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Azoyú 1 y 2.
Un estudio crítico
de los nombres de lugar de los
antiguos señoríos del oriente
de Guerrero
p u b l i c a c i o n e s d e l a c a s a c h ata
ISBN13 968-
ISBN
Introducción............................................................................................................... 11
[]
Apéndice....................................................................................................................... 107
Bibliografía................................................................................................................... 109
Lienzos de Chiepetlán, Palimpsesto de Veinte Mazorcas, Lienzo de Totomixtlahuaca, Códice Hum-
boldt, fragmento 1, Lienzo Genealógico de Tlapa-Azoyú.
METODOLOGÍA
En cualquier buen juego de estrategia la primera cosa que uno necesita saber
es la posición espacial de todos los jugadores. Es igual de importante cono-
cer la ubicación exacta de todos los asentamientos indígenas mencionados en
los documentos nativos de Guerrero, si es que van a utilizarse en el estudio
de las estrategias geopolíticas de los señoríos indios. De aquí surge el interés
por analizar críticamente las diferentes interpretaciones de los glifos toponí-
micos pintados en los códices del oriente de Guerrero.
A continuación enumeramos los supuestos primarios que hemos utilizado
en esta investigación para proponer interpretaciones consistentes:
DESARROLLO
Dehouve (1995) argumenta, siguiendo a García Payón (1941), que Malinaltepec solía localizarse
en el sitio arqueológico de Texmelincan. Si este fue el caso, es probable que también el Cuitlapan
prehispánico haya estado ubicado en alguno de los sectores de Texmelincan.
En el sentido que sean tlaxilacalli del mismo altepetl.
Figura 2 Azoyus 1 y 2
[23]
Figura 10 Figura 11
los pocos pueblos que no reporta baja demográfica entre la “Suma de visi-
tas” (circa 1550) y la minuta del fraile agustino Delgado del año 1571. Por el
contrario, hay un ligero aumento de su población. Todo indica que el antiguo
Yoallan corresponde al actual pueblo de Igualita, municipio de Xalpatlahuac.
Hay dos ruinas arqueológicas de gran magnitud en el valle del río Igualita que
podrían ser del antiguo Yoallan. Una se localiza 600 metros al sur del pueblo
de Igualita, en la margen poniente del río Igua-
lita (Gutiérrez, 2007: 155). El otro sitio se ubi-
ca en la cumbre del cerro Yoso Kachi (Cerro de
Algodón), en la margen oriental del río Igualita,
en los terrenos de Alpoyecacingo. Ambos sitios
poseen grandes plataformas, plazas, montículos
y juegos de pelota de gran tamaño.
Su glifo toponímico se compone de un disco
oscuro con decoración de ojos blancos y rojos en
el perímetro y el centro que significa yoalli, es de-
cir noche (fig. 16). Es probable que el glifo yoalli
Figura 16 haga alusión a que en ese lugar se adoraba alguna
de las múltiples deidades nocturnas.
La minuta de Delgado registra un Huitzaxola, como una estancia de Cuitlapa, que distaba de Tla-
pa 15 leguas, y tenía 50 tributarios entre casados y viudos. Existe una pequeña localidad llamada
Huixtlatzala al sur de Teocuitlapa, sin embargo, por lo secundario de la localidad no creemos que
esté relacionado con el glifo que aparece en el Códice Mendoza.
“En el lugar donde se elevan los pájaros en forma de nube” o “Donde vuela
la parvada de pájaros”. Así la combinación en el glifo de los elementos “pá-
jaro” y “flecha” indicaría que los pájaros vuelan aceleradamente como una
flecha. Mientras que el elemento de “llanura” o “campo” que aparece en el
glifo se utiliza para representar la palabra mixtlahuatl, que significa “nube
que se eleva”. Por lo tanto el jeroglífico reafirma la glosa: “El lugar donde los
pájaros levantan vuelo en forma de nube”.
