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1Economía Social y Solidaria

Valentina Acuña, Juliana Gómez, Carlos Pita Arcieri, Faid Valeta

Economía Aplicada

Luis Fernando Ospino Arias

Noviembre 2020

Institución Universitaria Itsa


Barranquilla
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INDICE

Página

1.Introducción 3

2.Como surge el concepto de economía social y solidaria. 4

3. Características economía social y solidaria 5

4. La economía social y solidaria: Principios y valores 6

5. Objetivos economía social y solidaria: 7

7. De la economía solidaria o economía social se destaca que... 7

8. Beneficios que muestra la economía social y solidaria 8

9. Como se maneja la economía social y solidaria en el mercado 9

10. La economía social y solidaria en Colombia 10

11. Los 6 principios de la Carta de la Economía Solidaria 12

12. Conclusión 14
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INTRODUCCIÓN

La presente investigación se refiere al tema de las economías sociales y solidarias dentro


del mercado, estas economías y solidaria desempeña un importante y creciente papel en
nuestras economías y sociedades al ofrecer empleo, protección y otros beneficios
sociales y económicos. Debido a sus rasgos distintivos y ventajas comparativas, entre
otras su gobernanza democrática y gestión autónoma, las empresas y organizaciones de
la economía social son respaldadas, o están a punto de ser respaldadas, por un creciente
número de países. Los marcos de políticas para el desarrollo de la economía social a
escala nacional y regional están siendo implementados en todas las regiones del mundo,
donde se crean asociaciones entre los gobiernos, los interlocutores sociales y la sociedad
civil.

La economía social promueve valores y principios que se centran en las necesidades de


las personas y su comunidad. En el espíritu de la participación voluntaria, la autoayuda y
la independencia, y a través de los medios de las empresas y organizaciones, busca
equilibrar el éxito económico con la justeza y la justicia social desde el nivel local hasta
el mundial. Los conceptos constitucionales de la OIT sobre justicia y paz están
vinculados a las empresas y organizaciones de la economía social, junto con otras
empresas de los sectores privado y público como reconocen la OIT y sus mandantes en
la Declaración sobre justicia social para una globalización justa (2008), que llama a
centrarse en las personas.

El concepto de economía social ya es una parte integral de muchas iniciativas y


programas de la OIT, tales como los programas que promueve la producción intensiva
en mano de obra, la promoción del ecoturismo y el comercio justo, el apoyo a las
minorías indígenas, los proyectos de desarrollo económico local, el “OIT SIDA”, los
empleos verdes y, más ampliamente, las empresas sostenibles y el piso de protección
social. Durante décadas, la OIT ha acumulado una vasta experiencia en la economía
social ha desarrollado un abarcador conjunto de estrategias e instrumentos para servir a
las personas en su búsqueda de la justicia social a través del Trabajo Decente. Sin
embargo, estas estrategias e instrumentos no satisfacen la necesidad de definir a las
empresas y organizaciones de la economía social como parte de un todo coherente e
integral. Dicha acción es necesaria para mejorar e incrementar la eficiencia de estas
empresas y organizaciones individualmente, así como su eficiencia combinada en
términos de los objetivos perseguidos.
La promoción de la economía social se basa en la contribución simultánea y mutuamente
reforzadora a cada dimensión del Programa de Trabajo Decente. Las empresas y
organizaciones de la economía social crean y mantienen empleos y medios de vida,
amplían la protección social, fortalecen y amplían el diálogo social para todos los
trabajadores y promueven la aplicación y cumplimiento de las normas de trabajo para
todos. En esta época de recuperación de la crisis, la promoción de la economía social
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dentro del marco del Programa de Trabajo Decente es una importante aliada para
implementar el Pacto Mundial para el Empleo desde el nivel local hasta el mundial.

Como surge el concepto de economía social y solidaria.

