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ULRICH LUZ

COMUNIDAD LOCAL Y COMUNIÓN EN EL


NUEVO TESTAMENTO

En las discusiones actuales sobre la reforma de la iglesia, la comuni-


dad local a menudo pierde valor en pro de las actividades regionales
y suprarregionales de la iglesia entendida como empresa de servicios.
Las discusiones, sin embargo, no necesitan como modelo una imagen
de organización empresarial sino una imagen eclesiológica. En el NT
las notae eclesiae más importantes son la comunión (con Cristo y
entre los miembros de la comunidad) y el amor. La comunidad siem-
pre es algo concreto e incluye al hombre entero. De ahí que en el NT
la figura social más importante de la iglesia sean las comunidades lo-
cales, en las que a partir de Cristo se hace visible y vivible la comu-
nión cotidiana entre personas muy distintas.

Ortsgemeinde und Gemeinschaft im Neuen Testament, Evangelische


Theologie 70 (2010) 404-415

INTRODUCCIÓN

El trasfondo de este artículo es turalmente intento esbozar el dato


muy concreto. En nuestras iglesias neotestamentario de la forma más
hay pendientes unas reformas es- neutra posible. Pero en el enuncia-
tructurales necesarias, dado el des- do del tema soy parcial: con “co-
censo del número de miembros y munidad y comunión” trato un te-
el agotamiento de las finanzas. To- ma del NT que a menudo queda
das las reformas estructurales cau- sin proyección en la discusión ac-
sadas por las penurias económicas tual de la reforma.
vienen de arriba y no desde la ba-
Básicamente estoy en contra de
se. La iglesia y otras instituciones
las tendencias (extendidas no sólo
(como, por ejemplo, universidades
en Alemania sino también en Sui-
y escuelas) son tratadas y evalua-
za) de “regionalizar” para poder
das como “empresas”. Los afecta-
prestar servicios eclesiales más
dos protestan generalmente poco
efectivos y profesionales. ¿Qué
contra estos procedimientos de
puede argumentar un especialista
evaluación ajenos a su naturaleza.
del NT? Es demasiado simple la
No se trata sólo de la descrip- constatación de que en el cristia-
ción neutral de un dato del NT. Na- nismo del NT las comunidades lo-

