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La familia del caso práctico número dos está formada por un padre ligeramente deficiente,

una madre que padece esquizofrenia paranoide y tres hijos pequeños (seguramente no

deseados), dos varones y una niña recién nacida, la cual ha sido diagnosticada de espina

bífida.

TIPO DE CONTACTO ESTABLECIDO.

El caso concreto de esta familia es conocido por los servicios sociales comunitarios después

de que la trabajadora social del ayuntamiento de la localidad en la que residen, previa

entrevista con la madre, considerase necesario realizar una investigación sobre el núcleo

familiar.

Por lo tanto el contacto establecido es una demanda, pues además es la madre la que solicita

de nuestros servicios pues considera necesario que a su familia se le garantice una vivienda

de VPO.

CONTEXTO DE LA SOLICITUD.

El contexto en el que se da la solicitud es de carácter asistencial. Lo que en un primer

momento parece un servicio de apoyo económico, deriva en un caso más complicado con

carencias no sólo de índole económica.

Es lo que en el gremio se conoce como “familia multiproblemática” pues son varios miembros

los que necesitan de una intervención por parte de los servicios sociales y por diversos

motivos.

ORGANIZACIÓN DE LA INFORMACIÓN DISPONIBLE HASTA EL MOMENTO.

Información Individual:

El miembro de la familia que requiere principalmente de asistencia social es la madre. De ella

sabemos que es una mujer de 33 años, que padece una esquizofrenia paranoide, aunque

actualmente se encuentra en tratamiento. Se divisan en ella escasas habilidades sociales y

personales, y en el momento de la primera intervención con la familia no poseía relaciones

con su entorno.

Además, se detectaron en ella pocas habilidades paternales y se confirmó que el embarazo

de la tercera hija no fue deseado. Se desconoce si los anteriores embarazos tampoco lo


fueron.

Sus familiares directos son una madre y una hermana, residentes en la misma localidad y

con las que mantiene una buena relación. Son ellas las que se han venido ocupando del

cuidado de los hijos y de las tareas del hogar. Ellas constituyen su única red de apoyo.

Al dar a luz a su tercera hija, conoció que ésta había nacido con una enfermedad conocida

como espina bífida con pronóstico de parálisis en ambas piernas (la espina bífida es un

trastorno en el cual existe un desarrollo anormal de los huesos de la columna, de la médula

espinal, del tejido nervioso circundante y del saco con líquido que rodea a la médula espinal).

Precisamente la enfermedad que padece la pequeña, puede crear nuevos conflictos en la

familia pues es una enfermedad complicada, que requiere de un tratamiento constante y

costoso.

Información Familiar:

El padre de familia es un hombre de 40 años que trabaja eventualmente como peón agrícola.

Padece una ligera deficiencia mental. Sabemos de él que es un hombre muy trabajador y que

mantiene estrechas relaciones con la vecindad. Además proviene de una familia bien

estructurada que, aunque no puede servirnos como apoyo instrumental porque residen en

otro municipio, mantienen una estrecha relación con él.

El hijo mayor, de dos años de edad en el momento inicial de la demanda siente un fuerte

apego hacia su madre, a pesar de las reticencias de ella. Actualmente ha sido escolarizado

en el primer curso de educación infantil.

El hijo menor, actualmente de un año de edad (tenía 10 meses en el momento de la

demanda) se encuentra en buen estado de salud.

Por otra parte, la situación familiar no parece haber empeorado desde que se produjo la

demanda hasta la actualidad. Las relaciones afectivas siguen siendo buenas, destacando el

padre sobre la madre.

Información Social:
La madre se puso en contacto con la trabajadora social del ayuntamiento para solicitar una

vivienda de VPO pues la casa en la que vivían por aquel entonces se encontraba en unas

condiciones pésimas de habitabilidad. Actualmente, la familia se encuentra asentada en su

nuevo hogar.

El aporte económico proviene del padre, ya que es el único miembro de la familia que tiene

un oficio remunerado, el cual es de carácter eventual.

Las redes de apoyo informal se componen de la madre y hermana de la mujer y de la familia

del padre, aunque ésta última reside en un municipio a unos 50 km de distancia. Tanto el

padre como la madre mantienen una buena relación con sus respectivas familias.

INFORMACIÓN A RECABAR POR EL EDUCADOR ANTES DE TOMAR UNA DECISIÓN SOBRE EL

PROCESO DE AYUDA.

En mi opinión habría que recoger información sobre los siguientes aspectos:

- Relación paterno- filiales. Para conocer más a fondo el tipo re relación establecida entre

el padre y sus hijos, así como la de la madre con los mismos. Habría que analizar el apego

existente entre los miembros de la familia, la disciplina que ejercen sobre los niños y los

cuidados físicos que les prestan. También sería óptimo conocer el estado en el que se

encuentra la relación matrimonial (cercana, fría, amistosa, deficiente…)

- Estado de salud de la madre. Conocer cuál es el tratamiento a seguir tras su reciente

detectada enfermedad y ser conocedores del buen cumplimiento de la misma.

