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SECTOR DE ARTES GRÁFICAS

1. DELIMITACIÓN DEL SECTOR

Este sector de actividad presenta una gran complejidad por su heterogeneidad de productos
y procesos, los cuales pueden llegar a configurar subsectores diferenciados, con
características y problemáticas particulares.

Ante esa cierta confusión en cuanto a la actividad que engloba la industria de artes gráficas,
como paso previo para enfocar adecuadamente la elaboración del informe se plantea la
necesidad de delimitar con claridad cuál va a ser la actividad objeto de estudio, así como
los subsectores de actividad que la integran.

Sin lugar a dudas, el mejor modo de superar las dificultades de delimitación de lo que se
entiende por sector de artes gráficas consiste en hacer uso de la Clasificación Nacional de
Actividades Económicas de 1993 (CNAE), basada en un criterio de orientación o destino
del producto. Concretamente, la actividad de las artes gráficas está incluida en el grupo 22
de la CNAE-93, considerándose actividades integrantes del sector que nos ocupa las
correspondientes a los siguientes subgrupos:

ü 22.1. Edición

Aquí se incluyen las actividades de edición de todo tipo de productos: libros, periódicos,
revistas, folletos, mapas, partituras musicales, calendarios, carteles, fotos, grabados,
felicitaciones, calcamonías, etc. No se incluye en este subgrupo la actividad de edición de
películas de vídeo (incluida en el subgrupo 92.122).

ü 22.21. Impresión de periódicos


ü 22.22. Otras actividades de impresión

Este subgrupo comprende la impresión por medio de prensas de imprenta, multicopistas,


reproductoras controladas por ordenador, grabadoras de relieve, fotocopiadoras o
termocopiadoras de: revistas y otras publicaciones periódicas, libros, partituras de música,
mapas, carteles, billetes de banco, sellos de correos, timbres fiscales, documentos de
propiedad, cheques, catálogos, prospectos, material de publicidad comercial, registros,
álbunes, agendas, calendarios y otros impresos comerciales, etc. No se incluye en este
subgrupo la impresión de etiquetas (incluida en el subgrupo 21.250).

ü • 22.23. Encuadernación y acabado

Esta actividad comprende, por un lado, el acabado de hojas impresas, como libros, folletos,
publicaciones periódicas, catálogos, etc., mediante plegado, alzado, embastado, encolado,
corte, estampado; y por otro, el acabado de papel o cartón impreso, como formularios,
anuncios comerciales, muestras, etiquetas, tarjetas, calendarios, anuncios por
correspondencia, o prospectos, mediante plegado, estampado, taladrado, picado, perforado,
grabado en relieve, punzado, o laminado.

ü • 22.24. Composición y fotograbado

Aquí se enclavan actividades tales como la composición de texto e imágenes en película,


papel fotográfico o papel normal, el fotograbado, el diseño y composición por autoedición,
y la producción de caracteres, planchas, rodillos y cilindros de impresión, y otros soportes
para impresión como fotolitos, pantallas serigráficas, etc.

ü • 22.25. Otras actividades gráficas

En este subgrupo se incluyen el resto de las actividades de artes gráficas no incluidas en los
subgrupos anteriores, como por ejemplo la producción de otros artículos de reprografía
(láminas de producción en suspensión, bocetos, croquis, maquetas, etc.), o la preparación
de datos digitales. Es de destacar, que en el sector que nos ocupa no se incluye la
reproducción de soportes grabados (de sonido, vídeo, o informática), actividad que se
incluye en el subgrupo 22.3.

Por tanto, en el presente informe el sector objeto de estudio se ajusta a esa clasificación,
centrándose en el análisis de la actividad definida en los grupos 22.1. y 22.2. de la CNAE-
93.
El proceso productivo

El sector de artes gráficas abarca todas las fases necesarias para transformar una obra de
carácter creativo en un producto elaborado susceptible de ser distribuido al publico (los
productos acabados del sector son variados, y se han detallado con exhaustividad en el
apartado anterior de delimitación de la actividad objeto de estudio).

Cuadro 1.2. Fases productivas. Subsectores de actividad y especialidades.

SUBSECTOR ESPECIALIDADES

Ø Fotocomposición
Ø Preimpresión Fotomecánica
Ø Fotograbado
Ø Tipografía
Ø Offset
Ø Calcografía
Ø Impresión Huecograbado
Ø Relieves
Ø Flexografía
Ø Serigrafía y otros
Ø Postimpresión Encuadernación industrial
Ø Acabados
Ø Periódicos,…
Ø Editorial Libros,…
Ø Varios

En ese contexto, desde la perspectiva de los procesos de producción contemplados en el


sector que nos ocupa, es posible distinguir una serie de fases productivas que se pueden
identificar como subsectores de actividad dentro de la industria gráfica. Esas
fases/subsectores de actividad, que están estrechamente relacionadas entre sí, son las
siguientes: preimpresión, impresión, postimpresión, y actividad editorial.
A su vez, dentro de cada una de esas fases productivas es posible distinguir distintas
alternativas o modalidades (procesos) de llevarse a cabo (las tareas de impresión son las
que presentan un abanico de posibilidades más amplio).

• Subsector de Preimpresión

Este subsector se corresponde fundamentalmente con los subgrupos 22.24 (Composición y


fotograbado) y 22.25 (Otras actividades gráficas) de la CNAE-93. Comprende la
reproducción para impresión, que constituye una actividad anexa o complementaria de la
impresión. Se engloban en este subsector aquellas empresas cuya actividad exclusiva o
principal consiste en la composición gráfica ya sea mediante grabado, fotograbado,
galvanoplastia, estereotipia u otras formas posibles. Dentro del subsector, pueden
considerarse englobadas tres grandes especialidades: fotocomposición, fotomecánica y
fotograbado.

• Subsector de Impresión

Este subsector se corresponde con los subgrupos 22.21 (impresión de periódicos) y 22.22
(Otras actividades de impresión) de la CNAE-93. En el se integran aquellas empresas cuya
actividad exclusiva o principal consiste en la impresión tipográfica, por huecograbado,
offset y otros procedimientos (flexografía, serigrafía, etc.).

• Subsector de Postimpresión

Este subsector se corresponde fundamentalmente con el subgrupo 22.23 (encuadernación y


acabado) de la CNAE-93. Comprende aquellas empresas cuya actividad exclusiva o
principal es la encuadernación o la realización de otros tipos de acabados de los productos
gráficos.

• Subsector Editorial

Se corresponde con el subgrupo 22.1 (edición) de la CNAE-93. En él se incluyen todas las


actividades de edición de periódicos, revistas, libros, folletos, catálogos, etc. La descripción
de las actividades comprendidas en este subsector refleja la existencia de importantes
diferencias en los productos y, por tanto, en la tipología de las empresas que los producen.
En ese sentido, dentro de este subsector se pueden diferenciar tres grandes especialidades.
La primera de ellas comprende a las empresas cuya actividad se centra en la edición de
diarios, periódicos o revistas periódicas. La segunda incluye a aquellas empresas que se
dedican de forma exclusiva o principal a la edición de libros, catálogos, guías, etc. Mientras
que la tercera comprende a las empresas dedicadas a la edición de grabados, imágenes,
tarjetas, folletos y otro tipo de ediciones (calendarios, sellos, etc.).

