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Los últimos encuentros compartidos han sido muy productivos, porque poco a poco nos
estamos sobreponiendo a las diferencias doctrinales, colocando el énfasis en la unidad
del Espíritu, en la disposición para ser corregidos, en la sinceridad los unos con los otros y
en el deseo de experimentar un evangelio práctico.
En el antiguo Israel cuando los sabios se reunían para compartir la Torá, los mismos no
se constituían “Maestros” los unos de los otros, sino que, quien tomaba la Palabra, la
colocaba a disposición de los demás para ser examinada, y si esta era confirmada
internamente, todos la asumían como revelación del Eterno para ser instruidos y
corregidos. Esta estrategia por lo general es aplicable cuando las personas que
comparten tienen un nivel similar de conocimiento y crecimiento espiritual, es
precisamente con este sentir que vengo a ustedes, pues todos tenemos el Espíritu del
Señor, y en Su Sabiduría, todos podemos no solo confirmar y corregir, sino enriquecer la
Palabra motivo de la presente reflexión.
En algunos momentos hago alusión a interpretaciones valoradas por el siervo Leo Fenton,
pues gracias a algunos de ustedes he podido conocer parte de su obra en el Señor, y soy
sincero, he comentado con el hermano Carlos que lo que plantea Leo no se contrapone a
lo que hemos aprendido doctrinalmente, pero que sobre el nivel de revelación que Dios le
ha permitido manifestar, también se pueden colocar otros discernimientos, e incluso otros
puntos de vista diferentes, pero no necesariamente antagónicos. En este último sentido,
también comento con mucho respeto, referencias minúsculas de su enseñanza.
Según mi apreciación, los temas que he estado compartiendo en las últimas semanas,
pueden ser vivenciados como complejos, porque no estamos familiarizados con
determinados términos y conceptos, algunos de los cuales tienen fuertes raíces Hebreas.
Para ayudar a la aprehensión de dichos conocimientos, considero que debemos estar de
acuerdo -al menos- en cuatro aspectos:
I. Cinco mundos.
Antes de que el Creador manifestara todas las cosas, solo existía el Resplandor de su
Gloria (Heb 1.1-3) o la Luz Superior. Esa misma Luz vino al mundo (Jn 1.9) y en un acto
de amor se dio a si mismo por nosotros. Muchos podrían pensar que el sacrificio de Jesús
carece de una raíz espiritual, en este sentido, se puede ubicar la génesis de dicho acto de
“auto-negación”, en el propio proceso de manifestación de la creación, cuando por su
soberana voluntad, el Creador tuvo el deseo de “restringirse a sí mismo”, haciendo un
espacio o vacío en medio de la Luz Superior, para que entonces la creación tuviera lugar.
En la Torá se revelan cinco mundos (Fases) por medio de los cuales el Creador manifestó
su creación. La traducción del hebreo al resto de los idiomas, dificulta el reconocimiento
de las palabras originales que los designan, no obstante, en la Biblia podemos encontrar
términos que poseen igual equivalencia lingüística, o versículos que analizados en su
contexto, también permiten su fácil identificación. Los mundos referidos son:
El cuerpo de Adam revela una naturaleza dual: La espiritual y la animal. Evidencia bíblica
de ambas estructuras se aprecia en I Co 15.44. Por lo general desde una mentalidad
racional las personas perciben la historia de Adán de dos maneras:
Están los que creen que Adam era un ser perfecto, pero cuya naturaleza no era
Divina (espiritual), sino natural: inferior y animal. Luego cuando pecó, perdió su
perfección como hombre, revelando una naturaleza corrompida, rebelde y
enemiga de Dios.
También se encuentran los que creen que antes de la caída, Adam era un ser
perfecto y espiritual y que el pecado lo convirtió en un ser imperfecto y natural.
Sin embargo, cuesta discernir que cuando Adam fue creado poseía al unísono ambas
naturalezas, por eso se dice en Gn 1.26 que el primer hombre fue hecho a imagen
(dimensión espiritual) y semejanza (dimensión natural) del Creador (Rom 8.3). Esta forma
de ver la naturaleza de Adam no solo incluye los dos puntos de vista anteriores, sino que
los trasciende.
