convocó para su respectiva continuación el día 6 de abril de
2013. Llegado el día de la diligencia de formulación de imputación, se ordenó la
libertad inmediata del señor Jhon Mopan.
• En virtud de ello fue expedida boleta de libertad No. 2013-
028 de la misma fecha. Por lo que, el término para presentar la demanda de
reparación directa finalizaba el día 7 de abril de 2015.
• El Tribunal
encontró probado el daño, ya que, se acreditó que Jhon Mopan estuvo privado de la
libertad durante 3 días.
• El Tribunal concluyó que la privación de la libertad del demandante devino en
injusta una vez que la Fiscalía solicitó la libertad inmediata de Jhon Mopan
solicitud aceptada por el Juez Juzgados 31 Penal Municipal con Función de control de
garantías el 5 de abril, profiriéndose boleta de libertad el 6 de abril de 2013, esto en
virtud de la suplantación y falsificación de los documentos de Jhon Mopan.
• En ese sentido, es lógico declarar la responsabilidad del
Estado representado por la Fiscalía General de la Nación y la Rama Judicial, por la
privación injusta de la libertad del demandante, pues en los procesos penales
tramitados bajo la Ley 906 de 2004, tanto la Fiscalía General de la Nación como la
Rama Judicial influyen en la producción del daño. En tanto, es la Fiscalía General
quien en su papel de ente acusador solicita al juez de control de garantías la
imposición de la medida de aseguramiento de detención preventiva en centro
carcelario, y por su parte, es competencia del juez de control de garantías decidir, con
base en el material probatorio presentado por la Fiscalía General de la Nación, si
impone o no la medida privativa de la libertad. • Así las
cosas, para imposición de la restricción a libertad es necesario la concurrencia de
actuaciones tanto de la Fiscalía General de la Nación como de la Rama Judicial, sin
que sea posible escindir la relación que existe entre estas y la privación de la libertad.
• El Tribunal precisó que, en materia de privación injusta de la libertad, la
responsabilidad del Estado surge de la condición de antijuridicidad del daño, de
manera que resulta indiferente establecer si en la providencia que ordenó la privación
de la libertad se incurrió o no en error judicial
proporcionalidad al fin perseguido. ·         Sin embargo, no
por cualquier hecho se tiene el deber de ser investigado, sino por aquellos por los
cuales realmente existen indicios en su comisión. Así, la investigación no debe
soslayar el deber que se le impone, es decir, no se deben imponer cargas adicionales
a estas, como lo sería una medida restrictiva del derecho a la libertad. Las medidas
de aseguramiento solo deben proceder en aquellos casos en los cuales existe un
grado de certeza en cuanto a la comisión, o porque por circunstancias particulares, la
persona ejerció actos que conllevaron a presumir la comisión de los hechos
delictivos.·      
   Por lo que, se configura la responsabilidad del Estado en los
casos en los que, impuesta una medida de aseguramiento, no se pudo determinar la
responsabilidad penal del sujeto investigado, independientemente que la investigación
y posterior proceso penal se hubiera sujetado al procedimiento legal, salvo que se
acredite que el sujeto estaba en el deber legal de soportarla, en el caso que se
demuestre una culpa exclusiva de la víctima.·      
   Así mismo, en reciente
sentencia de unificación[3], el Consejo de Estado reitero que aun cuando la
responsabilidad del Estado por privación injusta de la libertad tenía fundamento en el
artículo 90 constitucional, lo cierto es que no basta con la comprobación del daño
antijurídico para generar automáticamente la obligación estatal de reparación, sino
que es necesario que en cada caso se analice la conducta de la persona privada de la
libertad, a la luz de los postulados civiles de culpa grave y dolo. AARTÍCULO 65. DE
LA RESPONSABILIDAD DEL ESTADO. El
Estado responderá patrimonialmente por los daños antijurídicos que le sean
imputables, causados por la acción o la omisión de sus agentes judiciales.
[1] Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección A. Consejero
Ponente: Guillermo Sánchez Luque. Radicación número: 25000-23-36-000-2017-
00885-01(59755). Bogotá, D.C., veintiséis (26) de febrero de dos mil dieciocho (2018).
[2] Cita de cita. Cfr. Consejo de Estado,
Sección Tercera, auto del 2 de febrero de 1996, Rad. 11.425.
[3]
Sentencia del 15 de agosto de 2018, proferida por la Sección Tercera del Consejo de
Estado, expediente N° 66001233100020100023501 (46.947), magistrado ponente:
Carlos Alberto Zambrano Barrera.
SENTENCIA EN PROCESO CON RAD: 44809.
 Consejo de Estado, Sección Tercera.
28 de febrero de 2020.
 Nicolás Yepes Corrales.
Reparación Directa.
¿Es responsable el Estado por los daños que sufren los bienes bajo custodia de un secuestre?
1. El 3 de diciembre de 1999, el Juzgado Quinto Civil del Circuito de Bogotá libró mandamiento de
pago contra María Flor Cortés Quiñones, en el proceso ejecutivo adelantado en su contra por
FINANDINA S.A.
2. El 20 de enero de 2000, el Juzgado mencionado decretó el embargo del vehículo de placas
BHK228, del inmueble ubicado en la carrera 28 No. 3 A 39 de Bogotá y de los dineros recibidos
por concepto del arrendamiento de dicho bien.
3. El 11 de junio de 2002, se aprehendió el vehículo de placas BHK228 y se designó como
secuestre al señor Héctor Alfonso Sánchez Camelo.
4. El 14 de septiembre de 2007, el Juzgado Quinto Civil del Circuito de Bogotá dio por terminado el
proceso ejecutivo, se ordenó la devolución del bien, lo cual no se pudo llevar a cabo pues el
secuestre no conocía el paradero del automotor.
5. Posteriormente, el 27 de mayo de 2009, se devolvió el vehículo a María Flor Cortés Quiñones,
pero este presentaba daños que no tenía al momento de su aprehensión.
6. Debido a lo anterior, el 27 de enero de 2010, María Flor Cortés Quiñones, presentó demanda en
contra de La Nación – Rama Judicial – Dirección Ejecutiva de Administración Judicial, para se le
declarara patrimonialmente responsable de los perjuicios ocasionados por el error jurisdiccional y
el defectuoso funcionamiento de la administración de justicia en que incurrió el Juzgado Quinto
Civil del Circuito de Bogotá y Héctor Alfonso Sánchez Camelo, dentro del proceso ejecutivo,
adelantado en su contra por FINANDINA.

