temperamento no era considerada una verdadera solución por muchos músicos y
teóricos de la época, que se rebelaron
contra esta tendencia, ya que no querían perder el “color” de las diferentes tonalidades. Al sonar al mismo tiempo, las alturas consonantes se funden en un único sonido, produciendo un ligero aumento en la intensidad; cuando la relación es menos simple, un mayor número de armónicos caen dentro del rango de interferencia, causando batimientos (fluctuaciones periódicas de la intensidad) o rugosidad (cuando los sonidos se encuentran un poco más alejados o cercanos en el tono, superando el límite de frecuencia de batido, los batimientos se disipan dando paso a una sensación de aspereza. A pesar de esto, el temperamento igual es el estándar para afinar instrumentos de tono fijo (como el piano), porque tiene la ventaja práctica de que la afinación es igualmente buena para cualquier clave musical, permitiendo la modulación y la transposición. Los cantantes y los instrumentos de tono no fijo, por su parte, son capaces de seguir una afinación justa, pero a menudo se desvían marcadamente de las propociones puras en la ejecución. Estas desviaciones, además, según las investigaciones realizadas, son sistemáticas: con carácter general, los intervalos pequeños y los intervalos de octava, quinta y cuarta son más exactamente reproducidos (y mejor reconocidos) que los intervalos menos consonantes y los grandes intervalos.
La importancia de este sistema es indiscutible, ya que gracias a él se han podido
crear las grandes obras maestras de la música de los últimos cuatrocientos años. Pero, si hay un precursor en el empleo magistral del temperamento igual ese es, sin duda, J.S.Bach. Bach quiso demostrar las virtudes y bondades del sistema temperado componiendo una colección de piezas para teclado a las que bautizó con el nombre de El clave bien temperado. El clave bien temperado La variedad de caracteres de las piezas, su riqueza melódica, armónica y rítmica, y la extraordinaria inventiva a la hora de resolverlas, hacen de esta colección uno de los grandes hitos de la música clásica y son un verdadero deleite tanto tocarlas como para escucharlas. Sistema de afinación de Holder Este sistema que es el aceptado generalmente por los teóricos musicales, es el resultado de la adaptación del sistema Pitagórico a una unidad de medida que figura un número exacto de veces en la octava justa.
Para ello Holder eligió una coma intermedia entre la pitagorica y la sintónica de Zarlino que divide a la 8va justa en 53 comas.
La equivalencia en comas Holder del sistema tonales la siguiente:
semitono cromático (sc): 5 comas,
semitono diatónico (sd): 4 comas,
2da mayor: 9 comas (sc + sd)
Científicamente este sistema no es real, ya que presenta inconvenientes prácticos idénticos
a los del sistema pitagórico.
Instrumentos de afinación justa
Son los instrumentos que producen la afinación exacta de cada sonido dentro de la octava, haciendo percibir la diferencia de una coma (coma de Holder) existente entre los sonidos enarmónicos. Son instrumentos de afinación justa los instrumentos de cuerda frotada, el trombón de vara y la voz humana
Instrumentos de afinación temperada
Son aquellos en los que se afina según el temperamento, igualando los sonidos que tienen entre sí una coma de diferencia. Estos instrumentos tienen por tanto una afinación fija. Son instrumentos de afinación temperada, los instrumentos de teclado, los de viento, en los cuales se obtienen los sonidos por mecanismos de agujeros, llaves, pistones, etc, y los instrumentos de cuerda como la guitarra.