Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
así como al impacto del nuevo ciclo tecnológico en la economía mundial, una
visión necesaria para todo alumno de un MBA que desempeña, o va desempeñar,
funciones directivas. Para situar el análisis con rigor, debe tenerse en cuenta que es
posible que se tenga una percepción exagerada del impacto de la globalización en
la economía y los mercados para España. Este error puede llevar a dificultar el
análisis de los mercados en los que se comercializan los productos y servicios
españoles.
Esto se puede apreciar con claridad en el comercio de España con los países de la
UE. Mientras que como país vende una gran parte de los productos y servicios en
el mercado interno de la Unión Europea, las ventas a través del comercio
electrónico están en mínimos. Pero este fenómeno se reproduce en el resto de los
países de la UE. Como ejemplo, Zalando, la plataforma de comercio electrónico del
sector de la moda, con sede en Berlín, aun siendo líder en este mercado, es una
gran desconocida para la mayoría de los europeos.
Por ello, en 2015 la Comisión Europea puso en marcha la estrategia Mercado Único
Digital, que tiene como objetivo mejorar las ventas a través de plataformas
digitales entre los países de la UE. Sin duda, el desarrollo del Mercado Único Digital
(DSM en sus siglas en inglés), aporta nuevas oportunidades de crecimiento a las
empresas de Europa.
Aunque las dudas que surgieron después de las crisis financieras de 2008-2009 llevaron a
Robert J. Samuelson a la publicación del artículo “Globalización a velocidad de
deformación”, otros expertos se llegaron preguntar si estábamos en el fin de la
globalización. La realidad es que la globalización ha seguido creciendo en los últimos años.
En 2018, las decisiones de la Administración Trump sobre las restricciones al comercio
internacional hacen que vuelvan a surgir las afirmaciones de que se estamos entrando en
una nueva era debido a los cambios geopolíticos.
.1. Un mundo multipolar y policéntrico
A la vez, está cambiando el reparto de la riqueza. Los informes de los últimos años
ponen de manifiesto el descenso, tanto de Europa como de Estados Unidos, en la
capacidad de consumo de sus clases medias con respecto a estas nuevas potencias.
Según el Banco Mundial, en su informe “Perspectivas económicas mundiales”
(Banco Mundial, 2018), en 2018 las economías avanzadas crecerán en torno al 2,2
%, mientras que en los mercados emergentes el crecimiento alcanzará el 4,5 %. En
el caso de los países de Asia Oriental y el Pacífico, el crecimiento en este mismo
año será del 6,2 %.
Tabla 2.1. Capacidad de consumo de la clase media en el mundo.
El mapa de la figura 2.2., diferente a los editados en Europa, refleja una visión del
área del mundo donde el centro del mismo se ha desplazado del Atlántico al
Pacífico.
1
2
3
4
5
El sector industrial, a nivel global, ha duplicado su aportación al PIB mundial entre el año
2000 y el 2014. Se fabrica más, se producen más cosas como dispositivos digitales, pero se
hace fuera de Europa. Tal como indica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos (OCDE), para conseguir un desarrollo continuado de los países es necesaria
una presencia del sector industrial que alcance al menos el 20 % del PIB, que demande e
impulse los servicios avanzados. Para ello, haría falta revertir la deslocalización de la
industria europea o desarrollar nuevas industrias basadas en el modelo de Industria 4.0.
Uno de los posibles efectos de esta innovación tecnológica es la localización de las fábricas
más cerca del consumidor, para ofrecerle productos más personalizados. Los nuevos
procesos productivos digitales ofrecen soluciones para mejorar la productividad, la
competitividad y la sostenibilidad de la industria, disminuyendo, al mismo tiempo, el
tamaño de las empresas. Esto supone una gran oportunidad para alcanzar un sistema
productivo más razonable y sostenible en el que una gran parte de la producción pueda
llevarse a cabo en las zonas más desarrolladas, aquellas en las que esos mismos productos
van a ser consumidos.
1
2
3
4
Lo realmente relevante es que uno de cada cinco personas del planeta tiene un
dispositivo móvil recientemente actualizado que le permite programar y gestionar
en movilidad cualquier producto digital que pueda adquirir. Las previsiones indican
que, en menos de 10 años, el 50 % de la población mundial tendrá un teléfono
inteligente.
