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Generalidades
El principio de legalidad en materia tributaria, requiere no sólo que sea la ley la que establezca los
tributos, regulando esta norma jurídica sus elementos esenciales.
Supone también que en caso de controversia, un tribunal decida acerca de las pretensiones,
obligaciones y consecuencias jurídicas de carácter tributario, mediante la dictación de una sentencia
definitiva, con eficacia de cosa juzgada.
“Toda sentencia de un órgano que ejerza jurisdicción debe fundarse en un proceso previo legalmente
tramitado. Corresponderá al legislador establecer siempre las garantías de un procedimiento y una
investigación racionales y justos”.
De acuerdo a la doctrina sustentada por el Tribunal Constitucional (Vid. por ej. Rol 478-2006), el debido
proceso supone, entre otros, los siguientes elementos:
¿Cuál era, frente a la Constitución Política, la situación anterior a la reforma de la Ley N° 20.322 en
materia de Justicia Tributaria?
Con anterioridad a la Ley n.° 20.322 (LTTA), el Código Tributario (CT) -DL N° 830/1974- entregaba el
conocimiento y resolución de las reclamaciones tributarias al Director Regional del Servicio de
Impuestos Internos (SII). Esto se mantiene, no obstante, respecto a aquellas causas ya radicadas ante
esta autoridad.
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El sustento legal de dicha atribución se hallaba en los artículos 6° letra B), n.° 6, e inciso final, y 115 del
Código Tributario, en relación con el artículo 19°, letra b), del DFL n.° 7/1980, LOCSII.
El SII actuaba como «juez y parte» en primera instancia, resolviendo acerca de sus propias actuaciones.
El Director Regional debía resolver de acuerdo «a las instrucciones del Director». No había, por tanto, un
órgano subjetivamente imparcial.
Debe tenerse presente, en todo caso, que desde la dictación del Código Tributario de 1960 (DFL N°
190/1960), la resolución de los reclamos tributarios estuvo entregada a la Administración Tributaria.
Esta situación cambió con la entrada en vigencia del DFL n.° 2 (D.O de 16 mayo de 1963) y del DFL n.° 3
(D.O de 24 abril de 1963), el 1 de julio de 1963, radicándose ahora la competencia en los Directores
Regionales.
Cabe apuntar, finalmente, que mientras respecto a las causas que se encuentran en tramitación ante el
Director Regional, el artículo 3° transitorio de la LTTA, ha intentado remediar la falta de imparcialidad
del antiguo Juez Tributario, disponiendo lo siguiente:
«En el ejercicio de sus facultades jurisdiccionales, los Directores Regionales del Servicio de
Impuestos Internos no estarán sujetos a lo dispuesto en el inciso final del artículo 6° del Código
Tributario».
Originalmente, en el proyecto enviado por el Ejecutivo al Parlamento en el año 2002, se creaba la figura
de un Juez Tributario independiente, que tendría libertad para interpretar los hechos de la causa y
definir el derecho aplicable.
Sin embargo, quedaba incorporado a una planta especial que se establecía dentro de los escalafones
del SII, en las que tendría un grado acorde con la magnitud e importancia de la Dirección Regional en
que ejercería sus funciones (se creaban 16 Tribunales Tributarios de primera instancia, uno por cada
Dirección Regional). Además, sería calificado por la I. Corte de Apelaciones respectiva, previo informe
del SII sobre la eficiencia observada en la gestión del Tribunal.
Del mismo modo, el SII sería el responsable de proporcionar a los Tribunales Tributarios los recursos
materiales que requirieren para su eficiente desempeño.
Este proyecto fue duramente criticado, desde diversos sectores, pues en lo esencial, no significaba un
verdadero avance hacia una justicia objetiva e imparcial.
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Producto de las críticas, seguramente, el Ejecutivo formuló una Indicación Sustitutiva al proyecto
original, mediante Mensaje fechado el 30 de octubre de 2006.
Este segundo proyecto, además de innovar en materia tributaria, incorpora a la Justicia Aduanera que
no estaba contemplada en el proyecto primitivo, a la cual se le formulaban similares críticas que a la
primera.
Finalmente, el proyecto fue aprobado, promulgado el día 13 de enero de 2009, y publicado en el Diario
Oficial el día 27 de enero de 2009.
A partir del Reglamento Constitucional de 1812, todos los ordenamientos de rango constitucional
incorporan, con mayor o menor medida, los principios que en doctrina se conocen como “Bases
Constitucionales del Poder Judicial”.
Nuestra Carta Fundamental, consecuente con esta tradición, se refiere a ciertos principios, tales como el
de independencia, inexcusabilidad, inamovilidad, entre otras materias.
Si bien es cierto, los TTA –como tribunales especiales–, no forman parte del Poder Judicial, de todos
modos es necesario revisar de qué forma los principios constitucionales que rigen este Poder del Estado,
se aplican en la especie.
Dicho de otra manera, tales principios que organizan la nueva estructura jurisdiccional tributaria y
aduanera que introdujo la Ley n.° 20.322, resultan indispensables y sin ellos no puede haber una
eficiente administración de justicia en este ámbito.
Enumeración
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5. La inamovilidad.
6. La responsabilidad.
7. La publicidad.
8. La gratuidad.
9. La inavocabilidad.
10. La sedentariedad.
11. La gradualidad o doble instancia.
12. El debido proceso.
Este es uno de los principios más importantes del nuevo estatuto de los TTA. Es uno de los motores del
sistema y no podría ser de otro modo, puesto que se trata del más básico principio para la existencia de
un Tribunal.
En el caso de los TTA, la aplicación de este principio resulta del artículo 1°, inciso primero, de la Ley
Orgánica de los TTA (LOTTA), que se contiene en el Artículo primero de la Ley n.° 20.322.
Dispone esa norma: “Los Tribunales Tributarios y Aduaneros son órganos jurisdiccionales letrados,
especiales e independientes en el ejercicio de su ministerio …”.
En concreto, la independencia consistente en que el TTA es libre e independiente del SII, del SNA y de
toda otra autoridad en la dictación de sus resoluciones y, fundamentalmente, de la sentencia definitiva
que resuelva el reclamo.
En la historia fidedigna de la Ley n.° 20.322, quedó constancia de que “El Juez Tributario, en el ejercicio
de sus facultades jurisdiccionales, será libre para interpretar los hechos de la causa y definir el derecho
aplicable al caso particular, incluso respecto de la interpretación de la ley tributaria que haga el
director del Servicio de Impuestos Internos” (Discusión de sala. Cámara de Diputados. Legislatura 350.
Sesión 69, 7/4/2005. Diputado Informante Rodrigo Álvarez).
Este principio se consagra en el inciso 4° del n.° 3 del artículo 19 de la CPR, según el cual nadie puede ser
juzgado por comisiones especiales sino por “el tribunal que le señalare la ley”.
El mismo mandato es reafirmado en el inciso 5° del mismo n.° 3, y en el inciso primero del artículo 76 del
Texto Constitucional, a cuyo tenor “La facultad de conocer de las causas civiles y criminales, de
resolverlas y hacer ejecutar lo juzgado, pertenece exclusivamente a los tribunales establecidos por la
ley”.
Al ser un órgano jurisdiccional, y por aplicación del mismo principio, su sentencia debe fundarse en un
proceso previo legalmente tramitado, y el fallo mismo debe ser fundado, conforme lo dispone el artículo
144 del Código Tributario (CT).
Por ello, al momento de fallar se aplica lo dispuesto en el artículo 170 del CPC, especialmente sus
numerales 4° y 5°.
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En cuanto a la prueba producida en juicio, el artículo 132.14 del CT, previene que en su apreciación el
juez debe “expresar en la sentencia las razones jurídicas y las simplemente lógicas, científicas, técnicas o
de experiencia en virtud de las cuales les asigna valor o las desestima”.
3. La territorialidad
Consiste este principio en que los tribunales solo podrán ejercer su potestad en los negocios y dentro
del territorio que la ley les hubiere respectivamente asignado, tal como resulta del art. 7° del COT.
4. La pasividad
Consagra este principio el art. 10.2 del COT, en términos tales que “Los tribunales no podrán ejercer su
ministerio sino a petición de parte, salvo los casos en que la ley los faculte para proceder de oficio”.
En materia de procedimientos tributarios, esta es también la regla general, pues frente a una actuación
del SII o del SNA, será el contribuyente quien ponga en movimiento la jurisdicción de los JTTA, sin que
éstos puedan actuar de oficio, salvo los casos en que la ley los faculte para actuar de oficio, como ocurre
con el art. 136 del CT en materia de prescripción. Sin perjuicio de lo anterior, en el procedimiento
general para la aplicación de sanciones (art. 161 CT) aun sin reclamo el TTA debe dictar sentencia
(numeral 4°).
Por último, debe tenerse presente lo prevenido en el art. 76.2 de la CPR, en cuanto a que reclamada la
intervención –de los TTA– en forma legal y en negocios de su competencia, no podrán excusarse de
ejercer su autoridad, ni aun por falta de ley que resuelva la contienda o asunto sometidos a su decisión.
5. La inamovilidad
Este principio apunta a que los JTTA no podrán ser removidos de sus cargos mientras observen el buen
comportamiento exigido por la Constitución y las leyes, y se encuentra consagrado en el artículo 80.1 de
la CPR, en relación con el art. 8.2 de la LOTTA, norma esta última que dispone: “Permanecerán en
funciones durante su buen comportamiento. No obstante lo anterior, cesarán en sus funciones al cumplir
75 años de edad; por renuncia o incapacidad legal sobreviniente, o en caso de ser depuestos de sus
destinos, por causa legalmente sentenciada”.
6. La responsabilidad
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Este principio arranca del art. 79 de la CPR. A partir de esta norma, los jueces poseen responsabilidad
penal, por los delitos que cometan en el ejercicio de su cargo; y, responsabilidad civil por los daños o
perjuicios que causen, en virtud de una conducta dolosa o culposa en el ejercicio del mismo.
7. La publicidad
Este principio lo recoge el art. 9 del COT, y a partir de él todas las actuaciones de los Tribunales son
públicas, salvo las excepciones legales.
En materia procesal tributaria este principio tiene aplicación, pero podemos afirmar que se trata de una
publicidad atenuada.
En efecto, el artículo 130 del CT, luego de indicar la forma en que se llevarán los autos, indica que
“Durante la tramitación, solo las partes podrán imponerse de ellos”.
Se estima por parte de la doctrina que esta norma no violenta el principio en estudio, porque parece
adecuado que a terceros que no tengan interés actual comprometido, no se les permita imponerse del
mérito del proceso. Lo contrario podría conducir, por ejemplo, al acceso a información relativa a los
proveedores de un contribuyente, que es, en el mercado, competencia del que consulta el expediente.
8. La gratuidad
Consiste este principio en que la administración de justicia debe ser esencialmente gratuita.
Descontado que el trabajo de los jueces debe ser remunerado, la problemática se centra en definir
quién los debe remunerar. En nuestro Derecho, la función jurisdiccional es remunerada por el Estado,
pero éste se resarce de esta carga imponiendo tributos a los contribuyentes, entre los que se cuentan
los propios litigantes.
9. La inavocabilidad
Este principio fundamental se recoge en el art. 8 del COT: “Ningún tribunal puede avocarse el
conocimiento de causas o negocios pendientes ante otro tribunal, a menos que la ley le confiera
expresamente esta facultad”.
En suma, consiste en que radicado un asunto ante un tribunal determinado, no puede otro tribunal
conocer de él. El art. 3° de la LOTTA reconoce este principio.
Hacemos presente que el proyecto aprobado por el Congreso que modifica el artículo 2° transitorio de la
Ley n.° 20.322, permite que las causas tramitadas actualmente ante el antiguo Juez Tributario – Director
Regional del SII, puedan ser sometidas al conocimiento de los TTA que sean competentes.
10. La sedentariedad
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Este principio consiste en que los jueces deben administrar justicia en lugares y horas determinados.
No existe una norma constitucional o legal que establezca o lo defina como tal, pero resulta de toda la
normativa que regula los deberes y prohibiciones de los jueces.
Ejemplo claro de lo anterior, es el art. 16 de la LOTTA, que establece prohibiciones al ejercicio libre de la
profesión de los funcionarios de los TTA.
El principio apunta a que la justicia se administre a través de tribunales que gocen de diversa jerarquía,
vale decir, que los juicios sean fallados, en lo posible, por dos tribunales que posean las mismas
facultades.
En materia tributaria y aduanera, este principio rige en la mayor parte de los procedimientos. Como
excepción, encontramos el caso del art. 186 bis de la OA, en cuyo procedimiento, en contra de la
resolución del TTA, no procede recurso alguno.
A pesar de que la CPR no define el concepto, y según resume el profesor Enrique Evans (Los derechos
constitucionales, Edit. Jurídica de Chile, Santiago, 1986, t. II, p. 29), se ha entendido que los elementos
que configuran un racional y justo procedimiento son los siguientes:
Según tendremos ocasión de revisar, estos parámetros se cumplen en los procedimientos actualmente
vigentes.
La potestad de imperio
Se ha dicho que el “imperio” es la facultad que tienen los tribunales para hacer cumplir sus resoluciones
y practicar o hacer practicar los actos de instrucción que decreten.
El art. 76.3 de la CPR, para los efectos señalados, dispone que “los tribunales ordinarios de justicia y los
especiales que integran el Poder Judicial, podrán impartir órdenes directas a la fuerza pública o ejercer
los medios de acción conducentes de que dispusieren. Los demás tribunales lo harán en la forma que la
ley determine”.
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Características de los TTA
1. Son Tribunales Letrados, por disposición expresa de la norma indicada, y consecuente con ello,
el art. 6° del mismo texto legal exige título de abogado para ser designado juez.
2. Son Tribunales Especiales, por cuanto su jurisdicción está limitada a los asuntos establecidos en
el Art. 1° de la LOTAA.
3. Son Tribunales Independientes, ya que no dependen de otra autoridad en el ejercicio de sus
funciones, siendo inamovibles en sus cargos mientras dure su buen comportamiento (arts. 1 y
8).
4. Son Tribunales que no integran el Poder Judicial.
5. Sin perjuicio de lo anterior, están sujetos a la superintendencia directiva, correccional y
económica de la Excma. Corte Suprema, de acuerdo a lo dispuesto en el art. 82 de la CPR.
Competencia
a) Resolver las reclamaciones que presenten los contribuyentes, de conformidad al Libro Tercero
del Código Tributario.
b) Conocer y fallar las denuncias a que se refiere el artículo 161 del Código Tributario y los
reclamos por denuncias o giros contemplados en el número tercero del artículo 165 del mismo
cuerpo legal.
c) Resolver las reclamaciones presentadas conforme al Título VI del Libro II de la Ordenanza de
Aduanas y las que se interpongan de acuerdo a lo dispuesto en los artículos 186 y 187 de esa
Ordenanza.
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d) Disponer, en los fallos que se dicten, la devolución y pago de las sumas solucionadas
indebidamente o en exceso a título de impuestos, reajustes, intereses, sanciones, costas u otros
gravámenes.
e) Resolver las incidencias que se promuevan durante la gestión de cumplimiento administrativo
de las sentencias.
f) Conocer del procedimiento especial de reclamo por vulneración de derechos a que se refiere el
Párrafo 2º del Título III del Libro Tercero del Código Tributario.
g) Conocer del procedimiento especial de reclamo por vulneración de derechos establecido en el
Párrafo 4 del Título VI del Libro II de la Ordenanza de Aduanas.
h) Conocer de las demás materias que señale la ley. A este respecto, el TC dijo que esta referencia
lo es a una Ley Orgánica Constitucional (STC de 30.12.2008)
Otras materias.
La ley N° 20.406 de 2009, otorgó a los TTA competencia para conocer del procedimiento judicial de
acceso a la información bancaria (arts. 62 y 62 bis CT).
Asimismo, la ley n.° 20.420 de 2010, les otorgó competencia para conocer de los reclamos en contra de
actos u omisiones del SII que vulneren cualquiera de los derechos que el art. 8 bis del CT reconoce a los
contribuyentes, con arreglo al procedimiento especial de reclamo por vulneración de derechos (arts.
155 y ss. CT).
Cantidad de TTA
Regla general Habrá un Tribunal y, por ende, un Juez por cada Región del país.
Excepción:
En la Región Metropolitana habrá cuatro Tribunales. Sin embargo, el Cuarto Tribunal será
servido por dos Jueces.
Distribución de causas: Con arreglo al art. 3.2 de la LOTTA, la distribución de causas entre los
jueces de este Tribunal será establecido mediante Auto Acordado de la C. de Santiago.
Modificación: El proyecto aprobado por el Congreso Nacional -que aún no se convierte en ley-,
modifica el artículo 3° de la LOTTA, de modo que la competencia del primer y segundo TTA se
ejercerá en un mismo territorio jurisdiccional, ocurriendo lo propio entre el tercero y el cuarto.
Por ello, la distribución de causas se hará, cuando entre vigor la modificación que comentamos,
entre el 1° y 2°, por un lado, y entre el 3° y el 4°, por otro, mediante Auto Acordado de la misma
Corte de Santiago.
Tribunal competente en materias aduaneras, en la Región Metropolitana.
Solo será competente el Primer Tribunal.
No se aplica en estas materias, por tanto, la distribución de causas a que hemos hecho
referencia.