2. EL SECTOR EN LA UNIÓN EUROPEA

La industria estadounidense de artes gráficas lidera el ranking de esta actividad a nivel


mundial, claramente por delante de la japonesa, mientras que la Unión Europea se sitúa
como tercer área productora.

Dentro de la Unión Europea, la industria de artes gráficas ostenta un peso significativo en el


conjunto de la actividad industrial, superior al de sectores como el de fabricación de
muebles, manipulados de papel y cartón, maquinaria de proceso de datos y equipamiento de
oficinas, o la industria de electrodomésticos.

En la actualidad, en la UE-15 se dedican a la actividad de las artes gráficas algo más de


60.000 empresas que emplean alrededor de 970.000 personas, alcanzando una facturación
ligeramente superior a los 100.000 millones de ecus en 1997. Esa cifra es superior a la
demanda interna de productos de artes gráficas, de manera que la balanza comercial de la
Unión Europea en esta actividad (caracterizada por su escasa intensidad comercial)
presenta tradicionalmente un saldo superavitario.

Por países, España ocupa el quinto lugar del ranking de países productores de artes gráficas
en la UE (con una cuota del 7,6% del total de la producción), situándose por detrás del
Reino Unido (22,4%), Alemania (21,9%), Francia (15,9%) e Italia (9,3%); y por delante de
países como Holanda, Suecia, Bélgica o Finlandia.

En cuanto a la evolución de la actividad sectorial en los últimos años, la industria


comunitaria de artes gráficas, con toda su importancia histórica y cultural, es una actividad
madura que acumuló un rápido crecimiento hasta finales de los años ochenta. Esa fase
expansiva se extiende hasta el año 1991, y coincide con la fase alcista del ciclo económico
en la Unión Europea. A partir de 1991 la industria de artes gráficas registra un
estancamiento en su actividad, en el marco de la crisis económica internacional acaecida en
los primeros años noventa que afectó a la generalidad de los sectores industriales. La
recuperación económica de estos últimos años ha permitido al sector empezar a superar esa
crisis e incrementar sus niveles de actividad, aunque sin alcanzar los niveles de crecimiento
de los últimos años de la década de los ochenta.

3. EL SECTOR EN ESPAÑA

La industria de artes gráficas española mantiene una relevancia apreciable en el conjunto


del sector industrial, representando el 5,2% del total en términos de empleo, el 3,6% en el
caso de la producción, y el 4,7% en términos de valor añadido generado.
El sector está integrado por alrededor de 13.500 establecimientos industriales que emplean
a cerca de 123.000 trabajadores. Así, la actividad se caracteriza por la acusada atomización
de las empresas, de modo que el tamaño medio de los establecimientos es inferior a los 10
trabajadores. La reducida dimensión, por una parte, le otorga a las empresas una gran
flexibilidad, aunque, por otra parte, se enfrentan a la problemática asociada a las PYMES.

Respecto a la distribución geográfica de la actividad sectorial por Comunidades


Autónomas, se constata una fuerte concentración de la actividad en las Comunidades de
Madrid y Cataluña, y más concretamente en el área de influencia de Madrid y Barcelona. A
notable distancia de esos dos grandes centros de actividad, aparecen la Comunidad
Valenciana, el País Vasco y Andalucía; mientras que la actividad también alcanza cierta
relevancia en Castilla León, Castilla La Mancha y Aragón.

En relación a la evolución reciente de la actividad, la producción de la industria de artes


gráficas española alcanzó los 1.789.845 millones de pesetas en 1996, consolidándose la
tendencia de crecimiento iniciada en 1994, y la salida de la fuerte crisis padecida por el
sector a principios de la década (1991-1993), en la que la actividad resultó muy afectada
por el fuerte descenso en las producciones publicitarias, y el notable encarecimiento de su
principal materia prima: el papel. En la actualidad las perspectivas en el mercado interior
son más optimistas, debido al crecimiento de la demanda ligada a la apreciable expansión
por la que atraviesa la economía.

En ese contexto, es de destacar el buen comportamiento registrado por las exportaciones de


la industria de artes gráficas española, aunque ésta se caracteriza, al igual que en el resto de
las economías, por su baja propensión exportadora (en el caso español las exportaciones
vienen a suponer alrededor del 8% del total de la producción).

Principales magnitudes de la actividad sectorial

Siguiendo en líneas generales las tendencias observadas a nivel internacional y estatal, el


sector vasco de artes gráficas atravesó por una acusada crisis a principios de la presente
década (1991-1993).

A partir de 1994 se constata una sensible recuperación de la actividad, alcanzando la


producción sectorial cifras cercanas a los 92.000 millones de pesetas a lo largo del trienio
1994-1996, aunque también es de destacar un cierto estancamiento de la actividad sectorial
en ese nivel productivo. En ese contexto, la buena coyuntura por la que atraviesa la
economía en la actualidad permite augurar un buen comportamiento de la demanda de
productos gráficos, que a su vez permitirá consolidar y expandir la actividad sectorial.

Por lo que se refiere al comercio exterior, las exportaciones presentan una tendencia
creciente en los últimos años (la gran mayoría de esas exportaciones corresponden al
subsector editorial), aunque conviene resaltar que la actividad se caracteriza por la baja tasa
de comercio exterior (en el caso del País Vasco las exportaciones únicamente representan
entorno al 5,0% de su facturación). En cuanto a las importaciones, éstas se caracterizan por
su escaso nivel en términos absolutos, registrándose además un descenso de las mismas en
los últimos años.

En relación a la estructura de la cuenta de resultados, el sector vasco de artes gráficas se


caracteriza por una participación de los consumos intermedios sobre las ventas
notablemente inferior a la media industrial, al contrario de lo que ocurre con los gastos de
personal, los servicios exteriores y las amortizaciones. Esa situación determina que el peso
relativo del resultado empresarial del sector sea significativamente superior al registrado
para el conjunto de la industria vasca (aunque la reducida dimensión media de los
establecimientos limita la generación de recursos en términos absolutos).

El sector adolece de una escasa actividad en términos de I+D (ligada en buena medida a la
atomización del sector). En ese contexto, al igual que ocurre a nivel estatal, una de las
debilidades más acusadas del sector es su elevada dependencia de los proveedores
exteriores de maquinaria y bienes de equipo, que son los que lideran la investigación y
desarrollo de los procesos productivos.

Cambio tecnológico, inversiones y necesidades de formación

El sector de artes gráficas es una industria tradicional en constante renovación, de manera


que la renovación tecnológica es un reto permanente para el sector. Las nuevas tecnologías
se consolidan (el ordenador se ha implantado de forma absoluta en el mundo de las artes
gráficas) y exigen la readaptación de las empresas a las mismas. Esas renovaciones han
afectado especialmente al proceso de preimpresión (cada vez más abierta y digital), aunque
también trasciende a las fases posteriores del proceso productivo. En la actualidad cabe
destacar la tendencia a eliminar el fotolito, la introducción en la era digital (introducción de
sistemas de impresión digital que generan la impresión bajo demanda, y la modernización
de los sistemas tradicionales de impresión).

