Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
A Fractured Light de Jocelyn Davies-Saga A Beautiful Dark 2 PDF
A Fractured Light de Jocelyn Davies-Saga A Beautiful Dark 2 PDF
Sinopsis
Cuando se despierta en un lugar desconocido, Skye sabe que algo terrible
le ha sucedido. Pero no es hasta que escucha a Asher, el ángel oscuro y
rebelde del que se enamoró, que los recuerdos de Devin y su estruendosa
traición le llega de golpe.
2
Índice
Sinopsis Capítulo 15
Prólogo Capítulo 16
Capítulo 1 Capítulo 17
Capítulo 2 Capítulo 18
Capítulo 3 Capítulo 19
Capítulo 4 Capítulo 20
Capítulo 5 Capítulo 21
Capítulo 6 Capítulo 22
Capítulo 7 Capítulo 23
Capítulo 8 Capítulo 24
Capítulo 9 Capítulo 25
Capítulo 10 Capítulo 26
Capítulo 11 Capítulo 27
Capítulo 12 Capítulo 28
Capítulo 13 Capítulo 29
Capítulo 14 Capítulo 30
3
Prólogo
Traducido por LizC
Corregido por Angeles Rangel
4
Pero cuando doy un paso atrás del borde, se desvanece la adrenalina, y
todo lo que queda dentro de mí es un frío vacío. No siento más el dolor.
Pero no siento felicidad, tampoco. Hay una voz en mi oído, susurrando:
Toma una elección, Skye. No puedes mirar por el borde de este precipicio
para siempre.
En el sueño que tengo todas las noches, he tomado mi decisión. Cada vez,
voy a saltar. Para permitir que no sólo el dolor se precipite al interior
sino también cualquier otro sentimiento que venga con él: amor, dolor y
alegría. Quiero volar por esa pendiente y nunca mirar hacia atrás.
Quiero tantas cosas. El deseo es lo que me impide ser capaz de existir en
un perpetuo estado de calma.
Así que rectifico mis esquís. Me preparo para empujarme abajo por la
montaña.
Pero siempre hay alguien que me detiene. Un ángel rubio helado, con el
rostro calmadamente familiar y aun así aterrador al mismo tiempo. Sus
alas son tan deslumbrantemente blancas que tengo que cerrar los ojos. Y
mientras sus alas están cerradas, el frío acero de una hoja cae
directamente a través de mí. El dolor se precipita a medida que la espada
sale. No puedo tomar una elección entre el caos y el control, porque ya lo
han hecho por mí.
5
Capítulo 1
Traducido por LizC
Corregido por Angeles Rangel
L
o primero que noté cuando abrí los ojos fue la luz gris que me rodeaba
como una película de gasa. Respingué y entrecerré los ojos, tratando de
enfocar mi visión, pero la luz era tan brillante que mi cabeza empezó a
palpitar. Cerré los ojos de nuevo, y tomé una respiración profunda.
Eso estuvo bien. Estaba respirando ahora, al menos. Eso significaba que no estaba
muerta.
Cuando abrí los ojos otra vez, intenté enfocarme con más ganas, luchando para
darle sentido a dónde estaba. El frío se filtraba a mi alrededor, por lo que traté de
empujar mi jersey tejido de color crema alrededor de mi barbilla. Un tejido raído
me rozó la piel en su lugar.
Esta no es mi manta. Presa del pánico, busqué algo familiar, algo con toque de
piedra para demostrarme que estaba en mi dormitorio. Pero todo lo que me
rodeaba era extraño y desconocido.
No estoy en casa.
6
Un haz inclinado de luz caía sobre la manta descolorida que me cubría. Moví los
dedos del pie y observé las ondas que causaba el movimiento en la luz arrojada
sobre la cama. Así que no estaba paralizada. Traté con mis dedos de las manos
también, y después mi cuello. Parpadeé varias veces y luego abrí la boca, la estiré
de par en par, y la cerré. Me podía mover, pero mis músculos y articulaciones se
sentían rígidos y sin usar. ¿Cuánto tiempo había estado aquí acostada?
Cuando volví la cabeza, alcancé a ver algo de metal en una mesita de madera al
lado de mi cama, y mi cuerpo se tensó. Al instante mi mente recordó los bosques
oscureciendo en la caída de la tarde, el brillo del metal lastimándome a toda
velocidad. Mi corazón estaba latiendo con fuerza, y mi garganta estaba seca de
repente. No sabía si mi reacción era causada por el recuerdo o la imaginación.
¿Qué me ha pasado?
—Despierta —susurró una voz femenina, usando el tono de voz baja destinada a
hospitales y bibliotecas—. Vamos. Ve abajo a dormir en el sofá. Debes estar
agotado.
Esforzándome para ver de dónde venía la voz, localicé a una joven mujer de pie
en un rincón de la habitación. Cabello castaño largo colgaba en una gruesa trenza
radiante por su espalda. Me di cuenta que, no me hablaba a mí.
7
—¿Ha cambiado algo? —Su voz era hueca, como si ya supiera la respuesta.
—No —dijo ella—. Y si quieres que ella mejore, tienes que dejarla descansar.
—Pero yo...
—No le haces ningún favor si te quedas dormido de nuevo. Con todo lo que está
por venir...
—No me importa lo que viene, Ardith. Me importa lo que pasó. Si pudiera volver
a esa noche…
—Asher, escúchame…
Asher. Al oír su nombre, algo plateado y luminoso corrió por mis venas. Mi
rostro se sintió frío y caliente al mismo tiempo.
8
—Todos lo queremos —dijo la mujer—. No podemos ganar esto sin ella.
—Lo sé. —Los hombros de la mujer se tensaron—. Hace una vez alguien me dijo
eso. Arriesgó su vida para recuperarme. Y mira lo que pasó. —Incluso desde mi
cama en la esquina, pude notar que esas palabras estaban llenas de significado.
Me preguntaba cuál era la historia. Claramente se conocían de hace mucho
tiempo.
—¿No es ese el punto? —Asher exhaló con fuerza y pateó su bota al suelo en
frustración. Él tenía cientos de miles de años de edad, pero parecía y actuaba
como un chico de diecisiete años—. Pensé que todos estábamos a favor de
enamorarse y cambiar el mundo. ¿No es eso lo que nos hace Rebeldes?
—Tal vez —dijo—. Pero hay repercusiones ahora que no podíamos haber sabido.
Nosotros no somos los Dotados. No podemos adivinar el destino.
—No la voy a dejar —dijo Asher, su voz dura—. Cuando se despierte, va a unirse
a la Rebelión. Ya lo verás. Ella nos ayudará.
9
—Sí —dijo ella—. Mientras tanto, ve a la cama. Encendí una fogata en la
chimenea.
Ahora sus ojos estaban tristes, serios. No había ni rastro de luz de luna, ningún
desafío arrogante. Su camisa de mangas largas y jeans térmicos se veían
arrugados, como si hubiera dormido con ellos, como si los hubiera estado usando
durante varios días.
—Quiero quedarme aquí esta noche —dijo Asher—. En esta silla. Tú toma la
cama.
10
Ardith suspiró. —Está bien. Pero si se despierta, recuerda lo que dijeron. No
hables de lo que pasó. Ella va a estar en un estado precario, y podría ser peligroso
si los recuerdos se precipitan de nuevo demasiado rápido.
—Sí, sí, lo sé. —Dejó escapar un largo suspiro—. ¿Qué vamos a hacer? Incluso si
esto funciona, no podemos llevarla de vuelta al campamento Rebelde.
—Pero con el tiempo —Ardith hizo una pausa—, pronto, espero, estará más
controlada. Asher, los recuerdos desencadenarán fuertes emociones en ella. Sabes
de lo que es capaz en ese tipo de estado. Estabas allí. Tienes que evitar esos
recuerdos por un tiempo. Si vienen precipitándose de nuevo de repente, podría
ser demasiado.
Hubo otra pausa. Me moría de ganas de abrir los ojos, pero me contuve. Mi
corazón estaba en mi garganta, y estaba tan asustada que en el silencio serían
capaces de escuchar el latido más rápido de mi corazón, escuchar mi respiración
entrecortada en jadeos cortos, desiguales.
11
—No fue tu culpa —dijo Asher—. Lo que sucedió con Gideon. Fue mía. —Tomó
aliento, y todo en la habitación pareció respirar con él—. Yo la amo.
—Lo sé —dijo ella—. Y no hay nada que pueda decir para evitar que suceda. —
Oí el crujido de un material, y el chillido de las bisagras oxidadas y antiguas de
una puerta. El sonido de unos pasos bajando las escaleras. Y entonces, de repente,
todo quedó tranquilo en la habitación. Tan tranquilo que realmente podía oír los
latidos de mi propio corazón. Sin embargo, no los de Asher. Eso no existía.
Asher todavía estaba sentado con la cabeza entre las manos. Su espalda subía y
bajaba suavemente con cada respiración. No pude conseguir sacar sus palabras de
mi cabeza. La amo.
Yo estaba viva.
Y Asher me amaba.
12
Capítulo 2
Traducido por LizC
Corregido por Angeles Rangel
A
brimos nuestras bocas al mismo tiempo. Yo cerré la mía
inmediatamente, pero la de Asher permaneció abierta. Sentí las
lágrimas correr por mis ojos. Sé fuerte, Skye. Estás viva. Puedes
hacer esto.
—No, no moriste. Sólo nos asustaste un poco, eso es todo. —Él se apartó
y me miró directamente a los ojos—. Sabía que lo ibas a lograr.
—La tía Jo siempre dice que soy toda una luchadora —dije en un
graznido.
13
—Muy cierto —dijo, con una sonrisa extendiéndose lentamente por su
rostro. Dejó deslizar su pulgar a través de las pecas en el puente de mi
nariz—. Tienes un montón de cosas increíbles.
—Pero…
—En este momento, sólo descansa —dijo Asher con dulzura—. Vamos a
hablar cuando te sientas a la altura de ello.
Negué con la cabeza, haciendo una mueca ante cuán rígida me sentía.
Asher se apartó de modo que estaba mirándome de frente.
—Estás viva, Skye —dijo—. Estás a salvo aquí. Esas son las cosas
importantes.
14
—Estamos en una cabaña. Pero escucha, una vez que empieces a hacer
preguntas…
—Vamos a hablar de eso cuando tengas todas tus fuerzas de vuelta —dijo
Asher—. No creo que la Orden será capaz de encontrarte aquí.
Hice una pausa. La Orden. ¿Cómo podría olvidar ese grupo de ángeles
que podían controlar el destino y el Orden Natural de la vida, incluyendo
el mundo humano? Ellos creían en vivir de acuerdo con las reglas sin
importar el costo. Sus mensajeros eran llamados Guardianes, enviados a
la Tierra para llevar a cabo su plan maestro. No tenían libre albedrío.
Le sonreí desafiante.
15
Uno pensaría que la Rebelión sería peligrosa, con su firme creencia de
que las revoluciones y la destrucción conducen al renacimiento y
renovación. Pero, como ya he visto en los vertiginosos ojos negros de
Asher, sabía que él tenía razón; estar a salvo de la Orden era la mejor
opción. Algo sobre el control calculado de la Orden se sentía aún más
peligroso. Tuve una extraña sensación de que había una razón específica
por la que les tuviera miedo ahora, también. Tenía que ver con la razón
por la que estaba aquí, con la forma en que había terminado en un estado
de coma en primer lugar. Casi podía recordar...
Había sido una batalla entre nosotros: quién podría ser más ingenioso,
más lúdico, más reservado. No quería admitir que yo era lo
suficientemente diferente como para ser especial. Y él se suponía que
debía protegerme, cuidarme, ayudarme a determinar mis poderes, y
finalmente a guiarme hacia la oscuridad y la Rebelión.
No me había sentido así desde hace mucho tiempo que me había sentado,
acurrucada con él en mi terraza en River Springs, Colorado, una manta
de lana envuelta apretada alrededor de nosotros, enrollados en nuestra
silla de Adirondack con la luna más brillante en el cielo.
16
Y entonces, lo había besado.
Pero todo después de eso era un borrón. Había habido sirenas. Alguien
que amaba había sido lastimado. Tía Jo estaba fuera en el bosque, lejos
de casa. Y algo se había interpuesto entre Asher y yo. Algo que me había
enviado hasta aquí.
Sabía que tenía que ver con la Orden. Habían estado tratando de
controlar mi destino durante diecisiete años.
Pero estoy a salvo aquí, pensé a medida que mi corazón empezaba a latir
más rápido. Por lo menos de cualquier daño físico. Y estoy con Asher.
17
Sus manos eran como fuego en mi cuello, arrastrándose por mi cuerpo,
encontrando su camino a través de mis jeans y bajo mi suéter. Lo empujé
aún más cerca de mí, enredándolo en la colcha. Mis miembros estaban
todavía tiesos por haber estado dormida por tanto tiempo, pero ya no
sentía dolor. Yo estaba viva.
El aire que pasaba junto a nosotros había olido como a las agujas de pino
y nubes, y algo más. Algo negro y acre.
Humo.
Llamas.
18
Asher sacó de golpe la manta fuera del enredo a mis pies y sofocó el
incendio. Pero yo no podía sentir nada. Sólo pude sentarme allí, erguida,
entumecida, mirándolo fijamente mientras él se aseguraba que la última
de las llamas se apagara. Ardith tenía razón: mis poderes eran
inestables. Yo era peligrosa.
—Skye, ¿estás bien? —Asher estaba junto a mí, pero su voz provino a un
millón de kilómetros de distancia cuando mi corazón dio un vuelco—. El
fuego se apagó —dijo—. Está bien. ¿Estás herida?
19
—Lo recuerdo. Me acuerdo de todo.
—Skye, cálmate —instó Asher. Sus ojos buscaron los míos—. No querrás
ponerte muy nerviosa. No tenemos idea de lo que podría suceder. De lo
que puedes hacer.
20
Capítulo 3
Traducido por Carmen170796
Corregido por BrendaCarpio
R
epentinamente hacía demasiado calor en el pequeño cuarto en la
cabaña del bosque, y podía sentir un débil estruendo debajo de
nosotros mientras luchaba por calmar mi respiración. Asher
también lo notó.
21
Devin eran solo títeres en la gran rivalidad. No se podían mirar sin que
el aire entre ellos se volviera al menos diez grados más frío.
—Lo sé. —Él continuó fascinado por un hueco en las tablas de madera
del piso, sus manos cerrándose en puños a sus costados.
Tomé sus manos en las mías y lentamente abrí sus dedos. Él levantó la
mirada hacia mí, algo en sus ojos suavizándose.
—No lo sé. —Cruzó los brazos sobre su pecho, observándome—. ¿Tal vez
se quemó en el fuego? Ese sería un final feliz para todo esto.
22
asustada y no tenía a nadie en quien confiar. Y él había estado preparado
para traicionarme todo el tiempo. La rabia estaba a punto de estallar
bajo la superficie de mi piel. Pero aún así, no podía desear que estuviese
muerto.
—¿Así que cuánto tiempo estuve fuera de combate? Tía Jo, mis amigos,
¿estarán preocupados?
—¿Tía Jo sabe que estoy bien? ¿Has escuchado de Cassie? —La cara de
Asher se torció incómodamente. Él parecía casi avergonzado—. ¿Qué? —
dije, el pánico aumentando. La última vez que había visto a Cassie, ella
estaba en coma, en el hospital—. ¿Qué le pasó? ¿Has hablado con ella? —
Repentinamente la idea de vivir sin mi mejor amiga se derrumbó sobre
mí. Podía hacer un montón de cosas. Podía crear fuego y causar una
inundación y tenía sangre de ángel corriendo por mis venas. Pero no
podía vivir sin Cassie—. Asher, ¿ella está bien?
—No podía… no sabía cómo sin revelarme. No solo podía llamar a tu tía
por teléfono y decir “¡Hola, Skye, está en coma! Pero no puedo decirle
cómo pasó o dónde está, así que no pregunte” ¿Imagina si todo lo que
podía decir era “Confié en mí”? Vamos, Skye. Mírame. Ni siquiera yo
confío en mí. —Levantó la mirada y extendió los brazos, exhibiéndose. La
camiseta arrugada. Los jeans desteñidos. Las botas rayadas y la sonrisa
traviesa. Si fuera tía Jo, tampoco le habría confiado mi vida. Me había
tomado tiempo confiar en él.
23
—Supongo.
—Eso y…
Se me ocurrió que siempre y cuando estuviese con Asher, tal vez estaría
en casa. Estaba a salvo aquí. La Orden no me podía lastimar. Y mis
24
poderes de la oscuridad eran más fuertes que los de la luz. Desde que los
dos ángeles habían llegado a mi vida, me había rehusado a tomar una
decisión. Todos tenían un plan para mí, algo que querían de mí. Pero tal
vez yo sabía lo que quería.
Tal vez ya había tomado una decisión. Teníamos que estar en silencio. La
cabaña no tenía electricidad, y cuando encendimos fuego, Asher cerró las
polvorientas cortinas para asegurar que nadie nos viese desde el bosque,
en caso que alguien de la Orden estuviese vigilando. Ellos ya no pueden
confiar en la Vista. Como me recordó Asher, mis poderes estaban
haciendo borroso el destinos de todos a mi alrededor. Tendrían que
recurrir a otros métodos.
—Un largo tiempo —dijo—. Desde que éramos muy jóvenes. Solíamos
rogar que nos enviasen a la Tierra en misiones como nuestros padres. Y
cada vez nos decían “No hasta que sean mayores”. —Ella me sonrió—.
Después cuando fuimos mayores, quisimos volver a ser jóvenes. Las cosas
que ambos hemos visto. —Sacudió la cabeza—. Deseábamos nunca haber
preguntado.
25
Dudé. Una sombra pasó frente a la luna, y ya no podía ver su cara
—Debe ser difícil teniendo sólo dos opciones. Oscuridad y Luz y nada en
el medio.
Era verdad, pero cuanto más lo pensaba, más incorrecto parecía. Debía
haber un punto intermedio. De otro modo, ¿cómo alguien no se volvía
loco? ¿Cómo yo no me volvería loca?
26
Pero no había fuego dentro de ella. En cambio, se elevaban de la
chimenea hacia el aire, llamas naranjas, rojas, amarillas y azules
crepitaban encima de él en el cuarto oscuro, haciendo sombras que
bailaban sobre las paredes. Mientras observaba, las llamas se
dispersaron en un círculo, y él estaba sentado debajo, la cabeza en sus
manos. ¿Qué estaba haciendo?
—¿Sabes por qué bromeo todo el tiempo? —Se levantó tenso. Sus ojos
brillando con la luz de la luna—. ¿Sabes por qué he mantenido todas las
cosas a la ligera y despreocupadamente? Porque si tú supieras, si
supieras lo que está pasando, dentro de ti, dentro de la Orden, dentro del
Campamento de la Rebelión, si supieras lo que los ángeles están
diciendo, lo que esperan de ti, estarías llorando, Skye. Estarías
27
paralizada del miedo. Por eso me burlo de ti. Lo estoy haciendo por ti.
Porque si no lo hiciera, no lo lograrías. No durarías otra semana
28
Capítulo 4
Traducido por Teffe_17
Corregido por flochi
C
uando me desperté en la mañana, la luz del sol entraba por la
ventana. Afuera cantaban los pájaros, y si cerraba los ojos y sólo
escuchaba la música del bosque, casi podía imaginar estar de
regreso en mi cama en casa. Mi nostalgia por mi hogar era una pena que
estaba creciendo en mí.
29
una cadena pasada de moda colgando. Me miré en el espejo, como había
hecho un par de veces desde que estaba aquí. Había un moretón bajo mi
ojo izquierdo y un rasguño gigante atravesando mi mejilla. Pasé un dedo
sobre él, recordando que mi ira había causado que la tierra retumbara en
el claro y un árbol cayera. Asher se abalanzó para salvarme justo a
tiempo. Había estado enojada con él por ocultarme los planes la Rebelión.
Me había mentido, pero mientras lo pensaba la noche anterior, me di
cuenta que lo había hecho para protegerme. Para mantenerme cuerda
cuando todo en mi vida estaba cambiando. Lo hacía porque me amaba.
Ese era un crimen que no podía sostener en su contra. No era nada
parecido a lo que había hecho Devin.
Arriba había una puerta más. La abrí para revelar un viejo armario con
filas de pequeños cajones, como un gabinete de boticario. El tipo de
armario extraño que se construye en una vieja cabaña como esta. Un
entusiasmo brotó en mi interior mientras pensaba en las cosas que
podría encontrar en esos cajones. Tiré del suéter más fuerte alrededor
mío y me puse de puntillas para abrir el cajón superior.
Nada.
30
Pasé al segundo cajón. También, estaba vació. Cuando mi mano tocó la
manija pequeña del tercer cajón, un repentino calor quemó mi piel. Me
aparté al instante, pero sabía que tenía que haber algo ahí. Algo a lo que
mis poderes estaban reaccionando, me di cuenta. Lentamente me estiré
para alcanzarlo de nuevo.
—Lo encontré.
Asher se dio la vuelta, una antigua lata de café y una cafetera de embolo
en mano, del tipo que la tía Jo y yo llevábamos a acampar con nosotras.
Él me miro, sus ojos suaves y esperanzados. Casi como una oferta de paz.
Me aparté rápidamente.
31
—Oh, no. Lo siento, lo siento. Adelante.
Sonrió.
Mis botas de nieve estaban junto a la puerta, así que me las puse y me
dirigía afuera hacia el congelado bosque. No había estado fuera de la casa
aún, y tuve que levantar una mano para protegerme los ojos de la luz
brillante del sol. La luz rebotó en la fila de carámbanos colgados del
borde de la ventana, lanzando pequeños arcoíris sobre la nieve.
Entrecerré los ojos, recordando cómo Asher había causado que un
carámbano cayera de la rama de un árbol, no lo suficientemente lejos de
la cabeza de Devin. La memoria incito algo en mí y sentí calentarme
debajo del pesado suéter. Mis mejillas ardían a pesar de la fría
temperatura del exterior.
