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MATERI

A
No hay un problema más importante en la cosmología actual que el de la materia
oscura. La materia oscura está compuesta por partículas que no absorben,
OSCURA
reflejan, o emiten luz, por lo tanto, no pueden ser detectada por observación de la
radiación electromagnética. La materia oscura es un material que no puede ser
visto directamente. Sabemos que la materia oscura existe debido a los efectos
que produce sobre objetos que sí podemos observar directamente.

Los científicos estudian la materia oscura viendo los efectos que esta produce
sobre los objetos visibles. Los científicos creen que la materia oscura puede dar
cuenta de los movimientos inexplicables de estrellas entre galaxias. Las
computadoras juegan un papel muy importante en la búsqueda de datos sobre la
materia oscura. Ellas permiten a los científicos crear modelos que predicen el
comportamiento de las galaxias. Los satélites son también utilizados para obtener
datos sobre la materia oscura. En 1997, una imagen del Telescopio Espacial
Hubble (vista sobre la derecha) revela que la luz de un cúmulo de galaxias
distante es curvada por otro cúmulo en el primer plano de la imagen. Basados en
la trayectoria de la luz, los científicos estimaron que la masa del cúmulo en el
primer plano debía ser 250 veces mayor al de la materia visible del cúmulo. Los
científicos creen que la materia oscura en el cúmulo da cuenta de la inexplicable
masa del mismo.

Partículas teóricas cuya existencia se deduce a partir de ciertas fuerzas que hay
en el Universo

La materia oscura es una materia que no emite suficiente radiación


electromagnética como para ser detectada por los medios usuales, es decir, su
existencia está en duda pero se deduce por los efectos gravitacionales que tiene
en la materia visible, como pueden ser las estrellas o las galaxias.

Aún así, se cree que una cuarta parte del universo está formada por ésta materia
invisible.

La teoría actual sobre la detección de ésta materia se llama «supersimetría«, que


explica las interacciones fundamentales de las partículas, demostrando la
existencia de la materia oscura, aunque, hasta ahora, ningún estudio ha sido
completamente explicativo.

Ahora, un grupo de astrónomos americanos han estado utilizando el


telescopio Hubble, e hicieron una imagen tridimensional de la materia oscura por
primera vez.

Las observaciones se realizaron para poder detectar la materia, y parece ser que
el telescopio es lo suficientemente sensible para captar la señal de éstas
partículas. Sin embargo, para resultados concretos, faltan al menos tres años,
según el estudio que ha sido bautizado como CDMS.

Para que la materia oscura exista, es necesario que todas las partículas sean
neutras, estables y que no interactúen con ningún otro tipo de materia. A estas
partículas de la materia oscura se les llama WIMPS (partículas masivas que
interactúan débilmente).

La mayoría de estos estudios trabajan con en el xenón y el germanium, pues


tienen esta clase de partículas. Por eso se les mantiene en lugares aislados para
evitar se mezclen con otros elementos.

Existen otras investigaciones, como una llamada Axion Materia Oscura, de la


Universidad de Washington, que utilizaron un imán superconductor para buscar
éstas partículas, pero sus investigaciones no han llegado a nada concluyente.

A pesar de las dificultades para encontrar la materia oscura, los científicos no


están desanimados y tienen la creencia que la respuesta sobre su existencia, su
conformación y otras preguntas, están a un par de años de distancia.

¿Oscura, invisible, escondida o faltante?


Como muchos otros términos científicos actuales (gran
explosión, supercuerdas, agujeros negros) el nombre de "materia oscura" es
llamativo pero puede conducirnos a interpretaciones erróneas si lo tomamos
textualmente. Es bien sabido que en nuestra galaxia existen enormes nubes de
polvo interestelar, que bloquean la luz de las estrellas formando regiones oscuras.
Pero esto no es "materia oscura". De hecho, detectamos al polvo justamente por
el modo en que afecta a la luz de las estrellas. Además, si bien el polvo es opaco
observado en luz "visible" (con un telescopio óptico, digamos), aparece brillante en
imágenes infrarrojas tomadas desde satélites artificiales.

Tampoco hablar de "materia invisible" sería correcto. Por ejemplo, el gas


interestelar (mayormente hidrógeno neutro) es invisible a nuestros ojos (y a los
telescopios ópticos), pero emite ondas de radio detectables con radiotelescopios.
Hoy en día ya no estamos limitados a la estrecha ventana de la "luz visible".
Disponemos de todo tipo de instrumentos, tanto en tierra como en el espacio,
capaces de detectar materia que emita desde ondas de radio hasta rayos gamma.
Así y todo, seguiría faltando masa para explicar los movimientos de estrellas y
galaxias, por lo que el nombre original de "masa faltante" parecería el más
adecuado.
En todo caso, al decir "materia oscura" nos referiremos al sentido más amplio del
término, es decir, no limitándonos a la luz visible sino abarcando todos los tipos de
radiación electromagnética.

