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PRESENTACIÓN
Se busca con este escrito ayudar a afinar las discusiones que los docentes, los docentes
directivos y la comunidad familiar y estudiantil han venido adelantando en torno al
Decreto 1290. El horizonte de este escrito es identificar los referentes fundamentales en
la aprehensión de un enfoque social sobre la evaluación; el propósito es evitar la
dispersión a la que conduce el tratamiento de un tema que comúnmente se escurre o se
evita. El escrito quiere ser un texto provocador, que anime a la reflexión y a la
elaboración de propuestas según sean los contextos de cada institución educativa.
QUÉ ES EVALUAR
Aunque el término evaluación sea ambiguo no podemos eludir una posición o un punto
de vista frente a su uso y, en consecuencia, tomar decisiones. Empecemos por
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En tal sentido la evaluación “es una actividad inherente a toda actividad humana, intencional por lo que debe ser
sistemática y su objetivo es delimitar el valor de algo” (Popham,1990).
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considerar que las técnicas utilizadas para diseñar e implementar una evaluación en el
contexto escolar, no solamente deben responder a datos estadísticos (como los
porcentajes sobre quiénes pierden y quiénes ganan), sino que ha de privilegiar unos
principios pedagógicos que, sin duda, constituyen los ejes fundamentales en la
valoración de los aprendizajes de los estudiantes y en la configuración de una sociedad
posible. Entonces para definir la evaluación en el contexto de la escuela es necesario
enlazarla con la pedagogía y con el currículo, porque la visión sobre una, determina a las
otras; es esperable una relación coherente entre estas tres dimensiones que arropan a
la escuela como dispositivo social.
Dice Bajtin (1993) que “sólo a través de la evaluación se hacen realidad las posibilidades
del lenguaje”, lo cual quiere decir que todo acto discursivo está impregnado de
valoraciones y anota Bajtin que “desde el punto de vista sociológico, las posibilidades
mismas del lenguaje están encerradas, en su surgimiento y desarrollo, en el círculo de
las evaluaciones que se forman necesariamente en el grupo social dado.” (14). Hay un
círculo de evaluaciones, esto es, valoraciones, que se reproducen en los grupos
sociales; entonces habría que plantear que las evaluaciones podrían ser objeto de
negociación social: las que se acuerdan en un grupo. Para Bajtin, “la evaluación es
social, ella organiza el trato”. Es decir, el desempeño académico de un estudiante no es
un desempeño meramente individual, es un acontecimiento social, en tanto deviene de
una determinada experiencia o situación social. El estudiante no está separado nunca de
un contexto regulativo.
El Decreto 1860 (1994) declara que la evaluación será “continua, integral, cualitativa y se
expresará en informes descriptivos”. Este Decreto resalta la importancia de los proyectos
pedagógicos, como una estrategia para la evaluación integral y para la transversalidad
curricular, sugiriendo el vínculo entre el currículo y las necesidades de la comunidad. Es
significativo hacer notar lo que el Decreto 1860 reitera en relación con una evaluación
que responda a necesidades y a situaciones del contexto en el marco de los proyectos
educativos institucionales (Art. 14, 1860). Así, respecto a las “orientaciones curriculares”
el artículo 36 define el proyecto pedagógico como “una actividad dentro del plan de
estudios que de manera planificada ejercita al educando en la solución de problemas
cotidianos, seleccionados por tener relación directa con el entorno social, cultural,
científico y tecnológico del alumno”. Y complementa señalando que el proyecto
pedagógico “cumple la función de correlacionar, integrar y hacer activos los
conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y valores logrados en el desarrollo de
diversas áreas, así como de la experiencia acumulada. La enseñanza prevista en el
artículo 14 de la Ley 115 de 1994, se cumplirá bajo la modalidad de proyectos
pedagógicos”. Sin embargo, si bien este planteamiento es visionario y muy pertinente,
en general, no incidió significativamente en la transformación de las prácticas
educativas, si bien se han identificado experiencias relevantes en las distintas regiones
del país (Cfr. David Rubio: Evaluación de proyectos pedagógicos: hacia unos criterios
fundamentales. Tesis de Maestría, UNAL. 2009).