- Estado de los hijos. Sobre todo del mayor, ya que por primera vez, ha sido escolarizado.

Habría que recoger toda la información posible en cuanto al ámbito escolar, como por

ejemplo la relación que mantiene con los compañeros de aula, si realiza adecuadamente sus

necesidades fisiológicas, si se duerme en clase, si come correctamente o por el contrario hay

falta de alimentos, si se muestra receptivo ante las actividades escolares… También tenemos

que saber si en su casa es alimentado, aseado, vestido y cuidado correctamente.

- Economía familiar. Analizar de dónde provienen los ingresos económicos de los que

dispone la familia.

- Seguimiento médico de los tres hijos. Conocer si los padres cumplen asiduamente con

los controles de vacunación, si acuden regularmente al centro ambulatorio y si son

correctamente atendidos en el hogar si se reciben órdenes médicas (toma de antibióticos o

algún tipo de medicamentos). Es muy necesario conocer a fondo el tratamiento que debe
recibir la hija y si éste está siendo llevado a cabo correctamente.

- Nivel de estudios de los padres. Conocer todos los oficios que ha ejercido el padre (lo

que nos ayudará en la búsqueda posterior de un empleo de carácter fijo). Determinar si los

padres han recibido enseñanza básica. Estudiar el grado de empleabilidad de la madre.

- Ayudas económicas por discapacidad. El tratamiento que debe seguir la hija menor

quizá este subvencionado por alguna entidad pública o la familia tenga derecho a alguna

paga extra por minusvalía.

- Escasa relación con el entorno por parte de la madre. Investigar a qué se debe el

poco interés que muestra la madre por establecer relaciones con las personas que la rodean.

Detectar signos de marginación o rechazo por parte del entorno, en caso de que los hubiera.

FACTORES DE RIESGO Y FACTORES DE PROTECCIÓN.

Factores de riesgo:

1.- En relación a los padres, hay que tener un control y especial cuidado con los aspectos de

las enfermedades del padre y la madre (deficiencia mental ligera y esquizofrenia paranoide

respectivamente).Otro factor que nos debería preocupar es la delegación de las tareas del

hogar y del cuidado de los hijos a la abuela materna y a la tía de los mismos.

2.- En cuanto a los factores de riesgo del ámbito familiar se debería tener un especial

cuidado, en mi opinión, con el trato que los padres ejercen sobre la hija recién nacida. Al no

haber sido un bebé buscado y nacer con una enfermedad complicada, puede hacer que los

padres no se impliquen emocional y atencionalmente con la pequeña. Además hay que

destacar que aunque la familia ve satisfecha sus necesidades más básicas, viven en una

situación precaria económicamente debido a que tan sólo trabaje el padre y lo haga de forma

eventual.

3.- Por último, los factores de riesgo que podemos encontrar en los hijos vienen

determinados por la edad de los mismos. Son niños muy pequeños, lo que les hace más

vulnerables. Además, a la situación familiar de los hermanos hay que sumarle la llegada de

un nuevo miembro que padece una enfermedad relativamente grave.

Factores de protección:

1.- A pesar de las enfermedades que padecen y las dificultades a las que se enfrentan, los
padres mantienen una buena relación con los hijos, sobre todo el padre, que es cariñoso y

cuidadoso con los pequeños. La madre también tiene buena relación, pero en menor medida.

Sin embargo, y de nuevo a pesar de su enfermedad, es una mujer que sabe cómo actuar

ante las adversidades, pues fue ella misma la que se puso en contacto con el ayuntamiento

para solicitar una VPO.

2.- Los factores de protección relacionados con el ámbito familiar vienen determinados por la

buena relación que el padre mantiene con el entorno social que le rodea (no así la madre).

Además, las familias de ambos son un apoyo muy positivo. Hay que destacar también la

buena acogida por parte de la familia ante la ayuda de los servicios sociales, algo

fundamental para el buen desarrollo del proceso de intervención.

3.- Finalmente, entre los factores de protección de los menores de la casa hay que destacar

la correcta escolarización del hijo mayor, cuyo centro y tutores nos serán una efectiva fuente

de información sobre el niño.

OBJETIVOS DE LA INTERVENCIÓN EDUCATIVA.

Llegados a este punto, toca fijar unos objetivos de intervención exclusivamente educativos

para con la familia. Nuestra función se limitará a ser asistencial ya que ayudaremos a una

familia a superar una situación de dificultad, pero los miembros de la misma deben ser

conocedores de los objetivos de nuestra intervención y estar de acuerdo con los mismos.