Lo realmente relevante es que uno de cada cinco personas del planeta tiene un
dispositivo móvil recientemente actualizado que le permite programar y gestionar
en movilidad cualquier producto digital que pueda adquirir. Las previsiones indican
que, en menos de 10 años, el 50 % de la población mundial tendrá un teléfono
inteligente.
Las empresas que se dirigen a cualquiera de estos dos tipos de mercados, o a los
dos a la vez, igual que las empresas tradicionales, tienen la necesidad de identificar
sus mercados digitales y desarrollar una estrategia comercial hacia ellos. El acceso a
los mercados digitales hace necesario lograr una cobertura suficiente que requiere
inversiones significativas en marketing, comerciales, distribución y satisfacción de
los clientes.
El uso de una web, las redes sociales o el marketing de buscadores por parte de
una empresa no supone una garantía de ventas. Cada vez más se ha ido
trasladando a estos canales una gran parte de la inversión en marketing de las
grandes compañías, incorporando personal especializado, implantando
aplicaciones de CRM Social, desarrollando contenidos audiovisuales y contratando
agencias de medios para el desarrollo de sus campañas. Esta tendencia, que se ha
incrementado notablemente en muy pocos años, ha aumentado los costes de todo
tipo en la lucha por la atención de los consumidores en los medios de Internet.
Si bien sigue siendo cierto que con una inversión menor se puede llegar a más
público, se debe ser objetivo en las apreciaciones sobre el comercio electrónico en
España, todavía con un índice de penetración bajo. Por ejemplo, se debe tener en
cuenta la diferencia entre internautas (32,1 mill.), un 81,7 % de la población
española mayor de 15 años, frente a internautas compradores (21,2 mill.), con un
gasto medio de 1. 198 € según el estudio sobre el comercio electrónico B2C en
España 2016 de ONTSI.
Una situación similar se da con la mayoría de los países integrantes del mercado
interno de la Unión Europea. Pero si analizamos los datos del comercio electrónico
en Europa, la historia de éxito comercial no se repite. La tabla 2.6 muestra cómo los
datos arrojan resultados muy diferentes para el comercio electrónico en la UE.
Esta situación viene a demostrar otra vez que, para tener éxito comercial en los
mercados externos, primero es necesario tenerlo en el propio país. Siguiendo con
el ejemplo de España, el bajo nivel del comercio digital es un hándicap más para el
aprendizaje de las empresas españolas, lo que a la vez dificulta su desarrollo en
otros mercados digitales. A la vez, la figura 2.7 indica que las pequeñas empresas
alcanzan un alto porcentaje de las ventas, o lo que es lo mismo, están siendo más
innovadoras que las grandes empresas.
El análisis de los datos indica que, a diferencia del mercado del comercio
tradicional, el dominio del mercado del comercio electrónico corresponde a una
empresa de fuera de la UE, Amazon. Ni las empresas del Reino Unido, el país con
mayor penetración del comercio electrónico a nivel mundial, aún dentro de la UE,
ni las de Alemania han conseguido una penetración importante en los mayores
países de la Unión. Zalando, la plataforma de comercio electrónico del sector de la
moda, con sede en Berlín, aun siendo la líder en el mercado, es una gran
desconocida para la gran mayoría de los consumidores europeos.
Las empresas, para conocer un mercado y tomar decisiones, necesitan disponer de datos
fiables. Esto es muy difícil de conseguir en las actividades de la economía digital, donde se
utilizan diferentes criterios de contabilidad o las declaraciones se ajustan a la estrategia de
evadir impuestos.
Como indica la figura 2.7, los estudios e informes que desde la UE vienen
produciéndose coinciden en la identificación de los retos que llamarán a la puerta
de los europeos en el futuro más inmediato. Son los siguientes:
Figura 2.7. Retos y oportunidades para Europa.
Europa combina los extremos demográficos de una esperanza de vida muy elevada
y una tasa de fertilidad muy reducida. En la mayoría de los estados miembros de la
UE, la esperanza de vida (en la actualidad, un promedio de 75 años para los
hombres y 82 para las mujeres) aumentará otros 15 o 20 años en el transcurso de
este siglo. Considerando que cada mujer da a luz una media de 1,5 hijos y que
cada vez más mujeres renuncian por completo a tener hijos, la población de
Europa envejece y su fuerza de trabajo nativa desciende.