El Lado Oscuro de la Fuerza

En cuanto a qué es esta materia oscura o faltante, se presentan dos opciones


básicamente distintas, aunque no excluyentes entre sí:

 Está constituida por materia común y corriente, pero en formas que aún no
pudimos detectar.
 Es algún tipo de materia no convencional, que no emite ni absorbe luz, ni
ninguna otra radiación detectable.

Para el primer caso hay muchos candidatos, y varios grupos de investigadores en


todo el mundo están realizando campañas intensas para encontrarlos. Con
detectores infrarrojos se han descubierto enanas marrones, demasiado grandes
para ser planetas, pero demasiado chicas para brillar como estrellas. El telescopio
espacial Hubble permitió también descubrir numerosas enanas blancas (un tipo de
"cadáveres estelares") y enanas rojas (verdaderas estrellas pero mucho más
débiles que el Sol) antes indetectables. Además de estrellas enanas de todos los
colores, otros relevamientos con distintas técnicas están revelando materia en
toda una variedad de formas antes nunca "vistas", pero el resultado parece indicar
que su masa sumada sería aun insuficiente para dar cuenta de toda la materia
oscura.
La segunda opción involucra un problema adicional. Cuando dejamos atrás las
galaxias y cúmulos de galaxias para evaluar globalmente al Universo, las teorías
cosmológicas más aceptadas no encajan ni de casualidad con la densidad de
materia observada. Intentando arreglar esto, se sugiere que sólo estaríamos
viendo, como máximo, el 1% de toda la masa del Universo. De no ser así, no hay
forma de explicar las propiedades actuales de éste. Peor aun, sólo una pequeña
fracción de toda la masa del Universo estaría en forma de materia ordinaria
(estrellas y sus remanentes, gas y polvo, planetas). Para el resto se postulan todo
tipo de candidatos: neutrinos, axiones, monopolos, cuerdas cósmicas, racimos de
quarks, y una larga lista de entidades exóticas, la mayoría de ellas pobremente
conocidas o apenas imaginadas. Por tratarse de materia no convencional, que no
absorbe y emite radiación electromagnética (luz, ondas de radio, etc.) como la
materia "normal", su detección parece fuera de nuestro alcance por el momento,
aunque podríamos acotar los candidatos con mejores teorías de formación y
evolución de galaxias.

El hecho es que tanto astrofísicos teóricos como observadores parecen converger


en una conclusión perturbadora: la mayor parte de la masa del Universo no se
puede ver, y, lo que es peor, ni siquiera se sabría de qué está compuesta. Para
complicar aun más las cosas, en los últimos años ha resucitado la constante
cosmológica, un término que Einstein había agregado a sus ecuaciones y luego
desechó, arrepentido, porque no parecía tener ningún sentido físico. Esta
constante implica una fuerza repulsiva, de origen desconocido, capaz
de acelerar la expansión del Universo (independientemente de cuál es su
densidad), y las últimas mediciones de supernovas lejanas parecen justamente
indicar una aceleración. Debido a la relación entre energía y masa establecida por
la teoría de la relatividad, esta fuerza, ya sea que provenga de la constante
cosmológica o de otro origen, jugaría un papel similar al de la materia oscura. Por
ello recibe el nombre (tenebroso, aunque poco original a esta altura) de "energía
oscura". Como vemos, el Universo ha caído en poder de Lord Darth Vader, el
personaje siniestro de Star Wars, cuyo nombre, dicho sea de paso, suena muy
parecido a dark matter (materia oscura, en inglés).