Uno a uno, atrape los carámbanos mientras caían. Dentro, Asher creó
fuego en la estufa y derritió los carámbanos en una abollada olla de
32
estaño para acampar. Luego hizo el café y lo sirvió, humeante, en tres
descascaradas tazas de cerámica azul y blanca.
—Ahora que me siento mejor, ¿me dirás más sobre esa noche en el
bosque con Devin? —pregunté—. ¿Cómo encontraste este lugar?
33
habían dicho que yo era un arma, ¿pero qué significaba eso? Llevé la
mano a mi estómago sin pensarlo, pasándola sobre la herida. Pero, de
nuevo, la piel era suave.
Espera un minuto. Una herida tan mortal como la que Asher dijo que
tenía no sanaba simplemente por su cuenta tan rápidamente. Debería
tener una cortada grande y fea que mostrara lo que había pasado. Ni
Asher o Ardith tenían el poder de sanar. No era un poder de los Rebeldes.
Eso era algo que solo los guardianes podían hacer.
Devin había sanado mi tobillo roto durante el viaje de esquí. Sin duda
era capaz de sanar una herida de arma blanca. Él se preocupaba por mí,
¿cierto? El me lo dijo en el claro después de haber sacado la espada de mí.
Enamorarme de ti era una cosa más que no pude evitar. Sus ojos azules
estaban llenos de angustia. ¿Y si hubiera cambiado de idea, arrepentido
de lo que hizo? ¿Él todavía se preocuparía, lo suficiente para salvar mi
vida?
Era verdad. Devin había sido un amigo cuando era lo necesitaba más que
nada. Él también había arriesgado mucho por mí. Y me traicionó peor
que cualquier otro podría haber hecho.
34
—¿Quieres dar una caminata? —preguntó—. ¿Tienes ganas?
—Seguro —dije.
Estábamos abrigados con todas las capas que teníamos con nosotros. A
pesar del frío se sentía bien estar afuera. Ardith estaba parada en la
puerta, convocando nieve, fortaleciendo las protecciones elementales
alrededor de nosotros. Cayó en olas pesadas, haciendo difícil ver. Los
copos de nieve se aferraban a mis pestañas y brillaban en el cabello de
Asher.
Lo hice. Pensé en Asher, las palmas de sus manos descansando sobre las
mías y lo bien que se sentía. Lo mucho que me preocupaba por él. Lo que
él estaba dispuesto a hacer para salvar mi vida. Antes de darme cuenta,
sentí un calor ligero en mi cara.
35
Abrí mis ojos. Un suave resplandor nos rodeaba, formando un escudo
protector que impedía que la nieve entrara en contacto con nuestros ojos.
Miré detenidamente al frente y pude ver una bola de fuego justo frente a
nosotros.
Porque con todo lo que iba a venir, sabía que este sentimiento no duraría.
Pasamos el resto del día dentro con las cortinas corridas, un fuego
rugiente en la chimenea. Estaba sorprendida de cuán fácil se sentía
pasar el rato con Asher y Ardith, escuchando historias de su niñez con la
Rebelión.
36
—Ángeles renegados —dijo Ardith, luego más lentamente—. Renegados
—como si el secreto de la palabra estuviera oculto en la palabra en sí—.
Es solo una leyenda.
—Pero esas eran solo historias —dijo Ardith, poniéndose de pie—. Eso
nunca pasó. Si ellos estuvieron planeando un nuevo movimiento, hasta
37
donde sabemos, nunca tuvieron éxito. —Camino hacia la cocina—. Veré
qué más podemos comer —dijo.
38
Tomó mis manos en las suyas.
Contuve el aliento.
Estoy sola.
Él me sonrió esperanzado.
39
En mi corazón, sabía que era el momento de tomar la decisión que nunca
tomé en mis sueños. La que nunca había tomado en River Springs. Y
finalmente sabía cuál era la respuesta.
—Sí —dije, sabiendo que la decisión, una vez fuera de mis labios, sería
imposible de retirar. Sonreí, y por primera vez desde que desperté, Asher
se veía vivo de nuevo, seguro, como si pudiéramos con cualquier cosa en
el mundo mientras estuviéramos juntos—. Sí, lo haré.
40
Capítulo 5
Traducido por Skye
Corregido por V!an*
E
ra una noche casi sin luna. No podía dormir.
Abrí la puerta lo más despacio que pude para que no haga chirrido. El
armario con cajones me devolvía la mirada.
41
Tenemos que actuar con rapidez. Hay demasiados de ellos. Necesitamos
más reclutas.
¿Qué? Sonaba como algo Ardith o Asher podían haber escrito esta
mañana, como si hubieran estado guardando un diario secreto durante
su tiempo aquí. Sin embargo la fecha en la parte superior de la página lo
hacía imposible. ¿Podría este cuaderno pertenecer a alguien, hace años,
que sabía acerca de la Orden? ¿Alguien que, como yo, estaba siendo
vigilado?
42
No era un él en absoluto.
—Ven. —Su voz transportada por el viento, cortante como el filo de una
navaja.
43
Ella se acercó. Podía sentirla detrás de mí ahora.
—¡No! —grité de nuevo, tratando de que mi voz sonara tan duro como
fuera posible.
—¿Por qué me dices esto? —pregunté. ¿Qué motivo oculto podía tener?
—Puedo ser un Guardián —dijo Raven—. Pero hay leyes que nunca voy a
entender. —Se detuvo junto a mí—. No consigas que te maten —agregó—
. Si es que va a pasar, quiero ser la que lo haga, ¿de acuerdo?
Y luego, como si sus palabras fueran una dirección que no tenía más
remedio que seguir, me caí, cayendo hacia adelante a través de un
44
agujero al costado de la montaña y en lo que parecía extrañamente como
la cueva de nieve en la que Asher y yo habíamos caído durante la
avalancha, la primera vez que él me había enseñado cómo crear fuego.
Una figura en un traje para la nieve negro estaba acurrucada en un
rincón, de espaldas a mí.
“Devin”.
—¿Cómo puedes decir eso? —Mi voz estaba temblando—. ¿Cómo puedes
hablar así como si no hubieras tratado de matarme?
—Lo harás —dijo—. Los Dotados pueden verlo. Ellos saben que lo harás.
45
—Sabes que la Rebelión no es el lugar para ti. Ya tienes demasiado caos
en tu vida. Quieres orden, Skye. Quieres normas y serenidad. Sabes que
puedo darte eso. Vas a buscar razones para confiar en mí otra vez.
—Tienes suerte de que esto sea sólo un sueño —dije—. Si esto fuera la
vida real, te haría daño, como tú me dañaste.
—Tú sabes —dije con los dientes apretados, esperando que esto me
fortaleciera—, lo que tienes que advertirme.
Y desde que cumplí diecisiete años, había tenido miedo de mis poderes,
aterrorizada de ser tan poderosa como todo el mundo decía que iba a ser.
46
Me quedé despierta en la cama mientras el cielo cambiaba de negro
noche a un gris tormentoso. Un trueno resonó fuera de mi ventana y
relámpagos silenciosamente cruzaban las nubes. Sabía que, de alguna
manera, mi miedo era la causa la tormenta. No sabía cómo calmarme,
para apagar mi mente o mis poderes. Todos ellos simplemente mezclados.
La agitación estaba en mí.
—Tiene que salir de aquí. —La voz de Asher era baja e insistente—. ¿Y
si ella les dijo? No es seguro.
Si fuera realmente tan poderosa como ellos decían, entonces era hora de
que tomara el control de mi propio destino de una vez por todas. Golpeteé
bajando las escaleras. Asher y Ardith levantaron la vista, sorprendidos.
47
—Me siento mejor —dije en voz alta—. Estoy lista para ir a casa ahora.
—No creo que haya nada de qué hablar —dije, tratando de sonar más
segura de lo que me sentía—. Tengo que ver a la tía Jo. Tengo que
averiguar qué le pasó a Cassie. Tengo que terminar la escuela y entrar a
la universidad. —Me estaba poniendo más nerviosa por segundo. El calor
en la cabaña estaba aumentando. Asher miraba a su alrededor con
nerviosismo—. No puedo dejar de vivir mi vida sólo por ser quienes eran
mis padres. Debido a lo que eran. No puedo abandonar todo lo que amo y
todo lo que me hace ser yo.
—No es sólo tus padres —me dijo, pasión creciendo en su voz—. Esto es
lo que eres, también.
—Pero yo no…
Mis poderes. Todo el mundo me dijo que tenía el potencial de ser más
poderosa que cualquier Rebelde o cualquier Guardián.
48
Todos querían ver lo que yo era capaz de hacer. Pero yo sólo quería ser
yo. Sólo quería ser feliz. ¿Qué tenía de bueno lo que podía hacer? Por lo
que pude ver, mis poderes eran imposibles de controlar.
No pasó nada. Cerré los ojos y traté de recordar de nuevo lo que me había
dicho Asher en mi habitación en Colorado.
Hizo una pausa, abrí los ojos y lo miré. Sus ojos estaban buscando los
míos, increíblemente profundo. Tenía que controlarme.
49
todo, mi miedo de todo esto, de ser la poderosa mezcla de luz y oscuridad
que influía en el resultado de una guerra. De ser aparentemente
Grandiosa con una G mayúscula. Ser Grandiosa no iba a traer a mis
padres de nuevo. No me iba acercar más a mis amigos. Y realmente no
iba hacer que fuera más fácil para mí dejarme confiar en nadie.
Un calor suave comenzó a florecer en las palmas de mis manos. Abrí los
ojos.
50
Capítulo 6
Traducido por Alexiacullen
Corregido por Laurence15
O
ficialmente habíamos tomado una decisión, Asher y Ardith dieron
patadas a las cosas.
—¿Estás segura de que quieres hacer esto, Skye? —Asher puso ambas
manos sombre mis hombros y me miró enfáticamente—. El hogar no será
como solía ser. No es el River Spring que conocías y amabas. Ya no es
tuyo. Es de la Orden. Los Guardianes estarán en todas partes. Tienes
que concienciarte a todos los lugares que vayas. —Sus ojos estaban serios
y profundos cuando inspeccionaron los míos—. Estás en el tiempo de
descuento.
Asher asintió.
51
—Casi no quiero dejar esta cabaña. Hay algo en ella…
—Lo sé.
—Ser —finalicé.
—¿Tú qué?
52
—Antes de que despertaras —dijo, mirándome y midiendo
tentativamente mi reacción—. No podía dormir. Cuando era el turno de
Ardith para vigilarte, venía aquí al bosque de noche. Necesitaba hacer
algo. Sentir como que podía controlar algo. El pensamiento de perderte…
—Rozó su pulgar a lo largo de mi mejilla.
Apreté su mano.
—Lo hice porque no sabía qué hacer conmigo mismo. Estaba luchando
contra tantos… sentimientos, supongo, y no tenía ni idea de qué hacer
con ellos. —Dejó de hablar y miró alrededor estudiando su trabajo—.
Podría haber seguido, pero despertaste. Y entonces necesité estar
contigo.
Me había dicho que me amaba, pero no fue hasta este momento en el que
de verdad supe lo que eso significaba. El agua colisionaba a nuestro
alrededor, salvaje, imposible de controlar. Se encogió de hombros.
53
Sentía como si me hubiera tragado mi corazón. Quería tan
desesperadamente estar cerca de él, que nunca tuviera que preocuparse
por perderme de nuevo.
—Aquí. —Su voz resonó por encima del estruendo del remolino de agua.
Con cautela di un paso a través de la cortina de la bruma, encontrando
mis pies sobre las piedras resbaladizas. El pequeño sendero se abría
dentro de una cueva oscura. Asher estaba a varios metros de espaldas
hacia mí. Cuando caminé a su lado, la vista me dejó sin respiración.
Estábamos en una cueva detrás de la cascada, mirando fuera a través de
la hoja aterciopelada del agua.
—Vas a ser tan poderosa una vez que aprendas a controlar todo esto —
dijo suavemente—. Podrías tener los poderes más grandes que los de
cualquier otro Rebelde. Ésa es la razón por la que tengo que ser tan
cuidadoso sobre lo qué hacer ahora. —Se detuvo, sus cejas fusionándose
mientras miraba por encima del embravecido charco—. Están
intimidados por ti. Algunos tienen miedo.
—¿Y tú? —susurré. —No dijo nada, pero sus brazos se apretaron
alrededor de mí—. No sé cómo sentirme sobre esto —dije, mirando la
cascada como si sostuviera las respuestas—. No quiero que tengan miedo
54
de mí. —O tú, pensé. Por alguna razón eso me recordó a algo que Devin
siempre solía decir sobre la Orden. Un lugar sin miedo. Odiaba cómo
seguía arrastrándose de nuevo a mis pensamientos, tanto si lo quisiera
como si no.
A salvo. Había dicho esa palabra tantas veces, que me preguntaba a cuál
de nosotros estaba intentando convencer.
Esa noche volamos. Asher me sostenía en sus brazos como hizo la noche
en la que salvó mi vida. Ardith deslizó sin esfuerzos sus alas negras,
silenciosamente, a nuestro lado. El viento se precipitaba en mis oídos.
Mis pies golpearon con fuerza el suelo, y mientras miraba alrededor para
conseguir orientarme, me di cuenta de que estábamos sobre la Calle
Principal. La luna colgaba bajo el cielo, proyectando una tenue luz sobre
el centro de River Springs. El aire era frío y me recordaba demasiado a la
noche sin luna cuando acababa de cumplir los diecisiete años.
55
El aire tenía una ventaja brutal de eso mientras estaba fuera del Love
the Bean.
En la ventana de Into the Woods Outdoor Coo estaba encendida una luz.
Sentí que las lágrimas brotaron de mis ojos. Estaba en casa.
56
Capítulo 7
Traducido SOS por LizC
Corregido por Mlle_Janusa
U
na neblina blanca se arremolinaba a mi alrededor, densa y
húmeda. Quedó atrapada en mis pestañas, y cuando parpadeé,
corrió por mis mejillas. Abrí la boca y la niebla me supo salada
en mi lengua. Justo como las lágrimas, pensé.
Di un paso hacia adelante, y el suelo cedió bajo mis pies con facilidad,
suave y granulado. La niebla comenzó a aclararse por primera vez. Una
playa de arena negra se extendía ante mí, perdiéndose entre la bruma
distante. El oscuro mar lamía la orilla, constante, insistente. Estaba
tratando de decirme algo.
¿Pero qué?
57
Me puse de pie, recogiendo los pliegues del vestido hermoso en mis
brazos para no caerme. Me incliné hacia delante contra el viento, en la
niebla, mientras daba un paso y luego otro. Y entonces mis pies tocaron
algo sólido.
Cuando abrí los ojos yo estaba dentro otra vez, acostada en un sofá de
terciopelo gastado, mirando hacia Ian.
—¿Ian?
58
lágrimas mientras Ian me tomaba en sus brazos y me abrazaba contra su
pecho.
—Oh, Dios mío —dijo entre risas—. No sabía si volvería a oír esa risa
otra vez.
—¡No sabía si alguna vez volvería a ver esas pecas de nuevo! —chillé.
—¡No! Nunca vas a deshacerte de ellas —le dije—. Son la imagen más
tranquilizadora en el mundo.
—Oh, hombre, Skye —dijo, tomando mi mano entre las suyas—. Estás
realmente aquí, ¿cierto? ¿No estoy soñando esto?
—Estoy aquí —dije. Levanté una ceja—. Ian, ¿has estado soñando
conmigo?
—Todas las noches —al igual que con la mayoría de las conversaciones
que Ian y yo teníamos, sabía que no estaba exactamente bromeando
cuando dijo esas cosas. Dejé caer mi mano de la suya, y él lo notó—. Lo
siento —dijo en voz baja—. ¿Estás todavía, ya sabes, con...?
59
Él había estado allí, por supuesto. No vamos a darnos a conocer todavía.
Estaban allí, mirando todo. Asher nunca me dejaría. Pero yo no podría
decirle exactamente eso a Ian.
—Viajando —repitió.
—Sí.
Levanté de nuevo la vista hacia él. Había una humeante taza de algo con
aspecto delicioso en la mesa junto a él. Oh, Ian. Él siempre estaba ahí
para mí cuando yo lo necesitaba. No por primera vez, me gustaría poder
haber estado allí —estar allí— para mis amigos de la misma manera.
Pero, sin importar lo mucho que lo intentara, no veía una manera de
poder hacerlo alguna vez.
—¿Pero? —Su sonrisa era torcida, un poco triste. Él me conocía tan bien.
60
que necesitas tu espacio. Y sé que, cuando estés lista, me vas a contar
todo.
—Gracias.
—Sí —dije, alzándome sobre el mostrador junto a él. Comprobó dos veces
la caja para asegurarse de que la había vaciado por completo de dinero, a
continuación, puso el fajo de billetes sobre el mostrador y revolvió
nerviosamente a través de ellos.
Ian sonrió, una cansada sonrisa de alivio, y por primera vez me di cuenta
de lo cansado que estaba. Como si hubiera pasado por un pequeño
infierno.
61
—Está despierta —dijo—. Golpeada y maltratada, ya sabes. Parece... —
tosió—. No se ve muy bien. Pero está viva. Va a estar bien. —Asintió,
como confirmando este hecho para sí mismo.
—Oh, Dios mío —dije, saltando del mostrador y lanzando mis brazos
alrededor de él. Enterré mi cara en su cuello y dejé que el cálido aroma
de galletas y café con leche se envolviera alrededor de mi corazón. El olor
reconfortante de mi hogar.
—No sé lo que habría hecho si... si ella no… —no pude terminar.
—Sí —dijo Ian en voz baja, pasando sus dedos suavemente, casi
tentativamente, a través de mi cabello—. Tuvo suerte. Igual que todos.
Sin importar lo que le hiciera. Sin importar cuántas veces le dijera que
no.
—¿Quieres verla?
62
Como traída de vuelta a ese momento en el tiempo real, una fría brisa
refregó mi cabello entre mis ojos, y me volví para ver de dónde venía. La
ventana en la parte de atrás estaba abierta, aquella cerca de los sofás en
el que los cuatro de nosotros nos habíamos sentado en esa misma tarde,
nuestros pies sobre la mesa de café mientras inspeccionábamos el trabajo
por delante.
Enamorarme de ti fue una cosa más que no pude evitar. ¿Habían sido
ciertas esas palabras? ¿Cómo podría la Orden hacer a alguien tan
hipócrita? ¿Cómo podía sentirse de esa manera y aún así hacer lo que me
hizo?
No lo podía entender.
63
lado—. Skye —dijo, su voz ya haciéndome sentir mejor—. Nadie te culpa,
sabes. Por irte. Por nada de esto.
—Creo que tal vez debería ir a casa primero. Ver a la tía Jo. Si se entera
de que vi a Cassie antes de verla a ella, nunca me lo perdonaría.
—Buena idea —dijo Ian—. Eres una persona mucho mejor que yo —puso
la mano en mi espalda—. Ven, vamos a llevarte a casa.
—Bueno, yo no soy tan bueno en esto como Cassie, así que ten paciencia
conmigo. Tendrás que obtener la primicia de ella mañana.
—¿Por favor?
—Está bien, está bien. Bueno, ya sabes acerca de Cassie y Dan, supongo,
¿no? ¿Cómo que están...?
—Repugnante —se echó a reír—. Desde que ella salió del hospital han
estado quirúrgicamente unidos.
64
—¡Yupi! —dije, aplaudiendo, muy emocionada, de repente, al estar
rodeada de todas las pequeñas cosas normales que amaba de mi vida.
Me eché a reír.
65
—Llámame si necesitas algo —dijo. Me bajé del coche, y me incliné para
meter la cabeza en la ventana.
—Nuestro secreto.
66
Capítulo 8
Traducido por carmen170796
Corregido por Angeles Rangel
E
l pasadizo delante de mí estaba oscuro excepto por una débil luz
proveniente de la cocina. Me tomó un momento orientarme antes
de dirigirme hacia ella. ¿Qué iba a decirle? ¿Dónde había estado?
Pero después empecé a notar pequeñas señales de vida aquí y ahí. Una
húmeda bolsita de té descansando sobre una cuchara sobre el
microondas. Un libro con un sobre marcando donde se había quedado el
lector. Ordenadas pilas de papeles sobre la mesa de la cocina, con la
página más alta ligeramente doblada, como si alguien la hubiera estado
viendo recientemente y no la hubiera puesto cuidadosamente en su lugar.
Me acerqué a la mesa y la cogí.
Certificado de nacimiento.
67
Con mi corazón palpitando, hojeé el resto de los papeles sobre la mesa.
Fotocopias de mi pasaporte, información de Seguridad Social, y mis
papeles de adopción estaban ordenados y amontados en pilas, junto con
papeleo del Departamento de Policía de River Springs para archivar el
reporte de una persona desaparecida. Empezaba a leer cuando escuché
una voz, y segundos más tarde tía Jo entró al cuarto hablando por
celular.
—¿Qué te pasó? ¿Siquiera sabes que nos hiciste pasar? ¿Tienes idea de
que cuán preocupados estábamos? —Limpió sus ojos—. Debí haber
estado ahí. Debí haber dicho algo, haberte dicho, debí haber…
68
—¿Qué pasó? —preguntó de nuevo, pasando los dedos por los cortes y
moretones en mi cara—. Mi Dios, mírate. ¿Estás bien? ¿Necesitas ir al
hospital?
Arriba, tomé una ducha, mi primera ducha en días. Dejé que el agua
caliente se derramara sobre mí, lavando la suciedad y los nudos de mi
cabello. Lavando cada rastro, cada recuerdo de lo que había pasado en el
bosque esa noche. Dejé que cada traición, cada pensamiento sobre Devin
se fuese por el drenaje. El vapor salía en nubes alrededor de mí y me dejé
perder en él.
69
estaba suave y sin marcas, como si nunca hubiese sido apuñalada. No
podía creerlo. Pasé los dedos por mi piel pero no sentía nada. Se me puso
la piel de gallina en mis brazos y piernas, y de repente tuve la
escalofriante sensación de ser observada.
70
—Sí —dije. Tenía que dejar de preocuparme por lo que había pasado.