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cales juegan un papel destacado, fleja de una forma profunda en los
un hecho casi natural para una re- escritos de Juan.
ligión que se está formando. En los
primeros tiempos era visible ya
una iglesia universal, pero no apa- Comunión y eclesiología
recía tanto a nivel de instituciones
registrables religiosa y socialmen- “Amor” y “comunidad” de los
te sino, más bien, a nivel de una miembros entre sí sólo existe, en el
lucha incesante por una comuni- sentido pleno y concreto que tienen
dad eclesial ecuménica, distin- estas palabras en el NT, cuando se
guiéndose así de todas las demás trata de personas concretas “del lu-
religiones del tiempo antiguo. gar”. Mi cuestionamiento apunta a
Anexiones regionales o uniones en la pérdida de comunión en nuestras
base a un perfil teológico concreto iglesias protestantes y a la poca im-
apenas existieron en tiempos del portancia que tiene la comunión en
NT. Las comunidades locales eran la eclesiología, a pesar de la in-
por tanto los representantes funda- fluencia de Sanctorum Communio
mentales de la iglesia visible. de Bonhoeffer y a pesar también
Esta situación histórica gana en de la gran importancia que ha te-
significado teológico únicamente nido en el movimiento ecuménico
debido a que en el trasfondo se ha- el modelo de “comunión conci-
ce visible una comprensión de la liar”. Mi tesis es la siguiente: pues-
iglesia, fundamental para casi to- to que la comunión, en su doble
dos los testimonios del NT. Una sentido, pone de manifiesto la
característica esencial de la iglesia esencia de la iglesia, la comunidad
(la más importante de todas) es que local fue, y sigue siendo de modo
la iglesia es “comunión”. A nivel irrenunciable, la forma más funda-
idiomático, se expresa de diferen- mental de la iglesia en el NT.
te manera. Para Pablo la palabra En el credo apostólico, inme-
koinonía (comunión, relación, par- diatamente después de confesar “la
ticipación) se transforma en un tér- iglesia santa, universal”, viene la
mino teológico importante y signi- definición concreta: “comunión de
fica, “verticalmente”, participación los santos” (communio). En el ar-
en Cristo y, “horizontalmente”, co- tículo eclesiológico fundamental,
munión de los miembros de una la Confessio Augustana, en lugar
comunidad. En otros escritos del de communio, se usó congregatio
NT, la palabra “amor” presenta una sanctorum (traducción usada ya en
doble dimensión parecida. De for- la época medieval). Esta formula-
ma “vertical”, engloba el amor a ción es ambivalente. Por una par-
Dios o el amor de Dios hacia los te, expresa un claro rechazo de la
hombres y, de forma “horizontal”, interpretación sacramental medie-
el amor entre todos los miembros val. Pero, por otra, corresponde
de la comunidad. Este hecho se re- perfectamente a aquello en lo que
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se ha convertido la “comunión de acuerdo los expertos. Se consideró
los santos” en las iglesias reforma- enviado a Israel y definió Israel no
das: una reunión pública de los que a base de limitaciones (como hi-
escuchan la palabra y reciben los cieron los fariseos, saduceos o ese-
sacramentos. Es sabido que, en el nios), sino a través de la llamada
ámbito de la reforma, la forma ex- de Dios dirigida a todo Israel. Es-
terna de la iglesia ha tenido mucho to tuvo sus consecuencias: dentro
de arbitrario y se ha adaptado a los de Israel se eliminaron barreras re-
modelos dominantes de las confi- ligiosas y sociales (Mc 2,16), se
guraciones sociales de la época. dieron pasos hacia el perdón (Mt
De la caracterización fundamental 5,23), se olvidaron prejuicios (Mt
paulina de la iglesia como partici- 7,1) y se perdonaron los pecados
pación/ comunión “vertical / hori- (Mt 18,21). Jesús llamó a mujeres
zontal” han desaparecido tanto la y hombres de todos los círculos de
dimensión de la experiencia de Israel, a gente pobre e incluso a los
Dios a través de Cristo como la di- ricos a formar parte de su discipu-
mensión de la comunión que, para lado. Durante la última cena, este
Pablo, es visible, corpórea y local. hecho todavía se acentúa más: no
Quizá no es casual que el signifi- puede carecer de significado que
cado de koinonia, como categoría durante esta comida se haya repar-
fundamental eclesiológica del NT, tido un único pan entre todos y se
haya sido descubierto de nuevo, so- haya pasado un único cáliz entre
bre todo por los especialistas cató- todos (algo del todo inusual). A es-
licos del NT. to hay que añadir las palabras ex-
plicativas que, en mi opinión, tie-
nen una raíz jesuánica. Muestran
Jesús que Jesús, más allá de su muerte,
contaba con la continuidad de una
comunidad referida a él. El núme-
Jesús no fundó ninguna iglesia, ro doce nos indica que esta comu-
ni habló probablemente de “mi nidad representaba a todo Israel y
iglesia” (Mt 16,18), ni designó co- simbolizaba quizás el nuevo pue-
mo “iglesia” a la reunión local de blo de Dios, transformado por la
comunidades. En esto están de venida de Su reino.