Una vez aclarado esto, paso a enumerar de forma sucinta los objetivos que personalmente

fijaría para llevar a cabo el proceso de intervención educativa:

- Asociacionismo o entidades de apoyo a la madre y la hija. Por sus diversas

enfermedades, conocer si en el municipio o en las cercanías existen entidades de apoyo.

Asegurarnos también de que, si están en derecho de solicitar alguna paga extra por sus

enfermedades, lo hagan.

- Familia numerosa. Al nacer la tercera hija, constituyen una familia numerosa, por lo que

tienen derecho a una paga mensual que proporciona el gobierno.

- Proponer a los progenitores que ingresen en una guardería a los dos hijos más

pequeños. De esta forma, se les iría educando y preparando para el futuro ingreso en un

centro escolar, a la vez que lograríamos que la abuela y la tía de los mismos pudieran aliviar

en cierta medida la presión que supone cuidar de los pequeños, pues ambas, al conocer la

noticia del tercer embarazo, se vieron un poco abrumadas por la situación.


Además, también esta medida sería positiva para la madre de los niños, ya que al disponer

de más tiempo libre, podría dedicarse a sí misma o incluso a realizar alguna actividad de

carácter cultural o de ocio (que le permitiría conocer gente nueva con la que tendría la

oportunidad de relacionarse).

- Seguimiento del rendimiento escolar del hijo mayor. En primer lugar habría que

ponerse en contacto con el director del centro y de los tutores del chico, para alertarles de la

situación familiar del pequeño, eso sí, respetando siempre el derecho a la intimidad. Una vez

hecho esto, sería recomendable tener reuniones regulares con el equipo docente para

conocer la evolución del niño o las posibles complicaciones que puedan haber surgido en el

contexto escolar.

- Informar a los progenitores de medidas anticonceptivas. Dado que se piensa que

ningún embarazo ha sido deseado y conociendo con bastante seguridad, que los padres no

desean más hijos, asesorarles sobre las posibles medidas anticonceptivas de las que

disponen.

- Seguimiento médico de la hija. Asegurarnos que la pequeña está siendo sometida al

tratamiento de forma adecuada y conocer las posibles necesidades que una enfermedad de

esas características pueda provocar. Sería beneficioso para la madre que, en caso de que la

pequeña lo necesite, fuese ella quien la acompañase a un centro de rehabilitación, por dos

motivos. En primer lugar porque así la progenitora sería testigo directo de los ejercicios que

debe llevar a cabo la niña, y por otro lado, porque seguramente este acercamiento entre

ambas aplacaría un poco la ansiedad que provoca en la madre la maternidad.

- Supervisar el tratamiento médico de la madre. Garantizando que la misma acuda

regularmente al médico especialista que la trate y poniéndonos en contacto con él de forma

regular si fuese necesario.

- Desarrollar las habilidades parentales de la madre. Transmitiéndole una educación

del hogar, consistente en cómo se debe portar con los hijos, cómo organizar las tareas del

hogar, cómo manejar la economía doméstica… en fin, ayudarla para que asuma su rol de

madre de familia.

- Abordar con el matrimonio la organización familiar. En caso de que fuera necesario,

asesorarles sobre las funciones que deben cumplir como padres de una familia numerosa.

- Contactar con la Asociación de Familiares de Espina Bífida. Así conocerán a otras

familias que pasan por la misma situación que ellos y se les proporcionará información en

relación con la enfermedad de la niña pequeña. (Nueva oportunidad para la madre de

relacionarse con un nuevo entorno). Si fuese necesario, o a petición de los padres, los

profesionales de la investigación podrían acompañarles en las ocasiones que ellos así lo

requieran.
- Adaptación de la vivienda en concordancia con la enfermedad de la hija. Debido a

que la pequeña no podrá subir escaleras y necesitará de un baño adaptado a sus

necesidades, entre otras cosas, sería recomendable elaborar una búsqueda de recursos que

permita a sus padres adaptar la casa a las necesidades de la pequeña, empleando el mínimo

coste económico posible.

- Finiquitar el aislamiento social de la madre. Instándola a asistir a actividades de ocio y

tiempo libre, o acompañando a su hija a rehabilitación, como ya he indicado anteriormente,

pero también, aconsejándola a relacionarse más con sus propios hijos, recogiéndolos en el

colegio, un buen lugar para entablar conversación con otras madres. También sería bueno

que, por ejemplo, se ofreciera a ocupar un puesto en la comunidad de vecinos, pues así

mantendría una relación más estrecha con ellos.

Finalmente recalcar que si se adoptasen todas estas medidas, sería muy bueno contar con el

apoyo de la madre y hermana de la progenitora, pues su colaboración con nosotros es

fundamental.

Publicado por Macarena Ramírez Barrioen 15:06


Etiquetas: actividades clase

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