La Economía Social comienza a fraguarse en 1971, de la mano del alemán Klaus


Schwab. Esta iniciativa económica comienza a tomar forma con la creación del Foro
Económico Mundial. Una fundación creada por Klaus Schwab sin ánimo de  lucro con
sede en Suiza. El principal objetivo del Foro Económico Mundial y de Klaus Schwab es
la ‘mejora de la situación mundial’. Desde la fundación se afirma la insostenibilidad del
sistema económico. Klaus Schwab asegura la inviabilidad del sistema económico, es
imposible la sostenibilidad del progreso económico sin desarrollo social, y el desarrollo
social no es viable sin progreso económico.
Años más tarde, en 1998, Klaus Schwab crea la Fundación Schwab para el
Emprendimiento Social. Esta nueva fundación es creada, por Klaus Schwab, con el fin de
unir a empresas y personas con proyectos empresariales sólidos y sostenibles con un fin
social importante.
Uno de los últimos proyectos de Klaus Schwab es el Foro de Jóvenes Líderes Globales.
Esta nueva fundación nace en 2004. El objetivo del Foro de Jóvenes Líderes Globales es
la reunión de más de 500 personas (menos de 40 años) que formen o hayan formado parte
de proyectos comprometidos con la sostenibilidad social y medio ambiental. El trabajo de
estas personas integradas en el Foro de Jóvenes Líderes Globales es conseguir un cambio
global.
Sin lugar a dudas, el Foro Económico Mundial se ha convertido en un referente de la
Economía Social. Son muchos los órganos de poder y empresarial que siguen muy
atentos los datos que se analizan en sus reuniones anuales.

El concepto de Economía Social y Solidaria (ESS) surge a mediados del siglo pasado
como una solución contra la desigualdad que el sistema genera y propone unas prácticas
alternativas al sistema económico actual mediante la aplicación de valores universales,
como la equidad, la justicia, la fraternidad económica, la solidaridad social, el
compromiso con el entorno y la democracia directa. Para la ESS estos son los valores que
deben regir la sociedad y las relaciones entre las personas. En la actualidad, la ESS se
enfrenta a nuevos retos para seguir creciendo y fortaleciéndose como agente político,
social y económico.
El concepto de Economía Social y Solidaria (ESS) abarca una diversidad de experiencias
prácticas que pretenden dar respuesta a los graves problemas de desigualdad que el
sistema genera y que han ido tejiendo una red de iniciativas que, juntas, constituyen otra
visión de la economía.
Tomando la definición que se obtiene de cualquier manual de economía básica, que
explica ésta como “la ciencia social que estudia los recursos, la creación de riqueza y la
producción, distribución y consumo de bienes y servicios, para satisfacer las necesidades
humanas”, la ESS pone en el centro de la economía el bienestar de las personas, situando
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los recursos, la riqueza, la producción y el consumo como meros medios para alcanzar tal
fin.
Si bien han existido prácticas de economía social a lo largo de toda la historia de la
humanidad (comunidades de apoyo mutuo, relaciones de trueque, etc.), las raíces y los
orígenes del concepto de Economía Social tal y como lo conocemos en la actualidad se
encuentran en las grandes corrientes ideológicas del siglo XIX, tanto en la tradición
social-cristiana como en la socialista de autoorganización y autogestión de la clase
obrera, en las que se designaban las nuevas formas de organización creadas por los
trabajadores tales como cooperativas, asociaciones obreras y mutualidades de seguros, de
ahorro y de crédito.
Este tipo de organizaciones surgieron con el objetivo de dar respuesta a las carencias y
necesidades de una parte de la población que no eran satisfechas por el mercado ni por el
Estado. Sin embargo, también incorporaban una dimensión de carácter sociocultural,
como es la pertenencia a un grupo con una identidad colectiva y un destino común.
Durante el periodo de expansión de posguerra, después de 1945, la economía social
evolucionó en consonancia con las características del régimen de acumulación fordista
vigente en la época, observándose una pérdida de dimensión política en favor de otras
consideraciones que fueron ganando más relevancia, como los aspectos relacionados con
la competitividad y la eficiencia económica, llegando a poner en cuestión, en algunos
casos, la aplicación de los valores en los que se sustentaba.

