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UNMSM – Programa de Doctorado en Psicología

Curso: Taller de Investigación Cualitativa y Multivariada


Profesor: Dr. Carlos Alberto Arenas

ANÁLISIS DE LA LECTURA:
LA RELIGIÓN COMO SISTEMA CULTURAL11
de Glifford Geertz
Por Ps. José Antonio Panduro, MSc

A) Resumen de la Lectura

Comunicarse implica aprender un conjunto de convenciones, implica aprender las


convenciones de una cultura.

La religión propone un estilo de vida, una propuesta cultural, a partir de la fe en que


hay otro mundo en el cual vivir, mejor que éste, y a la vez perpetuo.

La Segunda Guerra Mundial no ha significado una profundización en el análisis de la


religión, las concepciones respecto de ella permanecen en el tiempo invariables o se
han restringido a posturas previas a la Primera Guerra Mundial; y la antropología se ha
basado en ellas para explicar su significado, prescindiendo de otras miradas, como las
de la filosofía, la historia, el derecho, entre otras. Se verifica que se está viviendo un
fenómeno de academicismo, en el sentido de otorgarle una confianza total a aquellos
que en un primer momento analizaron la religión. Pues en el tiempo no habido
propuestas tan competentes como las que plantearon los pensadores del primer
cuarto de siglo anterior.

Sin embargo, las propuestas teóricas planteadas en ese momento podrían ser el punto
de partida para un planteamiento teórico antropológico integral y relevante sobre la
religión. Puede haber muchas direcciones para establecer el análisis de ella, pero se
priorizará su dimensión cultural, no obstante, el término “cultural” haya tenido mucha
controversia.

El autor sostiene que no tiene ninguna duda con respecto de la acepción de cultura. Lo
asume como un esquema históricamente transmitido de significados en símbolos, de
concepciones heredadas y expresadas asimismo en símbolos que los hombres utilizan
para comunicarse, perpetuar y desarrollar su conocimiento y sus perspectivas sobre la
vida.

1
Geertz, G. (2003). La interpretación de las culturas. Barcelona: Editorial Gedisa.
La religión tiene una riqueza particular en todo ello, es así que es pertinente realizar un
estudio de la religión desde esta perspectiva.

Los símbolos sagrados contienen un conjunto de significados: morales y estéticos, de


cosmovisión y de estilo de vida, proponen una concepción acerca del orden del
mundo. Los símbolos establecen un nexo, una suerte de identificación entre un estilo
de vida y un más allá, los símbolos validan la presencia de uno en función del otro. Sin
embargo, no hay una teoría, ni evidencia empírica de cómo se efectúa esta conexión,
las personas simplemente lo viven así, y lo creen así. Y esto modula diversos tipos de
vínculos y estructuras de poder, desde la política, la familia, y la individualidad.

Geertz hace un desglose acerca de la definición de religión:

1. Sistema de símbolos que obra para…

Expresar ideas, abstracciones, representaciones de ideas, de actitudes, de juicios de


anhelos, de creencias. Los símbolos son fuentes extrínsecas de información en sí. Sin
embargo, las estructuras culturales como la religión, tiene símbolos con un intrínseco
doble sentido, por un lado, le dan una forma conceptual objetiva a la realidad social y
psicológica, y, a la vez, moldean estas realidades según la misma concepción. Son lo
que el autor menciona “modelos de” (modelos para interpretar la naturaleza y la
realidad) y no “modelos para” (organizadores reales de la naturaleza y la realidad). Los
“modelos de”, son procesos lingüísticos, gráficos, mecánicos que interpretan lo
natural, y que son construcciones en el lenguaje de los hombres, pero que intentan ser
“modelos para”. De ahí la idea de que existe un orden natural a la luz de la religión,
justificando un conjunto de acciones y valoraciones, basándose en estos símbolos
religiosos y sus significados.

2. … establecer vigorosos, penetrantes y duraderos estados anímicos y


motivaciones en los hombres…

Todas aquellas actitudes, comportamientos y acciones que le permiten a una persona


vivir en su ambiente natural cobran un sentido desde la religión, o sufren una relectura
en el contexto religioso, las mismas cosas que vivirían o sentirían sin una posición
religiosa, adoptarán un sentido dentro de ésta, pues son los mismos sentimientos que
experimentamos, pero redefinidos. Así, por ejemplo, la culpa, no es más que la
sensación de no haber cumplido con una responsabilidad, pero en el punto de vista de
la religión genera, la relectura será: vergüenza y la búsqueda posterior de una
reconciliación con la divinidad.