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Plantas de los TTA
Modificación: Cabe precisar que el proyecto de ley modificatorio de la LOTTA, reduce las plantas de los
TTA de la I, III, VII, VIII, X, XII, XIV y XV Regiones.
Los requisitos legales para la contratación en esta modalidad son los siguientes:
1. Que las necesidades del TTA requieran contratar dicho personal, las que son calificadas por el
Juez.
2. Que exista autorización previa de la ATTA y disponibilidad presupuestaria.
3. Que el contrato sea celebrado por la ATTA.
4. Que no se trate de servicios específicos, por cuanto estos tienen otro tratamiento.
1. Que se celebre un contrato a suma alzada. De este modo, el contratista queda obligado a
prestar el servicio contratado y a suministrar los materiales necesarios para ello.
2. Que exista autorización de la ATTA y disponibilidad presupuestaria.
3. Que el contrato sea celebrado por la ATTA.
Son nombrados por el Presidente de la República, de una terna propuesta por la respectiva Corte de
Apelaciones.
Formación de la terna
La Corte forma la terna correspondiente de una lista con un mínimo de 5 y un máximo de 10 nombres,
propuesta por el CADP con sujeción al procedimiento para nombrar a los altos directivos públicos del
primer nivel jerárquico, contenido en la Ley n.° 19.882, con dos modificaciones:
1. El perfil profesional de competencias y aptitudes del cargo concursado será definido por el
Consejo.
2. De no haber al menos 5 candidatos al cargo que cumplan los requisitos para integrar la nómina,
el Consejo podrá ordenar que se efectúe un nuevo concurso para conformar o completar la lista,
según corresponda.
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Procedimiento para conformar la terna
Dicho Tribunal podrá rechazar todos o algunos de los nombres contenidos en la lista que se le presente.
Si el número de nombres restantes fuere inferior a cinco, la Corte comunicará el hecho al Consejo, para
que complete la nómina llamando a un nuevo concurso, en el cual no podrán participar las personas que
fueron rechazadas.
Para conformar la terna de Juez, todos los postulantes deberán ser recibidos por el pleno de la IC
respectiva en una audiencia pública, citada especialmente al efecto.
Los abogados Resolutores, Profesionales Expertos, Administrativos y Auxiliares, serán nombrados por el
Presidente de la IC respectiva, previo concurso público.
Dicho concurso se efectúa con arreglo a las normas del Párrafo 1° del Título II del Estatuto
Administrativo (Ley n.° 18.834), pero las funciones del Comité de Selección son desempañadas por la
ATTA.
Enseguida, es la Unidad la que propone al Presidente de la IC respectiva, los nombres de los candidatos
que hubieren obtenido los mejores puntajes, con un máximo de tres, respecto a cada cargo a proveer.
Respecto a los SA, el art. 6.1 de la LOTTA, señala que se podrá requerir específicamente conocimientos o
experiencia en materias tributarias o aduaneras, según el cargo que se trata de proveer.
Lo anterior se justifica en que existen TTA que tienen dos SA: uno tributario y otro aduanero (Ej.: El TTA
de la I Región).
Abogados Resolutores
Profesionales Expertos
Poseer un título profesional de una carrera de a los menos diez semestres de duración (con la
modificación se exigirán solo ocho), otorgado por una universidad del Estado o reconocida por éste.
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Dichos títulos deben ser preferentemente de abogado, contador o ingeniero comercial. Esto permite la
contratación de profesionales distintos a los indicados. Ej.: Un arquitecto, pensando en los reclamos de
avalúos de los bienes raíces.
Conforme a esta disposición legal: “Antes de asumir sus funciones, los Jueces Tributarios y Aduaneros
prestarán juramento o promesa de guardar la Constitución y las leyes de la República ante el Presidente
de la respectiva Corte de Apelaciones”.
A diferencia de lo que ocurre con lo que ordenan los arts. 299 a 305 del COT a propósito de los jueces de
letras, Ministros de las Cortes de Apelaciones y Corte Suprema, aquí la ley admite expresamente la
promesa y no solo el juramento.
Responsabilidad
Conforme a esta disposición: “Los Jueces Tributarios y Aduaneros son personalmente responsables por
los delitos de cohecho, falta de observancia en materia sustancial de las leyes que reglan el
procedimiento, denegación y torcida administración de justicia y, en general, de toda prevaricación en
que incurran en el desempeño de sus funciones”.
Permanencia
Remoción
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Conforme a esta disposición, la Corte Suprema, por requerimiento del Presidente de la República, a
solicitud de parte interesada, o de oficio, podrá declarar que los jueces no han tenido buen
comportamiento y, previo informe del inculpado y de la Corte de Apelaciones respectiva, en su caso,
acordar su remoción por la mayoría del total de sus integrantes.
Conforme a dicha disposición, “Los Jueces Tributarios y Aduaneros podrán perder su competencia para
conocer determinados negocios por implicancia o recusación declaradas, en virtud de las causales
contempladas en los artículos 195 y 196 del Código Orgánico de Tribunales. Para estos efectos se
aplicarán, en lo que sea pertinente, los artículos 199 a 202, 204 y 205 del mismo Código”.
Cabe precisar que, en estricto rigor, tales causales hacen perder la competencia al Juez al cual afectan y
no al TTA como órgano.
Regla especial 2:
A falta o inhabilidad de todos los anteriores, subrogará el Secretario Abogado del Tribunal Tributario y
Aduanero que se indica en una tabla que se contiene en el inciso 3° del art. 10 LOTTA. A falta o
inhabilidad del Secretario Abogado de este último Tribunal, subrogará el Juez del mismo.
Modificación: El proyecto modificatorio agrega que “En todo caso, la subrogación de los tribunales
indicados en la tabla será recíproca entre los mismos; así, por ejemplo, al VII Tribunal lo subrogará el VI
Tribunal, y a este último lo subrogará el VII Tribunal”.
Modificación: Otra novedad del proyecto, es que en la tabla se indica que la subrogación entre los TTA
de la Región Metropolitana, será entre el 1° y 2°, por un lado, y entre el 3° y el 4°, por otra. Esto, pues
actualmente la subrogación opera entre el 1° y el 4°, y entre el 2° y el 3°.
Regla especial 3:
En el caso de los Tribunales Tributarios y Aduaneros con más de un Juez, a falta o inhabilidad del
Secretario, antes de aplicar las reglas precedentes, subrogará el otro juez del mismo Tribunal. Esta
situación es aplicable solo para el caso del Cuarto Tribunal de la Región Metropolitana.
Actualmente la LOTTA no regula la materia. Sin embargo, el proyecto modificatorio viene a suplir esta
falencia, incorporando un nuevo inciso final al art. 10 de ese texto legal. De este modo:
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Si hubiere más de uno, subrogará el más antiguo de ellos. Si hubiere dos o más con la misma
antigüedad, corresponderá la subrogación a aquel de ellos que el respectivo juez haya
determinado.
En ausencia de los anteriores, subrogará el profesional experto que sea abogado, salvo que no
exista profesional experto abogado, en cuyo caso podrá subrogar un funcionario del mismo
tribunal con al menos 5 años de antigüedad en el cargo y que sea designado por el juez.
A falta o inhabilidad de éstos, subrogará quien decida el Presidente de la Corte de Apelaciones
en cuyo territorio jurisdiccional tenga asiento el tribunal que requiere la subrogación, debiendo
ser abogado el funcionario que elija para tales efectos y no pudiendo este funcionario subrogar
en caso alguno al juez si fuesen aplicables a su vez las normas de subrogación de los incisos
primero a cuarto anteriores.
Conforme al primera norma: A los Jueces Tributarios y Aduaneros y Secretarios Abogados, les son
aplicables los deberes, prohibiciones e inhabilidades a que se refieren los artículos 316 a 323 ter del
Párrafo 7 del Título X del Código Orgánico de Tribunales
En esta materia, nos remitimos a los dos preceptos señalados del COT.
Por su parte, el art. 16 establece una prohibición que no solo se restringe a los JTTA y SA, sino que a
todos los funcionarios de los Tribunales Tributarios y Aduaneros.
En efecto, conforme al inciso primero, “Los funcionarios del Tribunal Tributario y Aduanero tendrán
prohibición de ejercer libremente su profesión u otra actividad remunerada, y de ocupar cargos
directivos, ejecutivos y administrativos en otras entidades, sea que persigan o no fines de lucro”.
No obstante lo señalado, el desempeño como funcionario del Tribunal Tributario y Aduanero será
compatible con los cargos docentes, hasta un máximo de seis horas semanales.
El Juez Tributario y Aduanero será calificado dentro del mes de enero de cada año por la Corte de
Apelaciones que ejerza jurisdicción en el lugar donde aquél tenga su oficio. Para estos efectos, el Juez
Tributario y Aduanero, en forma trimestral, remitirá a la Corte respectiva un informe de la gestión del
Tribunal a su cargo.
El informe de la gestión del Tribunal Tributario y Aduanero deberá remitirse a la respectiva Corte dentro
de los primeros diez días hábiles de los meses de enero, abril, julio y octubre de cada año.
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Contenido
Informes adicionales
Sin perjuicio de lo anterior, para efectuar la calificación, la Corte podrá requerir otros informes sobre
cursos de capacitación realizados por el Juez; cumplimiento de horarios de ingreso, salida y permanencia
en el lugar de trabajo, y sobre ausencias injustificadas u otros antecedentes.
En contra de la calificación efectuada por la Corte, podrá el Juez Tributario y Aduanero interponer el
recurso de apelación para ante la Corte Suprema dentro del plazo de cinco días hábiles.
Una vez firme la resolución de calificación, las Cortes de Apelaciones enviarán los antecedentes
respectivos a la Corte Suprema para que, cuando proceda, formule la declaración de mal
comportamiento a que se refiere el inciso tercero del artículo 80 de la Constitución Política de la
República y acuerde la remoción del juez afectado.
Calificación
Los demás funcionarios del Tribunal Tributario y Aduanero serán calificados por el Juez respectivo,
dentro del mes de enero de cada año. Las apelaciones en contra de esta calificación se interpondrán
dentro del plazo de cinco días hábiles y serán conocidas por el pleno de la Corte de Apelaciones
respectiva.
En consecuencia, son calificados por el JTTA: a) Los Secretarios Abogados; b) Los resolutores; c) Los
profesionales expertos; d) Los administrativos; y e) Los auxiliares.
Recursos
Las apelaciones en contra de esta calificación se interpondrán dentro del plazo de cinco días hábiles y
serán conocidas por el pleno de la Corte de Apelaciones respectiva.
Normas supletorias
En lo no regulado por la LOTTA, el régimen de calificación del personal perteneciente a los Tribunales
Tributarios y Aduaneros se regirá por las normas del Párrafo 3 del Título X del Código Orgánico de
Tribunales.
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Tales normas corresponden a los artículos 273 a 278 bis del COT, las cuales establecen una serie de
reglas que pueden consultarse directamente en el texto legal citado.
El uso del feriado y de permisos por parte del Juez Tributario y Aduanero deberá ser autorizado por el
Presidente de la respectiva Corte de Apelaciones.
En el caso de los demás funcionarios del tribunal, la autorización deberá ser dada por el correspondiente
Juez Tributario y Aduanero.
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Regla general
Los funcionarios del Tribunal Tributario y Aduanero tendrán prohibición de ejercer libremente su
profesión u otra actividad remunerada, y de ocupar cargos directivos, ejecutivos y administrativos en
otras entidades, sea que persigan o no fines de lucro.
Excepciones
No obstante lo señalado, el desempeño como funcionario del Tribunal Tributario y Aduanero será
compatible con los cargos docentes, hasta un máximo de seis horas semanales.
El TC, a propósito del control de constitucionalidad de la norma en relación con el JTTA, precisó que no
queda comprendida en la prohibición, la administración del propio patrimonio.
El art. 17 de la LOTTA establece que en todo lo no previsto por ella, el personal de los Tribunales
Tributarios y Aduaneros se regirá por las normas de la ley Nº 18.834, sobre Estatuto Administrativo,
salvo en aquello que sea incompatible con la naturaleza de su función.
El art. 25 de la LOTTA, establece que la planta de personal de los Tribunales Tributarios y Aduaneros
estará constituida por los cargos y grados que indica, a los que corresponderá un nivel remuneratorio
equivalente a los de la Escala de Sueldos Bases Mensuales del Personal del Poder Judicial, incluidas
todas las asignaciones inherentes al respectivo cargo.
Así, por ejemplo, el cargo de JTTA es equivalente al de juez letrado de ciudad asiento de Corte de
Apelaciones.
Generalidades
Los preceptos que crearon esta Unidad, no fueron sometidos a control de constitucionalidad. La H.
Cámara de Diputados no los incluyó en el oficio remitido al TC.
Sin embargo, en la STC de 30 de diciembre de 2008 (Rol 1243-08CPR), que se pronunció sobre el
proyecto de la Ley n.° 20.322, existe un voto de minoría de ciertos Ministros (Hernán Vodanovic, Mario
Fernández y Marcelo Venegas), quienes estuvieron por declarar la inconstitucionalidad de los artículos
18 a 23 de la LOTTA.
Lo anterior en concepto del voto de minoría, por la afectación de la independencia de los tribunales que
se crean que importa la creación de la Unidad en cuestión.
De este modo, en parte del considerando 8° del fallo, se dijo por el TC que los artículos mencionados “…
hacen retroceder todo el proyecto a la dependencia actual de la administración tributaria del Estado y
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con ello revocan el concepto de ‘independiente’ de su artículo primero …”. A tal conclusión arriba el
tribunal, por cuanto “… esta Unidad Administradora … depende del Ministerio de Hacienda, al igual que
el Servicio de impuestos Internos, repartición que la nueva Magistratura está llamada a controlar
jurisdiccionalmente …”
Conforme lo establece el art. 18.2 de la LOTTA, esta Unidad será un órgano funcionalmente
desconcentrado de la Subsecretaría de Hacienda, conforme a lo dispuesto en el artículo 33 de la ley Nº
18.575, cuyo texto refundido, coordinado y sistematizado fue fijado por el decreto con fuerza de ley Nº
1, de 2001, del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, y a las normas de la presente ley.
Debe tenerse presente que el art. 33.1 de la LOCBGAE n.° 18,575, establece que “Sin perjuicio de su
dependencia jerárquica general, la ley podrá desconcentrar, territorial y funcionalmente, a
determinados órganos”.
Por último, el mismo artículo, pero en su inciso 3°, señala que “La desconcentración funcional se
realizará mediante la radicación por ley de atribuciones en determinados órganos del respectivo
servicio”.
Funciones de la ATTA
Importante. Los tribunales deberán rendir, ante ella, cuenta detallada de la inversión de estos
fondos, debiendo la Unidad llevar una cuenta para este fin;
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Jefe de la ATTA
La Unidad estará a cargo de un Jefe que tendrá las atribuciones a que se refiere el artículo 22 y será
nombrado de acuerdo a las normas de la ley Nº 19.882, sobre altos directivos públicos del primer nivel
jerárquico. Es decir, interviene el Consejo de la Alta Dirección Pública, organismo que, previo concurso,
propone al Presidente de la República una nómina de entre 3 y 5 nombres, de los candidatos
seleccionados, autoridad que procede a su nombramiento.
De acuerdo al art. 21 de la LOTTA, para el cargo de Jefe de Unidad será requisito poseer un título
profesional, otorgado por una universidad del Estado o reconocida por éste, de una carrera de a lo
menos diez semestres de duración.
1. Diseñar y desarrollar programas que promuevan la más eficiente administración de los recursos
asignados;
2. Representar a la Unidad en todos los asuntos;
3. Ejecutar los actos y celebrar los contratos que estime necesarios para el cumplimiento de los
fines de la Unidad.
Entre otros actos y contratos, le corresponde comprar, construir, reparar, arrendar, mantener y
administrar toda clase de bienes muebles e inmuebles con sujeción a las disponibilidades
presupuestarias;
4. Responder directamente de los fondos puestos a su disposición;
5. Dar cuenta pública, en el mes de marzo de cada año, de la gestión efectuada el año anterior.
Esta cuenta se dará ante las Comisiones de Hacienda del Senado y de la Cámara de Diputados, y
6. Las demás atribuciones y deberes que le asignen las leyes.
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Recursos de la ATTA
De acuerdo al art. 24 de la LOTTA, la Ley de Presupuestos del Sector Público deberá consultar
anualmente, en forma global, los recursos necesarios para el funcionamiento de los Tribunales
Tributarios y Aduaneros.
Concepto:
«Es aquel que tiene por finalidad obtener una sentencia meramente declarativa del Tribunal Tributario y
Aduanero, para hacer cesar un estado de incertidumbre sobre la existencia, alcance o modalidades de
una relación jurídica obligacional tributaria que el SII le imputa al contribuyente».
Caracteristicas generales
Con las modificaciones introducidas por el Art. Segundo de la Ley N° 20.322, sus características son las
siguientes:
1. Es un procedimiento escrito.
2. De doble instancia y además con un Tribunal de Casación, la Corte Suprema, a cargo de velar por
la correcta aplicación del Derecho.
3. Es declarativo, por cuanto la jurisdicción se agota con la declaración que realiza la sentencia
dictada en el proceso, la que puede acoger o rechazar el reclamo.
4. Es de carácter especial, pues se trata de un juicio que ha sido establecido para el conocimiento
de ciertas y determinadas materias reguladas por el CT y la LTTA. De todos modos, sus normas
se aplican supletoriamente, en cuanto la naturaleza de la tramitación lo permita, a los demás
procedimientos del Libro Tercero, a excepción del contemplado en el Título V (juicio ejecutivo
de cobro de impuestos).
