Está en la página 1de 12

UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN MARTÍN

COMISIÓN NACIONAL DE ENERGÍA ATÓMICA


INSTITUTO DE TECNOLOGÍA
‘Prof. Jorge A. Sábato’

Metáforas en el lenguaje científico


Estudio de caso del texto ‘La ciencia y la
tecnología en el desarrollo futuro de
América Latina’

Por: Ing. Alexander Kurtz

Profesor: Dr. Hector Palma

‘Filosofía de las ciencias’

República Argentina
2020
Introducción
‘Nuestro lenguaje está plagado de metáforas’ es una metáfora para ilustrar la abundancia
de las mismas en el lenguaje y darle una connotación especial, por ejemplo, que son
incontrolables como plagas. No sólo están muy presentes en el lenguaje cotidiano,
también lo están en el científico y pude observarlo en el transcurso de mi formación de
maestría en el Instituto Sábato cada vez que hablábamos de ‘dislocaciones’, ‘lentes
magnéticas’, ‘tiempo de vida medio de un isótopo’, ‘rotura por fatiga’, ‘daño por radiación’,
‘defectos en cristales’, ‘vidrios metálicos’, ‘cadena polimérica’, ‘envejecimiento de plantas
industriales’, etcétera. Pero las metáforas no siempre cumplen la misma función, a veces
adornan con el fin de embellecer o convencer, a veces nos permiten hacer nuevas
conexiones entre las cosas y hasta describir cosas que antes no podíamos.

En este trabajo hago una brevísima presentación de algunos de los distintos enfoques
desde los que se estudiaron las metáforas con la intención de utilizar estos enfoques
como herramientas para el análisis de las metáforas presentes en el lenguaje científico,
específicamente en el artículo ‘La ciencia y la tecnología en el desarrollo futuro de
América Latina’, escrito por Jorge Sábato y Natalio Botana.

1
Índice
Introducción .................................................................................................................................................. 1
Definición ...................................................................................................................................................... 3
Funciones de las metáforas .......................................................................................................................... 4
Metáforas en el artículo ‘La ciencia y la tecnología en el desarrollo futuro de América Latina’ .................. 6
Conclusión ................................................................................................................................................... 10
Bibliografía .................................................................................................................................................. 11

2
Definición
La palabra metáfora tiene su origen etimológico en el griego donde significa
‘desplazamiento’ o ‘traslado’. Y Aristóteles fue uno de los primeros en estudiar el término,
definiéndolo como ‘transferencia de un nombre de una cosa a otra’ (Aristóteles, Poética,
siglo IV a. C.).
A lo largo de la historia se dieron dos enfoques para su análisis: el semántico y el
pragmático. El enfoque semántico sostiene que los términos intervinientes adquieren un
significado distinto. La definición metonímica de Aristóteles pertenece a este enfoque,
proponiendo la idea de que la metáfora simboliza algo literal y puede ser traducida a
términos literales. Según M. Black (Modelos y metáforas, 1962) las metáforas en este
enfoque pueden ser sustitutivas, comparativas o interactivas. En el primer caso la
transposición de los términos es literal y puede realizarse una traducción para hallar lo
que en realidad se quería decir, como si se descifrara un código. En el enfoque
comparativo se enfatiza la semejanza de una cosa con la otra sin que haya una
traducción literal. Y el último caso establece que cada vez que se construye una metáfora
se relacionan dos ámbitos que habitualmente no lo están -se ponen en interacción- de
manera que en vez de resaltar una semejanza una metáfora la crea.
El punto de vista pragmático atiende el hecho de que una expresión lingüística puede
ser interpretada literalmente en un contexto y metafóricamente en otro. Según el punto
de vista pragmático debe distinguirse entre el significado lingüístico (determinado por el
sistema de la lengua) y el significado comunicativo (determinado por el contexto en que
los hablantes usan esa lengua) ya que los elementos provenientes del contexto influyen
en la creación e interpretación de las metáforas. De esta interpretación se extrae la
conclusión de que ‘para que una metáfora funcione como tal es necesario un contexto
propicio’ (H. Palma, Metáforas y modelos científicos: el lenguaje de la enseñanza de las
ciencias, 2008). Para comprender una metáfora una persona debe realizar un acto
creativo entre el significado literal de lo dicho y lo que el hablante piensa.
Existe otro aspecto interesante en el análisis de las metáforas: algunos autores sostienen
desde una concepción semántica que las metáforas tienen capacidad de proporcionar
‘un conocimiento profundo verdadero de la realidad’ (P. Ricoeur, La metáfora viva, 1975),
esta postura considera al lenguaje metafórico como distinto al lenguaje ordinario y capaz