[41]
Qualac, Cualác. “El lugar donde se bebe agua buena” (Berdan y Anawalt,
1992, apéndice E: 200). Qualác ha quedado registrada como población tri-
butaria del imperio mexicano (Remi Simeón, 1997: 398). El pueblo actual de
Cualác es hoy la cabecera de su propia municipalidad. Parece que la ubicación
del asentamiento arqueológico estuvo en el cerro Xistepetl donde registra-
mos evidencia significativa de ocupación prehispánica, a lo largo de enormes
terrazas ubicadas en las faldas de la montaña (véase el sitio de Cualac-Apet-
lanca en Gutiérrez, 2007: 195).
El jeroglífico consiste de una mandíbula con
la que se representa la raíz verbal cua que signifi-
ca “comer o beber algo” (fig. 28). Saliendo de la
mandíbula se dibujó una corriente de agua, atl,
lo que significa un manantial de agua dulce (de
cualli). La c significa “en” o “dentro”, es decir,
que mana lo bueno, el agua dulce.
Figura 28
2.6 Xala, Xalla, Jala. “Donde abunda la arena” (Berdan y Anawalt, 1992,
apéndice E: 223). Se propone que el antiguo altepetl de Xala podría correspon-
der con el pueblo actual de Jalmolapa en la municipalidad de Cualác (Vélez,
1998: 450). En campo pudimos observar terrazas arqueológicas a lo largo
del camino entre Jalmolapa y la barranca Cuatla-
co. También registramos un asentamiento llamado
Costepetzin, en el cual la población de Jalmolapa
ha encontrado gran cantidad de figurillas de barro
(Gutiérrez, 2007: 195), por lo que la propuesta de
Vélez es plausible. No obstante, falta todavía ha-
cer un buen registro del lugar llamado Costepetzin
para poder afianzar esta identificación.
El jeroglífico consiste de un círculo con granos
de arena, xalli, con dos dientes en el centro para
representar tlan, “abundancia,” es decir lugar are-
Figura 30 noso, “arenal” (fig. 30).
[45]
Ychca Atoyac, Ichcaatoyac. “En el río del algodón” (Berdan y Anawalt, 1992,
apéndice E: 229). Se ha propuesto que este lugar se ubicaba en la provincia de
los amuzgos, se le llama también Ayotzinapa, adyacente a Xicayan, municipio de
Tlacachistlahuaca, Guerrero (Vélez, 1998:
452; Carrasco, 1999: 281). La propuesta
necesita corroboración de campo.
El jeroglífico presenta una planta ma-
dura de algodón, ichcatal, dentro de un
río, atoyatl, con una piedra, atoyatetl (fig.
36). Peñafiel (1885) concuerda con la tra-
ducción de “En el río del algodón.”
Figura 36
[49]
Figura 38
y Anawalt, por razón del agua, atl, que se muestra en las hojas, que el topónimo
empieza con a. Las “posaderas” de hombre dan la terminación tzinco.
[53]
do que se localiza en una de las dos cumbres con que se dibujó dicho cerro.
Este elemento es interpretado por Jiménez (2004, apéndice: 1) como el glifo
de cuitlatl, en referencia a la metáfora teocuitlatl, lo que la hace proponer que
el topónimo sea aquel de Teocuitlapa y no el de Tototepec. El problema, sin
embargo, con la lectura de Jiménez es que comete el mismo error de Vega,
es decir, que Jiménez a su vez deja fue-
ra de su lectura toponímica el elemento
“ave”, por lo que su interpretación no
puede ser aceptada tal cual.
Debemos remarcar más las variacio-
nes entre el topónimo del folio 8 (fig. 47)
con el topónimo del folio 30 (fig. 48). En
el primero se muestra un ave verde-gris y
un cerro dividido en dos cumbres, ade-
más del supuesto cuitlatl; mientras que
Figura 48 en el segundo se pintó un ave verde-ro-
jo-blanco y un cerro normal, sin la cum-
bre dividida. Esto nos hace pensar que quizá, únicamente el glifo del folio
30 haga referencia al topónimo de Tototepec, no así el glifo del folio 8. De
estar en lo correcto el topónimo del folio 8 necesita todavía una revisión ex-
haustiva, con la probabilidad de que no haga referencia ni a Tototepec, ni a
Se podría argumentar que alguno de los dos elementos que tocan el cerro, ya sea el ave
o el elemento espiral, sea un antropónimo del individuo sacrificado, pero ¿cuál de ellos?