Estaba en casa ahora. Era tiempo de seguir adelante—. Estoy bien.
—No voy a presionarte —dijo tía Jo—. Eres una buena niña, Skye, y
confío en ti. Sabes eso, ¿Cierto? Confío en que tomes tus propias
decisiones y no te dejes influenciar por malas personas. —Ella giraba el
plato nerviosamente con sus dedos—. Pero necesito saber dónde estabas.
—Ella se detuvo—. Y definitivamente estás castigada.
—Pero yo…
—Supongo que no —dije con voz ronca. Esto era de lo peor, que me
griten, sentirme culpable por que había estado más allá de mi control.
Quería gritar: “Nada de esto es mi culpa” pero no lo hice por mi
seguridad y la de tía Jo. ¿Quién sabía lo que la Orden le haría si le decía
la verdad?
71
Me pregunté, por un momento, si podía decirle una versión abreviada de
la verdad. La idea de continuar mintiéndole a tía Jo, alguien que siempre
me había tratado como si fuera su verdadera hija de sangre, me daba
náuseas.
72
—Conozco el lugar —dijo—. Yo puse ese café ahí. Into the Woods ha
estado tratando de comprarla por años, para usarla como una parada en
el sendero. —Una pequeña sonrisa se extendió en su cara—. Qué gracioso
que terminases en esa cabaña. ¿Es ahí a donde fuiste?
Asentí.
—Gracias por decírmelo —dijo—. No estoy muy feliz de que sintieses que
tenías que escapar por unos días en lugar de hablar conmigo sobre ello.
—Discúlpame por dejarte sola por tanto tiempo, estoy aquí ahora, y
estaré aquí cuando me necesites. Solo habla conmigo, ¿Está bien? —Ella
observó la renuencia en mi cara—. Créelo o no, tu vieja tía Jo fue una vez
una adolescente.
—Todo lo que estoy diciendo es que, puede que entienda por lo que estás
pasando mejor de lo que crees.
Se puso pie y caminó hacia la puerta. Cuando llegó ahí, se dio la vuelta.
La luz de las escaleras lanzaba un borroso halo alrededor de su cabello
rubio cenizo. Había algo en sus ojos que no podía entender. Las cosas
definitivamente eran diferentes entre nosotras ahora. Primero Ian, ahora
tía Jo. Me di cuenta que la mirada en sus ojos era de preocupación.
Miedo.
73
Era diferente de las miradas que me había dado antes en el invierno,
cada vez que estaba a punto de irse y tenía miedo de dejarme sola. No,
esto no era acerca de lo que me podría pasar. Era, me di cuenta, sobre lo
que había hecho o podría hacer. Era la misma manera en que Asher me
había tratado en la cabaña. Como si fuera algo frágil y aun así
impredecible, algo extremamente valioso
—Sí —dije—. Supongo que lo soy. —Había ojeras bajo sus ojos y las
arrugas en su frente parecían más profundas que lo recordaba. Ella
también se veía mayor
74
Me quedé en la cocina por unos minutos más después de que tía Jo
subiera, mordisqueando distraídamente una galleta. El picante dulce
sabor me recordaba cómo era todo antes. De repente mi estómago dio una
vuelta, y no me sentía tan bien. Un escalofrío bajo por mi columna
mientras recordaba esa vez en la cocina, de noche, sola, cuando Raven me
había confrontado por primera vez. ¿Estaba afuera ahora mismo? ¿Qué
pasa si todos lo estaban?
—Oye —me guiñó, sus los ojos brillando con picardía—. ¿Quieres subir?
—sonriendo, me puse una sudadera y pantalón de chándal. Puse mi
mano en la suya, y me jaló con él hacia el techo.
—Están ahí afuera —dijo Asher en baja, mirando al campo debajo—. ¿Lo
ves? —Bajé la mirada al campo.
75
—¿Quién? —dije—. No veo nada.
—Esperando.
—Por mí. —Me detuve mientras dejaba que el peso de ello me hundiese—
. Asher, ¿Qué pasa si veo a Devin mañana en la escuela? ¿Qué pasa si veo
a Raven? —Él apretó su brazo alrededor mío en actitud protectora.
—No puedo creerlo —dije, temblando—. Oye, ¿Tienes otro lugar a donde
ir esta noche?
—¿Sí? —sonrío.
—Um, ¿dormirías conmigo esta noche? Solo dormir, quiero decir. Odio
decir esto, pero… no quiero estar sola.
76
—¿Solo dormir? —Una sonrisa tiraba de una esquina de su boca de la
forma más exasperante.
Lo empujé ligeramente.
—Solo no te acostumbres.
77
Capítulo 9
Traducido por Kachii Andree
Corregido por BrendaCarpio
E
sa mañana, me gustó la familiaridad de despertar en mi propia
cama, pero sólo durante unos cinco segundos. Ya estaba arriba y
fuera de allí como una bala. El agotamiento que había estado
sintiendo desde el despertar en la cabaña se había desvanecido,
reemplazado con una energía determinada. Estaba de vuelta en River
Springs, y tenía cosas que hacer. Tenía que enfrentarme a mi vida de
nuevo.
Alcancé mis pantalones pero dudé. Recordando cómo estar lista para
cualquier cosa que había sentido la noche del espectáculo de Cassie en el
Bean, me puse un vestido con mangas, medias y botas de motociclista.
Un poco de rubor, algo de rímel, bálsamo para los labios, un collar o tres,
una bufanda, y estaba lista para salir. Mis ojos brillaban como plata en el
espejo. Ni siquiera me preocupé de que no pudieran ser normales otra
vez para el tiempo en que llegué hasta mi auto. De alguna manera yo
sabía qué iba a hacer. Tenía que empezar a confiar en mí misma.
—Wow —dijo tía Jo cuando pasaba a través de la cocina con mis pesadas
botas—. ¿Qué hiciste con Skye? ¿Y esas son mis botas?
78
—Sólo sé amable con tus maestros. —Traté de esconder una sonrisa
cuando ella volvió a llenar su taza de café.
—Bueno, que tengas un muy bonito día hoy —gritó detrás de mí—.
Ofrece hacer puntos extra o algo así. Consigue volver al buen camino.
—Por supuesto que voy a estar aquí. Y vuelves a casa justo después de la
escuela.
—¡Pregunta la próxima vez que vayas a pedir prestado mis cosas! —gritó
ella detrás de mí.
79
Cuanto más me acercaba a la casa de Cassie más nerviosa estaba. ¿Y si
ella pensaba que la había abandonado? ¿Qué pasa si no quería volver a
verme otra vez? De repente, a pesar de que sentía una especie de
culpabilidad por pensar en la idea de Cassie odiándome para siempre era
mucho peor que la idea de su muerte.
80
—No me siento como la mejor tercera rueda todo el tiempo, ahora que
ustedes son la pareja del año —dije en voz alta. Dan giró tan rápido que
casi se cayó del columpio.
—¡Skye! Mierda, ¿en serio? —Él se abalanzó sobre mí, me agarró fuera
de mis pies en un enorme abrazo de oso, y dio vueltas a mi alrededor.
Oh no, pensé. Ella está enojada. Esto es todo. Cree que la abandoné y
nunca voy a ser capaz de decirle la verdad y tendré que encontrar una
nueva mejor amiga y...
—¿Skye? —dijo Cassie sin aliento, y sonaba tan normal, tan como
nosotros, que bien podría haber estado a punto de decir, ¡este chisme no
va a derramarse así mismo! Trató torpemente de dar la vuelta—. ¿Eres
realmente tú? Mierda, ay, espera. —Ella agarró las cadenas del
columpio—. ¡Dan! ¿Las muletas?
—Oh, está bien, lo siento. —Él corrió hacia ella y cogió las muletas hasta
del suelo. Lentamente, la ayudó a levantarse sobre ellas y a dar la vuelta.
Tragué.
81
—Oh, lo que sea —dijo ella, con una sonrisa iluminando su rostro. Estaba
secretamente en el hecho de que se parecía a un inválido, me di cuenta
ya que rompí en una sonrisa, también. Definitivamente fue dramático.
Apuesto a que ella estaba recibiendo un montón de atención por eso.
Antes de que siquiera haya terminado de hablar, corrí a través del patio
y lancé mis brazos alrededor de ella.
Cassie se apartó y me abrazó una vez más. Tenía los ojos vidriosos, pero
yo sabía que iba a morir antes de que ella se dejara ver llorar en público.
—¿Qué cosa?
—Ya sabes, esa cosa. ¿Lo que yo uso para rascar el interior de mi
escayola?
—Oh, esa cosa. Claro, bebé. —Me sorprendió por la ternura de su voz. Se
inclinó y besó la parte superior de su cabeza. Ella sonrió detrás de él
mientras se alejaba, se volvió hacia mí.
82
—No cambies el tema —dijo, señalando con el dedo índice hacia mí con
tono acusador—. ¿Dónde diablos estabas? Me desperté y te habías ido. Y
pensé que algo terrible debió haber sucedido, porque no hay manera de
que me hubieras dejado allí sola. —Una lágrima resbaló por su cara, pero
ella la ignoró tercamente—. Así que me dices que ya está, ¿no? —dijo—.
¿Fuiste secuestrada? ¿Fuiste secuestrada por extraterrestres? ¿Una tribu
de chicos calientes nudistas te llevaron fuera a su tierra natal, donde se
te aclamó como reina? —Ella miró esperanzada.
Tragué saliva. Cara a cara con Cassie, la historia que le había contado a
la tía Jo de haber sentido miedo, ser débil y estúpida. Cassie nunca
compraría eso. Yo era la fuerte. Yo era la que iba a ser fría y sensata y
sin emociones. Era buena en una crisis. No entraba en pánico o huía.
Cassie, más que nadie, sabía que yo estaba mintiendo.
—Yo no... tengo... una buena razón —le dije. Se me quedó mirando, y el
silencio colgaba entre nosotras. No podía seguir mintiéndole así. Abrí la
boca para decir la verdad, pero algo brilló en el bosque detrás de su patio.
Guardianes.
—¿Eso es todo? —Ella cojeó hacia atrás sobre sus muletas—. Oh, Vaya
Skye, ¿te parece? Bueno, gracias a Dios uno de nosotros tenía miedo. No
podría haber sido yo, ya ves, ¡porque yo era la del coma!
83
—¿Qué quieres seguir buscando? —preguntó ella. De repente me di
cuenta del reconocimiento en su cara, y dejó caer su mandíbula—.
Conozco esa mirada. Esa es la misma mirada que había estado pegada a
tu cara en la cafetería durante todo el invierno, y el aspecto que tenía
cuando estábamos esperando el autobús para el viaje de esquí. —Sus ojos
se abrieron.
—No juegues a este juego conmigo, Skye. La plantilla está tan arriba. Me
dejaste. Por un hombre.
—¡No, te lo juro!
—Lo sabes, Skye, estoy loca por los chicos. Puedo aceptar eso. Pero yo
nunca pondría a uno de ellos por delante de ti.
—Uh —dijo Dan, que venía detrás de ella con un instrumento largo que
parecía una percha destruida—. Está aquí mismo.
—¿Cuáles otros?
—Los que vinieron antes. —Ella levantó una ceja—. ¿Entiendes lo que
digo?
—La tía Jo puede haber comprado la idea del “Tenía miedo” —continuó
ella, dando la vuelta—. Pero yo te conozco mejor que eso. ¿De verdad
querías estar allí y me dices que por qué te fuiste?
84
No, pensé desesperadamente. No lo haré.
—Tienes razón —le dije. Las palabras salieron de mi boca antes de que
pudiera pensar en lo que iba a decir a continuación—. La noche de la
fiesta del concierto Asher me dijo que él quería, uhm... —hice una pausa.
¿Cómo podría explicar esto? —Ser mi novio. Él dijo que con todo el
dramatismo en su casa, él y Devin lucharon y todo, quería llevarme. Hay
una cabaña en el bosque, no lejos de aquí. Fuimos allí un par de días. —
Me detuve de nuevo—. Acabamos de pasar un tiempo lejos de todo. Pasé
la mayor parte de ello preocupada por ti —añadí, mirándola. Cassie tenía
el ceño fruncido hacia mí, escuchando atentamente.
—Skye, esa es la... —Apoyó una mano en su cadera—... ¡la mejor historia
de alguna vez! ¡Qué romántico! Ahora entiendo por qué no podías decirle
a la tía Jo. Ella hubiera dado un tirón, ¿no? Wow. ¿Estás conectada a
tierra? ¿En el nombre del amor? ¿Condujo aquí? ¿Dónde está Asher?
—Realmente tenía miedo, sin embargo —dije en voz baja—. Esa parte
era verdad.
85
—Tenía miedo también —dijo Dan—. Mi primer novia y casi no
despertaba. ¿Puedes imaginar a cualquier otra chica queriéndome
después de eso?
—¿Mmm? Oh, cierto, Skye. Lo siento —dijo Cassie, rompiendo el beso con
timidez.
86
—¿Qué? —Giré las ruedas alrededor involuntariamente.
—Bueno. —Cassie tomó una respiración profunda, sus ojos brillaban con
picardía.
—Una vez más, estoy sentado aquí —murmuró Dan—. Estoy en una
relación, no soy ciego, ¿de acuerdo? —Ella se quedó sin aliento.
—¡Y ahora Skye lo está, también! ¡Podemos tener una doble cita!
—Así es. De todos modos, tiene una nueva novia, o tal vez incluso
estuvieron saliendo ya. Entró con los estudiantes RSH. Su nombre es
raro. Algún nombre hippie. Sparrow o algo así.
El viento se hizo más frío de repente azotaba por las ventanas abiertas.
—¿Raven?
87
—¡Sí! Eso es todo. De todos modos, ella debe haber sido muy popular en
RSH porque no habla con nadie en Northwood. Sólo Devin y algunos
chicos de su escuela.
Guardianes.
Pero la voz de Cassie se desvaneció, junto con las casas y los cambios de
los árboles altos de hoja de perenne que hacían tictac del pasado. Mi
agarre en el volante se aflojaba. El viento alrededor nos recogió,
levantando las hojas muertas en el aire que nos rodeaba y en un túnel de
viento me llevó. De repente, yo estaba en una habitación oscura, con
miles de pequeñas luces que iluminan mi camino.
—¿Has pensado en algo sobre lo que dije? —le pregunté. Sus manos en
mi cintura me guiaron hacia la derecha, y luego otra vez a la derecha, y
me di cuenta de que estábamos bailando en un círculo lento. Había luces
a mi alrededor. ¿Era un rayo? Cuando bailamos, estaba consciente de que
estábamos siendo observados.
—Sí —dijo en voz baja. Hablaba en voz baja al oído—. Yo tengo. —La
música era débil, y luché para encontrar la canción, pero no pude.
Abrí los ojos a Cassie y Dan dando gritos e inclinados sobre mí,
agarrando el volante.
88
—Oh mi Dios. —Exhalé, agarrando el volante y aderezándolo. Nos
desviamos momentáneamente antes de volver de nuevo en la carretera.
89
Capítulo 10
Traducido por Nanami27
Corregido por flochi
D
e pie en el estacionamiento, mirando hacia la escuela me sentía
la misma y a la vez como si estuviera en otro mundo. Había
estado fuera sólo por poco más de una semana, pero se sentía
como si toda una vida hubiera transcurrido. Los grandes arcos de piedra
siempre se habían sentido vagamente góticos para mí, y ahora, mientras
anticipaba qué podría estar esperando en el otro lado, se sentían
francamente un mal presentimiento.
No pude evitar notar que los otros chicos que había conocido por años me
miraban, también, susurrando en pequeños grupos. Me preguntaba qué
tipo de rumores habían estado circulando sobre mí mientras me había
ido. Solo podía imaginar la especulación de embarazo, la charla de
drogas. Huyendo con mi novio delincuente. Me preguntaba si alguien los
90
había corregido o si mi reputación había sido establecida como una total
tipa dura. No estaba segura de lo que prefería.
—Cassie —susurré.
91
suyo, golpeando su brazo—. ¡Ay! —dijo ella en voz alta—. ¡Hola! ¡Inválida
aquí!
La puerta del casillero se cerró, y Casi estuvo cara a cara con un chico
que nunca había visto antes. Él tenía rizos oscuros, perfectamente
desordenados, y estaba usando vaqueros y zapatillas de deporte
destartaladas, gafas de montura metálica, y una camiseta desvanecida
en algún tipo de apariencia de matemático-atractivo-fumador-skater. Un
caliente matemático-atractivo-fumador-skater. Los ojos de Cassie se
ampliaron involuntariamente.
—Oh —dijo ella en voz baja—. Hola. —Ella podría haber estado
embelesada, pero mi estómago se apretó. ¿Él era un Guardián? No tenía
cabello rubio…
—Hey —dijo Gideon. Nos sonrió. Junto a mí, casi podía escuchar tragar a
Cassie.
—Lo sé —dijo él—. Asher me dijo todo sobre ti. —Su sonrisa parecía
genuina, y sentí instantáneamente que podía confiar en él. Pero había
una cualidad juguetona en su voz que me hizo pensar que Asher le había
contado sobre algo más que solo mis poderes.
92
—Oh —dijo mientras cerrábamos nuestros casilleros y comenzábamos a
caminar por el pasillo—. Bueno, vamos a conocernos pronto. —Él me
sonrió a sabiendas, y me sorprendió darme cuenta que había algo en las
profundidades de sus ojos. Él podía haber estado sonriendo, pero Gideon
tenía algo embotellado muy dentro de él. Conocía esa mirada, porque la
veía cada día en mi propio espejo—. Más tarde —dijo y despegó a un aula
a nuestra izquierda.
—Vamos, Skye. Has llegado hasta aquí —dijo Cassie. Me dio un codazo
tranquilizador con el codo y cojeó delante de mí,
93
Dirigí la mirada hacia mi asiento usual detrás de Cassie, y mi corazón se
sacudió. Como en cámara lenta, una sábana de pelo rubio brillante giró
hacia un lado, y me encontré encontrándome con la perforante mirada de
Raven. Sabía que estaba solo en mi cabeza, pero podía haber jurado que
casi vi la sombra de alas batiéndose amenazadoramente detrás de ella.
Intentando no temblar, me dirigí hacia la parte posterior de la sala.
Sus ojos, como siempre, eran los más azules y tan difíciles de leer. No
tenía idea de cómo se sentía al verme, pero cuando me senté en la silla
vacía e intenté no echar un vistazo, me encontré sorprendida por una
avalancha de emociones. Miedo, pánico… y algo más. Algo más difícil de
definir. Me sentía atrapada en mi propia confusión.
94
Cuando sonó el timbre para indicar el final del salón, Asher se puso de
pie conmigo. Devin se quedó sentado, evitando todo contacto visual con
alguno de nosotros. En la parte delantera del salón, la Sra. Manning
levantó una mano para que me detuviera.
—¿Qué? —Eso era uno nuevo. Así que supuse que la gente había notado
que solíamos pasar el rato.
95
—Eso claramente no es cierto —dije.
—No lo creí así —dijo ella—. Pero en cualquier caso, necesitas a alguien
para ponerte al día en el trabajo que perdiste la semana pasada. Ustedes
dos son amigos, ¿no? Devin, pensé que podías pasar el rato en la sala de
estudio con Skye. Hazle saber lo que hemos cubierto. —Mi corazón corrió.
No. No podía estar sola con Devin.
—Bueno —dijo la Sra. Manning—, en ese caso, todo lo que Skye necesita
es un tutor. Nada más. —Garabateó algo y entregó a cada uno de
nosotros un pase de tardanza.
Quizás fue la conmoción del contacto visual después de todo este tiempo.
Quizás era el miedo. El pasillo se desvaneció. Oh, no, pensé. Está
pasando de nuevo. Estaba teniendo una visión.
96
Va a besarme, pensé. Quiero que lo haga.
Ninguna de nosotras dijo nada, pero sabía que había visto el momento
entre Devin y yo. Tuve la sensación de que sabía exactamente lo que
estaba sintiendo, y estuve agradecida de que no intentara hablarme
sobre ello. Sabía que no le diría a Asher. No sabía cómo lo sabía, pero lo
hacía.
Por una vez, era agradable tener una amiga que realmente entendía.
Incluso si no era humana.
97
En el almuerzo, me encontré con Cassie, Ian y Dan ya sentados alrededor
de nuestra mesa habitual en la cafetería. Cogí mi típico almuerzo, un
sándwich de pavo y una manzana y me deslicé junto a ellos.
—Claro —dijo él, moviéndose del banco para que Ardith pudiera
sentarse. Cuando estaba a punto de sentarse, alguien la golpeó con la
cadera de lado, y su bandeja salió volando hacia adelante, derramando
pasta con mantequilla por todo el piso de la cafetería. De repente, Ardith
98
pasó de hablar suave y terroso a la diosa enojada. Se volvió a la otra
persona detrás de ella, sus ojos parpadeando y el cabello en espiral en
forma de abanico. El chico era uno de los nuevos chicos de RSH, alto, con
una construcción delgada, nervuda y cabello largo rubio hasta los
hombros.
—Tu amigo necesita ver por dónde va. —El tono de Ardith era
sorprendentemente firme.
—Creo que él estaba viendo bien —dijo el otro. Pensé, por un momento,
que había detectado una leve cadencia en su voz, casi como un acento,
antes de que se desvaneciera en el fragor de la cafetería.
—Hey —dijo él—. ¿Todos estamos bien aquí? —Él estaba marcando su
voz más profunda, y Cassie tosió una carcajada. Antes de que pudiera
decir nada más, Gideon y Asher estaban allí, y Dan retrocedió.
—Creo que es mejor que ustedes salgan de aquí —dijo. Lucas lo miró,
pero no dio un paso atrás.
99
Es solo cuestión de tiempo. Eso es lo que el cuaderno había dicho, ¿no?
No por primera vez, me preguntaba quién lo había escrito.
—Entiendo que crees que ella es caliente, ¡pero no tienes que ser tan
obvio al respecto!
—¡Cass, vamos! —Dan trepó tras ella, dejando sus patatas intactas en la
mesa—. ¡No seas así!
—¡Oh, así que ahora soy así! —La voz de Cassie se perdió tras ella.
