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PROJIMO

1. Pide siempre después del amor a Dios el amor al prójimo, sobre todo de aquellos a. quienes tu voluntad más
se resiste.
2. Y lo primero que h.aces cuando te avisan de una ialta es excusarla, mas si no puedes excusarla, buscas y
rebuscas razones para disminuirla y mostrar que no fue tanto. Eso es lo que ganas con tus excusas: que
nadie te quiera ya avisar.
3. El sol ilumina al mismo tiempo-al cedro y a la flor, al grande y al pequeño, como si estuvieran solos en lá
tierra; nuestro Señor se interesa también por cada alma en particular, como sí no exístieran.otras iguales. -
El.crea, respeta y ama tu individualídad. Aprecia tú y tolera la individualidad de los otros.
4. "Un reino donde hay luchasInternas no puede subsistir" (Mc. 3,24). Para alcanzar la meta que n os
proponemos es necesaria la unidad y la caridad. Retírarse y apartarse con algunos, y querer hacer "capillas",
malas juntas-son esas. Sólo es: císma y división.
5. Murmuran, critican, calumnían ... ¡Deja que los perros ladren a la luna!
6. Si es.a.amistad no lleva a Dios no es ingratitud romper de pronto con ella. Dichosa ingratitud que nos hace
gratos a Dios.
7. El que quisiere agradar y dar contento a todos, busque en todas las cosas, no su utilidad y provecho, sino la
utilidad y provecho de.sus hermanos.
8. Soldado de Cristo al servicio de la Iglesia: dísciplínado y obediente en cumplir sus órdenes. Cada u no en lo
suyo, buscando.siempre ponerse al servicio de su próji mo,- según la gracia que le ha sido asignada por
donación de Dios.
9. No debe coniundirse la dulzura con esa ternura de corazón, aiecto.enteramente humano para con aquellos a
quienes distíngue un exterior agradable, el nacimiento, la iortuna, la simpatTa de temperamento y'de
carácter. Esos son apegos-demas.tados mundanos, donde la naturaleza tiene más-parte que la graci'a.
10. Es obra de caridad gritar al, lobo cuando se encuentra en medio de las ovejas, dondequíera que sea.
11. El dispendio en iavor de los pobres es muy agradable a Dios ya que en esta solicitud míserícordíosa
reconoce El la imagen de su propia bondad.
12. Nuestra iuerza, nuestra lucha y nuestra victoria estarán siempre en el amor. Pero no en un simple aiecto
dulzaino y-meloso, s.ino en la búsqueda de] bien del'otro, quehaces.estando en graci - a de Dios y por
amor.a Cristo, cuyo rostro nos presenta.
13. El sobrellevar la varíedad de caracteres, que se encuentran en nuestra milicia, es la prueba más diiícil para
los espíritus débi'les.
- En las cosas que no exigen la uniiormidad, valora y respeta las diierencias que Dios ha impreso en cada
alma.
14. - Su ialta te irritó y, apasionado, te excedisteen la corrección. Si te pones en peligro de pecar al reprender o
corregir las ialtas de otros, te pareces al que des. pabíla una vela con los dedos: hace que ésta luzca
ma-s,,pero él se ensucia y; se quema.
15. Ama a todo el mundo con amor de caridad, pero reserva tu amistad para aquellos con los que tienes el
mismo ideal cristiano; esto es una santa parci'alidad.
16. ¡Sirve! como lo hizo Cristo, porque ésto es sobre todo vivir. El que sólo vive para si y se olvida de los
demás, es un ser i'nGtll; no es un hombre; no es de los.nuestros.
17. Mortifícate, reprimiendo esos impulsos contra las imperiecciones de tu prójimo, dominándote con dulzura.
18. Iirmeza en tus convicciones. No debes admitir otra razón que ésta: "Di'os lo quiere y ello basta".
19. Misericordia es poner el corazón en la miseria del otro,- que te mueve a remediarla, si es posibTe.
20. Superior es la herman,dad espíritual que la carnal; la espiritual hace que tengamos un alma y un corazón
aunque seamos- muchos. Es tamos unidos en el mismo Espíritu y te nemos un ideal común.