Ni el ave, ni el supuesto cuitlatl están ligados al individuo por la típica línea negra que
suele unir los nombres con los personajes, y tampoco hay contacto físico de dichos ele-
mentos con el hombre sacrificado.
Tenemos nuestras reservas acerca de que el elemento dorado sea en realidad un cuitlatl, ya que di-
verge de forma considerable con las figuras de cuitlatl que se muestran claramente en el Palimpsesto
de Veinte Mazorcas y el Códice Mendoza. Cabe la posibilidad de que dicho elemento curvo y pun-
tiagudo esté calificando la naturaleza de las rocas del cerro, tal como el glifo de Tehuizco (“Lugar de
piedras filosas”) del Códice Mendoza (folio 24v.).
Información proporcionada por Ebodio Pérez Malpica, Huitlalzala, mayo de 2005.
En la coordenada UTM, NAD27, 14Q (526329E, 1935720N). Este sitio se ubica a tan sólo 3.86
kilómetros de Teteltipa, el otro topónimo, que ya hemos discutido, arriba que también está pinta-
do en el folio 9.
En la coordenada UTM, NAD27, 14Q (547590E, 1946390N).
Con base en el glifo de Huilotepec del folio 15v. del Códice Mendoza, Ve-
ga había interpretado originalmente el topónimo en cuestión con ese nombre
que significa “En el cerro de las palomas” (Vega, 1991: 24). Creemos que Vega
no interpretó correctamente el glifo que veni-
mos tratando. En el folio 5 anverso del Códice
Azoyú 2 existe en efecto el topónimo de Hui-
lotepec (fig. 56), pero es totalmente diferente
al de Cacalotepec. Mientras que en el Azoyú
1 el ave es rojiza con pico largo, en el Códice
Azoyú 2 el ave es blanca, con el pico corto y
curvo. La glosa “huilotepec” arriba del glifo
Figura 56 facilita su interpretación. Así, sugerimos que
en estos dos glifos hay dos topónimos distin-
tos, uno es Cacalotepec (ave rojiza de pico largo y puntiagudo) y otro es Hui-
lotepec (ave blanca de pico corto y curvo). Un evento relevante le sucedió al
gobernante Quiahuitl en Huilotepec, pues se le muestra herido con dos dardos.
Una situación problemática es que no hemos podido localizar ningún asen-
tamiento con este topónimo. Existe, sin embargo, un cerro llamado Huilote-
pec, 7 kilómetros al oriente de Hueycatenango, pero no se ha comprobado
si existe en él algún asentamiento arqueológico.
En la coordenada UTM, NAD27, 14Q (503900E,1926700N).
Tlachco. “En el juego de pelota” (Vega, 1991: 25; Berdan y Anawalt, 1992,
apéndice E: 215). El jeroglífico se dibujó en el folio 19 del Códice Azoyú 1
(fig. 64). Está compuesto de un juego de pelota,
tlachtli. La posposición co del topónimo signifi-
ca “en”. En los folios 8r., 31r. y 36r. del Códice
Mendoza se encuentran topónimos parecidos
confirmado la lectura fonética. La cabeza hu-
mana con pequeñas plumas pintadas en el pe-
lo, que se observa al lado del topónimo, indica
que el gobernante de Tlachco fue sacrificado.
Figura 64 La muerte del gobernante de Tlachco se con-
Atliztac se consideraba el pueblo donde comenzaba la provincia de Tlapa.
Campos de Cacao. Glifo compuesto por dos árboles de cacao con frutos,
dibujados sobre un rectángulo que da el significado de milpa. El glifo está
pintado en el folio 21 del Códice Azoyú 1 (fig. 72) y su traducción en lengua
náhuatl sería algo así como Cacahuamilpa, Cacahuaixtlahuacan o quizá Ca-
cahuatepec. Sin embargo, no es claro si es-
te glifo tuvo una función toponímica. Ve-
ga no lo lista como topónimo e inclusive
se podría pensar que dicho glifo tuviera el
significado de “tributar milpas de cacao”.
Por el momento continuaremos interpre-
tándolo como un topónimo.