100
No importa cuánto intentamos evitar que las cosas alrededor de nosotros
cambiaran, me di cuenta, de pie y dirigiendo mi bandeja a la cinta
transportadora, el universo tiende hacia el caos.
101
Capítulo 11
Traducido por Teffe_17
Corregido por V!an*
M
ientras caminaba por la multitud de los pasillos, me temblaban
las manos con tanta fuerza que tuve que agarrar el mango de
mi bolsa de libros para mantenerlas estables. Me sentía tan
distante de cualquier otro estudiante empujando más allá de mí. El
pensamiento que se me ocurrió fue que yo nunca podría sentirme como
uno de ellos de nuevo.
Sin embargo, cuanto más tiempo nos sentamos en silencio, más tranquila
comencé a sentirme. Era su presencia Guardián, la serenidad que
siempre irradiaba de él. Me había olvidado de lo que se sentía. Cerré los
ojos y me di cuenta de que mis manos habían dejado de temblar. Cuando
los abrí de nuevo sólo un segundo más tarde, Devin estaba mirándome.
Cerró su libreta.
102
tutor. —Entonces él se levantó, movió su mochila de un hombro al otro, y
salió de la biblioteca sin levantar la vista una vez.
103
a mi habitación. Sin esperar una respuesta, me quite el vestido suéter y
las botas y me puse leggings y un sostén deportivo, un top largo, y un
chaleco de lana. Me incliné para atarme las zapatillas de deporte. Yo no
había hecho una carrera en mucho tiempo. Pero tenía que hacer algo.
A mitad del camino, en un claro abierto en una vista del valle. Me detuve
allí a descansar y contempló el paisaje de montaña. La luz empezó a
cambiar, y las nubes se movieron, tentándome. Enfoca tu energía.
Encuentra el interruptor.
104
Cuando entré en la cocina, sacudiendo la nieve de mi pelo, me detuve en
seco. Tía Jo estaba sentada en la mesa de la cocina con Asher. Los dos
estaban rígidos e incomodos. Los ojos de tía Jo se estrecharon con
suspicacia. Levantaron la vista cuando me vieron.
—Skye —dijo la tía Jo—. Asher sólo vino a dejar un libro que dejaste en
la escuela.
—Huh. —Tal vez ella pensó que él había estado conmigo en la cabaña.
Tal vez aún lo culpaba por mi huida.
—¿Qué? —Sonreí.
105
pasaba las manos por mis piernas. Incluso a través de la tela, mi piel se
erizó ante su toque. Todavía tenía la energía de las nubes pulsando a
través de mí, y me sentía viva, conectada a la tierra, al olor picante de
Asher. Como si percibiera esto; me tiró encima de él en la cama,
profundizando el beso con la mano en la parte de atrás de mi cuello.
—Sólo me siento bien hoy. ¿Es eso tan malo? —Moví mis pestañas contra
su mejilla.
Las estrellas se juntaron, jaladas hacia el centro del cielo como por una
fuerza magnética grande. Formaron letras. Estaban deletreando algo.
Nos sentamos.
106
—Lo siento —le dije—. Ella... ha estado extraña desde que estoy de
vuelta. O tal vez he estado acostumbrada a que ella estuviera ausente
todo el tiempo.
—Lo sé —le dije—. Lo hice. ¡Lo hago! Pero mis poderes no son sólo
oscuros. Puedo sentirlo.
Él me miró de soslayo.
107
espaldas a mí. Quería ir con él, pero me quedé quieta—. No puedes
destruirme si tu trabajo es protegerme —espeté—. Así que reflexiona eso.
Poderosos.
108
vuelta. Yo creía que había estado asustada cuando me fui. Por lo
menos… quería creerlo. Pero algo se sentía diferente entre nosotras.
109
Capítulo 12
Traducido por Alexiacullen
Corregido por Laurence15
M
e levanté por el sonido del trueno. Rebotó en las paredes y agitó
el suelo, tan fuerte que se sintió como si estuviera viniendo del
interior de mi cabeza en lugar de fuera. Me puse unos vaqueros
oscuros ajustados, las botas de lluvia y un suéter ligero y me dirigí a
bajar las escaleras. El tiempo había sido impredecible desde que había
estado de vuelta, junto a mis estados de ánimo erráticos. Ayer había
estado nevando, y hoy estaba lloviendo a cántaros. Una vez que
aprendiera a controlar mis poderes, quizá sería capaz de controlar qué
tipo de clima infligía a la gente. Tenía que trabajar en eso.
—No puedo hacer nada con esta lluvia —dijo, frunciendo el ceño—. Eres
incluso más poderosa de lo que crees. Dame tus llaves. Yo conduciré. Tú
concéntrate en dirigir el rayo lejos de nosotros. ¿Suena bien?
Sonreí.
La conducción fue traicionera, con zigzags reales por los rayos cayendo en
la tierra alrededor del auto. Las tormentas eran una de mis cosas
favoritas, y recordaba cuando era niña e iba de acampada con tía Jo, con
la euforia de correr a refugiarse para evitar ser golpeada por un rayo.
Esta mañana apoyé la cabeza contra la ventana del lado pasajero y miré
110
el rayo de luz cruzar el cielo. Intenté hacer lo que había hecho con las
nubes. Era como pintar con mi mente, mientras varios pestillos se
encendían y luego se arremolinaban hacia arriba, de vuelta a las nubes,
antes de que incluso cayeran al suelo.
Me miró de reojo.
—Realmente cree que puedes hacer esto. Que eres más fuerte que todos
nosotros. Piensa que vas a cambiar las cosas. Está tan feliz de que estés
de nuestro lado. Para lo que viene. —Sonrió cálidamente—. Ambos lo
estamos.
111
—¿Qué sucedió? —pregunté. Sabía que no debía excederme en el cuidado
de la amistad con Ardith, pero tenía que saberlo—. ¿Y por qué le
necesitábamos específicamente para esta misión?
—Bien —dije.
—Pero antes de eso estuvimos en guerra. Eso es por qué tenemos tanto
miedo de lo que está por venir… porque hemos visto que la violencia
puede estallar entre las partes cuando la balanza cambia. Y nunca ha
cambiado de esta forma. —Me miró y luego alejó la mirada—. La guerra
fue cruel y duró milenios. Fui llevada a la Orden incluso antes de que
supiera lo que había pasado. Estaba con Asher y él… él sólo se alejó
durante un segundo, pero fue un segundo que contó. No puedo decir que
nunca se haya perdonado por eso.
No dije nada. No sabía qué decir. Sólo seguí mirando fijamente por la
ventana, enviando pernos de relámpagos de vuelta a la mañana salvaje.
112
estaba tan completamente sumergida en sus recuerdos—. No sé en
cuánto tiempo humano, porque esas cosas no funcionan igual para
nosotros. Nos mantienen separados. Al final aprendió sus costumbres y
se instruyó para devolverles la lucha. Les venció en su propio juego y
escapó. Él me salvó. Pero le costó un precio.
113
—Vas a salvarnos a todos —dijo—. Vas a destruir a la Orden, Se lo harás
pagar.
Ardith salió del auto, y la seguí. Quería ser la heroína que ellos pensaban
que era. Pero me sentía tan lejos de estar preparada para luchar.
—Ya sabes que Asher piensa que es su culpa —dijo dándose la vuelta—.
Eso de que permitió que Devin te hiciera daño. Una vez dejó que algo
como eso sucediera. No puede creer que le vuelva a suceder.
Ardith asintió.
—Sólo para que sepas de dónde viene él. Cómo de serio es.
114
cerebro y sin alma. Eso es todo lo que era Devin. Si antes no lo había
entendido, lo hice ahora.
Cuando entré en la biblioteca más tarde, otro chico de pelo rubio estaba
sentado en su lugar. Le había visto antes, con el grupo de Guardianes. Mi
pulso se aceleró, pero me había recordado a mí misma lo que Asher había
dicho: Nunca harían nada al descubierto. La escuela es uno de los
lugares más seguros para estar. Sin importar que Raven hubiera dado a
entender lo contrario.
—Hola —dijo él—. ¿Skye? ¿La Sra. Manning te dijo que necesitabas a
alguien que te ayudara con tus deberes?
115
—Entonces —dijo—. Estoy pensando en Bean. Estoy pensando en cafés
con leche desnatada y chai, cortesía de uno de los mejores camareros.
Estoy pensando en un maratón de películas desastrosas en tu casa.
¿Pensamientos? ¿Comentarios? ¿Preguntas?
Tan pronto como llegué a casa, me quité las ropas del colegio y me puse
la ropa de correr. Me moría de ganas de salir y correr a través de los
senderos. La tormenta de la mañana se había clareado con mi estado de
humor, y el aire era más fresco y limpio.
Corrí por un camino diferente esta vez, sintiendo la tierra crujir bajo mis
pies, con el viento azotando mi cara. Las gotas de agua colgando en las
ramas brillaban a mi alrededor, dispersándose con cada nueva briza y
cayendo en mis ojos. Me sentía incluso más conectada que el día anterior.
Mientras serpenteaba en mi camino, los árboles se movían, desenredaban
sus raíces de la tierra y luego se cernían de nuevo en mi estela. Las
ramas se inclinaban para dejarme pasar. Era una parte del mundo
natural, trabajando al compás con ella y controlándola también. Era
emocionante y extraño.
116
El final del camino se abrió en un claro a los pies del bosque. El cielo
comenzaba a oscurecerse demasiado para que siguiera a la vuelta a
través de la espesa maleza, así que en lugar de dar la vuelta a través de
los árboles, corrí por la carretera. Mientras corría, creaba una pequeña y
brillante bola de fuego en mis manos, dejándola libre para guiarme en la
oscuridad. Estaba rodeando una curva cuando escuché un ruido
entrecortado detrás de mí, cada vez más alto. Aceleré, y el ruido detrás
de mí también aceleró. Mi cuerpo se sacudió en alerta máxima.
Me están siguiendo.
—¿Qué quieres? —cortó una voz familiar detrás de mí. Me giré para ver a
Gideon. Había una mirada vacía en la dureza de sus ojos, y nadie podría
decir mirándole ahora que había estado antes en algunas batallas
difíciles—. Aléjate de ella —gruñó—. Déjala sola. ¿No has hecho
suficiente?
—Ella no te necesita para pelear sus batallas —dijo Devin con calma, con
su absoluta tranquilidad radiándome desde donde estaba. Empecé a
117
dejar caer mis manos a mi lado. El cambio en el estado de ánimo parecía
no tener efecto en Gideon.
Cuando se dio cuenta de que no iba a decir otra palabra, miró por encima
de mi hombro a Gideon. Luego, apretó los dientes, se giró, y desapareció
en un destello de plumas blancas.
Me estremecí.
118
—Está intentando hacerte creer que él te está pidiendo perdón. He visto
pasar eso antes. Eres demasiado inteligente para caer en eso.
Pero cuando había mirado en sus conocidos ojos azules hace un momento
se parecía a un extraño.
—No hay de qué —dijo. Bajó la mirada hacia la carretera oscura donde
Devin se había desvanecido y su mirada perdió la concentración durante
un segundo. Fue como si estuviera aquí, y al mismo tiempo, a miles de
distancia de donde estábamos. Me moví un poco con mis pies crujiendo en
la grava. Sus ojos se volvieron a centrar en mí, como si de repente
recordara que yo estaba ahí—. Vamos. Iremos a casa. Está oscuro.
119
—Lo siento.
—Yo… quiero que seas tan fuerte como puedes serlo —dijo—. Pero no sé
si yo… yo lo soy aún. Tengo que pensar en ello. Necesito algo de tiempo.
—De acuerdo —dije—. Lo entiendo. ¿Pero cuando estés listo? Espero que
me busques.
120
Había una extraña energía zumbando a través de mí mientras caminaba
hacia la casa esa noche. Finalmente todo parecía el alcance de mi mano,
tan cerca que podía extenderla y tocarlo. Estaba tomando medidas para
controlar mi propio destino. Pronto no me iba a confundir más.
La tía Jo estaba todavía tensa y distante. No sabía por qué. Había estado
bien la noche que había venido a casa… mal, pero feliz de que estuviera a
salvo y viva. ¿Estaba abstrayéndose? ¿O era algo más? Esta nueva
tensión había comenzado justo la noche en la que Asher había venido.
¿Era posible que su enfado tuviera algo que ver con él? No tenía ningún
sentido. Asher era encantador… incluso los maestros más difíciles le
querían. ¿Por qué tía Jo no?
No quería pasar mi tiempo alejada de él. Cada minuto que pasaba era un
minuto más cerca para la siguiente vez que le viera.
121
Era el mismo tipo de flor que Devin había intentado conseguir para
revivirme. Mis poderes me habían fallado y cuando abrí mis manos, la
flor estaba todavía fría y sin vida, de un marrón marchito. Las flores de
alrededor de nuestra casa no habían florecido todavía, por lo que
definitivamente no sería tan morada o viva como la flor que estaba
tendida ahora sobre mi almohada. Era una que había sido traída de
vuelta a la vida. Por un Guardián.
¿Era una amenaza? ¿O era algo más? Mi mente daba vueltas mientras
me preguntaba si era una manera de Devin de pedirme una oportunidad
para explicarse. ¿De verdad lo quieres?
Coloqué la flor con los otros artefactos que había estado coleccionando en
mi vestidor: la pluma blanca y el portátil. La efímera confusión de la
vida.
Esquiar.
122
Pero sabía que había cambiado. En los bosques, la noche que casi había
muerto, había causado que la tierra se agitara, los relámpagos rompieran
y los árboles se dividieron y cayeran al suelo. Y no podía controlarlo ni
podía detenerlo. Ahora podía sentirme crecer más fuerte con cada
carrera. Estaba aprendiendo a controlar.
Había estado tan asustada antes de esa noche cuando Devin había
intentado matarme. Pero extrañamente, ya no tenía más miedo.
123
Capítulo 13
Traducido por Dai
Corregido por Mlle_Janusa
E
n la mañana, tía Jo revoloteaba alrededor de la cocina como un
pájaro atrapado, sin saber lo que estaba haciendo o a dónde se
dirigía después, sólo preocupada de mantenerse encendida.
—Sí…
124
Aunque sólo era marzo, todo parecía estar viniendo a la vida,
incluyéndome. Había sido un largo y frío invierno, un invierno oscuro,
lleno de miedo y de un dolor que nunca antes había conocido. Pero ahora,
la primavera se acercaba y yo podía sentirlo en la punta de mis dedos y
en mis mejillas. Podía elegir lo que quería ser.
Los pasillos estaban casi vacíos. Mientras caminaba, las suelas de mis
botas pesadas resonando contra el suelo brillante, vi una figura oscura
retirándose en el otro extremo del pasillo. Su sólida constitución se
recortaba contra la ventana.
Por un segundo pensé que había caído en uno de mis sueños, los que se
repetían hasta que apenas podía recordar cuál era la verdad. Pero esto no
era un sueño.
Me detuve en seco.
—Hey —dije—. ¡Hey! ¡Devin! —mi voz resonó por el pasillo vacío. La
figura se detuvo y se quedó inmóvil. Tenía la cabeza baja, como si
estuviera mirando al suelo.
Poco a poco se dio vuelta y levantó los ojos del suelo delante de él. Eran
fríos, azules como un lago congelado. Recuerdos de Devin se precipitaron
hacia mí. Me acordé de la noche en que lo vi en Love the Bean, el día que
nos conocimos, fuera del salón de clases, la lucha de bolas de nieve, y la
mañana después, cuando me desperté tumbada a su lado. ¿Cómo es
posible que esos ojos, que habían lucido tan dormidos, inocentes y
125
sorprendidos al encontrarme en su cama por la mañana…? ¿Cómo
podrían esos ojos ser capaces de tal frialdad?
¿No me amaba?
Me miró inquisitivamente.
—Adelante, entonces.
126
De repente, no quería ser herida de nuevo por él. Por nadie, en realidad.
La Skye que había cambiado de opinión constantemente durante tanto
tiempo entre la Orden y la Rebelión —entre Devin y Asher— parecía una
persona en un libro sobre el que había leído una vez Alguien remoto y de
ficción. Ella no era yo. Nunca volvería a serlo.
—¿Qué?
Parecía tan sorprendido como yo lo hice ante las palabras que habían
volado fuera de su boca. Pero él siguió hablando.
127
de emociones tan diferentes y sin embargo ser incapaz de sentir alguna
de ellos?—. Vas a destruirnos a todos —dijo. La calma de su voz era
enloquecedora.
—Skye, Skye, Skye —una voz sonó como una campana de cristal detrás
de mí.
¿Qué? Lo miré, mis ojos muy abiertos, pero él se quedó mirando el suelo.
128
Capítulo 14
Traducido por Helen1
Corregido por Angeles Rangel
I
nvoluntariamente me encontré retrocediendo.
También significaba que a pesar de que había sido una locura pensarlo,
incluso por un segundo, no había manera de que pudiera confiar en él.
Yo estaba tan molesta que tenía que presionar mis manos en los bolsillos
de mi pantalón para no temblar. ¿Qué había de malo en mí? ¿Cómo podía
estar decepcionada de que un ángel cuyo trabajo había sido matarme
estuviera celestialmente unido a otro?
129
—Espero que los dos sean felices juntos —le dije—. Pero lo mejor es que
se queden lejos, muy lejos de mí.
130
—Consigan una habitación, ustedes dos —dijo Cassie, la puerta de su
casillero cerrándose de un golpe junto a nosotros.
—Cállate —se rió Cassie—. Dan lo dijo primero. —La campana sonó y
nos dirigimos al salón.
—Casi tan lindo como Dan y yo. ¿Estás tratando de competir con
nosotros? Debido a que no va a funcionar. Ya hemos ganado.
— No, pero en serio, sin embargo —dijo Cassie, pinchando una ramita de
brócoli—. Pareces realmente feliz. —Hizo una pausa—. Nunca te he visto
así. Entonces ¿Lo eres? ¿Feliz? Dime de verdad. Porque es hora de que lo
seas.
131
—Lo soy —le dije, incapaz de dejar de sonreír estúpidamente. Todo en mi
vida estaba convergiendo hacia lo que yo quería. Yo estaba en un camino,
y los árboles se inclinaban para revelármelo—. Realmente creo que lo
soy.
—¡Cassie!
—Simplemente no se… sentía bien todavía. —Hice una pausa. Pero eso
no era exactamente así. La verdadera razón era mucho más complicada.
Yo tenía miedo. Y no por las razones obvias. Cuando me quedé sola con
Asher, nuestros labios producían chispas en la noche cuando se tocaban,
tuve tantos problemas controlando mis poderes.
—¿Por qué? —dije de repente—. ¿Tú y Dan? —Cassie me dio una mirada
presumida—. ¿En serio? —jadeé.
132
—Todavía no —dijo ella, sonriendo y alzando las cejas—. Porque, ya
sabes, la pierna de cemento. —Ella hizo un gesto al elenco azul—. Pero
hemos estado muy cerca. Si sabes lo que quiero decir.
—Está bien, Cassie, tengo que seguir siendo amiga de Dan. Estoy
poniendo una línea.
—Gallina —dijo ella. Tomó un sorbo de jugo y juntó las manos—. Estoy
tan contenta de que estés en casa —cantó—. ¡No tenía a nadie con quien
hablar de chicos! No podía exactamente hablar de Dan, bueno, Dan.
¿Sabes?
—Muy terminado —le dije. No tienes ni idea. Miré hacia arriba, y ella me
estaba mirando—. ¿Por qué? ¿Qué oíste?
133
—Si —le dije—. Yo también. —No tienes ni idea, pensé por segunda vez
en esa conversación.
—Estás de suerte —sonrió—. Ellos no han salido para las pistas todavía.
Debería estar en su oficina.
—Mucho.
—Ya lo creo. —Puse mis manos en mis caderas como si supiera de lo que
estaba hablando. Frunció el rostro pensando.
134
—¿Puedes venir hoy? —preguntó—. ¿La carrera contra la academia
Brighton?
—¿Qué?
—Ellie —dijo—. Para tercera. —Él puso las manos sobre mis hombros y
me miró directamente a los ojos.
—Sí —le dije, con mucha más confianza de lo que de repente me sentía.
—Me dio una palmadita en el hombro.
135
Yo estaba corriendo contra Claire Fincher, posiblemente el mejor
esquiador del equipo de Brighton. La había enfrentado antes, el año
pasado. Ella era famosa por ser competitiva y feroz, y la última vez que
habíamos competido la una contra la otra, se había golpeado contra mí y
sangró. Ella estaba aterrada.
Dejé que sus palabras se hundieran en mis entrañas y bajé mis gafas
hasta los ojos. Yo podía hacer esto. Claire era feroz, pero yo tenía poder.
Y no sólo estaba tratando de vencer su tiempo o incluso el de Ellie dos
puntos después de mí. Yo tenía un propósito. La idea de finalmente
controlar mis poderes envió un torrente a través de mí, tan fuerte que
por un momento vi las estrellas.
136
—¡Creo que sí! —Enfoqué mis ojos en las nubes y las dispersé, dejando
que la sensación de la tierra bajo mis esquís me guiara el resto del
camino hacia abajo por la montaña. Yo quería el control, pero no quería
ganar al bloquear su camino. Mi objetivo era batirla, dentro de las reglas.
Enfoca tu energía.
Encuentra el interruptor.
Dale la vuelta.
—¡Guao! —dijo ella, tirando de sus gafas hacia arriba—. Eso fue una
locura intensa.
—No tan increíble como tú, Skye, cielos. ¿Vas para capitán el año que
viene?
137
—Sí —le dije, tirando de mis propias gafas para arriba—. Sí, creo que si
voy.
—Oh, bueno, sí. —Jalé de nuevo mis gafas hacia abajo—. Te veré más
tarde —le dije bruscamente, girando y corriendo para la casa de
equipamiento. El cielo ya se estaba desvaneciendo en el crepúsculo y las
primeras estrellas de la noche comenzaban a brillar. Me encerré en el
baño, me subí las gafas, y me enfrenté a mí misma en el espejo,
agarrando el fregadero con ambas manos.
