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1. Contenido
2. Caracteres
3. Fuentes del derecho procesal
4. El derecho procesal argentino
5. Uso y metodología del Código Procesal
6. Reformas al Código Procesal Civil y
Comercial
7. El nuevo Código Civil y Comercial y su
incursión en temas procesales
8. Concepto de acción
9. Elementos de la acción
10. Relación jurídica procesal
11. Jurisdicción
12. La función jurisdiccional judicial
13. Jurisdicción voluntaria
14. Concepto de competencia
15. Prorrogabilidad e improrrogabilidad
16. Cuestiones de competencia
17. Reglas generales de competencia
18. Distribución de la competencia
19. Competencia originaria de la Corte Suprema
de Justicia de la Nación
20. Organización judicial Argentina
1
Se aclara que estos contenidos son mínimos y no reemplazan la lectura de los libros de apoyo, como el
“Manual de Derecho Procesal Civil y Comercial”, de Luis A. Rodríguez Saiach, el que Incluye descarga de
material complementario, Colaboradora Flavia Alongi, Editorial Estudio, Buenos Aires, 2.020.
1. Contenido
Con las normas procesales no es posible resolver una cuestión jurídica, pues no contiene ese
tipo de normas. No se puede resolver un contrato o brindar un bien de la vida. Sus normas se
refieren a los testigos, su número, cómo van a declarar, como se desarrolla un proceso, que plazo
hay para contestar una demanda, etcétera. No voy a buscar las causas de extinción de la locación
en un código procesal, pues están en el Código Civil y Comercial. Pero si voy a encontrar en el
proceso, cómo es su desarrollo y cuál es la forma de solicitar un desalojo.
¿Significa ello que el proceso carece de finalidad, pues ella está en las normas de fondo, el
Código Civil y Comercial, por ejemplo?
Vale decir, el juez con el instrumento o herramienta (las normas procesales) va a aplicar
cualquier norma de fondo, sin importar lo que ella contenga y aunque contraríe los derechos
fundamentales y la defensa en juicio.
Ello es totalmente inexacto, la única finalidad y la más importante de todas las que el derecho
puede garantizar, es la defensa en juicio y la protección de los derechos fundamentales y el
magistrado puede negarse a aplicar normas que vulneren dicha barrera (impidan la defensa o dejen
sin efecto el derecho a la vida, a la libertad, a la propiedad). Desde tiempo inmemorial el hombre ha
luchado por esta protección y si centramos nuestra mirada en el derecho anglosajón, cuna de todas
las libertades y principios actuales, la cuestión empieza con Thomas Becket, el arzobispo de
Canterbury y su asesinato 2 que motivó que Henry (Enrique) II se doblegara ante su tumba allá por
el 1.1743 Y es en 1.215 que se firma la Carta Magna, arrancada por los nobles al Rey Juan (sin tierra,
pues había perdido Francia) con sus artículos 39 y 40 y su famoso “Seremos juzgados por nuestros
pares y no negaremos la administración de justicia a nadie”. Y es en 1.684 que aparece la ley de
Hábeas Corpus y en 1.688 la monarquía constitucional y limitada (aunque no haya Constitución
escrita), bajo la influencia de Locke.
2
Dos frases del rey, exasperado, —«¿no habrá nadie capaz de librarme de este cura turbulento?» y «es
conveniente que Becket desaparezca»— (es posible que las frases fueran apócrifas; según la tradición fueron
dichas en un ataque de ira), fueron interpretadas como una orden para cuatro caballeros
anglonormandos, Reginald Fitzurse, Hugo de Morville, William de Tracy y Richard Brito que, de inmediato,
proyectaron el asesinato del arzobispo, que llevaron a cabo el martes 29 de diciembre de 1170 en el atrio de
la Catedral de Canterbury mientras asistía a vísperas con la comunidad monástica. Becket fue rodeado y los
cuatro caballeros le asestaron varios tajos en la cabeza con sus espadas.
3
El 12 de julio de 1174, Enrique II tuvo que hacer penitencia públicamente ante la tumba de su enemigo, que
se convirtió en uno de los lugares de peregrinaje más populares de Inglaterra, hasta que fue destruida durante
la disolución de los monasterios (1538 a 1541)
Tampoco lo expuesto quiere decir que el magistrado ha de declarar inconstitucionalidades a
diestra y siniestra. Ello no puede ser pues lo convertiría en legislador. Y el juez no es el representante
del pueblo, ni fue normalmente elegido por éste, por eso no puede suplantarse la voluntad del
pueblo por la del magistrado ni éste convertirse en legislador impulsando su propia ley en pequeño.
Es una excepción la declaración de inconstitucionalidad y sólo es posible cuando se vulnera la
defensa en juicio o los derechos fundamentales.
2. Caracteres
Como hemos dicho el derecho procesal es instrumental, sirve para (aplicar el derecho de fondo)
pero no contiene normas que resuelvan la cuestión jurídica (la resuelven las normas de fondo).
Teniendo en cuenta este rasgo de derecho herramienta y no sustancial (como el Derecho Civil,
el Comercial o el Penal, por ejemplo) sus normas tienen como característica que desarrollan
procesos, donde se han de resolver los conflictos, procedimientos puntuales para la declaración de
testigos, realización de pericias, dar por auténticos documentos.
El derecho procesal es una mesa con tres firmes patas, a saber el derecho de accionar (la acción),
la jurisdicción (el juez) y el proceso (elemento fundamental). Hemos de estudiar las tres patas del
verdadero derecho procesal.
a) La ley
b) La jurisprudencia que interpreta la ley
c) La costumbre
d) La doctrina de los autores
La ley
La sentencia está en la base de la pirámide jurídica, como ley del caso concreto y en la cima de
la pirámide está la Constitución del Estado (de 1.994), la que ha constitucionalizado los Tratados
Internacionales (artículo 75, inciso 22, CN).
Por supuesto que, las normas que rigen el proceso están en los Códigos Procesales que, deben
ser dictados por cada provincia (24, si consideramos el Gobierno Autónomo de la Ciudad de Buenos
Aires). Ello surge del artículo 75, inciso 12 de la Constitución Nacional. La Nación dicta los Códigos
de Fondo (Civil y Comercial, Penal, por ejemplo) y cada provincia conserva, como poder no delegado
en el federal, la facultad de dictarse sus códigos procesales y designar su Poder Judicial. Los Códigos
Procesales (estudiaremos el nacional [federal] y el de la provincia de Buenos Aires) tienen similar
estructura reglan la jurisdicción y competencia, los principios generales (partes, domicilio, jueces,
litisconsorcio, medidas cautelares, recursos), los procesos, la ejecución, etcétera.
Los códigos de fondo, como el Civil y Comercial de la Nación, contienen normas instrumentales
y muchas veces se ha discutido la invasión sobre los códigos procesales. La Corte Suprema de Justicia
de la Nación invariablemente ha validado las normas procesales, dictadas en los códigos
sustanciales, cuando ellas sirvan para implementar instituciones de fondo (por ejemplo, la forma y
prueba de los contratos). El nuevo CCC ha incursionado muy fuertemente en la materia procesal y
ha excedido los límites, legislando sobre carga de la prueba, por ejemplo (artículo 1735 CCC, el que
está en mejores condiciones de probar tiene que hacerlo; carga dinámica de la prueba).
También están leyes complementarias que contienen normas procesales, por ejemplo sobre
Concursos y Quiebras y Ejecución Prendaria o Hipotecaria, por ejemplo.
La jurisprudencia
No es una fuente principal, como en el derecho inglés, donde la razón de decidir (ratio
decidendi) de una sentencia es fuente de derecho (según la jerarquía del Tribunal) para el dictado
de otras sentencias. Esta es la doctrina del stare decisis.
En nuestro país, sin embargo, los fallos plenarios o la casación, son obligatorios, por lo que
tienen jerarquía de ley. Esto ha motivado, sobre todo con los plenarios, que se los tildara de
inconstitucionales pues sólo el legislador puede dictar normas obligatorias.
Debe indicarse, así también, que la jurisprudencia puede ser una fuente importante para tener
en cuenta al momento de interpretar la ley.
La costumbre
La costumbre, es decir la conducta repetida en relación a ciertas cuestiones, que es vivida como
obligatoria por una comunidad, es fuente de derecho. Las famosas mores maiores del Derecho
Romano que cristalizaron en las normas de la Ley de las XII Tablas. Son la segunda fuente de derecho,
en Inglaterra, donde la ley escrita tiene un rol reducido, y es importante remontarlas al año 1.188.
No es fuente obligatoria del derecho, pero puede ejercer influencia en la interpretación de las
normas y en los fallos que se dicten.
4. El derecho procesal argentino
El derecho procesal argentino ha ido evolucionando pasando de ser una cenicienta a tener la
importancia que se merece. No es un derecho dependiente de otros, tiene autonomía propia.
Existen muchos autores que han prestigiado nuestro derecho procesal, como Hugo Alsina,
Ramiro J. Podetti. Y autores extranjeros, como Sentís Melendo, que han recalado en nuestro país y
forjado nuevas generaciones de procesalistas.
El Código Procesal Civil y Comercial, tanto de Nación como de provincia de Buenos Aires, tiene
estructura similar.
INDICE TEMATICO
PARTE GENERAL
PARTE ESPECIAL
LIBRO QUINTO
Título único PROCESO SUCESORIO arts.689 a 735
Como se advierte la primera parte habla del órgano jurisdiccional, su competencia, recusación
y excusación, partes, domicilio, actos procesales, contingencias procesales y modos anormales de
terminar el proceso. En la segunda parte se trata de los procesos de conocimiento. Luego de las
ejecuciones y de los procesos especiales. Luego los procesos universales y los voluntarios.