En Gn 2.7 la palabra hebrea empleada para designar la tierra de la cual fue formado
Adam es Adamá (Tierra espiritual), mientras que la palabra Eretz se usa para referirse a
la tierra inferior o natural. En Gn 4.12 se utilizan ambos términos en relación a la figura de
Caín, una interpretación del versículo podría ser que, a causa de su pecado (homicidio),
este perdió su conexión con lo espiritual (Adamá), para vivir a su propia suerte, como un
simple mortal apartado de la presencia de su Creador (Eretz), de ahí que Caín temiera
tremendamente por su vida en la tierra inferior (Gn 4.14).
¿Por qué la tierra de Adamá es espiritual? Porque en ella se encuentran integrados los
elementos básicos o la materia prima con la cual se formaron los seres de Yetzirah, para
luego ser materializados físicamente en Assiyah. Adamá es una estructura que pertenece
al mundo de Briah (Etapa creativa del alma común), se diferencia en Yetzirah y se
naturaliza en Assiyah. Adamá (Briah) es la dimensión interna de Eretz (Assiyah).
La palabra Adam está formada por las letras Alef (Fuego), Dalet (Puerta entre lo natural y
lo espiritual) y Mem (Agua). En este punto recordemos algunas de las palabras REMES
compartidas en encuentros anteriores:
Si a la palara Adam le sustraemos la letra Alef (Espiritual), se forma la palabra Dam, cuyo
significado es sangre, dando la idea de lo natural, por eso Por otra parte la letra Dalet significa
Puerta, constituyendo el puente entre lo natural y lo espiritual. La Alef (Fuego) representa lo
espiritual, mientras que la Mem (Agua) simboliza lo natural. Por eso Ap 21.1 al hablar del cielo
nuevo y la tierra nueva, expresa también que el MAR ya no existía más, cuyo significado
interno se podría entender como que: “la vida en lo natural ya no existirá más”.
En la conversación entre Jesús y Nicodemo, el Señor expresa que el que “no naciere de
AGUA y del ESPÍRITU no podría entrar al Reino de Dios”. El Agua alude a la letra Mem, y se
refiere al bautismo para arrepentimiento en el mundo natural, mientras que el Espíritu guarda
relación con la letra Alef, y se refiere al bautismo con Espíritu Santo y Fuego para
regeneración espiritual. Jesús le dijo a Nicodemo que el que no naciere del Agua (Mem) y el
Fuego (Alef) no sería un ADAM nuevo (Este es el Reino de los Cielos).
La interacción entre la Alef (Fuego) y la Mem (agua) conforma el vapor de agua, elemento
esencial para la formación de los cielos. Con razón el término cielo -en hebreo Shamayim-
proviene de la unión de la letra Shin (la cual también conforma la palabra fuego junto con
la Alef) y la palabra mayim (Mem, Yud, Mem) que significa agua. Luego, si al término
Adam se le añade al final la letra Hei -cuyo significado es ventana, trascendencia,
revelación y conciencia- se formaría la palabra tierra (Adama).
La posición final de la letra Hei (revelación) seguida de la letra Mem (agua), indica que la
Hei provoca el descubrimiento de las aguas para que la tierra se REVELE seca (Gn 1.9-
10, 2 Pe 3.5). Podemos ahora comprender como en la palabra Adama, están contenidos
de forma integrada los cuatro elementos básicos que permiten la manifestación de todos
los elementos de la Creación. En cambio Eretz es solo el elemento tierra que se
individualiza y materializa en el mundo de Assiyah (acción). Adamá es una estructura
matriz o maternal, por eso en Cantar de los cantares se dice “los hijos de mi Madre”, ya
que se alude a los seres formados desde esta dimensión.
Una rema relacionada con los mundos de Briah, Yetzirah y Assiyah puede ser encontrada
en Gn 1.27-28, en el primer versículo se enfatiza que Adam fue creado a la imagen del
Creador, y no se dice a su semejanza como en el versículo 26, porque aquí se está
aludiendo al mundo espiritual de Briah (Integración), luego en el versículo 28 la frase
“fructificad y multiplicaos” se refiere a los mundos de Yetzirah (diferenciación) y Assiyah
(individualización) respectivamente. El término fructificad es sinónimo de fecundar y la
fecundación describe básicamente el proceso de diferenciación de un ser en la matriz de
otro.
