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Denuncian que Fiscalía y Centro de Memoria Histórica ocultan las cifras

de desaparecidos
Un equipo de defensores y familiares de víctimas de desaparición forzada en Colombia estableció que la
Fiscalía borró 13 años de información sobre el número de víctimas de este delito. Pasó de contabilizar 98.930
víctimas a solo 34.978. Por su parte, el Centro Nacional de Memoria publicó en sus redes que son 76.320
víctimas de este delito, contrario a sus mismos informes.
De acuerdo con la Unidad de Víctimas, en Colombia hay 182.504 personas
víctimas de desaparición forzada. La Unidad de Personas dadas por
Desaparecidas sostiene que son alrededor de 120.000. / José Vargas
El equipo de Desaparicionforzada.co, conformado por los investigadores y
activistas Fidel Mingorance, Francisco Gómez Nadal y Erik Arellana Bautista,
hijo de Nydia Erika Bautista, desaparecida de manera forzada el 30 de agosto
de 1987, han hecho de este portal web un repositorio con todas las cifras
aportadas por estas entidades y con ellas una cartografía de la desaparición forzada en Colombia.
Dentro del seguimiento que hacen a cada una de las bases de datos de Medicina Legal, Unidad de Víctimas,
Fiscalía y el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) notaron que hubo “una manipulación evidente
de los datos” por parte de estas dos últimas entidades en los meses recientes.
A pesar de que Colombia no tiene una cifra consolidada de cuántas personas desaparecidas hay en el país por
cuenta del conflicto armado, hay varias fuentes que han estimado la magnitud de este crimen a partir de los
datos. La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), entidad que nació producto
del Acuerdo de Paz entre el Estado y las Farc, señala que hay más de 120.000 víctimas, entre las que se
encontrarían aquellas desaparecidas de manera forzada, tras secuestro y reclutamiento, y como combatientes
legales o ilegales desaparecidos luego de enfrentamientos. Sin embargo, la cifra sigue siendo un estimado.
La base de datos que le ha servido al portal, así como a organizaciones, periodistas y víctimas, ha sido la que
construyó el Observatorio de Memoria y Conflicto del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH)
desde 2016. Este equipo reveló que entre 1958 y 2018 se registraron 80.472 víctimas de desaparición forzada
en el país. Desde entonces ha sido la cifra de referencia.
Además de ser parte de nuestra vida cotidiana, la naturaleza fija también el soporte y la base del campo de
estudio de las Ciencias Biológicas, teniendo injerencia por ello en todo lo relativo a los seres vivos y a todo lo
que haya sido creado sin la intervención de la mano del hombre, inclusive la materia inerte.
Todos estos elementos que desde tiempos inmemoriales son analizados e investigados por las distintas
sociedades humanas son los que han permitido la creación y perfección del estudio científico: la generación
de hipótesis, la recolección de datos e informaciones, la comprobación y la afirmación o negación de esa
hipótesis. El método científico se encuentra en plena vigencia para las ciencias naturales y biológicas.
Pero las ciencias no buscan sólo comprender los elementos naturales por sí solos, aislados, sino que se
interesa por las especies vegetales y animales, cómo éstas interactúan y realizan sus actividades
modificándose unas a otras, dando lugar a un equilibrio que es llamado ecosistema y que es relativo al
entorno donde se desenvuelven y a la característica que tenga este.
Además de estudiar a los seres vivos, las ciencias naturales se preocupan e interesan por el planeta Tierra,
nuestra casa y la casa de todos los seres vivos, los cambios que ha tenido a lo largo de la historia y cómo sus
habitantes se adaptan a sus características. Fenómenos tales como la formación de montañas, el aumento
de la temperatura, la formación del agua, son claros ejemplo de ello ya que influyen directamente en la
aparición de las especies animales y vegetales, pero también en su supervivencia a través de los milenios.
Es importante comprender entonces que el cuidado del Medio Ambiente no sólo nos permitirá deleitarnos
con los paisajes naturales y todo lo que la naturaleza ha creado en millones de años de evolución, sino que
será además una forma de poder cuidarnos a nosotros mismos, como miembros de dicho ecosistema, como
quienes necesitan de él y deben protegerlo por su propio bienestar, evitando los desequilibrios que puedan
terminar con nuestra supervivencia, que destruyan la belleza y la armonía de la naturaleza, que dejen
marcas imborrables en ella y pongan en peligro la vida. Nuestra responsabilidad es total frente a estos
problemas y por lo tanto debemos actuar en consecuencia para asegurarnos la vida que nos pertenece y la
de los demás seres vivos que sufren estos cambios sin poder hacer nada al respecto.

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