El reto para la UE pasa por dos frentes: aumentar la participación de las mujeres en
la población activa y establecer políticas de migración y de integración para los
migrantes extranjeros que decidan quedarse en Europa.
4.2 La estrategia Europa 2020 como antecedente del Mercado Único
Digital
1
2
3
4
La irrupción de Internet y las tecnologías digitales ha provocado una gran
transformación en todos los ámbitos, tanto a nivel personal como en todas las
líneas de negocio, provocando una revolución digital que abre un gran número de
oportunidades a las personas y a las empresas.
La capacidad de Internet, como tecnología que se está desarrollando en estos
últimos años, ofrece nuevas capacidades de la infraestructura de red física y, sobre
todo, de la red inalámbrica, que posibilita el despliegue de la movilidad, la
computación en la nube, Big Data, Internet de todas las cosas (IoE), las Smart
Cities o la Industria 4.0. La capacidad de estas tecnologías para transformar la
forma de vivir y de trabajar solo está limitada por la ausencia de talento para
desarrollarlas y de competencias para la innovación y gestión de nuevos modelos
de negocio.
Esta transformación abre el camino al desarrollo de la economía digital, con
características muy diferenciadas que se traducen en una nueva etapa de desarrollo
económico, regido por unas reglas propias y que afecta a todos los modelos
productivos. Esta era digital engloba a todas las empresas y actividades en las que
se utilizan, de forma significativa, las tecnologías en uno o varios eslabones de su
cadena de valor, ya sean empresas que nacen digitales o empresas tradicionales
que transforman actividades físicas en virtuales.
La irrupción de Internet y las tecnologías digitales ha provocado una gran
transformación en todos los ámbitos, tanto a nivel personal como en todas las
líneas de negocio, provocando una revolución digital que abre un gran número de
oportunidades a las personas y a las empresas.
La capacidad de Internet, como tecnología que se está desarrollando en estos
últimos años, ofrece nuevas capacidades de la infraestructura de red física y, sobre
todo, de la red inalámbrica, que posibilita el despliegue de la movilidad, la
computación en la nube, Big Data, Internet de todas las cosas (IoE), las Smart
Cities o la Industria 4.0. La capacidad de estas tecnologías para transformar la
forma de vivir y de trabajar solo está limitada por la ausencia de talento para
desarrollarlas y de competencias para la innovación y gestión de nuevos modelos
de negocio.
Esta transformación abre el camino al desarrollo de la economía digital, con
características muy diferenciadas que se traducen en una nueva etapa de desarrollo
económico, regido por unas reglas propias y que afecta a todos los modelos
productivos. Esta era digital engloba a todas las empresas y actividades en las que
se utilizan, de forma significativa, las tecnologías en uno o varios eslabones de su
cadena de valor, ya sean empresas que nacen digitales o empresas tradicionales
que transforman actividades físicas en virtuales.
Ante la situación económica existente, en 2010, la Comisión Europea propugna
“una estrategia para salir de la crisis y conseguir altos niveles de empleo,
productividad y cohesión social”. De ahí nace la Estrategia Europa 2020, con la
misión de continuar con los objetivos establecidos en la Estrategia de Lisboa para
alcanzar el pleno empleo y convertir a la UE en la economía más competitiva a
nivel mundial. Los objetivos marcados en la Agenda 2020 son los siguientes:
1
2
3
4
5
6
7
Tasa de empleo de la población de entre 20 y 64 años, como mínimo, del 75%.
Tasa de empleo de la población de entre 20 y 64 años, como mínimo, del 75%.
Invertir el 3% del PIB en I+D, mejorando la inversión en I+D+i del sector privado.
Invertir el 3% del PIB en I+D, mejorando la inversión en I+D+i del sector privado.
Incrementar hasta un mínimo del 40% las personas entre 30 y 34 años con estudios
superiores.
Para conseguir estos objetivos, la Agenda establece una estrategia que se rige por
tres pilares básicos (Comisión Europea, 2010):
La Agenda Digital Europea determina la necesidad de hacer uso de las TIC como
principal medida de estímulo para potenciar el crecimiento de la economía dentro
de la Unión Europea. La Agenda señala una serie de ámbitos de actuación en el
marco de las TIC, entre las que se encuentra la creación de un Mercado Único
Digital.