Para entender un poco esto, las actitudes constituyen predisposiciones, probabilidad


de que ocurra una acción, en ese sentido un hombre piadoso sería alguien que tiene
una alta probabilidad de actuar de una manera piadosa y con valentía, o que evita
comportamientos banales, y que se ve motivado a sostener estas actitudes. Los actos
reverentes, solemnes o devotos pueden tener una diversidad de expresiones. En ese
sentido, así como no hay una sola clase de motivación que podamos llamar piedad o
religiosidad, tampoco hay una sola clase de estados anímicos que podamos llamar
devoción. Los motivos se dirigen hacia ciertas acciones transitorias, pero, los estados
de ánimo sólo varían en intensidad.

Según este modelo los estados anímicos, como la devoción, dan sentido a las acciones,
es decir, a sostener esa tendencia a comportarse de una manera. Devoción y
religiosidad se conectan y alimentan en el marco de los símbolos y sus significados.

3. … formulando concepciones de un orden general de existencia.

La religión es una afirmación, incluye símbolos que provocan disposiciones en las


personas y exponen una idea general de orden y eso hace que las experiencias
cotidianas se constituyen en religiosas. Así el hombre depende de sus creaciones
simbólicas, sus creaciones en realidad lo hacen una criatura posible, lo hacen existir.
Sus creaciones culturales, le permiten operar sobre el posible caos, evitándole la
ansiedad de la anarquía.

Hay tres aspectos para los cuáles la religión es útil:

Primero, el caos puede atentar contra o limitar su capacidad analítica, su fuerza, y su


moral. Toda religión por más básica que sea permite proteger estas posibilidades
humanas, y constituyen desafíos para las religiones. Una religión funcional debe ser
capaz de poder proteger estos aspectos probables en la existencia humana.

Los hechos extraordinarios pueden generar en el hombre una sensación de angustia ya


que sus recursos para poder abordarlos puede que no sean eficientes ni suficientes
para entender los aspectos de la naturaleza, de la vida psíquica y de la sociedad. Lo
usual es que el hombre despliegue una mayor cantidad de energía dentro del esquema
para abordar estos hechos desde su concepción religiosa. Los hechos alrededor son
entendidos y explicados desde esta perspectiva. Los hechos validan la concepción
religiosa, en el sentido en que se releen estos a la luz de los símbolos, constituyéndolos
en evidencia de la consistencia del “modelo de”.

Un segundo aspecto que hace a la religión útil es esto que denominó Nadel la “teología
del optimismo”, pues la religión sostiene que consuela e impulsa a los hombres a la
esperanza. Sin embargo, la religión más bien se orienta se orienta a enseñar a cómo
sufrir, o hacer la existencia dolorosa más tolerable. La religión permite enfrentar la
incertidumbre acerca de cómo entender lo que nos sucede, pero también vivir con ese
dolor, desde su reinterpretación, a partir de poner en juego nuestros (sus) recursos
simbólicos para entender la realidad dolorosa, y experimentarla o vivirla bajo una
nueva perspectiva.

Uno de los símbolos religiosos vinculados a esto lo constituyen los ritos de sanación, en
ellos progresivamente se lleva a la persona y su entorno a hallar una identificación
entre su dolor y el dolor de la divinidad, y entre la salud de la divinidad y la salud del
hombre. A esto lo denomina el autor “ósmosis espiritual”, una suerte de identificación
entre el hombre y el poder de la deidad. Y es común que haya dentro del ritual la
expulsión física de aquello que agobia. El dolor y el sufrimiento en estos rituales puede
ser expresado, comprendido y soportado. La religión otorga un vocabulario, un
lenguaje para comprender todo, y así crear una visión, un mundo, una interpretación
de este a su vez, incluso en las vivencias más difíciles de aceptar.