Fundamentalmente y teniendo en cuenta el proceso escrito la metodología es el desarrollo, luego
de una parte general, del proceso ordinario de conocimiento y luego su ejecución, las ejecuciones
y los demás procesos.
Se proyectan reformas al Código Procesal Civil y Comercial, con base en la oralidad, pero hasta
la fecha no se han sancionado ni implementado. La creencia es que, con base en la oralidad ha de
acelerarse el proceso y ponerlo al alcance de la gente. Sin perjuicio de que se darán las nociones
más importantes de esta oralidad, creemos que no es la solución que se espera.
El Código Civil y Comercial, que entró a regir en el año 2.015, es muy afecto a incursionar en
temas procesales. Por ejemplo, la carga dinámica (artículos 710 y 1.735 CCC), proceso de familia
(artículo 705 y siguientes), proceso de divorcio (artículo 438 y siguientes), etcétera.
Muchas veces esa es una intromisión que viola el poder no delegado y es inconstitucional
(artículo 121 de la Constitución Nacional). En algún caso, so pretexto de legislar sobre obligaciones,
se cercena el derecho de los abogados (artículo 730 del CCC), incursionando en una típica institución
procesal que es el régimen de costas.
8. Concepto de acción
Con anterioridad al gran maestro italiano, de fines del Siglo XIX y principios del Siglo XX, los
estudiosos del derecho procesal eran “practicones” y sus libros contenían escritos judiciales, como
los del español Caravantes.
En sus Principios de Derecho Procesal Civil y en otras obras desarrolla, Chiovenda, la teoría de
la acción. La acción es modificar la realidad, con una actividad propia y es la actividad lo que modifica
la realidad y no lo que impulsa nuestro accionar. No hay que confundir la mano que tira la piedra
(acción) con la piedra misma (que es lo que resulta tirado o impulsado). La posibilidad de “impulsar”
el proceso (accionar) nace y es protegida, así también, por el moderno constitucionalismo, ahora
con improntas sociales. El derecho de accionar, simplemente dicho, es la posibilidad de iniciar un
proceso para resolver un conflicto. Para las constituciones democráticas este derecho de poner la
pelota en juego es irrestricto, no se puede limitar y pertenece a todos, sean personas físicas,
jurídicas, organizaciones no gubernamentales, gubernamentales. No se puede decir, al principio,
que la acción que intento no es jurídicamente admisible, porque yo tengo derecho a no tener razón.
Por eso la declaración de improponibilidad es una excepción en el sistema democrático, aunque a
veces los magistrados no lo entiendan (porque a ellos no les pasa).
Pero también es privado, porque depende de mí impulso en la gran mayoría de los supuestos.
¿Para qué impulso la acción? Para conseguir que el derecho objetivo, el derecho de fondo, las
normas sustanciales, como el Código Civil y Comercial de la Nación, actúe en mi favor. Conseguir
esa actuación es, a través, del magistrado que, como parte del Poder Judicial, resuelve el conflicto
con las normas que el aprecia como aplicables (el derecho lo sabe el juez).
¿Por qué tiene que actuar el derecho objetivo en mi favor? Por la razón de que estoy amparado
por el mismo. Y ello porque de sus normas, generales, abstractas e infinitas se deduce, en mi favor,
un derecho subjetivo. Participo de la concepción moderna del derecho subjetivo considerado como
una prerrogativa reconocida al individuo, en tanto persona y miembro de la comunidad con el fin
de desplegar una actividad útil a sí mismo y al bien común (profesor de Atentas Michaelides
Noauros). No es ya un poder atribuido a una voluntad ni un interés jurídicamente protegido. En
sociedad, no hay derechos absolutos pues ellos están limitados por la vida en sociedad (No vivimos
sino que convivimos, el ser es el ser con otros, conceptos filosóficos del existencialismo, Martín
Heidegger entre otros).
Pero, sucede que en la sociedad hay desniveles económicos, gente con más plata que otra y
aunque se admitiera el irrestricto derecho de accionar, los pobres no podrían hacerlo por no tener
dinero para acceder a la justicia (tasa de justicia, gastos, peritos, abogados). Por ello y para nivelar
todas las constituciones modernas garantizan ese acceso y, entonces, hay beneficio de litigar sin
gastos, justicia gratuita, entre otros ejemplos.
9. Elementos de la acción
La acción tiene como primer elemento al que acciona (al que impulsa el proceso) y aquel contra
el que acciona (el que recibe el proceso). Para complicar la vida a los alumnos y profanos los juristas
llaman a esto legitimación. Y esta puede ser activa (actor) o pasiva (el demandado). El esoterismo
es característico de quiénes quieren velar porque nadie robe sus conocimientos (los sumos
sacerdotes egipcios o mayas). Pero traduciendo a sencillas palabras la acción tiene como elemento
a los sujetos de la relación jurídica, por la que se demanda, es decir quién demanda y quién es
demandado, quién acciona y quién es accionado. Ahora si resulta que, cuando el proceso es
sentenciado, el actor no tenía derecho a demandar, la acción es desestimada (el demandante no
tenía la acción de que se trata). Como veremos, existen varias clases de actores y demandados, pero
eso se verá más adelante.
La acción tiene que tener un objeto, la vida misma tiene una finalidad, no estamos por el mundo
sobreviviendo. Yo persigo la acción para obtener, al dictarse la sentencia, que se me otorgue un bien
de la vida.
También debe haber una causa, una razón para demandar, y esta causa surge de los hechos en
que fundo la acción. No puedo demandar sin una causa jurídica, por ejemplo, la devolución de la
tenencia de un inmueble alquilado (objeto de mi accionar) con causa en el vencimiento del contrato.
Sujetos, objeto y causa son elementos de la acción que el juez ha de verificar (su existencia) en
la sentencia y establecerá si tengo la acción de que se trata o no la tengo (sine actione agit en latín).
Por ello decía que tengo derecho a no tener razón y es el magistrado, el que ha de decirlo en la
decisión que adopte (pero no desestimando la demanda de entrada –in límine-; si hace esto es una
excepción como ya dijimos).
El moderno derecho procesal se basa en el concepto de relación jurídica procesal, creado por
Von Bülow en 1.867, que consiste en una simpleza. Al iniciar un proceso, con independencia, de la
razón o sinrazón que tenga, también doy nacimiento a una relación nueva y distinta que es la
relación jurídica procesal. Esta es una nueva relación, autónoma de la sustancial. Se es actor dentro
de la relación procesal pero no fuera de ella. Como en una obra teatral, los artistas lo son dentro de
la obra teatral y no con independencia de ella.
Dentro de la relación procesal, al igual que en la substancial, están los mismos elementos de
sujeto, objeto y causa y si, en la sentencia, coinciden con los de la relación jurídica de fondo y son
como lo indica quién demanda, el juez hace lugar a la acción. Si existe discordancia, rechaza la
demanda. Esta duplicidad está causada por el proceso en el que se trata de conseguir la admisión
de la acción.
Si hay discordancia entre la relación jurídica substancial y la procesal y ésta es manifiesta puede
oponerse la excepción de falta de legitimación substancial. Yo demando al titular de un vehículo y
al contestar la demanda se acompaña un informe del Registro de la Propiedad Automotor del que
surge que el titular del vehículo es otro y se excepciona el juez ha de admitir la excepción y
desestimar la demanda.
11. Jurisdicción
Jurisdicción viene de juris dictio (o jus dicere) que significa, traducido del latín, decir el
derecho.
12. La función jurisdiccional judicial
Es una de las más importantes del Estado, el que no se pueda dar el lujo de que se mantenga
el conflicto o que impere la venganza privada o la resolución por la fuerza de las cuestiones.
La resolución de la cuestión, por jueces independientes, que tengan imperium para hacer
cumplir sus decisiones representa uno de los avances más grandes en la historia de la humanidad.
El derecho no sólo es resolver la cuestión jurídica, sino que es también fuerza para ejecutar las
resoluciones. Fuerza que no está dirigida a la persona, sino a su patrimonio que, según la gráfica
expresión (que no es cierta en sentido lato, sino que lo es en sentido figurado) es la prenda común
de todos los acreedores.
Debido al recargo, en las tareas judiciales y al aumento del litigio, han aumentado los medios
alternativos de resolver las controversias. Se dice que son alternativos porque se ofrecen como otra
posibilidad para resolver las controversias. Los árbitros siempre existieron y, en tal caso, se podría
sujetar la cuestión a los jueces o a árbitros (en forma alternativa), lo que sucede con las empresas y
los contratos de las mismas. Alternar significa: Como una manzana o como una pera, no la manzana
y la pera (en lenguaje sencillo). También hay casos de arbitraje forzoso. En forma reciente irrumpió
la mediación previa, extrajudicial y obligatoria para tratar de solucionar los conflictos, cuyo
desarrollo se verá más adelante. Siempre debe tenerse en cuenta que imperio (facultad de hacer
cumplir las resoluciones) sólo lo tienen los jueces del Estado.
Por último se debe decir que, en la enorme mayoría de los casos, los conflictos no llegan a
los estrados judiciales, pues las personas los resuelven por sí solas y entre ellos mismos, con
transacciones tácitas o expresas que nunca se llevan a tribunales. El abogado moderno debe ser
conciliador y abandonar la tesitura pleitista, que a nada conduce, pues no siempre se tiene razón.