3
de producir una percepción especial en la captación de los objetos. Según D. Davidson
(De la verdad y de la interpretación, 1984) el problema no está en la cualidad de
captación de los objetos por las metáforas, sino en considerar esta capacidad/cualidad
como un medio de conocimiento insustituible. Dotar a las metáforas con esta
característica implica aceptar cierta incognoscibilidad de algún aspecto del mundo y va
en contra de las virtudes que las metáforas presentan, y peor aún es utilizado para la
creación y propagación de misticismos. Contra esta postura Davidson propone que en
ciencia las metáforas tienen un significado propio y no derivado (ni de inasibilidad como
sugiere Ricoeur), lo que resalta su función cognoscitiva.

Funciones de las metáforas


A lo largo de la historia han sido usadas comúnmente con fines estéticos para
embellecer lo narrado y hacerlo más atractivo, o fines retóricos para convencer al
interlocutor de algo a través de la emoción.
En la ciencia es común asignar a las metáforas funciones didácticas para hacer más
sencilla su enseñanza y heurísticas de creación de nuevos vínculos entre los objetos y
como posibilitadoras de descubrimiento.
Además de estas funciones normalmente reconocidas, las metáforas también tienen una
función cognoscitiva ‘en numerosas ocasiones el científico describe y explica la realidad
a través de metáforas [...] los estudiantes construyen y articulan su conocimiento a través
de metáforas’ (H. Palma). Esto quiere decir que las metáforas no sólo se usan para hacer
más simple la descripción de un fenómeno complejo, sino que la forma científica de
conocer el fenómeno es a través de una metáfora, sin que sea ésta una mera
representación. En contraposición a esto existen dos posturas: la tradicional, que
sostiene que el lenguaje científico es formal y referencial, es decir, que algunos de sus
enunciados tienen una referencia empírica directa, dejando entonces a la metáfora como
una vaguedad sin lugar en el lenguaje científico formal. La otra postura es la posmoderna
que considera que la práctica científica construye su objeto y no difiere de otros lenguajes
no referenciales, esta visión considera que tanto las metáforas y todo el lenguaje
científico tienen una finalidad discursiva y que la práctica científica no difiere de otras
prácticas humanas.

4
Contra estas posturas y en defensa de la función cognoscitiva de las metáforas H. Palma
esgrime los siguientes argumentos:
1- El lenguaje de enseñanza de las ciencias es esencialmente metafórico, pero con
metáforas que dicen algo por sí mismas y no como una simplificación para estudiantes.
Las metáforas de la enseñanza son intraducibles a un lenguaje referencial para quien lo
entienda (personalmente veo acá una función democrática/democratizadora en la
metáfora como lenguaje compartido y único entre alumno y maestro).
2- Las metáforas cumplen en la ciencia principalmente un papel cognoscitivo y
epistémico fundamental.
3- Se debe analizar la naturaleza y función de las metáforas para conocer los
compromisos que se asumen al usarlas y sus potencialidades.
Otra herramienta que utilizaré para analizar las metáforas en el artículo de Sábato y
Botana es el proceso de literalización de las metáforas, que se refiere a la pérdida del
sentido metafórico para dar lugar a un uso literal de las mismas, lo que es muy común
en el mundo de la ciencia. Puede decirse también que se lexicalizan, se transforman en
lenguaje técnico y en la manera de hablar de los científicos. Esto se observa en un
abordaje diacrónico de las metáforas, es decir, estudiando su evolución en el tiempo.
Una metáfora que inicia como una bisociación (la intersección de dos planos asociativos)
si tiene éxito muere como metáfora y se literaliza. En un simpático momento recursivo C.
Turbayne (El mito de la metáfora, 1962) señala tres etapas en la vida de una metáfora:
primero consiste en un empleo inadecuado, porque le asigna a una cosa un nombre que
pertenece a otra. Segundo, si el empleo es eficaz triunfa y se establece como metáfora.
Como tercer paso la metáfora se transforma en lugar común y muere como metáfora.
Entonces el proceso que atraviesan las metáforas científicas consiste en una bisociación
sincrónica seguida de una aceptación diacrónica, en la que los usuarios olvidan que
están en presencia de una metáfora. ‘La metáfora comienza a ser utilizada como una
descripción del mundo y esto les ocurre tanto a los científicos como a los estudiantes no
científicos, probablemente porque la metáfora no es un sustituto de algo que está más
allá’ citando a H. Palma. De esta manera las metáforas adquieren su función cognoscitiva
del mundo y se transforman en herramientas epistémicas.

