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ORGANIZACION MUNDIAL

DE LA COOPERACION MISIONAL
Edita: OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS
Fray Juan Gil, 5. MADRID-2
INDICE

INTRODUCCION

l. Jerarquía responsable.

11. Institución de promoción y coordinación.

111. Organización oficial y prioritaria: LAS OBRAS MISIO­


NALES PONTIFICIAS.

IV. Instituciones complementarias: LAS OBRAS PARTICU­


LARES DE COOPERACION MISIONAL.
INTRODUCCION

Desde el Vaticano 11, la cooperac,on misional adquiere una dimen­


sión pastoral cada vez más amplia y profunda y una organización cada
vez más coordenada en orden a una mayor unidad y eficacia. Las líneas
de fuerza de la organización de la cooperación misional en toda la Igle­
sia se apoyan en los principios doctrinales siguientes, destacados con
relieve extraordinario por el Concilio:
1 .0 « La Iglesia es toda ella misionera y la obra de la evangelización
es deber fundamental, supremo y santísimo del Pueblo de Dios.•
(A. G. 35 y 29.)
2.0 La responsabilidad de la cooperación misionera gravita prima­
riamente no sólo sobre el Papa, sino sobre todo el Colegio Episcopal:
«El cuidado de anunciar el Evangelio por todo el mundo pertenece,
ante todo, al Cuerpo de los obispos.• (A. G. 29.) «A los obispos, con
Pedro y bajo Pedro, corresponde primaria e inmediatamente el mandato
de Cristo de predicar el Evangelio a toda criatura.• (A. G. 38.)
3.0 Este supremo y gravísimo deber del Papa y del Episcopado
mundial debe realizarse en la Iglesia en todos los niveles (mundial, na­
cional, diocesano y parroquial) por medio de un organismo o institución
propia inmediatamente dependiente de la Jerarquía para la promoción
y coordinación de la cooperación misional.
4.0 Asimismo la Iglesia entera en todos sus planos dispone de una
Organización oficial y prioritaria para la cooperación misional de todas
las comunidades eclesiales y de los fieles individualmente considera­
dos: las OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS.
5.0 Subsisten en la Iglesia y también en sus diversos niveles, con
carácter complementario, las obras particulares de cooperación misio­
nal, que el Papa considera como •iniciativas meritísimas•.
6. 0 Toda la cooperación misional está presidida, a la luz del Vati­
cano II y los documentos posconci liares, por una ley propia de la na­
turaleza del Pontificado y del Episcopado: la adecuada coordinación
como signo de la unidad eclesial y como clave para una mayor eficacia.
"Los trabajos de los predicadores del Evangelio y los subsidios de
los demás cristianos hay que dirigirlos y aunarlos de forma que «todo
se haga en orden (l. Cor. XIV, 40) en todos los campos de la actividad
y de la cooperación misional•. (A. G. 28.)
• Toda la cooperación misionera debe realizarse ordenadamente,
porque ella forma parte de la solicitud que los obispos, como miembros
del Colegio Episcopal y legítimos sucesores de los apóstoles, junta­
mente con el Sumo Pontífice, deben tener por la Iglesia universal en
virtud de la institución y mandato de Cristo.• ( «Quo aptius• A, 1.)

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Este organigrama es una síntes is de la en se ñanza actual de la Iglesia
sobre la organizac ión de la cooperac ión misional en t odos los planos
de la misma .
En este traba jo se recogen princ ipalme nte t extos agrupados bajo
los títu los y siglas sig ui entes:

- Vaticano JI.

A. A. «Apostolicam Actuositatem », Decreto sobre el Apostolado de


los Seg lares.
A. G. «Ad Gentes • . Dec reto sob re la A ctividad Misionera de la
Iglesia.
L. G. -Lumen Gent ium •, Constitu ci ón sobre la Iglesia.

- Documentos postconciliares.

«Ecclesiae Sa nctae ». Motu proprio para aplicar diversos decretos


conci liares.
• Quo aptius », Instrucción de la Sa grada C ongregación para la Evan-
ge li zación de los Pueblos. (24-11 -1969.)
• Reg imini Eccles iae », Constitución Apostó lica de Pablo VI sobre la
reforma de la Curia Romana. (15-V lll - 1967.)
•Graves et increscentes •, Carta Apostó li ca de Pablo VI con motivo
del Cincuenta An iversario de la Pontif icia U ni ón M isional del Clero.
(5-IX-1966.)