No hay que confundir. Una cosa es la contienda (jurisdicción contenciosa) cuando hay dos o
más contendientes en el ring (contencioso viene de contienda)) y otra muy distinta cuando no la
hay y la competencia judicial se abre para proteger a una persona física, en su beneficio. En este
caso no hay contraparte. Una tutela, una tutela ad-litem, una adopción, dispensa o autorización
para contraer matrimonio, en principio, no son contenciosos.
Tampoco hay que confundir la jurisdicción voluntaria con la extra contenciosa, como es el
caso de las sucesiones. Éstas no se hacen en beneficio de personas, no son contenciosas porque, en
principio, no generan contienda y no son, nada más, que trámites “administrativos” (o terminan
como tales, con la inscripción en los Registros).
En sentido vertical, es en razón del grado inferior o superior del que decide. Así, primera
instancia, Cámara, Casación, Corte. La doble instancia es, a nuestro juicio, una garantía del debido
proceso conforme el Pacto de San José de Costa Rica, Interamericano de Derechos Humanos, que
es aplicable, tanto en materia penal, como en materia civil (artículo 8°, inciso c, h). El doble conforme
viene del derecho francés (Revolución francesa)[1] y se entiende que si un caso judicial es
controlado por más de un juez y si el segundo controlante es una Cámara tiene más factibilidad de
no haberse cometido errores.
También, como la especialización es una garantía, se divide la competencia en razón de la
materia. Así puede haber jueces civiles, comerciales, civiles y comerciales, penales, laborales, con
competencia contencioso administrativa, etcétera.
También puede prorrogarse, tácitamente, cuando se inicia la demanda ante un juez que no
sería el competente por territorio y el demandado no plantea excepción de incompetencia[2].
¿Y el juez no podría declararse incompetente de oficio? No, puede hacerlo. En la
competencia territorial no puede inhibirse de oficio[3].
Cuando el juez ha aceptado su competencia y las partes no la han cuestionado ni se han
excepcionado el magistrado no puede, luego, declararse incompetente sino que debe seguir el
expediente hasta su finiquito. A este principio se llama jurisdicción perpetua (perpetuatio
jurisdictionis[4]).
16. Cuestiones de competencia
Las cuestiones de competencia pueden plantearse de dos maneras, por declinatoria y por
inhibitoria.
Por declinatoria (para que el juez decline su competencia) es por vía de excepción que
plantea del demandado (previa, cuando contesta la demanda en Nación). Se dice que es previa
porque debe resolverse antes que la cuestión jurídica de fondo (la que motivó el pleito). Al
plantearse la excepción se forma un incidente, el que puede abrirse a prueba. El incidente es entre
demandado y actor y se puede resolver declarando la incompetencia (declinando la misma) y
enviando el expediente al juez competente (si está en la misma jurisdicción) o archivando la causa,
en caso contrario. La resolución es apelable y bien puede el juez que recibe la causa rehusarla, con
lo que puede plantearse un conflicto negativo de competencia.
Por inhibitoria. En este caso el demandado, que ha recibido la demanda, en vez de
excepcionar ante el mismo juez del que recibió el traslado, se presenta ante el juez que él estima
competente, acompañando la copia recibida de la demanda, la cédula de notificación de la misma
para demostrar que su presentación está en término, y le pide al magistrado que acepte la
competencia y, en caso de hacerlo, que libre oficio al otro juez para que éste se inhiba de seguir
continuando en el trámite de la causa y le remita las actuaciones (por eso se llama inhibitoria; pues
el oficio es para que se inhiba, no siga entendiendo). Puede ser que el juez, al que pido asuma la
competencia, no lo acepte, y en tal caso puedo apelar. También puede ser que si el juez acepta la
competencia y le pida al otro magistrado que se inhiba, éste siga insistiendo en que es competente.
En este supuesto se plantea un conflicto positivo de competencia. Es negativo cuando ninguno de
los dos jueces quiere entender y es positivo cuando los dos jueces quieren entender. En tal caso y si
se trata de jurisdicciones distintas debe decidir la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Estas dos vías están reguladas en los artículos 7 a 13 del Código Procesal Civil y Comercial,
tanto de la Nación como de la provincia de Buenos Aires.
Las reglas generales de competencia están establecidas en los artículos 5 y 6 de los Códigos
Procesales, tanto de Nación como de la provincia de Buenos Aires. Se dice que son generales pues
se aplican en casi todos los casos.
Así en materia de inmuebles (derechos reales) se aplica la ley del lugar de situación del
inmueble (donde el mismo está ubicado), por ejemplo en las acciones reales (reivindicación,
negatoria, confesoria, usucapión)[5].
En materia de accidentes de tránsito, mala práctica (lo que antes se llamaba delitos y cuasi
delitos; ahora extracontractual) es competente el juez del lugar del hecho (donde chocaron los autos
o donde murió el paciente) o el del domicilio del o de los demandados o de cualquiera de ellos, a
elección del actor[6]. También se puede demandar en el domicilio de la Aseguradora lo que arrastra
la competencia (artículo 118 de la ley 17.418 de Seguros[7]).
En materia de obligaciones y contratos el del lugar donde deban ellas cumplirse o a elección
del actor el del domicilio del demandado o el del lugar de celebración del contrato[8].
En materia de divorcio es competente el juez del último domicilio conyugal efectivo o el del
domicilio del demandado, a elección del cónyuge demandante[9].
En las sucesiones es competente el juez del último domicilio del causante[10] que no es el
del lugar donde falleció.
En las restricciones a la capacidad, procesos voluntarios, es el domicilio de la persona a
tutelar o a designar representante.
Estas son las reglas generales más importantes. El artículo 6 contiene reglas de accesoriedad
(principal y accesorio). Así los beneficios, médicas cautelares, prueba anticipada, diligencias
preliminares deben ser presentados ante el juez que ha de entender en el proceso principal.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación tiene una competencia muy extendida. A saber,
a) Originaria, b) Por apelación, c) Por vía del recurso extraordinario, d) Por arbitrariedad, e) Exceso
de rigorismo formal y f) Por salto de instancia.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que es también la Capital Federal, coexisten tres
competencias, la federal, la nacional o local de la Capital Federal, y la del Gobierno Autónomo de la
Ciudad de Buenos Aires que es, en realidad, contencioso administrativa municipal.
En el interior del país la competencia federal, muchas veces, se unifica y el juez tiene
competencia civil y comercial, contenciosa y aun penal. Las Cámaras (como la competencia es
federal) son alzada (a veces) para jueces que actúan en diferentes provincias.
Unidad Número 2
Proceso y principios procesales. Clases y clasificación de los procesos
1. ¿Qué es el proceso?
2. Contradicción y bilateralidad. Igualdad de las partes
3. Preclusión
4. Economía Procesal
5. Legalidad y carácter instrumental de las formas
6. Principio de adquisición procesal
7. Principio de congruencia
8. Inmediación
9. Publicidad
10. Principios dispositivo e inquisitivo
11. El sistema escriturario y de oralidad
12. El abuso del proceso. Lealtad y buena fe procesal. Temeridad y malicia
13. El proceso judicial civil
14. Elementos constitutivos (Sujeto, objeto y causa)
15. Distintas clases de proceso
16. Por la fase o etapa jurisdiccional: De conocimiento, ejecución y
cautelares
17. Los procesos de conocimiento por su estructura. Reformas de la ley
25.488 y supresión del juicio sumario. Ensanche del juicio ordinario en
Nación
18. El juicio sumarísimo
19. Diferencias del proceso de conocimiento con las medidas cautelares y
de ejecución
20. El contenido económico del proceso. El beneficio de litigar sin gastos
Unidad Número 2
Proceso y principios procesales. Clases y
clasificación de los procesos
1. ¿Qué es el proceso?
Es un camino, con un principio y un fin, que tiene una serie de lugares intermedios. El
principio y el que inicia nuestra ruta, la cabecera de la misma, es el conflicto expuesto y que no
puedo solucionar, los lugares intermedios, no son para repostar combustible sino para llegar al final
del camino, así trasladar mi conflicto al contrario, probar lo que digo y que mi proyecto de solución
del conflicto es el correcto, como así quién demando tratará de probar que no tengo razón y por
último la meta, la llegada es la decisión que solucione el conflicto.
Jurídicamente el proceso es una serie de etapas sucesivas, una a continuación de la otra, en
que el inicio de una nueva etapa significa el consumo o cierre de la anterior, a la que no puedo
volver, y cuyo objeto es obtener la decisión que solucione el conflicto.
El proceso no es patrimonio exclusivo de nuestra ciencia pues está en todas e, incluso, en
las cuestiones domésticas. Existe un proceso infeccioso (nadie se muere o enferma gravemente, sin
haberse contagiado, incubado la bacteria o el virus, iniciado la enfermedad, avanzado la misma sin
respuesta del organismo aún con la ayuda de remedios, hasta que se produce el fallecimiento o el
enfermo se sana), un proceso quirúrgico, un proceso económico, etcétera. También un proceso para
adquirir comestibles, por ejemplo (compra on line, desde que se la realiza hasta que se entrega el
producto).
En todo proceso judicial democrático debe garantizarse el debido proceso de derecho (due
process of law en anglosajón), la contradicción, la defensa. Lo que dispone el artículo 18 de la
Constitución Nacional[12] y los artículos 15 y 20 de la Constitución de la provincia de Buenos
Aires[13]. No puede haber un proceso como el de Franz Kafka en que el presuntamente procesado
no sabía cuál era el delito que había cometido, cómo marchaba su proceso, y al final era condenado
a muerte sin saber por qué.
