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La idea general orbita en torno a la gestión de las instituciones educativas, su tiempo y hacer, los
aspectos organizacionales, los equipos y sus vínculos así como también la instrumentación de lo
pedagógico-didáctico ofreciendo perspectivas para comprender los contratos fundacionales así
como también los modelos de consenso para abordar las cultura institucional de lo escolar.
Contratos fundacionales
Las instituciones se originan como construcciones sociales donde se amalgaman para conformar
su estructura las arquitecturas materiales, geográficas y simbólicas articuladas por coyunturas
históricas que determinan la ingeniería para la cual funcionan ya que son creadas como respuesta
a una necesidad y por lo tanto traen consigo un paquete de “soluciones” que al aplicarse se
transforman, articulan, anulan, entran en conflicto…es la sociedad la que modifica su estructura
y corre sus límites según cada caso en particular.
Frigerio nos propone entender a las instituciones educativas como un recorte de la arquitectura
global de la sociedad diferenciándolas de otras instituciones similares a través la dotación de
sentido social; es esta última condición la que luego redefine los espacios institucionales ya que
los sujetos sociales, los actores, al atravesar los procesos históricos dan cuenta de adaptaciones
que surgen pero llevando consigo la marca de su originalidad
Los orígenes de los sistemas educativos actuales tienen su basamento en la “cosa pública”
estrechamente vinculada a los ideales republicanos aunque con las miras puestas en generar una
reestructuración social a través de la especialización y la división del trabajo, proceso para el
cual es necesario sistematizar y asegurar la transmisión de saberes acumulados así como también
organizar procesos de cooperación que concurran en la producción de un mismo bien.
Fueron necesarios contratos, que formalizaran, legalizaran, legitimaran las múltiples relaciones
entre los individuos así como también las que estos últimos tienen con el gobierno y el Estado; el
consenso que se estableció a través de estos acuerdos y contratos dieron origen al derecho
privado y luego al público donde existen obligaciones, derechos, garantías y penas o sanciones
que regulan las funciones y ámbitos de las practicas
Pero ¿Quién se encarga de verificar el cumplimiento del mandato?
Sobre la escuela se depositan expectativas y se articulan tres lógicas diferentes, por un lado la
lógica cívica, relacionada con el interés general sobre la igualdad de oportunidades, luego la
económica, referente a la producción de bienes y el trabajo o también la domestica, sobre
familias e individuos, finalmente integrados todos por la lógica de las ciencias, del conocimiento
culto.
La escuela como institución contó con el reconocimiento social y también con el derecho a
participar en la definición del contenido y el sentido de las acciones que se realizaban en el
marco de ese contrato.
Tanto los saberes a transmitir, como los destinatarios de lo que se transmite, son definidos por la
sociedad, la cual establece aquello que necesita transmitir y a quienes quiere que se transmitan
los saberes. Pero cada escuela, tiene una posibilidad, que ejerce más o menos de constituirse
como escuela cerrada o abierta, conservadora o innovadora.
En palabras de la autora “La escuela es una institución atravesada permanentemente por dos
tendencias, una reproductivista, conservadora, que tiende a perpetuar un
orden; y una tendencia innovadora, transformadora, que se propone modificar ese orden”
El currículum escolar prescripto asume una importante y particular responsabilidad, en la medida
en que permitirá la formulación y explicitación de los contratos que adquieren el “qué” hacer
educativo y que son modos de “traducir” y de resignificar con precisiones específicas, el contrato
original, entre la sociedad y las instituciones. Son estas últimas las que gestionan y actualizan el
currículum prescripto como un eje, un ordenador de las tareas institucionales potenciando según
corresponda las singularidades, dice Frigerio: “Esta potencialidad hace acto a través del
desarrollo curricular, de las prácticas pedagógicas de los docentes, de la elección de la propuesta
editorial y de los distintos materiales y recursos didácticos”
Son entonces estos contratos los que actúan como marco del contrato pedagógico y didáctico de
cada aula otorgando nuevos sentidos para cada grupo teniendo en cuenta el pacto fundacional.
Ahora bien, ¿este acuerdo ha perdido vigencia? Actualmente, dice la autora, las partes
involucradas no pueden dar satisfacción a los compromisos asumidos y por eso cuando se habla
del divorcio de escuela y sociedad o crisis de la educación hablamos de Ruptura contractual.