5
Metáforas en el artículo ‘La ciencia y la tecnología en el desarrollo futuro
de América Latina’
En el artículo ‘La ciencia y la tecnología en el desarrollo futuro de América Latina’, escrito
por Jorge Sábato y Natalio Botana, los autores versan sobre el rol de la ciencia y la
tecnología en el desarrollo que permita a las naciones conseguir soberanía (capacidad
de autodeterminarse) y el bienestar de los pueblos. Luego plantean la necesidad de
hacer frecuente el proceso de innovación definida como ‘el proceso de incorporación de
conocimiento con el objeto de generar un proceso productivo’, a mi entender lograr que
la ciencia transforme la sociedad. Utilizan casos exitosos de innovación para ejemplificar
la dinámica que permite que la innovación suceda, y la explicación de esta dinámica a
través de una metáfora geométrica es la idea principal de este artículo. Continúan
proporcionando estrategias para alcanzar el estado óptimo del sistema planteado.
Finalmente arengan sobre la importancia de poner en práctica lo propuesto para empezar
cuanto antes el proceso de transformación hacia el desarrollo.
Lo que me interesa analizar en este artículo es el uso de las metáforas, que abundan en
este artículo como en nuestro lenguaje en general.

La primera metáfora que identifiqué es ‘América Latina comienza a adquirir conciencia’,


vale aclarar que América Latina es una región geográfica en su acepción más literal y la
conciencia se define en términos generales como el conocimiento que un ser tiene de su
entorno. Hasta ahora no ha sucedido que grandes extensiones de tierra tomen
conciencia de sí mismas y lo manifiesten, como es imposible una interpretación literal
podemos decir que estamos en presencia de una metáfora. Desde un punto de vista
semántico los dos términos relacionados metafóricamente toman nuevos significados:
América Latina se transforma en un ente susceptible de relacionarse con sí mismo y su
entorno, se puede apreciar gracias a la metáfora que suceden procesos sociales en esa
región geográfica y se representa por el lugar a las personas que habitan la región.
Conciencia deja de ser un atributo de individuos del reino animal para convertirse en la
manera de enunciar un entendimiento y acción colectivos de la realidad en la que los
habitantes de la región se encuentran. Desde el punto de vista pragmático la metáfora
hace uso de la caridad interpretativa del lector para referirse a los procesos sociales que

6
se dan en el momento en la región, a saber, el entendimiento del rol que cumplen las
naciones latinoamericanas en la dinámica mundial y la potencialidad de cambio que
poseen. De este tipo de metáforas se encuentran varios ejemplos en el artículo que se
comentan brevemente:
‘La investigación es un lujo para los países desarrollados’ hace énfasis en la inversión
de recursos que implica realizar investigación. ‘La ciencia y la técnica son dinámicos
integrantes en la trama misma del desarrollo’ plantea al desarrollo como un conjunto de
relaciones representados por un entramado, ‘[la ciencia y la técnica] lo impulsan pero
también se realimentan de él [el desarrollo]’ vuelve a enunciar que existe una relación
recíproca entre las partes. ‘(La ciencia y la tecnología ofrecen infinitas posibilidades como
medios al servicio del) bienestar a que aspiran los pueblos’ sugiere que los pueblos
conforman una identidad que expresa voluntad. ‘La ciencia y la tecnología son
promotores catalíticos del cambio social’ toma un término de la química para enfatizar el
rol beneficioso de la ciencia y la tecnología para el veloz desarrollo de las naciones.
Una metáfora que se desestima es la que sugiere que ‘estamos viviendo el momento
culminante de la revolución científico-tecnológica’ esta metáfora propone que el proceso
histórico de la ciencia tiene un fin último que puede ser alcanzado, propuesta que es
rechazada por los autores en base a estudios prospectivos realizados en esa época y
que creo sería rechazada por todo científico que realice ciencia hoy en día. En
contraposición los autores responden con otra metáfora ‘La investigación científico-
tecnológica jamás se detiene’ que sugiere que la práctica científica está dotada de
movimiento o es una máquina, para resaltar -entiendo- su dinamismo. Aparecen tres
veces metáforas que utilizan el imaginario del teatro: ‘el gobierno continuará
desempeñando un papel decisivo’, ‘no existe “último” acto en ese proceso’, ‘Amércia
Latina [...] deberá cambiar su papel pasivo de espectador por el activo de protagonista’,
esto se hizo muchísimas veces a lo largo de la historia y es un ejemplo de una metáfora
que tuvo éxito y pasó a ser un lugar común.
Las metáforas presentadas tienen un uso más bien retórico y estético, no las considero
metáforas científicas, y responden bien al enfoque semántico de análisis.