Claire tenía razón. Nunca antes había visto mis ojos quemando con un
plateado tan brillante como lo estaban en ese momento.
1
Contactos: se refiere a lentes cosméticos.
138
Capítulo 15
Traducido por norita_30
Corregido por BrendaCarpio
E
stuve intentando mantener mi adrenalina en control mientras la
tropa volvía al autobús con el resto del equipo, fui una de las
ultimas chicas en conseguirlo y mientras caminaba hacia el
pasillo tuve ese raro presentimiento de que los otros me estaban viendo
¿Fui muy rápida? ¿Así de poderosa? Ellie particularmente me miró
mientras pasaba por enfrente, me acomodé en un asiento vacío detrás del
que ella compartía con Maggie.
—Lo sé —dije.
Sacudió la cabeza
Ellie ha estado muy creída todo el invierno desde que pensó que podría
alejar a Asher de mí, debió haberla desecho vernos juntos.
139
—Es tan típico de ti, piensas que todo lo que quieres debería ser tuyo y
no te importa a quién lastimes en el proceso. —Sonrió con maldad hacia
Maggie—. Ian tenía razón acerca de ti.
—Mira quien lo dice —repliqué sin hacer una pausa para pensar—. Tú
siempre estás pensando en tomar lo que es mío.
140
encontraron a través de la ventana del autobús, su sonrisa se vio
titubeante pero sólo por un segundo, después tomó la mano de ella y los
dos caminaron a través del estacionamiento.
Para el tiempo en que conseguí salir del autobús la mayoría de las chicas
del equipo se habían ido.
Sonreí.
Una sonrisa se asomó de su cara, detrás de él, en el capo del auto, Gideon
me miraba fijamente ¿Aún intentaba decidirse? Tal vez esto debería
probarle que estaba lista.
—Sabía que podías hacer esto —dijo Asher—. De hecho tiene mucho
sentido, no dejes que nadie te moleste, tus poderes nunca surgirían con
Devin y conmigo a tu lado.
141
Estaba a punto de decir que era cierto, necesitaba hacerlo a mi modo pero
el estacionamiento comenzó a desvanecerse a mi alrededor, aún
sintiéndome fuerte por la carrera, estaba lista para la visión, cerré los
ojos e intenté mantenerme de pie.
Cuando los abrí de nuevo, estaba de pie en las escaleras del recibidor de
mi casa, Extraño pensé, eche un vistazo a mi derecha hacia la puerta de
mi habitación la cual estaba entreabierta, luz se esparcía en la oscuridad
del recibidor, un par de botas desteñidas eran visibles al pie de la cama
¿Asher? A mi izquierda estaba el baño, la puerta estaba abierta y las
luces apagadas, eché un vistazo hacia abajo sobre el pasamanos, toda la
casa estaba oscura y en silencio ¿Dónde estaba la tía Jo?
142
El estacionamiento se precipitó de nuevo y Asher, Gideon y Ardith
miraban hacia mí, aún estaba de pie pero el suelo debajo de mi se
balanceó y me apoyé en el auto.
Tía Jo aún no llegaba del trabajo. Así que fuimos a la terraza y jalamos
varias sillas de madera para formar un circulo, la tarde era clara y
brillante, las montañas se cernían sobre nosotros a la distancia.
143
—También me gusta Colorado —dijo mientras yo lo miraba de reojo y su
mirada se encontró con la mía, mirándome con complicidad tal vez
¿Estaba insinuando que podría quedarse aquí? ¿Se quedaría aquí?
¿Conmigo?
—Al igual que con esquiar —dijo Gideon—. La llave para liberar el
verdadero potencial de tus poderes es el control.
—Gid, ¿estás seguro? —Había angustia en los ojos de Ardith, sabía que
se sentía indecisa, necesitaba ésto para hacerme fuerte, más poderosa,
pero, ¿habría un costo en la mente de Gideon o en la mía?
144
—En lugar de relajar tu mente —que es lo que quieres hacer cuando
intentas hacer que llueva o dices, encender una chispa— cuando estás
bloqueando tu mente, lo que estás trabajando es en la construcción y
destrucción de paredes. —Hizo una pausa asegurándose de que entendía,
asentí y continuó—: Ahora cierra los ojos. ¿Qué es lo que ves?
—Obscuridad, la nada.
Pero había algo sobre esto que no se sentía correcto, como cuando estaba
esquiando y el piso bajo de mí se movía peligrosamente, sabía que no
podía confiar en este sentimiento.
145
Lentamente y con un gran esfuerzo, comencé a apilar los ladrillos de
nuevo, pero eran tan pesados, mi mente estaba a punto de romperse por
el peso de ellos, la calma persistió forzándolos a bajar de mis manos, no
pude soportarlo más, eran muy pesados… y la calma se arrastró sobre mi
destruyendo todos los otros sentimientos en el mundo, estaba flotando
sobre una nube, dichosa, inconsciente…
—Lo hiciste bien para ser tu primera vez —dijo Gideon, se veía como si
estuviera intentando concentrándose en sus propios ojos también, me
pregunto si fue difícil para él verme ir a través de eso, si traje de regreso
memorias que hacía bastante había enterrada—. Estuviste cerca.
—Será más fácil ahora que cuando te enfrentes contra un Guardián real
—dijo Ardith acercándose a mí y poniendo sus manos en mi espalda—. Él
146
aprendió de la Orden pero no está ni cerca de ser tan fuerte como lo son
ellos.
—¡No! —dije de vuelta girándome hacia tía Jo—. ¿Por qué estás haciendo
esto? Nunca echaste a Cassie y Dan.
—No conozco a estos amigos nuevos —dijo—. ¿Por qué no los conocí
antes?
147
—Ellos son… nuevos en la escuela —dije mirando a Gideon y Ardith—.
Son amigos de Asher.
Tía Jo se encontró con la mirada de Asher, algo pasó entre ellos, tan
pronto me pregunté si lo había imaginado.
—No entiendo qué hice —dije totalmente descuidada del hecho de que
soné como una niña pequeña—. ¿Por qué me odias de repente?
—Entonces ¿por qué eres tan mala conmigo? ¿Qué hice? Dije que sentía
haberme ido pero no puedes detenerme de irme de nuevo tía Jo, tendré
dieciocho en menos de un año e iré a la universidad pronto o…. —Me
detuve a pensar por primera vez si la universidad aun sería posible para
mí. ¿Qué si mis poderes se hacían más fuertes? ¿Qué si la guerra en
realidad estaba en camino de nuevo? ¿Qué si no logro cumplir dieciocho?
Me sacudí ante el pensamiento—. No soy más una niña —continué—. No
puedes tratarme como si tuviera seis años y tuvieras que cuidarme,
148
puedo cuidarme sola, básicamente lo hice todo el invierno mientras no
estabas.
—Sé que puedes —dijo tranquila mientras una brisa soplaba entre
nosotros y fue entonces cuando me di cuenta que había mechones grises
en su cabellera que solía ser rubia—. ¿Puedes culparme por querer
protegerte? ¿Por querer mantenerte a salvo?
—Tus nuevos amigos —dijo de pronto tía Jo—. ¿Qué tan bien los conoces?
—Me miró enfáticamente y sentí un puño apretar mi corazón ¿Sabía algo
que yo no?
—Muy bien —dije—. Siento como si pudiera ser yo misma estando con
ellos. —La miré.
149
De pronto todo lo que quería era alguien que me dijera qué hacer, estaba
cansada, completamente exhausta de intentar resolver todo por mi
cuenta. ¿Qué si cada decisión que había hecho hasta ahora era la
incorrecta? Todo lo que quería en ese momento es que tía Jo me tomara
en sus brazos y me dijera que todo estaría bien, y quería
desesperadamente creerle.
Todos crecemos, pero, ¿por qué sentía como si tuviera que dejar todo y a
todos los que amo atrás?
150
Me senté con la espada recta en mi cama, con mi corazón latiendo con
fuerza, me di cuenta que sabía que este escrito era mío.
151
Capítulo 16
Traducido SOS por LizC y Kachii Andree
Corregido por flochi
M
i corazón latía como si acabara de bajar a volandas una
montaña. ¿Estaba delirando? ¿Cómo pude haber escrito esto?
Había estado inconsciente casi todo el tiempo que había estado
en la cabaña, y me habría acordado de escribirlo cuando estuve despierta.
Me entretuvo brevemente la idea de haberlo escrito mientras dormía,
durante un sueño particularmente vívido. Excepto que todos mis sueños
habían sido acerca de morir.
152
Cuando entré en la cocina a la mañana siguiente, el olor a chocolate y
plátanos me llamó.
—Lamento haber sido tan dura contigo —dijo ella, jugueteando con su
propia taza de café mientras nos sentamos—. Tenía miedo, también, ¿de
acuerdo? Estás creciendo y... —Ella se detuvo—. Oh, Dios, esto es tan
difícil para mí admitirlo, pero no vas a vivir aquí conmigo para siempre.
Y sólo voy a estar un poco sola cuando te hayas ido, eso es todo. —
Suspiró—. Siempre has sido una persona que sigue su propia estrella,
Skye. Sólo asegúrate de elegir una buena que te guíe.
—¿Quieres invitar a tus amigos a cenar esta noche? —preguntó tía Jo—.
¿Cassie, Dan, Ian? —Respiró hondo—. ¿Asher, si significa tanto para ti?
—Sí, por qué no. —Me devolvió la sonrisa—. Tengo que conocer
correctamente a Asher. Él es tu novio, ¿verdad?
Sonreí.
—¿Qué lo delató?
153
—Él no puede quitarte los ojos de encima. No sé lo que le has hecho a ese
muchacho, pero esa es la clase de mirada que es difícil de borrar de los
ojos de alguien, una vez que está ahí.
—Sé lo que se siente —dijo—. Pero basta con que no elijas tu estrella
porque sea la estrella que él ha elegido. Se tu propia persona.
154
mi viejo asiento no hubiera sido cedido cuando yo había estado fuera. Con
un suspiro, me dirigí a la parte trasera del salón… y me detuve. Asher
estaba inclinado sobre mi asiento vacío, hablando acaloradamente con
Devin.
—¿En serio?
155
—Sí. —Le di una pequeña sonrisa persuasiva—. ¿Quieres venir? —Su pie
se mantuvo tocando un ritmo constante en el fondo.
Sentí una oleada de felicidad, tuve una breve visión de Asher, la tía Jo y
todos mis amigos llevándose bien en una gran familia maravillosa y feliz.
Pero el golpeteo de Asher continuó, y una sensación oscura e incómoda
superó mi alegría. ¿De qué habían estado hablando?
Cass miró detrás de ella, fingiendo que podría haber estado hablando con
otra persona con un brillo en los ojos. Ella me miró y se señaló a sí
misma, murmurando—: ¿Quién, yo?
156
—De ninguna manera —dije—. No puedo ser la anfitriona en esta
ocasión. Estoy en un terreno peligroso con la tía Jo como es.
—Bien. —Ella suspiró—. Bueno, de todos modos, voy a hablar con Ian
hoy.
Ian entornó los ojos y me miró, pero lo que Ellie me había dicho que él
había dicho seguía carcomiéndome. No pude hacer contacto visual con él.
—Bueno, ese es el favor. Estaba pensando que tal vez tú podrías, como,
arreglar el escenario.
Ian se rió.
157
—¿Por faaaaavor? —Le siguió más pestañas revoloteando.
—¡Skye! ¡Oye! —Él vino corriendo detrás de mí. Me detuve y lo miré, con
una mano en mi cadera—. ¿Cuál es tu problema? —preguntó.
—¿Así que estás saliendo con Ellie? —Mi voz salió más enojada de lo que
había querido. Extrañamente, sentí que mi cara se ponía cada vez más
caliente. No podía haber estado celosa, ¡era Ian!, pero aun así. Ella era
mi archienemiga. ¡Y yo le gustaba a él!
—Um. —Él se puso rojo—. Sólo una vez. Bueno, dos veces. Pero no fue...
Quiero decir, no... me gusta ella, ni nada así.
Ian suspiró.
158
empezaste a apartarte de mí, de nosotros, cuando esos dos chicos nuevos
se presentaron, y te perdoné otra vez cuando ignoraste mi advertencia de
que no me fiaba de ellos, y cuando decidiste que preferías estar con
cualquiera de ellos que conmigo.
—Pero cuando te escapaste con Asher, ¡no tienes ni idea de lo que eso me
hizo! Estaba enojado, ¿de acuerdo? Puedo dejar que me hieras, una y otra
vez, y ese es mi propio problema. ¡Pero ya no puedes decirme qué hacer!
—Sus ojos estaban ardiendo.
Me tropecé hacia atrás. Nunca había visto a Ian estar tan enojado en
toda mi vida.
—Sí —murmuró—. Bueno, lo que sea. Me tengo que ir. Te veo o algo así.
—Se dio la vuelta y se fue por el pasillo en dirección opuesta.
159
Durante todo el día, la frustración y la rabia me rondaron. No podía dejar
de pensar en lo que Ian había dicho. Si tan sólo pudiera decirle la verdad
acerca de donde realmente había estado y por qué me había ido sin decir
palabra. No era mi culpa. Nada de esto lo era.
¿Qué clase de vida sería esa? Sabía que huir era imposible. Tenía que
enfrentarme a esto. Sólo me hubiera gustado saber qué era “esto”. Y, a
pesar de lo que la tía Jo había dicho, todavía había una parte de mí que
sentía profundamente que donde quiera que Asher estuviera, es en donde
tenía que estar, también.
No podía esperar a llegar a las pistas esa tarde para nuestra carrera
contra Santa Cruz. Había competido contra ellos antes. No eran tan
feroces como las chicas de Brighton, pero todavía tenía que hacer mi
mejor esfuerzo si alguna vez quería ser capitán. Me agaché en cada
recodo de la pista y me apoyé contra el viento, imaginando enormes alas
de plumas extendiéndose desde mi espalda. En mi mente, ellas me
guiaban, direccionando el viento para hacerme más aerodinámica, mi
camino más fácil. Estaba planeando, volando. Pero cuando cerré los ojos
y traté de ver si eran de color blanco o negro, no pude.
160
El sol se bajó en el horizonte, y la oscuridad estaba cayendo, fría, fresca y
azul. Mientras volaba por la pendiente, se me ocurrió una idea. Me
concentré en el sol, los ojos entrecerrados mientras se hundía más bajo,
de modo que sólo era un arco luminoso que se asomaba sobre las
montañas. ¿Y si yo no estaba preparada para ello a establecer el
momento? ¿Y si necesitaba más luz para terminar la carrera?
—¿Qué...? —oí decir antes de que su voz fuera tragada por el viento. El
cielo comenzó a aclararse, el crepúsculo retirándose a sí mismo, tirando
hacia atrás la oscuridad. Atravesé rápidamente la línea de meta y me
deslicé hasta detenerme.
161
Me volví a sentar sola en el autobús. Ellie estaba hablando en voz alta de
mí a un par de asientos de distancia.
162
—De mi mamá. —Ella le guiñó un ojo—. Ella le hizo prometer a Dan que
no iba a tomar nada para que pudiera llevarme a casa.
—¿Te has vestido de gala para mí? —le pregunté, sonriendo ampliamente
mientras entraba.
Con una mirada por encima del hombro para asegurarse de que nadie
estaba mirando, se volvió hacia mí, tomando mi cintura y llevándome
cerca de él. Me estremecí. Se inclinó como si fuera a darme un beso, pero
en cambio movió la cabeza a un lado y me susurró al oído.
163
Yo sabía a ciencia cierta que me estaba poniendo roja, y la habitación se
estaba haciendo más cálida. Asher se echó a reír. Parecía que no
importaba lo bien que me estaba volviendo en el control de mis poderes,
él podía lanzarme en picada y arruinar todo mi progreso con un solo
toque.
164
molesta porque me había escapado, o porque había estado pasando
mucho tiempo con Asher?
—Cada vez mejor —dijo ella, lanzando un pelo suelto sobre su hombro
con un suspiro dramático—. No me gusta este jodido yeso, sin embargo.
¿Ves cómo esto parece estúpido? —Ella hizo un gesto a sus medias con
una sola pierna.
—¿Tal vez podría ser un nuevo look? —le pregunté—. ¿Al igual que
pantalones cortos?
Cassie se rió.
—Me gusta Asher —dijo ella, mirando por encima del hombro para
asegurarse de que nadie pudiera oír.
—¿En serio? —Yo estaba radiante—. Sólo quiero... Quiero que todos
nosotros, ya sabes, nos llevemos bien.
165
alegro de que ya no estés con Devin —dijo de repente—. Es realmente un
extraño, Skye. Él te da las más extrañas miradas en el salón de clases.
—¿De verdad tenemos que pasar por esto otra vez? A pesar de todo lo
quieres. Puedo decir estas cosas.
166
emborracharme, pero me lastima en el nivel más profundo cuando
insultas mi habilidad para detectar las cuestiones del corazón,
especialmente cuando se trata de ti. ¿Tenía o no yo que llamar Asher
desde el primer día?
167
La tía Jo subió a la cama, y nosotros cuatro nos recostamos sobre el
porche. La noche era tan cálida que no necesitábamos chaquetas o tal vez
todos estábamos ruborizados y un poco aturdidos por el vino. Cassie
seguía burlándose de Dan por ser su conductor designado.
—Está bien —dijo Dan—. ¡Eso es todo! ¡Será mejor que corras!
Cassie gritó y poco a poco se abrió camino por las escaleras del porche, y
Dan fingió correr tras ella, en el campo detrás de nuestra casa. Podíamos
oírlos reír, y de repente no podíamos oír nada, lo que significaba que su
lucha había acabado en lo besuqueos.
¿Podría alguna vez encontrar algo como eso? Todo lo que quería era
sentirme segura y estable, que mi vida no fuera a cambiar de repente en
medio de la noche. Me encantaba mucho Asher, pero era parte de un
mundo impredecible y de miedo. Y ahora, para bien o para mal, yo
también lo estaba.
Me eché a reír y asentí. Él tiró de mí con más fuerza contra él, y pude
sentir su aliento subiendo y bajando más rápidamente contra mi espalda
y la marcada falta de un latido del corazón.
168
—Estamos muy cerca —me susurró al oído—. Todos los días, te estás
volviendo más fuerte. El universo está cambiando. ¿Puedes sentirlo?
Tenía que haber sido una reliquia de una época diferente. Otra mano
había sostenido la pluma que formaron esas palabras. Otro grupo de
Guardianes habían acechado esos bosques. En poco tiempo antes de que
yo naciera. Una vez, me di cuenta, mirando con más fuerza la fecha, justo
antes de que yo naciera.
169
Entonces un pensamiento extraño, nuevo iluminó mi mente, y me dejé
caer con fuerza en el suelo donde había estado arrodillada. ¿Y si no era
mi letra la que yo estaba mirando? Me quedé mirando la página, las
palabras cobraban vida en mi mente, y toda una historia de la cabaña y
el pequeño cuaderno en sí se escribían en mi cabeza. ¿Y si era alguien
cuya letra había reconocido?
¿Y si era de mi madre?
170
Capítulo 17
Traducido por Maru Belikov
Corregido por V!an*
I
an siguió adelante, después de todo. The Mysterious Ellipses tenían
una gran presentación en el Bean el sábado por la noche. Cassie me
envío mil y un mensajes de texto informándome.
Tuve una temprana práctica de ski con el equipo. Asher tenía razón: cada
día me sentía volverme más fuerte, aprendiendo a controlar el poder que
se disparaba a través de mí de la manera más alucinante. Mis tiempos
también se estaban volviendo mejores. Sabía que mis oportunidades de
volverme capitana del equipo eran buenas. Siempre había tenido una
increíble relación con el Entrenador Samuelson, incluso aunque había
dejado el equipo, no parecía guardarme ningún rencor.
171
Sentí mis mejillas enrojecer.
—Solo déjame que entre y deje mis cosas. —Me tomó unos minutos
convencer a la tía Jo que era lo suficientemente responsable para ir de
excursión con Asher, pero finalmente lo conseguí, y caminamos por un
sendero que raramente usaba. Era una cálida mañana a principios de
marzo, y el sol se deslizaba a través de los pesados árboles de hoja
perenne, lanzando rayos de luz a través de nuestro camino. Caminamos
en una sola fila, sin hablar mucho. De vez en cuando, Asher tomaba mi
mano y me giraba para darme un beso. Cuando lo hizo, el sol ardió más
brillante, haciendo a los árboles resplandecer con miles de hojas
pequeñas en flamas.
Sólo porque esa parte era más difícil de ver no significaba que no
estuviera allí.
Ahora estaba segura que las visiones que tenía de alguna manera eran
los poderes de mi madre fluyendo a través de mí. Esos poderes eran de la
mente, vagamente premonitorios en algún sentido, incluso aunque no
estaba manipulando a alguien más. Era mi propia mente la que yo
estaba controlando. Mis propios pensamientos. Simplemente no tenía
idea cómo, o que significaban.
172
—¿Has escuchado algo de la Rebelión? —le pregunté a Asher mientras
nos acercábamos a un claro por el sendero—. ¿Saben ellos lo que la Orden
está planeando?
Él evito mi mirada.
—¿Asher?
—No, nada aún. Ellos están aguardando, esperando por ti para que te
vuelvas más fuerte. Asesinar a Oriax fue un tipo de primer disparo, el
final oficial de la tregua. Pero la Rebelión vendrá con algo feroz, no te
preocupes.
—Lo sabremos —dijo Asher—. Y sí, imagino que los Guardianes están
igual de preocupados sobre la próxima guerra como nosotros. Ellos saben
que tomaremos represalias, pero no saben cómo, por ti. No lo olvides,
Skye, tus poderes están haciéndoles imposible a ellos predecir lo que está
por venir en esta guerra. Gracias a ti, ellos no saben lo que estamos
planeando. Esa es una de las razones del por qué la Rebelión te necesita.
Sacudí la cabeza. No, eso no podía ser. Asher me amaba. Él solo quería
estar más conmigo justo como yo quería estar con él. No podía creer que
él me usaría para los propósitos de la Rebelión solo para ganar una
173
guerra. ¿No haría eso a los Rebeldes —mis amigos— tan malos como los
Guardianes?