Los que pertenecen al nivel de Briah (Creación):” En sus ramas hacían nido todas
las Aves del cielo” (Estructura Angelical superior). La naturaleza de estos seres
estaba hecha de la sustancia del rostro de Adam. La percepción del Creador era
directa. La palabra “nido” también sugiere la idea del proceso de empollar o
incubar, es decir cuando todo un ser se esconde en la unidad de un huevo. La
frase “todas las aves del cielo” refuerza el concepto de unidad e integridad en el
mundo de Briah.
Los que pertenecen al nivel de Yetzirah (Formación): “Debajo de su ramaje parían
todas las bestias del campo” (Estructura Angelical inferior). La naturaleza de estos
seres estaba hecha de la sustancia del tronco de Adam. La percepción del
Creador es limitada. Desde esta dimensión fue que la estructura najash (serpiente
o estructura angelical inferior) sedujo a Adam. La palabra “parían” habla del
nacimiento de seres diferenciados, mientras que la frase “todas las bestias del
campo” habla del concepto de conexión. En este mundo nacen seres
diferenciados y conectados.
Los que pertenecen al nivel de Assiyah (Acción): “y a su sombra habitaban
muchas naciones” (naturaleza bestial o animal). Se dice “a su sombra” porque
estos seres no perciben directamente la Luz del Creador, la cual fluye por medio
de las estructuras superiores de Adam. La naturaleza de estos seres estaba
formada por los miembros inferiores de Adam. La parte más baja de esta
dimensión es conocida como “nuestro mundo”, donde la percepción del Creador
es nula. La frase “muchas naciones” refuerza el concepto de diversidad,
muchedumbre y división de individuos según nacionalidad.
¿Qué sucedió entonces con la caída? Que Adam descendió desde Briah hasta lo más
bajo (Assiyá). El mundo de Briah no dejó de existir, sino que Adam perdió la percepción y
la conexión con el mismo, llegando a ser Yetzirah su nuevo punto de conciencia, desde
esta dimensión, Adán proyectaba su conciencia hacia el mundo de Assiyah, y en este
plano adquiría una naturaleza bestial (Pero por cuanto su conciencia estaba en un lugar
más elevado, su cuerpo animal gozaba de una vida sobrenatural y de una duración en
años superior a los 900). Adam comenzó a existir en todos los planos de la existencia que
se encontraban por debajo de Briah. Este es el significado de “…y fue expulsado del
Edén”.
El estruendo de su caída provocó daño y descenso a todas las estructuras inferiores (Ez.
31.15-16). Por eso en Isaías 14.10 se dice que los Reyes de las naciones (cuerpo bestial)
se asombraron porque Adam llegó a ser igual a ellos en naturaleza. Es importante señalar
que con la caída de Adam ninguno de los mundos referidos desaparece, porque si estos
desaparecieran nuestro mundo (El físico) también dejaría de ser, lo que se perdió fue la
conciencia, percepción y el recuerdo de los mismos.
¿Cuál es el significado interno de que Moisés no haya alcanzado la tierra de Canaán? (Dt
32.52). Moisés se paró en el mundo de Briah y llegó a contemplar la Tierra de Atziluth (El
pensamiento de la Creación). Atziluth es el Canaán interior o superior. Por eso también se
dice del patriarca Abraham que en él serán benditas todas las naciones (Gn 22.18; Ga
3.8), porque quien alcanza la unidad en el mundo de Briah, ve a todos los hombres como
si fueran uno. La frase en “él serán benditas todas las naciones”, habla de la unidad de
toda la humanidad en el Señor, pues Abraham es un prototipo del hombre de arriba.