2. Contradicción y bilateralidad. Igualdad de las partes
Existen principios procesales de fundamental importancia. En materia civil y comercial debe
garantizarse la contradicción, es decir oír a la parte contraria. Nadie puede ser condenado sin ser
oído. En consecuencia si yo demando a una persona, ésta debe ser citada y tendrá la posibilidad de
contradecirme e indicar que él es el que tiene razón y no yo. Se viola la defensa en juicio y el debido
proceso de derecho si no existe la posibilidad de contradecir. Ello no quiere decir que el demandado
esté obligado a comparecer, pues tiene la carga procesal de hacerlo y si no viene tendrá sus
consecuencias.
Por eso el proceso es bilateral y no unilateral. Hay dos partes, quién demanda y quién es
demandado.
Dentro de este proceso las partes están en un plano de igualdad y si no lo están (porque una
no tiene los medios para afrontar el juicio), la ley trata de igualar, concediendo el beneficio de litigar
sin gastos. A veces se iguala interviniendo el Defensor Oficial.
3. Preclusión
Avanza para adelante el proceso, mediante tres herramientas, la carga procesal, el plazo o
término (sinónimos para lo que se quiere decir) y la preclusión.
La carga, como se verá, importa una conducta de realización facultativa –soy libre de
realizarla o no- , normalmente establecida para que me beneficie realizando determinados actos, y
cuya omisión (la no realización de esa conducta) me puede traer como consecuencia un perjuicio
(como no puede suceder). Todo el proceso se mueve a base de cargas, la de presentarme, la de
contestar, la de reconocer o negar, la de urgir el trámite, la de recurrir, etcétera.
El plazo o término importa, no ser ilimitado o infinito el tiempo que dispongo para realizar
los actos y las etapas del proceso y si dejo pasar el plazo pierdo la posibilidad de hacerlo, en lo
sucesivo, por el principio de preclusión que se verá más abajo. Los plazos están establecidos de
antemano en el código (para garantizar la defensa) y yo tengo la carga (concepto visto antes) de
cumplir el acto dentro del plazo (si no lo hago ello puede traer aparejada una consecuencia
desfavorable para mí).
Se ha dicho que el proceso importa una serie de etapas sucesivas, en el que inicio de una
etapa importa el cierre de la anterior. No se puede volver sobre una etapa cerrada, es como un
cohete que quema etapas para ir al espacio y las mismas no se pueden recuperar porque han sido
consumidas. Por eso también se llama, a este principio, consumo jurídico. Yo tenía un tiempo para
consumir el producto, a partir que me lo dieron y si no lo consumo, al cerrarse la puerta no puedo
volver para buscarlo de nuevo. Es el proceso, como un submarino con compartimientos estancos en
que para, salvar el mismo, cierro el mamparo inundado y no puedo volver al mismo.
La única forma de retrotraer el proceso es mediante un incidente de nulidad. Cuando un
acto se ha hecho sin guardar las formas que prescribe la ley procesal, puedo pedir su anulación y
retrotraer la cuestión al momento del vicio y renovar el o los actos procesales. Por ejemplo, volver
a realizar el traslado de la demanda, que fue inválidamente realizado.
4. Economía Procesal
La economía procesal es un principio, a veces no muy bien entendido, por juzgados
formalistas que no ven las ventajas de que el proceso avance rápidamente.
Así, puede economizarse de varias maneras, por ejemplo si un litigante pide 4 peritos para
una tarea que puede hacer uno sólo, el juez como director del proceso debe designar al perito único
(médico legista), en vez de un traumatólogo, un clínico, un ortopedista, un otorrino-laringólogo.
Unificar un perito de parte único en un litisconsorcio pasivo, en que todos los consortes tengan un
interés común. Si existe un testigo común a ambas partes, fijar una sola audiencia para que éste
declare (con el juicio oral ello es mucho más simple).
La economía procesal significa eliminar pasos procesales o etapas superfluas que no
solamente lentifican el proceso sino que lo encarecen.
5. Legalidad y carácter instrumental de las formas
En un modelo normativo, como es el nuestro, toda resolución tiene que deducirse de la ley.
Si no deriva de la misma es arbitraria. Debe haber un texto o norma que establezca que yo tengo
razón o que un acto debe hacerse de una determinada manera.
En el proceso se aplica, en todas las oportunidades, para que sea garantista. Así, en materia
de nulidades procesales, en recursos extraordinarios donde existe un recurso que se basa en la
legalidad (el de inaplicabilidad de la ley o doctrina legal para ante la Suprema Corte de Justicia de la
provincia de Buenos Aires).
Ora bien, si este principio se aplicara, sin ninguna excepción, toda norma debería contener,
por ejemplo, una sanción u obligación. Debe ser hecho esto, por ejemplo, bajo pena de nulidad. Ello
sería un verdadero disparate. La regla francesa “pas de nullité sans texte” (no hay nulidad sin una
norma que la establezca) es atemperada, en nuestra legislación.
Este es el principio de instrumentalidad, finalista o teleológico de la formas, es decir que la
herramienta (instrumento) es para conseguir un determinado resultado y si éste se consigue, por
ejemplo, no hay acto anulable a pesar de que exista una norma expresa que lo nulifique; en sentido
opuesto si no se consiguió la finalidad, el resultado querido, el acto es nulo aunque no haya texto
legal que establezca esa sanción. Los artículos 149 y169, de los Códigos procesales civiles y
comerciales de Capital y provincia de Buenos Aires[14], contienen estos dos principios.
Vamos a traducir a lenguaje llano. El traslado de la demanda (se notifica al demandado para
oírlo) se hace en un domicilio que no es el del demandado, no se deja aviso si no se lo encuentra,
entre otros vicios, la notificación sería nula (artículo 149 del CPCC). Sin embargo, si el accionado se
presenta y pide la nulidad, contestando la demanda en término, aduciendo que un vecino le hizo
saber de la notificación, el acto no es nulo. Cumplió la finalidad para el que estaba destinado que es
que esté anoticiado y, en su caso, me presente y conteste la demanda. En cambio, un perito no me
notifica que va a examinar un inmueble y luego saca una pericia que me desfavorece. En ese caso,
la pericia es anulable, a pedido de parte, a pesar de que la nulidad no esté contemplada en la ley,
porque el acto no cumplió la finalidad para el que estaba destinado que es que me anoticie de la
visita al inmueble y pueda controlar los actos preparatorios de la pericia, por parte del perito.
Sería infernal que, cada norma procesal, diga debe ser hecho esto bajo pena de nulidad.
6. Principio de adquisición procesal
Cuando la prueba es pedida por una de las partes y no desistida, no me pertenece a mí,
únicamente, sino a todas las partes. Son del proceso. Muchas veces, uno se da cuenta que, con tal
prueba, me puedo perjudicar si se produce y, en tal caso, debo desistirla en tiempo propio. Pero
puede suceder que mi rival se “avive” y trate de que se produzca. En tal caso el juez puede ordenar
su producción. Cuando un testigo se ofrece ya no es mío, sino de la causa.
7. Principio de congruencia
Es el principio en virtud del cual la decisión del juez debe ser sobre lo que las partes le han
pedido y no sobre otra cosa. Está en el artículo 166, inciso 6, del CPCC, tanto de Nación como de
provincia de Buenos Aires[15].
Es el principio lógico de consonancia o no contradicción en que la decisión debe ser
conforme lo pedido por la actora, teniendo en cuenta lo articulado por el demandado. El juez no
puede dar más, menos ni una cosa distinta a la peticionada. Este principio ha sido cuestionado, a
veces, por su rigidez. Cuando el juez no da intereses, aunque sean un accesorio del capital, porque
la parte no los pidió (tampoco permite una petición posterior a la interposición de la demanda, por
estar preclusa la etapa procesal; lo que obliga a iniciar una nueva demanda por intereses).
A veces la ley me ayuda y el juez puede imponer las costas, aunque nadie de lo pida[16].
La incongruencia puede ser porque el juez me da más de lo que le pido (4 manzanas en vez
de dos). Esto en latín se denomina extra petita. La incongruencia puede ser porque el juez me da
menos (2 manzanas en lugar de 4). Esto se llama infra petita. Por último, el juez me da una cosa
distinta (4 peras en vez de 4 manzanas). La incongruencia es un vicio, que en un recurso de apelación
ordinaria, puede importar la nulidad de la sentencia (artículo 253 del CPCCN y del CPCCBA).
No debe confundirse la incongruencia con el hecho de que el juez me de menos de lo que
peticiono por otras razones. Por ejemplo, me da un monto menor al reclamado, porque la prueba
recibida otorga una incapacidad menor a la estimada. La incongruencia se da, a sabiendas, cuando
el magistrado no me da lo que pedí. Solicité 24 muebles y me da 12, sin dar las razones por las que
me da menos que lo que solicité.
8. Inmediación
¿Qué significa inmediación? Es contacto directo con la prueba y es propio de las audiencias
orales. Tanto la concentración de la prueba (todo en una sola audiencia; opuesto al fraccionamiento
o audiencias separadas por el tiempo) como la posibilidad de estar en contacto directo con partes y
letrados, son directivas capitales del proceso oral. El magistrado puede ver a los testigos y las partes
(hay inmediación), preguntarles y ver cuáles son sus reacciones ante las preguntas.
9. Publicidad
Es propia del sistema democrático, las audiencias pueden ser presenciadas por el público,
para ver que no se esconde nada. Existen casos en que las audiencias no pueden ser públicas, sobre
todo en el proceso de familia y, en tal caso, el juez tomará las medidas para establecer el secreto o
restringir la publicidad.
10. Principios dispositivo e inquisitivo
El proceso civil es, normalmente, dispositivo porque las partes pueden disponer del mismo.