PABLO

Para Pablo las comunidades lo- El uso del lenguaje: templo,


cales poseían una importancia ex- edificio
traordinaria. Y esto lo demuestra
en primer lugar el uso del lengua- Ya en la época de cristianismo
je. incipiente había una serie de pala-
Comunidad local y comunión en el Nuevo Testamento 47
bras que en parte eran pre-pauli- Reunión, asamblea
nas y originalmente designaban la
totalidad de la iglesia. Forma par- Algo parecido ocurre con la
te de ellas la transposición a la palabra ecclesía (reunión, asam-
iglesia de la metáfora del templo blea). Es bastante claro que Pablo
o del edificio. Debe ser muy anti- conocía bien un uso antiguo, ju-
gua, como demuestra probable- deocristiano, que en la tradición
mente la designación de los tres bíblica judía hablaba de la iglesia
apóstoles de Jerusalén como “co- universal como “asamblea de
lumnas” (Ga 2,9). Por su conteni- Dios”. De no ser así, formulacio-
do apunta a la presencia de Dios nes como Ga 1,13 o 1 Co 15,9 se-
en la iglesia, así como a su dere- rían incomprensibles. Pero Pablo
cho exclusivo de posesión. Así lo utiliza la palabra ecclesia casi ex-
atestigua el texto no paulino de 2 clusivamente para la comunidad
Co 6,14-18. Se refiere asimismo a local. Importante para su propio
la iglesia entera, como lo demues- uso lingüístico es el recuerdo de
tra tanto la manera paulina de ha- las asambleas populares de una
blar de Cristo como “fundamen- ciudad helenística. Naturalmente
to” (algo totalmente evidente y no no piensa que la iglesia sólo es una
necesitado de explicación ulterior: reunión local. Más bien cree que
cf. 1 Co 3,10), como la afirmación la “asamblea” de Dios se reúne en
de que el apóstol Pablo no está un lugar concreto. Por eso habla
dispuesto a ir construyendo sobre de “la ecclesia que está en Cen-
“un fundamento ajeno” (Rm creas” (Rm 16,1); o bien mencio-
15,20). Un testimonio más tardío na la “asamblea de Dios que está
de esta metáfora se encuentra en en Corinto” (1 Co 1, 2; 2 Co 1,1);
la carta a los Efesios (2,19-21). La o pregunta a los corintios, que no
aportación teológica de Pablo esperan a los pobres a la hora de
consiste en “dinamizar” el uso del la cena con el Señor, si desprecian
lenguaje vigente. No sigue el te- la ecclesia de Dios (1 Co 11,22).
ma del “edificio” de la iglesia si- Sólo en dos ocasiones Pablo llama
no que habla parenéticamente de ecclesia a una iglesia meramente
su “construcción”. Y esto sucede doméstica (Rm 16,5; Flm 2). En
en la comunidad local (como Roma no había ningún lugar don-
muestra ejemplarmente 1 Co 14). de pudieran reunirse todas las co-
También en 1 Co 3,16 se utiliza la munidades domésticas, de ahí que
metáfora del “templo” en referen- no puede dirigir su carta a la
cia a la comunidad local, “destrui- “asamblea de Dios en Roma”. To-
da” por las tensiones entre frac- davía resulta más sorprendente el
ciones concurrentes. Pablo in-clu- hecho de que dirigiera su carta a
so puede transferir la imagen del todas las comunidades domésticas
templo a la persona individual (1 de Roma, y se asegurara, median-
Co 6,19). te la larga lista de saludos de Rm

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16, de que todo el mundo la leye- una vida conjunta dentro de la co-
ra. Para Pablo es extraordinaria- munidad local. En Rm 12 y 1 Co
mente importante que la iglesia de 12 lo hace mediante la idea del or-
Cristo se reúna en su localidad. ganismo.
Como norma podía presuponer
que en una localidad sólo tiene lu-
gar una única asamblea. Koinonía en Pablo

En 1 Co 1, 9 Pablo habla de la
Cuerpo de Cristo
vocación de la comunidad a la koi-
nonía con Jesucristo, nuestro Se-
Algo similar podemos obser- ñor. Desde Josef Hainz el sentido
var cuando tenemos en cuenta la de la palabra koinonía se define
tercera expresión que usa Pablo como “comunión a través de la par-
para hablar de la iglesia: cuerpo ticipación”. Comunión incluye cla-
de Cristo. Como es sabido, en las ramente la dimensión de la parti-
cartas a los Colosenses y Efesios, cipación; en concreto, participar
esta expresión se refiere exclusi- de Cristo exaltado, que es el Espí-
vamente a la iglesia en su totali- ritu. Esto también es inherente a la
dad; en cambio, en las cartas au- fórmula de bendición de 2 Co
ténticas de Pablo, se refiere sobre 13,13 y Flp 2,1. Esta “participa-
todo a la comunidad particular ción” incluye el momento de la
(especialmente Rm 12,3-8 y 1Co “comunión” de los fieles. Sólo en-
12,12-27). Hay bastantes indicios tonces tiene sentido la continua-
de que Pablo presupone una repre- ción del versículo en 1Co 1,10. Pa-
sentación del cuerpo de Cristo re- blo enlaza con el v.9 y exhorta a
ferida a la iglesia en su totalidad. los hermanos “en nombre de Nues-
Esto lo muestra la metáfora mis- tro Señor Jesucristo” a hablar con
ma: no tendría sentido hablar de una única voz y evitar las divisio-
muchos cuerpos de Cristo en di- nes. Las disensiones significan que
ferentes lugares. Y a esto apuntan “Cristo está dividido” (1,13). Sole-
textos como 1 Co 12,13 (el bautis- mos hablar de una dimensión “ver-
mo en un cuerpo, al que pertene- tical” y una “horizontal” de “co-
cen todos, judíos y griegos, escla- munión/participación”. Como
vos y libres); o bien la afirmación formulación lingüística, no es erró-
de 1 Co 6,15 (vuestros cuerpos son nea; pero separa demasiado la uni-
los miembros de Cristo); o bien la dad y la totalidad de la koinonía
afirmación 1 Co 10,17 (siendo mu- paulina. Según Pablo, Cristo no só-
chos, somos un solo cuerpo). Si lo se encuentra “arriba” sino que,
esto es correcto, Pablo tiene un in- como espíritu y en comunión con
terés especial por desarrollar pa- los sufrimientos de Cristo (Flp
renéticamente qué significa la me- 3,10), se encuentra también “aba-
táfora del cuerpo de Cristo para jo”, presente y experimentable de

