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PROCESOS DE SOLDADURA
E4C
En la actualidad se pueden encontrar una gran variedad de usos, así como una gran
variedad de gases que el hombre a podido usar en su beneficio y desarrollo, desde
combustibles como el gas natural y hasta el uso medicinal del oxígeno en pipetas y
máquinas para las personas con síndromes respiratorios.
El área de utilización y aprovechamiento de los gases que apaña este trabajo es el uso de
los gases en la soldadura, para esto se recopiló la información y características principales
de los gases en general con el fin de saber con que tipo de material se está tratando y se da
una información más a fondo sobre los que son exclusivamente usados en la soldadura, así
como su debido almacenaje y características técnicas.
1. Los Gases
La principal característica de los gases respecto de los sólidos y los líquidos es que no
pueden verse ni tocarse, pero también se encuentran compuestos de átomos y moléculas. La
causa de la naturaleza del gas se encuentra en sus moléculas, muy separadas unas de otras y
con movimientos aleatorios entre sí. Al igual que ocurre con los otros dos estados de la
materia, el gas también puede transformarse (en líquido) si se somete a temperaturas muy
bajas. A este proceso se le denomina condensación en el caso de los vapores y licuefacción
en el caso de los gases perfectos.
La mayoría de los gases necesitan temperaturas muy bajas para lograr condensarse. Por
ejemplo, en el caso del oxígeno, la temperatura necesaria es de –183 °C.7. Las primeras
leyes de los gases fueron desarrollados desde finales del siglo XVII, cuando los científicos
empezaron a darse cuenta de que en las relaciones entre la presión, el volumen y la
temperatura de una muestra de gas, en un sistema cerrado, se podría obtener una fórmula
que sería válida para todos los gases. Estos se comportan de forma similar en una amplia
variedad de condiciones, debido a la buena aproximación que tienen las moléculas que se
encuentran más separadas, y hoy en día la ecuación de estado para un gas ideal se deriva de
la teoría cinética. Ahora las leyes anteriores de los gases se consideran como casos
especiales de la ecuación del gas ideal, con una o más de las variables mantenidas
constantes.
Empíricamente, se observan una serie de relaciones proporcionales entre la temperatura,
la presión y el volumen que dan lugar a la ley de los gases ideales, deducida por primera
vez por Émile Clapeyron en 1834.
- Las moléculas del gas se mueven a grandes velocidades de forma lineal pero
desordenada
- La velocidad de las moléculas del gas es proporcional a su temperatura absoluta
- Las moléculas del gas ejercen presión sostenida sobre las paredes del recipiente que
lo contiene
- Los choques entre las moléculas del gas son elásticas por lo que no pierden energía
cinética
- La atracción / repulsión entre las moléculas del gas es despreciable
- Para estos gases ideales se cumple la siguiente ley:
P·V=n·R·T
Donde n son los moles del gas y R la constante universal de los gases ideales.
𝑃1 𝑣1 𝑃2 𝜈2
=
𝑇1 𝑇2
1.1.7 Ley de Graham:
Graham descubrió en 1829 que las velocidades de efusión (salida a través de poros) y
difusión (expansión hasta ocupar el volumen del recipiente) de los gases son inversamente
proporcionales a la raíz cuadrada de sus masas molares:
1
𝑣1 𝑚2 −2
=[ ]
𝑣2 𝑚1
Donde: v1, v2 son las masas de difusión / efusión del gas y M2, M1 son las masas
molares
Los gases son uno de los estados de agregación de la materia. En este estado las
moléculas que constituyen un gas casi no son atraídas unas por otras, por lo que se mueven
en el vacío a gran velocidad y muy separadas unas de otras, explicando así las propiedades.
Hay varias características de los gases que son familiares para todo el mundo. Los gases no
tienen forma ni volumen propio se expanden hasta llenar y adoptar las formas de los
recipientes que los contienen. Los gases se difunden unos en otros y se mezclan en todas las
proporciones. No se pueden ver las partículas individuales de un gas, aunque se puede
apreciar si la masa de gas tiene color como por ejemplo el Cl2(g) es un gas amarillo
verdoso, el Br2(g) es un gas rojo pardusco, y el I2(g) es un gas violeta. No obstante, la
mayor parte de los gases comunes como H2, O2, N2, CO y CO2, son incoloros.
Los metales presentan enlaces característicos: enlaces metálicos (los que forman
moléculas de un mismo elemento metálico entre sí) o enlaces iónicos (por préstamo de
electrones). Las sales constituidas a partir de elementos metálicos forman iones
electropositivos (cationes) en una disolución.
Debe aclararse que incluso las aleaciones de un metal con otro (o con un no metal)
continúan siendo materiales metálicos, como es el caso del acero y el bronce, aunque sean
mezclas y no sustancias.
- Una sustancia gaseosa pura está constituida por moléculas de igual tamaño y masa.
Una mezcla de sustancias gaseosas está formada por moléculas diferentes en
tamaño y masa.