Características de la economía social y solidaria:

 Estar organizada como empresa, cuyo objeto social sea el de satisfacer necesidades de los
asociados y el beneficio comunitario.

 Tener establecido un vínculo asociativo.

 Tener incluido en sus estatutos la ausencia de ánimo de lucro.

 Garantizar la igualdad de derechos y obligaciones de sus miembros, sin consideración a sus


aportes.

 Establecer en sus estatutos un monto mínimo de aportes sociales no reducibles.

 Integrarse social y económicamente con otras entidades sin ánimo de lucro.


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La economía social y solidaria tiene unos principios y valores que enmarcan


un poco lo que es esta economía:

Sostenibilidad medioambiental y de la vida: Llevar a cabo iniciativas y proyectos de


economía social y solidaria implica colocar la sostenibilidad de la vida en el centro, de
manera que los cuidados de las personas y de la naturaleza tengan una importancia
central en el día a día.
Importancia de las personas: Las personas representan el elemento central en estas
entidades, tanto desde el punto de vista interno como desde el externo: las entidades de
economía social y solidaria tienen como principal objetivo satisfacer las necesidades de
sus personas trabajadoras y de su entorno, y no la maximización de los beneficios como
ocurre en las empresas mercantiles. Por este motivo, la economía social y solidaria
prioriza la producción de productos y servicios útiles y necesarios para la sociedad y las
personas.

Compromiso con la sociedad y el entorno: Las empresas de la economía social y


solidaria son conscientes de que desarrollan su actividad en un contexto particular en el
que se dan múltiples problemas sociales y ambientales. Por ello, tratan de vincularse a su
entorno cercano buscando un desarrollo local económica, social y ambientalmente
sostenible y formando parte también de los tejidos asociativos de sus entornos.

Calidad de vida: Además de crear empleo, la economía social y solidaria intenta


garantizar la calidad de vida de las personas, consolidando un empleo que sea estable y
con buenos salarios, e intentando reforzar los aspectos salariales con otro tipo de medidas
flexibles que faciliten la conciliación entre trabajo y vida.

Formación continua y desarrollo de la creatividad: La educación y el aprendizaje


tienen una gran importancia en la economía social y solidaria como manera de apoyar el
desarrollo personal y de formar personas trabajadoras altamente cualificadas y
empoderadas a la hora de tomar decisiones y participar activamente en la gestión de su
empresa. Un ejemplo de ello es el hecho de que las cooperativas están obligadas por ley a
destinar un porcentaje de sus beneficios a la formación continua.

Cooperación: La economía social y solidaria es un modelo económico participativo y


democrático que, apuesta por unas relaciones laborales basadas en la solidaridad, la
ayuda mutua, el trabajo en red y la construcción colectiva entre todas las personas que
forman parte de una empresa.

Democratización de la economía: El funcionamiento más democrático de las estructuras


y métodos organizativos de las entidades de la economía social y solidaria, unido a la
formación continua de sus personas trabajadoras, facilitan un control activo y
participativo de la actividad empresarial por parte de estas, que en ocasiones son, además,
las propietarias de la entidad.
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Beneficios económicos y balance social: Los balances económicos de las entidades de la


economía social y solidaria tienen en cuenta, además de los resultados económicos, el
impacto de su actividad, así como la promoción de la redistribución y reinversión de la
riqueza frente a su concentración o uso especulativo. Además, los beneficios que generan
se estiman tanto en términos económicos como de desarrollo personal. Un ejemplo: las
cooperativas están obligadas a destinar al menos el 20% de sus beneficios a la reinversión
en la propia cooperativa.

