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Fotografía: introducción y corrección del balance

de blancos
 

Empezamos con este artículo una serie de pildorillas fotográficas, saberes fotográficos básicos
que nos valen no solamente para mejorar nuestras fotos culinarias, sino para mejorar nuestra
fotografía en general, también esas fotos que les hacemos a los peques en la playa.
Comenzamos con el balance de blancos, concepto que cualquier fotógrafo aficionado debe
conocer.
Para explicar lo que es el balance de blancos tenemos que empezar por conocer qué es
la temperatura de color. La luz que vemos rara vez tiene un blanco puro, sino que suele tener
lo que se llama una dominante de color, que significa que predomina alguno de los colores del
espectro en ella. Nuestro cerebro es perfectamente capaz de interpretar los distintos tonos de
la luz, pero las cámaras son más tontas y necesitan algún que otro ajuste para representarlos
correctamente.
Por ejemplo, ¿por qué decimos que la luz de una vela es cálida? Pues porque dominan en ella
los tonos rojos-naranjas. Si iluminamos una escena con velas y queremos que los colores no
nos salgan todos tirando al naranja, tendremos queequilibrar su temperatura de color. Fijaos
en la siguiente foto: es igual a la del principio del artículo, pero con unos tonos completamente
distintos, ¿verdad? La primera está equilibrada para el mantel y la segunda para la sombra de
la vela, que tiene un tono más anaranjado.
Lo mismo ocurre con una habitación iluminada con fluorescentes… ¿no habéis hecho fotos en
la cocina que parecen tomadas en una nave espacial? Los colores rarunos en las fotos los
podemos evitar haciendo un buen balance de blancos, cosa que podemos conseguir por varias
vías. Para lo que es imprescindible una cosa: leer el manual de la cámara. Que no, eso no
puedo hacerlo yo por vosotros.
Las cámaras digitales tienen como mínimo un ajuste automático del balance de blancos.
Ajustan la parte más brillante del encuadre para que sea blanco puro y la parte más oscura
para que sea negro, pero no son infalibles y este ajuste es mejorable. Muchas tienen también
distintos modos, para sol, sombra y distintas iluminaciones artificiales, que puedes seleccionar
antes de hacer la fotografía.
Otra opción que suelen ofrecer es el ajuste predeterminado. Con este modo, antes de hacer la
fotografía que pretendes tirar, enfocas a algún objeto de color blanco más o menos puro que
tengas a mano y que reciba la misma iluminación de la escena que vayas a fotografiar. La
cámara toma ese blanco como modelo y ajusta la siguiente foto a esa temperatura de color. El
resultado es bastante bueno, pero requiere tener tranquilidad y no estar haciendo fotos a salto
de mata. Y tener algo blanco a mano.

En la anterior foto podemos ver a la izquierda el balance de blancos automático de la cámara


(una réflex Nikon D70s) y a la derecha el balance de blancos preajustado sobre algo blanco
antes de disparar, como os acabo de explicar. Veis que, aunque no sea muy grande, se aprecia
la diferencia.
En la fotografía anterior se muestran a título ilustrativo el ajuste para bombilla incandescente a
la izquierda y el ajuste para luz fluorescente. Como la foto está tomada con luz natural el
resultado es un bodrio. En la fotografía siguiente se muestra el ajuste para nublado a la
izquierda (bastante correcto, pues el cielo estaba nublado) y el ajuste para sombra a la
derecha).

La última opción para equilibrar los colores de una fotografía es ajustar el balance de
blancos después de hacer la foto, sobre el archivo digital, en el ordenador con algún
programa de procesado como Photoshop o Lightroom. Es lo que suelo usar yo, tengo la
cámara ajustada en balance automático y luego siempre corrijo, porque yo proceso las
fotografías sí o sí puesto que trabajo en formato raw o nativo, no en jpg (que esto ya
explicaremos otro día de qué va).
Como asumo que si estáis leyendo este artículo os gusta mínimamente la fotografía y os
interesa mínimamente dejar vuestras fotos decentes, tendréis acceso a algún programa de
revelado o procesado. Si no es así, hay programas básicos de procesado con acceso
online, en este artículo de dzoom os cuentan muchas posibilidades.
Os voy a contar cómo hago yo el balance de blancos, que no es por supuesto la única manera
de hacerlo, pues los programas de procesado son tan complejos que siempre hay más de un
camino para llegar a un cierto sitio. Eso sin contar que muchos métodos son opinables y la
cosa va en gustos. El método que uso lo aprendí de un gran fotógrafo, José María Mellado.
Utilizaremos el programa que acompaña a Photoshop, Adobe Camera Raw o ACR. Yo trabajo
con los archivos digitales nativos, raw, por lo que puedo ajustar casi lo que me dé la gana,
siempre que la foto esté razonablemente bien expuesta. Si abrimos nuestras carpetas de fotos
con Adobe Bridge (el organizador que viene con PS), poniendo el cursor sobre la foto y
pulsando el botón derecho del ratón aparecerá el menú contextual donde veremos la
opción Abrir con Camera Raw (la tercera desde arriba). Con este procedimiento podemos
abrir igualmente archivos raw y archivos jpg.

Se nos abrirá el editor de Camera Raw. Lo que nos interesa es el gotero que es el tercer icono
por la izquierda de la barra superior, ¿lo veis? Pinchamos en él para seleccionarlo, veis que se
llama Herramienta Equilibrio de blancos (I). Ahora nos movemos sobre la foto y hacemos clic
con ese gotero sobre una zona de blanco puro de la foto. Fijaos en los parámetros de la
derecha, las dos barras de colorines que se llaman Temperatura y Matiz. Veréis cómo
cambian sus valores al hacer clic sobre el blanco con el gotero.
La temperatura de la foto original era 4000 y el matiz +34. En la siguiente foto vemos que el
color blanco del fondo es mucho más natural y los parámetros han cambiado a 5300 (más
cálido) y +10 (menos magenta y más verde). Ahora ya podemos abrir nuestra foto en
Photoshop pinchando el botón inferior de Abrir imagen o Abrir objeto y seguir procesando una
foto con un equilibrio de blancos perfecto. O casi.

Este método solo tiene un inconveniente: es necesario que haya algo blanco en la escena.
Esto puede ser un problema en cualquier foto tomada cuando vamos de viaje, pero en el caso
de un bodegón culinario no cuesta nada hacer la misma foto con un paño blanco dentro del
encuadre. Que tirar archivos digitales es gratis. La mancha blanca se usa para ajustar el blanco
y luego ese ajuste se puede copiar a la foto que queramos.
Para ello, una vez ajustados los blancos, se cierra el editor de Camera Raw; veremos que en el
organizador Bridge saldrá la foto ya bien ajustada. Entonces abrimos el menú contextual con el
botón derecho del ratón y elegimos la opción Desarrollar ajustes, de la que a su vez hay que
elegir la opción Copiar ajustes. Luego volvemos a abrir el menú para la foto a la que queremos
trasladar el balance de blancos correcto y elegimos la misma opción Desarrollar ajustes. En
este caso también dispondremos de la opción Copiar ajustes. Clicamos sobre ella y listo. El
balance de blancos de la foto cambiará a los valores ajustados.
Y os estaréis preguntando: ¿es imprescindible saber ajustar bien el balance de blancos?
Pues depende de si queréis hacer las fotos para salir del paso o queréis mejorar vuestro
método fotográfico para dejar deslumbrados a propios y extraños con vuestro saber
hacer… Eso es cosa vuestra.
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