Está en la página 1de 5

Roberto E.

García Fernández

El Colegio de México (2010)

Vimalakīrtinirdeśasūtra – Sūtra de la Instrucción dada por Vimalakīrti

Libro VI, [Fragmento en borrador]

7. Entonces una deidad que habitaba en dicha casa, tras escuchar esta exposición del dharma
ofrecida por los bodhisattvas mahāsattvas, se sintió complacida, satisfecha y conducida al gozo,
debido a lo cual se manifestó en un cuerpo material e hizo llover flores celestiales sobre los
mahāsattvas y los grandes discípulos. Las flores esparcidas sobre los cuerpos de los bodhisattvas,
quienes habían recibido tal rocío, cayeron a tierra; pero aquellas esparcidas sobre los grandiosos
śrāvakas permanecieron ahí, sin caer al suelo.

8. Entonces la deidad se dirigió así al venerable Śāriputra: “Reverendo Śāriputra, ¿por qué
tratas de sacudirte estas flores?” Aquel respondió: “Diosa, estás flores no son apropiadas. Por tal
razón intento quitármelas.” La diosa replicó: “No digas eso, honorable. ¿Por qué? Estas flores son
verdaderamente apropiadas. ¿Cuál es la razón de esto? Ciertamente éstas no construyen ideas ni
tienen discernimiento. Sin embargo, el anciano Śāriputra piensa y discierne. Honorable, aquellos
que han adoptado la vida mendicante a causa de un dharma bien enseñado, piensan y disciernen;
ellos mismos son indebidos al construir ideas y al poseer discernimiento. Pero aquellos que no
generan ideas ni tienen discernimiento son apropiados. Mira, venerable Śāriputra: las flores no se
pegaron a los cuerpos de estos mahāsattvas debido a que ellos realmente se han despojado de
todo pensamiento y de todo discernimiento. Así, por ejemplo, los espíritus logran en verdad hacer
presa al hombre temeroso. De la misma manera, los objetos de los sentidos -la forma, el sonido,
el olor, el sabor y lo tangible- logran apresar a aquellos que temen los peligros del saṃsāra. Pero
a quienes han abandonado el temor a todas las perturbaciones del saṃsāra, ¿qué podrían hacerles
los objetos de los sentidos -la forma, el sonido, el olor, el sabor y lo tangible-? Las flores se
adhirieron a los cuerpos de quienes no se han desprendido de las impresiones residuales de sus
acciones pasadas. Por otro lado, las flores no se pegaron al cuerpo de quienes han disipado la

1/5
fragancia remanente de todas sus acciones pasadas.”

9. Luego el honorable Śāriputra le dijo esto a la deidad: “A propósito diosa, ¿cuánto tiempo
has habitado en esta casa?” Ella respondió: “Tanto tiempo como el que el anciano ha estado
liberado.” Aquél dijo: “Tú, diosa, no has permanecido en esta casa por mucho tiempo.” Ella lo
cuestionó: “Por cierto, ¿cuánto tiempo ha estado liberado el noble anciano?” Ante lo cual el
anciano guardó silencio. Ella inquirió: “¿Por qué el anciano, quien es el mejor de los grandes
sabios, se ha quedado mudo? No ha respondido oportunamente a la pregunta.” Él replicó así:
“Diosa, en verdad la liberación no puede ser explicada. ¿Cómo podría expresarla?” Ella dijo: “En
verdad, dentro del discurso del anciano, todas las palabras tienen la marca de la liberación. ¿A
qué se debe esto? Realmente aquella proclividad no se encuentra ni dentro ni fuera ni entre
ambos extremos. Lo mismo ocurre con esas palabras. Es por eso, honorable Śāriputra, que no
debes explicar la liberación con la guía imperfecta de los sonidos del lenguaje. ¿Por qué razón?
Se debe a que la liberación consiste en la igualdad de todos los dharmas.” Śāriputra dijo: “Pero,
¿acaso no es verdad, diosa, que la liberación consiste en el abandono del aferramiento, el odio y
la obcecación?” La diosa respondió: “La idea de que la liberación consiste en el abandono del
aferramiento, del odio y de la obcecación es una enseñanza para los excesivamente soberbios.
Pero para aquellos que están libres del orgullo, la liberación consiste ciertamente en la naturaleza
misma del aferramiento, el odio y la obcecación.”

10. Entonces el venerable Śāriputra dijo a la deidad: “Muy bien, diosa, muy bien. ¿Qué es lo
que has logrado o experimentado para estar dotada de tal elocuencia?” Ella respondió:
“Reverendo Śāriputra, no he logrado ni experimentado nada. Es por eso que estoy dotada de
semejante elocuencia. Quienes dicen ‘nosotros hemos logrado o experimentado’, son llamados
soberbios en la disciplina del Dharma bien pronunciado.”

11. Śāriputra dijo: “Diosa, ¿a qué vehículo perteneces, al de los śrāvakas o al de los
pratyekabuddhas?” Ella le contestó: “Pertenezco al vehículo de los śrāvakas porque muestro el
vehículo de los śrāvakas; al de los pratyekabuddhas porque manifiesto la enseñanza del origen
condicionado; y al mahāyāna porque no abandono la gran compasión.