1
2
3
4
El Mercado Único Digital trata de minimizar los aspectos técnicos y jurídicos que
limitan en la actualidad el libre movimiento de capitales, productos y servicios
digitales, al tiempo que garantiza el acceso, en condiciones de igualdad y
seguridad, de todos los ciudadanos, independientemente de su nacionalidad o su
lugar de residencia. Consiste, fundamentalmente, “en eliminar las barreras
nacionales a las transacciones efectuadas en línea” para aumentar la prosperidad
económica de Europa.
Los diferentes niveles de desarrollo de la economía digital por zonas geográficas
parecen hacer evidente que se está implantando una nueva y creciente
especialización por países en la industria y los servicios digitales, donde Europa,
por el momento, no ha conseguido encontrar su espacio.
Este conjunto de acciones viene acompañado por una serie de nuevas propuestas
legislativas que pretenden abordar cuestiones trascendentales para el sector
tecnológico europeo en materias como:
Comercio electrónico
Derechos de autor
Telecomunicaciones
Datos abiertos
Administración electrónica
“Paquete de comercio electrónico”, que pretende mejorar el acceso de
consumidores y empresas a los servicios digitales, garantizando su privacidad y su
seguridad: contratos de compraventas y de suministro de contenidos
digitales, geoblocking o envío transfronterizo de paquetería.
Con el fin de medir los avances del Mercado Único Digital (Digital Single Market,
DSM) y potenciar el proceso de transformación en Europa en su camino hacia una
economía y una sociedad digitalizadas, se ha creado una herramienta en línea, el
Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI), constituido a partir de cinco
indicadores de las políticas digitales europeas, lo que permite tener una visión de
conjunto sobre la situación de cada uno de los estados miembros. Los resultados
se determinan a través de una serie de indicadores que miden asuntos como el
desarrollo de la banda ancha, las actividades en Internet, el gobierno electrónico, la
investigación y la innovación o la implementación de las TIC.
Los cinco indicadores en los que está estructurado el DESI son:
1
2
3
En España, la creación a finales de 2016 del Ministerio de Energía, Turismo y
Agenda Digital cobra una gran importancia en el momento actual. Con una
secretaría de estado propia, la de Agenda Digital, el país se dispone a acometer la
transformación digital de algunos sectores como las telecomunicaciones, fomentar
el despliegue de redes, impulsar la llamada e-Administración o potenciar la
economía digital de cara a incrementar la competitividad de las empresas
españolas.
En España, la creación a finales de 2016 del Ministerio de Energía, Turismo y
Agenda Digital cobra una gran importancia en el momento actual. Con una
secretaría de estado propia, la de Agenda Digital, el país se dispone a acometer la
transformación digital de algunos sectores como las telecomunicaciones, fomentar
el despliegue de redes, impulsar la llamada e-Administración o potenciar la
economía digital de cara a incrementar la competitividad de las empresas
españolas.
Uno de los principales retos del Ministerio es darle un nuevo impulso a la Agenda
Digital para España (estrategia aprobada en febrero de 2013 para desarrollar la
economía y la sociedad digital). Los objetivos de la nueva fase deben estar
alineados con las propuestas estratégicas del Mercado Único Digital Europeo.
En España, la creación a finales de 2016 del Ministerio de Energía, Turismo y
Agenda Digital cobra una gran importancia en el momento actual. Con una
secretaría de estado propia, la de Agenda Digital, el país se dispone a acometer la
transformación digital de algunos sectores como las telecomunicaciones, fomentar
el despliegue de redes, impulsar la llamada e-Administración o potenciar la
economía digital de cara a incrementar la competitividad de las empresas
españolas.
Uno de los principales retos del Ministerio es darle un nuevo impulso a la Agenda
Digital para España (estrategia aprobada en febrero de 2013 para desarrollar la
economía y la sociedad digital). Los objetivos de la nueva fase deben estar
alineados con las propuestas estratégicas del Mercado Único Digital Europeo.
Se estima que en el año 2025 la transformación digital de la economía española
tendrá un impacto de más de 120.000 millones de euros sobre el valor añadido
bruto de los sectores económicos más relevantes de la economía nacional, como
telecomunicaciones e Internet, turismo, servicios financieros, transporte,
infraestructuras, farmacia, salud, energía e industria, según datos del estudio
España 4.0: El reto de la transformación digital de la economía, patrocinado por
Siemens (Roland Berger, 2016).