- Mensajes de Pab lo VI.

Diversos mensajes dirig idos a toda la Ig les ia co n ocasión del Do-


mingo Mundial de la Propagación de la Fe y a la As ambl ea Internacional
de Dirigentes de las Obras M isiona les Pontific ias.

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Jerarquía responsable

1. A nivel mundial: EL PAPA CON EL COLEGIO UNIVERSAL DE


LOS OBISPOS

«A /os obispos, con Pedro y bajo Pedro, corresponde primaria e in-


mediatamente el mandato de Cristo de predicar el Evangelio a toda
criatura.• (A. G. 38.)
• La dilatación del Cuerpo de Cristo es deber de todo el Colegio
Episcopal.» (lbid.)
«El cuidado de anunciar el Evangelio en todo el mundo pertenece
al Cuerpo de /os Pastores, ya que a todos ellos en común dio Cristo
el mandato.• (L. G. 23.)
«Perteneciendo, ante todo, al Cuerpo de /os Obispos el cu idado de
anunciar el Evangelio por todo el mundo, el Sínodo de los Obispos,
entre los asuntos de importancia general , habrá de considerar especial-
mente la actividad misionera , deber supremo y santísimo de la Igle-
sia.• (A. G. 29.)

2. A nivel nacional: LA CONFERENCIA EPISCOPAL

«Este sacrosanto Concilio piensa que conviene en gran manera que


en toda la tierra los obispos de la misma nación o región se agrupen
en junta única ... , a fin de comunicarse las luces de la prudencia y ex-
periencia, del iberar entre sí y formar una santa conspiración de fuer-
zas para bien común de /as Iglesias.• (CH. D . 37.)
« Para que /a actividad misionera de los obispos pueda ejercerse con

mayor eficacia conviene que las Conferencias Episcopales dirijan los


asuntos referentes a la ordenada cooperación del propio país.•
(A. G. 38.)

3. A nivel diocesano: EL OBISPO

• Todos /os obispos, como miembros del Cuerpo Episcopal , sucesor


del Colegio de los Apóstoles, han sido consagrados no sólo para una
diócesis determinada, sino para la salvación de todo el mundo.•
(A. G. 38.)
«Suscitando, promoviendo y dirigiendo la obra misional en su dió-
cesis, con la que forma una sola cosa, el obispo hace presente y como

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visible el espíritu y el ardor misionero del Puebl 0 d o ·
toda la diócesis se haga misionera. ,. (lbid.) e 10s , de forma que

4. A nivel parroquial: EL PARROCO

«Los párrocos son cooperadores del obispo de . .


(P. O . 30.) manera pnnc1pal. »
«En el ejercicio de la cura de almas los árrocos ..
de tal manera han de cumpl ir su deber de en~eñar sa~t}i~!/uxil1res
nar, que los fieles y comunidades parroquia les se' s· t Y 90 er-
. b t t d I d' · • ien an rea 1mente
m1e~ ros an ~ e a ,oces,s como de la Iglesia universal. ,. (P. o . lbid.)
Los presb1teros, en la cura pastoral, excita rán entre los fiele 1
celo po~ /a evangelización del mundo. ,, (A. G . 39 _) s e
« En~1~ndan , pues, plenamente que su vida está consagrada también
al serv1c10 de /as Misiones.» (lb id.)

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Institución de promoción y coordinación

1. A nivel mundial: LA SAGRADA CONGREGACION PARA LA


EVANGELIZACION DE LOS PUEBLOS

«Para toda la actividad misional debe existir un so/o D icasterio com-


petente , a saber, el de Propaganda Fide, el cual dirija y coordine por )
todas partes la obra misional en sí y la cooperación misional.» 1
(A. G. 39.) \
«La Cong regación para la Evangelización de los Pueb los o Propa- l
ganda Fide es competente . .. en la dirección y coordinación d e la act i-
vidad misional en todo el mundo, tanto por lo que se refiere a los
mismos misioneros como por lo que se refiere a la cooperación misio-
nal de los fie les.» ( «Regimini Ecclesiae », 82.)
«Sin embargo, estando todavía sometidas ciertas Misiones tempo-
ralmente a otros dicasterios por razones especiales, constitúyase en
estos dicasterios, entre tanto , una sección misional que mantenga
estrecho contacto con la Sagrada Congregación de Propaganda Fide
para que en la ordenación y dirección de todas /as Misiones pueda
darse una norma absolutamente constante y uniforme. • ( «Ecc lesiae
Sanctae », 111, 13-1.)

