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Muchos estudiantes consideran que han alcanzado el máximo nivel de lectura porque

consiguen responder de forma satisfactoria las preguntas que les plantean luego de un texto
argumentativo o quizás un ensayo o porque logran escribir una opinión fundamentada en
alguna interrogante que se los demande. Sin embargo, al llegar a las aulas universitarias y
luego de los primeros controles de lectura sobre textos de contenido disciplinar u otras
temáticas, es cuando muchos caen en cuenta de que su nivel de comprensión lectora no era
el que pensaban. Y muchas veces, en la retroalimentación luego de las evaluaciones, los
docentes les explican a los recientes universitarios la diferencia entre un texto escolar y un
texto académico.

Ese preciso momento es en el cual el docente tiene dos caminos para continuar junto con sus
estudiantes:

El primero, continuar exigiéndoles erróneamente leer y releer cada una de las lecturas
programadas en el sílabo y solo preocuparse por impartir su contenido disciplinar o,

El segundo, identificar el nivel de comprensión de cada uno de sus estudiantes, para poder
homologarlos a través de un trabajo progresivo para desarrollar competencias que les
permitan una lectura crítica de cualquier tipo de texto, incluidos los textos académicos.

Los docentes del nivel superior saben que los textos académicos, comparados con otros tipos
de producciones escritas, son más elaborados, contienen lenguaje formal y objetivo y un
léxico especializado; además, exigen un grado de abstracción elevado, así como un buen
dominio de la semántica e información de su área del conocimiento para poder seguir las
referencias.

De ese modo, se hace necesario que los estudiantes continúen aprendiendo sobre cómo leer
críticamente y sobre lo que leen. Cómo leer críticamente implica una serie de procesos
cognitivos como indagar, seleccionar, jerarquizar, cuestionar y valorar la información que le
brinden los textos. Aprender sobre lo que leen, significa que los estudiantes continuarán
revisando temas de tipología textual, gramática, semántica y otros contenidos discursivos
que serán sus herramientas para abordar de forma apropiada los textos académicos.

Finalmente, considero que el estudiante universitario durante su formación, aprenderá


progresivamente sobre

Contenidos discursivos, necesarios para poder fortalecer su lectura

Cómo leer de forma crítica, para poder no solo comprender un texto, sino interpretarlo y
relacionarlo con la realidad en la que vive.

Y contenidos sobre la carrera que escogió.

Así como a escribir textos académicos, pero antes de lograr convertirse en un productor de
textos de este tipo, debe ser un consumidor crítico, que cuestione, que replanteé para así
crear algo innovador.

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