1
2
Otra categoría de empresas nativas digitales son las denominadas como empresas
de la economía colaborativa, que propugnan una economía donde las personas
comparten sus recursos para una utilización más eficiente de los mismos, y que ha
dado lugar a ejemplos interesantes.
El término economía colaborativa, que nació en los años de la última gran crisis
financiera, fue muy bien recibido socialmente. Ello ha permitido reforzar el discurso
de bondad infinita hacia la humanidad, que ya venían practicando como estrategia
de marketing emocional las empresas disruptivas, por parte de empresas como
Airbnb o UBER, que se han apropiado del mismo.
Pero tampoco cabe como respuesta la queja inmovilista. Sin duda, la actitud en
cualquier sector, amenazado o no por la disrupción, debe ser aprovechar la
digitalización para innovar en productos o servicios para los clientes y evitar la
brecha entre clientes digitales y empresa.
1
2
3
Si las personas son capaces de ser digitales, también pueden incorporar en las
empresas una mentalidad y una cultura digital que haga posible, a directivos y
empleados, compartir los objetivos de la transformación digital para entender lo
que quieren los nuevos clientes digitales, el papel de la tecnología en los procesos
de innovación digital de productos y servicios y el desarrollo de nuevos modelos
de negocio.
Si las personas son capaces de ser digitales, también pueden incorporar en las
empresas una mentalidad y una cultura digital que haga posible, a directivos y
empleados, compartir los objetivos de la transformación digital para entender lo
que quieren los nuevos clientes digitales, el papel de la tecnología en los procesos
de innovación digital de productos y servicios y el desarrollo de nuevos modelos
de negocio.
Las competencias digitales de las personas están por delante de la capacidad
tecnológica de las empresas. Esta brecha entre ser digital en lo personal y como
clientes y analógicos en lo empresarial hace evidente que no estamos
aprovechando la capacidad de los empleados para avanzar en la digitalización de
las empresas. La falta de mentalidad digital en el seno de nuestras empresas se
está convirtiendo en un inhibidor de la transformación digital.
Si las personas son capaces de ser digitales, también pueden incorporar en las
empresas una mentalidad y una cultura digital que haga posible, a directivos y
empleados, compartir los objetivos de la transformación digital para entender lo
que quieren los nuevos clientes digitales, el papel de la tecnología en los procesos
de innovación digital de productos y servicios y el desarrollo de nuevos modelos
de negocio.
Las competencias digitales de las personas están por delante de la capacidad
tecnológica de las empresas. Esta brecha entre ser digital en lo personal y como
clientes y analógicos en lo empresarial hace evidente que no estamos
aprovechando la capacidad de los empleados para avanzar en la digitalización de
las empresas. La falta de mentalidad digital en el seno de nuestras empresas se
está convirtiendo en un inhibidor de la transformación digital.
Los millennials y la generación Z han nacido digitales, otras generaciones
anteriores han tenido que hacer grandes esfuerzos de aprendizaje e inversiones en
tecnología personal y en sus hogares para ser digitales. La mayoría de los
ciudadanos se han incorporado a lo digital por los beneficios que se han ido
descubriendo de estar más informados, más conectados, con mayores opciones
culturales y de ocio, ahorro de costes en las compras y los servicios. España es uno
de los países donde los ciudadanos aparecemos en los observatorios
especializados con un alto nivel de digitalización personal, una característica
fundamental de los clientes digitales.
VI. Disrupción tecnológica y transformación digital
6.1. Empresas disruptivas
Entre las empresas disruptivas más conocidas y de mayor capitalización están Google,
Amazon, Facebook, Apple (GAFA) o las empresas autodenominadas de la economía
colaborativa, como Uber o Airbnb. La velocidad que imprimieron al cambio tecnológico,
centrarse en el cliente, la alta disponibilidad de financiación, la evasión de impuestos y su
dominio de la comunicación y el marketing han permitido la concentración y dominio del
mercado y del poder corporativo, y los empleos de directivos y tecnólogos bien retribuidos
en unas pocas empresas y, en algún caso, en empresas únicas.
