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¿Qué es la comunicación?

Por todos/as es sabido que la comunicación es el proceso de intercambiar información, en el que


el emisor o la emisora transmite a el/la receptor/a un mensaje, a través de un canal, y esperando a
que, acto seguido, la persona receptora emita su propia respuesta, en un contexto determinado.

Por tanto, podemos afirmar que la comunicación es de doble vía, ya que va de el/la emisor/a a
el/la receptor/a y viceversa.

Comunicar no es lo mismo que informar

A menudo, se confunde el término comunicar con el de informar. Si en líneas anteriores ya he


señalado que comunicar es el acto en que un/a individuo/a establece contacto con otro/a para
hacerle saber una cosa, el hecho de informar significa hacer que una determinada persona se
entere de algo que desconoce, de tal manera que lo que hacemos es, única y exclusivamente,
proporcionar datos y/o noticias sobre una cuestión o temática.

Se trata, en definitiva, de dar a conocer una información a través de un mensaje, sin necesidad de
recibir una retroalimentación o feedback.

Y por si aún te queda alguna duda, y prefieres recurrir a fuentes de información más fiables como
diversos diccionarios de los que disponemos, te diré que la definición exacta que utilizan algunos
sobre el hecho de informar es “enterar o dar noticia de algo”.

Con respecto al término “comunicar”, recogen en su diccionario que se trata de “hacer a una
persona partícipe de lo que se tiene”, “descubrir, manifestar o hacer saber a alguien algo”,
“conversar, tratar con alguien de palabra o por escrito” o “transmitir señales mediante un código
común al emisor y al receptor”.

Elementos del proceso de comunicación

Una vez explicados los conceptos arriba mencionados, es importante tener en cuenta los
elementos que intervienen en cualquier proceso de comunicación y que no los debemos pasar por
alto.
Parece algo sencillo y que todos/as conocemos, pero, en ocasiones, me encuentro con personas
que aún los confunden y/o desconocen.

Para que no te quede la menor duda, a continuación, te detallo cuáles son los elementos que
citaba:

Emisor/a: es aquella persona o grupo de personas que emiten un determinado mensaje.

Receptor/a: es el/la destinatario/a del mensaje, es decir, aquella persona que recibe el mensaje y
lo interpreta.

Mensaje: es la información, el objeto de la comunicación, opinión, datos o pensamiento que se


quiere transmitir.

Canal: es el medio, a través del cual, se transmite un mensaje.

Código: es el conjunto de símbolos o signos utilizados (gestos, palabras…) para expresar el


mensaje que deseamos transmitir. Sin lugar a dudas, el código más utilizado entre las personas es
el lenguaje verbal, tanto oral como escrito.

Contexto: es la situación real o el conjunto de circunstancias que existen en el momento en que se


produce la comunicación. De esa manera, es más sencillo poder comprender el significado del
mensaje.

Retroalimentación: llegados a este punto, el/la emisor/a del mensaje puede comprobar, en gran
medida, si el/la receptor/a ha recibido y comprendido adecuadamente su mensaje.

30 tipos de comunicación y características

El hecho de comunicar tiene muchas formas y puede atender a varias clasificaciones.

Por tanto, es importante tener claro que existen muchos tipos de comunicación (verbal, no verbal,
horizontal, vertical, organizacional, etc.), aunque bien es cierto que algunos de ellos son más
conocidos e indispensables.

Es el caso de la comunicación verbal y la no verbal. Dicha clasificación se refiere a si el mensaje es


verbalizado o no.
1. Comunicación verbal

La comunicación verbal se caracteriza por las palabras que se utilizan en la interacción entre el/la
emisor/a y el/la receptor/a, así como por el tono de nuestra voz.

Aun así, dichas palabras se pueden expresar a través de la comunicación oral -mediante signos
orales o palabras habladas- y la comunicación escrita -a través de códigos escritos-.

2. Comunicación no verbal

A pesar de que la comunicación verbal es la más evidente que conocemos, y que está regulada por
diversas normas que nos enseñan desde muy pequeños/as, existe otro tipo de comunicación igual
de influyente y que puede variar o cambiar el significado de la citada comunicación verbal: la
comunicación no verbal.

La “no verbal” es aquella que se lleva a cabo sin el uso de palabras, y en muchos casos, sin apenas
darnos cuenta. El contacto visual, los movimientos de manos y brazos, la expresión facial o la
postura y la distancia corporal son algunos ejemplos.

En este caso, tanto la emisión de mensajes como la interpretación de los mismos se realizan de
manera involuntaria, la mayoría de las veces.

De todas formas, debemos tratar siempre de que nuestras palabras -o la llamada comunicación
verbal- coincidan siempre con nuestra conducta no verbal.

Otros tipos de comunicación

Aunque la comunicación verbal y la no verbal son dos de las más importantes que conocemos, no
podemos obviar tampoco otros tipos de comunicación, que forman parte de nuestro día a día, y
que conviene tenerlos en cuenta. Por ejemplo:

Dependiendo del número de participantes


3. Individual:

Únicamente interactúan un emisor y un receptor.

