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En la comunidad científica tiene una gran aceptación la teoría inflacionaria, propuesta

por Alan Guth y Andréi Linde en los años ochenta, quienes intentaron explicar los
primeros instantes del universo. Se basa en estudios sobre campos gravitatorios
demasiado fuertes, como los que hay cerca de un agujero negro. Supuestamente nada
existía antes del instante en que nuestro universo era de la dimensión de un punto con
densidad infinita, conocida como una «singularidad espacio-temporal». En este punto se
concentraba toda la materia, la energía, el espacio y el tiempo. Según esta teoría, lo que
desencadenó el primer impulso del big bang es una «fuerza inflacionaria» ejercida en
una cantidad de tiempo prácticamente inapreciable. Se supone que de esta fuerza
inflacionaria se dividieron las actuales fuerzas fundamentales.

Este impulso, en un tiempo tan inimaginablemente pequeño, fue tan violento que el
universo continúa expandiéndose en la actualidad. Hecho postulado por Edwin Hubble.
Se estima que en solo 15 x 10-33 segundos ese universo primigenio multiplicó sus
medidas.

Formación de materia
La teoría del big bang consiste en que el universo, que antes era una singularidad
infinitamente densa, matemáticamente paradójica, con una temperatura muy elevada, en
un momento dado comenzó a expandirse, generando una gran cantidad de energía y
materia separando todo, hasta ahora.

El universo, después del big bang, empezó a enfriarse y, al expandirse, este


enfriamiento produjo que tanta energía comenzara a estabilizarse. Los protones y los
neutrones se «crearon» y se estabilizaron cuando el universo tenía una temperatura de
100 000 millones de grados, aproximadamente una centésima de segundo después del
inicio. Los electrones tenían una gran energía e interactuaban con los neutrones, que
inicialmente tenían la misma proporción que los protones, pero debido a esos choques
los neutrones se convirtieron más en protones que viceversa. La proporción continuó
bajando mientras el universo se seguía enfriando; así, cuando el universo tenía 30 000
millones de grados (una décima de segundo) había treinta y ocho neutrones por cada
sesenta y dos protones, y veinticuatro por setenta y seis cuando tenía 10 000 millones de
grados (un segundo).

Lo primero en aparecer fue el núcleo del deuterio, casi catorce segundos después,
cuando la temperatura de 3000 millones de grados permitía a los neutrones y protones
permanecer juntos. Para cuando estos núcleos podían ser estables, el universo necesitó
algo más de tres minutos, cuando esa bola incandescente se había enfriado a unos 1000
millones de grados.

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