Isaías 14, así como Ezequiel 28 y 31, pueden ser considerados textos de difícil
comprensión, es que los mismos se refieren simultáneamente a tres personajes o figuras:
Adam Harishon (Primer hombre), Ha-Satán (Ser angelical caído) y Autoridades humanas
(Hombre natural). Por lo general las personas logran distinguir las dos últimas figuras
(Satanás y Hombres naturales), sin embargo discernir la figura del Primer Hombre
corresponde a un nivel de revelación más profundo.
En el idioma Hebreo la parte final del versículo de Isaías 14.14 se lee: “Adamé la
Elyon”/”Seré semejante al Altísimo”. Nótese que la expresión Adamé fonéticamente se
asemeja a la palabra Adam, de hecho se refiere a Él, sin embargo comúnmente se le
atribuye este texto a la figura de Satanás ¿Error de traducción? o ¿Forma particular de
percepción?
Si decimos que estos juicios son una palabra de profecía a cumplir en tiempos futuros
¿En qué consistió el castigo de Ha-Satán? Porque si este pecó contra Dios, también fue
expulsado de su presencia, y si fue expulsado, esto significa que descendió a lugares de
deshonra, y si descendió ¿Cómo explicar su presencia en el Jardín del Edén?, pues Leo
Fenton plantea que antes de Adam ya Satanás se había revelado ¿Cómo pudo entonces
acceder a un Lugar Santo? Porque ¿Qué comunión tiene la Luz con las tinieblas?
Además ¿Cómo podremos atribuir el versículo 10 a Satán? Porque si lo analizamos como
una palabra cumplida tendríamos que aceptar que el poder de este ser angelical es igual
al de los hombres, cuando ya conocemos que su título es el de príncipe de este mundo.
De igual manera, en Ez 28.18 el Creador decreta juicios con una temporalidad cumplida
-uso de verbos en pasado- que colocarían a Satanás en un estado de despojo total,
fantasmagórico o de simple espectro frente a los hombres en la tierra ¿A caso no se
estaría haciendo referencia a la condición de cenizas de Adán a causa de la
desobediencia? ¿No fue Adam quien fue puesto en el huerto de Elohim el día que fue
creado? Gn 2.8; Ez 28.13
¿Estaba Leo Fenton equivocado al plantear que antes de Adam ya había existido un
mundo en desobediencia? De ninguna manera, solo que al existir diferentes niveles de
percepción, se manifiestan diferentes niveles de interpretación, pero la interrogante
planteada sería fácil de comprender si asumiéramos que Adam existió al unísono en los
tres mundos: Briah-Creación (Integración), Yetzirah-Formación (diferenciación) y Assiyah-
Acción (Individualización). Los tres mundos son la totalidad del Adam revelado, solo que
antes de la caída el Adam de Briah y Yetzirah no conocían su cuerpo más externo
-Assiyah-, por esta causa el varón (Ish) y la varona (Ishshah) tras la caída reconocieron
de forma completa la paternidad y la maternidad en el mundo de Assiyah ¿De dónde
conocemos esto? De la expresión de Adán cuando después de comer del árbol se le
abrieron los ojos del mundo de abajo y cambió el nombre de su Ishshah (varona) al de
Eva, por cuanto ella era la madre de todos los vivientes (Gn 3.20).
En el mundo de Briah todos los seres creados estaban integrados en una conciencia
única llamada Adam Harishon, la diferenciación de dichos seres se dio en el mundo de
Yetzirah. Las estructuras espirituales diferenciadas son denominadas árboles en el pasaje
de Ez 31, esto simbólicamente alude a la relación que tienen esos seres con el Árbol de la
Vida (La cabeza del Mesías: Punto más interno que representa el deseo de otorgar
solamente al Creador) y con el árbol de la Ciencia del Bien y el Mal (Punto que simboliza
el paso a la externalidad y que representa el deseo de recibir para sí).
El árbol más hermoso del Edén (Ez 31.8-9) hace referencia a Adam como la cabeza de
ese SER creado. Él era el árbol más hermoso porque su función era alimentar y sostener
a los seres de todos los mundos, ya que ellos conformaban la estructura de su propio
cuerpo (Ez 31.4, 6). Es oportuno expresar que gran parte de los árboles diferenciados en
Yetzirá cayeron junto con Adán y se vistieron con un cuerpo animal en Assiyah, estos
fueron los Hijos de Dios que se juntaron a las hijas de los hombres y dieron a luz gigantes
y varones de renombre (Gn 6.4).