2. A nivel nacional: LA COMISION EPISCOPAL DE MISIONES

«En las Conferencias Episcopales debe haber una Comisión Epis-


copal en favor de las Misiones, cuyo cometido consistirá en fomentar

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la actividad y conciencia misionales y la d isposic ión adecuada de la
cooperación entre las diócesis, relacionarse con las demás Conferen-
cias Episcopales, así como arbitrar las fórmulas para ma ntener en la
medida de lo posible la equidad en las ayudas misionales.• ( «Eccle-
siae Sanctae», 111, 9.)
«Esta Comisión Episcopal tiene como funciones pri ncipales :
a) Favorecer las iniciativas que estimulen en el Pueblo de D io s,
sobre todo en el clero, la conciencia del deber misionero y la activi-
dad por las Misiones.
b) Promover las Obras M isionales Pontificias en todas las dió-
cesis y vigilar para que se observen exactamente sus estatutos , sobre
todo en lo que se refiere al envío de todos los subsidios.
e) Proponer a la Conferencia Episcopal una cierta contrib ución,
que cada diócesis, de conformidad con sus propios recursos, de
acuerdo con los votos expresados por el Concilio Ecuménico Vati-
cano 11, debe dar cada año a la Santa Sede, es decir, a la Sagrada
Congregación para la Evangelización de los Pueblos para que ésta
j la distribuya a las Misiones.
d) Velar para que las iniciativas particu lares de la Conferencia
Episcopal no perjudiquen a las Obras Pontificias y a los Institutos
misioneros, así como a las otras Obras en favor de las Misiones que
existan en el país.» ( «Quo aptius», 6.)

3. A nivel diocesano: LA DELEGACION DIOCESANA DE MI-


SIONES

«Nómbrese en cada diócesis un sacerdote, que promueva eficaz-


mente las iniciativas en favor de las Misiones, el cual, al mismo tiempo ,
formará parte del Consejo Pastoral de la Diócesis .» ( «Ecclesiae
Sanctae», 4.)
1 Las funciones principales de la Delegación Diocesana de Misiones,

l
confiada a un sacerdote designado por el obispo como delegado del
mismo, son, «servatis servandis », las mismas funciones de la Comisión
Episcopal de Misiones a escala nacional:
a) Promover ordenadamente la cooperación misionera de toda
la diócesis.
b) Dirigir las Obras Misionales Pontificias como el instrumento
principal del prelado para la cooperación misional diocesana.
e) Promover la Cuota Misional Comunitaria en la diócesis como
tal y en las demás comunidades eclesiales de la misma.
d) Velar para que las iniciativas particulares de la diócesis no
perjudiquen a las Obras Mis ionales Pontificias ni a las obras particu-
lares de cooperación misional ya establecidas en la diócesis.
Otro aspecto muy importante del Delegado Diocesano de Misiones
es su inserción en la pastoral de conjunto. Por esa razón debe ser «de
jure» miembro del Consejo Pastoral Diocesano . A fortiori, y habida
cuenta de la naturaleza eminentemente pastoral del Consejo Presbi-
teral, parece lógico que la Delegación Diocesana de Misiones debe estar
también representada «de jure» en el Consejo del Presbiterio.

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4. A nivel parroquial: LA COMISION PARROQUIAL DE MISIONES

-L~ acción misional debe tener: una dirección central, las direccio-
nes diocesanas y las Comisiones Parroquiales de Misiones.» (Carta de
Propaganda_ ~i_de, Cardenal Prefecto, 20 de mayo de 1942.)
L_a Com1s1on Parroquial de Misiones, que ha de ser presidida por
e! parroco o un delegado suyo, es la Junta Parroquial de Acción M i-
sional.
• Las Comisiones Parroquiales, juntamente con los Secretariados
son los firmes soportes para una colaboración racional y continu~
del clero Y el pueblo al apostolado universal.» (Cardenal Van Rossum ,
Prefecto de Propaganda Fide.)
«Es nuestro deseo que se forme en cada parroquia un núcleo de
celo y actividad misional.» (Pío XI.)
Para participar en la pastoral de conjunto , la Comisión de Mis io-
nes ·debe estar representada en el Consejo Pastoral Parroqu ial.

