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Tema 35 El Pensamiento Politico Moderno PDF
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de Moro está en el germen de las teorías marxistas. La teoría política del humanismo
cristiano tuvo una amplia proyección en la España del siglo XVI, provocando una gran
controversia en torno a la colonización de las Indias. El padre Las Casas y Sepúlveda
discutieron sobre la conquista española de América. Esta polémica sirvió para aprobar
leyes que protegían a los indios, aunque con escaso éxito (Leyes de Burgos de 1512 y
Leyes Nuevas de 1542). Otra proyección es la obra del padre Vitoria en torno al
Derecho Internacional, las Relectiones Theologicae. Su idea más importante es el
rechazo a la monarquía universal, convirtiéndose en un claro defensor de un mundo
dividido en Estados independientes.
En el primer cuarto del siglo XVI, la Reforma protestante acentuó las divisiones
políticas de Europa y arruinó las ideologías políticas medievales. Lutero, monje
agustino, carecía de experiencia personal en problemas políticos. Él planteó el carácter
divino de toda autoridad establecida y la separación radical entre fe y ley. En la obra de
Lutero no se halla una noción de Estado, ya que él habla solo de autoridad. El
pensamiento de Lutero es revolucionario en el plano religioso, pero conservador y hasta
reaccionario en el político, al igual que en economía o ciencia. Lutero necesitaba el
apoyo de las autoridades laicas para consolidar su reforma. Esto fue aprovechado por
muchos príncipes para aumentar su riqueza y controlar la nueva Iglesia. Por su parte,
Calvino pretende liberar al cristiano del orden político tradicional. Su obra Institución
Cristiana (1541) contiene su doctrina política: hay que obedecer al poder civil, que
viene de Dios. El Estado estaría dirigido por una dictadura religiosa (dirigida por el
consistorio), con competencias que llegan hasta el control de la vida privada.
A medida que avanza el siglo XVI, las monarquías van fortaleciendo su poder.
Ante este hecho, los teóricos formulan nuevos planteamientos políticos para sustentarlas
o criticarlas. Uno de los que estaban a favor fue Bodino, considerado el teórico del
absolutismo laico. Bodino distinguió tres formas de gobierno en una monarquía:
popular, aristocrática o armónica (mezcla de las anteriores). A su vez diferenció tres
formas de monarquía: la tiránica, la señorial y la real. Defendió esta última, pues en ella
el rey obedece las leyes naturales y la soberanía es una e indivisible en la figura del rey.
Sostenía que las libertades del pueblo eran menos importantes que la preservación del
orden social. Además, el rey tenía la facultad de legislar sin el consentimiento de nadie,
no teniendo los súbditos derecho a ofrecer resistencia. Por el contrario, en Francia
surgieron los monarcómanos representados por los textos de Hotman (Francogallia) y
Béze. Estos parten del principio de que los magistrados han sido creados por el pueblo y
no sobre el pueblo. Los regímenes se fundan a través de un pacto en el que interviene
Dios. Si el rey viola el pacto es lícito luchar contra la tiranía. Es por ello por lo que los
hugonotes franceses apoyaron estas teorías (publicadas un año después de la matanza de
san Bartolomé). También el padre Mariana justificó el tiranicidio si el rey viola las
Cortes, puesto que el poder del monarca deriva del contrato con el pueblo representado
por las Cortes.
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en épocas de hambre, siendo el caldo de cultivo para las crisis sociales (revueltas
campesinas). La guerra también estuvo presente en el solar de todos los países europeos.
Sin embargo, la cultura vivió una época dorada. La revolución científica de esta época
no tuvo repercusiones políticas de forma inmediata. Como hemos dicho, el absolutismo
impera en Europa, disfrutando el rey de un poder sin límites. El máximo exponente del
absolutismo fue Francia. El cardenal Richelieu, primer ministro de Luis XIII, no fue un
teórico del absolutismo sino un hombre de Estado. Los textos que se le atribuyen (el
Testament, etc.) dejan claro que el poder del soberano no solo se debe a sus virtudes,
sino también a su fuerza (ejército), que el clero debe estar supeditado a la Corona y la
primacía del interés del Estado. El posterior reinado de Luis XIV, “el rey sol”, contó
con el soporte teórico de Bossuet. De formación sacerdotal, Bossuet defendió la
monarquía absoluta como la autoridad natural y sagrada. El poder viene dado por Dios y
el monarca solamente debe rendir cuentas ante él. Partidario del galicanismo, la Iglesia
debe estar sometida al Estado.