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manera concreta. La comunión re- espiritualidad individual sino que,
galada a la comunidad gracias a Él más bien, pone todo el peso en la
no es puramente algo social, mo- solidaridad comunal. La partici-
tivado por la religión: es “religión” pación en Cristo sólo puede ser
concreta. participación de todos juntos con
él. El fragmento que habla de los
El segundo texto básico para
problemas de la cena del Señor en
la comprensión paulina de la pa-
Corinto (11,17-34) pone de mani-
labra kononía es el texto de la ce-
fiesto que esta participación comu-
na del Señor: 1 Co 10,16s. Kono-
nitaria afecta también la vida co-
nía significa también aquí (como
tidiana.
en 1 Co 1,9), la participación en
la muerte de Cristo, experimenta-
da en el rito de la santa cena, en
Dimensión local y ecuménica
concreto a través del cáliz que
“bendecimos” y del pan que “re-
partimos”. El v. 17 nos lleva inme- Esto nos lleva a plantearnos
diatamente a la dimensión eclesial cómo se concreta la “participación
de la participación sacramental: comunal” en Cristo en la vida de
porque hay un pan que permite ex- la iglesia. Y esto sucede tanto a ni-
perimentar la participación en el vel ecuménico como local. En pri-
cuerpo de Cristo, muerto en la mer lugar, quisiera remitir a un
cruz, por esto nosotros, es decir, ejemplo muy insignificante: las
la iglesia, somos un cuerpo. El v. fórmulas de despedida de las car-
17 (como también 1 Co 12,13) po- tas paulinas. Aquí se hace eviden-
ne de manifiesto que los lectores te la unión entre la dimensión
saben que la iglesia representa el “vertical” y “horizontal”, así como
cuerpo de Cristo, pues una com- entre la local y la ecuménica. Las
prensión meramente metafórica es cartas paulinas se leían en las
sumamente improbable. La pala- “reuniones” de las comunidades.
bra pántes (muchos) del v.17 per- Los saludos de despedida ilustran
mite de una manera casi segura la claramente que la comunidad de
conclusión de que en Corinto, y a los creyentes, a nivel ecuménico y
pesar de las divisiones, la cena del a nivel de iglesia local, se corres-
Señor era celebrada por todos jun- ponde con la unión con Dios, con
tos. La cena del Señor no era asun- Cristo y con el Espíritu. Muchos
to de algunos círculos domésticos, saludos de despedida consisten en:
sino de toda la comunidad local. a) una invitación al “beso santo”
Sólo entonces la formulación pau- entre los miembros presentes de la
lina es una referencia muy precisa comunidad (2 Co 13,12a; 1 Tes
a la situación de “divisiones” de 1 5,26; Rm 16,16); b) los saludos que
Co 1,10-17. K. K. Yeo subraya con destacan lo ecuménico: 2 Co
razón que Pablo, a diferencia de 12,12b (“todos los santos”); 1 Co
los corintios, no conoce ninguna 16,19-20 (“las iglesias de Asia”;