Respecto a los “medios para la evaluación” el decreto 1860 proporciona señales para
lograr la evaluación integral: “Mediante el uso de pruebas de comprensión, análisis,
discusión crítica y, en general, de apropiación de conceptos. El resultado de la aplicación
de las pruebas debe permitir apreciar el proceso de organización del conocimiento que
ha elaborado el estudiante y de sus capacidades para producir formas alternativas de
solución de problemas.” (Artículo 48); y acota que “en las pruebas se dará preferencia a
aquellas que permitan la consulta de textos, notas y otros recursos que se consideren
necesarios para independizar los resultados de factores relacionados con la simple
recordación. Las pruebas basadas exclusivamente en la reproducción memorística de
palabras, nombres, fechas, datos o fórmulas que no vayan ligadas a la constatación de
conceptos y de otros factores cognitivos, no deben ser tenidos en cuenta en la
evaluación del rendimiento escolar.” Asimismo en este decreto se recomienda utilizar los
resultados de las evaluaciones como formas de retroalimentación con “actividades
grupales o individuales (…) para superar las fallas o limitaciones en la consecución de
los logros por parte de los alumnos”. Pero es necesario hacer un balance entre los
maestros y las maestras en torno a la apropiación y el desarrollo en las aulas de esta
perspectiva de la evaluación.
En el Decreto 230 (2002), por otro lado, se establece una ruptura con la visión horizontal
de la evaluación, ya insinuada en el 1860. El malestar se concentró en la promoción
automática (ya consignada en el 1860) y en el porcentaje máximo de repitencia (el 5 %)
que cada institución debía considerar en el momento de promover a los estudiantes de
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El reto que afrontamos consiste en cómo dar cuenta de la “calidad de la educación” más
allá de los resultados de las pruebas externas; estas deberían asumirse como una parte
del proceso integral, y no como estrategias definitivas en la caracterización de una
institución educativa, o de los educandos; es urgente y prioritario vincular a los maestros
y a las maestras en otras dinámicas, como la investigación y la innovación pedagógica,
en el marco de proyectos de formación continua que privilegien la autoformación y
garanticen la interacción con pares académicos fuertes de las universidades. Si los
docentes logran apropiarse de los enfoques contemporáneos sobre el aprendizaje no
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Téngase en cuenta que en el país, no obstante los considerables esfuerzos adelantados en
la última década existen cerca de dos millones y medio de niñas, niños y jóvenes que no
realizan sus estudios básicos por diferentes circunstancias, entre las cuales se encuentran la
falta de docentes o de establecimientos educativos cercanos a su lugar de vivienda; la
situación de pobreza que les obliga a trabajar prematuramente; el desinterés de los padres;
los desplazamientos forzados por la inseguridad y la violencia, entre otros.
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- El ámbito de la evaluación se refiere al cubrimiento de los - El ámbito de la evaluación se refiere al cubrimiento de tres
establecimientos educativos del Estado, los privados, los de tipos de evaluación: (1) evaluación internacional,
internacional relacionada
carácter comunitario, solidario, cooperativo o sin ánimo de con la participación en pruebas internacionales; (2) evaluación
lucro, exceptuando a los modelos flexibles, tales como nacional,
nacional relacionada con las pruebas censales periódicas, tales
escuela nueva, aceleración del aprendizaje, y la atención a como las de SABER y el Examen de Estado; y (3) evaluación
las poblaciones especiales definidas en la LEY. institucional,
institucional relacionada con el sistema interno de evaluación
de los estudiantes en los establecimientos educativos.
-Divide el año escolar en cuatro periodos como referentes -Los centros educativos son autónomos para definir y
para la evaluación del aprendizaje y la entrega de informes a estructurar su propio sistema de evaluación y, dentro de él, la
los padres de familia entrega periódica de informes de evaluación, entre otros.