De acuerdo al art. 123 bis, incorporado por el N° 17 del Art. 2° de la LTTA, este recurso se interpone de
conformidad con las normas de la Ley N° 19.880 sobre Procedimiento Administrativo.
El SII ha normado esta materia en la Circular N° 13/2010; con anterioridad regía la Circular N° 26/2008 (y
aún en aquellas regiones donde no se aplica la LTTA), que regula la Revisión de la Actuación
Fiscalizadora (RAF). Tal vez, la novedad más importante de la Circ. 13, sea la «audiencia de conciliación»
que puede ser decretada a petición del contribuyente o de oficio por el Servicio.
Características
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1. Procede en contra de los mismos actos reclamables a los que se refiere el art. 124 del CT.
2. Es voluntario para el reclamante.
3. Plazo de interposición: 15 días hábiles administrativos, esto por lo dispuesto en el inciso final
del art. 123 bis, que se remite a la Ley N° 19.880. Por consiguiente, se consideran inhábiles los
días sábado, domingo y festivos (art. 25), a diferencia de los plazos judiciales del CT, en que el
día sábado es hábil.
4. Se interpone ante la misma autoridad que dictó el acto que se impugna, conforme al art. 59 de
la Ley N° 19.880 a la cual se remite el art. 123 bis CT. Así, si el acto que se repone emana de un
Director Regional del SII, será ante esta autoridad donde se debe interponer el recurso.
5. Plazo de resolución por el SII: La norma no señala plazo, pero sí indica que la reposición se
entenderá rechazada en caso de no encontrarse notificada la resolución que se pronuncia sobre
ella dentro del plazo de 50 días contado desde su presentación (silencio negativo).
6. Efecto de la interposición del recurso en el plazo para deducir reclamación ante el TTA: no
interrumpe el plazo para deducir el reclamo.
7. Autoridad que resuelve el recurso: por aplicación del art. 59 de la Ley N° 19.880, la misma
autoridad que dictó el acto impugnado lo resuelve. No obstante, la Cir. 13/2010, señala que la
resolución del caso será pronunciada por el Jefe del Departamento u Oficina Jurídica o de
Procedimientos Administrativos Tributarios.
Finalmente, cabe indicar que no son procedentes en contra de los actos a que se refiere el art. 124 del
CT, los recursos jerárquico y extraordinario de revisión, contemplados en los arts. 59 y 60 de la ley N°
19.880 (art. 123 bis, inciso final).
La materia se regula en el art. 115 del CT. Las reglas de competencia son las siguientes:
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Reclamo de liquidaciones, giros o resoluciones.
Es competente el TTA cuyo territorio jurisdiccional corresponda al de la unidad del Servicio que emitió la
liquidación o el giro o que dictó la resolución en contra de la cual se reclame.
Será competente el TTA cuyo territorio jurisdiccional corresponda al de la unidad que emitió el giro al
cual corresponda el pago.
Reclamo de pagos correspondientes a giros efectuados por la Dirección Nacional del SII. Se aplica la
misma regla anterior.
Dispone la norma:
«El Tribunal Tributario y Aduanero llevará los autos en la forma ordenada en los artículos 29 y 34 del
Código de Procedimiento Civil. Durante la tramitación, sólo las partes podrán imponerse de ellos».
1. En el anterior, sólo el reclamante podía imponerse de los autos, lo que era lógico pues era la
única parte del proceso. Ahora, ambas partes podrán imponerse de los autos.
2. En el anterior texto había una limitante para el reclamante, pues no podía imponerse de los
oficios o piezas que la Dirección Regional mantuviere en el carácter de confidenciales,
antecedentes que no formaban parte del proceso ni podían fundar la sentencia. Todo esto se
elimina con la reforma.
El contenido de las normas del CPC a que se refiere el art. 130 del CT, es el siguiente:
Art. 29. Se formará el proceso con los escritos, documentos y actuaciones de toda especie que se
presenten o verifiquen en el juicio.
Ninguna pieza del proceso podrá retirarse sin que previamente lo decrete el tribunal que conoce de la
causa.
Art. 34. Todas las piezas que deben formar el proceso, en conformidad al artículo 29, se irán agregando
sucesivamente según el orden de su presentación. Al tiempo de agregarlas, el secretario numerará cada
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foja en cifras y en letras. Se exceptúan las piezas que, por su naturaleza, no puedan agregarse o que por
motivos fundados se manden reservar fuera del proceso.
Plazos de días
Trata esta materia el art. 131 del CT). Las reglas son las siguientes:
1. Todos los plazos de días establecidos en el Libro Tercero del CT son de días hábiles. Y son tales
los no feriados, luego, el día sábado es hábil. No debe confundirse esta norma, con la del art. 10
inciso 2° del CT, que los declara inhábiles, porque se está refiriendo a los plazos de días insertos
en procedimientos administrativos, y aquí se trata de procedimientos jurisdiccionales.
2. No se consideran inhábiles los días del feriado judicial. Es decir, no son inhábiles para efectos de
computar los plazos de días establecidos en el referido Libro, como tampoco para practicar las
actuaciones y notificaciones que procedan, ni para emitir pronunciamientos, en cuanto todos
ellos deban cumplirse por o ante el TTA.
Sin embargo, rige el feriado judicial respecto a las actuaciones y resoluciones y/o plazos que
corresponda realizar o dictar a los Tribunales Superiores de Justicia y lo mismo valdrá para los plazos
respecto a actuaciones que deban cumplirse por o ante dichos Tribunales.
Notificaciones
Regla general.
Las resoluciones que dicte el TTA se notificarán a las partes mediante la publicación de su texto íntegro
en el sitio en Internet del Tribunal.
Formalidades de la notificación
Se trata de una excepción a la regla general referida en el número 1, y procede solo respecto de ciertas y
determinadas resoluciones.
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4. Notificaciones que se dirijan a terceros ajenos al juicio.
La notificación se entenderá practicada al tercer día contado desde aquél en que la carta fue expedida
por el tribunal.
El reclamante deberá designar, en la primera gestión que realice ante el Tribunal, un domicilio dentro
del radio urbano de una localidad ubicada en alguna de las comunas de la Región sobre cuyo territorio
aquél ejerce competencia.
Es importante tener presente que esta designación se considerará subsistente mientras no haga otra,
aun cuando de hecho cambie su morada.
Si se omite efectuar esta designación, el Tribunal dispondrá que ella se realice en un plazo de cinco días,
bajo apercibimiento de que estas notificaciones se efectúen mediante la publicación de su texto íntegro
en el sitio en Internet del Tribunal.
Publicación en el sitio en Internet de las resoluciones que se notifican por carta certificada.
Sin perjuicio de lo anterior, la norma dispone que tales resoluciones, en su texto íntegro, serán
igualmente publicadas en el sitio en Internet del Tribunal. En todo caso, la falta de esa publicación no
anulará la notificación.
La notificación al Servicio de la resolución que le confiere traslado del reclamo del contribuyente se
efectuará por correo electrónico, a la dirección que el respectivo Director Regional deberá registrar ante
el Tribunal Tributario y Aduanero de su jurisdicción.
Cualquiera de las partes podrá solicitar para sí el aviso, mediante correo electrónico, del hecho de haber
sido notificada de una o más resoluciones.
Comparecencia
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Reglas:
En el procedimiento general de reclamaciones, solo podrán actuar las partes por sí o por medio de sus
representantes legales o mandatarios (tal cual como antes).
Es importante tener presente que aquí no basta con el poder otorgado para comparecer ante la
administración tributaria, en los términos del artículo 9° del CT. Se trata aquí de un mandato judicial.
Recordemos que el mandato judicial solo puede constituirse, conforme al art. 6°, inc. 2, del CPC:
1. Por escritura pública otorgada ante notario o ante oficial del Registro Civil a quien la ley confiera
esta facultad.
2. Mediante un acta extendida ante un juez de letras o ante un juez árbitro, y subscrita por todos
los otorgantes.
3. Mediante una declaración escrita del mandante, autorizada por el secretario del tribunal que
esté conociendo de la causa.
El art. 129 CT establece que las partes deberán comparecer en conformidad a las normas establecidas
en la Ley Nº 18.120, es decir, con patrocinio de abogado habilitado.
Como excepción a la regla anterior, no se aplica tal exigencia cuando se trate de causas de cuantía
inferior a 32 UTM, es decir, puede comparecer el contribuyente sin patrocinio de abogado.
Esta materia la regula el art. 117 del CT. La gran innovación es que se otorga al SII la calidad de parte.
La representación del Fisco en los procesos jurisdiccionales seguidos en conformidad a los Títulos II, III y
IV del Libro III, corresponderá exclusivamente al SII, que, para todos los efectos legales, tendrá la calidad
de parte.
Si el SII lo considera necesario podrá requerir la intervención del Consejo de Defensa del Estado ante los
tribunales superiores de justicia.
Los Directores Regionales, dentro de los límites de sus respectivas jurisdicciones territoriales, tendrán la
representación del Servicio para los fines ya señalados, sin perjuicio de las facultades del Director, quien
podrá en cualquier momento asumir dicha representación.
Conforme lo dispone el art. 9°, inciso 3°, de la LOCSII, al Subdirector de Fiscalización y al Director de
Grandes Contribuyentes, se les entienden conferidas todas las facultades que esa ley, el CT y otras
disposiciones legales otorgan o les confieran en el futuro a los Directores Regionales (con ciertas
limitaciones); entre ellas, la representación judicial del Fisco.
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Esta materia la regula en específico, el art. 46° de la LOCSII.
En los juicios y actuaciones en que intervenga el SII ante los TTA, el patrocinio y representación serán
asumidos por el abogado que designe el Director o Director Regional (entiéndanse incorporados
también aquí, el Subdirector de Fiscalización y el Director de Grandes Contribuyentes).
Los abogados podrán delegar el poder en algún funcionario del SII que cumpla con los requisitos de
estudio que se señalan en el inciso 1° del art. 2° de la Ley N° 18.120.
El poder que confiera el Director o el Director Regional no requerirá la concurrencia personal de los
mismos al TTA respectivo para la correspondiente autorización por el Secretario Abogado.
1. El período de discusión
Este período se conforma por las siguientes actuaciones, sin perjuicio de las situaciones especiales que
puedan generarse.
a) El acto reclamado.
b) El escrito de reclamo.
c) La contestación del SII.
a) El acto reclamado
Actos reclamables
Conforme a lo establecido en el art. 124 del CT, los actos reclamables son:
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7º De los intereses o sanciones pecuniarias aplicados por el SII y relacionados con hechos que
inciden en una liquidación o reliquidación de impuestos ya notificada al contribuyente (art. 161
N° 7 CT).
Conceptos
1º Liquidación: Acto administrativo en virtud del cual el SII determina o redetermina un tributo
ante la omisión de su declaración o frente a la incorrecta declaración por parte del
contribuyente del mismo.
2º Giro: Se define como la orden de pago que el SII emite a fin de que el valor del tributo incluido
en él sea enterado en arcas fiscales.
3º Pago: Es la prestación de lo que se debe al Fisco.
4º Resolución que incida en el pago de un impuesto o en los elementos que sirvan de base para
determinarlo: Por ejemplo, la resolución del SII que fija un régimen especial de depreciación o la
que rechaza una petición de devolución de pagos provisionales por utilidades absorbidas.
5º Resolución administrativa que deniegue cualquiera de las peticiones del art. 126 CT: Es la que
dicta el DR competente resolviendo las peticiones referidas en los numerales 1, 2 y 3 de dicha
norma.
6º Caso del art. 64.6 CT: Tasación del precio o valor de un bien raíz que sea practicada por el SII en
los casos allí previstos.
7º Caso del n.° 7 del art. 161, CT: Intereses o sanciones pecuniarias aplicadas por el SII y
relacionados con hechos que incidan en una liquidación o reliquidación de impuestos ya
notificada al contribuyente.
Actos no reclamables
Conforme al art. 126, incisos 4° y 5°, del CT, son materias no reclamables:
1º Las circulares o instrucciones impartidas por el Director o por las Direcciones Regionales al
personal.
2º Las respuestas dadas por los mismos o por otros funcionarios del Servicio a las consultas
generales o particulares que se les formulen sobre aplicación o interpretación de las leyes
tributarias.
3º Las resoluciones dictadas por el Director Regional o por la Dirección Regional sobre materias
cuya decisión este Código u otros textos legales entreguen a su juicio exclusivo. Ej. Art. 128 CT.
b) El escrito de reclamo
Art. 23.2 CPC: «Se entenderá que hay interés actual siempre que exista comprometido un derecho y no
una mera expectativa, salvo que la ley autorice especialmente la intervención fuera de estos casos».
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SII Cir. 56/2000: Debe tratarse de un interés pecuniario y no meramente moral o teórico. Un interés
actual, o sea, no debe tratarse de obtener una resolución meramente declarativa por parte del Tribunal,
sino que debe estar destinada a solucionar una controversia existente en la práctica.
Regla general: 90 días hábiles (antes eran 60), contados desde la notificación correspondiente.
Características
a) Es un plazo fatal.
b) De días hábiles.
c) Improrrogable.
Requisitos
Notificación correspondiente:
STTA de Concepción, 22 de febrero de 2013, consideró que el plazo se cuenta desde la notificación de la
liquidación, no desde la fecha de notificación del giro. (RIT GR10-00013-2013). La I.C. de Concepción, lo
confirmó (6-6-2013, Rol 40-2013).
Discutible. Plazo no puede correr antes de la notificación del giro o desde antes que se pida su emisión.
a) Por ser un plazo de años, se rige por el art. 48 del Código Civil, de modo que se computan los
días sábado, domingo y festivos.
b) Es fatal.
c) Improrrogable.
1º Consignar el nombre o razón social, número de Rol Único Tributario, domicilio, profesión u oficio
del reclamante y, en su caso, de la o las personas que lo representan y la naturaleza de la
representación.
2º Precisar sus fundamentos. Ha de tratarse de los fundamentos de hecho y derecho.
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3º Presentarse acompañada de los documentos en que se funde, excepto aquellos que por su
volumen, naturaleza, ubicación u otras circunstancias, no puedan agregarse a la solicitud.
¿Cuáles son los documentos en que se funda el reclamo?
Opinión: Se trata de los antecedentes del acto objeto del reclamo.
Ugalde, García y Ugarte, opinan que no se trata de documentos probatorios, pero que si
resultan ser los mismos que le permitirán probar sus pretensiones, durante el término de
prueba, deberá reiterar esa documentación. Discutible la «reiteración de documentos». Vid. art.
132.3 CT.
4º Contener, en forma precisa y clara, las peticiones que se someten a la consideración del
Tribunal.
Este requisito es de la mayor importancia, pues fija uno de los extremos de la controversia. Si
no se consignan todas las peticiones, precluye el derecho para hacer valer las omitidas, después.
Es conveniente indicar el tipo de impuesto y el período tributario al cual corresponde la
liquidación reclamada, pues ello permite precisar cuáles tributos no podrán girarse hasta que se
dicte sentencia definitiva de primera instancia.
5º Patrocinio de abogado.
Este requisito no se contiene en el art. 125, lo establece el 129, y se aplica a aquellas causas de
cuantía igual o superior a 32 UTM.
JTTA dictará una resolución, ordenando que se subsanen las omisiones en que se hubiere incurrido,
dentro del plazo que señale el tribunal, bajo apercibimiento de tener por no presentada la reclamación.
Dicho plazo no podrá ser inferior a tres días, tratándose de causas en que debe litigarse con patrocinio
de abogado.
Respecto aquellas causas en que se permita la litigación sin patrocinio de abogado, dicho plazo no podrá
ser inferior a 15 días.
Si a consecuencia del ejercicio de este derecho se determina en el fallo que existe un pago en exceso de
impuestos, se imputa a los impuestos liquidados.
TRASLADO al SII.
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Uno de los efectos jurídicos que produce la interposición válida del reclamo, conforme el art. 132, inc.
1°, del CT, es que el TTA deberá conferir traslado al SII por el término de 20 días hábiles, para contestar.
«Del reclamo del contribuyente se conferirá traslado al Servicio por el término de veinte días. La
contestación del Servicio deberá contener una exposición clara de los hechos y fundamentos de derecho
en que se apoya, y las peticiones concretas que se someten a la decisión del Tribunal Tributario y
Aduanero».
Breve análisis.
El SII tiene un plazo fatal de 20 días hábiles para evacuar el traslado conferido. Nótese que no es una
obligación del ente fiscal, sino que una carga procesal, merced a su calidad de parte en el proceso.
Es una modificación relevante, puesto que en el anterior procedimiento el SII no tenía un plazo
legalmente fijado para informar los reclamos.
Requisitos de la contestación
1º Contener una exposición clara de los hechos y fundamentos de derecho en que se apoya.
2º Las peticiones concretas que se someten a la decisión del Tribunal.
3º Transcurrido el plazo conferido, haya o no contestado el SII, culmina el período de discusión.
Los procesos de auditoría tributaria que el SII realiza dentro de sus facultades legales, tienen
características diversas de los procesos de verificación, revisión y ponderación de las pruebas que
efectúan los TTA en el ejercicio de sus funciones jurisdiccionales.