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Organización oficial y prioritaria : LAS OBRAS MISIONALES


PONTIFICIAS

Son el organismo de que dispone toda la Iglesia «para infundir en


los católicos desde la infancia el sentido verdaderamente universal y
misionero y para promover la recog ida eficaz de subsidios en favor de
todas las Misiones, según las necesidades de cada una. » (A. G. 38.)
Las Obras Misionales Pontific ias podrían definirse como la Acción
Misional Universal Organizada. Sus fines son los sigu ientes :
a) Formación de la conciencia misionera de todo el Pueblo de
D ios.
b) Fomento de la cooperación espiritual universalista misionera ,
principalmente por medio de la acción litúrgica.
e) Promoción universal de la vocación misionera de cada comu-
nidad eclesial y de las vocaciones individuales como signo visible y
realización concreta de la vocación m isionera de la Iglesia.
d) Recogida de las ofrendas materiales de las comunidades y de
los fieles para su universal, ordenada y equitativa distribución a todas
las Misiones por medio de un organismo internacional y co legial cons -
tituido al servicio del Papa y del Colegio Universal de los Obispos
en el seno de la Sagrada Congregación para la Evangelización de los
Pueblos.
Por razón de su naturaleza pontificia y universal , las Obras Misio-
nales Pontificias son la Organización oficial y prioritaria de la Iglesia
para la cooperación misional.
«Como estas Obras son Pontificias, les pertenece necesariamente
la preeminencia, en virtud de su carácter universal, y dicha preem i-

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nencia ha sido confirmada y definida por los propios estatutos recibi-
dos de la Santa Sede.• ( «Quo aptius•, 2.) El «carácter universal• cuali-
fica a las Obras M isio nales Pontificias no sólo en lo que se refiere a la
ayuda económica a las Misiones, sino principalmente en lo referente a
los demás fines de la Organización . Las Obras Misionales Pontificias
son la única Organización de toda la Iglesia que tiene como final idad es-
pecífica conferir un carácter universal a la formac ión de la conciencia
misionera, a la cooperación espiritual y a la promoción de las vocacio-
nes misioneras. Por esta universalidad, aplicada a todos los fines de la
Organización, las Obras Misionales Pontificias t ienen una indiscutida
preeminencia sobre los demás institutos u obras de cooperación mi-
sional, tanto internacionales como nacionales, diocesanas y locales.
«Por eso, los obispos, en el cumplimiento de su deber misionero,
deben reservar a estas Obras con todo derecho el primer lugar.•
(A. G. 38. «Qua aptius•, 3.)
«No es el interés particular por estas Instituciones lo que nos
mueve a anteponer en la consideración de vuestra caridad tales Obras
Misionales Pontificias a otras iniciativas aún meritísimas: es la indis-
pensable ordenación de la eficacia misionera y la equidad distributiva
de las ayudas destinadas a la evangelización del mundo lo que nos
obliga a esta preferencia.• (Pablo VI, Mensaje DOMUND 68.)

1. O. M. P. INTERNACIONAL

La Sagrada Congregación para la Evangelización de los Pueblos


«para fomentar la cooperación misional cuenta con las Obras Misiona-
les Pontificias ». ( «Regimini Ecclesiae», 89.)
«Las Ob ras Misionales Pontificias están sujetas a la Sagrada Con-
gregación de Propaganda Fide.» ( «Ecclesiae Sanctae», 111, 13-11.)
«La dirección de estas Obras ha sido confiada por el Sumo Pontí-
fice a la Sagrada Congregación para la Evangelización de los Pue-
blos o de Propaganda Fide, a la cual están sujetas "proprio jure".•
(«Qua aptius•, A, 4.)
«Es p ropio de la misma Congregación suscitar y coordinar las
ayudas, sobre todo a través de las Obras Misionales Pontificias.,.
( «Reg imini Ecclesiae», 85.)
El Presidente Internacional de las Obras Misionales Pontificias es
«proprio jure» el arzobispo secretario de la Sagrada Congregación
para la Evangelización de los Pueblos.