-Fija los contenidos mínimos del plan de estudios, tales como -Los establecimientos educativos gozan de autonomía para
la intención e identificación de los contenidos, la distribución definir y elaborar el plan de estudios del currículo de
del tiempo, los logros, competencias y conocimientos que conformidad con lo dispuesto en la Ley 115 de 1994 y su
los educandos deben alcanzar, entre otros. decreto reglamentario 1860 del mismo año.
- Fija criterios para la promoción de grado: (1) Promoción - Cada establecimiento educativo fija los criterios para la
mínima de grado para el 95% de los estudiantes que promoción de grado de acuerdo con su sistema institucional de
terminen el año escolar; (2) repetición de grado para los evaluación. La Promoción Anticipada la recomienda el Consejo
estudiantes que reprueben tres o más áreas, pudiendo ser Académico al Consejo Directivo, y solamente procede dentro
más, de acuerdo con el criterio del 95%. del primer periodo del año escolar.
-La evaluación se hace con referencia a la escala única de -El establecimiento educativo tiene autonomía para establecer
valoración: excelente, sobresaliente, aceptable, insuficiente, su propia escala de valoración para la evaluación, con sus
deficiente. El establecimiento educativo define el significado equivalencias con respecto a la escala nacional: desempeño
para cada categoría de la escala. superior, alto, básico y bajo.
-El consejo académico crea una comisión de evaluación y - Determina responsabilidades específicas dentro de los
promoción para cada grado, la cual define la promoción de procesos del sistema de evaluación institucional, para el
los alumnos y recomienda actividades de refuerzo y Ministerio de Educación, la Secretaría de Educación de las ET
superación para estudiantes que presenten dificultades. certificadas, y los establecimientos educativos. Establece
También recomienda la promoción anticipada de grado para derechos y deberes tanto para los estudiantes como para los
los estudiantes con desempeños excepcionalmente altos. padres de familia.
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-Estudiantes promovidos de grado con una o más áreas - Los procedimientos para nivelar a los estudiantes con áreas
reprobadas, presentan evaluación de recuperación de las reprobadas, o con atrasos en los logros planeados, son
mismas, a más tardar una semana antes de iniciar el definidos por el establecimiento educativo y hacen parte del
siguiente año lectivo. La calificación de esta evaluación es sistema de evaluación institucional.
consignada en el registro de valoración, y no puede ser
modificada a futuro independientemente de que sea
aprobatoria o no.
Este decreto define la evaluación como un proceso que permite cualificar el desempeño
integral del estudiante, desde la autonomía institucional y en el marco de la flexibilidad.
En efecto, el núcleo central de este decreto está en lo que se denomina la autonomía
institucional y su relación con la evaluación. Se busca que la evaluación se dirija hacia el
mejoramiento de la institución y hacia su PEI desde una perspectiva holística. Pero el
decreto minimiza el horizonte de la educación al reducir la calidad a una rendición de
cuentas, a través de los resultados de las pruebas externas (es el Artículo 1). La
intencionalidad hacia la calidad se extravía en una concepción que privilegia los
resultados de estas pruebas y desconoce otras variables para la calidad.
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Existe el riesgo de asumir el Decreto 1290 como una determinación meramente nominal,
dado que ya no aparecen los principios filosóficos y pedagógicos que han de orientar a
la evaluación; al respecto, es recomendable retomar estos principios en el decreto 1860,
tal como lo mostramos en el ítem anterior, pues hay allí un enfoque dialógico y por
procesos sobre la evaluación.
Algunos aspectos que habría que considerar en las discusiones sobre la viabilidad del
Decreto 1290 y sus alternativas, son los siguientes:
Estos son temas que también pueden ser considerados en los acuerdos de la
comunidad educativa y en el proyecto educativo institucional; se trata de identificar los
problemas a la vez que se proponen rutas posibles para alcanzar algunos equilibrios. El
hecho de saber identificar los problemas y trabajar colectivamente para afrontarlos,
constituye un paso significativo.