—¿Sí? —Sus ojos estaban enfocados en el borde de los arboles al final del
campo.
174
mía e inclinó mi cuello hacia arriba así que estaba mirando a sus
deslumbrantes ojos negros. Vertiginosos ojos—. Concéntrate —dijo él, su
voz sin ser más alta que un susurro.
Está bien, tengo esto. Todo lo que tengo que hacer era conjurar una
tormenta, algo lo suficiente grande para evitar el inicio de un incendio
forestal. Lo había hecho antes, ¿cierto? En el auto con Ardith, había
controlado los rayos. Mantuve a nuestro pequeño auto de ser chocado por
los cegadores destellos que tocaban la tierra alrededor de nosotras.
Destellos que mi propio humor volátil había causado.
175
como una manta a través del cielo de Colorado, y sabía que estaban
brillando con líquido plateado.
Incliné la cabeza hacia atrás y cerré los ojos, dejando que cada gramo de
energía fluyera a través de mí.
Ahí fue cuando la lluvia vino. Una helada, veloz lluvia que caía en
pesadas corrientes, empapándonos. Empecé a reírme mientras el rayo
retumbaba bajo nosotros.
La mirada en sus ojos era tan extraña. Una feroz mezcla de amor, miedo,
orgullo y algo más. Algo que me hacía temblar en la helada lluvia.
Posesión.
176
manos. Estaba sosteniendo una flor marchita. Solo una pequeña, cosa
muerta.
—Concéntrate más. —Cerré los ojos. Y cuando los abrí otra vez, la flor
que sostenía en mis manos era púrpura, vibrante, y viva.
—Lo hiciste —dijo él, su voz baja con asombro—. Sabía que lo harías.
—¿Skye?
Asentí.
—¿Qué? —pregunté.
177
—Yo… odio que no pueda estar cerca de ti sin que algo estalle en llamas.
Me siento responsable, como si fuera mi culpa. —Miró hacia el suelo—.
Pensé que si trabajábamos en controlarlo, podíamos… —Tomó un
respiro, y me di cuenta que sus manos estaban ligeramente temblando—.
Quería que nosotros fuéramos capaces… quiero decir, un día, ya sabes,
estaba esperando… —Tosió, y una sombra de la arrogante sonrisa
regreso—. Estaríamos juntos, ¿sabes?
—No fue nada —dijo él, pero sus ojos se volvieron oscuros—. Nada.
178
Capítulo 18
Traducido por Skye
Corregido por Laurence15
C
assie se había superado a sí misma. Love the Bean fue decorado
para el concierto de ME, pero no con su marca de luces
centellantes de cuento de hadas. Se sentía más oscuro de alguna
manera. Todo le daba una especie de ventaja a la misma. Había un
montón de negro.
—Ella todavía está trabajando a través del accidente —dijo Dan cuando
Asher y yo nos acercábamos.
Ian había preparado una rampa para el escenario, y Cassie cojeó hasta el
micrófono en sus muletas. The Bean se estaba llenando, y los Mysterious
Ellipses empezaron a calentar con una versión instrumental de la cortina
musical de Super Mario Brothers. Estaba secretamente un poco divertida
mirando cómo trabajaba Cassie su vestuario alrededor de su yeso. Esta
noche llevaba una minifalda elástica tejida de color negro, un pantalón
de color azul brillante ajustado y el distintivo tobillo de su bota, el azul
más oscuro en la otra pierna enyesada. Una larga camiseta sin mangas
de alguna tela terminaba el aspecto.
179
—Oh, gracias, gracias, chicos —dijo con la más falsa modestia que jamás
había visto. Dan y yo nos miramos y reímos—. No, por favor, basta.
Gracias por venir esta noche. Hemos estado trabajando en algunas cosas
nuevas, y es un poco diferente de lo habitual. Espero que les guste.
Dan estaba en lo cierto, la música era mucho más oscura de lo que nunca
había sido antes. Una línea de bajo golpeando mantuvo el ritmo y la voz
de Cassie era un gruñido bajo.
Era lo mejor que los Mysterious Elipses habían tocado nunca. Bailamos
como locos, como si el fin del mundo estuviera llegando y tuviéramos que
dar rienda suelta una última vez antes de que sucediera. Únicamente
que Asher y yo sabíamos, sin embargo, que podría hacerlo. Pronto. Y que
yo era la que podría tener qué aportar.
Ardith y Gideon entraron, sus caras serias. Ardith llevaba otra falda
larga que se extendía por el piso, botas pesadas y los brazos llenos de
brazaletes de oro. Gedeón llevaba unos vaqueros y una camiseta
descolorida de los Rolling Stones bajo una chaqueta de pana. Se veían
tan modestos, como los chicos que podrían ir a la escuela, pero no podía
180
evitar sentirme nerviosa mientras escaneaban el Bean, como si
estuvieran buscando problemas. Cuando vieron a Asher, él dejó de bailar
y se irguió.
Tragué saliva.
181
—¿No quieres saber la verdad, también?
—Sé que me dirás cuando estés lista. No necesito todo en este instante
como Cassie lo hace. Has sido mi amiga desde la guardería. No tengo
miedo de que nos abandones. Pero Cassie… la conoces, todo es drama,
drama y drama. —Él puso los ojos en blanco, pero lo dijo con amor—. Ella
necesita que a veces le recuerdes que eres su mejor amiga.
—¿Me creerás cuando digo que quiero contarte, pero no puedo en este
momento?
—No —dije—. Pero puedo necesitar tu ayuda después. ¿Me prometes que
me ayudarás? —Sabía que le estaba pidiendo mucho. Dan no podía saber
que la “ayuda” podía significar fulminar a los seres celestiales con
espadas angelicales o cubrirme la espalda mientras lanzaba una bola de
fuego a alguien que estaba tratando de matarme. Pero sabía que algún
día, pronto, necesitaría su ayuda. Y la de Cassie y la de Ian. Incluso si
era sólo comprender cuando tenía que tomar una decisión de una vez por
todas de qué hacer con mi futuro.
182
Miré de nuevo a la barra, donde Ian contaba el cambio para alguien. Él
me miró de nuevo, y esta vez inclinó la cabeza hacia un lado. No parecía
enojado, más como si estuviera perdido en sus pensamientos. Me llamó la
atención que siempre estaba mirando. Siempre me observaba
tentativamente cuando pensaba que nadie más estaba mirando. Siempre
había pensado, algo avergonzadamente, que acababa de echarme un
vistazo. Pero había algo más que estaba sucediendo en este momento que
me hizo preguntarme…
—Mira —dije—. Creo que deberías salir con Ellie. Ella es una esquiadora
muy buena. Y… —Traté de pensar en más elogios—. Es bonita, en una
especie de, digamos, una especie de manera evidente, y…
—Lo digo en serio —insistí—. Creo que deberías salir con ella. No estoy
loca. Me alegro por ti.
183
Se detuvo nerviosamente limpiando el mostrador y me miró.
—Hey —dijo Asher, asintiendo con la cabeza—. Dos cafés con leche.
Golpeó un billete de diez dólares sobre el mostrador. Ian dio a Asher una
mirada que podía matar. Sabía que los dos exactamente no se agradaban,
pero nunca había visto a Ian mirarlo así. Empezó a girar hacia el vapor,
luego se detuvo y se dobló hacia atrás. Una sonrisa jugó en los labios de
Asher mientras esperaba a ver qué tipo de nuevo reto divertido Ian
traería.
—Skye puede estar contigo o lo que sea —dijo Ian con frialdad, los dedos
lentamente arrugándose en su puño—. Pero eso no quiere decir que
nunca voy a dejar de odiarte. —Él me miró, sus cejas frunciéndose. Luego
se fue a buscar nuestros cafés con leche.
—¿Por qué le has hecho eso? —pregunté, girando sobre Asher—. Deja de
sonreír así. Es tan cruel.
—No me gusta la forma en que te mira —dijo Asher—. Como que cree
que te tiene toda seducida o algo. —Pero algo en mi interior me decía que
no era todo lo que estaba pasando aquí. Ian odiaba a Asher, y no en la
manera de celos, la manera en que yo me sentía acerca de Ellie. No tenía
184
nada que ver con el hecho de que yo amaba Asher en lugar de a él. Podía
desagradarle cualquiera, pero su odio a Asher era específico.
185
No todos.
186
El acople rompió del amplificador detrás de Cassie, cortando los susurros
de la multitud cuando tomó el micrófono.
Sangre.
187
Capítulo 19
Traducido por carmen170796
Corregido por Mlle_Janusa
E
l Love the Bean extrañamente estaba en silencio, y algo ligero y
liviano hacía cosquillas en mi frente. Mientras mi visión se
enfocaba, me di cuenta que eran mechones de cabello rubio rojizo.
Los ojos verdes de Cassie estaban mirando los míos. Cuando traté de
sentarme, ella retrocedió
—¿Quién dice que tienes que ver antes de saltar? —dije en un débil
intento de broma.
Cassie sonrió.
Sentí una punzada en mi corazón ante sus palabras. Tenía que decirle.
—Cass, yo…
188
—Shh. Solo estoy bromeando. Vamos. ¿Quieres agua?
Sacudí la cabeza
Era el lugar perfecto para una fiesta secreta. Alguien había construido
una fogata ardiente en el sitio del fogón. Su resplandor naranja brillaba
entre los arboles
—¿Te sientes bien? —preguntó Ian, esa mirada curiosa en sus ojos de
nuevo— ¿Eso ha estado pasando mucho?
Deseaba poder decirles que no era algo que el doctor pudiera arreglar.
—Está bien —dijo Cassie con desconfianza—. Pero en serio, aún así, al
minuto que quieras ir al doctor, solo dilo.
Le sonreí
189
—Creo que se fue en esa dirección —dijo Cassie—. Con Ardith y Gideon
—sonrió con picardía y susurró—. Si no estuviera, como enamorada de
Dan o lo que sea, iría tras Gid. Él es lindo. Muy de mi tipo, ¿no crees?
—No a menos que puedas asegurar que nada le pasará a Cassie si le digo
la verdad —contesté.
—Desearía poder. Puedo ver cuánto quieres hacerlo. Pero sabes que es
demasiado peligroso ¿Cierto?
190
—Sí —dije—. Solo extraño hablar con ella. Algunas veces es
chocantemente inteligente. Siempre me ayuda a poner las cosas en
perspectiva.
—Sabes que no tienes que preocuparte por Asher o sus sentimientos por
ti. —Levanté mis ojos—. Asher es una criatura difícil —continuó
Ardith—. Ha vivido por mucho más tiempo que tú. Pero nunca lo he visto
mirar a alguien de la manera en que te mira.
—¿En serio?
Dejé que las palabras se hundieran mientras la luz del fuego hacía
sombras extrañas en los árboles y en nuestros rostros.
191
Era difícil ver quién era quien en la débil luz. Mientras tropezaba con
raíces y piedras regresando a la fogata, escuché dos voces hablando en
tonos muy bajos al otro lado del árbol. Estaba a punto de caminar en la
otra dirección cuando me di cuenta que una de las voces pertenecía a
Gideon- y me detuve.
Escuché mi nombre.
—No lo sé —dijo Gideon—. Todavía creo que ella es una debilidad. Has
visto como ella y ese Guardián se miran.
—Asher dice que ellos todavía hablan en secreto. Dice que ella solía
sentir algo por él, que si ella supiera lo que estamos planeando, nunca
nos dejaría llevarlo a cabo.
¿Qué?
—Es posible —dijo Gideon—. Necesitamos que ella controle esos poderes,
pronto. Los Guardianes se están inquietando. Quieren una pelea.
192
¿Era posible que no les importara mi seguridad en absoluto? ¿Qué solo
quisieran usarme?
—Asher dice que hay que darle un poco más de tiempo. Todavía no ha
decidido qué hacer. Teme que si lleva a cabo el plan… nunca lo
perdonará.
—Tienes que entrenarla más fuerte. Evitar que eso pase. La necesitamos
de nuestro lado, Gid, y eres el único que puede ayudarla a evitar que
Devin se meta. Si la Orden la reclama, nos destruirán.
193
Pensé que había sabido a dónde pertenecía verdaderamente, pero ahora,
de repente, ya no estaba segura de nada
194
Capítulo 20
Traducido por Dai
Corregido por Angeles Rangel
—E
stos bosques me recuerdan a casa —dijo Asher en voz
baja, casi para sí mismo. Salió de la sombras y tomó mi
mano. No era la primera vez que me descubría a mí
misma preguntándome si su casa podría ser mi casa, también. Sólo que
ahora estaba más confundida que nunca sobre dónde debería estar mi
casa.
195
—Pero yo soy más fuerte. Tú mismo lo dijiste. Cada día soy más fuerte.
—Tal vez debería estar diciéndote lo mismo a ti —le dije en voz baja.
Se encontró con mi mirada por todo un latido, fuego con fuego. Luego se
giró bruscamente. Lo vi volar entre los árboles y desaparecer entre las
sombras.
—Skye —dijo, con la voz apagada, amortiguada por los árboles y los
sonidos de la fiesta.
196
—Estoy bien —le dije. Él me miró con interés cauteloso.
—Tuve una extraña clase de sueño. —Tenía miedo de mirarlo a los ojos,
pero cuando lo hice, se veía casi emocionado, aunque era difícil saber con
su cara media oscurecida por las sombras.
—¿Qué viste?
¿Podía confiar en él? Por supuesto que no. Respondí a mi propia pregunta
estúpida. Pero la cosa es, ¿de verdad puedes confiar en Asher ahora?
Y la verdad era que yo tenía que decirle a alguien acerca de las visiones.
Necesitaba ayuda para saber lo que significaban. Y ahora mismo Devin
era el único que me podía dar esa ayuda.
197
Me pregunté si debía contarle lo que me dije a mí misma en la visión. ¿A
cuál de ellos le había pegado? Pero no quería decirle a Devin todos mis
secretos. Tuve que mantener a un par de ellos cerca de mi pecho.
—Skye —preguntó—, ¿alguna vez has tenido visiones de cosas que han
pasado?
Pensé en ello.
—Pero también había otras cosas, que eran totalmente ficticias. Como el
momento en la playa. Yo no podría vivir más lejos de la playa, de modo
que esa parecía diferente. Y una vez, me vi a mí misma abriendo una caja
de zapatos en el armario de tía Jo. También había una... —Me sonrojé
violentamente. No podía terminar la frase.
—¿Qué? —preguntó.
¿Podría?
—Una vez nos vi a nosotros bailando. —Quería mirar hacia otro lado,
pero me obligué a no dar marcha atrás. Si Ardith y Gideon tenían razón,
yo no podía dejar que él creyera que era más débil que él.
198
—Sí —le dije—. Tú y yo. —Manteniendo mi posición.
—¿Estás segura?
Antes de que supiera lo que estaba pasando, Devin enredó sus dedos con
los míos. Estaban un poco frescos y suaves… tan diferentes a los de
Asher, que siempre eran lo opuesto: el viento cálido y agrietado de los
elementos. Cuando Asher me tocó con las manos, no pude pensar con
claridad, mi mente quedó en blanco.
No fue su culpa.
La Orden lo obligó.
199
—Lo sé —murmuré—. Quiero decir, creo que lo supe todo el tiempo.
—Es lo que soy. Es lo que siempre he sido y lo que estoy destinado a ser.
La Orden se asegurará de ello.
—¿Y Raven?
—Hemos sido Destinados el uno al otro desde que nos crecieron alas. La
Orden lo vio, y así fue.
Él tragó saliva.
200
Fue impactante —casi escalofriante— oírle hablar así. Devin siempre
había sido tan rápido defendiendo a la Orden y a sus costumbres. Ahora
que su camino abarcaba algo tan personal para él, ¿vacilaba en sus
creencias?
—La flor púrpura —le dije—. La dejaste para mí. Sé que lo hiciste. ¿Por
qué?
—Al principio, tenía que estar tan lejos de ti como fuera posible. Estaba
seguro de que tu Rebelde —una nueva capa de hielo parecía cristalizarse
en sus ojos—, estaba planeando venganza por lo que hice. O peor aún,
que tú lo estuvieras.
—Pero, ¿qué?
201
—La tienes —dije, elevando mi voz—. ¡Todos los Guardianes la tienen! —
Hice una pausa, respirando profundamente para no perder el equilibrio.
Sabía que el segundo en que dijera las palabras que estaban en mi boca,
nunca podría hacerlas regresar. Y quién sabía qué tipo de cadena de
acontecimientos pondrían en movimiento—. Puedes saltar.
—¿Qué? —Sus dedos se separaron de los míos. Sus manos cayeron a sus
costados.
—Ya no tendrías que seguir sus reglas. —Quería agarrarlo por los
hombros y sacudirlo—. ¡Serías libre!
—Las reglas son todo lo que conozco —lo dijo con fiereza, y por un
segundo, juró que la fina capa de hielo en sus ojos se destrozó por el
esfuerzo que le tomó controlarse. Sus manos estaban fuertemente
curvadas en forma de puño, moviéndose a los lados—. Yo no sé vivir sin
ellos.
Sus puños se movieron más y luego sus brazos —como si le tomara más
esfuerzo del que podía ejercer para mantenerlos bajos— y antes de que
202
me diera cuenta habían volado para agarrarme por los hombros y me
jalaron hacia él con fuerza.
—¿Por qué? —gruñó. La ira que hervía bajo la superficie de su voz era
aterradora. Yo lo había visto gritarme un montón de veces, pero esto… la
profundidad de esto… era algo nuevo—. ¿Por qué te importa tanto esto?
¿Por qué te preocupas por mí? Te he fallado. Podría hacerlo de nuevo. No
debes confiar en mí. —Su voz se quebró en la palabra confiar, y nuestros
cuerpos estaban tan cerca que podía sentir un estremecimiento viajar a
través de él—. ¡Te mereces lo mejor!
Y entonces fue como si la fuerza del mundo estuviera en sus alas, tirando
de él hacia mí. Y sus labios más cerca de los míos y sus manos estaban
deslizándose a través de mi pelo, y su cuerpo me empujaba contra un
203
árbol que estaba oculto en las sombras. Y él me besó. Por primera vez, él
me besó.
Y me acordé de algo.
Espera.
Me sentí mareada.
204
esta vez, me concentré en Devin y contuve mis emociones salvajes a
raya—. Hiciste lo que te dijeron porque te lo dijeron y no por otra razón.
Ni siquiera creíste que deberías hacerlo. ¡Simplemente lo hiciste! —le
grité la última parte, y pude sentir mi cara ponerse roja. Pero no había
fuego, ningún trueno rasgando las nubes. Yo estaba enojada, eso era
todo.
Las sombras parecían interponerse entre nosotros entonces, o tal vez era
sólo mi corazón engañándome.
205
Capítulo 21
Traducido por Teffe_17
Corregido por BrendaCarpio
L
uché contra el viento y me incliné sobre el borde de la ladera.
—¿Listas, chicas?
—¡Ya!
Me puse a la delantera, pero Ellie estaba detrás de mí. Por el rabillo del
ojo pude verla llegando a mi lado, tratando de sacarme ventaja. Me
empujé hacia adelante, dejando que el silbido del viento pasara delante
de mi cara. Esto no es sobre el mejor tiempo, repetí una y otra vez en mi
cabeza. Es sobre tener control. No estás tratando de ganarle a Ellie.
Estás tratando de hacerte fuerte.
206
Eso era lo que importaba, ¿verdad? No conseguir ser nombrada capitana.
Tenía grandes e importantes decisiones que tomar, poderes escandalosos
que aprender a utilizarla con eficacia. Ser capitana del equipo de esquí
parecía tan frívolo.
Sólo lo era. Había una parte de mí que no estaba lista para dejar ir mi
vida normal de adolescente. Yo quería ser capitana desde que la tía Jo
me había llevado a esquiar por primera vez, cuando tenía ocho años. No
te olvidas de las cosas que siempre has querido sólo porque tu novio es un
ángel rebelde, un ángel guardián que te besó en el bosque, oh, y te estás
preparando para una batalla entre las fuerzas que controlan el destino y
los que luchan contra ella.
—¡No lo creo! —grité. Pero ya era demasiado tarde. Nunca sería capaz de
alcanzarla. Vi nubes rodando, oscuras y ominosas. Recordándome que si
perdía el enfoque por una fracción de segundo, podría perderlo todo.
207
En la meta, Ellie gritó de alegría, levantando sus protectores y lanzando
sus puños al aire.
—Buen trabajo, Skye —dijo Ellie, esquiando hacia mí—. Parece que tal
vez tengas algo de competencia después de todo.
Tiré mi cabeza hacia atrás y traté de obtener un control sobre las nubes
rodantes, pero siguieron agitándose por encima, acercándose. Comenzó a
nevar. Genial, pensé.
—La gente odia lo que ellos piensan que es una amenaza —dijo la tía Jo
en tono fastidiosamente racional.
208
Ella se echó a reír.
—No, Skye, pero dejaste el equipo, eso fue algo que elegiste hacer. Los
dejaste. Luego te precipitaste de nuevo y esperas que todo vaya a volver a
la normalidad. Pero toma tiempo que eso suceda. —El subtexto de su
pequeño discurso era tan claro. Mi vida no estaba solo esperándome con
los brazos abiertos. Tenía que trabajar en recuperar la confianza de
todos. Ella se inclinó sobre la mesa y tomó mi mano, tenedor y todo—.
Hay que darles tiempo —dijo—. No te van a odiar para siempre. —Me
hundí de nuevo en mi silla y desaparecí el resto de la pasta—. ¿Lo que
sea que pasó con Devin?, Skye —preguntó ella, tomándome con la
guardia baja—. Fue uno de los dos chicos nuevos con que pasabas tiempo,
¿no es cierto?
—Lo era —le dije. Todavía lo era, quería agregar. Pero mantuve eso para
mí. Cassie me gritaría.
—Sí. —Hice girar el tenedor a lo largo de mi plato vacío, sin ofrecer más
información.