En ese contexto, el esfuerzo inversor de las empresas juega un papel clave en el desarrollo
de su actividad, en un marco en el que los avances tecnológicos exigen la readaptación de
los procesos productivos y en el que cobra especial relevancia el viejo dicho de "renovarse
o morir". Asimismo, como consecuencia del empleo de maquinaria y técnicas nuevas, surge
una fuerte necesidad de formación y reciclaje del personal (tanto operarios como directivos)
para hacer frente a las exigencias derivadas de la correcta utilización de un equipamiento
industrial de avanzada tecnología.
Política industrial sectorial

La relevancia de la industria de artes gráficas en la actividad económica de la CAPV


también se aprecia por la atención recibida desde la Administración Vasca en su Política
Industrial. En ese sentido, cabe resaltar que el sector de artes gráficas fue objeto de atención
en el Plan de Relanzamiento Excepcional (PRE), aplicado en la segunda mitad de los
ochenta, aunque también hay que señalar que las acciones se concentraron únicamente en
un reducido numero de empresas del subsector de impresión en offset (concretamente se
acogieron al programas un total de 20 empresas).

4. EL SECTOR EN LA COMUNIDAD DE MADRID

Perfil de la PYME media madrileña de Artes Gráficas

El sector de Artes Gráficas


ENCUADERNACIÓN Y ACABADO

Las tres actividades principales que suelen distinguirse incluyen la Preimpresión (también
llamada fotomecánica), la Impresión, que incluye diferentes procedimientos como la
tipografía, el offset o la serigrafía, y la Encuadernación y Acabado. Estas tres actividades
pueden analizarse como diferentes fases que generan valor dentro del proceso productivo
completo correspondiente a los productos gráficos. Las nuevas tecnologías, incluyendo los
nuevos medios de soporte y transmisión de los servicios gráficos han tenido un importante
impacto en las actividades de Preimpresión e Impresión.

En el año 2001, en la Comunidad de Madrid se encontraban el 23,67% de las empresas del


sector de Artes Gráficas (25,49% en Cataluña, 10,05% en la Comunidad Valenciana, y
9,83%% en Andalucía). La distribución del empleo es similar a la del número de empresas,
de manera que Cataluña (más del 30%), Madrid (algo más del 25%), la Comunidad
Valenciana y Andalucía concentran la mayor parte del mismo.

A lo largo de los últimos años se ha ido incrementando tanto el número de empresas como
el número de empleados por el sector, hasta superar la cifra de 12.000 empresas y 126.500
empleados. Adicionalmente, la inversión en maquinaria se ha ido incrementando
paulatinamente, con una reducción significativa en el año 2000. En general, se considera
que el sector realiza una actividad innovadora muy fuerte dentro de lo que se denomina
parte inferior de la pirámide de innovación, es decir, la compra de equipos avanzados para
la mejora de la productividad o la calidad1. Sin embargo, son escasos los desarrollos
propios y, en cualquier caso, muy adaptados a las peculiaridades de la empresa que lo
realiza. Así, la importación de maquinaria supone un porcentaje muy elevado de la
inversión en maquinaria (87,6% en el año 2001).

La producción del sector representó en 2001 el 1,22% del PIB español a precios de
mercado, agrupando al 0,65% de las empresas españolas que empleaban al 1,35% de los
trabajadores, con una inversión en bienes de equipo que supuso el 1,47% del total.
Características de la muestra

La muestra de empresas objeto de análisis estadístico se ha obtenido a partir de una


selección de 334 empresas madrileñas pertenecientes al sector de Artes Gráficas. Estas
entidades son las más relevantes del sector tanto en volumen de facturación como en
número de empleados. Asimismo, representan los principales subsectores dentro del
conjunto total de PYMES que constituyen la población objetivo en el año 2000. Se
considera que pertenecen al sector aquellas empresas cuyo CNAE anterior a 1993, a un
nivel de dos dígitos, es 11 (Industrias gráficas). Esta división agrupa a dos sectores según el
CNAE-93 (dos dígitos): el código 21 (Industria del Papel) y el 22 (Edición, Artes Gráficas
y Reproducción de Soportes Grabados).

La población está formada por todas aquellas empresas de pequeño y mediano tamaño del
sector de Artes Gráficas que presentan sus cuentas anuales en el Registro Mercantil de
Madrid. Como se sabe, estas cuentas anuales están formadas por: Cuenta de Resultados o
Cuenta de Pérdidas y Ganancias (abreviada), Balance de Situación (abreviado) y Memoria.
La comparación con otros informes anteriores que se han elaborado para el sector de Artes
Gráficas (años 1993-2000) debe tener en cuenta una doble circunstancia. En primer lugar,
respecto a los informes abreviados anteriores referidos al período 1993-1999 es necesario
precisar que la muestra inicial considerada en 1993 ha disminuido su tamaño como
consecuencia de las bajas y desapariciones. Asimismo, algunas de las empresas han sido
sustituidas por otras de cara a incrementar la representatividad de la muestra que sirve de
base para los análisis estadísticos. En segundo lugar, la muestra en los años 1999 a 2001
está constituida por las principales empresas del sector en la Comunidad de Madrid, de
manera que su número es mucho más elevado.

La información obtenida a partir de las cuentas anuales se resume y estructura mediante el


cálculo de una serie de 27 indicadores o ratios financieros, cuya composición y significado
se indica posteriormente en el presente informe. Estos indicadores se han estimado a partir
de las cuentas anuales presentadas en el año 2001.

Las empresas del sector pueden distribuirse entre 14 subsectores de actividad:


(1) Tipografía
(2) Offset
(3) Huecograbado
(4) Encuadernación
(5) Fotocomposición
(6) Fotograbado
(7) Fotomecánica, Diseño Gráfico e Impresión Digital
(8) Serigrafía
(9) Reprografía
(10) Industrias Auxiliares
(11) Timbrado y Flexografía
(12) Manipulados Papel
(13) Manipulados Cartón
(14) Editoriales. No forman parte de este análisis

las empresas pertenecientes a los subsectores 9, 10, 12, 13 y 14. La composición de la


muestra en la Comunidad de Madrid según los subsectores considerados en el año 2001 se
muestra en el Cuadro I.2. Algunas de las empresas que presentaron sus cuentas en este año
tenían pérdidas acumuladas importantes, hasta el punto de superar el importe de los fondos
propios. Esto se traduce en una rentabilidad sobre ventas negativa, mientras que la
rentabilidad sobre fondos propios es positiva. Las empresas en las que se produce esta
circunstancia han sido eliminadas de la muestra para la mayor parte de los análisis
estadísticos debido a la distorsión que podrían provocar en las estimaciones.

Estas empresas son consideradas en la totalidad de los análisis.