En el sector de la banca (el ejemplo del BBVA y otros bancos) han optado por utilizar los
avances en materia de tecnología Fintech con una posición proactiva, lo que les ha
permitido situarse como un referente mundial. Sus directivos son plenamente conscientes
de las amenazas de las plataformas digitales y han comenzado a actuar comprando
la startup Fintech para desarrollar servicios de banca digital y han integrado empresas
de Big Data. Trabajan una nueva organización colaborativa y una cultura digital en los
empleados, y saben crecer en los países que ofrecen más oportunidades para ellos. Atienden
el corto plazo para que sus resultados positivos les permitan seguir invirtiendo en el futuro
digital.
1
2
Es evidente la necesidad de líderes con mentalidad digital que, sin necesidad de ser
tecnólogos, tengan un buen conocimiento general acerca de la tecnología digital y
estén al día con las últimas innovaciones y cómo afectan al núcleo de sus servicios
y productos, sus procesos y su modelo de negocio. Que comprendan cómo una
nueva tecnología puede convertirse en una ventaja competitiva para las empresas
que la incorporan y, en cambio, puede destruir a las empresas que no son capaces
de adoptarla.
Líderes que sepan identificar las amenazas de las empresas disruptivas como los
principales factores que influyen, a nivel competitivo, por su capacidad de crear
nuevos productos y servicios con componentes digitales demandados por clientes
digitales, desarrollar nuevos mercados y convertirse en monopolios que eliminan a
las empresas de los sectores tradicionales.
1
2
3
Cuando se habla de transformación digital no se hace referencia a las empresas
nativas digitales, que no lo precisan, sino a aquellas empresas tradicionales de
todos los sectores, tanto de la industria como de los servicios, que necesitan ese
proceso de transformación para sobrevivir en un momento donde cada vez más
productos son digitalizados dando lugar a nuevas oportunidades y amenazas a un
ritmo acelerado.
El término transformación digital se ha utilizado inicialmente para designar la
incorporación de actividades de marketing digital y la presencia en las redes
sociales. Frente a esa visión reduccionista, se ha ampliado el concepto de
transformación digital como la utilización de las tecnologías emergentes para la
incorporación de actividades digitales a toda la organización.
Es una entrada nueva en uno o varios sectores, realizada por actores externos, que
supone una rotura o interrupción brusca, con una estrategia de:
VII. Resumen
Estos son algunos de los factores que están impactando negativamente en las
empresas europeas, que por el momento no han conseguido encontrar el espacio
adecuado. Parece evidente que un mejor conocimiento y análisis por parte de los
directivos de los mercados digitales europeos, incluido el Mercado Único Digital
(DSM), puede aportar una mayor capacidad de crecimiento a las empresas
europeas.
Como se ha analizado con La Casa del Libro, las empresas tradicionales de los
servicios también tienen importantes ventajas. El viaje de las empresas físicas a un
entorno de omnicanalidad puede requerir menos inversiones que las que requiere
el viaje desde las plataformas de comercio electrónico hacia las tiendas físicas.
Ejercicios
Enunciado
Jeffrey Immelt, CEO de General Electric, como cuenta él mismo, llevó a cabo la
conversión de un conglomerado tradicional que incluía empresas industriales de
bajo crecimiento, servicios de financieros, entretenimiento o electrodomésticos
grandes, a una empresa impulsada por la tecnología y posicionada para el futuro.
Un período de 16 años donde tomo grandes decisiones para crear valor a largo
plazo y durante el que GE ha experimentado el cambio más radical de su historia.
Las lecciones que Jeffrey Immelt saca de este período, el que considera el más
difícil como directivo, son siete:
7 Buscar nuevos tipos de talento, una nueva cultura y nuevas formas de hacer las
cosas. Contratar nuevos gerentes y personas de todas las funciones, en todos los
niveles y en todos los países.
1
2
3
4
5
Abandono del conglomerado
Abandono del conglomerado y focalización en la industria digital.
Innovación
Innovación para impulsar el crecimiento orgánico en productos limpios y de bajo
consumo de energía que requirieron grandes inversiones en nuevas competencias
tecnológicas.
Globalización
Para resolver el caso práctico, el estudiante debe comparar las diferencias entre el
modelo de liderazgo y las grandes decisiones estratégicas para la transformación
digital de GE que adopta Jeffrey Immelt, y las formas de liderazgo y estrategia
empresarial más habituales en las empresas tradicionales.