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El trastorno de pánico es más común entre las mujeres que entre los hombres.
Suele comenzar entre los adultos jóvenes. Algunas veces comienza cuando
una persona se encuentra sometida a mucho estrés. La mayoría de las
personas mejora con el tratamiento. La terapia puede demostrarle cómo
identificar y cambiar los patrones de pensamiento antes de que lo conduzcan al
pánico. Las medicinas también pueden serle de ayuda.
El trastorno obsesivo-compulsivo
(TOC) se caracteriza por pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes,
persistentes, no deseados e intrusivos (obsesiones) y/o por conductas o actos
mentales repetitivos que los pacientes se sienten impulsados a hacer
(compulsiones) a fin de disminuir o evitar la ansiedad que provocan las
obsesiones. El diagnóstico se basa en la anamnesis. se basa en la anamnesis;
el tratamiento consiste en psicoterapia (específicamente, la exposición y la
prevención de la respuesta), fármacos (específicamente, ISRS o
clomipramina), o en casos especialmente graves, ambos.
es un poco más frecuente en las mujeres que en los varones, y afecta del 1
al 2% de la población. La edad media de inicio del TOC es 19 a 20 años, pero
alrededor del 25% de los casos comienza hacia los 14 años (ver Trastorno
obsesivo compulsivo (TOC) y trastornos relacionados en niños y
adolescentes). Hasta un 30% de las personas con TOC también tienen
un trastorno de tic pasado o actual.
Obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes intrusivos, no deseados
cuya presencia por lo general causan angustia o ansiedad intensas.
Las compulsiones (a menudo denominadas rituales) son conductas
excesivas, repetitivas, intencionales que las personas afectadas sienten que
deben realizar para prevenir o reducir la ansiedad causada por sus
pensamientos obsesivos o para neutralizar sus obsesiones
Tratamiento
Terapia de exposición y prevención del ritual
ISRS o clomipramina
Un trastorno de la comunicación
afecta la audición, la voz, el habla, el lenguaje o una combinación de todos
estos.
Más del 10% de los niños sufren un trastorno de la comunicación. Un trastorno
en un área de la comunicación puede afectar a otra área. Por ejemplo, la
deficiencia auditiva altera la capacidad para ajustar el volumen o el tono de la
voz y puede conducir a un trastorno del habla. La pérdida de audición causada
por una infección de oído puede interferir con el desarrollo del lenguaje. Todos
los trastornos de la comunicación, incluyendo los trastornos de la voz, pueden
interferir con el rendimiento escolar y con las relaciones sociales.
Trastornos de la voz
Más del 6% de los niños en edad escolar tienen un problema de voz, en la
mayoría de los casos ronquera. Estos problemas suelen deberse a un uso
excesivo de la voz durante largo tiempo, al hecho de hablar demasiado alto o
a una combinación de ambos factores. Muchos niños con problemas de voz
tienen pequeños nódulos en las cuerdas vocales .
Trastornos del lenguaje
En estos trastornos, la producción del habla es dificultosa. En consecuencia,
los niños son menos capaces de comunicarse de manera inteligible.
Aproximadamente el 5% de los niños que empiezan la educación primaria
tienen un trastorno del habla. Los trastornos del habla incluyen los siguientes:
Diagnóstico
Para diagnosticar los trastornos de la voz y el habla, los médicos examinan la
boca, los oídos y la nariz. Se realizan pruebas de audición y se evalúa el
sistema nervioso. Si se sospecha un trastorno de la voz, el médico puede
examinar la laringe con un espejo o una sonda de visualización delgada y
flexible (denominada nasofaringolaringoscopio) que se introduce por la nariz.