¿Por qué se habla de Hijos de Dios y de Gigantes en la tierra? Porque a diferencia de los
hombres nacidos en Assiyah cuyas conciencias solo tenían contacto con ese mundo, los
Hijos de Dios y los Gigantes tenían su conciencia más arriba, en el mundo de Yetzirá y
desde ahí materializaban en la tierra sus cuerpos animales, los cuales estaban dotados
con capacidades y poderes sobrenaturales. Los Hijos de Dios y los Gigantes tenían gran
estatura física y mental.
Cuando Adán cayó esto implicó que su conciencia descendiera a los mundos inferiores,
llegando a corporizarse en el mundo de Assiyah, en este espacio de la realidad ya
existían los hombres, quienes también eran considerados sus hijos, pues él los engendró
desde el mundo de Briah, luego podemos señalar un antes y un después tomando como
punto histórico referencial el proceso de la caída. Abel y Caín fueron los primeros hijos de
Adán y Eva en el mundo de Assiyah después de la caída, pero sus conciencias también
pertenecían a Yetzirah, por eso se dice que Caín encontró mujer entre las hijas de los
hombres (Gn 4.17), es decir mujer cuya conciencia era del mundo de más abajo.
Recordemos también que cuando Caín pecó descendió de la tierra de Adama (Yetzirah) a
la de Eretz (Assiyah).
Fenton no reveló la dimensión más interna del primer Adam, esto condujo a que
expresara que antes de su creación, haya existido vida natural en una tierra anterior (2 Pe
3.5), pero la verdad es que esta vida no fue previa a la creación de Adam, sino anterior a
su manifestación en el mundo de Assiyah (Caída), porque para que haya existido
hombres naturales en una tierra anterior, también tuvo que haber existido un Adam
espiritual que los engendrara, esto es un principio espiritual inviolable, los mundos de
arriba determinan a los mundos de abajo y, todo lo que está abajo tiene su raíz espiritual
en los mundos de arriba. Recordemos que el hombre es imagen (espiritual) y semejanza
(natural) de su Creador.
Los hombres en este mundo tenían un desarrollo muy primitivo, el engrosamiento de sus
egos era tal, que la Luz espiritual no los afectaba, por eso en Ez 31.6 dice que las
naciones habitaban a la sombra, pues la sombra esconde la Luz, y para esconder la Luz
se necesita de una realidad intermedia que la bloquee, esa pared es el EGO o deseo de
recibir para sí, por tanto, estamos hablando de seres que estaban incapacitados para
percibir y conocer al Creador, por eso se intuye que en el nivel por debajo de Assiyah la
muerte podía ser una posibilidad, razón por la cual el Creador advierte a Adam de no
comer del árbol de la Ciencia del Bien y el Mal, porque el día que de Él comiera
ciertamente quedaría bajo su poder (Gn 2.16-17), es decir, no solo conocería un mundo
de muerte; sino que experimentaría en si mismo la muerte.
Este hombre de Assiyah a causa de su separación con los mundos superiores tenía
maldad en su corazón (solo recibían para sí mismos), a pesar de ello la función del Adam
de arriba era alimentar y sostener a todos los seres inferiores, afinemos ahora el
discernimiento, si Adam hubiese labrado lo suficiente el huerto, es decir si hubiese
perfeccionado sus Kli (vasijas, deseos) de otorgamiento y avanzado aún más hacia la
interioridad -Cabeza del Mesías-, la Luz que hubiesen recibido los mundos inferiores no
solo iba a ser mayor, sino que también corregiría sus naturalezas egocéntricas. Sin
embargo, Adam seducido por el poder del Ego (piel de la serpiente o najash) realizó el
movimiento contrario, aumentó los niveles de satisfacción personal hasta que llegó a
“comer” de su ser externo, entendamos que esto fue un proceso, de hecho, las
consecuencias de acercarse a la externalidad fue vivenciada físicamente y
paulatinamente en el mundo de Assiyah. Expliquemos mejor esta proposición partiendo
de una interrogante.