2. O. M. P. NACIONAL

La competencia para la presidencia y dirección de las Obras M isio-


nales Pontificias a escala nacional ha sido precisada después del
Concilio de la manera siguiente :
«A) Las Obras Misionales Pontificias deben tener en cada nación
un director encargado de promover y dirig ir dichas Obras. La Ponti-

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ficia Unión Misional del Clero, además de un Director Nacional debe
tener un Presidente obispo. '
8) El nombramiento de los indicados Directores y Presidente debe
hacerse del modo siguiente: el Director de la Pontificia Unión Misio-
nal del Clero es nombrado por el Presidente de esta Unión. El Director
de la Obra Pontificia de la Santa Infancia es nombrado por el Presi -
dente del Consejo Superior General de esta Obra, con el consenti-
miento de la Conferencia Episcopal.
El Director de las Obras Pontificias de la Propagación de la Fe y
de San Pedro Apóstol para el Clero Indígena, y también el Presidente
obispo de la Pontificia Unión Misional del Clero , son nombrados por
la Sagrada Congregación para la Evangel ización de los Pueblos y
escogidos entre los candidatos, en número de tres, si es posible,
presentados a la Sagrada Congregación por el Presiden te de la Con-
ferencia Episcopa l en nombre de la misma Conferencia.» ( «Quo aptius ».)
La Presidencia y Dirección Nacional de las Ob ras Misionales Ponti-
ficias se halla estrechamente vinculada a la Comisión Episcopal de
Misiones, ya que dichos Pres identes y Directores Nacionales deben
ser miembros de la referida Comisión Episcopal, «pues de esta forma
ellos, conociendo el pensamiento de la Jerarquía local, podrán cum-
plir más eficazmente su cometido en orden a estimular la conciencia
del deber misionero y a recaudar la ayuda conven iente». ( «Quo aptius • .)

3. O . M . P. DIOCESANA

«Promuévanse en todas las diócesis las Obras Misionales Pon-


tificias y obsérvense estrictamente sus estatutos. • ( «Ecclesiae
Sanctae •, 111 , 7.)
«las Obras Misionales Pontificias deben ser instituidas en todas
las diócesis de cada nación.» (Pablo VI, Mensaje DOMUND 63.)
«Nuestros venerables hermanos en el Episcopado, corresponsables
con Nos en la salvación de las almas, considera rán (a las Obras
Misionales Pontificias) como Obras propias y las organ izarán eficaz-
mente en sus diócesis.• (Pablo VI , mensaje DOMUND 65.)
Es lógico que la dirección de las Obras Misionales Poni:ificias
a nivel diocesano corresponda al Delegado Diocesano de Misiones,
porque dichas Obras son el instrumento oficial y prioritario de que
dispone el obispo para la cooperación misional diocesana .

4. O . M . P. PARROQUIAL

Como quiera que toda la pastoral básica de la comunidad dioce-


sana se realiza en las comunidades parroquiales, en éstas han de
promoverse y establecerse las Obras Misionales Pontificias observán-
dose estrictamente sus estatutos.
«Estas Obras deben ser organizadas en todas las parroquias .,.
(Cardenal Van Rossum, Prefecto de Propaganda Fide.)
•Queda todavía tanto trabajo por cumplir para que la idea misio-
nera penetre plenamente como debe hacerlo la vida de las diócesis

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y de /as parroquias. » (Pablo VI, a los Dirigentes de las O. M. P.,
11 mayo 1968.)
.. Deseamos vivamente que en todas las diócesis y en todas las
parroquias se establezcan firmemente nuestras Obras Misionales Pon-
tificias." (Pablo VI, • Graves et increscentes» .)
La Acción Misional Universal O rganiza da (O. M. P.) es el organismo
propio y principal de la comunidad parroquial para que ésta se inserte
de manera sistemática y permanente en la universalidad misionera de
la Iglesia y para que las parroquias «consideren, sobre todo, como
propias las obras misioneras, prestándoles medios materiales y tam-
bién ayuda personal". (A. A . 1O.)