—Lo tengo —dijo la tía Jo, tomando la pista—. Callándome por ahora. —
Nos sentamos en silencio durante unos segundos.
209
—Él sólo te quería impresionar —le dije—. ¿Y puedes culparlo? ¡Lo
fulminaste con la mirada toda la noche y apenas le diste una
oportunidad!
—¡Él es tu novio! Por supuesto que voy a ser crítica. No voy a decirte qué
hacer, pero quiero lo mejor para ti.
—Él es tan encantador, Skye. No dejes que te tire junto con todo lo que
haya planeado.
—Nadie, pero veo la forma en que eres cuando estas con él. Harías
cualquier cosa por él. Sólo asegúrate de que es lo correcto. —Ella se puso
de pie.
210
Miré hacia arriba, y Asher estaba de pie junto a la barandilla. Su pie
estaba golpeando.
—Oh, todo.
—Lo siento —le dije—. No tengo ni idea de por qué está siendo de esa
manera.
—No lo estés. Ella sólo está siendo protectora. Soy de la misma manera.
Parecía un poco avergonzado—. ¿Me perdonas? —preguntó—. ¿Por la
otra noche? No me gusta mantenerte secretos, pero la verdad es que no
hay mucho que sepa.
—Creo que este es mi lugar favorito —le dije—. Aquí, contigo. Puede ser
mi lugar favorito en el mundo entero.
211
—Yo no quiero ver más puestas de sol sin ti —dije en voz baja. Lo sentí
besar la parte superior de mi cabeza.
—Dime para lo que nos estamos preparando —le pregunté una y otra
vez—. Dime lo que viene.
212
—No lo sé —repetía—. No sé lo que viene, aún.
213
Invoqué mis poderes oscuros e hice un estampido masivo de los truenos
para enmascarar el ruido del coche arrancando.
Luego conduje.
En mi mano estaba una pequeña flor púrpura que había recogido fuera
de mi casa. Lo até a la perilla de la puerta con una longitud de cadena. Él
sabría lo que significaba.
214
Capítulo 22
Traducido SOS por LizC y SOS por Lalaemk
Corregido por flochi
M
e desperté antes del amanecer a la mañana siguiente y me
preparé para la escuela en un arrebato de excitación nerviosa.
Sabía que él sabría encontrarme aquí esta mañana, y no podía creer que
me estaba metiendo en esto a propósito. Pero algo dentro de mí me
impulsó hacia adelante. Algo que yo sentía que no podía rechazar.
215
Su rostro era estoico y reservado. Probablemente había estado diciéndose
a sí mismo la misma cosa que yo había hecho. Compórtate esta vez. No te
atrevas a perder el control.
—Entiendo —dijo él—. He venido hasta aquí, ¿no? —Se me ocurrió que
cuánto más tiempo pasaba aquí, en la Tierra, en River Springs,
conmigo… menos rígido sonaba él.
—Necesito tu ayuda. Hay mucho más que tengo que aprender, y tú eres
el único que me puede enseñar.
Él suspiró pesadamente.
—¿Incluso si soy una Rebelde ahora? —le pregunté—. Escogí. Hice una
promesa. No puedo dejarlos. Y no voy a dejar a Asher.
216
—Entonces, ¿qué significan?
Empecé.
—¿Al igual que profecías? —pregunté, sin saber muy bien a dónde iba
con esto.
—¿Estás diciendo que puedo ver cosas que van a suceder en mi futuro? —
Me opuse—. ¿Eso es normal?
217
—Me preguntaba eso —dijo—. Pero no puede suceder. Es algo más que
peligroso… no está bien. Tú y Asher, y yo y... Raven.
—Lo sé.
Él negó.
—Lo sé.
218
—Y Raven llegó. Me dijo que no podía desperdiciar mi vida esperando a
que regresaras. Incluso si no hubieras muerto, estabas con la Rebelión
ahora. No había manera de que alguna vez decidieras unirte a la Orden a
sabiendas de que trataron de matarte. —Tomó aliento—. En el fondo
sabía que ella tenía razón. A pesar de que nuestro destino ya era
imposible de discernir, gracias a ti, siempre habíamos estado destinados
a estar juntos. Y de esa forma estuviéramos unidos.
—Pensé que estabas muerta —dijo de nuevo—. No pensé que alguna vez
volverías.
—Pero…
—Me hicieron un asesino, y voy a tener que vivir con eso por la
eternidad. ¿Puedes imaginarte lo que se siente? ¿Sabiendo que podría
haberte matado y luego seguir viviendo durante siglos? —Se dio la vuelta
para irse, luego me miró—. Si se enteran de tus visiones...
219
Sin decir una palabra, con las alas desplegadas de su espalda, enormes y
blancas como las nubes encima, se elevó a través de los árboles.
La Visión. Era el más fuerte de los poderes de la luz. Algo que sólo los
Dotados poseían. Entonces, ¿qué significaba eso?
220
Pero no podía empujar de mi mente lo que Devin había dicho. La Visión.
No había nada en el cuaderno de mi madre sobre eso. Había leído las
líneas tantas veces que tenía la entrada completa memorizada:
Así que tal vez Devin estaba equivocado. Tal vez mis visiones eran algo
completamente distinto. Un resultado de mi esfuerzo mental y físico
últimamente: esquí, el control de los elementos, estar con Asher. O tal
vez, practicar para luchar contra la manipulación mental de la Orden
estaba cobrándose de mi mente, como lo había hecho con Gideon.
Pero no quería hacer frente a lo que sabía en el fondo, que era que estas
visiones habían estado ocurriendo mucho más tiempo atrás del que había
conocido a Gideon. Habían comenzado justo en el momento en que conocí
a Asher y Devin. Mi cumpleaños número diecisiete, cuando todo lo
extraño comenzó a sucederme en primer lugar.
221
La noche del miércoles, seguimos nuestra rutina, y los dos estábamos
durmiendo cuando me desperté con un sobresalto. Si mis visiones eran
atisbos del futuro, entonces la búsqueda de la caja de zapatos en el
armario de tía Jo iba a suceder en algún momento. Ella estaba allí,
durmiendo ahora, pero en la visión, la habitación estaba vacía, y la
última luz del día se asomaba entre las cortinas.
Había algo en esa caja que necesitaba. Algo que me iba a ayudar. Dejé
que Asher se acurrucara alrededor de mí. ¿Y si es algo que tiene que ver
con mis padres? Me pregunté. ¿Y si es una cosa más que me llevará más
cerca de mi madre?
222
—Como si pudiéramos olvidarlo —murmuró Ellie en voz baja. Él sopló
su silbato, y arrancamos, ondeando entre una serie de slaloms 2 que
estaban puestos para la prueba. Empezamos sonriéndonos la una a la
otra tentativamente, pero cuanto más nos metíamos en ella, la
competencia se hacía más feroz. Al principio, yo estaba ganando,
haciendo que mis giros con más precisión, sintiendo la nieve y los golpes
en el suelo debajo de mí. Luego Ellie tomó velocidad, tirando por delante.
Me incliné, centrando cada gramo de mi ser. No podía dejarla vencerme.
De repente, mi ira contra ella rabió.
¿Quién se creía que era? Ella había coqueteado con Asher cuando había
visto claramente que algo estaba pasando entre nosotros dos, aunque no
había sido oficial. Y cuando no ganó esa ronda, decidió engancharse con
Ian. Y ahora quería ser capitán.
La tía Jo tenía razón. La gente odia las cosas que piensan que son una
amenaza para ellos. Y Ellie de alguna manera me encontraba como una
amenaza. No era que ella se preocupara particularmente por Asher, o
Ian, o incluso hacerse la capitana del equipo de esquí. Se trataba de
ganarme. ¿Pero qué era lo que le había hecho? ¿Cómo la había
amenazado de alguna manera? Molestia y frustración quemaron a través
de mí.
Me pareció sentir el rugido de la montaña antes que nadie, así que tuve
unos segundos para tratar de detener lo que estaba a punto de suceder.
Pero ya era demasiado tarde. Pude haber evitado una avalancha
completa, pero un pedazo grande de hielo se desprendió de una pared de
roca y vino rodando por la montaña. Reunió más y más nieve y rodó
rápidamente.
223
—Skye —dijo el entrenador—. ¡Cuidado!
Había llegado tan cerca. Estaba casi ahí. No, pensé mientras el autobús
nos llevaba de vuelta a la escuela. No podía dejar que eso sucediera.
224
incluso. Pero esta vez, no podía ir a Devin, o cualquier otro, en busca de
ayuda.
Tal vez esto tenía que suceder. Tal vez tenía que arreglármelas por mi
cuenta.
225
Capítulo 23
Traducido por Nanami27
Corregido por V!an*
226
Empujé la puerta con el hombro e intenté mantener el peso fuera de mi
tobillo. Voces bajas legaron de la cocina, e inmediatamente tuve una
extraña premonición de la escena en la que estaba a punto de entrar.
Cuando lancé mi bolso en el suelo, las voces dejaron de hablar
abruptamente.
—Él está bromeando, Skye —dijo tía Jo, esbozando una sonrisa—.
Estábamos hablando de tu carrera de mañana. Ambos estaremos allí.
Tragué saliva.
227
—¿Cómo te sientes al respecto? —preguntó Asher. La mirada en sus ojos
implicaba que no estaba hablando solo de mi tiempo para vencer.
—Creo —añadí.
—Eres fuerte, Skye. —La voz de Asher era baja y grave—. Estás lista.
Sabes que puedes hacer esto.
Lo miré con gratitud. Se sentía tan bien saber que creía en mí tanto.
Extendí la mano y cogí la suya. Él sonrió.
Ella parecía que podría estar a punto de ceder. Entonces Asher sonrió
con su sonrisa encantadora hacia ella, y su rostro se endureció.
228
—No —dijo él—. Dudo que estén pensando eso.
Una vez estuvimos solos afuera, Asher entrelazó sus dedos con los míos y
me besó.
—Bien —dije.
—¿Y esto? —susurró, bajando la cara hasta que sus labios estaban
apenas rozando los míos. Mi piel se calentó, y pude sentir el dolor brotar
en mi tobillo, disparando a través del resto de mí. Dejé escapar un agudo
jadeo, y Asher se alejó rápidamente.
229
—¿Demasiado? —preguntó él.
—¡Skye! —llamó tía Jo, en voz muy alta, desde la puerta—. ¡Cena!
—Mierda —murmuré.
—Vamos. —Escuché a Asher gemir en voz baja, pasándose una mano por
el cabello.
—Cuenta con ello. —Corrió por las escaleras de la terraza hacia el campo
de abajo, y antes de que mis ojos pudieran ajustarse, lo había perdido en
la oscuridad.
Está bien, pensé. Puedes hacer esto. Intenté recordar lo que Devin había
hecho para mí cuando estuve en la enfermería después de la avalancha.
Él había envuelto las manos alrededor de mi tobillo y el dolor había
estallado, fantásticamente intenso antes de remitir de la nada.
230
Solo pretende que todo dentro de ti es un montón de electricidad sin
filtrar. Imagina lo que quieres hacer con ello. Y luego imagina presionar
un interruptor y encenderlo.
¡Lo había hecho! Mi tobillo se sentía bien, mejor que bien. Sorprendente.
231
ganar, para tomar control total de quién era yo. Ya no estaba asustada de
mis poderes.
¿Algunas vez de te ocurrió que tus visiones podrían estar diciéndote algo
importante? ¿Qué pasa si no son solo sueños? ¿Qué pasa si lo que estás
viendo es el futuro?
Mi mano agarró el picaporte más fuerte, tan fuerte que mis nudillos se
volvieron blancos. La sangre se drenó de mi cara.
232
Me moví rápidamente, en silencio subí las escaleras y el pasillo, el
recuerdo de mi visión borroneándose con la realidad.
Caminé hacia él, como si fuera tirada por una cuerda invisible. Las
paredes a ambos lados de mí eran lisas bajo mis manos mientras las
dejaba guiarme en la penumbra.
La cama estaba sin hacer. Las ropas estaban cubiertas sobre la silla en
un rincón. Me volví hacia el closet.
Me subí a ella, mirando sobre los estantes por encima de mi cabeza. Ahí
es donde lo vi.
233
La caja de zapatos. La misma de mi visión. La que había estado
buscando.
Me senté en el piso del closet y miré dentro. Con las manos temblando
ligeramente, tomé una pequeña caja de terciopelo, y la abrí para
encontrar un anillo de diamante brillante. Cerré la tapa de golpe y me
moví al siguiente artefacto, una vieja fotografía, ligeramente amarillenta
a los bordes de los años de meteorización en el interior de una caja de
zapatos en un closet. En la fotografía, una pareja se apoyaba contra un
árbol, ajena a la cámara. El cabello de él era salvaje, y su cabeza estaba
inclinada hacia ella, como si estuvieran compartiendo un secreto o
estuvieran a punto de besarse. La mujer le sonrió, las comisuras de sus
ojos se arrugaban de risa. Mechones de cabello rubio se habían soltado de
su coleta y soplaban en el viento.
Espera un minuto.
234
Sentándome con las piernas cruzadas en el suelo del tranquilo closet,
pude escuchar mi corazón latir. Su ritmo crecía más rápido mientras
miraba hacia la primera página. Estaba llena de la misma letra de bucle
que había contemplado todas las noches, en el cuaderno que estaba ahora
escondido debajo de mi almohada. Mi letra. La de mi madre.
Mer y Sam, mamá y papá. Pero, ¿por qué ella estaría escribiendo sobre sí
misma en tercera persona? Y la parte sobre los Rogues no tenía sentido.
Pasé la página.
Mer y Sam me dieron un hogar, algo que nunca había tenido antes. A
cambio, me pidieron un favor, un pequeño favor en todo esto. Cuando la
Orden viniera, cuando aplastara nuestra incipiente misión y destruyera
235
a sus fundadores: tomar a Skye. Mantenerla lejos de ellos. Criarla para
que ella nunca supiera. Protegerla de su linaje. Y de ella misma.
236
—Oh, Dios mío —dije en voz alta—. Es de tía Jo.
237
Capítulo 24
Traducido por Maru Belikov
Corregido por Angeles Rangel
—¿S
kye?
—Pero…
238
Ella se estiró y tomó mis manos en las de ella.
—No, mejor que tener una infancia normal, hacer increíbles amigos y
lograr hacer tus propias elecciones, no basada en lo que pensaras que
mantendría a la Orden a distancia por un día más.
239
—Quiero decir alejarte de tú vida, o enfrentarlo antes de que tus poderes
empezaran a emerger y estuvieras lista, hubieras hecho algo para
cambiar el curso del universo. O la Orden te hubiese asesinado y habrías
muerto tratando de cambiar algo que nunca podrías. Incluso entonces,
tus padres sabían cuán especial ibas a ser. Ellos querían protegerte tanto
tiempo como fuera posible.
—No lo sé, Skye. Otros lo han estado intentando. Por años. Por milenios.
Nada ha funcionado.
240
—Tía Jo —admití—. Te quiero y todo. Pero yo más o menos estaba
esperando que el cuaderno hubiese pertenecido a mamó. Yo solo no tengo
nada que pertenezca a ella. Desearía tener algo. Fue agradable sentirme
cerca de ella por un tiempo.
—¿Lo tienes?
—Está justo aquí —dijo ella, desapareciendo por un minuto bajo la fila de
abrigos. Cuando salió, estaba sosteniendo una gran caja, del tipo que
consigues de una tintorería para guardar vestidos de novia.
Jadeé.
—No lo hice.
—¿Entonces qué…?
241
Ella sólo empujó la caja hacía mí.
Alcé la tapa de la caja con los bordes de mis dedos como si fuera una foto
que no quisiera marcar. Dentro, tiras de papel de seda se encontraban en
capas encima de otras como un dulce, y azucarado pastel. Gentilmente
moví cada capa a un lado, y eventualmente mis dedos tocaron la tela.
Pero no se sentía como ninguna tela que hubiese tocado. No se sentía en
absoluto como tela. Saqué un largo y fluido vestido.
Mí mandíbula cayó.
—Creo que luces justo como tu madre cuando era de ella —dijo tía Jo que
estaba sonriente—. Nunca llegué a usarlo, pero deberías guardarlo. Ya
sabes, para el baile de graduación.
¿Con quién iría al baile? Mis amigos, por supuesto. Cassie, en algo
fabuloso con lentejuelas y plumas. Dan e Ian, en esmoquin. ¿Iría con
Asher? Bailaríamos lentamente juntos como una pareja normal enfrente
242
de toda la escuela, ¿Cómo si fuéramos las únicas dos personas en el
mundo?
Cerré los ojos y me dejé imaginarlo. El suave material del vestido caía
sobe mi piel en pliegues, tocando el suelo mientras caminaba a través de
él en unos peligrosos zapatos altos. Había un hermoso chico en un
esmoquin de pie al otro lado de la pista de baile. Y mientras caminaba
hacia él, sabía en mi corazón que ésta era la persona con la se suponía
debía estar.
Éste era mi destino, mí único amor épico. Estiré las manos para tomar
las de él, y me empujó a sus brazos. El ritmo de la música dio vueltas
como si estuviera distorsionada.
Era la única cosa que tenía que pertenecía a mamá. Sostuve el vestido en
mi pecho, y pretendí que fue ella quien me lo dio.
—Lo usaré para el baile —dije, inclinándome para darle un beso a la tía
Jo—. Es perfecto. Gracias.
243
Me acosté en la cama esa noche y traté de no pensar sobre la conexión
entre el hermoso vestido y mi violenta visión. En lugar de eso, mientras
vagaba entre dormida y despierta, me preguntaba si la tía Jo dejó el
cuaderno en la cabaña por accidente o si ella lo dejo allí a propósito.
Un poco más lejos, Asher estaba de pie con Gideon y Ardith. Los dos
rebeldes se hablaban entre ellos, sonriendo mientras me observaban
prepararme. Pero Asher lucía tan serio, tan completamente concentrado
sobre qué estaba pasando por su cabeza. ¿Qué estaba pensando?
Probablemente él solo estaba rezando para que yo no lo arruinara
magníficamente. Mí pulso se aceleró mientras pensaba en cuán
embarazoso sería revelar accidentalmente mis poderes enfrente de todos.
La llave, por supuesto, era control.
244
cuán implacable era la Orden y que poca cosa se interponía en su camino.
Ellos no dejarían que esa clase de trasgresión ocurriera. Incluso si estaba
causando estática en la frecuencia del destino, sabrían de alguna
manera. Siempre sabían. Siempre estaban listos. No había juegos con
ellos.
La mañana estaba fría, pero temblé de miedo. ¿Había sido mi beso con
Devin genuino? O como todo lo demás, ¿Había sido sólo un engaño? ¿El
intento de la Orden de agitarme y mantenerme vulnerable?
—¡Vamos, El! ¡Tú tienes esto! —Ella frunció el ceño y se inclinó hacia
adelante. Bastón atrás. El silbato sonó, y ella y su competencia de Holy
Cross despegaron, un borrón de los colores de la escuela contra la nieve
blanca. Me encontré a mí misma animando con el equipo. Pronto no pude
verlas más, pero cuando escuché al público minutos después, sabía sin
duda que Ellie había ganado. Su tiempo sería difícil de batir.
A la luz clara, y fría del día, los sueños que tenía mientras estaba
inconsciente se precipitaron de nuevo.
245
voces de mis compañeros haciendo eco en las montañas mientras se reían
y tonteaban.
Supe entonces como siempre, que tía Jo tenía razón. No podía tener una
sin la otra. Destruir la Rebelión sería una vida gobernada por un
imposible conjunto de reglas por la eternidad.
Destruir la Orden y ningún lugar sobre la tierra estaría a salvo del ciclo
de nunca terminar de destrucción y renovación.
246
Tenía el sueño cada noche. Y nunca desperté con el alivio de que sólo era
un sueño. Porque por días, no había despertado en absoluto.
Pero mientras veía a Asher pasar a través del público y correr para
levantarme en sus brazos, sabía que no importaba.
Ella podía ser la capitana, eso era lo que ella quería. Había encontrado
claridad al final.
247
Capítulo 25
Traducido por norita_30
Corregido por Laurence15
D
espués de la carrera el grupo completo fue por pizza.
Me senté con Cassie, Dan, Ian, Asher, Gideon, Ardith y tía Jo,
quien sonreía con felicidad. Unas mesas más lejos estaban Ellie y
Maggie sentadas con un par de amigos y una pareja de chicas del equipo.
248
—Sí —dijo mientras sus ojos se veían cristalino, como si hubiera usado el
poder de su cerebro mucho para un día—. Seguro, tal vez… ok.
—Nada, sólo que tal vez tengas una llamada telefónica pronto o algo…
sólo digo.
—Skye… —Se veía molesto, su rostro era color rojo bajo sus pecas, e
incluso en sus oídos había un color rosa tintado—. ¡¿Qué le dijiste?! —
Dan resopló a un lado de él, tratando de contenerse de reír, Cassie le dio
un codazo en las costillas.
Todos rieron y tía Jo ordenó otra ronda de pizzas. Asher lanzó sus brazos
a mí alrededor.
249
—Además son actores terribles —dijo, mirando alrededor de Cass, Ian,
Dan y Asher. Luego suspiró—. Pero lo pensaré.
250
Devin la vio también… mirando mientras tomaba el control de ambos
lados de mis poderes.
También me hirió.
¿Pero cómo podría olvidar los buenos tiempos? No podía sólo aventar esos
recuerdos al vientos y dejarlos escapar para siempre, tenía esos
momentos entre nosotros como especialmente secretos, tal vez uno que no
quisiera compartir con nadie. Llegado el momento ni siquiera con el
mismo Devin, prefería mantener esos momentos vivos dentro de mí,
donde nadie me dijera que estaba mal o que era ingenua por querer
siempre ver lo mejor de la gente.
Incluso de asesinos.
251
Incluso aunque él fuera controlado por altos poderes, Devin había
encontrado una manera secreta para dejarme saber la verdad.
—Dios mío, Skye. —La voz de Cassie retumbó fuerte a través de cada
pulgada de la casa—. ¿Qué estás haciendo?
