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Qué es la Biblia:

La Biblia es una colección o recopilación de libros sagrados, que contiene las


historias, doctrinas, códigos y tradiciones que orientan a los cristianos, con
base en la tradición judía (Antiguo Testamento) y el anuncio del Evangelio
(Nuevo Testamento).

La Biblia es una recopilación de textos que en un principio eran documentos


separados (llamados «libros»), escritos primero en hebreo, arameo y griego

Biblia es un término procedente de la palabra griega βιβλίον (biblíon), que


significa rollo, papiro o libro, y de la expresión griega τὰ βιβλία τὰ ἅγια (ta
biblía ta hágia), que significa libros sagrados
Fue escrita por unos 40 hombres en un período aproximado de los 1600 años.
El primer libro de la Biblia es el Génesis. Fue escrito alrededor del 1445 a.C. El
último libro es el Apocalipsis, escrito alrededor del 90-96 d.C. Originalmente se
escribió en hebreo, arameo y griego.

La Santa Biblia (biblia sacra en latín) es el libro más vendido de todos los
tiempos. Ha sido traducida a más de 2500 idiomas, y está disponible en
diferentes versiones según las tradiciones y las traducciones. Actualmente está
disponible también en formato digital.

Estructura de la biblia
La Biblia cristiana se divide en dos partes principales: el Antiguo y el Nuevo
Testamento. Testamento (berith en hebreo) significa alianza, pacto o contrato.
Cada uno de ellos reúne una colección de textos sagrados. Conozcamos
algunos detalles esenciales.

Antiguo Testamento
El Antiguo Testamento (Tanaj para los judíos y Septuaginta para los griegos)
es considerado por los cristianos como la historia de la creación. Comprende
las historias relacionadas con la creación del mundo y los acontecimientos del
pueblo hebreo hasta el año 445 a.C. aproximadamente. el antiguo testamento
contiene 39 libros.

Además, el Nuevo Testamento contiene la narración de los hechos de los


apóstoles (que cuenta el nacimiento de la Iglesia primitiva), las cartas
pastorales de los primeros líderes cristianos y el libro profético del Apocalipsis.

El Antiguo Testamento se compone del Pentateuco, y otras series de libros


históricos, sapienciales y proféticos. En total se numeran en el Antiguo
Testamento 39 libros en la versión protestante, 46 libros en la versión de
la Iglesia católica y 51 libros en la de la Iglesia Secciones o grupos del antiguo
testamento.

las primeras divisiones de las escrituras


Los primeros esfuerzos para dividir las Escrituras fueron desarrollados por los
judíos quienes empezaron a dividir el Antiguo Testamento en párrafos los
cuales eran identificados por dos letras del alfabeto hebreo: al inicio la ‫– פ‬
Pei (apertura – ptijá) que indicaba la apertura de un párrafo. Y al final la letra ‫– ס‬
Samej (final – sofí) para el cierre del párrafo. Las copias más antiguas con este
sistema las encontramos en el libro de Isaías en los Rollos del Mar Muerto
escritos alrededor del año 100 a.C., estas divisiones en párrafos difieren un
poco de las que después se encontrarían en las divisiones del texto Masorético
que fue el que se utilizó para las Biblias que tenemos hoy en día.
Por otro lado, la necesidad de los judíos para leer las Escrituras semanalmente
dio nacimiento a la primera división de la Biblia. En Israel, los judíos dividieron
la Torá (los primeros cinco libros de la Biblia, o Pentateuco) en 154 secciones
para que pudieran ser leídos en voz alta de forma semanal en el transcurso de
3 años. Mientras que los judíos en Babilonia dividieron la Torá en 53 ó 54
secciones para que pudiera ser leída en un año. Esta división sigue
utilizándose actualmente.

Entre los siglos VI y X, escribas judíos llamados “masoretas”, desarrollaron el


llamado Texto Masorético, que es el Antiguo Testamento como lo conocemos
hoy. En este periodo, los masoretas introdujeron vocales, acentos, signos de
puntuación. Además, subdividieron las antiguas 54 secciones de la Torá en 669
segmentos más pequeños llamados sidrim, a fin de facilitar la ubicación de
referencias. Para el siglo noveno, ya habían establecido la división de todo el
texto del Antiguo Testamento en versículos.

La actual división de la biblia.


Más tarde, Stephen Langton (1150-1228), el arzobispo de Canterbury
desarrolló una división en capítulos que fue utilizada en la edición de la Vulgata
Latina, conocida como la Biblia Parisiense en el año 1226. La difusión de estas
divisiones fue tan bien recibida, que incluso por razones prácticas fue adoptada

por los propios judíos.

En 1448, el rabino Mordecai Nathan hizo una pequeña mejora al trabajo de


Stephen Langton al subdividir con números (y no con letras) los capítulos del
Antiguo Testamento.
El actual sistema más preciso de numeración en versículos y al cual estamos
acostumbrados para la división de la Biblia, fue logrado gracias al prestigioso
impresor francés Robert Estienne (1503-1559) también conocido como
Robertus Stephanus en latín, el era hijo de un famoso impresor (Henri
Estienne). El rey de Francia lo nombró impresor real para trabajos en hebreo,
latín y griego, y en 1532 imprimió Biblias Hebreas completas. Debido a que él
se identificó con el movimiento protestante, experimentó la hostilidad de los
teólogos católicos de La Sorbona, por lo cual se vio obligado a dejar París y
escapar rumbo a Ginebra (Suiza). En 1551 publicó por primera vez una edición
del Nuevo Testamento en griego que tenía este nuevo sistema de numeración
por versículos. En 1555, imprimió toda la Biblia en latín, y esa fue la primera
vez en que la Biblia apareció con la división completa de capítulos y versículos
que poseemos en la actualidad. Luego también utilizó este sistema de
numeración en su publicación de la Biblia en francés. Hasta este punto los
números de los capítulos y de los versículos no estaban intercalados dentro del
texto bíblico, sino en los márgenes.