La escuela rompe el contrato al no transmitir aquellos saberes que el desarrollo
científico-tecnológico indican como adecuados para que los jóvenes puedan
entender e intervenir el mundo actual, obstaculizando las expectativas de la lógica económica y
las de la lógica doméstica. Por otro lado, los procesos derivados de los gobiernos dictatoriales
del pasado han dejado resabios que enturbian la lógica cívica
fundacional.
Estas y tantas otras expresiones son formas de señalar que cada escuela tiene una
“personalidad”, un “estilo”. Este estilo se construye en un complejo entramado en el que el
proyecto fundacional va siendo moldeado por los actores, cuyas prácticas son captadas en
nuestra imagen-representación.
Esta imagen-representación se compone no solo de sus aspectos manifiestos sino también
aquellos aspectos menos visibles como la percepción que los miembros tienen de la
organización y de sus prácticas.
Cada institución posee rasgos de identidad y señas particulares que le son propios; ambos
constituyen y simultáneamente son aprehensibles en lo que denominamos cultura
institucional
**La cultura institucional es aquella cualidad relativamente estable que resulta de las
políticas que afectan a esa institución y de las prácticas de los miembros de un
establecimiento. Es el modo en que ambas son percibidas por los miembros dando un
marco de referencia para la comprensión de las situaciones cotidianas, orientado e
influenciando las decisiones y actividades de todos aquellos que actúan en ella**
Modelos de vínculos
o Valores vigentes
o Prejuicios y criterios de valoración
o Los distintos estilos que adquiere la dinámica de las relaciones
o El grado de adhesión y pertenencia de sus miembros
o Los matices de la identificación con la tarea, el grupo y la organización
o Mitos, leyendas y héroes
o El estilo de funcionamiento
o La representación, recepción y tratamiento de los usuarios o destinatarios
o Las características del cerco institucional
o Los vínculos interinstitucionales
o Las ceremonias y ritos
o Criterios de trabajo predominantes
o La filiación teórica de los integrantes
o Los criterios de agrupación
o Las pautas de auto-organización
Toda cultura halla su sustento en un imaginario institucional.
Los modelos de gestión resultan de la articulación de una propuesta del directivo y del
ajuste más o menos logrado con el resto de los miembros. Resultan de la lógica de los
actores institucionales y las características particulares del establecimiento**
la cultura ni los modelos son fijos, rígidos e inmutables, sino que se adecuan en función de los
cambios permanentes en el interior de la institución, su contexto próximo y el orden social
La negociación constituye una práctica siempre presente en las instituciones. A través de ella se
pone de manifiesto una pluralidad de intereses y actuaciones que pretenden satisfacerse en la
institución escolar.
El rol de la conducción es un rol de mediación en la negociación y de representación de estos
objetivos institucionales. La conducción organiza la negociación y establece las materias y
márgenes de la misma en atención al cumplimiento de un proyecto o plan institucional.
La negociación es una relación que apunta o procura neutralizar ciertas formas de expresión de
la oposición de intereses, concilia diferencias y divergencias mediante pactos y compromisos
concertados y explicitados en la institución. Debe entenderse la negociación como un proceso
de discusión que se propone articular puntos de vista diferentes y opuestos. Tiene que ver con
una conducta social en una situación de conflicto que buscar lograr beneficios a partir de
acuerdos satisfactorios entre distintas partes. Constituye también un conjunto de proceso y
procedimientos de aprendizaje.
Existen diferentes sistemas de poder: el sistema de poder contractual es uno de ellos, se basa
en la adjudicación de poder, durante un tiempo preciso a quien o quienes están en condiciones
de resolver ciertos problemas específicos.
Los miembros de la institución son considerados actores estratégicos en tanto puede sostener
enfrentamientos, entrar en oposición, establecer alianzas o coaliciones.
En consecuencia el conflicto se visualiza como inherente al funcionamiento institucional, pero
la tarea se resguarda por sobre las relaciones interpersonales, aunque sin desconocerse la
importancia de éstas.
Se promueve el debate productivo entre las mayorías y minorías para lograr consenso en torno
al proyecto institucional.