252
Capítulo 26
Traducido por Lizzie
Corregido por Mlle_Janusa
D
ejé que la ráfaga de viento muriera y todas las flores cayeron al
suelo al mismo tiempo. Cassie se me quedó mirando con la boca
abierta.
—En primer lugar —dijo, echando la bolsa hacia abajo y cargando hacia
mí—, ¿se te olvidó que se suponía que íbamos a salir esta noche? ¿O
pensabas plantarme por tu novio de nuevo? —resopló e hizo una pausa
para tomar aliento—. Y en segundo lugar —señaló hacia abajo al montón
de flores—, ¿qué fue eso?
253
el esfuerzo mental y físico de mentir a mi mejor amiga drenaría todos mis
poderes, luz y oscuridad.
—Sólo dime por qué —dijo—. ¿Por qué no somos más mejores amigas?
Has cambiado totalmente, Skye. Nunca solías ocultar las cosas de mí.
¿Qué hice para hacer que te alejaras?
—Skye, lo que dices no tiene sentido —Cassie negó—. ¿La verdad sobre
qué?
254
dejaría que un Guardián me lastimara de nuevo, no después de lo que
Ardith había dicho sobre su persistente culpabilidad. Y Cassie era una
extensión de mí, así que él nunca dejaría que nada le sucediera de nuevo
a Cassie. Sólo tenía mantener una estrecha vigilancia extra en ella. Y en
el caso de que ella se lastimara, yo podría sanarla esta vez.
—Yo soy un ángel —le dije—. Mi madre era un Guardián, y mi padre era
un Rebelde. Al igual que en la historia de la fogata que Asher y Devin
nos contaron hace unos meses en el viaje de esquí.
—No, quiero decir que querían mis poderes. Porque cualquier lado que
pudiera controlarlos sería casi seguro destruir al otro.
255
—No lo hago —salté rápidamente, ansiosa por llegar a la parte sobre
ella—. Resultó que Devin realmente no había sido enviado aquí para
protegerme o guiarme. La Orden —son la parte de los ángeles que
controlan el destino—, le ordenó matarme.
—¡No!
—Sip. Pasó todo el invierno tratando de estar a solas conmigo con el fin
de hacerlo. Él hizo que la tía Jo tuviera que tomar todos esos viajes a las
montañas, y cuando vio que yo estaba a punto de decirte lo que estaba
pasando…
—Creo que estamos a salvo —le dije—. Estamos preparados para esta
vez. Asher está de pie afuera de mi ventana en este momento. No va a
dejar que nada te pase, te lo prometo. Ahora sabemos a qué nos
enfrentamos.
—Oh, vamos, relájate —dijo—. Sé que es grave, pero Dios, casi tienes que
reírte de ello para mantener la cordura, ¿no?
256
—Entonces —reflexionó—, todo este tiempo, ¿la única razón por la que
no me dijiste fue para protegerme?
—Lo siento —dijo Cassie—. Sé que es tu vida y todo eso, pero es aún
mejor que la historia de la fogata que ellos nos contaron en el viaje de
esquí. ¡Esta es la cosa más épica para pasarnos a cualquiera de nosotras!
—Ella hizo una pausa y luego dijo—: Oh, pobre Ian. Él nunca tuvo una
oportunidad contigo. Mira a lo que se enfrentaba.
—Skye, soy una mala mentirosa. Lo sabe. Lo sabe cada vez —su voz se
volvió un susurro—. Él lo sabe.
257
—Bien —murmuró. Luego hizo una pausa—. ¿Qué pasa con Asher? ¿No
quieres estar donde está él?
258
Capítulo 27
Traducido por Nanami27
Corregido por Angeles Rangel
M
ás tarde esa noche, después de muchas horas de hablar, Cassie
finalmente me dejó sola en la tranquilidad de mi cuarto.
Debería haber sentido catarsis, alivio, pero hablar de todo con
Cassie solo consolidó la tensión que estaba sintiendo. Claro que quería
estar con Asher y no solo ahora, aquí, o en la Rebelión, sino para siempre.
Cuando intentaba imaginar una vida sin él, mi mente se volvía tan
blanca y vacía como la playa en mis visiones.
—Odio esto.
259
—¡No, lo digo en serio! —Extendí los brazos—. ¿Qué si mi corazón me
dice una cosa y mi sangre me obliga a hacer lo opuesto?
—¿Qué? —preguntó con tanta vehemencia que salió como dos sílabas—.
¿De dónde viene eso?
Asher se tensó.
—¿Qué quieres, Skye? Díme. ¿Quieres que deje la Rebelión por ti?
¿Cortar mis alas y volverme un mortal? Lo haría. Pero no creo que eso te
haría feliz, y no sé lo que haría. —Sus ojos eran salvajes, suplicantes—.
¡Díme qué quieres!
260
—Skye —murmuró él, inclinándose para besarme.
Pero me aparté.
Levanté la mirada hacia él. Sus ojos negros parecían tan vulnerables.
Quería tanto tomar su rostro en mis manos y prometerle que nunca lo
dejaría. Pero ambos sabíamos que estaría mintiendo.
—Siempre te amaré —me dijo. Pasó los dedos por mi cabello suavemente
y dejó que su mano descansara debajo de mi barbilla—. Siempre.
¿Siquiera sabes cuánto tiempo?
261
Capítulo 28
Traducido por Helen1
Corregido por Angeles Rangel
E
l siguiente par de días pasaron rápido como la lluvia.
262
En cuanto a mí, no me podía sacudir la sensación de que mis días con
Asher estaban disminuyendo a lo largo de la helada.
—Así es. Bueno. —Hizo una pausa—. Tenemos que pedirle a Devin que
vaya.
—Supongo… —dije.
263
—O tal vez eso es lo que él quiere que pienses. —Gideon se retrajo sobre
sí mismo, y yo sabía que él estaba recordando—. De cualquier manera, lo
sabremos. ¿No quieres estar segura?
Y él estuvo de acuerdo.
264
Empaqué para el cambio de estación. El invierno estaba derritiéndose,
todos podíamos sentirlo y había un cambio en el aire. La brisa trajo el
olor de la tierra en ciernes, y con eso, una sensación de renovación y
agitación.
Las capas eran la clave. Cosas que fácilmente podías quitar y poner de
nuevo. Camisetas sin mangas que absorben la humedad y suéteres
ligeros, pantalones a prueba de agua de lluvia y calcetines de lana y una
para debajo de la capa. En la parte superior de la mochila,
cuidadosamente doblé el suéter de pescador que había encontrado la
última vez que estuve en la cabaña. Ahora que sabía que mis padres
habían vivido allí, me preguntaba si había pertenecido a mi padre.
Dan llevó a Cassie y a Ian a nuestra casa, donde la tía Jo tenía esperando
una olla de café recién hecho y barras de granola para todos. El protector
de Cassie todavía no había llegado, pero la caminata en sí no era difícil, y
me compadecía de quien habría quedado atascado con la tarea de decirle
que ella no podía venir. El timbre de la puerta sonó. Abrí la puerta para
encontrar a Asher y Devin allí de pie uno al lado del otro, inmóviles como
estatuas. Ellos no hacían contacto visual y mantenían sus ojos fijos en
mí.
265
—No te acostumbres a eso —murmuró en voz baja Asher cuando pasó
junto a él en el pasillo. Devin vaciló en la puerta por un segundo,
encontrando mi mirada.
Excepto que esta vez, la tensión era peor. Gideon se sentó junto a Devin,
con los brazos cruzados con fuerza sobre el pecho. Había algo extraño en
eso, como si Devin fuera un prisionero y lo estuviéramos transportando
desde una instalación de contención a otra. No me gustaba eso y no podía
saber por qué.
266
Caminé una buena parte del sendero junto a Ian. Él estaba más
tranquilo de lo habitual, perdido en sus propios pensamientos.
Comprendí: la soledad del senderismo tenía ese efecto en mí también.
—Está bien —dije finalmente—. Esta es como la quinta vez que suspiras.
¿Qué está mal?
Lo miré boquiabierta.
—Sí —dijo—. Todo el mundo te ama, Cassie y Dan harían cualquier cosa
por ti, obtienes calificaciones increíbles, y la tía Jo, es como, la mejor
madre del mundo. —Suspiró—. Y tienes, ya sabes. —Él hizo sobresalir su
barbilla por delante de nosotros, donde Asher estaba cortando algo
comestible de una rama de árbol con un cuchillo de bolsillo—. Alguien
como eso.
—¿Y crees que todo eso es fácil? Quiero decir, me siento halagada, Ian, de
verdad, pero Cassie y Dan estaban, recientemente todavía enojados
conmigo por desaparecer, mis notas están cayendo en picada, la tía Jo no
me hablaba, y Asher… —Hice una pausa, sin saber qué decir al
respecto—. Las cosas no son siempre tan perfectas como parecen.
267
—Supongo.
Nos tomó sólo unas pocas horas poder llegar a la cabaña. Lanzamos
nuestros equipajes al piso, Cassie se derrumbó en el sofá y rápidamente
cayó como desmayada. El resto de nosotros hicimos un almuerzo tarde y
reunimos leña para encender el fuego de la noche. Devin fue el primero
en ofrecerse como colector de leña, desapareciendo en el bosque antes de
que nadie siquiera pudiera levantar la mano. Mientras lo observaba salir
velozmente, yo podría haber jurado que casi alcancé a ver pelo rubio en
cascada, el arco de pálidas alas blancas intermitentes entre los árboles.
Pero me atribuí eso a mi mente paranoica. Raven no estaba aquí.
268
Cuando oscureció lo suficiente como para notar un fuego brillando a
través de las ventanas, las cubrimos con las cortinas oscuras que
habíamos utilizado cuando habíamos sido solo Asher, Ardiht y yo. Le
dijimos a Dan e Ian que era sólo para mantener el calor durante la noche.
Cassie se mordió el labio y, para su crédito, no dijo ni una palabra. Sus
habilidades para mentir, al parecer, no eran tan terribles como anunció.
269
—Yo —dijo Asher, pero antes de que pudiera terminar su pensamiento,
se había golpeado con algo, una caja de cartón por el sonido de la misma,
que cayó de su percha y derramó su contenido a través de los tablones de
madera del suelo.
—¡Shh! —susurré, pero los dos estábamos riendo. Mi pie golpeó algo que
se había caído de la caja, sin darme cuenta la pateé lejos de mí en la
oscuridad. El objeto hizo un ligero ruido tintineante mientras rodaba
lejos.
Campanillas de plata.
Era la canción de cuna que mis padres solían cantarme. La melodía llegó
de nuevo, como si hubiese sido ayer que los dos estaban cantando en voz
baja.
270
Campanillas de plata. Cuando suenen, lo sabremos.
271
Capítulo 29
Traducido por Dai
Corregido por Laurence15
L
os pájaros piaban cuando abrí los ojos la mañana siguiente, un
signo seguro de que la primavera estaba en camino. Miré a mi
alrededor, olvidando por un momento dónde estaba. La luz se
filtraba a través de una pequeña ventana cerca del techo, iluminando la
habitación del ático.
—No te vayas todavía. Deja que entre todo el aire frío. —Dejé que Asher
me tirara hacia abajo y me acurruqué en el calor de su cuerpo. Me había
sostenido toda la noche, sólo sostenido, como si tuviera miedo de lo que
sucedería si me dejaba ir. Era la primera vez que habíamos despertado
juntos—. Mmm —murmuró, besando mi cuello—. Mucho mejor.
—Skye.
La tía Jo llamó.
272
—No creo… —murmuró Asher mientras se sentaba y se frotaba los
ojos—, que tú y yo vayamos a tener cinco minutos a solas juntos, siempre
y cuando ella está cerca.
273
La niebla se arremolinó y desvaneció, y de pronto estaba de vuelta en el
camino, sentada en una roca por el arroyo descongelándose. Nadie se
había dado cuenta. Estaba mejorando en el control de mis visiones, al
igual que el resto de mis poderes. Aún cuando todavía no tenía ni idea de
lo que significaban.
Mordí mi sándwich. Ian había estado en esta visión. No había estado allí
antes, pero ahora estaba de pie a mi lado, luchando a mi lado.
Él me estaba esperando.
Asentí.
—Yo tenía una espada —le dije—. Y… ésta es la parte extraña. Ian
estaba allí a mi lado.
274
—Sí —le dije—, estoy bastante segura de que lo era.
—Podría haber sido por cualquier cosa. Podríamos haber estado saliendo.
Podría haber sido por…
—Sólo hay una explicación —dijo Devin, el temor llenando sus ojos—.
Sólo hay una manera en que pudieras poseer la vista. Tu madre no era
un Guardián. Tiene que haber sido una Bendecida.
—Tus poderes son una mezcla de ambos. Pero las visiones del futuro…
ése es el mayor poder de la luz que hay. Puede sobrepasar a cualquier
otro poder que tengas. —Su rostro se suavizó. De repente se parecía
tanto al Devin de antes—. Skye —murmuró.
—¿Qué?
—Es increíble.
275
Algo —un sexto sentido— hormigueó hasta la parte trasera de mi cuello.
—Lo siento —dijo—. No puedo seguir con esto. No puedo soportarlo. ¿Por
qué no lo ves? ¿Por qué no puedes ver lo que yo veo?
—La Orden trató de matarme —le dije—. Nunca podría unirme a ellos.
—¿Por qué?
—¡Porque te amo! ¿De verdad tengo que decirlo? ¿No me crees a estas
alturas?
Mi corazón casi dejó de latir, porque la última vez que dijo algo así fue
sólo segundos antes de sentir el frío acero de su espada a través de mí.
Me tensé, preparándome para luchar si tenía que hacerlo.
276
quise es llevarte a la Orden, donde estarías a salvo de cualquier
Guardián tratando de matarte.
—Bueno, eso fue dulce —dijo Raven. Devin se dio vuelta—. Todos lo
sabíamos, por supuesto, pero no pensé que fueras tan estúpido como para
decirlo en voz alta. Rompiste la regla más grande. ¿Sabes lo que la Orden
va a hacer contigo? ¿Entiendes lo que va a suceder ahora? —Tal vez por
primera vez pude detectar ira real y emoción verdadera en la voz de
Raven. ¿Qué había sucedido para que ella estuviera tan cerca de
perderla?
¿Lo había hecho? Eso explicaría la rapidez con que había mejorado, la
ausencia de cicatrices en cualquier parte de mi cuerpo. Pero también
sería…
277
—Entonces, ¿quién lo hizo? —gritó Devin. La intensidad de su voz me
sorprendió, haciendo eco a través de los árboles—. ¡No fui yo! ¡No podría
haber sido ningún Guardián!
278
antes de que me diera cuenta estaba sosteniendo una espada. Una
espada angelical.
Miré hacia arriba. Y fue entonces cuando supe que algo había cambiado,
algo extraño había pasado a nuestro alrededor. Acababa de ser principios
de la tarde, pero ahora, bajo la noche oscura, las primeras estrellas
comenzaban a parpadear a través de las copas de los árboles, sombras
amenazadoras sobre todo.
279
Raven se estremeció.
—No, no podemos —dijo Asher. Su voz era más fría y aguda de lo que
nunca había oído antes. Ni siquiera lo había visto acercarse.
280
Capítulo 30
Traducido por Lizzie
Corregido por Angeles Rangel
—A
sher —le grité—. ¿Qué estás haciendo?
—Sabes que siempre ha sido más que eso para mí. —Me acordé de lo que
él y Ardith habían dicho ese día en la cabaña, cuando por primera vez me
había despertado.
281
él dijo—: No me llames traidor. No digas que te he traicionado. Todo lo
que hago es por ti. Matar a Devin también lo será.
282
—¿Qué? —jadeé—. ¡No, detente!
Asher no me miraba mientras daba un paso atrás. Luego, dio dos pasos
hacia adelante corriendo y trajo su espada en un arco en picada.
—¡No! —le grité—. ¡Él solo necesita estar libre de la Orden! Si es capaz
de tomar sus propias decisiones, ya verás que no es malo. —Pero yo no
podía ver. Aparté la vista, cubriendo mi cara en mis manos.
—¿Qué?
283
—Me comprometo al caos —dijo—. A la pasión, el desorden y la
renovación. Me comprometo a amar. A la libertad de amar. —Al decir sus
últimas palabras, alzó los ojos y se encontró con los míos.
La última vez que había oído esas palabras, había sido atacada por un
Tutor y un Rebelde estaba tratando de encontrarme ayuda. Esta vez, el
Rebelde era Devin.
284
—Gracias —dijo, tomando mis manos—. Aquí. Al igual que esto.
Puso las manos sobre ella. Cerramos los ojos y, por un momento, todo
quedó en silencio. Raven estaba perfectamente rígida mientras
convocaba a todos mis poderes de la oscuridad y la luz, todo lo que había
estado trabajando para controlar. Sentí que algo se agitaba bajo mis
manos.
Podía sentirlo. Miré hacia abajo. Algo plateado, ligero y rápido salía de
las heridas en la espalda de Raven. El líquido mercurial se transmitía de
sus heridas, tomando forma en algo enorme y oscilante. Nuevas alas
estaban surgiendo en donde sus viejas habían estado. Pero ellas no eran
blancas, y no eran negras.
285
—Skye —dijo Asher con asombro.
Asher se adelantó, con Ardith y Gideon cerca detrás de él, formando una
V.
Fue por eso que mi corazón se rompía con lo que iba a hacer.
Di un paso atrás.
286
—No —dije, esta vez más fuerte. Mi corazón estaba rompiéndose en
millones de pedazos de vidrio. Mis entrañas se sentían cortadas con
ellos—. Mis alas son plateadas, al igual que mis ojos.
—No hagas esto, Skye —declaró, con la voz quebrada por mi nombre.
—Asher, sabes que tengo que hacerlo. Lo has sabido desde hace un
tiempo. No soy un Rebelde, y no soy un Guardián. Yo no creo que incluso
significara que fuera algo. Necesito el equilibrio de ambos para poder
vivir sin ceder ante este poder. Soy las dos cosas y ninguna. La oscuridad
y la luz. No puedo existir sin la otra.
—No puedo. —Me obligué a seguir diciendo las palabras que sabía que
tenía que decir—. Tengo que terminar lo que mis padres empezaron.
Nací para hacer esto: para iniciar una nueva Facción. Estoy agradecida.
Con los dos. —Devin me miró y se encontró con mis ojos. Se sentía tan
mal estarme enfrentando a ambos, casi como si estuviéramos en el techo
de la escuela durante mi primera lección. Solo que esta vez, no iba a
aprender lo que necesitaba saber de ellos. Iba a tener que encontrarme a
mí misma—. Vamos a hacer nuestras propias reglas —le dije—. Tal vez
no hay tal cosa como la suerte, y todo esto se supone que debe suceder.
Pero si eso es cierto, mi suerte ha sido siempre la de tomar mis propias
decisiones. Mis padres murieron tratando de encontrar un camino para
que viviéramos todos nosotros. No puedo defraudarlos.
—Tú y yo nunca nos hemos viste exactamente… de ojos a ojos. Ella hizo
una pausa, y me di cuenta que era un esfuerzo por ser agradable para
mí—. Pero nuestras vidas están conectadas ahora. Yo te salvé, tú me
sanaste. Nuestros poderes corren a través de la otra. Creo que nuestras
287
alas lo han dejado claro. —Ella tomó otro paso hacia mí—. Si yo no
pertenezco a ninguna parte en este universo ahora, estoy contigo, Skye.
—Me uniré a ti, también. —Miré para ver quién estaba hablando y vi a
Ian dar un paso hacia el claro. Se veía tan serio, tan decidido, y supe al
instante que íbamos a ser amigos para siempre, toda nuestra vida. Él
lucharía junto a mí, yo lo vi con mis propios ojos. Y si estuviera alguien a
mi lado, sería Ian. El leal y observador Ian, siempre observando, dándose
cuenta de que algo andaba mal, a un paso o dos detrás. Un pensamiento
extraño y repentino se me ocurrió, entonces. ¿Podría Ian ser un Rogue,
como la tía Jo? ¿Solo un poco, un poco fuera de sincronía, y rápido para
notar los poderes angelicales como mis ojos, incluso si él no sabía lo que
estaba viendo? Ambos compartían un odio particular por Asher, eso es
seguro. Un odio Rogue.
—Así que lo haré —dijo la tía Jo—. Siempre he dicho que debes seguir tu
propia estrella. Y no pertenezco a ninguna Facción, la Rebelión o la
Orden. Siempre he estado en algún lugar en el medio.
288
—Te amo, también, Asher —susurré. En algún lugar, por los bordes del
claro, pude oír el suspiro de Cassie, y los pedazos de mi corazón se
rompieron en nítidos pedazos más pequeños. Sentí que todo mi cuerpo se
estaba rompiendo. Pero tenía que mantenerme fuerte—. Tengo que hacer
esto.
Miré a Ian, Raven y la tía Jo. Estaban de pie a cada lado de mí, con las
manos a su lado, y, por primera vez, sentí mi propósito. Por fin tenía una
dirección clara. Yo sabía quiénes éramos y el viaje que íbamos a
emprender.
Fin
289
Desde la noche de su decimoséptimo
cumpleaños, Skye se ha dividido
entre dos opuestos: Luz y Oscuridad,
la Orden y la Rebelión, Devin y
Asher.
Porque no es sólo la Orden que la ve como una amenaza que debe ser
eliminada. La Rebelión también lo hace.
Días oscuros están por venir, y si Skye quiere sobrevivir, ella tendrá que
confiar en sus poderes extraordinarios y la fuerza de su voluntad. Porque
tiene un futuro —y un amor— por el que vale la pena luchar.
290
Joselyn Davies
www.joselyndavies.com.
291
Créditos
Moderadora: LizC
LizC BrendaCarpio
Carmen170796 Angeles Rangel
Teffe_17 flochi
Skye V!an*
Alexiacullen Laurence15
Saphira Mlle_Janusa
Kachii Andree
Nanami27
Dai Recopilación y revisión
Helen1
Norita_30 Angeles Rangel
Maru Belikov
Lalaemk
Diseño
Maru Belikov
Lizzie July
292
Visítanos
http://www.bookzingaforo.com/
293