Tercero, si el sufrimiento se entiende como una incapacidad para soportar las


emociones y el dolor, el mal y la injusticia tiene que ver con amenazas a la capacidad
para poder pensar moralmente. La religión sostiene que somos “malos” porque
carecemos de la capacidad de guiarnos con criterios éticos, y normativos. Esta es una
paradoja que se encuentra en todas las religiones desde las más básicas hasta las más
complejas: una brecha entre lo que debe ser y lo que somos.

Esta tendencia a la maldad y al sufrimiento, se sostiene en el mito del retiro de la


divinidad, que es común a varias religiones, que en general, sostiene que en un
principio había una especie de equilibrio, de convivencia común entre la divinidad y los
hombres y luego por un acto insignificante esta relación se quiebra, tornando
inexplicables las decisiones divinas, basadas en una lógica inexplicable para los
hombres. El autor se pregunta: ¿Estas condiciones posteriores al retiro de la divinidad
como la injusticia, el trabajo el sufrimiento no son comunes al mundo en general?

4. … y revistiendo estas concepciones con una aureola de efectividad tal qué…

Uno de los aspectos de análisis más complejos de la religión es La fe. Las explicaciones
de esta se han derivado de la antropología a la psicología. Éste es un tema central de
análisis para la antropología, y no lo puede eludir.

El autor sostiene que de base se encuentra en la fe la aceptación de un poder


transformador. La existencia de un conjunto de sufrimientos y desconciertos son su
principal campo de desarrollo.

En la lógica de la religión el estado del mundo sirve para ilustrar su doctrina, pero no
para probarla. No se rinde culto a la autoridad, pero se acepta la autoridad que define
el culto. La autoridad puede ser un texto, el Papa, una imagen, lo extrasensorial, el
liderazgo, etc.

Se abre una discusión sobre dos cuestiones ¿Qué diferencia la perspectiva religiosa de
otras, y como los hombres llegan a adoptarla?.

En la perspectiva 1) del sentido común se acepta el mundo, sus objetos y sus procesos
como parecen ser, la idea es dominarlo o doblegarlo para los propios fines, y si resulta
imposible, adaptarse a esa situación.

En la perspectiva 2) científica, precisamente lo que desaparece es lo que está dado por


hecho, así la duda, la indagación, la ausencia del pragmatismo se hace relevante en vez
de la observación desinteresada, en ella lo prioritario es analizar el mundo mediante
concepciones, teorías, e hipótesis.

En la perspectiva 3) estética se ignora el pragmatismo y la duda, en favor de las


apariencias, la priorización de la contemplación y la exacerbación de las cualidades
sensoriales, no lo que vaya a hacerse con mundo. Las producciones que evidencian su
perspectiva a veces son medios curiosos.

En la perspectiva religiosa a diferencia respecto de la perspectiva del sentido común es


la fe, respecto de la perspectiva científica son los dogmas, y respecto de la perspectiva
artística el arraigo con la realidad.

En ese sentido, los ritos aparecen como validadores excepcionales de las concepciones
religiosas, y como medios de validación de su sistema moral, genera estados de
estados de ánimo y motivaciones, impulsando la devoción y adoptar o renovar un
sentido de las acciones.

Los ritos religiosos suelen fusionar la cosmovisión y el comportamiento, sin dejar de


ser expresiones culturales. Los conceptos característicos de las religiones se
representan en ese tipo de expresiones. Por lo general, cuando hablamos de alguna
religión la evidencia más próxima son los ritos desarrollados por ésta. Éstas
representaciones pueden ser analizadas desde varios aspectos, pero para los
participantes son materializaciones, encarnaciones, no sólo de lo que creen, sino
también modelos (brindados por los otros participantes) de cómo creer en algo, de
cómo expresar la fe. En estas, los hombres viven su fe tal como la representan.

Asumir la autoridad de quien encarna el ritual es la base de la perspectiva religiosa. El


ritual debe provocar estados de ánimo y motivaciones, y a la vez definir una visión del
mundo a través de los símbolos y las representaciones, fusionando el “modelo para” y
el “modelo de”. Una fusión de la naturaleza y la perspectiva del orden que debe tener
esta desde el punto de vista de la creencia.

5. … que los estados anímicos y motivaciones parezcan de un realismo único.