Objetivos economía social y solidaria:

Esta economía tiene unos objetivos que se enfocan más que todo en el dar oportunidades
a la economía popular de los países, podemos enmarcar estos objetivos.

a) Crear capacidades para que los actores de la Economía Solidaria se consoliden como
sujetos económicos-sociales-políticos que participan en el nuevo régimen del buen vivir.

b) Crear las condiciones para el desarrollo de los actores de la Economía Popular y


Solidaria a través de su acceso a los factores productivos y de la coordinación y
articulación de políticas, normas y acciones que impulsan y/o ejecutan las Instituciones
del Estado, los gobiernos autónomos descentralizados, las organizaciones sociales, las
universidades y la comunidad en general.

c) Generar oportunidades y espacios para el fortalecimiento y dinamización de los


procesos de producción, distribución, circulación, financiamiento, comercialización y
consumo de bienes y servicios de los actores de la economía.

De la economía solidaria o economía social se destaca que:

 Tiene varias definiciones, pero la mayoría converge en ciertos aspectos clave, como
la priorización del bienestar colectivo frente a la generación de riqueza.

 Es un enfoque que se contrapone a la economía capitalista, afirmando que esta


produce desigualdad y afecta al medio ambiente.

 La economía solidaria no implica ni exige la eliminación del capitalismo, sino que


puede ser aplicada en ciertos ámbitos, por ejemplo, dentro de una institución que
desarrolle actividades culturales en zonas urbanas con altos índices de pobreza.

 Uno de los principios es la autogestión, lo que significa que la organización o


empresa es administrada por los propios productores. Esto sucede, por ejemplo,
cuando muchos empresarios agrícolas pequeños forman una asociación. De esa
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forma, buscan generar economías de escala y negociar con sus clientes ofreciendo un
mayor volumen de venta.

 Otro de los pilares es la sostenibilidad, por lo que una organización basada en la


economía solidaria procura utilizar métodos de producción que afecten lo menos
posible el medio ambiente. Por ejemplo, cambia el uso de bolsas de plástico por
aquellas que son de papel.

 Dentro de este modelo económico se cuentan actualmente las siguientes formas jurídicas que
administran su negocio en base a principios como la equidad y la responsabilidad social y con
el ecosistema. Es decir, no apuntan únicamente a un fin lucrativo: Cooperativas, Fondos de
empleados, Mutuales, organizaciones no gubernamentales, entre otras.

Los beneficios que muestra la economía social y solidaria son:

1. Creación de empleo: no solo crea empleo, además, este es más digno, con
condiciones laborales atractivas para el trabajador, que no se siente explotado nunca.

2. Cohesión social: también permite una mayor cohesión social, que se fomenta a través
de sus trabajos colaborativos.

3. Flexibilidad en las condiciones de trabajo: cualquier empleado encontrará facilidades


para conciliar vida profesional y familiar.

4. Fomento de valores: este tipo de economía se encarga de promover valores valiosos,


como son la cooperación, el cuidado del medio ambiente, la solidaridad, etc.

5. Responsabilidad medioambiental: además, se procura que cuanto se produce sea


equilibrado y responsable, sin dañar el medio ambiente.

6. Consumo responsable: no nos podemos olvidar del desarrollo del consumo


responsable y racional, que también se promueve por medio de la economía
colaborativa.

7. . Desarrollo integral: finalmente, se pretende un desarrollo humano integral,


sostenido y sustentable, con participación democrática de todos los actores, lo que
ayuda a crear una sociedad más justa, auto determinante y dinámica, capaz de
garantizar la equidad.
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Observamos la importancia del manejo sostenible y sustentable de los recursos, lo


que viene asociado a la práctica de valores que mejoran las sociedades y las hacen
más justas e igualitarias, obteniendo una clara positividad en las condiciones de vida
de todos.