Si el TTA no pudiese revisar, ponderar y extraer conclusiones de los antecedentes, entre ellos la
contabilidad, que los contribuyentes presentan en respaldo de sus reclamos, implicaría restringir de tal
manera el derecho a defensa de los contribuyentes, que su situación sería peor que la existente en el
antiguo sistema de justicia tributaria.
La única limitación a la defensa de los contribuyentes, se contiene en el art. 132.11 del CT.
Jurisprudencia. I.C. de Antofagasta dijo que la tesis del SII no se condice con los principios, objetivo y
propósitos de la Ley N° 20.322. Además, atenta contra el debido proceso (Sent. de 12.03.2012, Rol 17-
2012)
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2. Periodo de prueba
Regula esta materia el art. 132 del CT. Destacaremos, por ahora, solo los siguientes aspectos:
a) El JTTA de oficio o a petición, «deberá» recibir la causa a prueba si hubiere controversia sobre
algún hecho substancial y pertinente. Esta resolución es impugnable, mediante un recurso de
reposición, con apelación subsidiaria, dentro del plazo de 5 días contado desde su notificación.
b) El término probatorio ordinario es de 20 días hábiles, existiendo la posibilidad de ser ampliado
en ciertos casos.
Aspectos destacados
Además de los medios probatorios expresamente consagrados en la ley, se admitirá, además, cualquier
otro medio apto para producir fe.
Se contienen reglas especiales para la prueba de testigos, documental, oficios, peritos y confesional.
Se establece una regla especial de inadmisibilidad de ciertos antecedentes, requeridos por el SII al
contribuyente en la etapa de fiscalización, y no proporcionados por éste.
3. Periodo de sentencia
De acuerdo al inciso final del art. 132 CT, el TTA tendrá el plazo de 60 días para dictar sentencia
contados desde el vencimiento del término probatorio.
La LTTA elimina la forma anómala de terminar el proceso que consagraba el art. 135 del CT, esto es, que
vencido el plazo para formular observaciones al o los informes o rendidas las pruebas, en su caso, el
contribuyente podía solicitar que se fijare un plazo para la dictación de la sentencia, el cual no podía
exceder de 3 meses, luego de los cuales podía pedir que se tuviere por rechazado.
El art. 136 CT, establece que el JTTA dispondrá en el fallo la anulación o eliminación de los rubros del
acto reclamado que correspondan a revisiones efectuadas fuera de los plazos de prescripción.
Con el nuevo texto de la norma citada, la facultad de declarar de oficio la prescripción, se aplica a todos
los actos susceptibles de ser reclamados en este procedimiento; a diferencia de lo que ocurría antes, en
que la ley solo se refería a las liquidaciones.
Condena en costas
La LTTA derogó la norma del inciso 2° del art. 136 CT, que establecía la condena en costas al
contribuyente cuyo reclamo ha sido rechazado en todas sus partes.
Por consiguiente, el régimen de las costas se regula por las normas generales del CPC (Libro I, Título XIV,
arts. 129 a 137); de manera que bien puede ocurrir que un contribuyente, no obstante haber sido
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totalmente vencido en el juicio tributario, si tuvo motivos plausibles para litigar, sea eximido del pago de
las costas.
Requisitos de la sentencia
De acuerdo al art. 144 CT, los fallos pronunciados por el TTA deberán ser fundados.
La omisión de este requisito, así como de los establecido en el inc. 14° del art. 132 –reglas de
ponderación de la prueba conforme a la sana crítica- será corregida por la I. Corte de Apelaciones que
corresponda, si se hubiere deducido recurso de apelación.
Desasimiento
Notificada que sea la sentencia que falle el reclamo no podrá modificarse o alterarse, salvo en cuanto se
deba, de oficio o a petición de parte, aclarar los puntos oscuros o dudosos, salvar las omisiones o
rectificar los errores de copia, de referencias o de cálculos numéricos que aparezcan en ella.
Medidas cautelares
Aquí se otorga al SII la facultad de solicitar la medida precautoria de prohibición de celebrar actos o
contratos sobre bienes o derechos específicos del contribuyente.
Debe destacarse que la única medida posible de solicitar por el SII en este procedimiento es la apuntada,
de modo que no resultan aplicables las restantes medidas cautelares previstas en el art. 290 del CPC.
Esta medida cautelar se limitará a los bienes y derechos suficientes para responder de los resultados del
proceso.
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Requisitos de la solicitud por parte del SII
De aquí se sigue que el SII deberá demostrar la concurrencia de una o ambas circunstancias que
habilitan al JTTA para conceder las medidas cautelares impetradas. De lo contrario, no podrán ser
concedidas.
¿Será necesario indicar que actos y/o contratos se prohíben celebrar, expresamente?
Tramitación de la solicitud
Por lo tanto, formulada la petición por el SII, el JTTA deberá conferir traslado al contribuyente y disponer
la formación de un cuaderno separado para su tramitación.
Sin perjuicio de la tramitación incidental que ordena el CT, ¿podrían decretarse y llevarse a efecto estas
medidas por el JTTA antes de notificarse al contribuyente, aplicando supletoriamente el art. 302, inciso
2°, del CPC, en caso de que existan razones graves para ello?
Discutible: El CT dispone una tramitación incidental para la solicitud, lo que hace entender que solo en la
sentencia interlocutoria podría decretarse la medida solicitada. Pero, en contrario, puede decirse que,
no obstante concederse antes, de todos modos se formará un incidente, al conferirse traslado el
reclamante.
Provisionalidad de la medida
La norma en estudio, establece que la medida será esencialmente provisional y deberá hacerse cesar
siempre que:
Esto significa, que el contribuyente deberá demostrar que sus facultades sí ofrecen suficiente garantía o
que ya no existe un motivo racional para creer que procederá a ocultar sus bienes.
Su solicitud deberá formularla por escrito, debiendo el JTTA darle tramitación incidental.
Aquí corresponde también que el contribuyente solicite al JTTA, por escrito, el cese de la medida
cautelar decretada, ofreciendo la caución respectiva; petición a la que habrá de dársele tramitación
incidental.
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El CT no específica qué clase de caución resulta admisible, debiendo el JTTA calificar la suficiencia de
aquella ofrecida por el contribuyente.
En su contra solo procederán los recursos de reposición y de apelación, dentro del plazo de cinco días
contado desde la notificación.
El art. 137 CT no indica expresamente qué recursos proceden en su contra, solo se refiere a los que
proceden en contra de la resolución que se pronuncia sobre la solicitud de medida cautelar.
Por esta razón, debemos acudir a la regla general contenida en el art. 133, conforme al cual, las
resoluciones que se dicten durante la tramitación del reclamo solo serán susceptibles del recurso de
reposición, el que deberá interponerse dentro del término de 5 días, contado desde la notificación
correspondiente.
Regimen de recursos
Las resoluciones que se dicten durante la tramitación del reclamo, solo serán susceptibles del recurso de
reposición.
Plazo: deberá interponerse dentro del término de 5 días, contado desde la notificación correspondiente.
Reglas de Excepción
En su contra solo procederán los recursos de reposición y de apelación, dentro del plazo de 5 días,
contado desde la notificación.
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2. Resolución que se pronuncia sobre la solicitud de medida cautelar (art. 137.3 CT).
En su contra solo procederán los recursos de reposición y de apelación, dentro del plazo de cinco días
contado desde la notificación.
En su contra solo podrá interponerse el recurso de apelación, dentro del plazo de 15 días contado desde
la fecha de su notificación.
4. Recursos en contra de la resolución que declare inadmisible un reclamo o que haga imposible su
continuación (art. 139.2 CT).
Podrán interponerse los recursos de reposición y de apelación, en el plazo de 15 días contado desde la
respectiva notificación. De interponerse apelación, deberá hacerse siempre en subsidio de la reposición
y procederá en el solo efecto devolutivo. El recurso de apelación se tramitará en cuenta y en forma
preferente.
En su contra procede el recurso de apelación, y como la ley no lo limita, se concede en ambos efectos.
Debe tenerse presente, que el término para apelar no se suspende por la solicitud de aclaración,
agregación o rectificación que se deduzca conforme al art. 138 CT.
Conforme al art. 139.4 CT, la resolución que falle la reposición no es susceptible de recurso alguno, sin
perjuicio de la apelación que se hubiere deducido subsidiariamente.
Conocerá de estos recursos la Corte de Apelaciones en cuyo territorio jurisdiccional tenga asiento el
Tribunal Tributario y Aduanero que dictó la resolución apelada.
2. Tramitación del recurso de apelación en contra de la sentencia que falla un reclamo. (Art. 143 CT).
Regla General
El recurso de apelación contra la sentencia definitiva se tramitará en cuenta, a menos que cualquiera de
las partes, dentro del plazo de 5 días contados desde el ingreso de los autos en la secretaría de la Corte
de Apelaciones, solicite alegatos. De lo contrario, se ordenará dar cuenta.
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Regla de Excepción
Si dentro del plazo de 5 días señalado, se hubiere solicitado alegatos, el tribunal de alzada ordenará
traer los autos en relación, De lo contrario, el Presidente de la Corte ordenará dar cuenta.
Comparecencia
En las apelaciones a que se refiere el Libro III del CT no será necesaria la comparecencia de las partes en
segunda instancia.
3. Tramitación de las apelaciones deducidas en contra de las resoluciones que declaren inadmisible un
reclamo o hagan imposible su continuación. (Art. 139.2 CT)
4. Tramitación del recurso de apelación deducido en contra de la resolución que se pronuncia sobre la
solicitud de medidas cautelares. (Art. 137.3 CT)
Regla general
Excepción
Lo anterior es importante, porque en algunas IC se deniegan las solicitudes de suspensión, por el solo
hecho de tratarse de impuestos de retención o recargo, como por ejemplo, el IVA. Debe tratarse,
entonces, de un impuesto efectivamente retenido o recargado por quien reclama.
El reclamante o el Servicio podrán interponer los recursos de casación en contra de los fallos de segunda
instancia (de forma y fondo).
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Los recursos de casación que se interpongan en contra de las sentencias de segunda instancia, se
sujetarán a las reglas contenidas en el Título XIX del Libro Tercero del Código de Procedimiento Civil.
El antiguo art. 146 del CT, establecía: «En las reclamaciones materia del presente Título no procederá el
abandono de la instancia».
A partir de esta derogación, surge la duda acerca de si el abandono resulta aplicable al procedimiento
general de reclamaciones.
Sin duda, la sola derogación no basta para entenderlo aplicable. Sin embargo, el art. 148 del CT
establece que en todas las materias no sujetas a disposiciones especiales del Libro III, se aplicarán, en
cuanto fueren compatibles con la naturaleza de las reclamaciones, las normas establecidas en el Libro I
del CPC, lugar en el que se trata precisamente del instituto del abandono del procedimiento (Título XVI).
Ugalde, García y Ugarte, estiman que la solución pasa por determinar si existe demandado en este
procedimiento –que es el habilitado para impetrar el abandono- y, de ser así, quién ostentaría tal
calidad. Para ellos, el demandado sería el reclamante, puesto que él debe tomar la iniciativa para
provocar la decisión del JTTA, oponiéndose al acto de liquidación o de giro practicado por el SII. Pero lo
anterior supone calificar como actos de carácter jurisdiccional a, por ejemplo, las liquidaciones o giros,
naturaleza jurídica que no tienen, es decir, acoger el abandono importaría dejar a firme esos actos
administrativos reclamados.
Vale decir, en concepto del máximo Tribunal, quien ostenta la calidad de demandado es el SII. Luego, de
ser aplicable, al ente fiscal le correspondería alegar el abandono del procedimiento.
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La prueba en el procedimiento general de reclamaciones
Generalidades
1. Razón o argumento, instrumento u otro medio con que se pretende mostrar y hacer patente la
verdad o falsedad de una cosa.
2. Indicio, seña o muestra que se da de una cosa.
3. Ensayo o experiencia que se hace de una cosa.
4. Cantidad pequeña de un género comestible, que se destina para examinar si es bueno o malo.
Enunciados probatorios.
¿Qué es lo que decimos o hacemos cuando formulamos enunciados del tipo “Está probado que Juan
mató a Pedro” o “Está probado que María llamó por teléfono a Julio a las cinco de la tarde” o “Está
probado que el contribuyente incorporó facturas falsas en su contabilidad”?
La doctrina, en general, denomina a las enunciados anteriores, que tienen la forma “Está probado que
p”, enunciados probatorios, y que “son aquellos que declaran probadas proposiciones sobre los
hechos”.
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“Está probado que p”, ha de entenderse como “Hay elementos de juicio suficientes a favor de p”.
(Ferrer, 2005, pp. 17 y 19).
Puede afirmarse, que hasta antes de la Ley n.° 20.322 (LTTA), de 27 de enero de 2009, las normas
relativas a los medios probatorios eran escazas en el CT.
En este contexto, se recurría con exclusividad al art. 21 CT referido a la carga de la prueba, así como a las
normas de Derecho Común sobre la materia, atento lo previsto en los arts. 2° y 148 CT.
Sin embargo, con las modificaciones de la LTTA, particularmente al art. 132 CT, la situación ha cambiado,
por lo menos, en cuanto a la existencia de una regulación probatoria más acuciosa y detallada.
No obstante ello, el derecho a aportar pruebas se integra en la garantía constitucional del debido
proceso (art. 19 N°3, inc. 5°, CPR) vale decir, se trata de uno de los supuestos de un justo y racional
procedimiento (Navarro, 2011, p. 30).
También se ha dicho que es una consecuencia del derecho a la defensa, consagrado en el art. 19 N° 3,
inc. 2°, CPR (Ugalde, 2004, p. VI).
Se debe tener presente, en todo caso, que el Tribunal Constitucional ha precisado que «no se vulnera la
Constitución cuando el procedimiento faculta al juez de la causa para determinar si se abre o no un
término probatorio, puesto que el derecho a la prueba no importa una facultad incondicional …» (Rol
1518-09). Así ocurre, por ejemplo, en el art. 165 N° 4 CT.
1. Que la causa sea recibida a prueba. Si el reclamante expone sus argumentos fácticos, debe tener
la posibilidad de acreditarlos.
2. Que se contemple un término probatorio o una audiencia para producir la prueba.
3. Que las partes puedan proponer válidamente todas las fuentes de prueba de que dispongan.
4. Que la prueba propuesta válidamente sea admitida.
5. Que la prueba admitida sea practicada.
6. Que a todas las partes se les permita intervenir en su práctica.
Comentarios
Tratándose de los dos primeros aspectos mencionados, con anterioridad a la LTTA, no se cumplían a
cabalidad, pues el antiguo art. 132 CT, establecía como una facultad del Director Regional el recibir la
causa a prueba, utilizando la expresión «podrá».
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Esta situación es distinta a la actual, puesto que la LTTA modificó el art. 132 CT, señalando que el JTTA
«deberá recibir la causa a prueba…».
En relación con el tercer aspecto señalado, no siempre fue cumplido con celo, puesto que interpretando
de un modo extremo el art. 21 CT, en la primera instancia de los juicios tributarios anteriores a la LTTA,
se negaba decretar diligencias probatorias solicitadas por los reclamantes dentro del término de prueba,
aduciendo que eran éstos los que debían probar.
Así, por ejemplo, no se daba lugar a la petición de oficios a organismos o instituciones (v. gr. a los
Bancos), cuyo objeto era agregar al proceso documentos o informes a los que los contribuyentes no
tienen fácil acceso. Otro tanto ocurría con las peticiones de designación de peritos contables.
En relación con el sexto aspecto señalado, cabe indicar que la jurisprudencia invariable de la Corte
Suprema había señalado que en el antiguo proceso tributario, las únicas partes eran los reclamantes. Sin
embargo, en la Circular N° 56/2000, el SII se reservaba la facultad de «hacerse parte» en algunos
procesos tributarios.
Esta situación cambia con la LTTA, pues al SII se le reconoce la calidad de parte para todos los efectos
legales (art. 117 CT).
Carga de la prueba
Lo que se busca es determinar procesalmente sobre quién recaerá el peso de demostrar los hechos
relevantes en el pleito y, consecuencialmente, los efectos jurídicos del cumplimiento o incumplimiento
de tal tarea.
La carga de la prueba, entonces, es «el gravamen procesal que recae sobre las partes de aportar el
material probatorio necesario para que el juez forme su convicción acerca de la verdad o falsedad de
los enunciados de hecho alegados por las mismas y, en el evento de que no realicen actividad
probatoria alguna o que ésta resulte ineficaz, sufran las consecuencias jurídicas adversas a sus
pretensiones» (Cerda, 2010, pp. 113-114).
IMPORTANTE!!!
El problema de la carga de la prueba, solo será relevante cuando los elementos de convicción rendidos
sean insuficientes para predicar verdad respecto de un hecho afirmado, pues si hay pruebas suficientes
y éstas producen certeza en el juez, éste no se detendrá a indagar a quién correspondía probar y a quién
no (Cerda, 2010, p. 120).
La regla general en esta materia, es que la falta de certeza de un hecho perjudica a aquella de las partes
que tiene interés en su afirmación.
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El art. 1698.1 del Cód. Civ., parece recoger ese principio al disponer: «Incumbe probar las obligaciones o
su extinción al que alega aquéllas o ésta».
En materia tributaria, por su parte, existe el art. 21 del CT que, tradicionalmente, se ha sostenido
consagra una regla especial en materia de carga de la prueba, haciéndola recaer sobre el contribuyente.