Ya hemos mencionado que hay un pue-
blo moderno que se llama Cacahuatepec en
la municipalidad de Copanatoyac, pero que
hasta ahora no se ha encontrado en él sufi-
Figura 72
ciente evidencia arqueológica que confirme
una correspondencia directa entre dicho pueblo y el jeroglífico.
Nota: el sitio de Tlacuitlapa se localiza tan sólo a 2.3 kilómetros al sureste de Cacahuatepec. La
existencia de este sitio no se había reportado anteriormente y en el futuro puede cambiar nuestra
Petlacala. “Lugar de las casas de petate” (Vega, 1991: 26). Este glifo que
consiste de una caña pintada sobre el típico rectángulo decorado en un patrón
de cuadros paralelos que se utiliza para representar una llanura o un campo.
El glifo se pintó en el folio 22 del Códice Azoyú 1 (fig. 73), y en el folio 3
anverso del Códice Azoyu 2 (fig. 74). Existe una diferencia en la forma de
representar el elemento caña en ambos
códices, pero no creemos que modifique
su significado. En este caso sabemos cla-
ramente que es un topónimo porque el
lugar está siendo atacado por guerreros de
Tlachinollan. En el folio 47r. del Códice
Mendoza se pintó un glifo parecido pa-
Figura 73
ra representar el pueblo de Acapetlatlan.
Para el caso de la provincia de Tlapa, no
hay ningún pueblo con tal nombre. No
obstante hay un pueblo llamado Acatepec
que pertenecía al municipio de Zapotit-
lan Tablas, ahora municipio este mismo.
En una visita realizada a Acatepec no se
logró ubicar ningún sitio arqueológico
de importancia cerca de la actual cabece-
Figura 74 ra, pero esto no descarta este pueblo, ya
que su fundo ejidal es de 720 kilómetros
cuadrados, y su asentamiento prehispánico podría estar ubicado en el algún
punto de esta enorme área.
10
En especial en las siguientes coordenadas UTM, WGS84, 14Q: Punto 1, a 2.6 kilómetros al sures-
te de Petlacala (535610E, 1941487N); Punto 2, a 900 metros al noroeste de Petlacala (534110E,
1944800N); Punto 3, a 2.5 kilómetros al oeste de Petlacala (532019E, 1943931N).
Figura 80
pictórica en ambos códices de Azoyú, pues se suele pintar dicho glifo acom-
pañado por la figura de un señor indígena.
Figura 103
Calpanapa. “En el caserío”. Glifo formado por una casa y una bandera de-
corada con dos elementos color verde turquesa que semejan plumas (fig. 105).
Por falta de una mejor interpretación sugerimos que este glifo compuesto re-
presenta a Calpanapan, un pueblo mixteco que
estuvo bajo la jurisdicción de Tlapa, ubicado
en la tierra templada, 13 km al sur de Metlató-
noc. Alternativamente, podría ser el topónimo
de Caltitlán, pero lo dudamos.
Bejarano (2004: 144) cree que es el glifo
de un lugar llamado Apancalecan, “los que tie-
nen casas en los canales.” Iconográficamente Figura 105
este supuesto es sugerente, pero el problema
con esta interpretación, es que no es posible asociarlo con algún pueblo his-
tórico o modernos, que haya existido en la región. Tampoco hemos podido
encontrar ningún paraje que tenga dicho nombre en la cartografía ni en los
archivos nacionales. En este punto es necesario decir que simplemente suge-
rir una lectura del glifo, sin tratar de asociarlo a un punto geográfico ocasio-
na que dichas propuestas no puedan ser probadas y, por lo tanto, no ayudan
a entender el paisaje político de la región.
[91]
cumbre del glifo tepetl. Es una sugerencia interesante, no obstante, tiene cier-
tos problemas: 1) el supuesto glifo malinalli está representado de una forma
completamente diferente a todos los ejemplos conocidos de hierba torcida,
donde se observa claramente la hierba helicoidal junto con un maxilar infe-
rior; y 2) no se explican los valores fonéticos de la bandera y la espina. Así,
tal lectura viola la metodología que sigue Bejarano a lo largo de todo su tra-
bajo, es decir, el postulado del profesor Galarza que establece que todos los
elementos pintados deben ser considerados. Por nuestra parte, hasta que no
surja más evidencia, apoyamos más la idea de que este glifo representa una
montaña sagrada localizada muy cerca de Tlapa.