Sin embargo, las desventajas que pueden encontrarse en este tipo de modelo económico,
es un entorno de desconocimiento que puede ser estatal, social e incluso interno, ya que
en ocasiones el asociado no se concientiza de su participación, convirtiéndose en un
usuario, no en un socio o dueño que conoce y reconoce sus funciones, lo que se deriva en
un desconocimiento del modelo que puede llevar a incongruencias incluso
administrativas.

Como se maneja la economía social y solidaria en el mercado

Este tipo de organizaciones surgieron con el objetivo de dar respuesta a las carencias y
necesidades de una parte de la población que no eran satisfechas por el mercado ni por el
Estado. Sin embargo, también incorporaban una dimensión de carácter socio-cultural,
como es la pertenencia a un grupo con una identidad colectiva y un destino común.
Durante el periodo de expansión de posguerra, después de 1945, la economía social
evolucionó en consonancia con las características del régimen de acumulación fordista
vigente en la época, observándose una pérdida de dimensión política en favor de otras
consideraciones que fueron ganando más relevancia, como los aspectos relacionados con
la competitividad y la eficiencia económica, llegando a poner en cuestión, en algunos
casos, la aplicación de los valores en los que se sustentaba.
Es en los años setenta del pasado siglo cuando comienza a emerger la Economía Solidaria
como un modelo económico con una visión global de transformación social,
constituyendo una forma de combatir la pobreza, la desigualdad y la ausencia de respeto
por el entorno.
Existen prácticas y herramientas de la Economía Social y Solidaria en todos los campos
del ciclo económico, tanto en la producción como en la distribución, la financiación y el
consumo. Algunas iniciativas están enmarcadas en formas jurídicas formalizadas,
mientras que otras iniciativas se encuentran dentro de la economía informal, pero todas
ellas comparten el espíritu y los valores descritos con anterioridad.

Como ejemplo de puesta en práctica de esta otra economía social y solidaria en su faceta
más formalizada encontramos empresas de inserción social, mutualidades, cooperativas
(destacando las de trabajo asociado) y asociaciones. Pero también existen iniciativas más
informales, aunque no por ello de menor impacto social, como bien pueden ser los grupos
de consumo (grupos autogestionados de consumidores que se organizan para comprar
directamente a los productores locales productos alimenticios de producción ecológica,
evitando intermediarios). Cabe destacar también la articulación de cada vez mayor
número de monedas sociales, bancos de tiempo y mercados de trueques en los distintos
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territorios. Como ejemplos prácticos y con gran desarrollo social podemos citar la
moneda social Puma en Sevilla, el Boniato en Madrid y La Mora en la Sierra Norte de
Madrid.

En el ámbito de los servicios financieros, existen proyectos de banca ética (Fiare),


cooperativas de servicios financieros (Coop57), comunidades autofinanciadas basadas en
la confianza y otras herramientas de financiación colectiva como son las numerosas
plataformas de crowdfunding (Lánzanos, Verkami, Goteo, entre otras).

La economía social y solidaria en Colombia

En Colombia, las nociones de economía social y tercer sector no lucrativo calaron hondo
en la estructuración de lo que hoy, legalmente, se denomina economía solidaria. Desde
empresas cooperativas, fieles a la índole mutual de la economía social, hasta asociaciones
de vendedores informales y organizaciones filantrópicas fueron promovidas desde
ámbitos gubernamentales y no gubernamentales, en una singular construcción de un
universo social casi ilimitado y aún difuso y disperso. En este contexto, se establecieron
varias fuentes de construcción organizacional de un gran sector social y solidario sin que,
jurídicamente, se establecieran articulaciones entre ellos.