4. Colectiva:

Se produce cuando hay más de dos personas intercambiando mensajes.

5. Intrapersonal:

Un/a determinado/a individuo/a se comunica consigo mismo/a. Aun así, muchos/as ponen en
duda si este tipo se puede considerar comunicación.

6. Interindividual:

Ocurre cuando dos personas se comunican entre sí, de manera verbal o no verbal.

7. Intragrupal:

En este caso, dos o más personas de un mismo colectivo se comunican entre sí.

8. Intergrupal:

Este tipo de comunicación se produce cuando existe la comunicación entre grupos.

9. Masiva:

La comunicación se da entre un/a único/a emisor/a y un gran grupo de gente o audiencia.

Según el canal sensorial

10. Comunicación auditiva:


Los mensajes y la información son percibidas a través del oído.

11. Comunicación visual:

Los mensajes son percibidos a través de la vista.

12. Comunicación gustativa:

La información se envía a través del gusto.

13. Comunicación olfativa:

Hablamos del mensaje que se recibe a través de la vía olfatoria. Por ejemplo, el acto de recibir la
información que transmite alguien por su olor.

14. Comunicación táctil:

La información se transmite a través del tacto, por ejemplo, a través de la piel.

Según el canal o medio tecnológico

15. Comunicación telefónica:

Se trata de la comunicación que se establece a través de un teléfono, ya sea fijo o móvil.

16. Comunicación televisiva:

Es la comunicación que ocurre por medio de un televisor.

17. Comunicación virtual o digital:


Este tipo de comunicación se produce gracias a todas aquellas personas conectadas por medio de
Internet.

18. Comunicación cinematográfica:

La comunicación se produce por medio de la gran pantalla, así como de producciones


cinematográficas o largometrajes.

Dependiendo de la finalidad o el uso:

19. Comunicación educativa:

Se trata de un tipo de comunicación educativo, cuando se da entre profesores/as y alumnos/as,


por ejemplo.

20. Comunicación periodística:

Es la comunicación que se realiza a través de los medios de comunicación tradicionales y actuales


con el objetivo de informar a los/as receptores/as.

21. Comunicación publicitaria:

En este tipo de comunicación se da a conocer una marca o producto, dirigida a un determinado


público.

22. Comunicación política:

Es aquella información de tipo político, que, en general, tiene una fuerte carga ideológica. Ocurre,
por ejemplo, cuando acudimos a un evento en el que un cargo político pretende convencernos de
algo y ganar su voto.
Más tipos de comunicación:

23. Comunicación vertical:

Es la que se da entre diferentes niveles jerárquicos dentro una empresa u organización, bien sea
de arriba hacia abajo (de directivos/as a empleados/as) o de abajo hacia arriba (de los/as
empleados/as a los mandos superiores).

24. Comunicación horizontal:

Ocurre dentro del mismo nivel en una organización, empresa o institución. Por ejemplo, entre
departamentos iguales o empleados/as de una misma área.

25. Comunicación organizacional:

Ocurre dentro de las empresas y de estas hacia afuera.

26. Comunicación formal:

Es la que se da entre diferentes rangos dentro de la empresa. Se utiliza para transmitir una serie
de órdenes que tienen que llevar a cabo los empleados/as.

27. Comunicación informal:

Es la que se da entre los/as empleados/as que están en un mismo nivel jerárquico (o no) dentro de
una empresa u organización. Surge de manera espontánea, sin necesidad de que tengan que
relacionarse entre sí dentro de la empresa.

28. Comunicación por señas:

Es aquella que utilizan personas sordomudas y sordas y todas aquellas que forman parte de su
entorno para establecer una comunicación eficaz.

29. Comunicación emocional:


Se trata de aquella en la que el contenido es prácticamente emocional, y, a través de ella,
expresamos sentimientos o bien reímos y/o lloramos.

30. Comunicación sexual:

El contenido, en este caso, es de tipo sexual, bien sea a través del lenguaje verbal o a través de
otro tipo de soportes, como vídeos o fotografías.

Habilidades comunicativas indispensables

Una vez definidos los conceptos y los tipos de comunicación más importantes, no podemos obviar
cuáles son las técnicas o principales habilidades comunicativas que debe poseer un/a buen/a
comunicador/a, tanto en su vida personal como en la profesional.

Y es que, en muchas ocasiones, estas determinan el éxito de nuestras relaciones interpersonales.

Pero tranquilo/a, si careces de alguna o varias habilidades comunicativas, siempre estás a tiempo
de poder aprenderlas.

En mayor o menor medida, todos/as -o casi todos/as- carecemos de alguna de ellas. Aun así,
nunca es tarde para entrenarnos a fondo y poder adquirirlas.