Como puede comprobarse, el grueso de la muestra se concentra en los subsectores de


Offset, Tipografía, Encuadernación, Fotomecánica, y Fotocomposición. El primero de ellos
representa más de la mitad de la totalidad de las empresas del sector (53%). La muestra
elegida se compone, por tanto, de un conjunto heterogéneo de empresas, que constituye una
representación de las diferentes actividades económicas desarrolladas por las pequeñas y
medianas empresas en la Comunidad de Madrid dentro del sector de Artes Gráficas.
Distribución de la rentabilidad en el año 2001

Grupos de empresas en el sector de Artes Gráficas de la Comunidad de Madrid

El objeto principal del análisis que realizamos a continuación consiste en localizar grupos
homogéneos de empresas con problemas parecidos en la gestión. Este análisis se completa
con un seguimiento de las dos principales empresas a lo largo del tiempo dentro del sector,
y con el estudio de la evolución de los grupos en el período 2000-2001. Una vez analizadas
las correlaciones entre los principales indicadores, los ratios seleccionados para el análisis
son: ROA, ROE, MB, y RBV, dentro de la dimensión de rentabilidad; RC, LI y RCA ratios
de liquidez; AP y RECP, estructura de la financiación3; PMMD, PMMA, RI y RA, dentro
de los ratios de eficiencia; GFV, GPV y DV, como indicadores de la estructura de costes y;
LACT (activo total)4 como indicador del tamaño.

En el año 2001 se identifican 9 grupos constituidos por más de tres entidades. Las empresas
que aparecen aisladas presentan valores atípicos o responden a modalidades de negocio
diferenciadas. Las características principales de los grupos son las siguientes:

a) Grupo 5 (15 empresas). Empresas con elevada liquidez y endeudamiento a corto


plazo.
El principal rasgo distintivo de las empresas de esta agrupación está relacionado con el
endeudamiento a corto plazo. La empresa media del grupo tiene una deuda a corto plazo
que supone el 94,9% de la deuda total. La preferencia por este tipo de financiación está
acompañada de una elevada posición de liquidez, particularmente relevante en lo que se
refiere a la tesorería. La liquidez inmediata supone más del 33% del total del pasivo
circulante.

Más del 80% del activo es circulante. Esto es un indicador del predominio de la actividad
comercial en estas empresas, con un peso reducido del capital fijo. Aunque el
endeudamiento es a corto plazo como consecuencia de este tipo de actividad, el nivel de
capitalización de la empresa media de la muestra es muy reducido. El apalancamiento
financiero medio revela que el endeudamiento triplica a los fondos propios.

La rentabilidad de estas empresas está por debajo de la media general en todos los
indicadores. La rentabilidad económica es inferior al 4,5%, el margen bruto es del 2,2% y
el margen neto sobre ventas es ligeramente superior al 0,4%. El diferencial importante entre
estos dos últimos indicadores revela el importante peso (negativo) de los resultados atípicos
en la empresa media de la agrupación. La rentabilidad financiera (ROE = 18,3%) también
es muy reducida y está más de 20 puntos por debajo de la media general.

Los períodos de cobro y pago son característicos de las empresas comerciales. El período
de cobro a clientes es algo superior a los dos meses, mientras que el período de pago a los
acreedores comerciales supera los cinco meses. Esta diferencia importante permite a las
empresas de esta agrupación disponer de una financiación barata de la actividad de
explotación, y explica el elevado porcentaje de endeudamiento a corto plazo.

Tanto la rotación de inventarios como la rotación de activos son muy elevadas,


características de la actividad comercial. Por ejemplo, en la empresa media la cifra de
negocio triplica al activo total. La modalidad de negocio y el bajo endeudamiento bancario
determinan que el peso de los gastos financieros y la depreciación sea muy reducido en
relación con las ventas totales.

Tienden a pertenecer a esta agrupación empresas de reducida dimensión.

b) Grupo 6 (18 empresas). Empresas con fondo de maniobra negativo.


El principal rasgo distintivo de las empresas de esta agrupación guarda relación con la
dimensión de liquidez. La empresa media de esta agrupación tiene un fondo de maniobra
negativo ya que el activo circulante es inferior al pasivo circulante. Esto implica un
potencial problema de insolvencia si la empresa no ajusta adecuadamente los cobros y los
pagos. La liquidez inmediata de la empresa media de la agrupación equivale al 6,9% del
pasivo circulante. La rentabilidad de estas empresas se sitúa en los valores medios del
sector, en lo que respecta a la rentabilidad económica (ROA = 4,8%). La rentabilidad
financiera es muy elevada debido a que los fondos propios son muy reducidos en relación
con el tamaño de las empresas. Existe un diferencial importante entre el margen bruto y la
rentabilidad en a, como consecuencia del peso de los gastos financieros (MB = 5,2%; RBV
= 2,3%). El apalancamiento financiero del grupo es muy alto, hasta el punto de que los
fondos propios suponen un porcentaje muy reducido del pasivo. Casi el 50% del
endeudamiento es a largo plazo. Esta situación implica un coste importante para las
empresas. Posiblemente han recurrido a esta financiación para la adquisición de la
tecnología necesaria para el proceso de producción. La intensidad en la utilización del
capital fijo determina que el inmovilizado representa más del 76% del total del activo, el
porcentaje más elevado del total del sector de Artes Gráficas.

Tanto la rotación de inventarios como la rotación de activos son muy reducidas. Hasta tal
punto es así que la empresa media de esta agrupación alcanza una cifra de negocio que solo
representa el 70,2% del activo total. El peso de los gastos financieros (GFV = 5,8%) como
consecuencia del endeudamiento es muy elevado y lo mismo ocurre con la depreciación
sobre ventas (DV = 18,5%), como consecuencia de la adquisición de maquinaria con un
plazo de amortización muy corto.

c) Grupo 8 (23 empresas). Empresas con pérdidas e intensivas en mano de obra.


Forman parte del grupo 8 las empresas más deficitarias de la muestra de Artes Graficas.
Así, la rentabilidad económica media es de –6,6% y las pérdidas netas representan el 6,8%
de la cifra de negocio. En estas condiciones, es posible que varias de las entidades de este
grupo desaparezcan si no pueden revertir la crisis empresarial.

Pese a los problemas de rentabilidad, los ratios indicativos de la dimensión de liquidez no


presentan valores preocupantes. Por ejemplo, la tesorería supone el 21,4% del pasivo
circulante y no refleja problemas potenciales de insolvencia a corto plazo. Sin embargo, el
apalancamiento financiero de estas empresas es muy elevado (AP = 6,87) como
consecuencia de la acumulación de pérdidas dentro de los fondos propios. Más del 84% del
endeudamiento es a corto plazo, y el activo circulante supone el 61,7% del activo total.
Estos indicadores son característicos de empresas con predominio de la actividad
comercial.

La estructura de costes de estas empresas está caracterizada por un peso relevante de los
gastos de personal sobre ventas. Es posible que la renovación de las instalaciones y
maquinaria en algunas de las empresas del grupo no haya generado una cifra de negocio
suficiente, hasta el punto de que puede asfixiar su desarrollo futuro. El coste de los
materiales y consumos es demasiado elevado como para permitir la obtención de
rendimientos positivos. Por otro lado, la cifra de negocio en relación al tamaño del activo es
relativamente reducida (RA = 1,15), por debajo de la media general del sector. También
existe un potencial importante de mejora en la gestión de los inventarios.

d) Grupo 10 (38 empresas). Empresas con bajas rotaciones.


El principal rasgo distintivo de esta agrupación es la ineficiencia en la gestión de los
inventarios y los activos, frente a la empresa media del sector de Artes Gráficas. Así, la
cifra de negocio es prácticamente igual al activo en la empresa promedio de la agrupación y
la rotación de inventarios es la más baja de todos los grupos que se comentan. Como
consecuencia de ello, la rentabilidad de explotación es muy reducida. La rentabilidad
económica (ROA) solo representa el 3,4%, mientras que el margen neto sobre ventas queda
reducido al 1,2%. Por tanto, esta agrupación obtiene una rentabilidad que es inferior a la
media general del sector y de otros sectores más atractivos de la Comunidad de Madrid.

