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Arquitectura románica

Marco histórico

Cronológicamente, el románico se desarrolla durante los siglos XI y XII.


Por encima de las variedades regionales, el románico nos ofrece el primer estilo internacional de la
Edad Media. Los elementos comunes son más importantes que los diferenciales y existen por
encima de las fronteras y por lo tanto se trata de la expresión artística de una época antes que de un
país o un reino. Tres procesos históricos enmarcan el nacimiento de este arte continental: el terror
del milenio, las peregrinaciones y el feudalismo.

► El terror del año mil. Un clima de angustia invadió a la Europa del siglo X, debido a las
invasiones de normandos, musulmanes y húngaros en lo político. En lo religioso, destaca la idea del
fin del mundo en el año 1000 según el Apocalipsis, aunque este final la mayoría de los cristianos lo
entendía como el inicio de una era de calamidades. Por todo ello, bien como acción de gracias o
como refugio de temores de la piedad, se expresa esto en una intensa renovación del arte religioso.
► Las peregrinaciones. En el siglo XI, los monasterios, que en muchos casos guardaban reliquias
de santos, adquieren gran importancia y a ellos acuden grandes masas de fieles. Así, a lo largo de
los caminos, y en concreto en el de Santiago, surgen edificios para el culto vinculados por una serie
de rasgos comunes. Por ello, a este estilo también se le ha denominado “arte de un camino o arte
de los peregrinos”. El fenómeno de las peregrinaciones es más amplio que el del camino de
Santiago. Ha de encuadrarse en las peregrinaciones a Jerusalén y a Roma, el deseo de movilidad
que suscitan las Cruzadas y la intensificación del tráfico comercial.
► El feudalismo. El Románico, se ha considerado siempre como la manifestación artística de la
sociedad feudal, como expresión de la superioridad social de los dos estamentos que culminan la
pirámide social: el clero y la nobleza. Así, en una época de crisis económica, la tierra es la principal
fuente de riqueza y en la calidad de terratenientes, coinciden monjes y nobles, que son "mecenas" y
clientes casi exclusivos de los artistas hasta el siglo XIII.
Es precisamente la orden benedictina, la que jugará un gran papel en la génesis de la arquitectura
románica, a través de dos abadías de Borgoña: Cluny y Citeaux. En ellas se forja el románico y la
mentalidad que lo sustenta, irradiando desde ambos monasterios franceses el nuevo mensaje a toda
Europa.

Características de la arquitectura románica

Casi todos los elementos de la arquitectura románica se encuentran en los estilos anteriores, aunque
desde el punto de vista constructivo, la arquitectura románica es de base romana, pero más simple,
El muro de sillería, el pilar y la columna, el arco de medio punto, se habían utilizado
anteriormente, pero la civilización cristiana occidental se basará en los espacios interiores, en
contraste con Grecia y Roma que se fundamentaron en los valores formales exteriores y prácticos.
La construcción se somete a una métrica precisa: la longitud de la iglesia no es arbitraria, debe ser
múltiplo del ancho de la nave central, y el ancho de las naves laterales debe reducirse a un
submúltiplo de aquella. El edificio se somete a unas medidas que dan la impresión de ser un
organismo organizado.

Elementos sostenidos
El elemento determinante es la bóveda de cañón que sustituye a la cubierta de madera. Una serie
de elementos sostienen este imponente entramado de piedra. Arcos fajones dividen en tramos la
bóveda y descargan sobre los pilares, que a su vez están enlazados por arcos paralelos al eje de la
bóveda llamados arcos formeros. El empuje lateral de la bóveda se refuerza en el exterior con
contrafuertes. En muchos casos sobre las naves laterales hay una tribuna o triforio que actúa
como descarga de la nave central. Ésta se cubre por tanto con una bóveda de medio cañón y las
naves laterales con bóvedas de aristas. En la intersección de la nave mayor y la nave transversal
(crucero o transepto), se construyeron cúpulas que contribuyen a iluminar el altar y que descansan
sobre trompas o pechinas. También se levantaron linternas cuadradas y octogonales llamadas
cimborrios.
El arco de medio punto, doblado, es le preferido y casi único. El deseo de adornarlos desembocó
en su disposición abocinada en puertas y ventanas, en las que se disponen arcos concéntricos o
arquivoltas que se convierten en elementos ornamentales.

