Está en la página 1de 6

ESCLAVA

https://www.pinterest.com.au/pin/535295105706666277/

En los años de la esclavitud, un grupo de Africanos fueron exportados al


Continente Americano llegando hasta las tierras del Ecuador. Comprados como
esclavos fueron distribuidos para su integración a las diferentes actividades, eran
divididos en tres tipos o clases. Esclavos de tala, para el trabajo de los ingenios
azucareros, las plantaciones y las haciendas. Esclavos jornaleros, eran alquilados
por sus amos para realizar tareas que les eran designadas, como: vendedores y
también en plantaciones. El jornal o producto ganado era para su amo. Esclavos
domésticos, cuya actividad se realizaba en el seno de las casas, haciendas o
palacios, una joven africana llamada Chyana era vendida por su amo como
prostituta, la obligaba a tener intimidad con él y con todo el que le diera un valor
monetario por ella, además de hacer quehaceres en su hacienda. Era de tez
negro azul, su cabello rebelde e indomable, con curvas perfectas en su cuerpo,
tenía los ojos de color miel, los más bellos que haya podido conocer, estaba llena
de juventud pero cada noche se marchitaba un poco más entre besos y caricias
que no deseaba, que por el contrario la hacían maldecir esta vida, no sabía leer ni
escribir solo un librito de poesías llena de imágenes emotivas la consolaba,
estaba sola en el mundo, sus padres habían muerto siendo esclavos y ella pedía a
gritos la muerte.

Conoció un joven muy apuesto llamado Genaro, de tez trigueña, corpulento bello,
“era bello”, era lo que pasaba por la mente de Chyana. Había llegado desde
España para hacer intercambio de mercancías, se alojaba siempre en la hacienda
donde vivía como esclava, porque tenía una estrecha amistad con su amo. Su
corazón empezó a latir diferente, las manos le sudaban cada vez que lo veía,
“nunca había sentido esto “ pensaba, pero sabía que jamás podría estar con él
había una muralla muy grande entre los dos, mientras recogía leña por la
hacienda se lo encontró bañándose en el rio, su impresión fue tan grande que
llamo la atención de Genaro, quien le dijo ¡no corras!, no te vayas por favor,
quédate tan solo un rato y charlamos, no tengo muchos amigos y te he observado
cuando vengo, tienes una mirada muy triste, pero eres hermosa, un gusto!.

- El. - mi nombre es Genaro ¿y el tuyo?


- Ella. - Chyana (respondió con voz entrecortada),
- El. - muy curioso tu nombre jejeje (risas)
- Ella. - Si, ¿le parece?, soy Africana
- El.- Si, Eres hermosa mujer, pero, ¿Por qué estas triste? (le toma la mano)

Hablaron por un largo rato, ella le conto sus penas y tristezas y la manera como su
amo la violentaba. El lleno de coraje al escucharla y ver caer lagrimas por sus
mejillas sentía impotencia de no poder hacer nada, le prometió que volvería por
ella que en adelante contara con él, que la ayudaría, ella no pudo creer que el
dueño de sus suspiros estuviera hablándole y con su mano entrelazada con la de
él, entendió ese día, que el amor existe y que este sería el inicio de su historia de
amor.

Él se marchó y ella cada mañana y cada noche lo esperaba con la esperanza de


que volviera, escucho decir en los pacillos de la hacienda por otros esclavos que
su amor volvería, se le hincho el corazón de alegría y no pudo contener las
lágrimas de emoción, su amo quien pasaba en el momento por el lugar vio la
emoción con la que brillaban sus ojos, le grito ¡qué haces perdiendo el tiempo
maldita criada!, no deberías estar limpiando, y prepárate porque esta noche tengo
varios clientes que vienen deseosos de estar contigo.

Aquellos hombres abusaron de ella toda la noche y con golpes le gritaban ¡maldita
negra!, sus lágrimas enjuagaban sus ojos, el sentimiento de odio le carcomía el
alma, le hervía la sangre de no poder defenderse y que la ultrajaran como lo
hacían, por poco y le arranca la cara de un mordisco al último en su desespero por
defenderse de los golpes que le propinaba esa noche, esa noche fue la más
amarga de su corta vida, después de ser violada y ultrajada por estos hijos del
diablo, su amo la amarro con cadenas en una choza en las afueras de la hacienda
y la mantuvo ahí por una semana para que muriera, la noticia de la agresión de la
“maldita negra” como ellos indiscriminadamente la llamaban corrió por toda la
hacienda y los demás esclavos y la familia del dueño lo supieron, solo le mandaba
a llevar un pan con agua todos los días, para que aprendiera la lección decía.