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“todos los hermanos”); Flp 4,22 culpa de un comportamiento so-
(“todos los santos”); y c) la bendi- cial contrario a la comunidad es
ción final de Cristo (2 Co 13,13, 1 para Pablo tan catastrófico como
Co 16,12; Flp 4,23). las disputas teológicas. 1 Co 11,17-
34 muestra claramente hasta qué
Hay muchos ejemplos de la im-
punto la celebración de la cena del
portancia teológica que tiene para
Señor, definida por la “comunión/
Pablo la comunión de la comuni-
participación” en Cristo y su
dad local. Según él, las tensiones
muerte, debía definir también el
en la comunidad de Corinto eran
comportamiento social de la co-
tan graves que abre su primera
munidad.
carta a los corintios con este tema,
antes de contestar cualquier pre-
gunta que se le hubiese planteado.
"Fuertes" y "débiles"
No se dio por satisfecho con la
simple presentación de un deseo
apostólico, sino que expuso una Voy a dar un tercer ejemplo,
reflexión teológica fundamental. que muestra muy bien qué signifi-
Estos problemas eran tan impor- cado teológico tiene la comunidad
tantes para él que le llevaron a for- para Pablo, aunque no sea directa-
mular la pregunta más que retóri- mente significativo para la cuestión
ca: “¿acaso está dividido Cristo?”. del significado de la comunidad lo-
La posibilidad de que en la misma cal. Se trata del conflicto entre
ciudad de Corinto podrían vivir fuertes y débiles en Roma (Rm
comunidades con orientaciones 14,1-15,3). El texto es significativo,
distintas (naturalmente un gran ya que demuestra que para Pablo
número de diversas escuelas filo- el amor tiene más sentido que to-
sóficas y uniones religiosas convi- das las convicciones de los “fuer-
vían en esta ciudad) era para Pa- tes”, por muy justificadas que sean:
blo absolutamente imposible. “Ahora bien, si por un alimento un
hermano tuyo se entristece, tú ya
Ya he mencionado los proble-
no procedes según la caridad. ¡Que
mas que se producían en Corinto
por tu comida no destruyas a aquél
durante la cena del Señor. Que sur-
por quien murió Cristo!” (Rm
gieran problemas en el ámbito del
14,15).
comportamiento social de los más
pudientes entre los miembros de Si Pablo considera “débiles” a
la comunidad de Corinto y que, los judeocristianos, que siguen ob-
probablemente, nada tenían que servando las partes rituales de la
ver con las diferentes “orientacio- Torah, entonces Rm 14,1-15,13 es
nes” teológicas de la comunidad un texto teológicamente muy inte-
es algo que se deduce del hecho resante, pues en él Pablo adopta
de que Pablo no habla de la cena una decisión diferente de la que
del Señor en 1 Co 1-4. Una ruptu- adoptó en el conflicto de Antio-
ra de la “asamblea de Dios” por quia, motivada por la misma temá-
Comunidad local y comunión en el Nuevo Testamento 51
tica (Ga 2,11-14). Allí rompió la Colecta y comunión espiritual
comunión eclesial. En Rm aconse-
ja a los “fuertes” (que piensan, co- Un ejemplo de la “dimensión
mo él, que no hay nada puro o im- ecuménica” de la koinonía es la
puro en sí: cf., Rm. 14,14) que no colecta de Pablo en favor de Jeru-
abusen de su “fortaleza”. En Rm salén. En los capítulos que tratan
pone el amor al hermano pequeño, de la colecta, la palabra koinonía
por quien Cristo dio la vida, por aparece a menudo (cf., 2 Co 8,3;
encima de lo que en el conflicto de 9,13). En Rm 15,26 la palabra se
Antioquia era la “verdad del evan- convierte en designación técnica
gelio”. ¿Por qué? Peter Lampe su- de colecta. El versículo 27 subraya
pone, con razón, que la cuestión la dimensión espiritual, “vertical”
decisiva para Pablo, fue la de quién de la colecta: los habitantes de Je-
ejercía poder sobre el otro, según rusalén han hecho partícipes a los
la situación. Rm 14 muestra que, gentiles de sus bienes espirituales.
para Pablo, el amor es un distinti- La colecta se convierte así en ac-
vo absolutamente decisivo de la ción de gracias por la comunión
iglesia. espiritual.