«Corresponde al contribuyente probar con los documentos, libros de contabilidad u otros medios que la
ley establezca, en cuanto sean necesarios u obligatorios para él, la verdad de sus declaraciones o la
naturaleza de los antecedentes y monto de las operaciones que deban servir para el cálculo del
impuesto».
«El Servicio no podrá prescindir de las declaraciones y antecedentes presentados o producidos por el
contribuyente y liquidar otro impuesto que el que de ellos resulte, a menos que esas declaraciones,
documentos, libros o antecedentes no sean fidedignos. En tal caso, el Servicio, previos los trámites
establecidos en los artículos 63 y 64 practicará las liquidaciones o reliquidaciones que procedan, tasando
la base imponible con los antecedentes que obren en su poder. Para obtener que se anule o modifique la
liquidación o reliquidación, el contribuyente deberá desvirtuar con pruebas suficientes las
impugnaciones del Servicio, en conformidad a las normas pertinentes del Libro Tercero».
¿Resulta aplicable el art. 1698.1 del Cód. Civ. a las controversias tributarias? ¿Existe contradicción o
incompatibilidad con el art. 21 CT?
Este artículo imparte reglas aplicables, exclusivamente, a la prueba de la obligación tributaria y, por lo
tanto, no corresponde darle aplicación en otros campos del Derecho Tributario como ocurre en materia
infraccional o en el Derecho Penal Tributario.
Jurisprudencia
La jurisprudencia, desde antiguo, lo ha entendido del modo señalado. Pueden consultarse: C. Suprema,
5 de agosto de 1998, Rol 33.822-95; en igual sentido, C. Suprema, 9 de septiembre de 1998, Rol 325-
1997.
Pero también existen excepciones. Así, por ejemplo, la misma Corte Suprema ha resuelto, a propósito de
la malicia exigida en el art. 97 N° 4 CT, que: «…en una materia como la propuesta, es de orden tributario
civil y puede establecerse tanto en la etapa administrativa del procedimiento tributario, cuanto en la
jurisdiccional y una vez imputada ella al contribuyente, por hechos determinados, debe ser éste, por
mandato expreso del artículo 21 del mismo Código, el que ha de desvirtuarla» (SCS, 13/1/2011, Rol 769-
2009).
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Con la vigencia de la LTTA, la situación no ha variado, es decir, puede afirmarse que el fallo recién citado
de la C. Suprema no ha tenido recepción a nivel de los TTA y de las Cortes de Apelaciones del país.
Así, la I. Corte de Temuco, confirmando un fallo del TTA de esa misma ciudad, acerca de una infracción
del art. 97, n.° 4, CT, estableció que: “Tratándose de una manifestación del ius puniendi del Estado, la
aplicación de la sanción prevista en el tipo penal establecido en el mencionado artículo requiere tener
presentes los principios inspiradores del orden penal y por ello el contribuyente se encuentra
beneficiado con la presunción de inocencia y, a consecuencia de lo anterior, el Servicio de Impuestos
Internos debe aportar los antecedentes que acrediten la configuración de la infracción denunciada”
(Sent. de 22-4-2013, Rol 87-2012).
“4º.- Que … la carga de la prueba corresponde al Servicio de Impuestos Internos, quien debe
acompañar a la denuncia todos aquellos (sic) que la funden con el fin de revertir la presunción de
inocencia que ampara al contribuyente y coincidiendo con esa argumentación en cuanto al derecho
administrativo sancionador deben aplicarse los principios inspiradores del orden penal”.
“5º.- Que en ese orden de cosas, entonces, la presunción de inocencia que favorece a la contribuyente
reclamante debe ser destruida por el Servicio de Impuestos Internos para lo cual requiere que la
prueba inculpatoria sea suficientemente apta para convencer al tribunal, más allá de toda duda
razonable, de la existencia de la infracción y, luego, de la participación culpable de la reclamante en esa
infracción, y en el caso sublite los antecedentes probatorios aportados por la reclamada no tienen esa
suficiencia para concluir, en forma inequívoca, que existió la infracción y que en ella le cupo a la
reclamada una participación que debe ser sancionada” (Sent. 7-1-2013, Rol 32-2012).
Por su parte, la I. Corte de Valdivia, confirmando la sentencia de primer grado del TTA de esa ciudad,
sostuvo:
Jurisprudencia
La Corte Suprema, hasta enero del año 2000, aproximadamente, había sostenido la tesis de que sí era
aplicable (Sentencias de 8/9/1998, Rol 22.995-94; 14 /10/1998, Rol 32.526-95; 26/11/1998, Rol 214-96).
Incluso, llegó a sostener que el art. 21 CT es «una norma residual, esto es, se aplica a falta de regulación
expresa de la materia por otra normativa» (18/1/2000, Rol 3330-99).
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Sin embargo, ya en un fallo de 13/11/2000 (Rol 355-2000), la C. Suprema comienza a cambiar su
doctrina. Dijo el máximo Tribunal: “…esa norma [art. 1698 Cód. Civ.] no tiene aplicación … desde que se
refiere a las obligaciones civiles, distintas de las tributarias y porque existe una norma propia, del
artículo 21 del Código Tributario, que reglamenta esta materia y del cuál aparece que tanto en la
etapa administrativa de las investigaciones tributarias como en la jurisdiccional, corresponde al
contribuyente probar la veracidad de sus aseveraciones, frente a las imputaciones que el Servicio de
Impuestos Internos le formule”.
En otro fallo, sostuvo el mismo Tribunal: “…la infracción al artículo 1698 del Código Civil denunciada,
carece de relevancia por cuanto dicha norma es inaplicable en materia tributaria, en atención a que el
principio se refiere a la carga de la prueba en materia de obligaciones y contratos, y no a asuntos de
orden tributario” (Sent. de 1/4/2003, Rol 393-2003).
En igual línea argumental la CS ha fallado que: “El art. 21 del Código Tributario se refiere en su inciso 1°
al onus probandi en materia tributaria, haciéndolo recaer en el contribuyente, norma esta que, por su
especialidad, prevalece dentro de este ámbito respecto de la regla general establecida en el art. 1698
del Código Civil” (SCS 21/10/2004, RDJ, Tomo CI, 2 ª parte, sección 1ª, pp. 291-297).
Y también ha dicho que: “…la carga de la prueba recae en el contribuyente, quien debe demostrar sus
alegaciones frente a las imputaciones del Servicio…” (Sent. 28/10/2010, Rol 3200-2008).
Doctrina
El art. 21 CT, solo señala con qué elementos le corresponde probar al contribuyente, pero no dice que
el onus probandi recae en él, por ello, de conformidad al art. 2° del CT, hay que remitirse al Derecho
Común, y en especial, al artículo 1698, el cual establece, que incumbe probar la existencia de la
obligación o su extinción al que lo alega (Vergara, 2009, t. I, p. 160).
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Derecho Comparado
Art. 105, apartado 1, Ley General Tributaria Española: «En los procedimientos de aplicación de los
tributos quien haga valer su derecho deberá probar los hechos constitutivos del mismo».
Art. 125, Código Tributario Peruano de 1999: «Los únicos medios probatorios que pueden actuarse en la
vía administrativa son los documentos, la pericia y la inspección del órgano encargado de resolver, los
cuales serán valorados por dicho órgano, conjuntamente con las manifestaciones obtenidas por la
Administración Tributaria».
Parágrafo 90, Ordenanza Tributaria Alemana (Abgabenordnung, 2000): «Los interesados están obligados
a colaborar en la investigación de los hechos. Darán cumplimiento al deber de colaboración
especialmente por el hecho de que informan los hechos relevantes a efectos de la imposición íntegra y
verazmente e indican los medios de prueba que les son conocidos».
Obligación tributaria
Frente a la
obligación tributaria
¿Cuál es la regla general? ¿Que el contribuyente declare y pague, oportunamente, sus impuestos, o que
adeude tributos?
Pareciere correcto sostener, que la afirmación de existir el vínculo jurídico tributario, la acreditación de
la concurrencia de los hechos constitutivos de la obligación tributaria, le corresponde al sujeto activo,
esto es, al Fisco: hecho gravado, base imponible, contribuyente y tasa.
Del mismo modo, parece correcto sostener que la acreditación de la concurrencia de hechos impeditivos
o extintivos de semejante vínculo, le corresponde al sujeto pasivo de la relación, es decir, al
contribuyente: un ingreso exento, un ingreso no renta, la prescripción, el pago, etc.
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Prueba de los hechos constitutivos de la obligación tributaria
Le corresponderá al SII acreditar la existencia de la obligación tributaria. Los medios de prueba de que
podrá valerse para estos fines son numerosos, a saber:
Así, como se dijo, si existe una exención tributaria, le corresponderá al contribuyente acreditarla, al igual
que si operó un modo de extinguir la obligación tributaria.
A partir de lo señalado, no hay contradicción entre estas dos normas, pues lo que hace el art. 21 CT es
desarrollar en la especialidad tributaria y a partir de la declaración de impuestos, los principios del art.
1698 del Código Civil.
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De otro lado, debe tenerse presente que, según se ha resuelto:
Las disposiciones del art. 21 CT “no son leyes reguladoras de la prueba, puesto que no
establecen una tasa probatoria forzosa para los jueces de mérito” (SCS, 21/7/1998, Rol 33.701-
95).
Por consiguiente, “la prueba producida por el reclamante debe ser ponderada por los jueces del
fondo, quienes deben extraer de ellas las conclusiones que juzguen pertinentes al caso de que
se trate, sin que estén obligados a arribar a las mismas conclusiones planteadas o alegadas por
el reclamante y si llegan a conclusiones distintas, ello no significa necesariamente que haya
infracción de la norma indicada” (SCS, 8/6/1999, Rol 1052-98; también, SCS, 29/3/2004, RDJ., t.
CI, 2ª parte, sección 1ª, pp. 46-48 ).
Primera regla
Corresponde al contribuyente probar con los documentos, libros de contabilidad u otros medios que la
ley establezca, en cuanto sean necesarios u obligatorios para él, la verdad de sus declaraciones o la
naturaleza de los antecedentes y monto de las operaciones que deban servir para el cálculo del
impuesto.
Debe probar el contribuyente, entiendo por tal, las personas naturales y jurídicas, o los administradores
y tenedores de bienes ajenos afectados por impuestos (art. 8° N° 5 CT).
La verdad de sus declaraciones de impuestos, o sea, que se ajustan a la normativa legal que crea y regula
el impuesto declarado.
La naturaleza de los antecedentes y el monto de las operaciones que deban servir para el cálculo del
impuesto. Ej. La necesariedad de un gasto para producir la renta.
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3. Con qué medios puede probar el contribuyente.
Puede probar con los documentos, libros de contabilidad u otros medios que la ley establezca, en
cuanto sean necesarios u obligatorios para él.
No existen en la etapa administrativa medios de prueba taxativos y tampoco medios de prueba vedados
a priori por el legislador.
No es posible exigirle al contribuyente acreditar la verdad de sus declaraciones con documentos, libros
de contabilidad u otros medios que no sean necesarios u obligatorios para él. Por ej: no puede exigírsele
acreditar la verdad de sus declaraciones con contabilidad completa, a un contribuyente facultado por la
ley para llevar contabilidad simplificada.
Segunda regla
La norma apuntada, impone al SII la obligación de no rechazar la prueba aportada por el contribuyente,
salvo que ésta no sea fidedigna, es decir, no digna de fe.
Semejante calificación debe hacerse con fundamentos suficientes. Así, se ha resuelto que: “…en los
descargos la contribuyente puede valerse, entre otros elementos de prueba, de sus libros de
contabilidad y documentos en cuanto sean necesarios u obligatorios para él, a los que deberá atenerse
el Servicio, salvo que éstos con fundamentos suficientes se declaren no fidedignos y por lo mismo
carentes de credibilidad o verosimilitud” (SCS, 17/3/1999, Rol 4005-96). La Circular n.° 8/2000 del SII,
recalca también este requisito.
A modo de ejemplo, no serían dignos de fe los libros de contabilidad del contribuyente si las anotaciones
que en ellos constan no están respaldados con la correspondiente documentación o si de ellos se
desprenden claras omisiones de ventas o de compras realizadas o si en ellos existen anotaciones
borradas.
Tampoco serían dignas de fe, las facturas que aporta el contribuyente si ellas adolecen de falsedad, ya
sea material o ideológica.
Respecto a la forma en que se debe proceder para declarar como no fidedignos los antecedentes
proporcionados por el contribuyente, se ha resuelto que la señalada declaración “podrá ser expresada
en los mismos términos, esto es, la de ser no fidedignos los datos, como igualmente, de cualquiera otra
manera que exprese la misma idea de falta de fe …” (SCS, 29/10/2002, Rol 1322-2001).
Con todo, no basta para cumplir con esta exigencia, el argumentar que los documentos aportados por el
contribuyente son privados o que éstos no están firmados, pues tales circunstancias no son suficientes
para calificarlos como no dignos de fe (Vid. SCS, 23/9/1998, Rol 33700-1995).
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Tercera regla
En caso de que el Servicio califique a las declaraciones, documentos, libros o antecedentes como no
fidedignos, previos los trámites establecidos en los artículos 63 y 64, practicará las liquidaciones o
reliquidaciones que procedan, tasando la base imponible con los antecedentes que obren en su poder.
Entonces, para que opere esta regla, a menester que el ente fiscalizador califique –fundadamente- los
antecedentes aportados por el contribuyente como no fidedignos.
1. En la citación prevista en el art. 63 CT. Este trámite es obligatorio en el caso del inciso 2° del art.
21, habiéndose así declarado interpretativamente, además, por el Art. 10° de la LTTA.
2. En las liquidaciones o reliquidaciones previstas en el art. 24 CT. Es lógico que así sea, pues la
liquidación es el acto administrativo subsecuente a la citación.
Debe tenerse presente, con todo, que recientemente la Corte Suprema ha señalado que: “Tampoco es
efectivo que sea necesario declarar la contabilidad como no fidedigna para prescindir de ella; basta para
ello que no se corresponda con la documentación que le sirve de sustento” (SCS, 18/1/2011, Rol 312-
2009).
Tal vez, el sentido de este fallo apunta a que, si bien una contabilidad puede ser fidedigna, ello no
significa que el SII esté obligado a compartir las conclusiones pretendidas por el contribuyente que la
aporta. Vale decir, en tal caso el SII estaría liquidando precisamente los impuestos que resultan de tales
antecedentes contables.
“El alcance del art. 21, inciso 2°, del Código Tributario no es otro que determinar, cuando los
antecedentes presentados no han sido declarados no fidedignos, que el Servicio, en la sección
administrativa del reclamo, y los tribunales pertinentes, en la sede jurisdiccional, deben analizarlos,
ponderarlos y considerarlos, acorde con el valor probatorio que la ley les asigne, extrayendo las
conclusiones que a los magistrados les parezcan pertinentes, sin que estén obligados a aceptar las
conclusiones a que el contribuyente arribe con tales datos, ni la forma de ponderación que pretenda
imponer” (SCS, 31/3/2004, RDJ., t. CI, 2ª parte, sec. 1ª, pp. 54-56).
Pero, el problema es que se liquidan impuestos sin que previamente se hubiere dado la posibilidad al
contribuyente de exponer sus argumentos, citándolo para tal efecto.
Cuarta regla
Para obtener que se anule o modifique la liquidación o reliquidación, el contribuyente deberá desvirtuar
con pruebas suficientes las impugnaciones del Servicio, en conformidad a las normas pertinentes del
Libro Tercero.
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La norma no señala que es lo que se considera pruebas suficientes, pero entendemos que se trata de
aquellos medios probatorios que se regulan en el art. 132 del CT, sin perjuicio de poder recurrir a los
establecidos en el Derecho Común y a los demás establecidos en la ley tributaria, como ocurre con las
presunciones (v. gr., art. 70 de la LIR).
Aspectos procesales
Analizaremos, ahora, los aspectos procesales de la prueba, que regula el artículo 132 del CT.
1. Causa a prueba
Vencido el plazo de 20 días que tiene el SII para contestar, haya o no evacuado el trámite, el Tribunal
Tributario y Aduanero, de oficio o a petición de parte, deberá recibir la causa a prueba si hubiere
controversia sobre algún hecho substancial y pertinente. La resolución que se dicte al efecto señalará los
puntos sobre los cuales deberá recaer la prueba.
Luego, no basta con que exista controversia respecto a un hecho, sino que es necesario, además, que tal
acaecimiento sea relevante o importante.
El hecho, por tanto, no solo ha de ser controvertido y substancial, sino que debe también guardar
relación con el pleito, con el objeto del juicio.
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Recursos
En contra de la resolución que recibe la causa a prueba, solo procederán los recursos de reposición y de
apelación, dentro del plazo de 5 días, contado desde la notificación.
2. Término probatorio
Duración
El término probatorio será de veinte días y dentro de él se deberá rendir toda la prueba (inc. 3°).
Significa esto que no es admisible ningún medio de prueba con anterioridad al término probatorio?
Cuando hayan de practicarse diligencias probatorias fuera del lugar en que se sigue el juicio, o si durante
el término de prueba ocurren entorpecimientos que imposibiliten la recepción de ésta, el Tribunal
Tributario y Aduanero podrá ampliar, por una sola vez, el término probatorio por el número de días que
estime necesarios.
Dicha ampliación en ningún caso podrá exceder de 10 días, contados desde la fecha de notificación de la
resolución que ordena la ampliación.