21. Cuando te mues,tren las imperiecciones de.tu* conducta, óyelos sumisamente, consulta a Dios y aconséjate
con tu Padre. Luego obra de acuerdo al consejo, coniiando en q ue la Divina Providencia todo..lo convertirá
para gloria suya.
22. La amistad verdadera es la que pone su raíz en el amor sobrenatural. La simpatía, la semejanza de caracteres
y el aiecto h,umano no bastan si no se iundamental en una total comuhión de las voluntades-de los a,migos
con la Voluntad de Dios.
23. Apóstol: estás- al irente de tus h-erm.anos y, te debes esforzar más que los otros en trabajar por el
bi'en.ajeno, ponerte a su servicio y gastar tu vida en bien de los demás, pensando que ellos son en realÍdad
un tesoro que pertenece a Dios y que Dios ha colocado*bajo tu cuí.dado.
24. Tal es el,verdádero carácter de la caridad: s,er severo.contigo mismo y.. dulce con los otros. Una dulzura
iirme y una iirmeza dulce.
25. ¿Qué. santo no ha tenido censores y malas lenguas,? ¿Qué no se le dijo a nuestro Señor? Tú, ¿quieres ser Ta
exce-pcíón?
26. El suirimTento de tolerar con paciencia las ímperiecciones del prójimo debes practicarlo al modo como se
toman algunas medi.cina'sá,o sea a ojos cerrados, cerrados paPa el hombre que desagrada, pero abiertos
para Dios, que es su Padre-.
27. Y pensabas que la miseria sólo era la de los cuerpos. ¡Qué ignorancia de la doctri na católica, qué necesidad
de] espíritu, qué pobreza moral! Y esto, aún en los bautizados y hasta en los "comprometidos".
Será una obra de mi'sericordi*a que tengas tristeza de estas cosas, como si.tú,las suirieras, y, ¡tal vez,Juiste
a'sl! Pero tu cari'dad debe ser operante y generosa: corregÍr al que yerra, enseñar al que no sabe.
28. Lo que mejor deii---ne..la ley de. Cri-sto. es- la. caridad, y una. gran parte de. ésta consiste en-tolerarnos
,por amor a Dios unos a otros en nuestras torpezas.
29. El espíritu de morticación y de rigores muy bueno que lo tengas contigo mismo, pero para-corregir a tu
hermano sirempre fias de tenar espíritu de amor y suavidad. Has de hacerlo con juicio y prudencia.
30. Cuando.uno-tíe.ne amistad con.alguien, quiere el bi'e-n pa ra quien ama, como lo quiere para sí mismo.
-Si verdaderamente lo amas, participale.tus metas-, dile dónde está el tesoro escondído (Mt.13,44), para que
tambIén él venda todo y-se venga a nues-tra milicia.
31. Te h.an encargado.dirigir y, por falsa humildad no.lo haces. Resultado: no eres servidor.
Es cierto que,debe,-,.."hacerlo como el menor." CLc. 22,26), pero recuerda que tu servicio es mandar.
32. La mansedumbre:-no consiste.en.una iloja,condesce-ndencia, ni hace blandos ni amorios, Es¡ propia de]
iuerte, porque implica-domini'o de s.i mismo, evita las.dis-cusiones estériles, controlada vivacidad, del
carácter iracundo.
33. La opínión y estíma.de los hombres es un poco de.vie nto, No.nos da ni quita nada. Ni seremos:mejores
porque nos, alaben y esti,'men, n.t.-peores porque murmuren de.nos,o tros y-nos persigan.