Comunicación personal de Mario O. Martínez Rescalvo, Tixtla, Mayo 2008.
Xocotla que aparece en el folio 39r. del Códice Mendoza. Por lo cual, es ne-
cesario explorar más posibilidades sobre el significado de este glifo.
Bejarano (2004: 138) observa la glosa escrita arriba de la planta. Tehuax-
quahuititlán significa “En el árbol cuyo fruto es parecido al algarrobo”. Por
lo que ella propone que el glifo se interprete con ese nombre. La lógica que
Bejarano utiliza para identificar este topónimo a través de la glosa es adecua-
da, sin embargo, existen dos dificultades para aceptar su interpretación. En
primer lugar, por la presencia del gobernante indio que acompaña al topó-
nimo sabemos que fue un asentamiento importante, y nos resulta raro que
hasta el momento no hayamos podido localizar ningún nombre de pueblo
colonial o moderno que lleve el nombre de Tehuaxquahuititlan. Esto nos
lleva al segundo punto, pensamos que dicha glosa no hace referencia a un
pueblo, sino a una mojonera que divide las tierras de los pueblos de Tlapa.
La mayoría de estas mojoneras son el resultado de varios ciclos de compo-
siciones que se realizaron en la provincia entre los siglos xvii y xviii, por lo
cual es probable que esas glosas sean muy tardías con respecto al momento
en que se pintó la primer capa del Palimpsesto de Veinte Mazorcas. Por lo
tanto, creemos que no existe una correspondencia real entre las glosas escri-
tas y los glifos pintados (Gutiérrez, 2002: 199).
Por la forma en que se distribuyeron los glifos toponímicos originales a lo
largo de la margen del lienzo, es muy probable que el Palimpsesto de Veinte
Mazorcas haya comenzado como un documento tributario, muy parecido a
una de las fojas del Códice Mendoza o la Matrícula de Tributos. Posterior-
mente se fueron agregando en varias etapas más datos con información po-
lítica que hicieron del palimpsesto uno de los documentos más fascinantes y
difíciles de interpretar de la región (Gutiérrez, 2002: 198-207). Con base en
lo arriba expuesto sostenemos que cualquier interpretación simplista o des-
criptiva de dicho documento será por fuerza errónea.
Existen, sin embargo, dos Tehuaxtitlán, “Lugar de guajes”. El primero se ubica 7 kilómetros al
oeste de Olinalá; y el segundo está 7 kilómetros al norte de Huamuxtitlán.
Acuitlapa. “Detrás del río” o “A espaladas del agua”. Éste es un glifo de di-
fícil interpretación, pues consiste de una corriente de agua que sale por debajo
de una estructura piramidal. Como el lienzo está muy dañado en esa orilla no
se puede saber qué otros glifos acompañaban el topónimo (figura 112).
Galarza (1972) interpretó el glifo como
Axoxuca, “agua verdosa”. Pero en realidad Ga-
larza no tiene elementos fonéticos para dar esta
interpretación, y lo hace únicamente con base en
la posición relativa que guarda el glifo respecto
a otros topónimos conocidos dentro del Lienzo
de Chiepetlán 1. Si bien la sugerencia de Galarza
es lógica, nosotros no concordamos con él. Si-
guiendo una metodología posicional muy similar
Figura 112
a la que utilizó el mismo Galarza, anteriormente
Gutiérrez (2002: 178) interpretó el glifo como Atliztac. No obstante, una
vez que se logró interpretar el glifo de Acuitlapan en el folio 16 anverso
del Códice Azoyú 2, consideramos que es más adecuado interpretar este
glifo precisamente como Acuitlapan. Fundamos esta elección únicamente
por analogía, en el sentido de que en este glifo el agua mana por detrás de
la pirámide y podría dar el significado de tlacuitlapa. Pero nuevamente ad-
vertimos a los lectores que la interpretación de este topónimo necesita de
un análisis más profundo.
[97]
Esto es antes de que el río Tlapaneco se una con los ríos Igualita y Tlalixtaquilla, y su corriente
cambie de la dirección oeste-este a una dirección sur-norte.