Como consecuencia de la gestión inadecuada del circulante, la tesorería sólo supone el


6,5% del pasivo circulante. Esta cantidad es una de las más reducidas y puede ser
representativa de problemas de solvencia a corto plazo en algunas de las empresas de la
agrupación.

Estas entidades están relativamente endeudadas (en la empresa media la deuda externa
supone el 312% de los fondos propios), aunque fundamentalmente a corto plazo (RECP =
88,3%). Por ello, los gastos financieros no tienen un peso particularmente relevante en la
cuenta de resultados, y se sitúan en valores medios. El bajo peso de los gastos de personal
pone de manifiesto la importancia de la intensidad tecnológica en estas empresas. Así, la
depreciación supone el 6,7% de la cifra de negocio.

La mejora en la gestión de los inventarios y los activos es una cuestión fundamental


para mejorar la posición de estas empresas.

e) Grupo 11 (42 empresas). Empresas grandes.


Tienden a pertenecer a esta agrupación las empresas del sector de Artes Gráficas de mayor
dimensión en cuanto al tamaño de sus activos. Estas empresas obtienen una rentabilidad
económica relativamente elevada (ROA = 7,3 %). El margen bruto sobre ventas en la
empresa tipo de la agrupación también se sitúa por encima de la media del sector (MB =
9,3%). Una vez descontados los gastos financieros y otros costes ajenos a la explotación, el
margen neto sobre ventas se sitúa en el 5,2%. Esta rentabilidad, aunque no es
excesivamente elevada, está por encima de la media general del sector.

La liquidez de estas empresas es relativamente baja. La tesorería supone el 13,2% del


pasivo circulante, pero no parece representar un problema potencial de insolvencia a corto
plazo. Por ejemplo, la empresa media no tiene problemas aparentes para devolver la deuda
con los proveedores y acreedores a corto plazo (los plazos de pago son relativamente bajos
en comparación con otros grupos). El apalancamiento financiero, aun siendo relativamente
bajo en comparación con otros grupos, alcanza un valor relevante. El 72% del
endeudamiento es a corto plazo. No obstante, los gastos financieros no representan un
problema para la empresa media de esta agrupación.

La rotación de inventarios es relativamente baja en comparación con otros grupos, mientras


que la rotación de activos ofrece un amplio margen para la mejora. Todos los costes
analizados tienen un peso relativamente bajo en relación con las ventas, en especial los
gastos financieros y los gastos de personal. Destaca el peso de la depreciación sobre ventas
como consecuencia de la intensidad en el empleo del inmovilizado. Casi el 50% del activo
es fijo.

f) Grupo 12 (15 empresas). Empresas muy rentables.


El principal rasgo que caracteriza a esta agrupación es la rentabilidad. La rentabilidad
económica es superior al 17,8% y el margen neto sobre ventas alcanza 10,3%. Estos valores
son los más elevados del sector y de la PYME madrileña.

La elevada rentabilidad se relaciona con la liquidez de la empresa media. El activo


circulante casi duplica al pasivo circulante y la tesorería supone el 38,6% del pasivo
circulante. Este valor tan elevado es la consecuencia de la realización de ventas al final del
ejercicio. El apalancamiento financiero es relativamente reducido. Casi el 87% del
endeudamiento de la empresa media de la agrupación es a corto plazo. Esto se traduce en
unas cargas financieras muy reducidas.

La rotación de inventarios es relativamente baja, de manera que hay empresas en el sector


con valores mucho más altos. Lo mismo ocurre con la rotación de activos (RA = 1,58). En
estas circunstancias el peso de los gastos financieros, los gastos de 49 personal y la
depreciación en relación con las ventas son muy reducidos. El tamaño del activo no es un
factor determinante en la explicación de la rentabilidad, sino el tipo de negocio desarrollado
y los elevados márgenes de explotación. Las empresas de esta agrupación tienden a tener
una baja dimensión y a decantarse por una actividad comercial (el activo circulante supone
más del 81% del activo total).
g) Grupo 13 (14 empresas). Empresas con mucha liquidez y operaciones atípicas.
La dimensión que permite caracterizar a esta agrupación es la de liquidez. El activo
circulante de estas empresas triplica al pasivo circulante y la tesorería supone el 55,9% del
pasivo circulante. Por tanto, una parte importante del activo circulante está financiada con
pasivo fijo, posiblemente con fondos propios y deuda bancaria a largo plazo. Esto supone
renunciar a un potencial crecimiento de la rentabilidad financiera.

En cualquier caso, la liquidez inmediata es excesiva y requiere políticas de inversión en


activos financieros o productivos para mejorar la rentabilidad.

La rentabilidad de la empresa media es relativamente elevada. La rentabilidad económica


(ROA = 6,5%) supera en punto y medio a la media general del sector. Sin embargo, la
rentabilidad financiera (ROE = 13,7%) está muy por debajo de la media global como
consecuencia de la elevada capitalización de un porcentaje significativo de las empresas de
esta agrupación. Es llamativa la diferencia entre el margen bruto (MB = 7,8%) y el margen
neto sobre ventas (RBV = 3,6%) como consecuencia de resultados negativos ajenos a la
explotación. La desinversión en condiciones no excesivamente ventajosas ha podido
determinar el exceso de liquidez a final del ejercicio y las pérdidas anormales.

Solo el 53,7% de la deuda es a corto plazo, lo que implica que el uso del crédito de
proveedores es relativamente limitado en las empresas de esta agrupación. El diferencial
entre los cobros y los pagos es particularmente reducido en este grupo y ratifica la
conclusión anterior. Sin embargo, la rotación de inventarios es anormalmente alta (la más
alta del sector) como consecuencia de la liquidación de las existencias al final del ejercicio.
La rotación de activos, por contra, es relativamente baja y refleja que las ventas son
reducidas en relación con el tamaño de estas empresas. En la cuenta de resultados destaca el
peso de la depreciación sobre ventas, como consecuencia de la intensidad en capital fijo. El
resto de componentes de la estructura de costes se sitúan en valores próximos a la media
general.

h) Grupo 14 (52 empresas). Empresas con alta rotación de activos.


Esta agrupación, la más numerosa del sector, define las características de la empresa media
de Artes Gráficas. La rentabilidad es relativamente reducida en el año 2001. Así, la
rentabilidad económica no alcanza el 5% y el margen neto sobre ventas (RBV) no supera el
1,4%. La diferencia importante entre la rentabilidad económica y los márgenes viene
determinada por la elevada cifra de ventas en relación con el tamaño del activo. Así la
rotación de activo (RA = 1,69) está por encima de la media general del sector. No obstante,
la rotación de inventarios es relativamente reducida (RI = 62,1) y ofrece un amplio margen
de mejora.