3. Testigos
En los primeros dos días del probatorio cada parte deberá acompañar una nómina de los testigos de que
piensa valerse, con expresión de su nombre y apellido, domicilio y profesión u oficio.
En el anterior texto, el Director Regional, al recibir la causa a prueba, determinaba la forma y plazo en
que la testimonial debía rendirse.
En el procedimiento no existirán testigos inhábiles, sin perjuicio de lo cual el tribunal podrá desechar de
oficio a los que notoriamente aparezcan comprendidos en alguna de las situaciones del artículo 357 del
Código de Procedimiento Civil (inhabilidades absolutas, por ej.: Los que se hallen en interdicción por
causa de demencia).
Se podrán dirigir a cualquier testigo preguntas tendientes a demostrar su credibilidad o falta de ella.
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Credibilidad (RAE): Cualidad de creíble.
¿En qué momento pueden formularse o dirigirse al testigo preguntas tendientes a demostrar su
credibilidad o falta de ella? El CT nada dice.
Una alternativa es entender que solo pueden formularse antes de que el testigo preste declaración,
porque las preguntas de credibilidad son en reemplazo de aquellas que, en el procedimiento civil
ordinario, pretenden establecer las causales de inhabilidad legal para declarar (arts. 365.2 y 373 CT).
Esto supone que se persigue desacreditar por completo al testigo, dejandolo claro antes de que
deponga.
Otra posibilidad, es entender que frente al testimonio, o frente a cada interrogación y luego de
producida la respuesta, la contraparte puede formular preguntas tendientes a demostrar la falta de
crédito del testigo, en relación con ese punto de prueba en particular.
Se admitirá a declarar hasta un máximo de cuatro testigos por punto de prueba (inc. 5°).
Recordemos que solo se examinarán testigos que figuren en la nómina acompañada en su oportunidad.
4. Oficios
El Tribunal Tributario y Aduanero dará lugar a la petición de oficios cuando se trate de requerir
información pertinente sobre los hechos materia del juicio.
La parte que lo solicite, deberá señalar específicamente el o los hechos sobre los cuales se pide el
informe.
Tratándose de solicitudes de oficios a las que acceda el Tribunal Tributario y Aduanero, éste deberá
disponer su despacho inmediato a las personas o entidades requeridas.
Las personas o entidades requeridas, estarán obligadas a evacuar la respuesta dentro del plazo que al
efecto fije el tribunal, el que en todo caso no podrá exceder de 15 días.
A petición de la parte que lo solicita o de la persona o entidad requerida, el plazo para evacuar el oficio
podrá ser ampliado por el tribunal, por una sola vez y hasta por 15 días más, cuando existan
antecedentes fundados que lo aconsejen.
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5. Peritos
Procedencia
El CT no señala de manera expresa los casos en que resulta procedente este medio de prueba.
Por aplicación de las normas del CPC (arts. 411 y 412), es posible concluir que en el juicio declarativo
tributario, el informe de peritos es de carácter facultativo, y el JTTA lo decretará cuando lo estime
necesario o recomendable.
Las partes solo podrán solicitarlo dentro del término probatorio (arts. 148 CT y 412 CPC).
Señala –escuetamente– el art. 132.8 CT, que los mismos plazos indicados a propósito de la petición de
oficios, regirán para los peritos, en relación a sus informes, desde la aceptación de su cometido.
El perito estará obligado a evacuar el informe dentro del plazo que al efecto fije el tribunal, el que en
todo caso no podrá exceder de 15 días, contados desde la aceptación del cargo.
A petición del perito, el plazo para evacuar el informe podrá ser ampliado por el tribunal, por una sola
vez y hasta por 15 días más, cuando existan antecedentes fundados que lo aconsejen.
6. Absolución de posiciones
El Director, los Subdirectores y los Directores Regionales no tendrán la facultad de absolver posiciones
en representación del Servicio.
De la historia del establecimiento de la LTTA, se desprende que en definitiva, no es posible utilizar este
medio de prueba respecto al SII.
7. Libertad probatoria
Dispone el art. 132.10 CT que “se admitirá, además, cualquier otro medio probatorio apto para producir
fe”.
Estimamos que la admisión de esos otros medios de prueba queda a criterio del JTTA quien, en todo
caso, habrá de pronunciarse sobre ello en la sentencia definitiva.
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Excepciones
Estos solo podrán ser acreditados por medio de la solemnidad prevista por la ley. Ej.: compraventa de un
bien inmueble.
No serán admisibles aquellos antecedentes que, teniendo relación directa con las operaciones
fiscalizadas, hayan sido solicitados determinada y específicamente por el Servicio al reclamante en la
citación a que se refiere el artículo 63 y que este último, no obstante disponer de ellos, no haya
acompañado en forma íntegra dentro del plazo del inciso segundo de dicho artículo (Un mes,
prorrogable, por un mes más).
El reclamante siempre podrá probar que no acompañó la documentación en el plazo señalado, por
causas que no le hayan sido imputables, incluyendo el caso de haber solicitado al Servicio prórroga del
plazo original para contestar la referida citación y ella no fue concedida o lo fue por un plazo inferior al
solicitado (Modif. Ley n.º 20.752, de 28.05.2014).
En aquellos casos en que la ley requiera probar mediante contabilidad fidedigna, el juez deberá
ponderar preferentemente dicha contabilidad.
8. Apreciación de la prueba
Modificación
Conforme lo establece el art. 132.14 CT, “la prueba será apreciada por el Juez Tributario y Aduanero de
conformidad con las reglas de la sana crítica”.
Por lo tanto, se sustituye la prueba legal o tasada –que impone parámetros rígidos y preestablecidos al
juzgador– por la sana crítica.
El sistema de la sana crítica es “aquel que entrega al juez amplias facultades para apreciar la prueba,
pero imponiéndole los deberes de establecer los hechos mediante un razonamiento lógico en base a las
pruebas rendidas, y exponer en la sentencia ese proceso de razón con el cual llegó a la convicción de
que tales son los hechos que establece” (Peñailillo, 1989, p. 19).
53
Ponderación
Al apreciar las pruebas de esta manera, el tribunal deberá expresar en la sentencia las razones jurídicas y
las simplemente lógicas, científicas, técnicas o de experiencia en virtud de las cuales les asigna valor o
las desestima.
Apreciar (RAE).
5ª acepción: Reducir a cálculo o medida, percibir adecuadamente la magnitud, intensidad o grado de las
cosas y sus cualidades.
Preguntas
¿Existe un término de prueba en la fase administrativa de fiscalización tributaria que lleva adelante el
SII?
¿Qué reglas de ponderación debe aplicar el SII, a la prueba aportada por el contribuyente?
¿Los actos administrativos de determinación de la obligación tributaria que practica el SII, deben
contener la ponderación de la prueba aportada?
El CT no regula esta materia. No obstante, en el art. 63.2 CT, se fija un plazo al contribuyente para
responder a la citación que el SII le practique, el cual es de un mes, prorrogable, por una sola vez, hasta
por un mes.
Entonces, tratándose de un proceso de fiscalización en el cual ha mediado una citación, dentro del plazo
ya fijado, el contribuyente deberá aportar toda la prueba, sin perjuicio de poder hacerlo antes, a
requerimiento del SII.
Corrobora este aserto, lo dispuesto en el art. 132.11 CT, a propósito de la inadmisibilidad de aquellos
antecedentes que, teniendo relación directa con las operaciones fiscalizadas, hayan sido solicitados
determinada y específicamente por el Servicio al reclamante en la citación a que se refiere el artículo 63
y que este último, no obstante disponer de ellos, no haya acompañado en forma íntegra dentro del
plazo del inciso segundo de dicho artículo.
54
Reglas de ponderación de la prueba
Ya se dijo que el art. 21 no establece reglas para la ponderación de la prueba aportada por el
contribuyente.
Sin embargo, esto no significa que no deba ponderarse adecuadamente por el SII. Por lo tanto, teniendo
en cuenta que la fiscalización tributaria es un procedimiento de carácter administrativo, estimamos
aplicables las normas de la ley N° 19.880 sobre Procedimiento Administrativo (LBPA).
Así, el art. 35.1 LBPA señala que la prueba será apreciada en conciencia, y el inciso final de la misma
norma expresa: «El instructor del procedimiento sólo podrá rechazar las pruebas propuestas por los
interesados cuando sean manifiestamente improcedentes o innecesarias, mediante resolución
motivada». Esta norma debe relacionarse con el art. 8 bis n.° 9 del CT.
Y, a su turno, el art. 41.4 LBPA, señala: «Las resoluciones contendrán la decisión, que será fundada».
En suma:
“La valoración de las pruebas que se aporten al expediente [administrativo] no se somete a reglas
predefinidas ni a una verdad formal, como sí existe en materia procesal civil. En otras palabras, esa
prueba será apreciada en conciencia (art. 35.1 LBPA), es decir, sujeta a la ‘libre apreciación’, sometida
[…] a la sana crítica, es decir, ajustada al principio de objetividad” (Moraga, 2010, t. VII, p. 217).
De la relación del citado art. 41.1 LBPA con el art. 11.2 del mismo texto legal, es posible concluir que el
acto administrativo tributario debe ser fundado, tanto en los hechos como en el derecho, lo que
ciertamente supone plasmar en él la valoración de la prueba rendida por el contribuyente, precisando
las razones por las cuales se aceptaron unas y se desecharon otras.
Al efecto, dispone el art. 11.2 LBPA: “Los hechos y fundamentos de derecho deberán siempre expresarse
en aquellos actos que afectaren los derechos de los particulares, sea que los limiten, restrinjan, priven
de ellos, perturben o amenacen su legítimo ejercicio, así como aquellos que resuelvan recursos
administrativos”. No olvidemos que, precisamente, el impuesto priva al contribuyente de una parte de
su patrimonio.
“Los actos administrativos gozan de una presunción de legalidad, de imperio y exigibilidad frente a sus
destinatarios, desde su entrada en vigencia, autorizando su ejecución de oficio por la autoridad
administrativa, salvo que mediare una orden de suspensión dispuesta por la autoridad administrativa
dentro del procedimiento impugnatorio o por el juez, conociendo por la vía Jurisdiccional”.
55
Presunción de legalidad del acto administrativo y carga de la prueba. Doctrina.
“… lo impugnado por el contribuyente reclamante es un acto administrativo, que cuenta con todas las
características que le entrega la ley N° 19.880 en donde destaca la presunción de legalidad y validez, por
lo que el SII, mucho no tiene que probar …” (Alamos, 2009, p. 171).
Concepto.
“Vínculo jurídico en virtud del cual un sujeto (deudor), debe dar a otro sujeto que actúa ejerciendo el
poder tributario (acreedor), determinada suma de dinero”.
Elementos.
Prescripción –
panorama actual
Concepto.
56
“Un modo de extinguir los derechos y acciones ajenos, por no haberlos ejercitado el acreedor o
titular de ellos durante cierto lapso, concurriendo los demás requisitos legales” (Abeliuk Manasevich,
René, Las Obligaciones, Edit. Juridica de Chile, 4 ª edic., Santiago, 2005, t. II, p. 1072).
1. Art. 59: SII solo puede examinar y revisar las declaraciones presentadas por los contribuyentes,
dentro de los plazos de prescripción.
2. Art. 200: Plazo de prescripción de la acción fiscalizadora (Art. 136 CT – JTTA puede declarar de
oficio la prescripción).
3. Art. 201: Plazo de prescripción de la acción de cobro que ejerce la Tesorería General de la
República.
Se cuenta desde la expiración del plazo legal en que debió efectuarse el pago del impuesto (arts. 200 y
201 CT).
Este es el plazo general aplicable a toda clase de impuestos de tributación fiscal interna.
a) Incidencia de la citación
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Efecto: Aumenta los plazos de prescripción, respecto a los impuestos derivados de las operaciones que
se indiquen determinadamente en la citación, en 3 meses desde que se le notifique. Si el contribuyente
solicita prórroga y el SII la concede, también se aumenta el plazo en los mismos términos de la prórroga.
Esta es una situación sumamente excepcional, que es propia del Derecho Tributario. Se regula en el art.
11.4 CT.
Efecto: Se aumentan o renuevan por este hecho los plazos de prescripción del art. 200 del CT en 3
meses, contados desde la recepción de la carta devuelta.
a) Interrupción de la prescripción
Se pierde todo el tiempo transcurrido antes de que opere el acto interruptivo y comienza a
correr uno nuevo.
b) Suspensión de la prescripción
Es un beneficio a favor de ciertas personas, en este caso del Fisco. Durante ella el plazo de
prescripción o no se inicia o no corre (“praescriptio dormit”).
Suspensión de la prescripción
1. Art. 201 inc. 4° del CT. Se suspende la prescripción por todo el lapso que medie entre la
interposición del reclamo por el contribuyente y la notificación del fallo pronunciado por el JTTA.
2. Art. 97 N° 16, inc. 7°, del CT. Pérdida o inutilización de los libros de contabilidad. Se suspende
desde la pérdida hasta la fecha en que los libros legalmente reconstituidos queden a disposición
del SII.
58
respectivo. SII dentro de ese plazo puede, alternativamente, citar, liquidar o formular giros (inc.
1º).
2. Plazo de fatal de 12 meses. Computados de la misma forma. Se establece para ciertos casos,
como por ejemplo, fiscalización de precios de transferencia o revisión de efectos tributarios de
una reorganización empresarial (inc. 2º).
3. Plazo de 12 meses. Para fiscalizar y resolver solicitudes de devolución de PPUA. Se cuenta desde
la fecha de la solicitud. Plazo fatal? Se discute. STTA de Concepción, de 2-7-2013 dijo que sí lo es.
Lo normal y corriente es que los contribuyentes cumplan cabal y oportunamente con la obligación de
pagar los impuestos que les gravan.
Fuentes legales.
Definición.
“Es un procedimiento especial contencioso, cuya finalidad es obtener el cumplimiento forzado de una
obligación tributaria de dinero, que el deudor no enteró oportunamente en arcas fiscales”.
1. Una de las principales fuentes de ingreso para el Estado es la recaudación impositiva. Ello
justifica su interés en el pago oportuno.
2. Autotutela de la Administración tributaria, tanto declarativa, como ejecutiva (SII – TGR).
3. Fundamento último: Obtener por parte del Fisco acreedor el cumplimiento forzado de una
obligación tributaria de dinero que, total o parcialmente, ha sido resistida por el deudor.
Campo de aplicación.
Art. 2 n.° 2: Le corresponde al Servicio de Tesorerías, entre otras funciones, efectuar la cobranza
coactiva sea judicial, extrajudicial o administrativa de:
59
3. Los créditos fiscales a los que la ley dé el carácter de impuesto para los efectos de su
recaudación;
4. Los demás créditos ejecutivos o de cualquiera naturaleza que tengan por causa o motivo el
cumplimiento de obligaciones tributarias cuya cobranza se encomiende al Servicio de Tesorerías
por decreto supremo.
5. Asimismo, le corresponde el cobro de los demás créditos del Sector Público, salvo aquellos que
constituyan ingresos propios de los respectivos Servicios (art. 35.1, D.L. 1.263/1975).
Ejemplos:
En cuanto al procedimiento:
1. Art. 35.1: “El Servicio de Tesorerías tendrá a su cargo la cobranza judicial o administrativa con
sus respectivos reajustes, intereses y sanciones de los impuestos …”.
2. Art. 35.2: “Para tal efecto, aplicará, cualquiera que sea la naturaleza del crédito, los
procedimientos administrativos y judiciales establecidos por el Código Tributario para el cobro
de los impuestos morosos”.
“La cobranza administrativa y judicial de las obligaciones tributarias que deban ser cobradas por el
Servicio de Tesorerías, de acuerdo con la ley, se regirá por las normas de este Título”.
Importante:
El cobro de todo crédito o acreencia encomendado al ST, no siempre se regirá por las normas del CT.
Lo anterior, pues se trata de un procedimiento de aplicación general para el cobro de esas acreencias,
salvo que exista uno de carácter especial. Ejemplos: Cobro de las patentes mineras de exploración o
explotación (arts. 146 y ss. Código de Minería), así como el cobro de patentes por la no utilización de las
aguas (arts. 129 bis 11 y ss. del Código de Aguas).
Estructura:
1. Cobranza administrativa.
2. Cobranza ejecutiva o coactiva, en dos fases:
60
Primera fase, tramitada ante el propio ST; el Tesorero Provincial o Regional actúa como juez
sustanciador.
Cobranza administrativa:
Art. 171.7 CT: “Sin perjuicio de la ejecución, la Tesorería … podrá, en forma previa, concomitante o
posterior, enviar comunicaciones administrativas a los deudores morosos y efectuar las diligencias que
determinen las instrucciones del Tesorero General”.
Luego, “es aquella integrada por un conjunto de actividades de carácter comunicacional que pretende,
entre otras finalidades, reducir el número de contribuyentes a incluir en la cobranza ejecutiva, mediante
pagos que se efectúen con antelación a esta última”.
Discusión. ¿Qué naturaleza tiene esta primera fase? ¿Es administrativa o judicial?
Importancia de la respuesta, entre otros aspectos, abandono del procedimiento y garantía del debido
proceso.
Así, en un fallo se lee que: “… del contexto de las referidas normas aparece claro que el procedimiento
ejecutivo de cobro de obligaciones tributarias … tiene dos etapas, una administrativa y otra judicial.