Inicialmente, la Ley 79 de 1988 reconoce la noción de sector cooperativo constituido por


todas las formas cooperativas donde los aportantes son beneficiarios de la actividad
empresarial. Por fuera de ámbito, pero con nexos de proximidad, quedaban los fondos de
empleados y las asociaciones mutuales. Posteriormente, la Ley 454 de 1998 amplío la
noción de sector cooperativo a sistema de economía solidaria y en ella se incluyó, junto a
todas las formas cooperativas, a las mutuales y a fondos de empleados. Bajo esta noción
quedaron con nexos de proximidad organizaciones como juntas de acción comunal,
voluntariados, cajas de compensación y fundaciones, todas ellas caracterizadas porque
sus aportantes se organizan para beneficiar a terceros. La Ley 454 de 1998, en su Artículo
2, entiende por economía solidaria al “sistema socioeconómico, cultural y ambiental
conformado por el conjunto de fuerzas sociales organizadas en formas asociativas
identificadas por prácticas autogestionarias solidarias, democráticas y humanistas, sin
ánimo de lucro para el desarrollo integral del ser humano como sujeto, actor y fin de la
economía”.

Paralelamente, el universo mayor de empresas sociales y solidarias se definió en el


Estatuto Tributario de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, que establece el
título de entidades sin ánimo de lucro para incluir a todas aquellas organizaciones que no
reparten entre sus miembros las utilidades generadas en cumplimiento de su objeto social.
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Las entidades sin ánimo de lucro en Colombia incluyen, entre otras organizaciones:
Corporaciones y fundaciones.

• Instituciones de educación superior e instituciones de educación formal y no formal.


• Iglesias.
• Partidos y movimientos políticos.
• Entidades privadas del sector salud.
• Establecimientos de beneficencia y de instrucción pública de carácter oficial.
• Propiedades regidas por las leyes de propiedad horizontal. Economía social y solidaria
en el territorio 37
• Cajas de compensación familiar.
• Juntas de acción comunal, cabildos indígenas y asociaciones de cabildos.
• Entidades de naturaleza cooperativa, fondos de empleados y asociaciones mutuales.
• Instituciones auxiliares de cooperativismo.
• Entidades ambientalistas.
• Entidades científicas, tecnológicas, culturales e investigativas.
• Instituciones de utilidad común que prestan servicio de bienestar familiar.
• Asociaciones agropecuarias y campesinas nacionales y no nacionales.
• Entidades gremiales y organizaciones civiles en general.

Paralelamente a estas clasificaciones institucionales, la economía social y solidaria está


en pleno auge. La persistencia de décadas de violencia repercute en el debilitamiento de
las expresiones organizadas de la sociedad civil. Sin embargo, ante un escenario que
propende por la convivencia pacífica, emergen cientos de experiencias que estaban
relegadas a ciertos territorios en los que la institucionalidad preponderante no era la
oficial y que hoy genera una suerte de ebullición de expresiones solidarias en los campos
socioeconómicos, culturales, políticos y ambientales ávidos por profundizar sus acciones,
democratizar los mercados y hacer del territorio una expresión de vida civil. En este
resurgir de la economía social y solidaria es menester conocer otras referencias y
documentar las propias bajo un carácter de comunidades epistémicas que despliegan su
energía comunitaria hacia la autodeterminación. Referentes internacionales de la
economía social y solidaria, pautas orientadoras como el Laudato Si, acuerdos como el
COP21 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible y Acuerdos como el de la Habana se
constituyen en elementos de fomento para integrar las diferentes expresiones de la
solidaridad.
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Los 6 principios de la Carta de la Economía Solidaria:

En base a este posicionamiento, objetivos y valores, se redacta la Carta de Principios de


la Economía Solidaria, espina dorsal y elemento identitario de la Economía Solidaria. Los
principios que recoge son los siguientes

1. Principio de equidad

 Consideramos que la equidad introduce un principio ético o de justicia en la igualdad.


Es un valor que reconoce a todas las personas como sujetos de igual dignidad, y
protege su derecho a no estar sometidas a relaciones basadas en la dominación sea
cual sea su condición social, género, edad, etnia, origen, capacidad, etc.