7
Más avanzado el texto llegamos a otro tipo de metáfora, esta vez de carácter científico.
Los autores presentan la siguiente tesis: ‘No basta una vigorosa estructura científico-
tecnológica para asegurar que un país será capaz de incorporar la ciencia y la técnica a
su proceso de desarrollo: es menester, además, transferir a la realidad los resultados de
la investigación; acoplar la infraestructura científico-tecnológica a la estructura productiva
de la sociedad [...] La experiencia histórica demuestra que este proceso político
constituye el resultado de la acción múltiple y coordinada de tres elementos
fundamentales en el desarrollo de las sociedades contemporáneas; el gobierno, la
estructura productiva y la infraestructura científico-tecnológica’, y a continuación
introducen la metáfora: ‘Podemos imaginar que entre estos tres elementos se establece
un sistema de relaciones que se representaría por la figura geométrica de un triángulo,
en donde cada uno de ellos ocuparían sus vértices respectivos’, ésta tiene una función
didáctica para ilustrar la relación entre los sectores mencionados de manera sencilla y
simplificada.
Luego esta metáfora pasa a lexicalizarse cuando se toma la existencia del triángulo como
algo literal: ‘La existencia histórica de este triángulo de relaciones científico-tecnológicas
ha sido suficientemente explicitada por economistas, sociólogos e historiadores [...]’ y
alcanza la función cognoscitiva al permitir entender la dinámica de relaciones entre estos
tres sectores y pensar estas relaciones de una manera nueva: ‘la exposición de este
sistema de relaciones no pretende tan sólo interpretar una realidad en función de un
modelo analítico definido de antemano, cuanto demostrar que la existencia del triángulo
científico-tecnológico asegura la capacidad racional de una sociedad para saber dónde
y cómo innovar’. Luego el proceso cognoscitivo continúa a través de la metáfora
planteada: ‘Analicemos a continuación, de modo más preciso, las características de cada
uno de estos vértices.’ Puede verse en el análisis de este breve artículo cómo se cumple
lo comentado más arriba: el proceso de nacimiento de la metáfora, su lexicalización y
muerte como metáfora, estos tres estados conviven en el texto de Sábato y Botana.
También queda en evidencia la función cognoscitiva que cumple la metáfora: si bien el
uso del triángulo es una simplificación, lo que los autores quieren destacar es la
importancia de la interrelación entre esos tres sectores donde cada uno debe tener
contacto con los otros dos sin que medie un intermediario, la metáfora deja de ser una

8
ayuda didáctica y se vuelve la forma de hablar de un fenómeno, de un conjunto de
relaciones.

Como contraparte de esta metáfora se presenta al final otra, para representar la situación
inversa donde la innovación buscada no es posible: ‘la elección de caminos que rompan
con el círculo vicioso de dependencia-falta de innovación-sentimiento de incapacidad
[...]’, la metáfora vuelve a tener acá una función retórica y estética (elección de otra figura
geométrica) como las presentadas antes en el texto.

9
Conclusión
Podemos ver que en nuestro lenguaje las metáforas están presentes de manera ubicua
y también han permeado el lenguaje científico, que han nutrido a este último, que no
tiene sentido verlas como otro lenguaje figurado o desviado, y lo que considero más
importante: son herramientas poderosas en la práctica científica, en el proceso de
conocimiento del mundo. Quedará en manos de la comunidad científica la aceptación o
el rechazo, el éxito y muerte como metáfora ó proceso trunco, de las metáforas
propuestas por los científicos y justamente por ser parte de un proceso colectivo creo
que debe revalorizarse el papel de las metáforas en el lenguaje científico. Como
científicos debemos animarnos a replantearnos la vigencia de las metáforas que usamos
porque la ciencia es un proceso dinámico que evoluciona en el tiempo y puede encontrar
límites a metáforas exitosas del pasado y también puede nutrirse de nuevas metáforas
que podamos crear.

10
Bibliografía
Palma H. (2008) ‘Metáforas y modelos científicos: el lenguaje de la enseñanza de las
ciencias’.

11

También podría gustarte