John (Keoni) Campbell Ka'iulani, nace el 25 de febrero de 1993 en Honolulú, Hawai.

Hijo de un
oficial de los Marines de los Estados Unidos, James Campbell y de una enfermera, Leilani
Ka'iulani. Pasa su infancia como hijo de militar en la base de Pearl Harbor, donde está destinado su
padre. Al cumplir los dieciocho, John, influenciado por la carrera militar, exitosa, de su padre,
decide seguir sus pasos e ingresar en el ejército. El mayor Campbell, bien visto entre las altas
esferas del ejército, mueve algunos hilos y consigue que su hijo ingrese en el cuerpo de marines.
John viaja a San Diego, donde recibe las 13 semanas de instrucción, graduándose como 5º de su
promoción. Después, continúa su formación en el campamento Pendleton, San Diego, para
finalmente, ser trasladado a la base de Pearl Harbor, como su padre, ya retirado.
La estancia en la base es tranquila, ya que no hay conflictos armados en los que intervengan. John,
un joven impulsivo y de sangre ardiente, acusa el aburrimiento, y por ello, tiene sus primeros
enfrentamientos con su padre, incapaz de atemperar su caracter.
Durante el verano de 2013, John conoce a Kaamla Alabi, una joven siria, que pasa sus vacaciones
en Hawai. John se enamora perdidamente de ella, e incluso se llega a plantear la posibilidad de
pedirle matrimonio. La noche en la que iba a hacerlo, Kaamla le confiesa una verdad que cambiaría
el destino de John. Kaamla es miembro de las YPG. Entra en los Estados Unidos con un visado de
turista, pero el visado se caduca y debe regresar. Sabe que en su país le espera la guerra, y le pide a
John que viaje con ella.
Tras meditarlo largamente, John decide hablar con su padre. Sabe que hay marines destinados en
Siria, pero pertenecen a la base aérea de McDill, en Tampa, Florida. Las posibilidades de acudir al
frente como parte de las fuerzas de pacificación son reducidas, así que, dice a su padre que quiere
ser destinado a McDill. Extrañado, el Mayor le pregunta sus razones. John en principio se niega,
pero finalmente, acaba confesando todo. Está enamorado de una chica, una chica siria, y quiere ir
con ella. El Mayor se niega, y la discusión acaba a gritos. Sin embargo, los argumentos en contra de
su padre no hacen sino reforzar la decisión de John. A punto de agotar su servicio de tres años, el
joven decide licenciarse. Tras un último intento de convencerle, su padre acaba renegando de su
hijo, y éste, hastiado y necesitado de acción, viaja a modo particular a Siria, donde se reencuentra
con Kaamla.
Durante el tiempo que permanece con la joven, recibe el choque de la realidad. No solo la guerra no
es lo que él se espera, sino que la situación de extrema pobreza de los civiles sirios, el miedo y las
penurias, lo golpean como un mazo. El golpe definitivo llega durante el bombardeo de Alepo por
parte del gobierno sirio y las fuerzas de intervención rusas.
Durante septiembre de 2016, Rusia y el gobierno sirio bombardean Alepo, una de las ciudades con
más intercambio de posiciones durante la guerra, utilizando incluso bombas incendiarias. Sin
distinción de bandos, las bombas causan gran número de heridos y fallecidos. John y Kaamla se
encuentran en Alepo en ese momento, y son parte de las víctimas.

John recupera la consciencia 3 días después de resultar herido en un hospital civil de Damasco. Con
quemaduras de tercer grado en brazos y torso, se debate entre la vida y la muerte. Nadie le dice
nada de cómo ha llegado al hospital ni qué ha sido de Kaamla.
Durante 3 meses, John se recupera de sus quemaduras en el hospital, tiempo durante el que recibe la
visita de un par de altos mandos del ejército estadounidense. Le confirman de que podrá permanecer
en el hospital de Damasco mientras se recupera de sus heridas, pero que después deberá regresar a
los Estados Unidos. No tomarán represalias de ningún tipo, pero no podrá volver a la reserva a su
regreso. Además le confirman que Kaamla se encuentra entre los desaparecidos en los bombardeos
de Alepo.

Finalmente, a mediados de 2017, John regresa a los Estados Unidos, aunque no vuelve a Hawaii. Se
instala en Nueva York, cambiando oficialmente su nombre a Oke Ka'iulani. Durante el último año
ha sobrevivido haciendo pequeños trabajos como seguridad privada y vigilancia armada.