Al sexto día del encierro llego su amor, quien la buscaba con afán y desespero, al
no encontrarla pregunto a otros esclavos por ella, quienes le contaron lo sucedido,
salió presuroso a buscarla, llevaba el corazón en la mano de la emoción de verla,
pero ella ya había perdido la esperanza de que volvería, porque ya había pasado
un año, un largo año para Chyana y su tormentosa esclavitud.

Abrió aquella puerta con toda su furia de una patada, y allí estaba ella, su bella
Chyana, en un estado deprimente y desastroso, lo que habían hecho con ella era
lo más vil que existía, se tiro al suelo con ella y mientras la ponía entre sus brazos
lloraba y lamentaba el sufrimiento por el que estaba pasando su amor, “su negra
bella” no le importó y la beso, rompió las cadenas y se la llevo donde un curandero
de la zona, ella inconsciente no daba razón de lo que estaba sucediendo.

El amo no tenía conocimiento de lo que estaba pasando entre estos dos y cuando
fue a la choza a verla no la encontró. Pensó, “tal vez escapo y en la huida murió y
alguna vestía salvaje del campo se la comió”, por su parte Genaro espero a que
se recuperara, lavaron sus heridas, la vendaron, él le trajo vestidos y zapatos
hermosos para cuando despertara luciera bella para él.

¿Dónde estoy? dijo ella ¿Qué me paso? ¿Quién es usted? Le pregunto al


curandero que se encontraba con ella en ese momento. Entrando Genaro a la
habitación, la encontró sentada y sin pensarlo le dio el abrazo más largo tierno
puro y reconfortante que mis ojos han mirado, se fundieron en un beso de
ensueño y encanto, lleno de amor, alegría, pasión.
- Ella – amor mío has vuelto
- El – sí, negra de mis amores, por ti, y para llevarte conmigo, no permitiré
que sufras más, perdóname por demorarme tanto, trabaje duro para poder
llevarte conmigo te amo y ahora serás mi esposa
- Ella - te amo Genaro te amo, te espere y te seguiría esperando veinte
vidas más, pero he sufrido mucho y no soy nadie, no merezco ser tu
esposa, no puedo cambiar lo que soy ni lo que he vivido. Soy una vil
esclava.
- El – amor mío no te sientas culpable de nada, tu eres una víctima más de
toda esclavitud, y eres la mujer que amo, olvídalo todo y vamos amarnos.
¿TE QUIERES CASAR CONMIGO? Le pregunto, (mientras sacaba una
sortija de su saco)
- Ella. - claro que si mi amor (con lágrimas en sus ojos y hasta en su alma)

Genaro le entrego todos los regalos que le había traído la vistió de lino y
purpura y fue con ella de la mano hasta la hacienda donde ella era
esclavizada, el amo horrorizado de lo que estaba viendo la quiso agarrar a
golpes (“y esta quien se ha creído”, pensaba).
Genaro con gran Ego le grito ¿cuánto pides por esta hermosa mujer?

- El amo. - ¿Quién te has creído Comerciante de quinta para venir del brazo
con esta maldita esclava? Te creía mi amigo.
- Genaro. – de ahora en adelante no la volverás a llamar de ese modo y
mucho menos en mi presencia. Va a ser mi esposa, y he venido a que le
pongas precio a su libertad, porque soy hombre de ley y así se deben hacer
las cosas.
- El amo. – jajajaja (risas). De quien te has venido a enamorar, de una
miserable esclava, que bajo has caído, pero sabes, si, no mereces nada
más.
- Genaro. – lo que haga con mi vida es mi problema, así que le pido respeto
y ya mismo acabe con este momento tan bochornoso para mi futura
esposa. Limítese a poner un valor que yo se lo pagare.

De este modo Genaro y el Amo de Chyana llegaron a un acuerdo y como buen


comerciante pudo comprar la libertad de su amada.

Se la llevo a vivir a España y allá se casaron, él se encargó con sus besos y sus
caricias en borrar todo ese pasado de sufrimiento, dolor y esclavitud que ahora la
que era su esposa había vivido.
Ahora sus noches eran de otro color, de otro sabor, y en brazos de quien amaba,
viajaba con él a cada región y provincia donde él iba a comprar o vender algún
artículo, sin duda la mejor compra de su vida fue Chyana.

FIN.

http://www.ub.edu/ciudadania/hipertexto/evolucion/trabajos/0304/2/5.htm

También podría gustarte