En astrofísica y cosmología física, se denomina materia oscura a un tipo de


materia que corresponde al 80% de la materia del universo, y que no es energía
oscura, materia bariónica (materia ordinaria) ni neutrinos. Su nombre hace
referencia a que no emite ningún tipo de radiación electromagnética (como la luz).
De hecho, no interactúa en ninguna forma con la radiación electromagnética,
siendo completamente transparente en todo el espectro electromagnético.1 Su
existencia se puede inferir a partir de sus efectos gravitacionales en la materia
visible, tales como las estrellas o las galaxias, así como en
las anisotropías del fondo cósmico de microondas presente en el universo.
La materia oscura fue propuesta por Fritz Zwicky en 1933 ante la evidencia de una
"masa no visible" que influía en las velocidades orbitales de los cúmulos en las
galaxias. Posteriormente, otras observaciones han indicado la presencia de
materia oscura en el universo: estas observaciones incluyen la citada velocidad de
rotación de las galaxias, las lentes gravitacionales de los objetos de fondo por los
cúmulos de galaxias, tales como el Cúmulo Bala(1E 0657-56) y la distribución de
la temperatura del gas caliente en galaxias y cúmulos de galaxias.
La materia oscura también desempeña un papel central en la formación de
estructuras y la evolución de galaxias y tiene efectos medibles en la anisotropía de
la radiación de fondo de microondas. Todas estas pruebas sugieren que las
galaxias, los cúmulos de galaxias y todo el Universo contiene mucha más materia
que la que interactúa con la radiación electromagnética: lo restante es llamado "el
componente de materia oscura".
La composición de la materia oscura se desconoce. Puede
incluir neutrinos ordinarios y pesados, partículas elementales recientemente
postuladas como los WIMPs y los axiones, cuerpos astronómicos como
las estrellas enanas, los planetas (colectivamente llamados MACHO) y las nubes
de gases no luminosos. Las pruebas actuales favorecen los modelos en que el
componente primario de la materia oscura son las nuevas partículas elementales
llamadas colectivamente materia oscura no bariónica.
El componente de materia oscura tiene bastante más masa que el componente
"visible" del Universo.2 Actualmente, se estima que la densidad
de bariones ordinarios y la radiación en el Universo equivalen aproximadamente a
un átomo de hidrógeno por metro cúbico de espacio. Aproximadamente, sólo el
5% de la densidad de energía total en el Universo (inferido de los efectos
gravitacionales) se puede observar directamente. Se estima que en torno al 23%
está compuesto de materia oscura. El 72% restante consistiría en energía oscura,
un componente incluso más extraño, distribuido difusamente en el espacio. 3
Alguna materia bariónica difícil de detectar contribuye a la materia oscura, aunque
algunos autores defienden que constituye sólo una pequeña porción. 45 Aun así,
hay que tener en cuenta que del 5% de materia bariónica estimada (la mitad de
ella todavía no detectada) se puede considerar materia oscura bariónica: todas las
estrellas, galaxias y gas observables reúnen menos de la mitad de los bariones
que se supone debería haber. Se cree que toda esta materia puede distribuirse en
filamentos gaseosos de baja densidad, formando una red por todo el universo, en
cuyos nodos se encuentran los diversos cúmulos de galaxias. En mayo de 2008,
el telescopio XMM-Newton de la agencia espacial europea encontró pruebas de la
existencia de dicha red de filamentos. 6
La determinación de la naturaleza de esta masa no visible es una de las
cuestiones más importantes de la cosmología moderna y la física de partículas.
Las denominaciones "materia oscura" y "energía oscura" expresan principalmente
nuestro desconocimiento, casi como los primeros mapas etiquetados como "Terra
incógnita" La primera persona en proporcionar pruebas y deducir la existencia del
fenómeno que se ha llamado "materia oscura" fue el astrofísico suizo Fritz Zwicky,
del Instituto Tecnológico de California (Caltech), en 1933.7
Aplicó el teorema de virial al cúmulo de galaxias Coma y obtuvo pruebas de masa
no visible. Zwicky estimó la masa total del cúmulo basándose en los movimientos
de las galaxias cercanas a su borde. Cuando comparó esta masa estimada con la
estimación del número de galaxias y con el brillo total del cúmulo, encontró que
había unas 400 veces más masa de la esperada. La gravedad de las galaxias
visibles en el cúmulo era muy poca para tal velocidad orbital, por lo que se
necesita mucha más. Esto se conoce como el "problema de la masa
desaparecida". Basándose en estas conclusiones, Zwicky dedujo que tendría que
haber alguna forma de "materia no visible" que proporcionaría suficiente masa y
gravedad constituyendo todo el cúmulo.
Muchas de las evidencias de la existencia de materia oscura provienen del estudio
de los movimientos de las galaxias. Muchas de estas parecen ser bastante
uniformes, con lo que el teorema de virial de la energía cinética total debería ser la
mitad del total de la energía gravitacional de las galaxias. Sin embargo,
experimentalmente se ha hallado que la energía cinética total es mucho mayor: en
particular, asumiendo que la masa gravitacional se debe solo a la materia visible
de la galaxia, las estrellas alejadas del centro de las galaxias tienen velocidades
mucho mayores que las predichas por el teorema de virial. La curva de rotación
galáctica que muestra la velocidad de rotación frente a la distancia del centro de la
galaxia, no se puede explicar solo mediante la materia visible. La explicación más
sencilla es suponer que la materia visible conforma solo una pequeña parte del
cúmulo. Las galaxias muestran indicios de estar compuestas principalmente de un
halo de materia oscura concentrado en su centro, con simetría casi esférica, con la
materia visible concentrada en un disco central. Las galaxias de brillo débil
superficial son importantes fuentes de información para el estudio de la materia
oscura, ya que tienen una baja proporción de materia visible respecto de la
materia oscura, y tienen varias estrellas brillantes en el centro que facilita la
observación de la curva de rotación de estrellas periféricas.
De acuerdo con los resultados publicados en agosto de 2006, la materia oscura se
ha detectado por separado de la materia ordinaria 89 a través de medidas del
Cúmulo Bala, realmente dos cúmulos de galaxias cercanos que colisionaron hace
unos 150 millones de años.10 Los investigadores analizaron los efectos de las
lentes gravitacionales para determinar la masa total de la distribución ambas y la
compararon con los mapas de rayos X de gases calientes, que se pensaba que
constituían la mayor parte de la materia ordinaria en los cúmulos. Los gases
calientes interactuaron durante la colisión y permanecieron cerca del centro. Las
galaxias individuales y la materia oscura no interactuaron y están más alejadas del
centro.

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