 Una sociedad más justa es aquella en la que todas las personas se reconocen
mutuamente como iguales en derechos y posibilidades, y tiene en cuenta las
diferencias existentes entre las personas y los grupos. Por ello debe satisfacer de
manera equitativa los intereses respectivos de todas las personas.

 La igualdad es un objetivo social esencial allí donde su ausencia trae consigo un


déficit de dignidad. Cuando se vincula con el reconocimiento y respeto a la
diferencia, lo denominamos “equidad”

2. Principio de trabajo

 Consideramos que el trabajo es un elemento clave en la calidad de vida de las


personas, de la comunidad y de las relaciones económicas entre la ciudadanía, los
pueblos y los Estados. Por ello desde REAS situamos la concepción del trabajo en un
contexto social e institucional amplio de participación en la economía y en la
comunidad.

 Afirmamos la importancia de recuperar la dimensión humana, social, política,


económica y cultural del trabajo que permita el desarrollo de las capacidades de las
personas, produciendo bienes y servicios, para satisfacer las verdaderas necesidades
de la población (nuestras, de nuestro entorno inmediato y de la comunidad en
general). Por eso para nosotros el trabajo es mucho más que un empleo o una
ocupación.
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 Constatamos que estas actividades las podemos ejercitar individual o colectivamente,


y pueden ser remuneradas o no (trabajo voluntario)  y la persona trabajadora pueda
estar contratada o asumir la responsabilidad última de la producción de bienes o
servicios (autoempleo).
 Dentro de esta dimensión social hay que destacar que sin la aportación del trabajo
llevado a cabo en el ámbito del cuidado a las personas, fundamentalmente realizado
por las mujeres, nuestra sociedad no podría sostenerse. Trabajo que aún no está
suficientemente reconocido por la sociedad ni repartido equitativamente.

3. Principio de sostenibilidad ambiental:

 Toda nuestra actividad productiva y económica está relacionada con la naturaleza, por
ello nuestra alianza con ella y el reconocimiento de sus derechos es nuestro punto de
partida.
 Nuestra buena relación con la Naturaleza es una fuente de riqueza económica, y de
buena salud para todos. De ahí la necesidad fundamental de integrar la sostenibilidad
ambiental en todas nuestras acciones, evaluando nuestro impacto ambiental (huella
ecológica) de manera permanente.

 Hay que reducir significativamente la huella ecológica humana en todas nuestras


actividades, avanzando hacia formas sostenibles y equitativas de producción y
consumo, y promoviendo una ética de la suficiencia y de la austeridad.

4. Principio de cooperación

 Queremos favorecer la cooperación en lugar de la competencia, dentro y fuera de


nuestras organizaciones vinculadas a la Red, buscando la colaboración con otras
entidades y organismos públicos y privados…

 Pretendemos construir colectivamente un modelo de sociedad basándonos en el


desarrollo local armónico, las relaciones comerciales justas, la igualdad, la confianza,
la corresponsabilidad, la transparencia, el respeto…

 Partimos de que la Economía Solidaria está basada en una ética participativa y


democrática, que quiere fomentar el aprendizaje y el trabajo cooperativo entre
personas y organizaciones, mediante procesos de colaboración, de toma de decisiones
conjuntas, de asunción compartida de responsabilidades y deberes, que garanticen la
máxima horizontalidad posible a la vez que respeten la autonomía de cada una, sin
generar dependencias.
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 Entendemos que estos procesos de cooperación deben extenderse a todos los ámbitos:
local, regional o autonómico, estatal e internacional y deben normalmente articularse
en Redes donde se vivan y se fomente esos valores.

5. Principio "sin fines lucrativos"

 El modelo económico que practicamos y perseguimos tiene como finalidad el


desarrollo integral, colectivo e individual de las personas, y como medio, la gestión
eficiente de proyectos económicamente viables, sostenibles e integralmente rentables,
cuyos beneficios se reinvierten y redistribuyen.