¿Cómo se puede afirmar que existía la muerte en el mundo de Assiyah antes de que
Adán probara el fruto del Árbol de la Ciencia del Bien y el Mal? ¿No dice la Palabra en
Romanos 5 que a causa de la transgresión de un solo hombre (Adán) sobrevino la muerte
a todos los hombres?
La respuesta está en el significado de la palabra transgresión, pues comer del árbol fue el
resultado final de ese proceso, pero la transgresión comenzó con la acción de “desear
para sí mismo o codiciar” (Gn 3.6; Is 14.13-14, Ez 28.16 y Ez 31. 10 y 11), de aquí el
mandamiento “no codiciarás”. Automáticamente que Ish e Ishshah codiciaron, los mismos
decretaron la muerte en el mundo de más abajo, y de la misma forma que la Luz del Sol
llega desfasada a la tierra por cuestiones de tiempo y espacio, la muerte alcanzó al
mundo de Assiyah antes de la caída, por lo que previo a la misma hubo un período de
vida, que se pudo haber conservado y prolongado hasta la eternidad si el deseo del Adam
Superior (Cabeza) no hubiese sido para sí mismo. De modo que cuando Adán cayó, el
Seol ya albergaba los muertos del mundo más bajo de Assiyah (Is 14.9; Ez 31.14).
¿Qué sucedió entonces? Que durante el proceso de descenso, previo al punto de comer
del árbol, la recepción de la Luz por parte de los mundos inferiores se hizo cada vez
menor, provocando mayor caos y muerte en las profundidades de Assiyah, por eso se
dice que Adam puso al mundo como un desierto, que a sus presos nunca abrió la cárcel
(Is 14. 7) y que causó la muerte de su propio pueblo (Is 14.20). La caída de Adam
también fue un elemento de Juicio Divino sobre los mundos inferiores (Ez 31.16) a causa
de la creciente maldad de los hombres (recepción egoísta).
Existe otra faceta escondida de la caída de Adán, la de falso Mesías, redentor o salvador,
y esto no en un sentido peyorativo, sino en término de capacidad. Adán y Eva son los
padres de la creación y el descenso de ellos al mundo de Assiyah marcó una nueva etapa
de renovación espiritual, pues antes de la caída, los hombres de Assiyah no conocían la
revelación del Creador, posterior a esta, Adán por cuanto había nacido en el mundo de
Briah, y por cuanto en aquel entonces tenía su conciencia en el mundo de Yetzirah, pudo
dar a conocer las buenas nuevas de la existencia del verdadero Padre celestial. Adam
como ser creado o “alma viviente” es una sombra mesiánica o de salvación, solo que él
no tenía poder para salvarse a sí mismo, sin embargo como consecuencia de su
testimonio, por primea vez en lo más bajo del mundo de Assiyah los hombres comenzaron
a invocar el nombre de Jehová (Gn 4. 25-26), otra versión traduce el texto como que se
comenzó a invocar el nombre de Yahvé de forma profana (idolatría) y una tercera plantea
que fue Enós el hijo de Set (tercer hijo de Adán y Eva), quien por primera vez nombró
correctamente el nombre de Jehová, no obstante es evidente que con la caída del sistema
Adámico al mundo más bajo de Assiya, el hombre comenzó a buscar a Elohim con fines
egoístas o altruistas. Adam, por cuanto descendió de un lugar de comunión con el
Creador, pudo dar testimonio de Él, pero por cuanto no pudo ascender, tampoco pudo
impartir vida a la creación ¿De quien se dice que descendió para dar testimonio y que
luego ascendió para dar vida? Del Hijo de Dios (Ef. 4.8-10) o del Postrer Adam (I Co
15.45).
Ahora podemos discernir la primera parte del versículo de Gn 3.22: “Y dijo Jehová Dios:
He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal”.
¿Por qué en los textos de Isaías 14 y Ezequiel 28; 31 vemos a Satán y no a Adán?
Adán también tiene naturaleza angelical.
Shalom