34. ¡Saber convivir! Todo. un programa :para cul tiv ar las virtudes que. h_acen al trato con los demás que, nos.
ro.dean. El saludo de- María llenó-de alegría el corazón de su, príma Isabel (Lc. 1,44). B.astarta un,a,
palabra cordial, un gesto aiectuoso, una señal de cortes-ia para queb.rar ese clima,e.nrareci,'do, para Iiacer
entrar una ráiaga de aire iresco en una vi'da cerrada y op"rímida por la tristeza y eldesaliento,
35. Que el fuego de la caridad, de la fraterna carídad, vaya quemando tanta-escoría y basura ...
36. Al corregir a alguien debes escoger el momento oportuno, y no lo es cuando la ialta está a la-vi&ta y tú
apasi,onado, pu es,- rech-a.za.rá- la corrección. Deja que. el tiempo haga su trabajo, luego corrige...
37. Es el mandato de] Señor:`ve y,.co.rrtgelo" (Mt. 18,15)
Callar-cuando puedes- y debes corregir es.consentír; y s:abes que,está reservada la misma pena para los-que
hacen el mal y-para los que lo consienten. Peor eres. tú callando que él ialtando.
38. Cuando se te presente-la ócasíón de prestar algún pequeño, escondido-y abyecto ser, vício.al próji`mo,
h-azlo con alegria-y con la humíldad con que lo harias si iueras el siervo de todos., De esta práctica
obtendrás inmensos tesoros de gracia.
39. No pienses qué dirán los hombres sí habla, sino qué dirá Dios si callas.
40. Una de las cosas que más denol'an tu espíritu soberbío es la diiicultad con que -recibes la correcci*ón
iraterna y el.aviso de tus faltas; tanto que apenas hay quien quiera corregírte y avisarte de ellas.
41. ¡Cuánta necesídad encuentras---en los eniermos.' ¡Cuánta misericordia puedes ejercitar al]¡! "Estuve
eniermo y me vísitástei.s..." (Mt 25, 36). Puedes visitar a un eniermo, hacerle un rato de compañia,.prestarle
algú,n servi*cio, arreglarle la cama, prepararle los.remedío's, consolarlo en,las penas, orientarlo hacia el
cielo, leerle algún libro piadoso. Y, entonces, el Justo Juez te d.irá- "Ven, bendito de mi Padre ... porque
éso,lo iticiste conmigo".
42. No seas de los que temen el "qué dirán" o que "haya otros delante". ¡Oh, maldito respeto humano, qué de
almas arrastra al iniierno!
43. Si llevases el rostro'manch.ado, ¿no seria muestra de caridad que alguie n te avisase y se lo agradecerías? Y,
si no te lo hicíesen notar, ¿acaso no te sentirías molesto? Pues,.'con mayor razón debes sentir ésto
cuando*no te avisan dé ialtas de virtud. ¡Agradécelo! Son las mayores demostraciones de amistad que te
pueden dar.
44. La escena ya la-conoces. Triunió-aqui la humildad de la Señora; es el sacriiicio de] viaje, la mortiiicación
dé] camTno, el.celo de la car'i.dad, el don de sí. misma para servir a su prima (Lc. 1,39 ss.). Y todo esto,
sencíllamente, sin estrépito, sin hacerlo notar, sin que aparezca nada de más ...
45. Lo que eres, eso eres: Si miras lo que eres dentro de tli. no te preocuparás por lo que de iuera h.ablan de ti -.
El hombre ve.lo de iuera; Dios el corazón. El hombre con sidera las obras, y Dios pesa las ititenciones.
46. Cuida que la tolerancía brote de] verdadero amor sobrenatural. Muchas veces la paciencia iingida.provoca
mas ira que los insultos, y un silencio malícioso es peor que las palabras desabridas.
47. "Os doy un .mandamíento nu.evo: que os améis unos a otros" (Jn 13,34), no con un amor que degrada, ni
con el amor con que se aman los seres humanos por ser humanos, sino con el amor con que se aman porque
están deíiicados y son hijos de Dios; de manera que son hermanos de Su Hijo único y se aman entre si con
el mismo amor con que Cristo nos ha. amado.

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