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Mexico Civil War Democracy

Resumen sobre la democracia y violencia en México


José Emmanuel Dávila Flores A01540286

En México cada siglo aproximadamente México se encuentra en problemas sociales


asociados con violencia, en 1800 tuvimos la independencia, en 1900 la revolución, en el
2000 el crecimiento exponencial del crimen organizado en el país. Justo cuando la
oposición tomó su lugar en el poder ejecutivo.

En el 2006 con la llegada de Felipe Calderón, el aumento exponencial de los grupos


organizados llamados cárteles fue alarmante para el presidente, la política adoptada fue
declarar “la guerra” contra dichos grupos, movimiento político que no resulta bueno para el
país. Para el 2006 los homicidios registrados atribuidos a organizaciones criminales
alcanzaban los 2000. Para el año 2010, cuatro años después esta cifra aumentó a 15,000;
más de 7 veces.

La organización de estos movimientos fue por medio de redes o actuando individualmente y


los principales objetivos a eliminar fueron tanto personal directo relacionado a grupos
organizados, como ciudadanos relacionados por algún nexo en común.

La estrategia aplicada para combatir el crimen organizado por Calderón fue la militarización,
sin prevenir que el fuego no se ataca con más fuego. Las consecuencias de este
movimiento fue una cadena de crisis violentas por todo el país. Si bien en un principio se
consiguió desaparecer algunos cárteles pequeños. La violencia en las calles civiles se
volvió catastrófica.

Otra de las consecuencias que esto trajo fue el desequilibrio entre poder civil y militar. La
primera consecuencia es que, al hacer de la intervención de las Fuerzas Armadas la regla
en la lucha contra el narcotráfico, se crea un desequilibrio entre el poder civil y el militar. El
empleo del Ejército como consecuencia de la ineficiencia o corrupción de las autoridades
policiales es un mal remedio, obstaculiza la evolución normal del desarrollo social del
Estado y brinda un poder a los militares que puede debilitar el proceso democrático.

Resulta además contradictorio que precisamente en los años de la democratización del


país, mientras más democracia formal existe, más poder ganan los militares, que cada vez
controlan más espacios en las instituciones de seguridad y procuración de justicia. Desde
hace ya tiempo, la autoridad civil ha venido actuando supeditada a la militar. Y todo esto sin
fecha de término.

Otra implicación negativa es simplemente que el uso de una estrategia agresiva nos trajo
más violencia. Y esto es señal de un gobierno débil, una política de intervención antidroga
agresiva tiende a multiplicar la violencia. Esto es así por la capacidad de poder que tienen
las organizaciones y porque esta política propicia conflictos entre carteles.

Si bien gran parte de la violencia la protagonizan las organizaciones traficantes, también la


acción del gobierno desempeña un papel importante: las reglas del juego las establece su
acción o inacción, y lo que ha hecho el gobierno es una acción provocadora que ha puesto
en marcha medidas que han incitado a la violencia. Lo problemático es que el gobierno está
entrando en el juego de los traficantes, por ejemplo, la detención de capos y los decomisos
se han hecho en buena medida por información provista por carteles rivales cuyo objetivo
es iniciar una ofensiva justo en el momento en que comienza el conflicto dentro del cartel se
lleva por el arresto, muerte o decomiso.

El gobierno, en su” objetivo” de eliminación por medio de la confrontación, terminó actuando


como detonador o ayudante de los incrementos de violencia. En buena medida, por el
deficiente trabajo de planeación y señal de un gobierno débil y joven en México. La
democracia no estaba preparada para enfrentar problemas ya que acababa de nacer.

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