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Aproximación al cortometraje “ Libros y lectura”

Edilberto Pérez Gil

La experiencia del acto de leer a lo largo de la vida de una persona se expresan de manera ordenada en el
tiempo en el relato del cortometraje. El realizador de este texto audiovisual hace un recorrido por las
diferentes etapas de la vida y las narra en un lenguaje simbólico cada un marcada por un punto de ignición
en el que se expresa a manera de metáfora los diferentes niveles de influencia que la lectura puede ofrecer
durante la vida.

El relato inicia con la imagen de un libro al parecer escrito a mano con letra cursiva muy grande, podría ser
un diario, la lectora es una niña sentada en un sillón en actitud concentrada. A medida que avanza en la
lectura se contrapone una escena en donde al parecer la niña se evoca encerrada en una habitación muy
descuidada, está sentada sobre una especie de cojín muy incómodo, los únicos objetos que se ven además
de ella y el libro que lee, son una jaula que cuelga del techo y una puerta blanca cerrada y aunque no se ve,
hay una ventana por donde entra luz. En la línea de interpretación propuesta la conjunción de estos
elementos pueden representar las condiciones internas de las personas en sus primeras aproximaciones
como lector: un espacio amplio pero que requiere ser mantenido , casi vacío pero con algo de iluminación,
incomodo pero

El primer punto de ignición ocurre cuando en su evocación la niña ha avanzado en su lectura y se fija en la
jaula, esta se abre y de allí comienzan a salir libros como aves que vuelan por toda la habitación como si se
quisiera indicar que un libro cerrado es un libro enjaulado y sin libertad, su contenido adquiere sentido a
medida que es leído entonces el libro puede volar, puede expresar todo lo que ha guardado El lector
adquiere el papel de libertador para el libro quien lo lee es quien lo salva de su cautiverio.

El cierre de esta escena muestra a la niña en su espacio original , pero se han traído de la escena de la
evocación algunos libros que han terminado su vuelo y descansan en los muros de la habitación. Cuando
se ha leído, el libro termina siendo parte de nuestro entorno y su contenido descansa en las paredes de
nuestro ser.
El relato de la relación entre lectura e infancia se cierra con la escena de la niña leyendo, ahora sentada en
un sillón que parece más cómodo y en un ambiente placido, limpio en el que la vegetación que asoma por
el amplio ventanal le imprime frescura y sensación de naturaleza. En estas condiciones la experiencia de la
niña pasa a otra etapa en medio de nubes a un ambiente de descanso, fantasía que es a la vez cierre de la
infancia y apertura a la adolescencia.

El viaje a través de la lectura acompaña el caminar de la que ahora es una adolescente que camina muy
concentrada y lenta leyendo y que entra a una habitación muy iluminada, pero con paredes descuidadas.
Su caminar la lleva hasta un espejo en donde está el reflejo de la mujer joven, aquí ocurre el segundo punto
de ignición en donde adolescente y mujer se miran muy fijamente, ambas con un libro en la mano pero la
mujer hace un gesto con la mano en señal de cambio, así la adolescencia termina y da paso a la juventud

Con este pase de mano la madera del espejo parece revivir permitiendo el brote de nuevas ramas que
crecen rápidamente y que parecen moverse libremente por la habitación. Aquì la mujer no tiene libro en la
mano y parece disfrutar de la contemplación de la manera como la vida nace y se mueve

Contraponiéndose a las escenas de las nubes que marcaron el fin de la niñez, la madurez lectora ahora se
muestra como el caminar hacia un medio en el que es posible sumergirse, que consume. En el tercer punto
de ignición, la joven camina hacia una alfombra que al ser pisada pierde su solidez y se transforma en un
medio liquido en el que la joven se hunde con los ojos cerrados en medio burbujas en señal de que respira
muy fuerte, pero a la vez va emergiendo en otro lado del líquido como señal de abandono de la juventud y
la llegada a la madurez.

La madurez lectora se representa en un ambiente solido sobre el que se ubica en una posición poco habitual
un sillón en el que está sentada (o mejor acostada) la ahora mujer madura. Alrededor suyo hay muchos
libros, todo ocurre en un ambiente fresco, placido y cómodo.

El único texto oral que se escucha en el corto (“ The voice is so is sweet like a soft breath of wine” ) se
muestra una escalera curva y de forma ascendente van apareciendo las imágenes de cada una de las etapas
de la vida desde la mujer madura hasta la niña, luego aparece la mujer ya anciana sentada en la parte inferior
de la escalera todas sentadas con las piernas estiradas sobre el escalón, descalzas con un libro en la mano
y con la mirada perdida y nostálgica como escuchando una voz muy dulce como un suave soplo de viento.
Luego se desvanecen hasta desaparecer en orden invertido desde la infancia hasta la ancianidad y solo
quedan en la escalera del tiempo los libros que se leyeron y que continúan como vivos sobre sus escalones.
La lectura entonces parece acompañarnos hasta la última etapa de nuestra vida.

En el mismo sillón en donde ha estado sentada la niña en el comienzo del corto y en la misma línea de la
escalera del tiempo, el relato parece cerrarse sobre su inicio , la anciana está sentada leyendo, la luz se va
a atenuando y en un momento el rostro de la anciana se oscurece, la luz recupera su intensidad y sobre la
sombra del rostro de la anciana se genera la imagen del rostro de la niña.
En el mismo sillón de la primera escena y que ahora parece haber sufrido el paso del tiempo y el uso
reaparece la niña y el libro ahora en blanco reclama su deseo de que se le muestre un tiempo más allá de
la propia existencia.

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