CÓDIGO ÉTICO MUNDIAL PARA EL TURÍSMO

ARTÍCULO 3°.
El turismo, factor de desarrollo sostenible

1. Los entes encargados de salvaguardar el ecosistema deben encargarse de

una sana economía la cual no afecte el desarrollo de la naturaleza,
teniendo en cuenta el avance sostenible de los individuos que residen en el
área, el crecimiento turístico debe ser sustentable, creando conciencia y
ambiente digno para la flora y fauna en la que se encuentra, los entes
encargados deben garantizar las necesidades de las generaciones futuras.
Un ejemplo de esto son los humildes pescadores que ofrecen pequeños
lotes a prestantes familias, empresarios o a políticos alegando una
posesión de más de 20 años. Y quienes compran o se apropian de las
tierras han levantado lujosos chalets, quintas cafeteras, simples casitas o
modestos bohíos.

2. Las autoridades competentes deben acoger e incitar la modalidad de un

desarrollo turístico sostenible teniendo en cuenta la modalidad de no
contaminar ni producir gases cero que afecten el ecosistema, su flora y
fauna, evitando la polución de contaminantes que dañen y afecten de
manera directa o indirecta la naturaleza, teniendo en cuenta la no
explotación de recursos para poder tener una energía amigable con la
naturaleza y un agua que no contenga agentes contaminantes. Siva de
ejemplo que, con el objetivo de identificar alternativas productivas en la
zona de influencia del Parque Nacional Natural Tayrona, el personal de la
entidad y las asociaciones de prestadores de servicios de Opectaryrona y
Arictayrona recorrieron los sectores Calabazo– Boquerón y Aguas Frías–
Orinoco. En estos sectores se revisaron las posibles rutas para cabalgatas
ecoturísticas en los senderos. También las actividades agrarias y pecuarias
así como las opciones para la transformación de estos caminos a zonas de
conservación de las fuentes hídricas, con un modelo de restauración pasiva
sobre la cuenca media del río Piedras.

3. Las autoridades y demás agentes que hacen posible un desarrollo

sostenible en el turismo deben mantener un orden específico y un control
en el tiempo de visitas a los lugares, la cantidad de personas que visitarán y
el tipo de actividades que tendrán planeados, de igual manera verificar si
estas actividades puedan o no afectar el bienestar del medio ambiente. Se
es consciente que el desarrollo económico de la ciudad de Santa Marta se
ve reflejado gracias al impacto turístico, se puede notar ya que actualmente
 en época de pandemia se ha notado muy claramente como se ha visto
afectada la Ciudad. Este desarrollo económico también ha generado en los
últimos años la saturación de los espacios en los lugares preferidos por los
visitantes y locales. Sin embargo, es frecuente observar que el turismo está
seriamente alterado por el manejo inadecuado del territorio. No solo en
Santa Marta sino en todo el país tenemos ejemplos de lugares donde la
explotación forestal, la explotación de recursos naturales, la minería, la
producción industrial o demás situaciones han acelerado el deterioro de los
ecosistemas y favorecido en el crecimiento de la pobreza en las zonas más
vulnerables. Por ejemplo, en santa Marta se habilitaron hace un mes
aproximadamente al menos unos 15 balnearios, las playas más concurridas
desde este hecho han sido Cabo Tortuga, Bello Horizonte y Rodadero, pero
muchas personas intentaron ingresar a los balnearios violando las medidas
de bioseguridad. El pasado domingo 18 de Octubre, las autoridades se
vieron en la obligación de cerrar las playas a causa de un grupo de más de
100 personas que se quedaron por fuera, ya que la playa ya estaba en su
límite de visitantes, estas personas quisieron entrar a la fuerza, causando
desorden y aglomeración al punto de agredir al guardián de turismo
encargado del acceso. Además ecologícamente se han empezado a ver
afectadas ya que las autoridades registran al menos unos 120.000
visitantes diarios a estas playas, esto ha ocasionado un descaste
ambiental, ya que muchas personas no se hacen responsables de su
desechos, dejandolos en estos lugares. Por este motivo es de
imprescindible hacer conciencia de la importancia del código ético mundial
para el turismo, que no fue creado simplemente como protocolo para los
agentes del turismo, si no también para todas las personas que realizan
esta acción, y de esta forma no ser ignorantes del turismo responsable.

4. Los profesionales del sector, deben poner restricciones a las actividades

que se hagan en espacios indefensos, es decir salvaguardar las reservas
protegidas. Para mejorar la caridad de vida de la comunidad receptora, para
facilitar al vigilante una experiencia de falta calidad y mantener la calidad
del medio ambiente. Una manera de salvaguardar estos espacios es
incentivando a la gente y hacerlos conscientes. De esta manera el
ministerio de ambiente y desarrollo sostenible publicó: “Con motivo del
cumpleaños número 492 de la ciudad, la Alcaldía Distrital de Santa Marta
lideró por medio de la Gerencia de Proyectos Turísticos, la segunda
limpieza submarina “Todos unidos por el mar”. La jornada se llevó a cabo el
pasado 22 de Julio en las bahías de Taganga, Santa Marta y Gaira. El
objetivo principal de la actividad fue fomentar la cultura ambiental y de
protección de mares. Además de la recolección de residuos, se realizaron
trabajos de concientización y sensibilización.”
5. El ecoturismo busca un desarrollo más equilibrado con todos los actores
que participan en esta actividad. De ahí entonces, se busca la manera de
compenetrar estos actores de un modo más sostenible y amigable con el
medio ambiente que lo rodea, teniendo en cuenta politicas publicas y
existentes en el país y la normatividad que promueven las buenas prácticas
de comportamiento en la industria del turismo.