IV

Inst itu cio nes complementa ri as: LAS O BRA S


PAR T ICULARES DE COOPERACION MISIONAL

Aunque la acc1on misional universal, en su vertiente espiritual de


promoción ideológica, sobrenatural y vocacional , y en su vertiente eco-
nómica de recogida y distribución equitativa y planificada a todas las
Misiones corresponde como competencia específica a las Obras Mi-
sionales Pontificias en todos sus niveles, existen, sin embargo, en la
Iglesia otras Instituciones u organizaciones de cooperación misional:
las obras particulares de ayuda a las Misiones.
Estas obras pueden depender tanto de Institutos misioneros (Or-
denes, Congregaciones e Instituciones re li giosas o laicales) como de
la misma Jerarquía episcopal en los diversos planos.
Estas Instituciones tienen pleno derecho a existir y a desarro llarse
ordenadamente. Pablo VI las llama «meritísimas». Pero en la ordena -
ción de la cooperación misionera del Pueblo de Dios ocupa s iempre
un puesto prioritario la acción misional universal organizada, o sea de
las Obras Misionales Pontificias.
Estas Instituciones pueden ser de dos clases: específica e íntegra-
mente misionales y genéricamente apostól icas y tan sólo parcialmen-
te misionales. A estas últimas se les designa normalmente como obras
para -misiona Ies.
La acción de dichos organismos, según la doctrina y normas con-
ciliares, se rige por los principios siguientes:
a) La Jerarquía competente (internacional, nacional o diocesana)
puede y, según su juicio y responsabilidad, debe promover y apoyar las
obras particulares de cooperación misional.
b) A la Jerarquía Pontificia y episcopal, según los planos, corres-
ponde coordinar a estas obras entre sí y con las Obras Misionales Pon-
tificias. Asimismo a la Jerarquía eclesiástica le compete velar constan-
temente porque jamás se lesionen la naturaleza y el derecho prioritario
de las Obras Misionales Pontificias, que «al mismo tiempo que son
del Papa son también de todo el Episcopado». (Pablo VI.)
c) Por la naturaleza misma de la Iglesia y de toda institución y co-

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mun idad eclesial, la cooperac1on universal a las Misiones es prioritaria
sobre la cooperación particular, y por eso las Instituciones especia les
o particu lares de carácter misionero deben prestar su cooperación pre-
ferentemente a las Obras Misionales Pontificias.
d) Después del Concilio se han delineado los organismos compe-
tentes p~r~ coo rdinar, en ord en a una mayor unidad y eficacia, las
~?ras -~ 1s1onales Pontificia s y las Instituciones particulares de coopera -
c1on m1s1ona l tanto a escala internacional como a los niveles inferiores.

1. INTERNACIONALES

Organ ismo de coordinación: «El Consejo de los 24 » en el seno de la


Sagrada Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
Instituciones internacionales de cooperación misional particular:
Pueden ser, por ejemp lo, el Secreta ria do Internacional de Misiones de
la Compañ ía de Jesús y otras Ordenes, Congregaciones e Institutos si -
milares .
Organismos para -misiona les: Pueden ser la C aritas lnternationalis,
en razó n de las activi dades que dicho organismo realiza en el campo de
la cooperación misional específica : por ejemplo, la cooperación carita -
tiva y as istencial a pa íses de misión.

2. NACIONALES

Organ ismo de coord inación: El Consejo Nacional de M isiones, de-


pendiente de la correspondiente Com isión Episcopal.
«A fin de obtener mayor unidad y eficacia en la cooperación misio-
nal, considerada en todos sus aspectos, la Com isión Episcopal de M i-
siones sírvase del Consejo Nacional de M isiones, establecido a tal f in.»
( «Quo aptius •, 7, a.)
Los Con sejos de M isiones deben «coordinar las iniciativas dioce-
sanas con las Obras M isionales Pontificias». (lbid. 7, b.)
El Consejo Nacional de Misiones debe estructurarse de la siguien-
te forma:
Presidente : El de la Comisión Episcopal de Misiones.
Miembros:
a) Los directivos nacionales de las Obras M isionales Pontificias.
b) Algunos sacerdotes dedicados a la pastoral de la cooperación
misional.
e) Algunos Delegados Diocesanos de M isiones elegidos por la Co-
misión Episcopal.
d) Representantes de • los Institutos misioneros existentes en el
país y de las organizaciones de seglares que trabajan por las Misio-
nes•. ( «Quo aptius•, 7, a.)
Los organismos nacionales de cooperación misional particular pue -
den estar vinculados al Episcopado a nivel nacional. O pueden hallarse
integrados en organismos nacionales, bien sea religiosos o laicales. Por
ejemplo, la CONFEA o la Federación Nacional de Misionerismo Seglar.