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propietarios y artesanos que reivindicaban una igualdad civil y política. Por ello, las
ideas políticas de los niveladores se funden posteriormente con las de la burguesía. El
sector más radical de los niveladores eran los Diggers (cavadores), sectores próximos al
proletariado. Se interesan por las reformas económicas y sociales, proponiendo un
sistema de propiedad comunal. Su ideólogo fue Winstanley. Por su parte, Althusius era
un calvinista alemán que defendía el principio de soberanía popular y el derecho de
resistir a un tirano. El rey está sometido a las leyes, siendo un delegado vinculado
mediante un pacto. Para Althusius el Estado es un órgano federativo compuesto de
cuerpos menores (familia, corporaciones económicas, ciudades y provincias). Desde la
filosofía también se abordó la crítica al absolutismo. El filósofo holandés Spinoza
escribió varias obras, como el Tratado teológico-político, estrechamente vinculadas al
progreso de la burguesía holandesa. Spinoza liga religión y política, declarando que los
soberanos son los depositarios del derecho civil y del derecho sagrado. Rechaza los
gobiernos monárquicos y aboga por los democráticos, de los que dice son “el más
próximo al estado natural”. Su obra termina con un himno a la tolerancia y a la libertad
de pensamiento.
Las ideas liberales creadas en Gran Bretaña van a ser difundidas por el continente
europeo gracias a los ilustrados franceses en el siglo XVIII. La Ilustración es un
movimiento cultural europeo que aportó nuevos conceptos como Libertad, Progreso o
Felicidad; inventó el optimismo y se colocó bajo la bandera del Utilitarismo. Como dice
Touchard, las ideas ilustradas fueron en un principio propias de una elite aristocrática,
incorporándose posteriormente la burguesía, que protagonizó las revoluciones atlánticas
del siglo XVIII. Estas ideas ilustradas se difundieron a través de las universidades,
academias o de las sociedades económicas de amigos del país. Pero el vehículo de
difusión más destacado fue la Enciclopedia, obra de Diderot y D’Alembert, en la que
colaboraron muchos pensadores que trataron de recopilar el conocimiento humano.
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Hay que tener en cuenta que la Ilustración no pretendía acabar con el Antiguo
Régimen, sino solamente mejorarlo. No obstante, sí llevaba el germen de la revolución,
siendo una de las causas de la Revolución Francesa. Fruto de ese intento de mejora
surgió el “Despotismo ilustrado”. Esta práctica y teoría política nació como
consecuencia de la síntesis entre el absolutismo y la filosofía de la Ilustración. Según el
Despotismo ilustrado, la finalidad del Estado es conseguir la felicidad del pueblo, pero
sin la participación del pueblo en la política, algo que se resume en su célebre frase
Todo para el pueblo pero sin el pueblo. El Estado debe promover la riqueza por medio
de reformas que deberán llevar a cabo el rey y sus ministros ilustrados. El pensamiento
político del siglo de las luces estuvo influido por tres grandes personajes, representando
cada uno a un grupo social concreto: Montesquieu, Voltaire y Rousseau.
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hace las leyes las ejecuta), sin optar por ninguno: “Cada uno es el mejor en ciertos
casos, y el peor en otros", dice Rousseau. Además, estudia el origen de la sociedad
como consecuencia de un pacto social. En resumen, Rousseau no pensaba instaurar una
sociedad igualitaria, pero quería corregir la injusticia y reducir la distancia entre ricos y
pobres.
Touchard, J., Historia de las ideas políticas. Madrid, Tecnos, 2006. Libro de
referencia para abordar la evolución de las ideas políticas a lo largo de la historia. En varios
capítulos se analizan las ideas políticas creadas por pensadores entre los siglos XVI y XVIII, así
como el contexto histórico donde surgieron.