Como nota curiosa acerca de esta posibilidad, mencionamos que la gente de Tlapa cree que si se
mira cuidadosamente al cerro rocoso donde está el pueblo de Axoxuca, es posible ver la figura
de una cabeza grande que se perfila en la pared vertical del cerro. En efecto, al observar la pared
vertical de roca, que cierra el valle de Tlapa por el oeste, las grietas en la pared dan la ilusión de
formar un enorme rostro. Si este topónimo es el de Axoxuca, quizás éste sea el significado del
elemento “cabeza” en el jeroglífico.
En la coordenada UTM, NAD27, 14Q (525620E, 1941550N).
dor (en Pavía, 1986), Comitlipa era parte de la provincia colonial de Tlapa, y
se ubicaba al nor-noreste de dicha ciudad. El pueblo sigue existiendo con el
mismo nombre, al norte de Xochihuehuetlán.
La segunda posibilidad, y es la que preferimos, es que el recipiente sea un
tecomate. Entonces, el topónimo sería Quauhtecomatla, “Donde hay mu-
chos árboles de Tecomate y su ubicación probable es el pueblo de Zonte-
comatlán, 5 kilómetros al oriente de Temalacacingo (Vélez, 1998: 450). Este
topónimo aparece como tributario de Mexico-Tenochtitlan en la provincia
de Quiauhteopan del Códice Mendoza.
Como ambas interpretaciones, Quauhtecomatla y Comitlipa, coinci-
den con la ubicación espacial relativa del glifo en el Lienzo de Chiepe-
tlán 1, es necesario estudiar con más detalle este glifo para proponer la
mejor solución.
Petlacala. “Lugar de las casas de petate” (Vega, 1991: 26). Este glifo está
compuesto del elemento caña acatl, sobre un templo (Fig. 118). Galarza lo in-
terpretó como Acateopan, lo cual es correc-
to desde un punto de vista fonético. Nueva-
mente, el problema con esta interpretación
es que no hemos logrado encontrar un pue-
blo o paraje con tal nombre, y mucho menos
que se encuentre en la posición geográfica
que sugiere el Lienzo de Chiepetlán 1, es
Figura 118 decir, entre la cordillera que divide los ríos
Zizintla y Tlapaneco.
Alguien podría argumentar que el glifo está mal leído y que en lugar de
acatl la planta fuera zacate. Entonces el pequeño asentamiento de Zacapexco,
dos kilómetros al sur de Tenango Tepexi, sería una buena propuesta. No obs-
tante, nosotros pensamos que el glifo sí está representando el elemento acatl,
por lo que el pueblo de Petlacala sería el mejor candidato para estar siendo
representado por este glifo. Además, la ubicación geográfica de Petlacala co-
incide con la posición relativa que tiene el glifo en el Lienzo de Chiepetlán 1.
Sostendremos esta interpretación hasta que no se tenga una propuesta mejor
para este glifo.
En la coordenada UTM, WGS84, 14Q (550753E, 1941176N).
[107]
Gerardo Gutiérrez
Constantino Medina Lima
Náhuatl Mixteco
Alacatlatzala Láka
Alcozauca Tàkuáàn
Alpoyecacingo Tá’va
Atlamajalcingo Chota
Atzompa Xi’ní Ita
Ayutla Tatioo
Chilpancingo Sindiá’á
Chimaltepec Kŭxa
Cochoapa Sinde’e
Cocuilotlazala Tikutu
Cuautipan Tikí Tá’i
Cuba Libre Ivi Yaka
Hierba Santa Kí’vá
Huamuxtitlán Tíchíkún
Huexopa Tisăví
[109]
Igualita Tàxíín
Ixcuinatoyac Tená
Lagunilla Kutuni
Loma Zoyatl Kutioko
Metlatónoc Tită’nu
México Kŏ’yo
Petlacalancingo Chatun
Puebla Ita Ndio’o
San Rafael Tikĭxi
Tlachichilco Xìyò Kuá’a
Tlapa Tindà’ì
Tototepec Sínŭní
Xochapa Ita Ita
Zacatepec Nu’ú Nda’i
Zitlaltepec Iku Kìmì
Zoyatlán Tañuú
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