El comando del proceso, si bien lo tiene el juez lo comparte con las partes, el magistrado no puede
someter a la voluntad del órgano, la de las partes. Así estas últimas pueden desistir del proceso,
terminarlo por conciliación, transacción u otro modo anormal de finiquito. Rara vez es indisponible
y ello ocurre cuando están en juego otros valores como la familia, el interés superior del niño, en
materia de derechos reales (allanándome a una usucapión, por vía de ejemplo), entre otros. En esos
casos no se puede disponer del proceso.
Inquisitivo es lo opuesto, el proceso lo comanda el juez, el inquisidor y las partes no
importan y no son escuchadas. La actuación es de oficio, sin que lo pidan las partes y el proceso
avanza porque el magistrado lo ordena. El proceso, en la parte de conocimiento de los tribunales de
trabajo, es de oficio, aunque no inquisitivo.
11. El sistema escriturario y de oralidad
¿Cuál sistema es el mejor? No es posible aseverar cuál sistema es el mejor. Durante más de
200 años imperó en nuestro país el sistema escriturario español, aplicable con anterioridad en el
derecho indiano y las partidas (por lo que se puede decir , sin duda, que existe un milenio de proceso
escrito), el que a la fecha, en la forma que está implementado resulta formalista, recargado y alejado
de la gente común. Sin embargo, la justicia en nuestro país no está preparada para un proceso oral
rápido y enérgico. Así falta tecnología para tomar audiencias, salas de audiencias, número de
órganos, presupuesto, etcétera. Aparte no es posible cambiar siglos de escritura, con herencia
española, en un año, para ello se requiere mucho tiempo (más de 20 años) y hacerlo en forma
sectorial.
No hay un sistema esencialmente oral, en que todo se haga sin escritura, como no hay un
sistema absolutamente escrito en que no haya nada de oralidad. En realidad existe un proceso semi-
oral, en el que demanda y contestación son escritas, con audiencia preliminar y audiencia de prueba
(vista de la causa). Las ventajas de la oralidad, son la inmediación en que el juez toma contacto con
las fuentes de prueba en forma directa, sin intermediarios. Si a ello se suma la concentración (toda
la prueba en una audiencia o en audiencias sucesivas) el resultado puede ser bueno. Pero para que
ello suceda es necesario que la audiencia no se suspenda, que haya lugar en las agendas. Pero como
son más los expedientes entrantes, que los salientes, la agenda termina alargándose hasta que se
fijan audiencias, incluso a uno o más años de plazo. Otro problema, en los daños y perjuicios
(accidentes de tránsito, mala praxis) son las pericias, las que no se pueden realizar porque las partes
tienen beneficio y los hospitales públicos no pueden realizar tomografías, RX, resonancias
magnéticas u otras pruebas diagnósticas por rotura de los equipos, falta de insumos, etcétera. En
razón de ello conviene, muchas veces, no fijar la vista de la causa hasta que estén las pericias
realizadas.
Entendemos que cambiar, a la oralidad, en este momento es un error si no se lo planifica
debidamente y si no se lo hace por departamento judicial, de a uno por año y no todos a la vez. Otra
cuestión importante es limitar la oralidad para los daños y perjuicios.
12. El abuso del proceso. Lealtad y buena fe procesal. Temeridad y malicia
El proceso puede ser utilizado en contra del fin para el cuál fue instituido. A esto se llama
abuso del proceso. Lo puedo utilizar, si soy inescrupuloso, para ganar tiempo, para defraudar
(proceso fraudulento), para simular. Los litigantes deben comportarse con lealtad y buena fe,
aunque a vece no lo hagan. La buena fe es la creencia de que estoy actuando con corrección (buena
fe creencia), la convicción de que los actos y lo que persigo está de acuerdo con la verdad y la justicia.
Esto es subjetivo, pero también está la buena fe objetiva (lealtad) que es lo que surge de analizar mi
conducta.
Los códigos, en diversas normas, sancionan la mala fe. Y así el artículo 45 del CPCC[17],
tanto de Nación como de provincia, con distintas redacciones, aplican multas por temeridad y
malicia. Litigante temerario es el osado, el que actúa sin razón valedera, por el sólo hecho de
pleitear. Toma el litigio como un juego y está subyugado por él, en vez de ludopatía tiene litigio-
patía. No puede estar sin litigar. Malicioso, en cambio, es el que abusa del proceso a sabiendas y
con intención de perjudicar. El artículo 45 prevé sanciones para partes y letrados, en favor de la
contraparte; empero existen otras normas en los códigos que prevén sanciones por las mismas
razones. Así en materia de preparación de la vía ejecutiva, el que niega la firma y la pericia caligráfica
establece su autenticidad, se lo sanciona con un 30 % de multa que integra el capital de
ejecución[18]. También existen sanciones en materia de diligencias preparatorias del proceso y en
otros supuestos. Normalmente la parte peticiona la aplicación de la multa y se forma un incidente.
Tampoco puede confundirse la buena defensa con la actitud maliciosa o temeraria. Y así el
rechazo de una defensa o excepción no puede ser pretexto para aplicar una sanción. Porque, si ello
fuera así, se violaría gravemente la defensa en juicio.
13. El proceso judicial civil
El proceso judicial civil tiene características propias, derivadas de su carácter dispositivo, en
que las partes todavía tienen el comando, aunque sea compartido, del proceso. También cabe
destacar que está enderezado a garantizar la defensa en juicio de las personas, por lo que sus
formas, a veces vilipendiadas por los legos por la tardanza, tienen por finalidad el debido proceso
de derecho.
14. Elementos constitutivos (Sujeto, objeto y causa)
En todo proceso pueden distinguirse elementos, los que aparecen nítidamente en las
relaciones jurídicas procesales. Así los elementos que hacen a la legitimación procesal (los sujetos),
al objeto (lo que se persigue o pretende con el proceso) y a la causa (que funda el reclamo).
Existen presupuestos que hacen a la validez de un proceso y ellos son la competencia del
órgano, la personería de las partes y la inexistencia de otro juicio similar (litispendencia).
15. Distintas clases de proceso
Existen distintas clases de procesos. Así se pueden clasificar de muchos modos, siendo las
clasificaciones más importantes las que se examinan por separado. Fuera de la tradicional por fases
(punto siguiente), y la de los procesos de conocimiento (por su estructura, punto subsiguiente)
existen otras clasificaciones, por ejemplo, la que por su contenido indica que hay juicios singulares
y universales. Un juicio es singular cuando se refiere a un bien o a bienes individuales y es universal
cuando comprende todo un patrimonio (como las sucesiones y los concursos y quiebras). También
pueden clasificarse los procesos en contenciosos, cuando hay contienda o contradicción como son
los procesos de conocimiento y, por oposición, los procesos voluntarios en que no existe parte
contrario porque se han hecho para tutelar a personas que no pueden protegerse por sí mismas.
Asimismo pueden distinguirse procesos contenciosos, con contienda, de extra contenciosos en que
no la hay, como las sucesiones. Por su modo de terminación pueden clasificarse en a) Por sentencia
(modo normal), b) Por otras causas (transacción, conciliación, arbitraje).
16. Por la fase o etapa jurisdiccional: De conocimiento, ejecución y cautelares
Por la etapa o fase de la jurisdicción, en que se encuentren los procesos se clasifican en: a)
Conocimiento, b) Ejecución y c) Cautelares.
En el proceso de conocimiento la parte le presenta al juez un conflicto, en que su derecho
aparece como incierto, porque así lo es hasta que un magistrado no establezca que lo que se reclama
es cierto. En el proceso de conocimiento la sentencia declarativa transformará un derecho incierto
en cierto, mediante la declaración de certeza (sentencia).
Pero si el derecho sólo fuera conocimiento y certeza no serviría para solucionar los
conflictos. Por eso, si el condenado no cumple la obligación voluntariamente, se autoriza al juez a
aplicar la fuerza, para el cumplimiento. Esta fuerza se ejerce sobre el patrimonio y no sobre la
persona. Si bien tenemos un derecho cierto, no lo tenemos satisfecho y la ejecución busca,
precisamente, que un derecho cierto sea cumplido. Esto aparecería como una continuidad de
proceso de conocimiento. Pero la ejecución ha adquirido, desde siempre, autonomía y existen
títulos que traen aparejada ejecución aunque no sean sentencias y se presumen auténticos. Se da
la paradoja que se empieza con la ejecución y luego puede aparecer el conocimiento. Esto sucede
con los títulos de crédito que, en nuestro país, han sufrido la influencia de la ley de Defensa del
Consumidor (ley 24.240, texto ordenado).
Por último, existe un proceso no independiente y carente de autonomía que sirve para
asegurar procesos de conocimiento, procesos en general y es el proceso cautelar.
17. Los procesos de conocimiento por su estructura. Reformas de la ley 25.488 y supresión del
juicio sumario. Ensanche del juicio ordinario en Nación
Por su estructura (más compleja o más simplificada) los procesos se han clasificado en a)
Ordinarios, b) Sumarios y c) Sumarísimos. Los procesos de mayor estructura y más complejos son
los ordinarios y en los otros procesos se va simplificando la estructura. Si bien el proceso ordinario
es el que tiene mayor amplitud de prueba y debate, pudiendo decirse que garantiza en mayor forma
la defensa en juicio, su largo trámite y su falta de celeridad ha hecho que, en la realidad, la mayor
parte de las controversias tramitara por la vía sumaria. Y ello, a pesar de ser el juicio ordinario el
principio general.
