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¿Quién puede perdonar pecados?

Mat 9:1 Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad. Mat 9:2 Y
sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al
paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados. Mat 9:3 Entonces algunos de los
escribas decían dentro de sí: Este blasfema. Mat 9:4 Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos,
dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? Mat 9:5 Porque, ¿qué es más fácil, decir: Los
pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda? Mat 9:6 Pues para que sepáis que el Hijo
del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dice entonces al paralítico):
Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa. Mat 9:7 Entonces él se levantó y se fue a su casa. Mat
9:8 Y la gente, al verlo, se maravilló y glorificó a Dios, que había dado tal potestad a los hombres.

Los pasajes paralelos agregan y esclarecen este asunto:

Mr 2:7; Lc 5:21. “¿Quién puede perdonar pecados sino solo Dios?” Los escribas y fariseos sabían,
basados en el Antiguo Testamento, que solo Dios puede perdonar pecados:

 Sal 32:5 Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis


transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.
 Sal 103:3 El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias;
 Dan 9:9 De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia y el perdonar, aunque contra él
nos hemos rebelado.

No estaban dispuestos aceptar la Deidad de Cristo, por eso dijeron: “Este blasfema”.

Jesucristo dijo: “Yo y el Padre uno somos” (Jn 10:30). Tanto el Padre como el Hijo tienen la
potestad de perdonar pecados. El Padre es Dios, El Hijo es Dios.

Jesús en su omniciencia (todo lo sabe), conociendo los pensamientos de ellos dijo: “¿qué es más
fácil, decir: Los pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda?”.

Reflexiona. ¿Será que un simple mortal pueda perdonar pecados o levantar paralíticos? Un
hombre no puede ni perdonar pecados ni levantar paralíticos, entonces nuestro Señor hizo uso de
sus facultades divinas: “para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para
perdonar pecados (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa”.

La forma en que Jesús le demostró a los escribas y fariseos que podía perdonar pecados es
haciendo algo que solo Dios puede hacer, le dijo al paralítico: “Levántate, toma tu cama, y vete a
tu casa”.

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