El apalancamiento financiero de la empresa media de esta agrupación es muy elevado. Así,


el endeudamiento multiplica por siete a los fondos propios, pese a que un porcentaje muy
elevado de la deuda es a corto plazo (RECP = 82,7%). La baja capitalización se traduce en
una rentabilidad financiera relativamente elevada (ROE = 29,6%) y en una liquidez por
debajo de la media general. La tesorería supone el 11,2% del pasivo circulante, aunque el
tamaño del fondo de maniobra parece apropiado para evitar problemas de solvencia a corto
plazo.

El diferencial de 7 meses entre el período de pago y de cobro permite a las empresas de esta
agrupación disponer de una financiación barata para el activo circulante y parte del fijo.
Así, los gastos financieros solo suponen el 1,5% de las ventas. Los gastos de personal se
sitúan en torno a la media y los costes por amortización sólo suponen el 4,6%. Una baja
intensidad en la utilización del inmovilizado (RCA = 63%) para genera una cifra de
negocio relativamente elevada explica que este último indicador esté por debajo de la
media general.

i) Grupo 15 (36 empresas). Empresas con baja liquidez


Estas entidades vienen caracterizadas por una cifra de tesorería muy reducida. El fondo de
maniobra de la empresa media es ligeramente negativo, y la liquidez inmediata solo supone
el 2,1% del pasivo circulante. Esto puede provocar cuadros de insolvencia en empresas del
grupo que no puedan ajustar adecuadamente los cobros y los pagos.

El activo circulante solo representa el 34,3% del activo total. Esta cuantía es una de las más
bajas de todo el sector, y muestra una elevada intensidad en el empleo del inmovilizado.
Posiblemente una parte importante del mismo ha sido renovado recientemente mediante el
recurso a la financiación ajena. Esto ha provocado las tensiones de liquidez que hemos
mencionado.

La rentabilidad media de esta agrupación es relativamente baja, pese a que la rentabilidad


económica (ROA = 4,9%) está en torno a la media general. No obstante, el margen neto
sobre ventas alcanza sólo el 0,2%, con un diferencial muy elevado respecto al margen bruto
(MB = 4,6%). La rentabilidad neta está por debajo de la que puede obtenerse invirtiendo en
activos financieros sin riesgo, y refleja el peso importante que tienen los gastos financieros
y las pérdidas atípicas en la cuenta de resultados.

El endeudamiento a corto plazo de las empresas de esta agrupación está muy debajo de la
media general (RECP = 52,6%). Por otra parte, el nivel de endeudamiento es relativamente
alto (AP = 5,42). Los costes financieros asociados a la deuda a largo plazo tienen
repercusiones relevantes en la liquidez. Puesto que los plazos de pago son particularmente
largos, esta situación puede reflejar la dificultad de las empresas para devolver la deuda
contraída con los proveedores.

Aunque la rentabilidad de inventarios es alta, la rotación de activos está por debajo de la


media. La cifra de ventas es prácticamente igual al activo en la empresa media de la
agrupación. La mejor gestión del capital fijo es una necesidad para mejorar la rentabilidad
de muchas empresas del grupo.

La estructura de costes se caracteriza por un peso elevado de los gastos financieros (GFV =
4,5%), de los gastos de personal (GPV = 37,6%), y de los costes de amortización sobre
ventas (DV = 6,5%). Estas empresas, intensivas en el uso del inmovilizado y de la mano de
obra podrían mejorar su rentabilidad por medio de la consecución de un tamaño adecuado.
Como se ha indicado, la rotación de activos debería mejorarse para mover las empresas de
esta agrupación hacia otros grupos dentro del sector caracterizados por una mayor
rentabilidad.

Nueve ratios introducidos en las funciones de clasificación derivadas del análisis


discriminante permiten clasificar correctamente al 96,0% de las empresas pertenecientes a
los nueve grupos que se han analizado. Estos indicadores pertenecen a las dimensiones de
rentabilidad (ROA, MB), endeudamiento (RECP), liquidez (RC y LI), eficiencia (PMMD y
RA), estructura de costes (GFV, GPV y DV) y tamaño (LACT). En el Cuadro I.12 se
recogen las funciones de clasificación, la matriz de clasificaciones correctas y un resumen
del proceso de construcción de las funciones de clasificación.

Conclusiones

Las alteraciones drásticas en las condiciones competitivas y las bases de la rentabilidad en


el sector de las artes gráficas posiblemente sea el elemento que permite caracterizar la
evolución de la situación económico-financiera de estas empresas en el año 2001 respecto a
los anteriores.

En el año 2000, los principales factores determinantes de la rentabilidad eran el nivel de


endeudamiento y la intensidad tecnológica de las empresas. En el año 2001, a estos factores
se suman otros adicionales como la rotación de inventarios, que ya era uno de los
principales factores que permitía diferenciar a las empresas del sector en el año 1999 y que
podía explicar en una parte importante la rentabilidad de las mismas. Los análisis realizados
permiten concretar la existencia de diferencias relevantes en todas las dimensiones
económico-financieras consideradas dentro de las empresas de la muestra. En primer lugar,
es preocupante la disminución relativa de la rentabilidad que se ha producido en el último
año respecto al anterior ya que continúa una tendencia iniciada en el año 1999. Esta
disminución paulatina de la rentabilidad es la consecuencia del declive de varias empresas
dentro del sector y de algunas modalidades de negocio. Las agrupaciones identificadas en el
sector permite concluir que existen diferencias relevantes de rentabilidad entre las empresa,
y que el tipo de actividad y la intensidad tecnológica son factores relevantes para explicarla.
El apalancamiento financiero es elevado en muchas empresas del sector, aun en las que
obtienen una rentabilidad elevada. Hay que diferenciar entre dos efectos diferentes del
endeudamiento dentro del sector. Por un lado, es una característica de las empresas que
presentan problemas de rentabilidad y que han tenido que recurrir al mismo para obtener
los fondos necesarios para continuar con la inversión en el proceso productivo. Por otro
lado, el endeudamiento es un recurso empleado por muchas empresas para renovar sus
equipos productivos, que tienen una vida útil relativamente reducida. De hecho, hay
empresas que soportan unos costes de amortización muy elevados pero que, pese a ello,
obtienen una elevada rentabilidad.

La liquidez es otra de las dimensiones que permite diferenciar entre las distintas
agrupaciones. Así, la distribución de los indicadores de esta dimensión es muy heterogénea:
hay empresas con fondo de maniobra negativo, y otras con un capital circulante excesivo.

En ambos casos, la situación de rentabilidad puede ser muy diferente. En cualquier caso,
existe un problema potencial de insolvencia en muchos casos, mientras que en otros, se está
soportando un coste de oportunidad relevante por el hecho de mantener una tesorería
excesiva.

La eficiencia y, en particular, las rotaciones son otro elemento distintivo. De hecho, la


rotación de inventarios en el año 2001 es un factor explicativo de la rentabilidad
empresarial. Pese a que muchas empresas del sector han mejorado la gestión de los stocks
en los últimos años, hasta situar el indicador entre los más altos de la PYME madrileña,
todavía existe un margen de mejora considerable en otras muchas entidades. La gestión de
los cobros y pagos es otra variable clave a considerar para poder incrementar la rentabilidad
del sector.
El dinamismo del sector determina que existan oportunidades de negocio para aquellas
empresas que saben explotar sus principales ventajas, en lo referente a la reputación y a la
gestión de las nuevas tecnologías. Dadas las dificultades de liquidez por las que atraviesan
periódicamente muchas de las empresas del sector, se hace complicado afrontar las
inversiones en tecnología que son necesarias para afrontar los cambios que están ocurriendo
en el mismo. De ahí la necesidad de fomentar los acuerdos o alianzas entre empresas
pertenecientes a diferentes subsectores, o bien la necesidad de fomentar la colaboración en
la adquisición de los materiales y equipos y en la distribución. Por otro lado, la estructura
de costes es un factor a controlar por parte de las empresas del sector, que han de competir
en un mercado cada vez más globalizado y con una escala mayor. Por tanto es necesario
hacer incidencia en la necesidad de implantar sistemas de gestión de costes que mejoren la
eficiencia productiva.