MÁS ALLÁ DE PABLO

El evangelio de Mateo (Mt 18). También para Mateo, co-


mo para Pablo, la comunidad se
caracteriza por el entramado de
En Mateo la iglesia es vista co- una “dimensión horizontal” (fra-
mo comunidad de discípulos. Por ternal) y de una dimensión “verti-
un lado, viene determinada por su cal” (cristológica). El punto álgido
relación con Jesús, que le da su de la experiencia de estas dimen-
propio poder y su propio encargo. siones en Mt 18 no es la cena con
Los apóstoles le obedecen y siguen el Señor (como 1 Co 10,16), sino
su modelo de vida. Sufrirán su des- la oración comunitaria. En el cen-
tino, hasta la cruz (Mt 10). En el tro del capítulo, el Señor resucita-
núcleo de este discurso (Mt 10,24) do promete su presencia cuando
se alude a la conformidad de los dos o tres estén reunidos en su
discípulos con Cristo. Por otro la- nombre (18,20). Y se manifiesta en
do, la iglesia también viene deter- la escucha de la plegaria (v.19). En
minada por la comunión de los todo el evangelio de Mateo se de-
apóstoles entre sí: una comunión sarrollan de forma muy concreta
igualitaria, que pone a los peque- las dimensiones básicas de la koi-
ños en el centro, que busca a los nonía paulina. Ésta se relaciona
pecadores y que practica el perdón íntimamente con el hecho de que,

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en el lugar del Señor Jesucristo, en- sume todo ello diciendo: “para que
salzado y presente en el espíritu, el amor con que tú me has amado
se encuentra el Jesús terreno, con esté en ellos y yo en ellos”. Aquí
su modelo concreto de vida, con queda claro que no hay varias cla-
sus mandamientos, con su camino ses de amor, uno divino y otro hu-
hacia la muerte y resurrección. mano, sino un solo amor que parte
de Dios. 1 Jn 4,7-21 subrayará el
acento teológico, como queda pa-
El evangelio de Juan tente en Jn 17: Dios es amor (1 Jn
4, 8.16). ¿Cómo podría la iglesia
ser algo distinto del espacio del
En Jn sólo indirectamente se
amor de Dios que lo penetra todo?
habla de la iglesia y, sobre todo, en
el discurso de despedida. Jesús ha-
bla a los discípulos que, en su si-
Hechos de los apóstoles
tuación de desamparo, abandono
y miedo, representan a la iglesia.
El introito del discurso de despe- En los Hechos la vida de la co-
dida tematiza los dos grandes te- munidad de Jerusalén viene defi-
mas del discurso: la glorificación nida por el “magisterio de los após-
de Jesús (13,31) y el amor fraternal toles”, “la comunión”, “la fracción
(13,34), temas que son retomados del pan” y las oraciones (2,42).
una y otra vez. El texto final, la “Comunión” es definida como per-
oración de Jn 17, los refuerza y en- manecer juntos en un lugar y, en
sambla (17,1-5 y 17,24-26). La re- concreto, como tenerlo todo en co-
petición más importante del tema mún (2,44-46). Las cuatro carac-
del amor se encuentra en 15,9-17. terísticas mencionadas se sobrepo-
El amor fraternal de los miembros nen y se unen. Por ejemplo, en un
de la comunidad, que cumple con contexto de oración aparece el ad-
el mandamiento nuevo de Jesús, verbio “unánime” (Hch 1,14; 4,24)
no es otra cosa que su permanen- o cuando Lucas subraya la unani-
cia en su amor, fundamentado en midad de los apóstoles y la unidad
el amor del Padre. Todo el frag- de su enseñanza (Hch 15). En
mento (15, 9-17) es una concreción cuanto al tema “comunidad local”,
del discurso de Cristo como vid la aportación de Lucas consiste en
verdadera que da fruto (15,1-8). La excluir la existencia de dos comu-
realidad de Cristo y la realidad de nidades en un solo lugar. Según
amor; la mística de Cristo y el Lucas, en Jerusalén sólo existe una
cumplimiento del nuevo mandato comunidad, y no dos, como dedu-
son realidades idénticas. La iglesia cían la mayoría de exegetas: una
viene determinada por la realidad de habla aramea y otra de habla
del amor, y sólo por ella, ya que griega. Se impone la unidad de las
viene determinada por la realidad comunidades: Lucas omite tanto
de Cristo, y sólo por ella. 17,26 re- la rama antioquena como las difi-

