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Fisioterapia
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Ha sido tal el impacto de la corriente que actualmente la podemos ver en un amplio uso
a nivel de la salud. Cameron comenta al respecto:
Actualmente, la estimulación eléctrica tiene un amplio abanico de aplicaciones clínicas
en rehabilitación, como la producción de contracciones musculares, el control del dolor
agudo, crónico y postoperatorio y la promoción de la cicatrización tisular. Las
contracciones musculares generadas eléctricamente pueden aplicarse para fortalecer y
reeducar a los músculos, para evitar la atrofia, la formación de trombosis venosa
profunda (TVP) y el desarrollo de úlceras de presión en pacientes con lesiones
medulares, así como para disminuir los espasmos musculares. (1)
Todos estos parámetros deben tener un método o forma de aplicación, ya que como
energía, la corriente de ser usada de manera incorrecta puede causar efectos adversos al
deseado, y no solo eso, sino que es necesario aplicar la corriente bajos ciertos
parámetros para conseguir los efectos bioquímicos deseados. Por eso existen técnicas y
principios que establecen estos métodos. Marín habla sobre estas técnicas:
Los efectos buscados con la aplicación de la corriente galvánica, son los cambios
bioquímicos que se producen bajo los electrodos. Estos cambios actúan sobre las
disoluciones orgánicas e influyen en el metabolismo tisular. De manera que a la hora de
realizar la aplicación, el área objeto de tratamiento debe estar en contacto directo con, al
menos, uno de los electrodos. Un efecto derivado de la afirmación anterior, es su
capacidad para producir iontoforesis, o sea descomponer sustancias que genera un flujo
o movimiento de iones, desde la sustancia en cuestión, que al interactuar con el tejido
biológico desencadenan determinados efectos. Además de este otro efecto directo, la
corriente galvánica puede ser una gran aliada cuando ¨prepara¨ la piel para otras
aplicaciones electroterapéuticas. De esta manera, se puede decir que la corriente
galvánica ejerce una influencia sensitiva, que se aprovecha cuando la colocación de los
electrodos corresponde con el área que se quiere trabajar, posteriormente, con otro tipo
de corriente y para la cual se necesita disminuir la resistencia de la piel. La corriente
galvánica puede influir en la regeneración de ulceras, ya que produce un estímulo del
metabolismo local. Para esto, la ubicación de electrodos debe ser perilesional, o sea
alrededor de la lesión, pero siempre con el cuidado de colocarlas en áreas donde la piel
esté libre de cualquier lesión. Es muy importante, explicar exhaustivamente, el
tratamiento al paciente, trasmitir confianza y aplicarlo de manera paulatina. Durante la
aplicación de los electrodos, se debe procurar que estén suficientemente humedecidos,
luego de estar fijos, para mejorar la conductividad de la corriente y evitar sensaciones
desagradables. Según la técnica electrodica, para la corriente galvánica se pueden
colocar los electrodos de manera coplanar, y también pueden ser ubicados de manera
transregional. (3)
Estos parámetros aplicados en forma correcta y precisa son los responsables de que la
corriente produzca un efecto clínico positivo, sin lesiones. Estos efectos van desde el
estímulo sensorial hasta el fortalecimiento del tejido muscular. Es indispensable que el
fisioterapeuta domine los principios ya expuestos a la hora de la aplicación de la
corriente galvánica, y de igual forma, es fundamental que conozca los efectos que dicha
corriente ocasiona en el paciente para perseguir tal fin. Cameron explica el efecto o la
estimulación de los potenciales de acción de nervios:
En la mayoría de las aplicaciones, las corrientes eléctricas ejercen sus efectos
fisiológicos despolarizando las membranas nerviosas, produciendo de este modo
potenciales de acción, la unidad de mensaje del sistema nervioso. Las corrientes
eléctricas de amplitud suficiente y que duran el tiempo suficiente provocarán un cambio
de tal magnitud en el potencial de membrana que generará un potencial de acción. Una
vez que el potencial de acción se propaga a lo largo del axón, el cuerpo humano
responde a él de la misma forma que a los potenciales de acción que se inician por
estímulos fisiológicos. (1)
También la corriente galvánica produce un efecto tisular y analgésico. Martin lo
describe como:
La acción vasomotora que tiene lugar en la zona interpolar condiciona un efecto trófico,
al mejorar la nutrición histica, y un efecto analgésico y antiinflamatorio, al aumentar la
reabsorción de metabolitos y disminuir el edema (3)
Y también la galvanización tiene efectos iónicos. Cameron dice:
La mayor parte de las corrientes eléctricas que se utilizan con fines terapéuticos
presentan ondas bifásicas equilibradas que no dejan carga en el tejido y, por tanto, no
tienen efectos iónicos. Por el contrario, las CD, las corrientes monofásicas pulsadas y
las ondas bifásicas desequilibradas, que se utilizan ocasionalmente para la estimulación
eléctrica, dejan una carga neta en el tejido. Esta carga puede producir efectos iónicos. El
electrodo negativo (cátodo) atrae a los iones cargados positivamente y repele a los iones
cargados negativamente, mientras que el electrodo positivo (ánodo) atrae a los iones
cargados negativamente y repele a los iones cargados positivamente. Estos efectos
iónicos pueden ser aprovechados desde el punto de vista terapéutico. Por ejemplo, las
CD se pueden utilizar para repeler moléculas farmacológicas ionizadas y, por tanto,
pueden proporcionar una fuerza que aumente la penetración transdérmica de los
fármacos. Esta aplicación de la electroterapia se conoce como iontoforesis. Los efectos
iónicos de la electricidad también se utilizan para el tratamiento de cuadros
inflamatorios, para facilitar la cicatrización de tejidos y para reducir la formación de
edema. (1)
Cabe destacar que la corriente galvánica también produce una despolarización muscular
directa. Cameron lo explicad e la siguiente manera:
Los músculos denervados no se contraen en respuesta a los pulsos de electricidad que
desencadenan contracciones en los músculos inervados. Los músculos inervados se
contraen en respuesta a la estimulación eléctrica cuando un potencial de acción
estimulado alcanza el músculo a través del nervio motor que lo inerva. Esto se conoce
como estimulación eléctrica neuromuscular (EENM) y se comenta más detalladamente
en el capítulo 12. Los músculos denervados se contraen cuando la corriente eléctrica
causa directamente la despolarización de las células musculares. Para esto se necesitan
pulsos de electricidad que duren 10 ms o más, y se conoce como estimulación muscular
eléctrica (EME) o estimulación del músculo denervado. (1)
Estos efectos producidos por la galvanización, hacen que la corriente galvánica sea muy
bien recibida para fines terapéuticos, pero es necesario comprender y conocer que
también existen indicaciones y contra indicaciones a la hora de utilizar la corriente
galvánica.
Pero, a pesar de los beneficios que puede generar la galvanización, también puede
producir efectos adversos. Cameron opina al respecto: