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Estas son las cuatro claves para mantener

estable la diabetes
La diabetes es una enfermedad que puede ser devastadora y cuya incidencia está
yendo en aumento, rompiendo incluso las previsiones de incremento realizadas por la
Organización Mundial de la Salud (OMS), ligada esta evolución, sobre todo, al
incremento de la obesidad.
La buena noticia es que es una patología que se puede prevenir y controlar cuando
aparece y en la que los hábitos de vida son fundamentales. Y en su abordaje el papel de
la enfermería es clave, por eso la Federación Internacional de la Diabetes ha querido
este año llamar la atención sobre esta cuestión, coincidiendo con la celebración hoy, 14
de noviembre, del Día Mundial dedicado a esta enfermedad.
Prevenir la diabetes no es tan complicado, basta con adoptar un estilo de vida
saludable, relacionado sobre todo con la práctica de ejercicio físico, el seguimiento de
una alimentación adecuada, con la dieta mediterránea como herramienta clave, y el
abandono del tabaquismo. Además, actualmente se dispone de fármacos muy eficaces
para su abordaje, no solo para el control de la glucosa sino también para reducir el
riesgo cardiovascular y proteger el corazón de estos pacientes.
Y mejorar la prevención es fundamental porque todas las previsiones de las autoridades
sanitarias internacionales respecto a la evolución de la diabetes se quedan cortas. Los
datos en los últimos años siempre han sido peores de lo previsto. Y la razón es el
imparable aumento de la obesidad, que es un factor de riesgo claro de diabetes.
De hecho, los expertos consideran llamativo que se estén viendo ya casos de diabetes
tipo 2 en niños, “algo que hace unos años era impensable para nosotros”, señala Javier
Escalada, director del área de Endocrino y Nutrición de la Clínica Universitaria de
Navarra, y presidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición
(SEEN).

Diabesidad: la otra pandemia


De hecho, se ha acuñado un nuevo término, diabesidad, para definir una nueva
realidad de pandemia de diabetes ligada a la obesidad y el sobrepeso. En la misma
idea insiste Ángeles Álvarez, enfermera del Centro de Salud Goya, en Madrid, para
quien “es clave trabajar la obesidad infantil”.
La cuestión es que debido al retraso en el diagnóstico, cuando al paciente se le detecta
la diabetes “está en ocasiones ya muy deteriorado”, explica Escalada. Y ello es
lamentable porque actualmente se dispone de fármacos muy eficaces para el control de
la enfermedad, que resultan tanto más eficaces cuanto antes se instaure el tratamiento.
“Es tristemente habitual que aparezca un paciente con una herida en el pie que es en
realidad una lesión de pie diabético y ese momento es cuando se le diagnostica”, indica
esta enfermera.
Un perfil clave en el abordaje de la diabetes es la del personal de enfermería porque se
trata de una enfermedad en la que la educación y la capacitación de la persona con
diabetes en su manejo es fundamental. Es además una figura que acompaña al
paciente con diabetes a lo largo de toda su enfermedad. Álvarez vive con pasión su
trabajo. Desde su experiencia considera clave “explicar al paciente desde el minuto 1
cuál es la historia natural de esta enfermedad, que es complicada, entre otras cosas,
porque no duele. Quizá si cada vez que al paciente le sube la glucosa experimentara
algún tipo de dolor sería más fácil”.
Por ello, les explica los síntomas y les ayuda a saber interpretarlos. “Un 20% de los
pacientes que sufren una hipoglucemia modifican sus hábitos porque lo pasan tan mal
que hacen todo lo posible para evitarlo. Pero el objetivo es tratar de evitar esas crisis,
sobre todo, los vaivenes glucémicos que tanto daño producen”.

Una mesa con cuatro patas


Esta enfermera explica a sus pacientes que la diabetes es como una mesa que
necesita cuatro patas para permanecer estable. Una de ellas está relacionada con la
alimentación, teniendo en cuenta que la dieta mediterránea “es perfecta para prevenir
esta enfermedad y mejorar su curso. Pero mucha gente piensa que la sigue y no es así.
Además, a los pacientes no se les puede dar la dieta que tenemos en el cajón para todo
el mundo, hay que personalizar las decisiones y es importante pactar con cada
paciente”.
Otro de los pilares es el ejercicio físico que debe incluir tanto actividad aeróbica como
de fuerza. “No sirve decirle a la población que salga a caminar, sin más, claro que
caminar es bueno pero hay que dar unas pautas precisas y completas. Es necesario
alcanzar una determinada frecuencia cardiaca, que debemos individualizar, y basta una
pared o una silla para poder realizar ejercicios de fuerza, al tiempo que un paciente no
debe estar más de 48 horas sin practicar ejercicio físico y realizar, al menos, 150
minutos a la semana”.
La tercera pata de la mesa se relaciona con el tratamiento farmacológico y su
cumplimiento, sabiendo reconocer y resolver las situaciones de crisis. “No basta con
decir toma un poco de azúcar cuando sientas una hipoglucemia, que debemos enseñar a
reconocer; el paciente debe saber exactamente qué tiene que ingerir, cuánto tiempo tiene
que esperar, conocer la que conocemos como regla del 15, qué tipos de hidratos de
carbono le convienen… yo les enseño a contar raciones, a saber intercambiarlas y a que
según lo que coma necesitará más o menos insulina. Las necesidades cambian con la
alimentación, el ejercicio y la menstruación, entre otros factores”.
La educación terapéutica es el cuarto pilar “y aquí enfermería desempeña un papel
fundamental porque si esto falla, fallará lo demás y es un proceso que debe mantenerse
a lo largo de toda la vida como enfermedad crónica que es y en la que es difícil
mantener de forma permanente las pautas establecidas, aún por muy concienciado
que esté el paciente”.
Precisamente de la importancia de la enfermería en el manejo de la diabetes da idea el
lema La enfermera y la diabetes, elegido este año por la Federación Internacional de la
Diabetes con motivo de la celebración del Día Mundial de la enfermedad, que se celebra
hoy. Se trata de un eslogan con el que se quiere dar protagonismo al papel esencial que
estos profesionales juegan en la prevención, detección, control y seguimiento de esta
enfermedad y quienes destacan la importancia de la educación y la financiación como
apoyo en su tarea.

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