El equipo de conducción sustenta su poder en el saber experto; puede delegar tareas pero no
las responsabilidades que como conducción le competen. Valoriza y promueve la continua
evaluación de los resultados de la práctica institucional, incorporando criterios técnicos para la
realización de estas evaluaciones.
La dimensión pedagógico-didáctica es estructurante de las instituciones educativas
“profesionales”. El currículum prescripto funciona como organizador institucional, que será
moldeado por los actores a través del uso de los intersticios (grietas/fisuras) sin perder por ello
su valor ni su carácter contractual, tanto en el interior del sistema educativo y de cada institución
como en el vínculo escuela-comunidad.
Los modelos de gestión son modelos profesionales. Integrará diversas facetas: conductor,
orientador, mediador, árbitro y regulador de las distintas tareas institucionales.
*SÍNTESIS: el modelo de gestión profesional admite que los individuos tienen intereses,
propósitos y objetivos diferentes. En consecuencia aquellos que la conduzcan tendrán que
La institución como una cuestión de concertación
equilibrar y coordinar la diversidad de intereses a fin de que los individuos puedan
trabajar
juntos en las tareas sustantivas. Reconocerán el pluralismo institucional y desarrollaran
una
gestión pluralista en la que se buscara, a través de la gestión de los conflictos, que éstos
favorezcan a la institución**
Riesgo: instalar una permanente consulta y deliberación entre los miembros de la institución.
CARA Y CECA. CAPÍTULO 3: ACTORES, INSTITUCIONES Y CONFLICTOS
Toda nuestra vida transcurre en instituciones, algunos constituyen un pasaje obligado como es la
familia o la escuela, y otros son de pertenencia voluntaria por ejemplo un sindicato, partidos
políticos etc.
Una de las acepciones de institución remite a todo lo que está establecido, reglamentado (norma,
regla, ley).
Ley: Regla obligatoria o necesaria; estatuto o condición para algo. (latín: ligar)
Cada una nos remite a diferentes cuestiones. por un lado, una ligazón necesaria a las
instituciones. Por otra parte, las normas que establecen el disciplinamiento, para la regulación o
normalización de los comportamientos de los sujetos. Todas las instituciones utilizan normas y
reglas para organizar las relaciones entre individuos que les permita poder cumplir con la función
específica, llevando a cabo las actividades pertinentes.
Subjetivo: como cada uno interpreta esa letra, según sus representaciones.
La ley tiene un doble carácter por un lado delimita las prohibiciones, lo que no está permitido, y
por otro ofrece seguridad y protección. Esto hace que nos sintamos atraídos o rechacemos la
institución.
2.ACTORES Y PODER
Podemos decir que un actor o grupo de actores posee poder cuando cuándo tiene la capacidad de
hacer prevalecer su posición en la vida institucional, de influir en la toma de decisiones, obtener
reconocimientos, espacios, recursos, privilegios, cargos, o cualquier otro objetivo que se
proponga.
Cada uno tiene siempre la posibilidad “el poder” de desempeñar un rol con mil matices.
El poder no tiene existencia por sí mismo sino en una red de relaciones y supone la potencialidad
de prescribir, prohibir las conductas de los actores.
En las Instituciones se encuentran distintas zonas de clivaje (zonas débiles, donde puede haber
posibles rupturas).
Agentes: Son aquellos actores que representan a la institución, que hablan en su nombre y
defienden sus intereses.
Usuarios: están constituidos por el grupo de actores a quienes se intenta imponer las disciplinas
(norma o ley) institucional.
Los modos particulares en que cada institución aparecen los clivajes y cómo se posicionan los
actores frente a los mismos, configuran distintas redes de poder.
Cada director debe reconocer las zonas de clivaje de su institución para desarrollar acciones y
soluciones.
Estos clivajes institucionales están relacionados con el uso del poder, y las zonas de
incertidumbre.
Conocimiento de la normativa.
La posición de medios de sanción.
La posesión de recursos económicos.
El manejo de los medios de control de los recursos.
El acceso a la información.
El control de la circulación de las informaciones.
El control de las relaciones con la comunidad en la que está inserta la escuela.
La legitimidad q emana de la autoridad formal.
La competencia técnica o el grado de “expertez”