Así como es necesario asociar los perfiles de los ciclos educativos con los perfiles de la
formación de los docentes, esto es, reconocer que un Licenciado en Ciencias Sociales
no es el más indicado para trabajar en la docencia con los niños de Jardín Pre-escolar
(no porque no pueda o deba sino porque los énfasis son distintos), así también se
espera que haya diferencias en los modos de proceder con la evaluación en cada ciclo o
etapa. Los criterios para la evaluación no pueden ser los mismos en el trabajo con los
niños, de pre-escolar y de primaria, respecto a los jóvenes del bachillerato. Por esto es
de gran importancia saber delimitar los ciclos. Por ejemplo, Bogotá ha definido cinco
ciclos en el marco de su proyecto educativo: Primer ciclo: pre-escolar, primero y
segundo grados. Segundo ciclo: tercero y cuarto grados. Tercer ciclo: quinto, sexto y
séptimo grados. Cuarto ciclo: octavo y noveno grados. Quinto ciclo: décimo y once
grados (cfr. Plan Sectorial de Educación, 2008-2012). En cada ciclo los equipos
pedagógicos definen los criterios, los enfoques y las estrategias para la evaluación de
los aprendizajes.
Quizás nos ayude en la discusión sobre cómo proceder con la calificación saber la
manera como lo hacen en otros países. En el caso de Argentina, por ejemplo, la escala
que se tiene para la educación primaria es:
- Insuficiente
- Regular
- Bueno
- Muy bueno
- Sobresaliente
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Se infiere de estos ejemplos que la calificación es una convención; en ningún caso las
escalas coinciden; parece ser una tendencia representar las evaluaciones con letras o
con conceptos en la educación inicial y en la primaria, mientras que en la secundaria y
en la media se procede con escalas numéricas. Este carácter convencional lo hallamos
también en los países europeos; en Italia, por ejemplo, cada trimestre o cuatrimestre se
envía a los padres el boletín de calificaciones en donde se consignan conceptos del
maestro o letras, según la escala: A, que significa cumplimiento total de los objetivos; E,
que significa “no suficiente”. Para pasar de un ciclo a otro, sobre todo en la secundaria,
los estudiantes deben presentar unas pruebas y obtener como mínimo una nota de 6
puntos sobre 10 en todas las asignaturas.
Una condición para cualificar el proceso educativo es el nivel de motivación del docente
frente a sus educandos; a su vez la motivación está asociada con los apoyos y los
estímulos de los entes gubernamentales. Es necesario entonces identificar los estímulos
en cada región, según sean las necesidades: apoyos a la investigación de los docentes,
respaldos a la realización de pasantías para conocer experiencias innovadoras en otras
regiones nacionales y en otros países, la dotación de textos para la autoformación de los
docentes y la oportunidad de continuar con la formación a nivel de posgrado.
De otro lado, los estímulos para los estudiantes están relacionados con el apoyo
financiero y académico a sus iniciativas (revistas, periódicos, emisoras, páginas web,
participación en eventos, olimpiadas deportivas y de conocimientos, movilidad e
intercambio con estudiantes de distintas regiones, acceso ágil a Internet y a bibliotecas
actualizadas).
BIBLIOGRAFÍA
Bajtin, M. y Medvedev, P. “La evaluación social, su papel, el enunciado concreto y la construcción poética”. Revista Criterios.
Número especial. La Habana. 1993 (trad. Desiderio Navarro).
Ley 0115 de Febrero 8 de 1994. Por la cual se expide la ley general de educación. Descargar Documento Completo [.pdf, 126.1Kb].
www.mineducacion.gov.co/.../article-85906.html
Memoria “Jornada pedagógica: Análisis del Decreto 1290 de 2009”, Colegio INEM SANTAIGO PÉREZ, 2009
AUTORES:
Oscar Ardila
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