Como pretensiones la parte demandante solicita condenar a la entidad demandada a pagar la


suma de $1.000.000.000, por perjuicios morales y materiales.
• Mediante sentencia del 16 de noviembre de 2011 el Tribunal Administrativo de Cundinamarca
accedió parcialmente a las pretensiones de la demanda al constatar que la gestión del Juzgado
Quinto Civil del Circuito de Bogotá y del señor Héctor Alfonso Sánchez Camelo le ocasionaron
perjuicios a la demandante, pues incumplieron las obligaciones fijadas para el embargo y
secuestro del vehículo, debido a que tardaron 2 años en devolvérselo.
• Decretó la caducidad de los daños alegados como error jurisdiccional y condenó en abstracto a
reparar aquellos ocasionados por la tardanza en devolver el automotor.
• Al efecto, en la parte resolutiva dispuso: “condenar en abstracto a La Nación – Rama Judicial –
Dirección Ejecutiva de Administración Judicial, con el fin de determinar cuánto cuesta efectuar las
reparaciones de los daños descritos en el acta de entrega del vehículo de la actora, de fecha 27
de mayo de 2009… para que éste quedara en condiciones similares a las que podría tener un
vehículo de su tipo, con el mismo tiempo de uso con que contaba el embargado y secuestrado al
momento de su inmovilización, esto es, el 26 de diciembre de 2000”.

El Consejo de Estado es competente para desatar el recurso de apelación interpuesto en contra