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3. DIOCESANAS

Organismo de coordinación: El Consejo D iocesano de M isi ones.


Su naturaleza y estructura debe precisarse a la luz de los principios
de la •Quo aptius», «se rvatis servandis•, para los C onsejos N acionale_s
de Misiones. La Asamblea Nacional de Delegados Diocesanos de Mi-
siones celebrada en Madrid del 1O al 13 de diciembre de 1969, aprobó
por un'animidad unos principios básicos sobre la naturaleza y estructu-
ra del Consejo Diocesano de Misiones:
«Un organismo de cooperación misional específica, de carácter con-
sultivo para el Prelado, dependiente y al servicio de la Delegación Dio-
cesana de Misiones, en orden a una mayor unidad y eficacia de toda la
cooperación de las diversas Instituciones misionales entre sí y de éstas
con las Obras Misionales Pontificias.
En los Consejos Diocesanos de Misiones ha de reconocerse esta-
tutaria y prácticamente la oficialidad y prioridad de la s Obras Misiona-
les Pontificias sobre las demás Instituciones de cooperación misional.
La Presidencia del Consejo Diocesano de Misiones corresponde al
Ordinario o al Delegado Episcopal o Diocesano de Misiones. Los miem-
bros del Consejo serán repre~entantes de cada una de las Obras Mi-
sionales Pontificias, Delegados Misionales de las zonas pastorales de
la diócesis (zonas o arciprestazgos) y de los Institutos misioneros es-
tablecidos en la diócesis, tanto sacerdotales, de religiosos y re li giosas
como de misionerismo seglar.
Podrán , a juicio del Ordinario, ser miembros del Consejo D iocesano
de Misiones, delegados de organismos diocesanos de Pastoral y de Ins-
tituciones que no son por su naturaleza de cooperación misional espe-
cifica. Estas representac iones tendrán limitada su competencia en el
seno del Consejo a las actividades o problemas que por su naturaleza
o acción inciden en el campo de la cooperación misional.»
Las obras particulares de cooperación misional a escala diocesana
pueden también depender directamente del obispo o no depender di-
rectamente de él. Las primeras son, por ejemplo, las «Misiones D ioce-
sanas» , y las segundas son, sobre todo , las obras o procuras misiona-
les de los Institutos religiosos.

4. PARROQUIALES

O rganismo de coordinación: La misma Comisión Parroquial de Mi-


siones, presidida por el párroco o su delegado.
En la práctica no suelen existir obras particulares de cooperación
misional exclusivamente parroquiales, pero sí deben coordinarse entre
sí las obras, bien sea nacionales o diocesanas de ayuda particu la r a las
M isiones, que de manera circunstancial (por ejemplo, campañas y co-
lect as, aprobadas por la Jerarquía) inciden en el campo pastoral de
las parroquias. Todos estos organismos y sus actividades correspon -
dientes deben coordinarse entre sí y con las Obras Misionales Pontifi-
cias en el seno de la Comisión Parroquial de Misiones.
Un ejempl o concre to de acción mi sional parroquial particular es la
adopc ión es piritua l y material de alguna parroquia o puesto de misión.

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El Vaticano II prevé expresamente esta forma de cooperac1on misional
parroquial particular. Y la considera útil siempre que no ocupe un lugar
preeminente descuidando la acción misional universal de la parroquia,
o sea la O. M. P. Parroquial:
«Será muy útil, con tal de que no se descuide /a obra misionera uni-
versal, el mantener comunicación con los misioneros salidos de la
misma comunidad o con alguna parroquia o diócesis de las Misiones,
para que se haga v isible la comunión entre las comun idades y redunde
en edificación mutua.» (A. G. 37 .) Porque las Iglesias de las Misiones
anecesitan sobremanera que la acción misiona/ de toda la Iglesia les
sumini stre continuamente los socorros que sirvan, ante todo, para el
desarrollo de la Iglesia local y para la madurez de la vida cristia-
na». (A. G. 19.)
Esta acción misional de toda la Iglesia, promovida y organizada «con-
tinuamente», son las Obras Misionales Pontificias, las cuales, por la
misma razón, constituyen, según la clara expresión de Pablo VI, «la
única garantía segura» para la actividad misionera universal.

16-

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