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Constitución Política
Las principales funciones de las entidades territoriales son la de administrar los recursos
y establecer los tributos necesarios para el cumplimiento de sus funciones, participar en las
rentas nacionales y ejercer las competencias que les correspondan asignadas por la ley.
Ahora bien, al hablar de corrupción hoy en Colombia es tan natural como el origen
mismo del fenómeno, referirse a los efectos que ella produce, ya no genera asombro y
menos estupor en el seno de la sociedad, los escándalos van y vienen como el pan de cada
día, el caso que se conoce hoy, mañana es olvidado y reemplazado por otro y así
sucesivamente van pasando nuestros días.
Los resultados resultan preocupantes, más ahora cuando el país intenta caminar hacia la
transición y se habla, tras la firma del acuerdo entre el Gobierno y las Farc, de la creación
de nuevas instituciones que se encargarán de ejecutar programas para la consecución de la
paz en Colombia.
Las cifras son vergonzosas. Las contralorías departamentales obtienen un promedio
general de 55 sobre 100. Es decir que el 56% de esas entidades del orden departamental se
encuentran en nivel alto y muy alto de riesgo de corrupción. De hecho, solo dos
contralorías logran un nivel moderado de riesgo, es decir que pasan raspando. Son ellas,
Huila y Meta.
Es importante mirar que, tanto en gobernaciones como en municipios, los peores lugares
los ocupan justamente las regiones por donde es casi seguro que comience la inversión de
programas para construir la paz, dados los conflictos que se han vivido allí por décadas y el
número de víctimas.
Lo primero que hay que decir es que los candidatos, en campaña, siguen mintiendo.
Cuando llegan a ocupar los cargos públicos, las promesas de luchar contra la corrupción se
van a la caneca.
Otro problema grave es que no se informa sobre la ejecución presupuestal. Es decir que
los colombianos no tenemos acceso público y abierto a la ejecución del Sistema General de
Participaciones, el Sistema General de Regalías y los recursos propios de las entidades del
Estado.
En conclusión, en Colombia la corrupción se presenta como uno de los mayores
problemas que afectan el ejercicio de la función pública, y la gestión contractual de las
entidades territoriales, obstaculizando el desarrollo económico, político y social de nuestro
país; la conducta ética en actos de corrupción de los servidores públicos viola principios de
responsabilidad, transparencia e imparcialidad.
CONCLUSIONES