 Esta “no – lucratividad”, está íntimamente unida a nuestra forma de medir los
balances de resultados, que tienen en cuenta no solo los aspectos económicos, si no
también los humanos, sociales, medioambientales, culturales y participativos y el
resultado final es el beneficio integral.

 Se entiende por ello que nuestras actividades destinan los posibles beneficios a la
mejora o ampliación del objeto social de los proyectos así como al apoyo de otras
iniciativas solidarias de interés general, participando de esta manera en la
construcción de un modelo social más humano, solidario y equitativo

6. Principio de compromiso con el entorno

 Nuestro compromiso con el entorno se concreta en la participación en el desarrollo


local sostenible y comunitario del territorio.

 Nuestras organizaciones están plenamente integradas en el territorio y entorno social


en el que desarrollan sus actividades, lo que exige la implicación en redes y la
cooperación con otras organizaciones del tejido social y económico cercano, dentro
del mismo ámbito geográfico.

 Entendemos esta colaboración como un camino, para que experiencias positivas y


solidarias concretas puedan generar procesos de transformación de las estructuras
generadoras de desigualdad, dominación y exclusión.
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 Nuestro compromiso en el ámbito local nos aboca a articularnos en dimensiones más


amplias para buscar soluciones más globales, interpretando la necesidad de transitar
continuamente entre lo micro y lo macro, lo local y lo global.
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Se puede considerar a la Economía Social y Solidaria como un concepto integrador que


aúna perspectivas de diferentes corrientes de la economía alternativa. Tanto el enfoque de
las capacidades y del desarrollo humano sostenible como la economía feminista y la
economía ecológica, como la mirada indígena del Buen Vivir, buscan poner a las
personas y sus condiciones de vida en el centro del análisis y vincular los trabajos con la
producción socialmente necesaria, con la satisfacción de las necesidades básicas,
apostando por “otra economía más justa”.

A veces, la ESS es confundida con una economía exclusiva para los colectivos más
vulnerables, pero en realidad la ESS es una opción para todas las personas y los proyectos
deben ser viables y sostenibles desde el punto de vista técnico y económico. Conviene
destacar que la ESS lleva consigo la puesta en práctica de unos determinados valores y
principios éticos que aspiran a ser normativos. Así, la ESS pretende incorporar los
valores universales que deben regir la sociedad y las relaciones entre las personas:
equidad, justicia, fraternidad económica, solidaridad social, compromiso con el entorno y
democracia directa1.

De la misma manera, esta base ideológica descrita incorpora rasgos esenciales


compartidos, como unos sistemas de decisión y organización democráticos, voluntad de
transparencia y equidad, empoderamiento de las personas, orientación ética de la
actividad, primacía de la cooperación frente a la competencia, preocupación preferente
por las personas y colectivos más necesitados, respeto medio-ambiental, focalización en
la generación de empleo, atención destacada al entorno local y vocación de trabajo al
servicio del bien común.

Estas economías son muestran ventajas para la sociedad, creación de empleos decentes,
cohesión social, flexibilidad frente a las condiciones de mercado, constitución como actor
público, mayor difusión, y cada una de estas ventajas pues, permiten que sea una
economía sostenida y que nos ayude con la economía del país.
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Bibliografía

 https://www.economiasolidaria.org/recursos/biblioteca-la-economia-social-y-
solidaria-una-economia-para-las-personas/

 https://www.javeriana.edu.co/documents/16113/9477233/N+2+Econom
%C3%ADa+social+y+solidaria+en+el+territorio+%28WEB%29.pdf/c5355176-
c247-4a91-99d3-2a7748164495

 Libro GUÍA DIDÁCTICA DE ECONOMÍA SOCIAL Y SOLIDARIA (modulo II).

 https://economipedia.com/

 https://www.economiasolidaria.org/

 https://www.economiasolidaria.gob.ec/

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