Las reformas de la ley 25.488 en Nación (año 2.002) derogaron el proceso sumario y
“sumarizaron” el proceso ordinario. Por lo que quedaron sólo dos procesos de conocimiento, en
Nación, el ordinario y el sumarísimo. En provincia de Buenos Aires se mantienen, a la fecha, los tres
procesos (ordinario, sumario y sumarísimo).
¿En qué consiste la sumarización en Nación? Las normas, más simples, del proceso sumario
fueron pasadas al juicio ordinario. Así toda la prueba se acompaña y se ofrece con los escritos
postulatorios o fundamentales del proceso (demanda, contestación, reconvención, contestación);
las excepciones previas se oponen, juntamente, con la contestación de demanda y reconvención;
se deben indicar los extremos sobre los que ha de versar la declaración del testigo; audiencia
preliminar; etcétera.
En cuanto a las diferencias básicas, entre cada uno de los procesos, serán analizadas en el
curso de las clases venideras.
18. El juicio sumarísimo
La estructura del juicio sumarísimo es mucho más simple, todos los plazos son de tres días
en Nación y de dos en provincia de Buenos Aires. Sólo hay tres plazos de cinco días en Nación (para
contestar la demanda, presentar y contestar el memorial[19]) y en provincia hay sólo dos plazos de
más de 2 días y son para contestar la demanda, que es de 5, y el plazo de prueba que fijará el
juez[20].
No se admiten excepciones previas ni reconvención. Los testigos no pueden ser más de 5 y
el perito único.
En cuanto a los juicios que tramitan por la vía sumarísima lo son por razón del monto, los
amparos contra actos de particulares, los interdictos, entre otros. La enumeración está en el artículo
321 del CPCC[21] y del CPCCBA[22].
19. Diferencias del proceso de conocimiento con las medidas cautelares y de ejecución
Las diferencias son muchas. En el proceso de conocimiento tenemos un derecho incierto
que necesita que el magistrado lo declare cierto. En la ejecución el derecho es cierto pero está
insatisfecho. En las medidas cautelares no existe autonomía, tienen fecha de vencimiento y su
objetivo es asegurar un proceso principal, cualesquiera que fuera este (incluso proceso universales).
Debemos destacar que el tema cautelar ha cobrado mucha trascendencia y se confunde con
nuevos institutos procesales. Así la tutela anticipada y las autosatisfactivas, enmarcadas en el tema
de los procesos urgentes. Más adelante hemos de volver sobre estos temas.
20. El contenido económico del proceso. El beneficio de litigar sin gastos
El acceso a la justicia debe ser irrestricto y en razón de ello debe garantizarse que las
personas, sean físicas o jurídicas, que no tengan medios para afrontar determinado juicio, puedan
solicitar la exención de los gastos, a esto se denomina beneficio de litigar sin gastos (artículos 78 a
86 del CPCNN, con variantes, y del CPCCBA).
No se requiere la pobreza ni que el solicitante viva bajo una autopista (el pobre diablo de
Carnelutti), sino que no tenga los medios para afrontar determinado juicio[23].
Los magistrados entienden que las sociedades tienen fines de lucro y no pueden pedir el
beneficio, lo que es un claro error pues hay sociedades y sociedades y muchas de ellas son Pymes o
empresas pequeñas que quedarían condenadas a no demandar a empresas monopólicas por
carecer de medios para pagar la tasa de justicia, anticipo de gastos de peritos, honorarios de peritos,
de abogados, etcétera. Lo mismo sucede con los herederos, en una sucesión que no pueden iniciar
por carecer de fondos, y que necesitan la declaratoria para cobrar algún beneficio o pensión, sin
que existan otros bienes. No hay que generalizar y estudiar cada caso en particular, sin abrir juicio
previo sobre la procedencia o no del beneficio.
Otro tabú para los jueces es que el beneficio lo pida el demandado. ¿Por qué no puede
pedirlo el demandado? Si puede ser tan pobre o más que el actor. Supongamos que exista un
accidente de tránsito, en que el causante del mismo (el culpable) se adelante a iniciar la acción para
ganarle de mano al otro contrincante. ¿Porque este osado litigante puede pedir el beneficio y el
otro no? Y si el demandado es el lesionado, con un alto grado de incapacidad, o se le murió un
acompañante, mientras que el actor sólo sufrió daños al vehículo y lesione leves.
También es lógico que una persona, que era solvente al iniciarse una demanda, pueda luego
caer en la pobreza (por un mal negocio o un imponderable). Por eso, el beneficio no solamente
puede solicitarse, al iniciar la demanda, sino en cualquier etapa del proceso, y hasta luego de la
sentencia (para poder acceder a la vía extraordinaria, por ejemplo)[24]. La única cuestión es que la
tasa de justicia, por ejemplo, debe tributarse al iniciar la demanda (el hecho imponible es la
interposición de la demanda), por eso si no se hizo en esa oportunidad puede reclamarse el pago
del 3 % en Nación o el 2, 2 % en la provincia de Buenos Aires.
Debemos indicar que no se trata el incidente, para obtener el beneficio de pobreza, de un
juicio, pues no hay contradicción. No hay traslado de la demanda, sin que por ello la parte o partes
contrarias no puedan articular la solvencia del que ha iniciado la incidencia (cuando se los cite y
hasta pueden ofrecer prueba sumaria).
Se inicia el pedido, acompañando toda la prueba. En Nación se han simplificado los trámites
y puede acompañarse el interrogatorio y declaración de los testigos, en la forma que se indica y ello
no requiere ratificación posterior ni presentación en el juicio, salvo que lo solicite la partes o partes
contrarias o el órgano recaudador[25]. No se requiere un número mínimo de testigos, aunque no
deben ser menos de dos a nuestro juicio. En provincia se requieren 3, pero con una variante que
admite dos cuando la prueba es compuesta (hay otras pruebas además de la testimonial)[26].
Al iniciar el beneficio debe indicarse la situación patrimonial del que lo pide, su cónyuge y
su grupo familiar, requiriéndose una declaración jurada sobre la solvencia. En su caso, acompañar
certificado negativo de los Registros de la Propiedad acerca de la inexistencia de inmuebles.
El juez ordenará de inmediato la producción de la prueba, ofrecida por el que peticiona el
beneficio y citará a la parte o partes contrarias y, en Nación, al órgano recaudador (de la tasa de
justicia)[27]. La parte o partes contrarias, así como el órgano recaudador, pueden oponerse al
beneficio y ofrecer contraprueba (por ejemplo, acompañar minuta del Folio Real con inmuebles en
cabeza del beneficiario).
Producida la prueba, el juez ordenará el traslado a las partes y, luego dictara sentencia, que
hace cosa juzgada en sentido formal, pues no causará estado (puede ser modificada si varían las
circunstancias). Puede conceder el beneficio, en forma total o parcial, o denegarlo. En todos los
casos la resolución es apelable[28]. Si desestima el beneficio, sin necesidad de iniciar otro, se puede
acompañar y ofrecer nueva prueba por el incidentista. En cualquier momento se puede iniciar
incidencia por cesación del beneficio si han variados las circunstancias[29].
Mientras está pendiente el trámite se otorga el beneficio en forma provisional. El trámite
del beneficio no suspende el del expediente principal, salvo que el solicitante lo peticione
expresamente en su demanda[30]. Un consejo es que no se deje pasar el tiempo, sin terminar el
beneficio, pues el provisional no sirve para los recursos extraordinarios y, en caso de tener que
articularlos, nos brindarán un plazo de tres meses para terminarlo, por lo que tendremos que correr
contra reloj.
Debemos aclarar que el beneficio puede solicitarse antes de la promoción de la demanda,
con la demanda o en forma posterior.
El alcance del beneficio es que, el que lo ha obtenido, no se hará cargo de las costas, hasta
que mejore de fortuna, lo que debe ser probado. Si gana el juicio no implica que mejore de fortuna
y sólo deberá pagar los gastos hasta una tercera parte de los importes que reciba.
El beneficio de pobreza es especial, sólo para el juicio que se tramita y contra las personas
que se solicitó. Si se quiere extenderlo a otras personas, deberá citárselos y se lo ampliará si
correspondiere[31].
Bibliografía especial de la Unidad: Rodríguez Saiach, Luis A., “Manual de
Derecho Procesal Civil y Comercial Incluye descarga de
material complementario, Colaboradora Flavia Alongi, Editorial Estudio,
Buenos Aires, 2.020.
[1] El principio del doble conforme deriva del principio de doble instancia, que exige que al menos dos jueces
o dos tribunales en instancias sucesivas examinen y se pronuncien en un caso judicial, a fin de reducir las
posibilidades de error o arbitrariedad judicial. Doble conforme es una garantía del procedimiento
penal integrante del debido proceso, que exige que para poder condenar a una persona por un delito, se
hayan dictado dos sentencias condenatorias sucesivas.
[2] Art. 2° CPCCN- La prórroga se operará si surgiere de convenio escrito mediante el cual los interesados
manifiesten explícitamente su decisión de someterse a la competencia del juez a quien acuden. Asimismo,
para el actor, por el hecho de entablar la demanda; y respecto del demandado, cuando la contestare, dejare
de hacerlo u opusiere excepciones previas sin articular la declinatoria.
[3] Art. 4° - Toda demanda deberá interponerse ante juez competente, y siempre que de la exposición de los
hechos resultare no ser de la competencia del juez ante quien se deduce, deberá dicho juez inhibirse de oficio.
Consentida o ejecutoriada la respectiva resolución, se remitirá la causa al juez tenido por
competente.
En los asuntos exclusivamente patrimoniales no procederá la declaración de incompetencia de
oficio, fundada en razón del territorio.