Elementos sustentantes
El muro de sillería se impone muy pronto. El sillar no puede tener una forma caprichosa, es la
unión de la geometría y la piedra. El muro es recio y grueso, capaz de sostener la pesada cubierta,
ya que en él descargan los arcos fajones, reforzándose con contrafuertes o estribos que en el exterior
rompe la lisura del muro. Para sostener la pesada bóveda de piedra es necesario el pilar, ya sea
cruciforme o cuadrado y en uno y otro caso, con columnas o semicolumnas adosadas en sus
frentes (pilar compuesto). Las columnas poseen el fuste liso y los capiteles son muy variados,
aunque el más característico es el capitel iconográfico o historiado. Los edificios se distinguen por
el predominio del macizo sobre el vano, lo cual presenta problemas de iluminación. Las ventanas
son estrechas y apenas iluminan las naves.

La planta
En la planta, todas las líneas están condicionadas por la cabecera. La planta basilical, de cruz
latina, es la más utilizada, con una, tres y, en raras ocasiones, cinco naves. En la intersección de la
nave central y la nave transversal (crucero o transepto), se construyeron cúpulas que contribuyen
a iluminar el altar y que descansan sobre trompas o pechinas. También se levantaron linternas
cuadradas y octogonales llamadas cimborrios. La cabecera se remata con uno o tres ábsides
semicirculares para acomodar capillas en las que celebrar el culto. En las iglesias de peregrinación
las naves laterales se prolongan por detrás del altar en una nave curva llamada girola o
deambulatorio.

El monasterio
Refleja la importancia de la vida monástica en la Alta Edad Media. Alejados de las poblaciones
estaban situados en emplazamientos privilegiados por la belleza y grandiosidad del paisaje. Además
de las instalaciones necesarias para la vida en comunidad (dormitorios, cocinas, granja…), en el
monasterio románico destaca el claustro adosado a la iglesia y las dependencias anejas: sala
capitular, refectorio. El claustro es un gran patio central rodeado de galerías con arcos de medio
punto sobre columnas. Por su importancia se cuida la decoración escultórica y el ambiente de
recogimiento espiritual.

Románico francés
Francia destaca por la cantidad y variedad de sus edificios románicos, debido a que es encrucijada
de los caminos de peregrinación y cuna de la reforma cluniacense en el monasterio de Cluny. El
románico francés se puede dividir en escuelas o regiones.

Borgoña
Aparte del monasterio de Cluny, del que sólo se poseen testimonios, destaca la iglesia de Santa
María Magdalena de Vezelay, con sus tres naves divididas por arcos, con dovelas de colores
alternados. Utiliza aparejo de gran tamaño, bóveda de medio cañón en la nave central y de aristas
en las laterales.
Aquitania
La influencia bizantina es patente en esta zona: cúpulas sobre pechinas, torres con remates
cónicos con escamas, abundante decoración en las fachadas.
San Front de Perigueaux con planta de cruz griega y cinco cúpulas sobre pechinas de claro origen
bizantino. La Catedral de Angulema con planta de cruz latina, torres cónicas con escamas y
enormes cúpulas bizantinas.

Provenza
La influencia del arte romano es manifiesta en las fachadas rematadas con un frontón triangular y
columnas con capiteles clásicos. Edificios de gran simplicidad, con una sola nave como en San
Trófimo de Arlés.

Iglesias de peregrinación
Suelen tener planta de cruz latina de brazos marcados con tres o cinco naves, crucero cubierto
con cúpula o cimborrio, cabecera con girola o deambulatorio y con capillas absidales o
absidiolos en torno al altar mayor; y finalmente, amplia tribuna sobre las naves laterales, que
pudiera albergar el mayor número posible de peregrinos.
Los pilares que sujetan los arcos, tienen columnas adosadas. Los arcos son de medio punto
peraltados, la bóveda es de medio cañón sobre arcos fajones y tienen torres en la fachada.
Como ejemplos tenemos las iglesias de Santa Fe de Conques de tres naves con tribuna, cimborrio,
girola y uso del arco de medio punto peraltado, y San Sernín de Toulouse, hecha en ladrillo con
cinco naves y tres en el crucero, doble girola, un gran ábside semicircular y todas las características
de las iglesias de peregrinación. Su influencia se aprecia a lo largo del Camino de Santiago y llega a
Santiago de Compostela.