El rito permite a los hombres vivir momentáneamente en el mundo de los símbolos.


Sin embargo, en lo cotidiano es en lo que estamos enraizados. En ese sentido, la
religión es un tema sociológicamente interesante no por que describa el orden social
sino porque modela el orden social.

La religión puede ser considerada en la misma categoría de términos como residencia,


edad, sexo, etc. Pero hay una diferencia cualitativa con creencia religiosa. Así como
una diferencia cualitativa entre participar de manera apasionada en el mundo y
adoptar una actitud analítica desinteresada.

Ello nos permitirá entender el contexto del lenguaje adoptado por una persona al decir
“yo soy un pecador”, “yo soy un hijo de Dios”, “tengo un sentimiento”, “tengo una
identidad”, que tiene sentido en el mundo de la significación, afectando lo práctico y lo
cotidiano, los vínculos y la regulación del comportamiento, hasta llegar al fanatismo.

Así, las concepciones religiosas se expresan en lo cotidiano en una amplia gama de


situaciones, en el pensamiento, las emociones, y la moral. El hombre desde esa
perspectiva encuentra un nuevo significado de las cosas y de sí mismo en los
fenómenos coreográficos experienciales (ritos), y estos afectan su vida y relaciones, así
como sus decisiones en los distintos ámbitos.

La religión le da una percepción nueva sobre el mundo, en el sentido de que éste está
sujeto a un orden cósmico, cuando uno tiene creencias religiosas estas son una
interpretación del mundo, los vínculos y la dimensión psicológica de las personas.

Para finalizar, analizar antropológicamente la religión implica dos planos: 1) el del


proceso de construcción de los significados a través de los símbolos y, por otro lado, 2)
el cómo éstos sistemas son el contexto para el desarrollo de un conjunto de procesos
sociales y psicológicos. Gran parte del trabajo antropológicos se ha orientado a la
segunda parte, pero, la antropología debería considerar el primer punto, es decir, el
conocer cómo viven la experiencia religiosa en los pueblos es importante, pero lo es
también conocer cómo se construyen los esquemas religiosos y cómo de estos derivan
aspectos de la vida social y psicológica de los grupos y las personas.

B) Comentarios

La religión está inserta significativamente en nuestra cultura, desde la católica y sus


expresiones masivas y tradicionales de fe, hasta las evangélicas del barrio con sus
propuestas de domingo familiar; desde las reconocidas socialmente a tal punto que
podían emitir documentos de identidad y constancias de estado civil, e incluso
formando parte de la currícula educativa nacional, hasta las que en su simpleza
atribuyen santidad informal a personajes bondadosos de la comunidad a los cuales
rinden devoción o aquellas que le atribuyen poderes extrasensoriales a un personaje
llamado chaman. Todo un fenómeno social que puede pasar desapercibido a nosotros,
pues lo sentimos tan natural por ser parte de ello, y haber sido criados y educados en
ese sistema cultural, en esta cultura.

La religión y la vivencia religiosa es una de las expresiones más ricas y sorprendentes


de la humanidad, una construcción social en evolución, a tal punto de tener el poder
de regular las emociones, motivaciones y acciones de las personas, y los más
sorprendente es que lo hace a través de la fe, a través de creer que existe un bien
superior más allá de la vida misma y sus limitaciones biológicas. El hombre la creó y
ahora es afectado y regulado por su creación.

