Está en la página 1de 1

Greith V.

Sánchez Báez
100625148
Diferencias entre los pensamientos de platón y Aristóteles
Platón señala que la esencia de las cosas se encuentra en un plano de realidad
independiente de los objetos y los cuerpos. Para Aristóteles, en cambio, la esencia de
los cuerpos (vivos o inertes) se encuentra en ellos mismos.
Platón defendía la idea de que hay vida después de la muerte, ya que los cuerpos se
degradan y desaparecen, pero las almas, que forman el verdadero núcleo de la identidad
de las personas, son eternas, al igual que lo son las ideas universalmente verdaderas (las
leyes matemáticas, por ejemplo). Aristóteles, en cambio, tenía una concepción de la
muerte más parecida a la de la tradición basada en los mitos de Homero. Creía que en
los seres humanos hay almas, pero estas desaparecen al degradarse el cuerpo físico, con
lo cual la posibilidad de existir después de la muerte queda descartada.
En la filosofía de Platón, el conocimiento y la ética son elementos que quedan
totalmente ligados entre sí. Para él, se accede al bien y a la perfección moral a través del
acercamiento progresivo a la verdad, de modo que ser ignorante se equipara con el mal
y progresar a través de la sabiduría nos hace más buenos. Aristóteles, en cambio, pone
el foco de la ética en el objetivo de alcanzar la felicidad. En coherencia con esta idea,
para él el bien solo puede ser algo que es ejercido a través de nuestros actos y que no
existe más allá de ellos.
De los regímenes políticos, Platón afirma que el más perfecto es la aristocracia, el
gobierno de los mejores. La tiranía y la democracia se encontrarían entre los más
imperfectos. Aristóteles distingue tres: monarquía, aristocracia y democracia, según el
número de gobernantes –uno, varios o la mayoría–. Y defiende que todos ellos pueden
ser buenos cuando el poder se ejerce de forma justa.

También podría gustarte