Románico italiano

La presencia del mundo clásico otorga al románico italiano una evidente originalidad, a lo que hay
que unir también el conocimiento de la cultura bizantina, cuya influencia se deja sentir sobre todo
en las regiones del sur, mientras que en el Norte (Lombardía y Toscana), encontramos ciertos
rasgos formales generales como son:
Galerías de arcos vivos (frente a los arcos ciegos, tapiados, franceses).
Importancia de la columna, bien como elemento decorativo en las fachadas, bien como elemento
sustentante en los interiores sustituyendo a los gruesos pilares del románico.
Sustitución de la escultura como elemento decorativo por el color, normalmente con la
utilización de mármoles de variado cromatismo.
Separación del baptisterio y campanile, como dos construcciones independientes del cuerpo
general de la iglesia.
Recuperación en las fachadas de elementos clásicos más o menos transformados, como pueden
ser porches con columnas o tejadillos de remates similares a los frontones.

En el Norte, dentro del románico lombardo, destacan San Ambrosio de Milán y San Zenón de
Verona.
Con todo, es en Florencia, con la iglesia de San Miniato al Monte, donde está la muestra más
original del románico italiano de influencia romana clásica en la que todos los efectos decorativos, y
la búsqueda de la simetría, el equilibrio y la geometría, la convierten en un prodigio de clasicismo.
También en la ciudad de Pisa, nos encontramos un conjunto arquitectónico muy importante,
formado por la Catedral, la torre inclinada y el baptisterio (terminado ya en estilo gótico).
La planta de la catedral es de cruz latina. Consta de cinco naves y un crucero de tres naves. Tiene
un ábside muy desarrollado y su nave central se cubre con madera y las laterales con bóvedas de
arista. Tanto su planta como su alzado recuerdan las primitivas basílicas cristianas.
El baptisterio, de planta central y donde se ubica la pila bautismal. Esta cubierto por una cúpula
cónica que se apoya sobre un círculo interior de columnas.
La torre o campanile, está separada del resto de los edificios. Consta de ocho pisos circundados
por una bella galería de arcos de medio punto apoyados sobre columnas, de los cuales el último
tiene menor diámetro que los anteriores. (Su inclinación, por la que es conocida en todo el mundo,
se presentó desde los comienzos de su construcción debido a problemas de cimentación y
recientemente parece que se ha solucionado el problema, enderezándola ligeramente y reforzando
los cimientos para evitar que se caiga definitivamente).

Románico español

En el siglo XI el Califato de Córdoba se desintegra y los reinos cristianos avanzan más allá del
Duero avanzando hacia el sur a lo largo de los siglos siguientes. El auge de los reinos cristianos
contribuye al desarrollo del románico que penetra desde Europa a través de las peregrinaciones a
Santiago. Es por tanto un estilo de importación aunque la huella musulmana es apreciable en
muchos casos.

Cataluña: románico lombardo


Por los Pirineos entra el románico lombardo que se desarrolla en los valles pirenaicos de Cataluña.
Arquillos ciegos, bandas lombardas, galerías de arcos vivos se utilizan en San Clemente de Tahull,
pequeña iglesia de tres naves y tres ábsides semicirculares, y una torre exenta de gran altura. Otros
edificios son el Monasterio de San Pedro de Roda y el Monasterio de Ripoll.

Románico del Camino de Santiago


A partir del siglo XI se extiende por los reinos cristianos el románico europeo a través del Camino
de Santiago. La influencia más importante es francesa, pero también se aprecian lógicas influencias
prerrománicas y musulmanas. A lo largo del camino destacan cuatro obras fundamentales:

► La catedral de Jaca (Huesca). Iglesia de tres naves y tres ábsides, alternándose los pilares y las
columnas. En el crucero se levanta un cimborrio con bóveda de nervios sobre trompas. La
decoración utilizada es el ajedrezado que se extenderá por los edificios románicos hasta Santiago.
► San Martín de Frómista (Palencia). Su exterior es una combinación armoniosa de volúmenes
geométricos. Sigue el modelo de Jaca: tres naves, tres ábsides, cúpula sobre trompas. Bóveda de
medio cañón en la nave central y de aristas en las laterales. En los pies destacan las dos torres
cilíndricas.
► San Isidoro de León. El esquema de planta y cubiertas es el mismo que las anteriores. Hay que
señalar los arcos peraltados y un arco polilobulado de clara impronta musulmana.
► Catedral de Santiago de Compostela. Es la culminación del románico de peregrinación que
comenzó en Francia. Comenzó a construirse en el año 1075. Según el Códice Calixtino el maestro
Bernardo comenzó las obras, luego intervienen el maestro Esteban y el maestro Roberto, pero la
unidad de la obra no se ve afectada por la mano de los diferentes maestros.
La catedral de Santiago constituye un ejemplar único por los siguientes motivos: la creación de un
espacio para la circulación de masas, ya que es la meta de los peregrinos. Es un resumen del
prerrománico y aporta innovaciones al románico.
La planta es de cruz latina, tres naves recorren el espacio incluido el gran crucero o transepto.
Una gran cabecera semicircular acoge pequeños absidiolos o capillas para atender al culto de los
numerosos peregrinos. La nave central se cubre con bóveda de medio cañón y las laterales con
bóvedas de aristas. Sobre estas hay una tribuna o triforio que ilumina la nave central. Los arcos
que separan las naves laterales son de medio punto doblados y peraltados, que contribuyen a darle
mayor esbeltez y altura.
La catedral de Santiago no sólo destaca por su faceta arquitectónica sino también, por la escultórica,
y en este sentido adquiere especial relevancia la figura del Maestro Mateo, autor del Pórtico de la
Gloria y del Maestro Esteban, autor del Pórtico de las Platerías.
Otros edificios del Camino de Santiago
A lo largo del Camino de Santiago se fueron construyendo numerosos monasterios e iglesias que
contribuyen a extender el estilo por los reinos cristianos. La influencia francesa es clara, pero la
huella oriental se deja sentir en algunos a través de la Orden del Temple.

► Monasterio de San Juan de la Peña (Huesca). Está construido bajo una inmensa roca. Fue
panteón de los reyes aragoneses. Destaca la originalidad de las arquerías del claustro sin tejado,
protegido por la peña que le da nombre.
► Monasterio de Leire (Navarra). Destaca en él la cripta con sus pequeñas columnas y sus
capiteles gigantescos, con una decoración de estrías curvas y elementos vegetales.
► Santa María de Eunate (Navarra). Su planta octogonal con una gran cúpula de nervios y la
galería exterior se vincula con las construcciones templarias cuyo modelo es la iglesia del Santo
Sepulcro de Jerusalén. Muy similar es la vecina iglesia de Torres del Río.

Otros edificios románicos


En toda la mitad norte de la península se extendió el románico impulsado por la expansión de las
órdenes monásticas.

► Monasterio de Silos (Burgos), con su claustro de doble arquería su decoración escultórica.


► San Juan del Duero (Soria) con un claustro en el que se mezcla armoniosamente galerías con
arcos de medio punto, apuntados, cruzados o de herradura apuntados, muestra de la influencia
musulmana y oriental.

A finales del siglo XII comienzan a introducirse elementos arquitectónicos nuevos como el arco
ojival o apuntado y las bóvedas de crucería, auque las plantas siguen el esquema románico. En este
momento de transición destacan tres edificios que además tienen una clara influencia bizantina con
la utilización de cúpulas sobre pechinas cubiertas por escamas en el exterior. Entre ellas destacan:
► La Catedral de Zamora con un pesado cimborrio con escamas, la Catedral vieja de
Salamanca, la Colegiata de Toro y la sala capitular de la catedral de Plasencia.
Escultura y pintura románicas

Escultura: características generales

La escultura románica está en perfecta conjunción con el edificio y se acumula, sobre todo, en el
exterior con objeto de atraer a los fieles, ya que esta decoración tiene un fin esencialmente
didáctico.
Las columnas y el mainel de la portada, se decoran a veces con estatuas adosadas. A las
arquivoltas se ciñen figuras humanas, animales y de toda índole. Los tímpanos semicirculares
situados sobre las portadas, son el lugar predilecto del escultor románico. Allí se dispone el
Pantocrátor rodeado del Tetramorfos o símbolos de los cuatro evangelistas. El muro, por lo
común, queda desnudo.
El escultor románico, compone sus figuras con arreglo a fórmulas ideales, geométricas, por lo que
es poco naturalista y repite mucho los mismos temas. No hay un culto a la belleza formal, y en las
representaciones, se procura destacar la conciencia del pecado y la necesidad del arrepentimiento.
El gran desarrollo que alcanza el tema del Juicio Final, pone de relieve ese carácter.
La escultura posee un valor docente, dado que se dirige a un pueblo generalmente iletrado, y el
simbolismo de esta escultura no siempre es fácil de interpretar. Además, el ideal abstracto de las
figuras románicas, está sometido a los elementos condicionantes: la adaptación al marco y la
funcionalidad.
Francia