En 1560 publicó la primera versión de la Biblia de Ginebra en inglés (Geneva


Bible) que utilizaba tanto capítulos como versículos. Además, contenía un
elaborado sistema de glosas (comentarios) en los márgenes.

En 1569, Casiodoro de Reina publicó en Basilea (Suiza), la primera traducción


completa de toda la Biblia al idioma español, y en ella incluyó la división actual
de capítulos y versículos propuestos por Robert Estienne.

Así que finalizando el siglo XVI, los judíos, los protestantes y los católicos
habían aceptado la división en capítulos introducida por Stephen Langton y la
subdivisión en versículos introducida por Robert Estienne. Este es el sistema
actual que utilizan la mayoría de las Biblias de hoy en día a nivel mundial.

En total, la Biblia protestante incluye 1,189 capítulos (979 en el Antiguo


Testamento, 260 en el Nuevo Testamento). La Biblia consta de 31,173
versículos (23,214 en el Antiguo Testamento, 7,959 en el Nuevo Testamento).
El capítulo más largo de la Biblia es el Salmo 119 (176 versículos). El capítulo
más corto es el Salmo 117 (2 versículos). El versículo más corto de la Biblia (en
inglés) es Juan 11:35: “Jesús lloró”. El versículo más largo de la Biblia (en
inglés) es Ester 8: 9. Cinco libros constan de un solo capítulo (Abdías, Filemón,
2 Juan, 3 Juan, Judas). El libro con la mayor cantidad de capítulos es Salmos
(150 capítulos).

La inspiración de la escritura
4. Teoría de los Grados de Inspiración. Esta falsa teoría es un poco diferente a la teoría
de la inspiración parcial. La teoría de distintos grados de inspiración, enseña que no
solo en parte, sino que toda la Biblia es inspirada; pero que no todas las partes son
inspiradas en el mismo grado. Este concepto se refleja en las ediciones de las Escrituras
con letras en rojo. Con las palabras de Yeshua (Jesús) impresas en rojo algunos
creyentes lo toman como si esto significa o implica que las palabras de Yeshua fueron
más inspiradas que el resto de las Escrituras. Pero las palabras de Jesús no fueron
escritas por Él mismo, sino que fueron escritas por Mateo, Marcos, Lucas y Juan. El
problema con esta teoría es que afirma que algunas partes son más inspiradas que
otras. Siempre hay algo de inspiración, pero al mismo tiempo, esta teoría permite
grados mayores y menores de error. El problema con esta teoría, al igual que con la
anterior, es que permite una separación excesiva entre lo humano y lo divino. Esta
teoría, al igual que la anterior, conduce a la especulación y a la subjetividad. 5. Teoría
de la Inspiración Conceptual. Esta falsa teoría sostiene que sólo los pensamientos de la
Biblia son inspirados, pero no las palabras. Enseña que Dios simplemente implantó
ideas en las mentes de los autores, y estas ideas se inspiraron en la verdad. Pero a los
autores se les dio la libertad de expresar estas ideas en sus propias palabras. Esta
teoría también permite demasiada separación entre lo humano y lo divino. Siempre se
debe recordar que las ideas tienen que ser expresadas en términos de palabras. Las
ideas no son transferibles, salvo en palabras. Esta tampoco es una buena teoría. 6.
Teoría de la Inspiración Dinámica. Esta falsa teoría significa que la Biblia es inspirada
solamente en aquellas áreas que conciernen a la fe y la vida de un creyente. Hay
inerrancia en los asuntos de fe y práctica, y hay inerrancia en las áreas de la verdad
espiritual y la salvación. Pero dice que la Biblia puede tener error en áreas no
relacionadas con la fe y la salvación. Ellos creen en la inspiración plenaria, pero no
creen en la inspiración verbal. El problema con esta teoría es que conduce a la
especulación y a la subjetividad. ¿Quién va a decidir cuáles son las cosas esenciales a la
fe, y cuáles son las cosas que no son esenciales a la fe? Si la Biblia no puede garantizar
la inerrancia en otras partes de las Escrituras, no hay manera de que pueda garantizar
la inerrancia en materia de fe y práctica. 7. Teoría de la Inspiración Mecánica o Dictada
La última falsa teoría enseña que toda la Biblia fue dictada por Dios, palabra por
palabra, y los escritores no eran más que secretarios o taquígrafos. En esta teoría, hay
un énfasis excesivo en lo divino. Si eso fuera verdad, cada parte que se lee de la Biblia
seria exactamente igual y tendría el mismo estilo. Sin embargo, la Biblia como un todo
no tiene el mismo estilo; hay estilos que difieren de un escritor a otro. Muchos de los
escritores expresan sus propios sentimientos internos, tal como lo hizo Pablo en Rom.
9:1-3.

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