Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ID:646108
ADMINISTRACION DE EMPRESAS.
2020
INTRODUCION
Durante casi todo el siglo XX, el capitalismo tuvo que hacer frente a numerosas
guerras, revoluciones y depresiones económicas. La I Guerra Mundial provocó el estallido
de la revolución en Rusia. Así mismo la guerra también fomentó el nacionalsocialismo en
Alemania, una siniestra combinación de capitalismo y socialismo de Estado, reunidos en un
régimen cuya violencia y ansias de expansión provocaron un segundo conflicto bélico a
escala mundial. Pero, dicho sea de paso, que de forma concomitante surge la economía de
la muerte o industria bélica, pues el Estado comienza a gastar dinero público en la
adquisición de armamento.
También hay que señalar que un efecto no deseable del keynesianismo es que el
Estado participativo deja atrás la democracia liberal por nuevas fórmulas de gobierno
fascista, las cuales imponen el interés de algunos cuantos sobre el derecho o la libertad de
la mayoría, olvidándose del consenso popular y negándose la igualdad social que
garantizan las instituciones democráticas. Por ello, se asevera que según se restrinjan las
libertades y los derechos, es el grado de fascismo. Las instituciones democráticas se ven
enfrentadas a aquellas de inspiración fascista, mientras que las primeras pugnan por la
justicia, la igualdad y la equidad, la segundas buscan la eficiencia aun así se tenga que
sacrificar o suprimir las garantías individuales que da un régimen democrático.
Cabe destacar que, en las cuatro décadas posteriores a la segunda guerra mundial,
en el sector externo colombiano se presentaron dos características sobresalientes, la primera
de ellas fue el resultado del proceso de industrialización que había vivido el país durante los
años treinta y la segunda guerra mundial. Los bienes de consumo dejaron de ser lo más
importante de las importaciones y pasaron a ocupar una posición marginal dentro de las
compras externas del país, era notorio observar adquisidores mayores de bienes intermedios
y de capital que demandaban los sectores modernos de la economía. Los cuales han
representado desde los años cincuenta un 51 y 38% de las importaciones
colombianas, respectivamente incluyendo en estos los combustibles, la variación de la
producción de bienes en el país, los cambios en los patrones de consumo de los habitantes
del país y la inclusión de las nuevas tecnologías han conllevado cambios apreciables en los
productos específicos que se incluyen en los bienes de importación.
CONCLUSIONES