Por último, sería apropiado desarrollar un plan financiero de saneamiento más ajustado para
las empresas del sector en las que el endeudamiento supone un lastre excesivo y está
directamente relacionado con la situación de paulatino declive.

5. ANEXOS

5.1. Relevancia y peculiaridades específicas del sector

La actividad de la impresión ostenta una larga tradición que se remonta hasta hace más de
cinco siglos,aspecto que refleja la importancia histórica y cultural de la industria de artes
gráficas en las economías desarrolladas.

En cuanto a las relaciones intersectoriales (que nos dan una visión de la relevancia del
sector más allá de su aportación directa a la actividad), los principales proveedores de la
industria de artes gráficas son el propio sector (relaciones de subcontratación), la industria
papelera (dado que la producción del sector se realiza en papel), el sector de tintas para
impresión, y los fabricantes de los equipos productivos utilizados en el proceso de
impresión. En relación a los sectores clientes, en principio los productos gráficos van
destinados a todo tipo de mercados (el sector es sobre todo un proveedor de productos que
divulgan información y conocimientos, y atienden actividades de ocio).
Continuando con los mercados de destino, el sector de artes gráficas se caracteriza por su
baja propensión exportadora, sensiblemente inferior a la media industrial. Nos encontramos
por tanto ante una actividad "local", enfocada principalmente al abastecimiento del
mercado interior (exceptuando en algunos casos las grandes empresas editoriales),
existiendo una relación directa entre la demanda y la producción (las imprentas raramente
suelen fabricar material para tener en existencias, y suministran fundamentalmente bajo
pedido).

Por otra parte, el sector de artes gráficas es un sector maduro, de crecimiento moderado y
firme, que disfruta de una menor sensibilidad a los cambios económicos en comparación
con otros medios de comunicación.

Los principales factores económicos que influyen sobre la demanda gráfica son: la renta
disponible, el crecimiento de la actividad en el mundo de los negocios y del número de
empresas que las realizan, y la evolución de la demanda publicitaria, factor este último
fundamental en los últimos años.

Se trata de una industria moderna y de alta tecnología que, adoptando los procesos de
fabricación más avanzados y efectuando grandes inversiones en nueva maquinaria durante
los últimos años, se ha situado a la vanguardia del progreso técnico. El tratamiento de
imágenes en la imprenta moderna se realiza actualmente por ordenador o con equipos
asistidos por ordenador, tecnología que requiere una adaptación de la cualificación del
personal.

Por tanto, el sector está sometido a una continua reestructuración al hilo del desarrollo de
las tecnologías de la información, y las telecomunicaciones amenazan el futuro de la
producción basada en papel, aunque los cambios implícitos en ese proceso requieren un
largo período de maduración. Así, en el medio plazo, la expansión económica y el
incremento de la demanda de información en todas sus facetas permitirán un aumento
sostenido de la producción del sector.
En ese contexto, la industria de artes gráficas se enfrenta más que nunca al desafío que
suponen las tendencias que afectan al conjunto del mercado de la comunicación, y
consecuentemente tiene que ser capaz de responder al incremento de la competencia, los
cambios de los mercados, y el rápido desarrollo de las tecnologías.

5.2. Diagnóstico de la posición competitiva. Análisis DAFO

En el desarrollo de la actividad del sector de artes gráficas destacan una serie de aspectos
sobre los que gravita la competitividad de sus empresas: la innovación tecnológica, las
inversiones, la cultura empresarial, la formación del personal, y la rivalidad existente.

En ese contexto, los principales puntos fuertes del sector de las artes gráficas son los
siguientes:

• Esfuerzo inversor y calidad del producto.


• Capacidad productiva.
• Cultura gráfica consolidada.
• Proximidad a los mercados comunitarios.
• Capacidad de decisión propia.
• Flexibilidad y capacidad de adecuación.

Por lo que se refiere a los principales puntos débiles del sector, cabe reseñar:

• Dependencia de equipos productivos del exterior.


• Carencias tecnológicas.
• Atomización empresarial.
• Carencias formativas.
• Escasa cultura empresarial.
• Deficiencias en la función comercial.
Respecto a las principales amenazas existentes de cara al futuro desarrollo del sector,
cabe apuntar:

• Presión de los avances tecnológicos.


• Cambios en el mercado.
• Fragilidad financiera de las PYMES.
• Entrada de nuevos competidores.

Finalmente, entre las oportunidades que se presentan, destacan:

• Desarrollo de actividades de I+D.


• Potenciación de la formación.
• Especialización y servicio al cliente.
• Fomento del asociacionismo.
• Alianzas estratégicas entre empresas.

5.3. Posición competitiva y perspectivas del sector


“Variables estratégicas para la competitividad del sector”

En el desarrollo de la actividad del sector de artes gráficas se pueden destacar una serie de
aspectos sobre los que gravita la competitividad de las empresas dedicadas a esta actividad.
Concretamente, cabe resaltar los siguientes:

• Innovación tecnológica
• Inversiones
• Cultura empresarial
• Formación
• Rivalidad
• La innovación tecnológica

El sector de artes gráficas es una industria tradicional en constante renovación, de manera


que en la historia reciente la renovación tecnológica es un reto permanente para el sector.
Las nuevas tecnologías se consolidan y exigen la readaptación de las empresas a las
mismas.

En ese contexto, el sector sufrió una gran revolución (con la consiguiente reestructuración
de la actividad) a mediados de los años ochenta al hilo de la introducción de la nuevas
tecnologías informáticas (el ordenador se ha implantado de forma absoluta en el mundo de
las artes gráficas, revolucionando todo el trabajo que tradicionalmente se desarrollaba) y la
consiguiente modernización del proceso productivo (permitiendo producir más rápido, con
mayor calidad, y con menos mano de obra).
Esa renovación afectó (y sigue afectando) especialmente al proceso de preimpresión,
aunque lógicamente también trasciende a las fases posteriores del proceso productivo. En
ese contexto, se produjo la práctica desaparición de la especialidad de impresión
tipográfica, siendo sustituida fundamentalmente por el offset (que utiliza como forma
impresora una plancha), aunque también se observa una creciente penetración del
huecograbado (se utiliza un rodillo con celdilla como forma impresora), la flexografía
(fotopolímero), y la serigrafía (pantallas).

De ese modo, con la introducción de la informática la base del proceso productivo sigue, en
líneas generales, los siguientes pasos: scanner, ordenador (con un hardware y software cada
vez más rápido y potente), creación del fotolito, forma impresora, y finalmente, máquina de
imprimir.