2/5
12. “Ahora bien, honorable Śāriputra, los que entran en un bosque de árboles campaka no
huelen la fragancia del árbol eraṇḍa, sino que solamente perciben el aroma del campaka; de igual
forma, venerable, quienes habitan en esta casa perfumada con las cualidades de un buddha no
huelen el aroma de los śrāvakas y de los pratyekabuddhas. Noble Śāriputra, aquellos indras,
brahmās, lokapālas, nāgas, yakṣas, gandharvas, asuras, garuḍas, kinnaras y mahoragas
entraron en esta casa y escucharon la enseñanza de este hombre de bien; ahora parten después de
generar el pensamiento del despertar, que surge de la fragancia de las cualidades de un buddha.
Honorable Śāriputra, durante doce años he vivido aquí y jamás he escuchado alguna
conversación relacionada con los śrāvakas o con los pratyekabuddhas, sino solamente
conversaciones relacionadas con la gran compasión y la gran benevolencia, así como con las
cualidades inconcebibles de un buddha.”

13. “Venerable Śāriputra, en esta casa se manifiestan continuamente ocho fenómenos


prodigiosos y extraordinarios. ¿Cuáles son? No se distingue el día de la noche, pues esta casa
siempre está iluminada por un esplendor de color dorado y no por el brillo del sol y la luna, los
cuales no se perciben. Éste es el primer fenómeno prodigioso y extraordinario. Otro, venerable
Śāriputra, es que quienes entran en esta casa, inmediatamente después de entrar dejan de ser
perturbados por todas las turbaciones. Éste es el segundo fenómeno prodigioso y extraordinario.
Otro, honorable Śāriputra, es que esta casa nunca es abandonada por los indras, brahmās y
lokapālas, así como tampoco por los bodhisattvas provenientes de otros campos de buddha. Éste
es el tercer fenómeno prodigioso y extraordinario. Otro, virtuoso Śāriputra, es que en esta casa se
enseña continuamente el Dharma a través de conversaciones relacionadas con las seis
perfecciones y con el estado de no-regreso del bodhisattva. Éste es el cuarto fenómeno prodigioso
y extraordinario. Otro, noble Śāriputra, es que en esta casa hay cantos y música celestial y
humana, y de éstos surge todo el tiempo una multitud de sonidos del Dharma inconmensurable.
Éste es el quinto fenómeno prodigioso y extraordinario. Otro, anciano Śāriputra, es que en esta
casa hay cuatro grandes tesoros inagotables, completamente llenos de todas las joyas, las cuales
fluyen cuando los miserables y pobres acuden a tomarlas sin que nunca se agoten. Éste es el sexto
fenómeno prodigioso y extraordinario. Venerable Śāriputra, otro es que con un simple
pensamiento de este hombre de bien acuden a esta casa el Tathāgata Śākyamuni junto con
Amitābha, Akṣobhya, Ratnaśrī, Ratnārci, Ratnacandra, Ratnavyūha, Duḥprasaha,

3/5
Sarvārthasiddha, Prabhūtaratna, Siṃhāsanādī y el Tathāgata Siṃhaghoṣa, acompañados por una
multitud innumerable de tathāgatas provenientes de las diez direcciones, quienes al llegar
instruyen en la forma de penetrar en el Dharma, a través de una enseñanza cuyo nombre es El
secreto de los Tathāgatas. Tras haberla expuesto se retiran. Éste es el séptimo fenómeno
prodigioso y extraordinario. Otro más, honorable Śāriputra, es que en esta casa se manifiestan
todas las moradas de los devas y las cualidades de todos los campos de buddha. Éste es el octavo
fenómeno prodigioso y extraordinario. Anciano Śāriputra, estos ocho fenómenos prodigiosos y
extraordinarios se manifiestan continuamente en esta casa. ¿Por qué? ¿Cómo es que viendo estos
fenómenos inconcebibles alguien podría anhelar el Dharma de los śrāvakas?”

14. Śāriputra preguntó: “¿Por qué no te despojas, diosa, de tu naturaleza femenina?” Ella
respondió: “Durante doce años enteros he estado en la búsqueda de mi naturaleza femenina y no
la he encontrado. Además, noble Śāriputra, ¿a una mujer creada mágicamente por un ilusionista
la cuestionarías de este modo?: ‘¿Por qué no te despojas de tu naturaleza femenina?’ ¿Qué
respondería ella?” Śāriputra contestó: “Ningún ser de este tipo es real.” La diosa dijo: “Pues de la
misma forma, reverendo Śāriputra, todos los dharmas son tan irreales como una ilusión mágica.
Siendo esto así, ¿por qué razón me cuestionas de esta forma?: ‘¿Por qué no te despojas de tu
naturaleza femenina?’”

15. Entonces la deidad hizo un acto de magia por el cual el anciano Śāriputra cambió su forma
por la de ella, y la diosa cambió la suya por la del anciano. Entonces la deidad, transformada en
Śāriputra, le preguntó a éste, que estaba transformado en la diosa: “Reverendo Śāriputra, ¿por qué
no te despojas de tu naturaleza femenina?” Śāriputra, transformado en la diosa, respondió: “No sé
cómo removerla. Mi forma masculina se transformó en femenina.” La diosa le dijo: “Si el
anciano fuera capaz de remover su naturaleza femenina, entonces todas las mujeres también se
despojarían de ella. Así como el anciano, sin ser mujer, aparece como tal, del mismo modo todas
las mujeres, sin tener realmente forma de mujeres, aparecen con esa apariencia.” En relación con
esto el venerable Śāriputra dijo: “Todos los fenómenos no son masculinos ni femeninos.” Así
pues, la deidad retiró su truco mágico y el honorable Śāriputra recobró de nuevo su propia forma.
La diosa, entonces, le habló así: “Noble Śāriputra, ¿a dónde se ha ido tu cuerpo construido en
forma de mujer?” Él respondió: “Ni fue hecho ni fue transformado.” Ella replicó: “Todos los

4/5
dharmas, en verdad, no están hechos ni son transformados; y el que no exista ni acción ni
transformación es la palabra de Buddha.”

5/5

También podría gustarte