Las riquezas de sus símbolos exponen una cosmovisión que intenta interpretar
exhaustivamente todas las dimensiones de la vida humana e incluso la naturaleza,
algunas religiones sostienen esto con más énfasis, a tal punto que están convencidas
que su doctrina equivale al orden natural de la existencia y las cosas, y lo que no se
ajusta a su lectura, es no-natural, fuera de lo natural. Sin embargo, el hombre creó
estos símbolos, significados y conceptos para darle un orden a la existencia, a un
mundo inexplicable que requería una explicación, estas creaciones fueron una manera
de entender el mundo desde las limitaciones humanas, ellas fueron útiles, pues le
permitieron obtener un poder sobre sus sentimientos de incertidumbre y de ansiedad
frente al peligro del caos y la anarquía. Aún no existían otras maneras de explicarse y
entender el mundo y así mismo: las ciencias.
Dentro de la variedad de los símbolos que proponen las diversas religiones, tiene un
lugar especial: los ritos. Ellos constituyen medios vigentes a través de los cuales se
validan (y actualizan) las concepciones religiosas. En los ritos hay un lenguaje,
significados y símbolos, mandatos y bondad; modulan los estados de ánimo y
motivaciones de las personas. Lo esencial de ellos es que a través suyo las propuestas
se comunican, se interpreta lo cotidiano, y lo nuevo, reforzando así la cosmovisión; a
través del rito y las expresiones de devoción de los participantes, estos se contienen
entre sí en el marco del concepto y se dan entre ellos un modelo de cómo ser “parte
de”, otorgándole una identidad, una visión y una lectura de sí mismo de cara a lo
esperado, un sentimiento, y una motivación para regular su conducta más allá de la
temporalidad del rito. Así es como la fe se desarrolla.

Nuestro país tiene una riqueza inmensa de fenómenos religiosos por entender, me
llaman particularmente la atención el sincretismo religioso durante la conquista y el
proceso de evangelización en el siglo XVI, así como, la aparición y éxito de gran
cantidad de iglesias evangélicas pequeñas y medianas 500 años después, hay mucho
por conocernos. A todo esto, me pregunto para finalizar ¿Hay una necesidad de
“religiosidad” tan intensa por satisfacer como otras necesidades en el peruano? ¿Hay
una necesidad de fe en esta región más que en otras? ¿Nos limita la religión entender
el mundo desde otras perspectivas y si es así cómo y en qué dimensiones? Pero, sobre
ellas ¿Cómo entender cualitativamente el fenómeno de la devoción y la fe en el marco
de nuestra historia y cultura?

C) Conclusiones

1) Las estructuras culturales como la religión, tiene símbolos con un intrínseco


doble sentido, por un lado, le dan una forma conceptual objetiva a la realidad
social y psicológica, y, a la vez, moldean estas realidades según la misma
concepción. Son lo que el autor menciona “modelos de” (modelos para
interpretar la naturaleza y la realidad) y no “modelos para” (organizadores
reales de la naturaleza y la realidad). De ahí surge doctrinalmente la idea de
que existe un orden natural.

2) Las actitudes, comportamientos y acciones que le permiten a una persona vivir


en su ambiente natural cobran un sentido desde la religión, o sufren una
relectura en el contexto religioso. La dimensión psicológica de la persona es así
incorporada al mundo de los significados religiosos.

3) La religión es una afirmación, incluye símbolos que provocan disposiciones en


las personas y exponen una idea general de orden y eso hace que las
experiencias cotidianas se constituyen en religiosas. Así el hombre depende de
sus creaciones simbólicas, sus creaciones en realidad lo hacen una criatura
posible, lo hacen existir. Sus creaciones culturales, le permiten operar sobre el
posible caos, evitándole la ansiedad de la anarquía.

4) Es común hallar en las religiones una explicación a la maldad y al sufrimiento, y


casi todas se sostienen en el mito del retiro de la divinidad. El paso de una vida
en armonía con la divinidad y luego su desapego inexplicable por actos
ingenuos del hombre.

5) En la lógica de la religión el estado del mundo sirve para ilustrar su doctrina,


pero no para probarla. No se rinde culto a la autoridad, pero se acepta la
autoridad que define el culto. La autoridad puede ser un texto, el Papa, una
imagen, lo extrasensorial, el liderazgo, etc.

6) Los ritos aparecen como validadores excepcionales de las concepciones


religiosas, y como medios de validación de su sistema moral, genera estados de
estados de ánimo y motivaciones, impulsando la devoción y adoptar o renovar
un sentido de las acciones.

7) Los ritos religiosos suelen fusionar la cosmovisión y el comportamiento, sin


dejar de ser expresiones culturales. Los conceptos característicos de las
religiones se representan en ese tipo de expresiones.

8) El rito permite a los hombres vivir momentáneamente en el mundo de los


símbolos. Sin embargo, en lo cotidiano es en lo que estamos enraizados. En ese
sentido, la religión es un tema sociológicamente interesante no por que
describa el orden social sino porque modela el orden social, y ello merece ser
objeto de análisis científico.

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