En efecto, la etapa que se realiza ante el Servicio de Tesorerías no posee el carácter de jurisdiccional
sino que es administrativa” (C. Suprema (cas.), 26 de agosto de 2011, Rol 8420-2009. En igual sentido,
C. Suprema (cas.), 2 de abril de 2012, Rol 1308-2010; C. Suprema (cas.) 2 de abril de 2012, Rol 2737-
2010, entre otros).
61
En sentido contrario, más recientemente, la C. Suprema ha sostenido que “las normas que hacen
aplicables, supletoriamente, las disposiciones comunes a todo procedimiento, llevan a la conclusión
de otorgarle naturaleza jurisdiccional a la intervención en este procedimiento del Tesorero …” (C.
Suprema (cas.), 24 de agosto de 2012, Rol 8543-2010. En igual sentido, C. Suprema (cas.), 13 de
diciembre de 2012, Rol 4356-2010; C. Suprema (cas.), 13 de enero de 20134, Rol 3472-2012; C.
Antofagasta (ap.), 28 de junio de 2011, Rol 48-2011).
1. Competencia en primera instancia, Juez de Letras del domicilio del ejecutado al momento de
practicársele el requerimiento de pago (art. 180.1 CT).
2. Competencia en segunda instancia, Corte de Apelaciones a cuya jurisdicción pertenezca el
tribunal referido (art. 180.2 CT).
3. Intervención: Fallo de excepciones – retiro y realización de bienes muebles – subasta de bienes
raíces – apremios corporales.
1. Se estructura sobre la base de dos etapas, una tramitada ante el ST y otra tramitada ante el Juez
Civil competente.
2. Es un procedimiento compulsivo o de apremio, cuyo inicio está gatillado por la contumacia del
deudor a cumplir voluntariamente con la obligación tributaria de dinero. Por ende, no se aplica
para las obligaciones periféricas, como la de emitir boletas, guías de despacho, facturas, etc.
3. Es un procedimiento de aplicación general para el cobro de impuestos, con sus intereses y
sanciones, y demás créditos ejecutivos y del sector público; salvo que el legislador haya previsto
otro de carácter especial.
4. Se asienta en un título ejecutivo –la nómina de deudores morosos- que, en principio da cuenta
de una obligación tributaria indubitada, según veremos.
5. En la primera fase del cobro rige el principio de oficialidad, por cuanto se inicia por el Tesorero
respectivo quien, de oficio, despacha mandamiento de ejecución y embargo.
6. Por regla general es de carácter colectivo, dado que el mandamiento de ejecución y embargo
puede dirigirse contra todos los deudores a la vez (art. 170.2 CT), sin perjuicio de poder iniciarse
ejecuciones particulares. Actualmente la cobranza colectiva opera en el impuesto territorial,
más que en los impuestos fiscales.
7. A diferencia del procedimiento ejecutivo que regula el CPC, se tramita en un solo cuaderno, vale
decir, todos los trámites se verifican en un solo ramo administrativo; no existe un cuaderno
principal y otro de apremio, sin perjuicio de la formación de uno o más cuadernos separados de
excepciones, en la primera fase, y de los que puedan formarse por el Tribunal Civil, ya en la
segunda etapa.
62
8. En la primera fase de cobro, los expedientes solo pueden ser examinados por los contribuyentes
morosos o sus representantes legales (art. 175.3 CT).
9. El Servicio de Tesorerías, a través de los funcionarios que designe nominativamente el Tesorero
General, tendrá acceso, para el solo objeto de determinar los bienes del contribuyente, a todas
las declaraciones de impuestos que haya formulado el contribuyente, como asimismo a todos
los demás antecedentes que obren en poder del Servicio de Impuestos Internos. Obligación de
secreto (art. 168.3 CT).
10. Se permite una limitada oposición al ejecutado, pues en virtud del art. 177 CT, solo son
admisibles las excepciones de pago, prescripción y no empecer el título al ejecutado.
Concepto:
Importancia superlativa del giro, pues sin este no puede haber cobranza ejecutiva. Vid. art. 37.1 y 38.1
del CT, en lo pertinente.
El no pago del giro se informa por el SII a Tesorerías, cargándose en la Cuenta Única Tributaria (CUT).
Vid. art. 82 CT.
Los datos del giro son, en esencia, los que se contendrán en el título ejecutivo en que se asentará la
ejecución.
“Es aquella que tiende a obtener el cumplimiento forzado de una obligación tributaria de dinero, líquida,
actualmente exigible y que consta en un documento al cual la ley le atribuye mérito ejecutivo (nómina de
deudores morosos), ya de manera fehaciente, por haber vencido el plazo que el contribuyente tenía para
deducir reclamación sobre la liquidación que ha precedido al giro del impuesto –sin hacerlo- o, si se
hubiere deducido, por encontrarse firme el fallo pronunciado por el Tribunal Tributario y Aduanero que
la rechazó; ya de manera presuntiva, cuando existiere un reclamo en tramitación o cuando existieren
recursos pendientes en contra del señalado fallo”.
Requisitos
Nómina de deudores morosos. El título ejecutivo está constituido, por el solo ministerio de la ley, por las
listas o nóminas de los deudores que se encuentren en mora (art. 169.1 CT).
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Concepto. “Es aquel documento público que contiene el título ejecutivo fiscal, es decir, al acto jurídico
unilateral emanado del órgano estatal con atribuciones fiscales, certificando la existencia de una deuda
dineraria tributaria o equiparada a ella, por parte de un contribuyente obligado a su satisfacción, y que
por disposición legal, funda el derecho a perseguir su cobro por medio de un procedimiento especial
establecido al efecto”.
Cualquier sea el tipo o clase de giro, la NDM debe indicar los datos ya señalados.
Para los efectos de la NDM, basta con que esta exprese la cantidad neta del impuesto adeudado, sin
afectarse por ello la liquidez de la obligación tributaria, pues el cálculo de los reajustes, intereses y
multas, es cuestión que interesará al momento del pago efectivo (arts. 50 y 53 CT).
Para que pueda iniciarse la ejecución, es menester que haya expirado el plazo legal en que debió
efectuarse el pago del impuesto, pues solo entonces podrá exigirse su cumplimiento por parte del sujeto
activo de la relación jurídica tributaria.
Además, no debe existir un convenio de pago vigente o una suspensión del cobro judicial decretada por
el Tribunal respectivo, en el caso de existir reclamo tributario pendiente (art. 147 CT).
El plazo que tiene el ST para cobrar ejecutivamente, al igual que el del SII para fiscalizar, comienza a
correr desde la expiración del plazo legal en que debió efectuarse el pago del impuesto de que se trate.
Si el ST iniciare el cobro ejecutivo una vez vencido el respectivo plazo de prescripción, el contribuyente
podrá oponer con éxito la excepción de prescripción. Volveremos sobre este punto.
64
Cobro ejecutivo ante el ST
Legislación aplicable
¿Qué ocurre con las normas del Título I, Libro Tercero del CPC, que no solucionan ciertos vacíos? Art.
190.2 CT genera dudas.
Por ejemplo, ¿cuándo se entiende trabado el embargo?, ¿cómo se forman los expedientes
administrativos?
Por el mecanismo de aplicación del CPC, se llega a las disposiciones comunes a todo
procedimiento, lo que soluciona los problemas.
Por tanto, las normas del CPC son supletorias a todo el JET. En último término, el art. 2° del CT
permite aplicar las normas de derecho común.
En nuestro procedimento no existe una demanda ejecutiva, sino que, tal como lo señalamos, este se
inicia de oficio por el Tesorero respectivo, quien despacha mandamiento de ejecución y embargo,
resolución que estampa en la propia NDM.
Vale decir, confecciona el título ejecutivo en que se asentará la ejecución (art. 169 CT).
Aquí ordena requerir de pago al deudor, so pena de proceder a embargarle bienes de su propiedad.
Notificación y requerimiento.
1. Se notifica el hecho de encontrarse en mora, precisamente porque aquí no existe una demanda
ejecutiva que notificar previamente.
Lo anterior, por cuanto la mora del deudor se produce a la sola expiración del plazo legal en que se
debió efectuar el pago del impuesto respectivo (arts. 24, 36, 53 y 54 CT).
65
2. Se requiere el pago del impuesto moroso.
El requerimiento de pago es una actuación procesal en cuya virtud un recaudador fiscal exige al deudor
moroso el pago del impuesto respectivo, más los recargos legales que procedan.
Se trata de un acto procesal distinto de la notificación del hecho de encontrarse en mora, aun cuando se
practique en forma casi simultánea.
En la misma oportunidad el RF hará saber al deudor el plazo que la ley le concede para deducir
oposición, esto último solo en caso de que el requerimiento se verifique dentro de la República (arts.
171.2, 176.3 CT, 461 y 462 CPC).
Personalmente
Esta es la primera forma de notificar que contempla el art. 171.1 del CT.
Si el ejecutado no fuere habido, circunstancia que se acreditará con la certificación del funcionario
recaudador, se le notificará por cédula en los términos prevenidos en el artículo 44 del CPC; en este
caso, no será necesario cumplir con los requisitos señalados en el inciso primero de dicho artículo, ni se
necesitará nueva providencia del Tesorero respectivo para la entrega de las copias que en él se dispone.
En términos sencillos, si el RF no encuentra al deudor, certifica este hecho y procede a notificar por
cédula.
Discusión.
Se afirma que esta forma de notificación solo sería aplicable para notificar al deudor del hecho de
encontrarse en mora, pero no para requerir de pago al mismo. En tal caso, el RF debe dejar una cédula
de espera. En otros términos, se dice que el RF no puede requerir de pago al deudor en su ausencia, ni
embargar, por el tenor del art. 171.2 CT.
Así, frente a un requerimiento de pago practicado en ausencia del deudor, se ha resuelto que: “… el
requerimiento y embargo debieron realizarse personalmente o, a lo menos, mediante el expediente de
‘cédula de espera’, lo que no se cumplió en la especie, como lo exige el art. 171, inciso 2° del Código
Tributario …, motivo por el cual el requerimiento de pago y la traba del embargo practicado … carece de
eficacia” (C. Concepción (ap.), 25.9.2009, Rol 1083-2009. En igual sentido, C. Concepción, 14.11.2012,
Rol 912-2012).
En sentido contrario, cabe tener presente que el art. 171.1 CT, establece que: “La notificación hecha por
carta certificada o por cédula … se entenderá válida para todos los efectos legales y deberá contener
66
copia íntegra del requerimiento”. Es más, el art. 174.1 CT, expresa que: “En todos los casos en que el
embargo se haya efectuado en ausencia del ejecutado … remitirá copia de la resolución [de los bienes
embargados] por carta certificada …”. Luego, si fuese cierto que en ausencia del deudor no cabe
requerimiento alguno, no se entiende la exigencia aludida.
Así lo ha entendido la misma Corte de Apelaciones de Concepción, en sentencia de 4.12.2009, Rol 1287-
2009. En el mismo sentido, sentencia del mismo Tribunal, de 10.5.2010, Rol 2159-2009.
Es aquella que se verifica dirigiendo al domicilio del deudor moroso una carta certificada, que podrá ser
entregada por el funcionario de correos a cualquiera persona adulta que se encuentre en aquel lugar,
debiendo ésta firmar el recibo respectivo.
Solo puede utilizarse tratándose de áreas urbanas y requiere que el Tesorero juez sustanciador así lo
determine atendidas las circunstancias del caso.
En esta clase de notificaciones los plazos empezarán a correr tres días después de su envío (arts. 171.1 y
11.5 CT).
Puede afirmarse, entonces, que lo anterior importa una presunción simplemente legal en orden a que el
contribuyente adquiere conocimiento del contenido de la misiva al tercer día de enviada.
En el caso de la notificación por cédula y por carta certificada, el art. 171.1 CT señala, en lo pertinente,
que el plazo para oponer excepciones se contará desde la fecha en que se haya practicado el primer
embargo.
Respecto a los lugares hábiles para notificar y requerir de pago al deudor moroso, se aplica el artículo 41
del CPC.
1. Si se trata del cobro del impuesto territorial, además de los lugares que indica el art. 41 CPC, la
notificación podrá hacerse en la propiedad raíz de cuya contribución se trata. Esta norma ha
dado origen a múltiples problemas, siendo incluso impugnada ante el Tribunal Constitucional
(Vid. STC, 2.5.2013, Rol N.° 2259-12-INA).
2. Si se trata de otros tributos, puede notificarse en el domicilio o residencia indicado por el
contribuyente en la última declaración correspondiente al impuesto que se cobra.
3. El Tesorero tiene la facultad para habilitar, con respecto a determinadas personas, día, hora y
lugar.
67
1. El deudor requerido paga si el deudor paga en el acto del requerimiento, termina la ejecución.
El RF puede recibir el pago (art. 1579 Cód. Civ.).
2. El deudor requerido no paga practicado el requerimiento, sin que se obtenga el pago, el
recaudador fiscal, personalmente, procederá a la traba del embargo; pero, tratándose de bienes
raíces, el embargo no surtirá efecto respecto de terceros, sino una vez que se haya inscrito en el
Conservador de Bienes Raíces correspondiente (art. 171.2 CT).
Algunas precisiones:
Acta
El RF confeccionará una relación circunstanciada de los bienes embargados bajo su firma y sello, la que
además será firmada por el ejecutado o persona adulta de su domicilio y en caso de no querer firmar,
dejará constancia de este hecho (art. 174.1 CT).
El ST, a través de los funcionarios que designe nominativamente el Tesorero General, tendrá acceso,
para el solo objeto de determinar los bienes del contribuyente, a todas las declaraciones de impuestos
que haya formulado el contribuyente, como asimismo a todos los demás antecedentes que obren en
poder del Servicio de Impuestos Internos. Quedan obligados por el secreto que ampara las declaraciones
del contribuyente (art. 168.3 CT).
Para facilitar el embargo, los RF podrán exigir de los deudores morosos una declaración jurada de sus
bienes y éstos deberán proporcionarla. Si así no lo hicieren y su negativa hiciera impracticable o
insuficiente el embargo, el abogado del ST solicitará de la Justicia Ordinaria apremios corporales en
contra del rebelde (arresto). Art. 171.5 CT.
Verificado el embargo, el Tesorero podrá ordenar ampliación del mismo, siempre que haya justo motivo
para temer que los bienes embargados no basten para cubrir las deudas de impuestos morosos,
reajustes, intereses, sanciones y multas (art. 174.2 CT).
No surte efecto respecto a terceros, sino una vez que se haya inscrito en el CBR correspondiente. En el
caso del impuesto territorial, la propiedad se entiende embargada por el solo ministerio de la ley, pero
sin efecto respecto a terceros, salvo inscripción (art. 173.1 CT).
Embargo de remuneraciones.
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En materia de JET existe una importante excepción a los arts. 445 CPC y 57 del Cód. del Trab., pues aquí
se permite el embargo de las remuneraciones en todo lo que exceda de 5 U.T.M. (art. 170 CT).
“En caso que la persona natural o jurídica que deba efectuar la retención y/o proceder a la entrega de
las cantidades embargadas, no diere cumplimiento al embargo trabado por el recaudador fiscal, quedará
solidariamente responsable del pago de las sumas que haya dejado de retener”.
C. Suprema dijo que no solo hay responsabilidad solidaria cuando se embargan remuneraciones, sino
que también cuando se trata de cualquier otro crédito del deudor moroso (Vid. C. Suprema (cas.),
2.10.2012, Rol 5838-2010).
En contrario, C. Concepción (ap.), 8.4.2008, Rol 3610-2006; para este fallo, la responsabilidad solidaria
solo opera en caso de remuneraciones por servicios personales prestados por personas naturales, y no
respecto a personas jurídicas.
Tope embargable.
El Ord. nº 4591/51, de la Dirección del Trabajo, sostiene que el art. 170 CT, en lo pertinente, se
encuentra tácitamente derogado por el art. 57 del Cód. del Trab., de modo que “las remuneraciones de
los trabajadores sólo resultan embargables en el monto que excede de 56 Unidades de Fomento, aun
cuando tal apremio haya sido decretado en un procedimiento judicial-administrativo de cobro de
obligaciones tributarias”.
Facultades exorbitantes ¿se justifican cuando el Fisco actúa como un acreedor? Discutible.
Fuerza pública.
El auxilio de la fuerza pública se prestará por el funcionario policial que corresponda a requerimiento del
recaudador fiscal con la sola exhibición de la resolución del Tesorero o del Juez Ordinario en su caso, que
ordene una diligencia que no haya podido efectuarse por oposición del deudor o de terceros (art. 172
CT).
Excepciones admisibles.
De acuerdo al art. 177 del CT, las excepciones que puede oponer el ejecutado son las siguientes:
1. Pago.
Según el art. 38 CT, el pago se acredita mediante el correspondiente recibo, salvo que deba solucionarse
por medio de estampillas. Esta idea es también reiterada en el art. 92 del mismo texto legal.
2. Prescripción.
69
El contribuyente tendrá que probar que se han extinguido los plazos establecidos en los artículos 200 y
201 del CT. Los antecedentes para efectuar el cómputo estarán en la misma NDM.
Concepto.
“Un modo de extinguir los derechos y acciones ajenos, por no haberlos ejercitado el acreedor o titular
de ellos durante cierto lapso, concurriendo los demás requisitos legales” (Abeliuk Manasevich, René, Las
Obligaciones, Edit. Juridica de Chile, 4ª edic., Santiago, 2005, t. II, p. 1072).
Lo que se extingue con la prescripción es la acción para reclamar el derecho, no el derecho mismo ni la
correlativa obligación.