El Pórtico de San Pedro de Moissac, en cuyo tímpano su Cristo en Majestad revela el dramatismo
que el artista puede obtener con la expresividad de algunos gestos rotundos.
La portada de Santa María de Vezelay, donde el movimiento tiene un gran protagonismo,
plasmado en los remolinos de los plegados, aunque en el canon alargado de las figuras principales
está presente el espíritu bizantino.
El tímpano occidental de San Lázaro de Autun, realizado por el maestro Gisleberto, que
representa el Juicio Final y, donde sobresale el relieve de la Tentación de Eva, que es uno de los
raros desnudos de esta época y un ejemplo admirable de expresividad t de sugerencia de paisaje.
El Pórtico Real de Chartres, pertenece a la primitiva portada de la catedral románica, sustituida
por la actual catedral gótica, por lo que sus figuras permiten el estudio comparativo de la estatuaria
románica y gótica. Destacan las figuras de las jambas laterales, rígidas y de canon alargado, a
manera de esculturas-columnas, de gran serenidad y dulzura, anticipando el humanismo gótico
aunque carecen del sentido de la relación entre las figuras que se exhiben en Santiago de
Compostela.

España

En el caso de España, los ensayos y creaciones de la escultura francesa penetraron por el Camino
de Santiago, y provocaron la realización de obras escultóricas y relieves de temas religiosos, con un
dramatismo y expresividad, que en muchos casos supera a los modelos franceses.
Todos los lugares son considerados idóneos para plasmar estas versiones ilustradas de los libros
sagrados, los capiteles de los claustros, los tímpanos y arquivoltas, los lienzos de muro próximos a
las puertas.

En cuanto a conjuntos escultóricos, son tres los que destacan en el siglo XI:
Los hastiales (cada una de las tres fachadas correspondientes a los pies y laterales del crucero) de
San Isidoro de León, donde la portada meridional con figuras planas y amontonadas ofrecen
rasgos arcaicos de influencia bizantina, mientras que la portada septentrional de figuras más
pequeñas muestra una mayor minuciosidad, como se ve en el personaje que le arranca los clavos de
la cruz en el Descendimiento.
La fachada de las Platerías de Santiago de Compostela. Aquí, aparte del maestro principal,
puede distinguirse el estilo de dos o tres colaboradores. En este conjunto, cuya disposición actual no
es la del siglo XII, sobresale el tímpano de la izquierda, que representa las Tentaciones del Señor,
rodeado de figuras como la de la adúltera con la cabeza de su amante.
El claustro de Santo Domingo de Silos. Es sin duda el monumento capital del relieve castellano en
el siglo XI. En su piso bajo, de los 15 capiteles de su crujía oriental, en 13 aparecen gacelas, arpías,
avestruces que doblan sus cabezas hasta las patas, monstruos, con un picado minucioso en plumas y
pelajes de estirpe posiblemente califal. Mayor valor todavía ofrecen los relieves colocados en los
ángulos, entre los que destacan los discípulos de Meaux y la incredulidad de Santo Tomás.
En el siglo XII, destaca en Cataluña, la portada de Ripoll y en Navarra, la portada de Sangüesa.

Pintura: características generales

No sólo con relieves ilustran los artistas de los siglos XI y XII los argumentos bíblicos, con similar
entusiasmo se sirven de la pintura para cubrir muros, bóvedas y ábsides de frescos expresivos.
Desde el punto de vista formal, la pintura románica se caracteriza por varios rasgos:

Dibujo grueso que contornea enérgicamente la silueta y separa con un trazo negro cada superficie
cromática; con esta intensificación se explota el poder del dibujo para la construcción de formas.
Color puro, sin mezclas, o a lo sumo con dos tonalidades. Se prefiere el plano cromático amplio,
en el que se obtienen efectos violentos y con el que se expresa muchas veces algún simbolismo
medieval.
Carencia de profundidad y luz. Las figuras se disponen en posturas paralelas a manera de relleno
de un plano, y con frecuencia resaltan sobre un fondo monocromo o listado en franjas horizontales
de diversos tonos. Al no proceder a la mezcla de colores las escenas carecen de vibración lumínica,
ausencia que contribuye a resaltar de forma más poderosa la geometría de las formas.
Composición yuxtapuesta; preferencia por las figuras frontales y por la eliminación de cualquier
forma que rompa el plano. En los grupos, las figuras no se relacionan hasta el románico tardío,
alrededor del año 1200.
El muro se prepara al fresco, aunque quizás los toques finales se dieran al temple, lo que habría
contribuido a mantener la viveza de los tonos. Cabe señalar, que aunque predomina la pintura
mural, también se hicieron obras sobre tabla, en los frontales de los altares.
En lo temático, al igual también que en la escultura, predomina el tema de Cristo en Majestad
(Maiestas Domini) y en segundo lugar en un plano más secundario está la representación de la
Virgen (Maiestas Mariae) como trono de Dios.
En cuanto a la concepción que inspira a la técnica se trata de un arte antinaturalista, postura que
continúa la del mosaico bizantino; el artista románico prefiere plasmar vivencias religiosas antes
que reproducir formas reales. De este antinaturalismo se deduce la ausencia del paisaje, o su
representación esquemática, con elementos convencionales. El género por excelencia es la pintura
mural, pero en tabla, en los frontales del altar, se pintaron también obras notables.

Obras

Como ejemplos del esplendor de la pintura románica en España, hay que citar las de San Clemente
y Santa María de Tahull en Cataluña y las pinturas de San Baudilio de Berlanga y el Panteón
Real de San Isidoro de León en Castilla.
En las pinturas de las dos iglesias de Tahull, el románico catalán alcanza su máxima cota. Abundan
en las dos iglesias los hallazgos de expresión, en la Virgen rodeada por los magos del ábside y en el
enfrentamiento de David y Goliat del muro de la iglesia de Santa María, o en la figura del pobre
Lázaro de la iglesia de San Clemente. Sin embargo, es en el ábside de San Clemente, en el rostro de
su Cristo en Majestad, donde alcanza esta pintura la plenitud.
Estos frescos son, sin lugar a dudas, la obra más impresionante de la pintura románica catalana y
una de las mejores del Románico español. Situados en el ábside de la iglesia, fueron realizados
hacia el año 1125 y representan a cristo entronizado en la mandorla y rodeado de ángeles; encima
aparecen los Apóstoles y la Virgen María alineados en las arquerías.
No podemos ser tajantes en la afirmación de que el maestro que pintó en esta zona era de origen
italiano, lo que sí debió ser cierto es que poseía una tremenda personalidad y que ha dejado, con
estas obras, su impronta en la Historia de la Pintura.
El Pantocrátor de San Clemente con una mano bendice y con la otra sujeta un libro en el que
podemos leer: «Ego sum lux mundi» (Yo soy la luz del mundo), rodeado por dos ángeles, debajo de
Él, el Tetramorfos y, finalmente, los apóstoles alrededor de la Virgen que lleva en su mano una
copa. Este apostolado está bajo unas arcuaciones (curvatura de un arco) un tanto incorrectas, lo
que ha hecho pensar en la posibilidad de que aquí trabajasen dos maestros diferentes. Las letras Ά y
ω que aparecen dentro de la mandorla, aluden a la figura de Cristo como principio y fin de todas las
cosas.
En estos frescos domina, en correspondencia con el tema, una solemne frontalidad; sólo en las dos
grandes figuras de los ángeles llegan a expresarse los agitados motivos de movimiento que ya
aparecen en Francia. El efecto general, aún con toda la penetración de los hieráticos gestos y de las
miradas, está caracterizado por un rasgo plano-decorativo. Colores fuertes de ricos contrastes
articulan la composición y matices sombreantes escalonados subrayan algo esquemáticamente casi
todos los trazos de líneas.
Un sentido ornamental preside todas las formas, tanto las de los cuerpos amplios y los rostros
ovales, como la de la mandorla que las enmarca, y las arcadas de las columnas. Aún así, la
representación conserva su carácter monumental y ultraterreno, sin perderse en el detalle
decorativo. El poder trascendente de la abstracción se manifiesta tanto en la estilización ornamental
como en la expresiva escena de las figuras.
Por su parte, las pinturas del Panteón Real de San Isidoro de León, son un prodigio de gracia en
las seis bóvedas que cubren, destacando la escena de la Anunciación del Ángel a los Pastores.
Hechas a finales del siglo XII, asumen el papel de vitalizar un recinto funerario severo a lo que se
añade la dificultad de las superficies curvas de sus bóvedas. La técnica es al temple, con cierta
riqueza cromática y sus escenas anticipan ya lo que será el mayor humanismo del gótico.

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