[4] Una vez radicado un juicio, ante un juez, la competencia se perpetúa aunque varíen las condiciones del
juicio; por ejemplo aumente la cuantía de lo reclamado, en penal el monto de la pena o se cambien los
domicilios.
[5] Art. 5° - La competencia se determinará por la naturaleza de las pretensiones deducidas en la demanda y
no por las defensas opuestas por el demandado. Con excepción de los casos de prórroga expresa o tácita,
cuando procediere, y sin perjuicio de las reglas especiales contenidas en este Código y en otras leyes, será
juez competente:
1) Cuando se ejerciten acciones reales sobre bienes inmuebles, el del lugar donde esté situada la cosa
litigiosa. Si éstas fuesen varias, o una sola pero situada en diferentes jurisdicciones judiciales, será el del lugar
de cualquiera de ellas o de alguna de sus partes, siempre que allí tenga su domicilio el demandado. No
concurriendo tal circunstancia, será el del lugar en que esté situada cualquiera de ellas, a elección del actor.
[6] 4) En las acciones personales derivadas de delitos o cuasidelitos, el lugar del hecho o el del domicilio del
demandado, a elección del actor.
[7] Art. 118. El crédito del damnificado tiene privilegio sobre la suma asegurada y sus accesorios, con
preferencia sobre el asegurado y cualquier acreedor de éste, aun en caso de quiebra o de concurso civil.
Citación del asegurador
El damnificado puede citar en garantía al asegurador hasta que se reciba la causa a prueba. En tal
caso debe interponer la demanda ante el juez del lugar del hecho o del domicilio del asegurador.
[8] 3) Cuando se ejerciten acciones personales, el del lugar en que deba cumplirse la obligación expresa o
implícitamente establecido conforme a los elementos aportados en el juicio y, en su defecto, a elección del
actor, el del domicilio del demandado o el del lugar del contrato, siempre que el demandado se encuentre en
él, aunque sea accidentalmente, en el momento de la notificación.
El que no tuviere domicilio fijo podrá ser demandado en el lugar en que se encuentre o en el de su
última residencia.
[9] 8) En las acciones de separación personal, divorcio vincular y nulidad de matrimonio así como las que
versaren sobre los efectos del matrimonio, el del último domicilio conyugal efectivo o el del domicilio del
cónyuge demandado a elección del cónyuge actor.
[10] Artículo 2336 Código Civil y Comercial.- Competencia. La competencia para entender en el juicio
sucesorio corresponde al juez del último domicilio del causante, sin perjuicio de lo dispuesto en la Sección 9a,
Capítulo 3, Título IV del Libro Sexto.
[11] Artículo 116.- Corresponde a la Corte Suprema y a los tribunales inferiores de la Nación, el conocimiento
y decisión de todas las causas que versen sobre puntos regidos por la Constitución, y por las leyes de la Nación,
con la reserva hecha en el inc. 12 del Artículo 75: y por los tratados con las naciones extranjeras: de las causas
concernientes a embajadores, ministros públicos y cónsules extranjeros: de las causas de almirantazgo y
jurisdicción marítima: de los asuntos en que la Nación sea parte: de las causas que se susciten entre dos o
más provincias; entre una provincia y los vecinos de otra; entre los vecinos de diferentes provincias; y entre
una provincia o sus vecinos, contra un Estado o ciudadano extranjero.
Artículo 117.- En estos casos la Corte Suprema ejercerá su jurisdicción por apelación según las reglas y
excepciones que prescriba el Congreso; pero en todos los asuntos concernientes a embajadores, ministros y
cónsules extranjeros, y en los que alguna provincia fuese parte, la ejercerá originaria y exclusivamente.
[12] Artículo 18.- Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al
hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los jueces designados por la ley antes
del hecho de la causa. Nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo; ni arrestado sino en virtud de
orden escrita de autoridad competente. Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos. El
domicilio es inviolable, como también la correspondencia epistolar y los papeles privados; y una ley
determinará en qué casos y con qué justificativos podrá procederse a su allanamiento y ocupación. Quedan
abolidos para siempre la pena de muerte por causas políticas, toda especie de tormento y los azotes. Las
cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y
toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquélla exija, hará
responsable al juez que la autorice.
[13] Artículo 15.- La Provincia asegura la tutela judicial continua y efectiva, el acceso irrestricto a la justicia, la
gratuidad de los trámites y la asistencia letrada a quienes carezcan de recursos suficientes y la inviolabilidad
de la defensa de la persona y de los derechos en todo procedimiento administrativo o judicial.
Las causas deberán decidirse en tiempo razonable. El retardo en dictar sentencia y las dilaciones
indebidas cuando sean reiteradas, constituyen falta grave.
Artículo 20.- Se establecen las siguientes garantías de los derechos constitucionales:
1- Toda persona que de modo actual o inminente, sufra en forma ilegal o arbitraria, cualquier tipo de
restricción o amenaza en su libertad personal, podrá ejercer la garantía de Habeas Corpus recurriendo ante
cualquier juez.
Igualmente se procederá en caso de agravamiento arbitrario de las condiciones de su detención legal
o en el de desaparición forzada de personas.
La presentación no requerirá formalidad alguna y podrá realizarse por sí mismo o a través de terceros,
aún sin mandato.
El juez con conocimiento de los hechos y de resultar procedente, hará cesar inmediatamente y dentro
de las veinticuatro horas, la restricción, amenaza o agravamiento, aún durante la vigencia del estado de sitio.
Incurrirá en falta grave el juez o funcionario que no cumpliere con las disposiciones precedentes.
2- La garantía de Amparo podrá ser ejercida por el Estado en sentido lato o por particulares, cuando
por cualquier acto, hecho, decisión u omisión proveniente de autoridad pública o de persona privada, se
lesione o amenace, en forma actual o inminente con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta, el ejercicio de los
derechos constitucionales individuales y colectivos.
El Amparo procederá ante cualquier juez siempre que no pudieren utilizarse, por la naturaleza del
caso, los remedios ordinarios sin daño grave o irreparable y no procediese la garantía de Habeas Corpus.
No procederá contra leyes o contra actos jurisdiccionales emanados del Poder Judicial.
La ley regulará el Amparo estableciendo un procedimiento breve y de pronta resolución para el
ejercicio de esta garantía, sin perjuicio de la facultad del juez para acelerar su trámite, mediante formas más
sencillas que se adapten a la naturaleza de la cuestión planteada.
En el caso, el juez podrá declarar la inconstitucionalidad de la norma en que se funde el acto u omisión
lesivos.
3- A través de la garantía de Habeas Data que se regirá por el procedimiento que la ley determine,
toda persona podrá conocer lo que conste de la misma en forma de registro, archivo o banco de datos de
organismos públicos, o privados destinados a proveer informes, así como la finalidad a que se destine esa
información, y a requerir su rectificación, actualización o cancelación. No podrá afectarse el secreto de las
fuentes y el contenido de la información periodística.
Ningún dato podrá registrarse con fines discriminatorios ni será proporcionado a terceros, salvo que
tengan un interés legítimo. El uso de la informática no podrá vulnerar el honor, la intimidad personal y familiar
y el pleno ejercicio de los derechos.
Todas las garantías precedentes son operativas. En ausencia de reglamentación, los jueces resolverán
sobre la procedencia de las acciones que se promuevan, en consideración a la naturaleza de los derechos que
se pretendan tutelar.
[14] Art. 149 CPCCN. - Será nula la notificación que se hiciere en contravención a lo dispuesto en los artículos
anteriores siempre que la irregularidad fuere grave e impidiere al interesado cumplir oportunamente los
actos procesales vinculados a la resolución que se notifica (principio de legalidad). Cuando del expediente
resultare que la parte ha tenido conocimiento de la resolución, la notificación surtirá sus efectos desde
entonces (principio de instrumentalidad de las formas).
El pedido de nulidad tramitará por incidente, aplicándose la norma de los artículos 172 y 173. El
funcionario o empleado que hubiese practicado la notificación declarada nula, incurrirá en falta grave cuando
la irregularidad le sea imputable.
Art. 169 CPCCN. - Ningún acto procesal será declarado nulo si la ley no prevé expresamente esa
sanción (principio de legalidad).
Sin embargo, la nulidad procederá cuando el acto carezca de los requisitos indispensables para la
obtención de su finalidad (principio de instrumentalidad de las formas).
No se podrá declarar la nulidad, aún en los casos mencionados en los párrafos precedentes, si el
acto, no obstante su irregularidad, ha logrado la finalidad a que estaba destinado (principio finalista o
instrumental).
[15] 6) La decisión expresa, positiva y precisa, de conformidad con las pretensiones deducidas en el
juicio (principio de congruencia), calificadas según correspondiere por ley, declarando el derecho de los
litigantes y condenando o absolviendo de la demanda y reconvención, en su caso, en todo o en parte.
[16] Art. 68 CPCC. - La parte vencida en el juicio deberá pagar todos los gastos de la contraria, aun cuando
ésta no lo hubiese solicitado.
[17] Art. 45. - Cuando se declarase maliciosa o temeraria la conducta asumida en el pleito por alguna de las
partes, el juez le impondrá a ella o a su letrado o a ambos conjuntamente, una multa valuada entre el diez y
el cincuenta por ciento del monto del objeto de la sentencia. En los casos en que el objeto de la pretensión
no fuera susceptible de apreciación pecuniaria, el importe no podrá superar la suma de $ 50.000. El importe
de la multa será a favor de la otra parte. Si el pedido de sanción fuera promovido por una de las partes, se
decidirá previo traslado a la contraria.