Las obligaciones civiles extinguidas por prescripción pasan a transformarse en naturales (art. 1470 N° 2
C. Civ.), o sea, si un contribuyente paga un impuesto prescrito, voluntariamente, el pago es válido.
Discutible.
Ugalde R. y García J., opinan un poco distinto: en caso de que un contribuyente pague un impuesto
prescrito, pero luego de ser requerido de pago por la Tesorería, ese pago no sería voluntario y podría
pedirse su devolución.
1) La prescripción debe ser alegada por el contribuyente: Regla general, tanto en los procesos de
reclamación, como en el cobro de impuestos.
Excepción:
Art. 136 CT “El JTTA dispondrá la anulación o eliminación de los rubros del acto reclamado que
correspondan a revisiones efectuadas fuera de los plazos de prescripción”.
IMPORTANTE!!: Antes de la ley 20.322, el artículo solo aludía a los rubros de la “liquidación reclamada”;
hoy la norma es amplia, pues alude al “acto reclamado” y, por ende, podría aplicarse incluso si se trata
de un acta de denuncia contra la cual el contribuyente formula descargos.
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Es decir, por regla generalísima, corre a favor y contra del Estado. (art. 2497 C. Civ.) Pero hay casos de
suspensión a favor del Fisco, que veremos luego.
Se cuenta desde la expiración del plazo legal en que debió efectuarse el pago del impuesto (arts. 200 y
201 CT).
Alternativa 1:
El primer día del plazo de prescripción, es el último del plazo legal para efectuar el pago. Ejemplo: El IVA
del mes de junio de 2011, se debió declarar y pagar el 12 de julio de 2011; entonces, el plazo de
prescripción comienza el 12 de julio de 2011, siendo este su primer día de cómputo.
“… el término debe comenzar a contarse desde que se encuentra ya expirado el plazo legal en que se
debió enterar el tributo, es decir, el día siguiente del último en que el tributo debe pagarse,
constituye el primero para efectos de computar el plazo de prescripción (…) puesto que no resulta
procedente comenzar a contar un plazo de prescripción, estando aún pendiente el término normal de
pago, habida cuenta que el mismo precepto dispone que el Servicio puede llevar a cabo las
operaciones que detalla, dentro del término de tres años, careciendo por completo de sentido que
pueda hacerlo el último día de dicho término en circunstancias que el contribuyente aún puede
hacerlo de propia voluntad…” (Vid. Manual de Consultas Tributarias, noviembre de 2002, p. 1596). En
el ejemplo anterior, el plazo se cuenta a partir del día 13 de julio.
Este es el plazo general aplicable a toda clase de impuestos de tributación fiscal interna, que por ser de
años se computa conforme a las normas del C. Civ. (arts. 48 a 51), es decir, se entenderá que han de ser
completos y correrán además hasta la medianoche del último día del plazo. Vid. también, art. 10.4 CT.
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Plazo de seis años (Art. 200 inc. 2° CT)
La Corte Suprema ha dicho que son “aquellos en que la ley exige la declaración del contribuyente como
trámite previo para la fijación del impuesto, o sea, cuando la declaración determina el acertamiento
tributario, esto es, la existencia del hecho gravado, del monto líquido de la obligación tributaria y
determina el sujeto de la misma” (RDJ, t. 66, sec. 1 ª, p. 201).
Declaración omitida:
Caso típico: Formulario 29, en que se declara el IVA, impuestos especiales a las ventas y retenciones de
impuesto.
¿Qué sucede si se omiten ciertas partidas o rubros, por ejemplo, ciertos ingresos del art. 20 del DL
824/74, o si el contribuyente habiendo obtenido rentas de primera y segunda categoría, solo declara las
de primera? ¿Puede considerarse como no declarante?
Corte Suprema: en un fallo de 1972, señaló que si se omite una partida o rubro se aplica el plazo de 6
años, en la medida que la omisión de esos antecedentes permita calificar de maliciosamente falsa la
declaración.- Parece lo correcto.
Doctrina: No puede considerarse como no declarante por el solo hecho de omitir una partida o rubro. En
tal caso se debe aplicar el artículo 97 N° 3 del CT, por estar frente a una declaración incompleta.
Jurisprudencia mayoritaria: No se trata de una malicia de carácter penal, que deba por tanto ser
declarada judicialmente en forma previa. Se trata de una malicia de orden tributario, es obrar a
sabiendas, a conciencia de que se procede mal, con conocimiento del acto ejecutado y de sus
consecuencias.
En suma, existirá una declaración maliciosamente falsa cuando el contribuyente tenga conocimiento
que falta a la verdad al momento de presentarla.
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Modificación de los plazos de prescripción
a) Incidencia de la citación.
Conforme al art. 63 inc. 2° del CT, se define la citación como una comunicación escrita dirigida al
contribuyente, por el Jefe de la Oficina respectiva del SII o por el funcionario en quien haya delegado esa
función, para que en el plazo de un mes, presente una declaración o rectifique, aclare, amplíe o
confirme la anterior. El contribuyente puede solicitar prórroga de ese plazo, la que se puede conceder
hasta por un mes.
Efecto: Aumenta los plazos de prescripción, respecto a los impuestos derivados de las operaciones que
se indiquen determinadamente en la citación, en 3 meses desde que se le notifique. Si el contribuyente
solicita prórroga y el SII la concede, también se aumenta el plazo en los mismos términos de la prórroga.
Esta es una situación sumamente excepcional, que es propia del Derecho Tributario.
El SII puede notificar sus actuaciones por carta certificada. Si el funcionario de correos no encuentra al
notificado o a otra persona adulta, o no es retirada desde la casilla, apartado postal u oficina de correos,
dentro del plazo de 15 días contados desde su envío, se dejará constancia de este hecho en la carta, bajo
la firma y timbre del funcionario y del Jefe de la Oficina de Correos que corresponda, y se devolverá al
SII.
Efecto:
Se aumentan o renuevan por este hecho los plazos de prescripción del art. 200 del CT en 3 meses,
contados desde la recepción de la carta devuelta. ¿Y qué ocurre con el art. 201 CT?
OBS. La Circular 73/2001 del SII establece que una vez recibida la carta, se debe tratar de notificar al
contribuyente personalmente o por cédula, es decir, no puede volverse a utilizar la carta certificada so
pretexto de obtener nuevamente un aumento o renovación de los plazos de prescripción.
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2º La notificación administrativa de un giro o liquidación. IMPORTANTE!! Si hay liquidación, el
posterior giro no interrumpe.
3º Requerimiento judicial. Lo practica un recaudador fiscal de la Tesorería General de la República.
Prueba de la interrupción.
En el caso del N° 1, comienza a correr un nuevo plazo que será de 5 años (se aplica el art. 2515 del C.
Civ.).
En el caso del N° 2, comienza a correr un nuevo plazo que será de 3 años, el cual solo se interrumpirá
por el reconocimiento u obligación escrita o por el requerimiento judicial.
Dado que la norma no indica qué plazo continúa corriendo luego de la interrupción por requerimiento
judicial, existen tres posturas al respecto:
No sigue corriendo ningún plazo de prescripción, porque el Fisco ya ejerció su acción de cobro. En un
punto extremo, se ha llegado a afirmar su imprescriptibilidad (C. Antofagasta (ap.), 27.12.2007, Rol 646-
2007).
Por otro lado, se ha sostenido que efectivamente continúa corriendo un nuevo plazo, que será de tres
años, porque la imprescriptibilidad es excepcional y requiere de norma expresa. Luego, el plazo que
sigue corriendo es de tres años (C. Suprema (cas.), 30.11.2009, Rol 1978-2008. En igual sentido, C.
Suprema (cas.), 5.10.2009, Rol 1113-2008).
Finalmente, la jurisprudencia parece haberse inclinado por una tercera postura, conforme a la cual, en la
medida de que exista vigente un procedimiento ejecutivo de cobro de impuestos, no sigue corriendo
ningún plazo, de suerte que no es posible demandar en vía ordinaria la prescripción de la acción de
cobro. Lo que debe hacerse, es solicitar previamente el abandono del procedimiento (Vid. C. Suprema
(cas.), 22.1.2013, Rol 1520-2012. En igual sentido, C. Suprema (cas.), 29.8.2012, Rol 8515-2011). Lo
relevante de estos casos, además, es que se califica a la primera fase del cobro como de carácter
jurisdiccional.
2. SUSPENSIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN
1º Causal del art. 201 inc. 4° del CT. Se suspende la prescripción por todo el lapso que medie entre
la interposición del reclamo por el contribuyente y la notificación del fallo pronunciado por el
JTTA.
2º Causal del art. 97 N° 16, inc. 7°, del CT. Pérdida o inutilización de los libros de contabilidad. Se
suspende desde la pérdida hasta la fecha en que los libros legalmente reconstituidos queden a
disposición del SII.
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En virtud de esta excepción no podrá discutirse la existencia de la obligación tributaria y para que sea
sometida a tramitación deberá fundarse en algún antecedente escrito y aparecer revestida de
fundamento plausible. Si no concurrieren estos requisitos el Tribunal la desechará de plano. ¿Puede el
Tesorero desecharla de plano?
En suma, aquí el contribuyente deberá demostrar que el título ejecutivo no le afecta o que le falta algún
requisito para que tenga fuerza ejecutiva. Así ocurrirá, por ejemplo, si al tiempo de iniciarse la ejecución,
existía una suspensión del cobro judicial, vigente.
Otras defensas.
1º Compensación administrativa Se alegará en los casos en que el ejecutado sea, por su parte,
acreedor del Fisco, en cuyo caso se extinguirán las obligaciones hasta la concurrencia de la de
menor valor. Si la acreencia del Fisco es mayor, el contribuyente pagará la diferencia; en caso
contrario, se le devolverá la diferencia al contribuyente o se le abonará en cuenta, según lo
solicite (art. 177.4 CT).
2º Errores o vicios manifiestos El Tesorero respectivo, en cualquier estado de la causa, de oficio o
a petición de parte, dictará las resoluciones que procedan para corregir los errores o vicios
manifiestos de que adolezca el cobro, tales como duplicidad o modificación posterior de
boletines u órdenes de ingreso que le sirven de fundamento (art. 177.3 CT).
El ejecutado podrá oponerse a la ejecución ante la Tesorería respectiva, dentro del plazo de diez días
hábiles contados desde la fecha del requerimiento de pago practicado conforme al artículo 171.
En los casos en que el requerimiento se practique en lugares apartados y de difícil comunicación con la
Tesorería que conoce de la ejecución, se tendrá como interpuesta en tiempo la oposición que se efectúe
por carta certificada, siempre que la recepción por el Servicio de Correos se hubiere verificado dentro
del plazo señalado en el punto anterior.
Tramitación de la oposición
Examen de admisibilidad.
Recibido el escrito de oposición del ejecutado por la Tesorería, el Tesorero examinará su contenido y
sólo podrá pronunciarse sobre ella cuando fundándose en el pago de la deuda proceda acogerla
íntegramente, caso en el cual emitirá una resolución en este sentido, ordenando levantar el embargo
aplicado y dejar sin efecto la ejecución (art. 178.1 CT). ¿Y si es extemporánea la oposición?
La excepción de pago, siempre que proceda acogerla íntegramente. Se refiere al pago total.
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Puede también acoger las alegaciones o defensas que se fundamenten en errores o vicios manifiestos de
que adolezca el cobro (art. 178.2 CT).
Plazo: 5 días desde la recepción del escrito; si no, se reservan al abogado del ST.
Remisión inmediata. El art. 178.5 del CT, permite al ejecutado solicitar la remisión inmediata de los
antecedentes al abogado, si el embargo le causa perjuicio.
Si detecta deficiencias, debe ordenar que se subsanen. Si no las hay, o si fueron ya subsanadas, el
abogado debe emitir pronunciamiento, mediante resolución fundada, acerca de las excepciones
opuestas.
Plazo: 5 días contados desde la recepción de los antecedentes. La resolución se notificará por cédula.
Es competente para conocer en la sede judicial, el Juez de Letras correspondiente al domicilio del
demandado al momento de practicársele el requerimiento de pago.
Será competente para conocer en segunda instancia de estos juicios, la Corte de Apelaciones a cuya
jurisdicción pertenezca el Juzgado referido.
En estos juicios, la competencia no se alterará por el fuero de que pueda gozar el ejecutado.
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Intervención del Juez de Letras cuando existió oposición.
Subsanas las deficiencias a que alude el art. 179.2 del CT y no habiéndose acogido las excepciones
opuestas por el ejecutado, el abogado del ST, dentro del plazo de 5 días hábiles, contados desde que se
resuelva la excepción, deberá presentar el expediente al Tribunal competente, con un escrito en el que
solicite un pronunciamiento sobre la oposición.
La primera resolución del Tribunal Civil, se notifica por cédula (art. 181 CT).
En lo demás, se aplican los arts. 467, 468, 469, 470, 472, 473 y 474 del CPC.
Falladas las excepciones, por el Tribunal Ordinario, la resolución será notificada a las partes por cédula,
las que podrán interponer todos los recursos que procedan de conformidad y dentro de los plazos
señalados en el Código de Procedimiento Civil.
El recurso de apelación que se interponga en contra de la resolución que falle las excepciones opuestas
suspenderá la ejecución, salvo que el apelante sea el ejecutado.
En este último caso, para que proceda la suspensión de la ejecución deberá consignar a la orden del
Tribunal que concede la apelación dentro del plazo de cinco días contados desde la fecha de notificación
de la resolución que concede el recurso, una suma equivalente a la cuarta parte de la deuda, sin
considerar los intereses y multas para estos efectos, salvo que la ejecución sea por multas en cuyo caso
deberá, para los efectos señalados, consignar una suma equivalente a la cuarta parte de ellas.
Si el ejecutado no cumple con la consignación referida, continuará la ejecución. Para tal efecto, el Juez
conservará los autos originales y ordenará sacar compulsas en la forma y oportunidades señaladas en el
Código de Procedimiento Civil, de las piezas que estime necesarias para la resolución del mismo, a costa
del recurrente. Si el apelante no hiciere sacar las compulsas dentro del plazo señalado, el Juez declarará
desierto el recurso sin más trámite (art. 183 CT).
El recaudador fiscal procederá al retiro de las cosas muebles embargadas, debiendo otorgar al
interesado un certificado en que dichas especies se individualicen bajo la firma y timbre del funcionario.
Las especies retiradas serán entregadas para su inmediata subasta a la casa de martillo dependiente de
la Dirección de Crédito Prendario y de Martillo que corresponda al lugar de juicio y si no hubiere oficina
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de dicha Dirección en la localidad, en la casa de martillo que se señale en el escrito respectivo del
abogado del ST.
Si el traslado resultare difícil u oneroso, el Juez autorizará que las especies embargadas permanezcan en
su lugar de origen y la subasta la efectúe el Tesorero respectivo, sin derecho a comisión por ello.
La subasta de los bienes raíces será decretada por el Juez de la causa, a solicitud del respectivo abogado
del ST, cualquiera que sean los embargos o prohibiciones que les afecten, decretados por otros
Juzgados, teniendo como única tasación la que resulte de multiplicar por 1,3 veces el avalúo fiscal que
esté vigente para los efectos de la contribución de bienes raíces.
Los avisos a que se refiere el artículo 489 del CPC, se reducirán en estos juicios a dos publicaciones en un
diario de los de mayor circulación del departamento o de la cabecera de la provincia, si en aquél no lo
hay. En dichos avisos deberán indicarse a lo menos los siguientes antecedentes: nombre del dueño del
inmueble, su ubicación, tipo de impuesto y período, número del rol, si lo hubiere, y el Tribunal que
conoce del juicio.
Falta de postores. En los casos de realización de bienes raíces en que no hayan concurrido interesados a
dos subastas distintas decretadas por el juez, el abogado del ST, podrá solicitar que el bien o bienes
raíces sean adjudicados al Fisco, por su avalúo fiscal, debiéndose en este caso, pagar al ejecutado el
saldo que resultare a favor de éste previamente a la suscripción de la escritura de adjudicación.
Situación de los otros acreedores. Consignado el precio del remate y en el plazo de quince días, se dará
conocimiento de la subasta a los jueces que hayan decretado embargo o prohibiciones de los mismos
bienes (art. 189.1 CT).
En estos casos el saldo que resulte después de pagadas las contribuciones y los acreedores hipotecarios,
quedará depositado a la orden del juez de la causa para responder a dichos embargos y prohibiciones
quien decretará su cancelación en virtud de lo dispuesto en el punto anterior (art. 189.2 CT).
El CT contiene un número significativo de causales de suspensión del cobro ejecutivo, entre las cuales
podemos destacar:
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Regional del SII correspondiente, lo que era una anomalía, pues era el representante de la
contraparte del contribuyente en la reclamación.
5. Suspensión por orden de las Cortes de Apelaciones o la Excma. Corte Suprema. Art. 147.6 CT.
6. Si se interpone recurso de apelación en contra de la sentencia que falla las excepciones, en el
procedimiento ejecutivo, se suspende la ejecución, según lo dispone el art. 182.2 del CT, con las
prevenciones vistas.
7. Los jueces de garantía, a petición del querellante, pueden ordenar la suspensión del cobro
judicial de los impuestos respectivos, cuando el contribuyente ha deducido querella por haber
sido estafado o defraudado en dineros entregados para el pago de impuestos determinados.
Art. 196.4 CT.
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