- Debido a la gran distancia entre unas moléculas y otras y a que se mueven a gran
velocidad, las fuerzas de atracción entre las moléculas se consideran despreciables.
- El tamaño de las moléculas del gas es muy pequeño, por lo que el volumen que
ocupan las moléculas es despreciable en comparación con el volumen total del
recipiente. La densidad de un gas es muy baja.
- Las moléculas de un gas se encuentran en constante movimiento a gran velocidad,
por lo que chocan elásticamente de forma continua entre sí y contra las paredes del
recipiente que las contiene.
𝑃𝑀
𝑑=
𝑅𝑇
En efecto, para un gas ideal con N moléculas, cada una de masa m y moviéndose con
una velocidad aleatoria promedio vrms contenido en un volumen cúbico V, las partículas
del gas impactan con las paredes del recipiente de una manera que puede calcularse de
manera estadística intercambiando momento lineal con las paredes en cada choque y
efectuando una fuerza neta por unidad de área, que es la presión ejercida por el gas sobre la
superficie sólida.
En lo que se refiere a los gases, las propiedades químicas son las más importantes, ya
que son las que reflejan la capacidad de reaccionar químicamente con otras materias
produciendo subproductos potencialmente peligrosos o grandes cantidades de calor.
Se considera gas inflamable, a cualquier gas que pueda arder en condiciones normales
de oxígeno en el aire. La combustión de los gases inflamables en el aire está sujeta a las
mismas condiciones que los vapores de los líquidos inflamables; es decir, cualquier gas
inflamable, entrará en combustión sólo dentro de ciertos límites de composición de la
mezcla de Gas-Aire (límites de inflamabilidad o combustibilidad) y a una cierta
temperatura necesaria para iniciar la reacción (temperatura de ignición).
Aunque los vapores de los líquidos y los gases inflamables muestran idénticas
características de combustión, el término Punto de Inflamación, prácticamente no tiene
significado en lo que se refiere a los gases. El Punto de inflamación es básicamente la
temperatura en la que un líquido inflamable produce suficiente cantidad de vapores para
que se produzca la combustión. Dicha temperatura, está siempre por debajo de su punto de
ebullición normal. El gas inflamable se encuentra normalmente a una temperatura superior
a la de su punto de ebullición normal, incluso cuando se transporta en estado líquido, y por
lo tanto, está a una temperatura muy superior a la de su Punto de inflamación.
Un ejemplo, serían, el Butano, Hidrógeno, Acetileno, etc., que son gases, que arden, no
son respirables, y que pueden formar mezclas explosivas con el aire.
Son los que no arden en ninguna concentración de aire o de oxígeno. Sin embargo,
muchos de estos gases sí pueden mantener la combustión de otras materias, o al contrario,
otros tienden a sofocarla. Los que mantienen la combustión, se llaman generalmente
oxidantes, y están formados por mezclas de oxígeno con otros gases como Helio, Argón,
etc.
Entre los gases que no mantienen la combustión y que generalmente se llaman gases
inertes, los más comunes son el Nitrógeno, Argón, Helio, Bióxido de carbono y Bióxido de
azufre. También es cierto, que algunos metales pueden reaccionar vigorosamente en
atmósferas de Nitrógeno o Bióxido de carbono, como por ejemplo el Magnesio.
Como la mayor parte de los gases pueden estar destinados a reaccionar químicamente
con otras substancias bajo ciertas condiciones, el término gas reactivo se emplea para
distinguir los gases que reaccionan con otras materias o con sigo mismos, produciendo
grandes cantidades de calor o productos de reacción potencialmente peligrosos, mediante
una reacción distinta de la combustión y bajo condiciones de iniciación razonablemente
previsibles (calor, impacto, etc.). Un ejemplo de gas altamente reactivo es el Flúor, que
reacciona con prácticamente todas las substancias orgánicas e inorgánicas a temperaturas y
presiones normales, y generalmente a suficiente velocidad como para producir llamas. Otro
ejemplo es la reacción del Cloro (clasificado como gas no inflamable) con el Hidrógeno
(gas inflamable), que también puede producir llamas.
Varios gases pueden reaccionar químicamente con ellos mismos cuando se les somete a
condiciones fácilmente previsibles de calor e impacto, incluida la exposición al fuego, con
producción de grandes cantidades de calor, como son el Acetileno, el metilacetileno, el
Propano-dieno y el Cloruro de Vinilo. Estos gases se encuentran generalmente en
recipientes mezclados con otras substancias para su transporte y almacenamiento; a veces
se conservan en recipientes especiales para estabilizarlos contra posibles iniciadores de
reacción.
Ciertos gases pueden representar cierto riesgo para las personas si se liberan en la
atmósfera. En esta categoría se incluyen los que resultan venenosos o irritantes al inhalarlos
o al entrar en contacto con la piel, tales como el Cloro, el Sulfuro de hidrógeno, bióxido de
azufre, Amoniaco o el Monóxido de carbono. La presencia de tales gases puede complicar
seriamente las medidas de lucha contra incendios si los bomberos están expuestos a su
acción.