Sin perjuicio de considerar otras circunstancias que estime corresponder, el juez deberá ponderar la
deducción de pretensiones, defensas, excepciones o interposición de recursos que resulten inadmisibles, o
cuya falta de fundamento no se pueda ignorar de acuerdo con una mínima pauta de razonabilidad o encuentre
sustento en hechos ficticios o irreales o que manifiestamente conduzcan a dilatar el proceso (Artículo
sustituido por art. 2° de laLey N° 25.488 B.O. 22/11/2001).
[18] Art. 528 CPCCN. - Si el documento no fuere reconocido, el juez, a pedido del ejecutante, previo dictamen
de UN (1) perito designado de oficio, declarará si la firma es auténtica. Si lo fuere, se procederá según lo
establece el artículo 531 y se impondrá al ejecutado las costas y una multa equivalente al TREINTA POR
CIENTO (30 %) del monto de la deuda, que aquél deberá dar a embargo como requisito de admisibilidad de
las excepciones. Si no las opusiere, el importe de la multa integrará el capital a los efectos del cumplimiento
de la sentencia de remate.
La resolución que declara la autenticidad de la firma e impone la multa será apelable en efecto
diferido.
[19] Art. 498 CPCCN. - En los casos en que se promoviese juicio sumarísimo, presentada la demanda, el juez,
teniendo en cuenta la naturaleza de la cuestión y la prueba ofrecida, resolverá de oficio y como primera
providencia si correspondiese que la controversia se sustancie por esta clase de proceso. Si así lo decidiese, el
trámite se ajustará a lo establecido para el proceso ordinario, con estas modificaciones: …
3) Todos los plazos serán de tres días, con excepción del de contestación de demanda, y el otorgado
para fundar la apelación y contestar el traslado memorial, que será de cinco días.
[20] ARTICULO 496: Trámite. En los casos del artículo 321, presentada la demanda, el juez teniendo en cuenta
la naturaleza de la cuestión y la prueba ofrecida, resolverá de oficio y como primera providencia si
corresponde su trámite según las normas del juicio sumarísimo.
La sustanciación se ajustará a lo establecido en los artículos anteriores con estas modificaciones: …
2) Todos los plazos serán de 2 días, salvo el de contestación de la demanda que será de 5 días y el
de la prueba, que fijará el juez;
[21] Art. 321. - Será aplicable el procedimiento establecido en el artículo 498:
1) A los procesos de conocimiento en los que el valor cuestionado no exceda de la suma de Pesos
cinco mil ($ 5000).
2) Cuando se reclamase contra un acto u omisión de un particular que, en forma actual o inminente
lesione, restrinja, altere o amenace con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta algún derecho o garantía explícita
o implícitamente reconocidos por la Constitución Nacional, un tratado o una ley, siempre que fuere necesaria
la reparación urgente del perjuicio o la cesación inmediata de los efectos del acto, y la cuestión, por su
naturaleza, no deba sustanciarse por alguno de los procesos establecidos por este Código u otras leyes, que
le brinden la tutela inmediata y efectiva a que está destinada esta vía acelerada de protección.
3) En los demás casos previstos por este Código u otras leyes.
Si de conformidad con las pretensiones deducidas por el actor no procediere el trámite de juicio
sumarísimo, el juez resolverá cuál es la clase de proceso que corresponde (Artículo sustituido por art. 2° de la
Ley N° 25.488 B.O. 22/11/2001).
[22] ARTICULO 321: Proceso sumarísimo. Será aplicable el procedimiento establecido en el artículo 496:
1) Cuando se reclamase contra un acto u omisión de un particular que, en forma actual o inminente,
lesione, restrinja, altere o amenace con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta algún derecho o garantía explícita
o implícitamente reconocida por la Constitución Nacional o de esta Provincia, siempre que fuere necesaria la
reparación urgente del perjuicio o la cesación inmediata de los efectos del acto, y la cuestión, por su
naturaleza, no deba sustanciarse por alguno de los procesos establecidos por este Código u otras leyes.
2) En los demás casos previstos por este Código u otra ley.
Si de conformidad con las pretensiones deducidas por el actor no procediere el trámite del juicio
sumario o sumarísimo, el juez resolverá cuál es la clase de proceso que corresponde. La resolución no será
recurrible.
[23] Art. 78. - Los que carecieren de recursos podrán solicitar antes de presentar la demanda o en cualquier
estado del proceso, la concesión del beneficio de litigar sin gastos, con arreglo a las disposiciones contenidas
en este capítulo.
No obstará a la concesión del beneficio la circunstancia de tener el peticionario lo indispensable
para procurarse su subsistencia, cualquiera fuere el origen de sus recursos.
[24] Sin embargo, en Nación, debe tenerse presente lo que dice el artículo 84 del CPCC, reformado por la ley
25.488, en que si el beneficio se solicita, luego de la audiencia preliminar, hay que acreditar (alegar y probar)
las razones de esa solicitud posterior. Dice la norma: Art. 84. - El que obtuviere el beneficio estará exento,
total o parcialmente, del pago de las costas o gastos judiciales hasta que mejore de fortuna; si venciere en el
pleito, deberá pagar las causadas en su defensa hasta la concurrencia máxima de la tercera parte de los valores
que reciba.
Los profesionales podrán exigir el pago de sus honorarios a la parte condenada en costas, y a su
cliente, en el caso y con la limitación señalada en este artículo.
El beneficio podrá ser promovido hasta la audiencia preliminar o la declaración de puro derecho,
salvo que se aleguen y acrediten circunstancias sobrevinientes.
En todos los casos la concesión del beneficio tendrá efectos retroactivos a la fecha de promoción
de la demanda, respecto de las costas o gastos judiciales no satisfechos (Artículo sustituido por art. 2° de la
Ley N° 25.488 B.O. 22/11/2001).
[25] Art. 79. - La solicitud contendrá:
1) La mención de los hechos en que se fundare, de la necesidad de reclamar o defender judicialmente
derechos propios o del cónyuge o de hijos menores, así como la indicación del proceso que se ha de iniciar o
en el que se deba intervenir.
2) El ofrecimiento de la prueba tendiente a demostrar la imposibilidad de obtener recurso. Deberá
acompañarse el interrogatorio de los testigos y su declaración en los términos de los artículos 440 primera
parte, 441 y 443, firmada por ellos.
En la oportunidad prevista en el artículo 80 el litigante contrario o quien haya de serlo, y el
organismo de determinación y recaudación de la tasa de justicia, podrán solicitar la citación de los testigos
para corroborar su declaración (Artículo sustituido por art. 2° de la Ley N° 25.488 B.O. 22/11/2001).
[26] ARTICULO 79: Requisitos de la solicitud. La solicitud contendrá:
1) La mención de los hechos en que se fundare, de la necesidad de reclamar o defender judicialmente
derechos propios o del cónyuge o de hijos menores, así como la indicación del proceso que se ha de iniciar o
en el que se deba intervenir.
*2)"El ofrecimiento de la prueba tendiente a demostrar la imposibilidad de obtener
recursos. Deberán acompañarse los interrogatorios para los testigos, que no podrán ser menos de tres. El
juez podrá conceder el beneficio, con el testimonio de dos testigos, cuando ésta no sea la única prueba
producida en el expediente y el monto o la complejidad de la causa así lo aconseje".
[27] Art. 80. - El juez ordenará sin más trámite las diligencias necesarias para que la prueba ofrecida se
produzca a la mayor brevedad y citará al litigante contrario o a quien haya de serlo, y al organismo de
determinación y recaudación de la tasa de justicia, quienes podrán fiscalizarla y ofrecer otras pruebas (Artículo
sustituido por art. 2° de la Ley N° 25.488 B.O. 22/11/2001).
[28] Art. 81. - Producida la prueba se dará traslado por cinco días comunes al peticionario, a la otra parte, y
al organismo de determinación y recaudación de la tasa de justicia. Contestado dicho traslado o vencido el
plazo para hacerlo, el juez resolverá acordando el beneficio total o parcialmente, o denegándolo. En el primer
caso la resolución será apelable al solo efecto devolutivo.
Si se comprobare la falsedad de los hechos alegados como fundamento de la petición del beneficio
de litigar sin gastos, se impondrá al peticionario una multa que se fijará en el doble del importe de la tasa de
justicia que correspondiera abonar, no pudiendo ser esta suma inferior a la cantidad de PESOS UN MIL ($
1.000). El importe de la multa se destinará a la Biblioteca de las cárceles (Artículo sustituido por art. 2° de la
Ley N° 25.488 B.O. 22/11/2001).
[29] Art. 82. - La resolución que denegare o acordare el beneficio no causará estado.
Si fuere denegatoria, el interesado podrá ofrecer otras pruebas y solicitar una nueva resolución.
La que lo concediere, podrá ser dejada sin efecto a requerimiento de parte interesada, cuando se
demostrare que la persona a cuyo favor se dictó no tiene ya derecho al beneficio.
La impugnación se sustanciará por el trámite de los incidentes.
[30] Art. 83. - Hasta que se dicte resolución la solicitud y presentaciones de ambas partes estarán exentas del
pago de impuestos y sellado de actuación.
Estos serán satisfechos, así como las costas, en caso de denegación. El trámite para obtener el
beneficio no suspenderá el procedimiento, salvo que así se solicite al momento de su interposición (Artículo
sustituido por art. 2° de la Ley N° 25.488 B.O. 22/11/2001).
[31] Art. 86. - A pedido del interesado, el beneficio podrá hacerse extensivo para litigar contra otra persona
en el mismo juicio, si correspondiere, con citación de ésta.