Las principales habilidades comunicativas que debes tener en cuenta son las siguientes:

Escucha activa:

Ser capaces no solo de hablar y comunicar correctamente sino también de escuchar es


imprescindible en este mundo en que nos movemos y que no todas las personas logran aprender
con facilidad.
Existen infinidad de personas que emiten su mensaje abiertamente y no son capaces de escuchar
la réplica, o lo que es peor aún: no permiten respuesta alguna si no se está de acuerdo con sus
opiniones. Grave error.

Dichas personas jamás lograrán establecer una comunicación perfecta con sus interlocutores/as
hasta no darse cuenta de que escuchar, principalmente, es lo que los/as hará grandes y los/as
convertirá en personas y profesionales diez.

Tal y como lo decía el biógrafo y ensayista griego Plutarco: “Para saber hablar es preciso saber
escuchar”. Y ojo, en esto, quien más o quien menos, estoy seguro de que debe y debemos
mejorar. Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra.

Por cierto, ya de paso, no confundas los términos “escuchar” con “oír”. Al escuchar debemos
prestar atención a lo que oímos y el simple hecho de oír se refiere a percibir con el oído los
sonidos de algo o alguien.

Empatía:

La empatía es necesaria para intentar comprender a la otra persona y ponernos en su lugar. A


pesar de no estar de acuerdo, en muchas ocasiones, con lo que nos cuenta un/a familiar, amigo/a
o compañero/a de trabajo, debemos intentar entender a esa persona, escuchar sus opiniones y/o
sensaciones y hacerle ver que notamos lo que siente.

Validación emocional:

Llegados a este punto, debemos hacer comprender a la otra persona que entendemos lo que
siente y que aceptamos lo que dice y muestra.

De esa manera, el/la otro/a interlocutor/a se sentirá comprendido/a y reconocido/a y lograremos


que se sienta más cómodo/a y exprese aún mejor sus sentimientos.

Lenguaje no verbal:
El lenguaje no verbal o la comunicación no verbal comunica igual, a veces incluso más, que el
lenguaje verbal o la comunicación verbal.

De hecho, según un estudio publicado por Albert Mehrabian, en una conversación entre dos
personas, el componente verbal supone un 35 % y el restante 65 % la comunicación no verbal.

Al hablar del lenguaje no verbal nos referimos al contacto visual, los gestos, la postura corporal e
incluso el afecto. Aspectos muy a tener en cuenta, todos ellos, en las distintas facetas de nuestra
vida (familiar, laboral…).

Resolución de conflictos:

Aprender a resolver los conflictos que surgen en cualquier relación laboral, familiar o de amistad
es esencial. Para ello, lo adecuado es mantener una actitud calmada y respetuosa y no estar a la
defensiva.

Controlar nuestras propias emociones hará que nos comuniquemos de manera más eficaz con
nuestros interlocutores/as, y eso, indudablemente, facilitará las relaciones entre las personas.

Lenguaje verbal:

Aunque algunos/as lo lleven innato, ser un buen comunicador/a también es algo que se aprende
con el tiempo, siempre y cuando le dediquemos esfuerzo, constancia y pasión al asunto.

Personalmente, resumiría las siguientes cualidades básicas para ser un/a buen/a comunicador/a:
ser claro/a y capaz de controlar los ritmos, las pausas y el tiempo del discurso, tener la suficiente
capacidad para improvisar ante situaciones distintas, así como saber vocalizar de manera correcta.

Leer y escribir:

Dos cuestiones que aprendemos desde bien pequeñitos/as, y que algunas personas descuidan o
dejan de darle importancia conforme avanzan en sus vidas. Ambas resultan primordiales y son
armas poderosas para defendernos en nuestro día a día.
La lectura posibilita, sin duda, el desarrollo intelectual y ayuda a comprender la realidad, mientras
que la escritura nos permite tener un buen dominio de la comunicación escrita y relacionarnos con
las demás personas libremente.

Respeto:

Es la norma básica para establecer una comunicación real y efectiva entre dos personas. Si
mostramos el respeto hacia las personas, estarán más abiertas a comunicarse con nosotros/as y a
mostrar realmente sus impresiones y/o sentimientos.

Persuasión:

El arte de persuadir o convencer a las personas es clave, ya que transforma ideas, creencias o
viejos patrones que tenemos interiorizados, e intenta contentar y satisfacer las necesidades de
ambas partes.

Siempre y cuando se utilice con la mejor voluntad, es recomendable aprovechar ese don para
crear un entorno de trabajo, familiar o social mejor.

Credibilidad:

Irremediablemente, está unida con la persuasión. Jamás lograremos persuadir de manera eficaz a
las personas si no demostramos un mínimo de credibilidad.

Nuestras palabras, hechos o acciones serán los que, en gran medida, sustenten las bases de una
confianza y, con ello, nos ayuden a generar credibilidad.

Conclusión

Si algo debe quedarnos claro es que cualquier mínimo gesto, palabra o silencio, y a través de
cualquier medio o canal, comunica. Por tanto, está en nuestras manos el hecho de mejorarlo o no
y aprender a superarnos, así como lograr comunicar de manera eficaz.

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