de la sentencia del 16 de noviembre de 2011, proferida por el Tribunal Administrativo de
Cundinamarca, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 129 del Código Contencioso
Administrativo y 73 de la Ley 270 de 1996..
• Atendiendo a que el régimen de responsabilidad en los casos de defectuoso funcionamiento de la
administración de justicia es de carácter subjetivo, la parte demandante tiene la carga de
demostrar el incumplimiento de las obligaciones a cargo del Estado, el daño y su cuantificación,
así como la imputación fáctica y jurídica para de esa forma poder obtener una sentencia favorable
a sus pretensiones indemnizatorias.
• La demandada para lograr eximir su responsabilidad, deberá cumplir con la carga de demostrar
inexistencia del defecto en el funcionamiento de la administración de justicia, una causa extraña
que rompa la imputación o la ausencia de cualquiera de los demás elementos que constituyen el
juicio de responsabilidad.
• El daño tiene el carácter de antijurídico, pues se trata de la afectación de un interés legítimo
protegido por el ordenamiento jurídico.
• En suma, se observa que Héctor Alfonso Sánchez Camelo, en calidad de auxiliar de la justicia,
no cumplió con los deberes y obligaciones que se encontraban a su cargo, al desconocer lo
dispuesto en los artículos 9 A, 10 y 682, numeral 4, del Código de Procedimiento Civil y 2181 del
Código Civil, puesto que se designó como secuestre del vehículo y no reintegró el bien que se le
había confiado, ni dio al juzgado informe mensual de su gestión, ni depositó el vehículo en una
bodega o un almacén general que ofreciera plena seguridad, ni adoptó medidas adecuadas para
conservarlo y mantenerlo, ni rindió cuentas de ello.
• El daño alegado es imputable a La Nación – Rama Judicial – Dirección Ejecutiva de
Administración Judicial, puesto que esta entidad está llamada a responder por el defectuoso
funcionamiento de la administración de justicia producido por el ejercicio inadecuado de la función
de los auxiliares de la justicia. Debe recordarse que el defectuoso funcionamiento de la
administración de justicia puede provenir de las actuaciones “…no sólo de los funcionarios, sino
también de los particulares investidos de facultades jurisdiccionales, de los empleados judiciales,
de los agentes y de los auxiliares judiciales” , como lo constituye en el presente caso la actuación
del secuestre.
“El Estado responderá patrimonialmente por los daños antijurídicos que le sean imputables,
causados por la acción o la omisión de sus agentes judiciales”.
• El defectuoso funcionamiento de la administración de justicia fue regulado en el artículo 69 de la
Ley 270 de 1996 en los siguientes términos:
“Fuera de los casos previstos en los artículos 66 y 68 de esta ley, quien haya sufrido un daño
antijurídico, a consecuencia de la función jurisdiccional tendrá derecho a obtener la consiguiente
reparación”.
• El defectuoso funcionamiento de la administración de justicia es un título de imputación de
responsabilidad patrimonial del Estado de carácter subjetivo en el que el daño antijurídico deriva
de una situación anormal de tutela judicial efectiva, producto de que el servicio público de
administración de justicia ha funcionado mal, no ha funcionado, o ha funcionado en forma tardía.
• Así pues, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 515 del Código de Procedimiento Civil
“El secuestro de bienes sujetos a registro, tanto el previo como el decretado en el proceso, sólo se
practicará una vez se haya inscrito el embargo y siempre que en la certificación del registrador
aparezca el demandado como su propietario”.
• A su turno, el artículo 682, numeral 4, de la misma normativa dispone que el secuestro de
vehículos debe realizarse con base en la siguiente regla: “…el secuestre depositará
inmediatamente los vehículos… y demás bienes en la bodega de que disponga y a falta de ésta en
un almacén general de depósito u otro lugar que ofrezca plena seguridad, de lo cual informará por
escrito al juez al día siguiente, y deberá tomar las medidas adecuadas para la conservación y
mantenimiento”.
• Adicionalmente, el artículo 688 del Código de Procedimiento Civil señala que se debe relevar al
secuestre y proceder a la entrega de bienes, de oficio o a petición de parte, entre otros, “…si se
comprueba que ha procedido con negligencia o abuso en el desempeño del cargo o violado los
deberes y prohibiciones consagrados en el artículo 10. Para este fin se tramitará incidente y el
auto que lo resuelva será inapelable, y si deja de rendir cuentas de su administración o de
presentar los informes mensuales, en cuyo caso se le relevará de plano”.
• Siguiendo la misma línea, el artículo 9 A de la misma normativa dispone la exclusión de la lista
de auxiliares de la justicia y la imposición de multas a quienes: “…como secuestres… no hayan
rendido oportunamente cuenta de su gestión, o cubierto el saldo a su cargo, o reintegrado los
bienes que se le confiaron o los hayan utilizado en provecho propio o de terceros, o se les halle
responsables de administración negligente”.

También podría gustarte