Comunidad local y comunión en el Nuevo Testamento 53


cultades que Pablo tuvo con mu- amor fluyen juntas. Por esto los
chos adversarios judeocristianos. miembros de la comunidad han de
Como es inimaginable que unos ser “sinceros en el amor” (4,15).
20 años después de la muerte de Así se realiza el “crecimiento” de
Pablo un historiador escriba el re- la iglesia, es decir, su cabeza, Cris-
lato de la misión paulina y desco- to, se convierte en energía, que pe-
nozca las epístolas de Pablo, debe- netra la iglesia y cada miembro de
mos aceptar que Lucas silencia la comunidad participa de ella se-
voluntariamente estas divisiones. gún su medida (4,16).

Efesios Apocalipsis

La parenesis de la carta a los También el Apocalipsis de Juan


efesios hace una exhortación a la tiene importancia para el tema que
unidad de la iglesia en 4,1-16. Es nos ocupa. Históricamente es im-
lo primero de todo y lo más impor- portante porque probablemente de-
tante para el autor. Está claro que muestra que los profetas judeocris-
esta exhortación se basa en una tianos que huyeron de Palestina,
causa previa. Los vv. 4-6 recuer- encontraron una nueva patria en
dan el lenguaje de la aclamación las comunidades gentiles de la pro-
litúrgica: un cuerpo, un espíritu, vincia de Asia. No fundaron nin-
una esperanza, un Señor, una fe, guna comunidad propia judeocris-
un bautismo, un Dios y Padre. Por tiana en las ciudades de aquella
ello, la unidad del espíritu en la región. Probablemente sólo había
iglesia puede ser preservada (v. 3), una única comunidad local en las
no debe ser fabricada, porque ya ciudades de Asia. Lo confirma el
ha sido regalada por Dios. ¿En qué hecho de que en la mayoría de los
consiste la exhortación? En los vv. casos en que el autor alerta de los
2 y 3, el evangelista habla de “so- falsos maestros, éstos parece que
portarse unos a otros por amor” y aparecían dentro de la comunidad.
del “vínculo de la paz”. Los ecos Las comunidades del Apocalipsis
de la parenesis paulina de Rm 12 son independientes; cada una tie-
y 1 Co 12 muestran que el autor ne su propio “ángel”. Pero están
piensa principalmente en la comu- unidas entre sí, pues todas reciben
nidad concreta, sin diferenciarla del vidente el mismo libro. Cada
de la iglesia universal. En el v. 7 y una de ellas sabe lo que debe decir
sobre todo en los v.13s queda pa- a las demás.
tente que la unidad de fe también
representa un problema: las comu-
Ignacio de Antioquía
nidades no deben ser “zarandeadas
por cualquier viento de doctrina”
(4,14). Unidad de fe y unidad de Veinte años más tarde, la situa-
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ción dentro de la misma provincia y a evitar las escisiones (cf., Ign.,
ha cambiado. Ignacio exhorta a Ef 5,1; Fil 4; Smyr 7,1s). Sin em-
menudo a la unidad, que él entien- bargo, muchos otros se quedan de-
de como el hecho de incorporarse finitivamente fuera (Ign., Ef 7,1;
a la “unidad” instituida por Dios y Tral 6,2s; Fil 6,1; Smyr 7,2). Para
representada por el obispo, para Ignacio es fundamental la unidad
que la comunidad en unión con él visible de la comunidad local. De-
y en consonancia con su amor, se bemos subrayar una vez más que
convierta en el coro que canta a sus exhortaciones a la unidad se
Cristo (Ign., Ef. 4,1). Esta exhorta- refieren a la comunidad local y que
ción pretende convocar a algunos el episcopado monárquico es váli-
a la reunión del obispo, asistir a la do para la comunidad local.
celebración única de la eucaristía

