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15-10-2018 “El enfermo

mental no es más
violento que el
sano”
Artículo del periódico “EL PAÍS”, de
fecha 19 de abril de 2008

Ana Ramos Benítez


MÓDULO MIS. TÉCNICO SUPERIOR DE INTEGRACIÓN SOCIAL
“El enfermo mental no es más violento que el sano”

Resumen.

Cuando suceden homicidios ocasionados por una persona con enfermedad mental, la reacción
negativa de la población es inmediata, ya que son muy llamativos y los medios de comunicación
amplifican la noticia, estigmatizando a las personas que forman este colectivo.
La reacción popular y de los medios de comunicación se encamina al debate sobre si estas
personas deberían o no estar ingresadas en un centro hospitalario especializado.
Los especialistas, no admiten el debate y dan una respuesta unánime a la reclamación popular,
indicando que las personas con enfermedad mental no son más peligrosas que las personas sanas,
aludiendo, en su afirmación, a datos estadísticos que muestran que las personas con enfermedad
mental son un 3% del total de la población y, sin embargo, cometen mucho menos del 3% de delitos
violentos.
En segundo lugar, según indican los psiquiatras, las personas con enfermedad mental están mejor
en casa que en el hospital, cuando tienen un seguimiento profesional, y se debe tener en cuenta
que normalmente son más víctimas que agresores, debido a que son más vulnerables y tienden a
evitar el contacto social.
Las personas con enfermedad mental, con un tratamiento y un seguimiento adecuado, pueden llevar
una vida “normalizada”. Aun cuando, ocasionalmente, pueden tener crisis que les desestabilice,
éstas suelen ser identificables por las personas cuidadoras, y puede realizarse un ingreso
voluntario. Este porcentaje de impredecibilidad existe, pero es realmente insignificante, con la
excepción de los casos en que las personas con enfermedad mental tengan además adicción a las
sustancias psicotrópicas, ya que provocan una alteración en sus conductas.
Desde los años ochenta, se vienen haciendo estudios e informes al respecto, se iniciaron en
EE.UU., y finalmente la Organización Mundial de la Salud, determinó en la Declaración de Helsinki
(conferencia ministerial de la OMS para la Salud Mental) en 2005, que el tratamiento de las personas
con enfermedad mental es más efectivo cuando se desarrolla en su entorno social.
España se suscribió en 2007 a la Declaración y se formuló la Estrategia Nacional de Salud Mental
española, en la cual se indica que el modelo comunitario es el más eficaz y produce mayor calidad
de vida y satisfacción en los pacientes y familiares, que cuando se realiza en asistencia hospitalaria.
El problema desde entonces es dotar correctamente los recursos necesarios para el desarrollo de
la estrategia, que depende de las comunidades autónomas, y no dan la respuesta adecuada a las
necesidades económicas, formativas y de apoyo que tienen las familias con personas con
enfermedad mental.

“Le daba miedo la Calle”

Este pequeño subartículo, trata de la historia específica del Plan Insular de Rehabilitación
Psicosocial de Tenerife, que se puso en marcha en 2005, atendiendo a 24 personas que salieron
del internamiento tras una media de 30 años de reclusión.
Estas personas, tuvieron que aprender a convivir en sociedad, ya que en algunos casos habían sido
ingresados muy jóvenes, tenían miedo y pensaban que tendrían que volver a ingresar en el hospital.
Hoy en día, estas personas se han adaptado y realizan una vida “normalizada”, con la atención y
seguimiento de un equipo psiquiátrico. Algunas viven en casas con su familia, otras en pisos
protegidos o miniresidencias.

Integración Social 2018/2019 Módulo CIS pág. 2


“El enfermo mental no es más violento que el sano”

Ideas Principales.

• Las personas con enfermedad mental pueden llevar una vida “normalizada” cuando se
establece correctamente su tratamiento y seguimiento.
• Los medios de comunicación contribuyen a estigmatizar a las personas con enfermedad
mental, ampliando la repercusión de los pocos actos violentos que suceden.
• Existe una grave falta de recursos para el apoyo a las familias con personas con enfermedad
mental.

Valoración.

Personalmente, considero que el colectivo de personas con enfermedad mental está, al igual que
otros colectivos de personas con distintas enfermedades, desatendidos por la administración del
Estado.
Los recortes económicos que vienen empobreciendo y demacrando al Estado de Bienestar, en
todos los aspectos sociales, son realmente dañinos para las personas enfermas, que se ven sujetas
a una doble problemática: la lucha con su enfermedad y afrontar los gastos extraordinarios que
conlleva.

En el plano profesional, como TSIS, considero que las personas con enfermedad mental forman un
colectivo con un alto riesgo de exclusión social. Sufren una estigmatización negativa,
considerándose, por parte de parte de la población, que se trata de personas que están locas, son
impredecibles o violentas.
Esto contribuye a perjudicar emocionalmente a estas personas, traduciéndose en una baja
autoestima y autoconfianza, reduciendo su capacidad de iniciativa y sus posibilidades de desarrollo
personal.
Es muy importante tener en cuenta dos variables, para la recuperación e integración de este
colectivo socialmente:
1. La variable personal (edad, género, cultura, experiencias, nivel educativo, etc.).
2. La variable del entorno (oportunidades, ayudas, tratamientos, cultura, estilos de vida).

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