La gran reestructuración que sufrió el sector a mediados de los años ochenta tiene ahora su
segunda fase como consecuencia del avance tecnológico. En primer lugar, cabe mencionar
la tendencia a eliminar el fotolito, implantando soluciones para el paso directo desde el
ordenador hasta la forma impresora (se reducen los costes y se incrementa la calidad).

Pero los avance tecnológicos van aun más allá con la aparición de la era digital,
introduciéndose en el sector la "impresión digital" (directamente del ordenador a la
máquina de imprimir). La preparación del original para las artes gráficas puede ser tan
sofisticada que genera una nueva actividad para el impresor, la "impresión bajo demanda",
en la que la obtención de las copias se convierte simplemente en una actividad periférica de
la preimpresión. Se avanza por tanto hacia una preimpresión cada vez más abierta y digital,
en la medida de tratar de disponer de un sistema flexible y adaptable a las necesidades del
cliente y a las distintas formas en que pueden llegar los originales.

La impresión digital (que reduce el número de pasos del proceso productivo) se caracteriza
por una menor cantidad de desperdicios, la posibilidad de incluir información variable, y
por un menor coste unitario en los trajes cortos, lo que permite por tanto realizar tiradas
más cortas que los sistemas de impresión tradicionales (que necesitan de tiradas mayores
para ser económicos), procesos que a su vez también van incorporando las nuevas
tecnologías que abren nuevas posibilidades en diferentes campos: automatización de las
máquinas de impresión, tramado estocástico o de modulación de frecuencia, impresión del
color en alta fidelidad, etc. En ese contexto, es de esperar que la impresión bajo demanda
conviva con los métodos tradicionales para conservar las diversas opciones de los trabajos.

• Inversiones

Al hilo de lo comentado en el punto anterior, el esfuerzo inversor de las empresas juega un


papel clave en el desarrollo de su actividad, en un marco en el que los avances tecnológicos
exigen la readaptación de los procesos productivos y en el que cobra especial relevancia el
viejo dicho de "renovarse o morir".

En ese contexto, es importante destacar la necesidad de una adecuada gestión de las


inversiones, en el sentido de evitar la infrautilización o mala utilización de esa inversión. Se
trata, por un lado, de sacar el máximo rendimiento posible a los equipos instalados (que
permitan su adecuada amortización), y por otro, de renovarse a la vista de las necesidades
que se vislumbren en el mercado.

• Cultura empresarial

El sector de artes gráficas se caracteriza por la atomización de sus establecimientos


productivos, tratándose en muchos casos de empresas familiares. En general el proceso de
generación de esas empresas se ha producido desde abajo, gracias al espíritu emprendedor
de un trabajador que se instaló por cuenta propia. Como consecuencia de ello, en líneas
generales, esos empresarios tienen un buen nivel técnico (conocen muy bien el oficio) pero
suelen presentan carencias a nivel de gestión y visión empresarial de la actividad que se
desarrollan.

La informatización y la digitalización aplicadas a las artes gráficas son hechos irreversibles


y los clientes realizan cada vez más funciones por si mismos y entregan los productos en
una fase cada vez más avanzada del proceso de producción. Todas las operaciones de
preimpresión pasan a considerarse como una extensión del original y a adaptarse al proceso
de impresión en el que simplemente se debe reproducir la imagen inicial un número
determinado de veces.

En ese contexto, la adaptación de la cultura del empresariado a los nuevos tiempos se


plantea como un aspecto clave para la competitividad, en la que la cada vez juega un papel
más importante el nivel gerencial de la actividad (inversiones, organización y ordenación
del proceso productivo, control de costes, visión de mercado…).

• Formación

A la vista de lo comentado en los apartados anteriores, la formación adquiere un valor


estratégico clave en el desarrollo de la actividad de la industria de artes gráficas, tanto
desde el punto de vista de los trabajadores como de los empresarios.

Los avances tecnológicos hacen necesaria una readaptación formativa continua. En ese
contexto, desde fuentes del sector se plantea la necesidad no ya de una formación continua
sino de una "formación de por vida", dedicando un número determinados de horas anuales
a la formación de la plantilla.

El nivel formativo de los trabajadores está directamente relacionado con el adecuado


aprovechamiento de las instalaciones productivas existentes, debiéndose tener también muy
presente este aspecto a la hora de la realización de nuevas inversiones (la incorporación de
nuevos equipos debe ir acompañada de la capacidad de los operarios para su adecuada
utilización). Esa misma reflexión es extrapolable al caso de los empresarios, donde la
formación a nivel gerencial de los mismos también se plantea como un aspecto muy
relevante.
En este contexto cabe destacar la presencia en el País Vasco de tres centros que imparten
formación de artes gráficas. En Bizkaia se ubica la Escuela de Artes Gráficas de Atxuri, en
Alava está el Instituto de Formación Profesional Mendizabala, y en Gipuzkoa se encuentra
la Escuela de Artes Gráficas de Gipuzkoa (que imparte tanto formación ocupacional y
continua como formación reglada, concretamente el Ciclo superior de artes gráficas/Diseño
y producción editorial).

• Rivalidad

La industria de artes gráficas se caracteriza por la existencia de una gran rivalidad entre las
empresas, que viene motivada por una serie de aspectos. En primer lugar, existe un elevado
número de empresas de muy diferente características, tanto en lo que respecta a su
dimensión (el carácter familiar de muchas empresas provoca empleo sumergido y la
posibilidad de trabajar horas extras, etc. que otro tipo de empresas no pueden realizar,
situación que incide directamente en la competitividad de la empresa), como a su forma
jurídica y nivel tecnológico. Aunque la dimensión está en función del tipo de trabajos y
clientes que se quiera suministrar, la versatilidad de las nuevas tecnologías ha provocado
que empresas de muy diferente dimensión compitan en los mismos mercados.

Asimismo, el importante esfuerzo inversor realizado a lo largo de los últimos años ha


provocado un aumento considerable de la capacidad productiva, por encima del registrado
en la demanda, lo que ha conducido a una fuerte competencia en precios.

Por otra parte, las barreras iniciales de entrada al sector no son excesivamente elevadas (se
puede iniciar en él la actividad con una inversión de unos 70 millones de pesetas), mientras
que las barreras de salida son importantes (empresarios que han dedicado toda su vida a
esta actividad, activos especializados en esta actividad, y personal formado específicamente
para la misma), aspectos que intensifican la rivalidad.

6. ASOCIACIONES

FAPAE (Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles)


Ciudad de la Imagen. C/ Luis Buñuel, 2, 2º Izquierda. 28223, Pozuelo de Alarcón, Madrid.
7. FERIAS

Lille (Francia), diciembre 2003 / noviembre 2004


Festival Internacional de Cine y Derechos Humanos, octubre 14 / 24
V Festival de creación Audioivisual Ciudad de Majadahonda, Madrid, octubre 23 / 29
XIV Semana de Cine Experimental de Madrid, Noviembre 12/19, Madrid

8. FUENTES

www.europa.eu
CEIM (Confederación empresarial Independiente de Madrid) - Memoria.
www.cnice.mecd.es
FEDERACIÓN DE CAJAS DE AHORROS VASCO-NAVARRA (FCAVN) “Informe
Sectorial de la CAPV” www.fcavn.es
CÁMARA DE MADRID www.camaramadrid.es

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