Estas propiedades tienen gran importancia para la protección y lucha contra incendios,
puesto que afectan al comportamiento físico de los gases, tanto mientras permanecen en sus
recipientes como cuando se liberan accidentalmente. Por su naturaleza, los gases deben
estar totalmente encerrados en recipientes para su transporte, manipulación y
almacenamiento hasta el momento de su empleo. Por cuestiones de economía práctica y
facilidad de empleo, es necesario que los gases se envasen en recipientes que contengan la
mayor cantidad posible de gas, lo cual tiene como resultado la adopción de medidas para
aumentar la presión de los gases hasta el punto de que el transporte sea licuado en muchas
ocasiones, y pocas veces sea únicamente en fase gas.
2.2.1 Gases comprimidos
Se le llama gas comprimido, a aquel gas que a temperatura normales y bajo presión
dentro de un recipiente conserva su estado gaseoso. Serían aquellos gases o mezclas de
gases, cuya temperatura crítica es menor o igual a -10ºC.
Se les llama gases criogénicos a aquellos gases que para mantenerlos licuados en el
interior de su envase debemos proporcionarle unas temperaturas muy por debajo de las
temperaturas normales, generalmente por encima de su punto de ebullición a temperatura y
presión normales, y a presiones proporcionalmente bajas o moderadas. La principal razón
de esta diferencia respecto al gas licuado es que el gas criogénico no puede mantenerse
indefinidamente en el recipiente que lo contiene debido a que éste no puede impedir la
penetración del calor de la atmósfera, que tiende continuamente a elevar su presión hasta un
nivel que puede llegar a exceder la resistencia de cualquier tipo de recipiente. Son aquellos
gases cuya temperatura de ebullición a presión atmosférica es inferior a -40ºC.
Son muchos los sectores que pueden beneficiarse de la gama de gases de protección para
soldadura y corte de Carburos Metálicos. Pueden aumentar la calidad, optimizar el
rendimiento y reducir los costes. Nuestros expertos equipos de aplicaciones de todo el
mundo pueden hacer uso del conocimiento que poseen de su sector y sus aplicaciones para
ofrecerle un suministro de gases de protección y una solución tecnológica que se adapten a
sus necesidades específicas. El cuadro siguiente contiene más información detallada sobre
nuestra gama de gases de protección.
3.1 Acetileno:
3.2 Argón:
El argón es parte de una gama de gases elementales puros y mezclas de gases para la
soldadura láser. El argón es apto para láseres con potencias de hasta 3 kW. No obstante, las
propiedades de supresión del plasma del argón pueden mejorarse mezclándolo con helio,
oxígeno o dióxido de carbono. Los gases más usados son el argón y el helio.
Imagen 8. Ficha técnica argón.
El dióxido de carbono y el nitrógeno son gases reactivos que pueden formar óxidos,
carburos y nitruros con el metal de soldadura. Por tanto, las propiedades mecánicas de las
soldaduras pueden verse afectadas y, en algunas aplicaciones, se desaconseja el uso del
dióxido de carbono y del nitrógeno como gases de soldadura. No obstante, en algunos
casos, los gases de soldadura reactivos se pueden aceptar, e incluso pueden resultar
beneficiosos. En algunos aceros inoxidables, por ejemplo, el nitrógeno ofrece una mayor
resistencia a la corrosión y una mejor microestructura de las soldaduras.
Imagen 9. Ficha técnica dióxido de carbono.
3.4 Helio:
3.5 Oxígeno:
4. Obtención de Gases
Desde el punto de vista Industrial, pueden seguirse dos procedimientos para la obtención
del oxígeno: la electrólisis del agua y la destilación fraccionada del aire.
- A partir del aire: el nitrógeno puede obtenerse del aire por simple eliminación del
oxígeno. En el laboratorio, haciendo pasar el aire arriba de cobre calentado, éste se
apodera del oxígeno para formar óxido cúprico sólido, CuO. Si se quema fósforo en
una campana invertida sobre agua se forma fósforo pentaoxidado sólido, que se
disuelve en el agua y deja un residuo que en su mayor parte es nitrógeno. Otro
método de obtención consiste en hacer burbujear aire en una solución alcalina de
pirogalol, que absorbe al oxígeno.
- A partir de sus compuestos: el nitrógeno puede prepararse por oxidación del
amoníaco, por lo cual se hace pasar este gas sobre óxido de cobre calentado al rojo.
2NH3 + 3CuO flecha3H2O + N2 + 3Cu0
Un método más conveniente consiste en la descomposición del nitrito de amonio,
NH4NO2. Este compuesto es inestable, y se descompone fácilmente en agua y en
nitrógeno. Cuando se calienta suavemente una disolución que contiene una mezcla
de cloruro de amonio y nitrito de sodio, se desprende nitrógeno.
NH4+ + NO2 flecha2H2O + N2.