CONCLUSIONES

Nuestras iglesias están pen- ta ecclesiae más relevante y difun-


dientes de reformas estructurales. dida. En ella confluyen la dimen-
¿Qué aportación les podrá ofrecer sión “vertical” y “horizontal” de la
esta reflexión? Intentaré explicarlo iglesia, es decir, su realidad y el
en forma de tesis. encargo recibido por Dios (o Cris-
to), por una parte, y su configura-
1. Las reformas estructurales ción social, por otra.
presuponen una imagen eclesioló-
gica directriz. La iglesia católica 3. “Comunión” y “amor” son
estructurada jerárquicamente tie- realidades concretas. Engloban to-
ne esta imagen y también las igle- dos los aspectos de la vida. Siem-
sias ortodoxas que se basan en los pre tienen lugar “abajo”, entre
pilares de la eucaristía y del epis- hombres concretos. Siguiendo a
copado. Las iglesias protestantes, Pablo podemos decir: una iglesia
en cambio, muchas veces no pre- que no está “abajo”, es decir, don-
sentan esta imagen, debido a su de viven sus miembros, no es to-
tendencia a concentrarse en la “pa- talmente iglesia.
labra” y el “sacramento”, y a inter- 4. Puntos culminantes en lo que
pretar la figura visible de la iglesia se puede experimentar la iglesia
presentándola en cada caso según (en sus dimensiones “vertical” y
las necesidades de nuestro tiempo. “horizontal”) como comunión
Un déficit eclesiológico parece ser constituida por Cristo son la euca-
enfermedad crónica del protestan- ristía (Pablo) y la oración comuni-
tismo. taria (Mateo).
2. En el NT la “comunión”, es 5. A partir de la comunión y del
decir, el “amor” viene a ser la no- amor como nota ecclesiae se en-
Comunidad local y comunión en el Nuevo Testamento 55
tiende que en el NT la comunidad “media” y que, como mucho, pue-
local que se reúne en concreto, sea den preparar una comunidad entre
el lugar privilegiado en el que la seres humanos, como son las co-
iglesia puede ser visible y experi- munidades surgidas a partir de la
mentable. Y hoy lo sigue siendo televisión o internet, no son (toda-
también. En cuanto a otras formas vía) “iglesia” en sentido neotesta-
sociales de “iglesia de base” (que mentario.
también tienen una relativa razón
6. Quien parte de otras imáge-
de ser) como, por ejemplo, las co-
nes directrices de iglesia como, por
munidades generacionales, las co-
ejemplo, la imagen de una jerar-
munidades de mujeres y de hom-
quía instituida por Dios y estruc-
bres, las comunidades con una
turada legalmente, o de una ima-
orientación determinada, las co-
gen de iglesia entendida como
munidades de emigrantes sobre la
empresa de servicios que propor-
base de determinadas característi-
ciona a la sociedad ofertas de sen-
cas étnicas, etc., tienen la oportu-
tido y ofertas rituales, éste debe
nidad de no basarse en caracterís-
saber que se halla muy alejado de
ticas discriminatorias, superadas,
lo que constituye el centro de la
según el NT, en Cristo (Gal 3,28;
eclesiología del NT.
Col 3,11). En cambio, las comuni-
dades que sólo se basan en los

Tradujo y condensó: ANNE FUNKEN

“En un mundo amenazado de desesperanza, como ocurría ya en tiempo


del Apocalipsis, Juan volvería a escribir un mensaje de esperanza que funda-
mentara profundamente la resistencia y la esperanza de las comunidades cris-
tianas. Como dijo muy bien E. Bloch, «el hombre no vive sólo de pan; vive
de pan y de utopía». Es lo que nos recuerdan los evangelios que quieren ser
una «buena noticia eterna» (14,6) para los que «tienen hambre y sed de jus-
ticia» (Mt 5,6). Hoy, más que nunca, estamos necesitados de la utopía cris-
tiana que en Jesús se hizo “topía”, realidad aquí, en nuestro mundo. Es lo que
confiesa con fuerza el Apocalipsis. Y lo necesitamos para que no nos deje-
mos engañar por la falsa propaganda y la manipulación del imperio que do-
mina nuestro mundo. Y sigamos luchando por un mundo universalmente so-
lidario y fraternal.”

X AVIER ALEGRE S.J., Resistencia y esperanza cristianas en un mundo injusto,


Cristianisme i Justícia, col. Cuadernos n. 165 Enero 2010.

56 Ulrich Luz

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