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Sumario
•1 Capítulo 1: Marco de referencia
•1.1Intro
•1.2Información y retroalimentación
•1.3Redundancia
•1.4Metacomunicación y el concepto de cálculo
•1.5El concepto de la caja negra
•1.6Presente vs pasado
•1.7Efecto vs causa
•1.8La circularidad de las pautas de comunicación
•1.9La relatividad de lo «normal» y lo «anormal»
•2 Capítulos 2 y 3: Los axiomas y sus patologías
•2.11. La imposibilidad de no comunicar
•2.22. Los niveles de contenido y relaciones de la comunicación
•2.33. La puntuación de la secuencia de hechos
•2.44. Comunicación digital y analógica
•2.55. Interacción simétrica y complementaria
•3 Capítulo 4: La organización de la interacción humana
•3.1Intro
•3.2Sistema
•3.3Sistemas interaccionales estables
•3.4Resumen
Comunicación y conducta pueden usarse como sinónimos. Desde la perspectiva pragmática, toda
conducta, y no sólo el habla, es comunicación. Además, toda comunicación afecta a la conducta.
La comunicación es una condición indispensable para la vida humana y el orden social. Watzlawick
aborda el estudio de la comunicación humana a partir del paradigma sistémico cibernético, que
sostiene que toda comunicación es una interacción que se da por dentro de un sistema, donde la
relación entre los sujetos interactuantes implica una causalidad circular. Emisor y receptor se modifican
mutualmente en el ida y vuelta a nivel informacional.
Watzlawick plantea que las ciencias de la conducta se encontraban basadas en una visión monádica
del individuo y del método y que, luego, el foco comenzó a desplazarse hacia la relación entre las
partes de un sistema más amplio, por lo que el observador de la conducta comenzó a ocuparse del
estudio de las manifestaciones observables de la relación, cuyo vehículo es la comunicación.
Se plantea que el estudio de la comunicación humana se encuentra dividido en tres áreas
interdependientes:
•Sintáctica: estudia los problemas relativos a la transmisión de información. Su interés refiere a los
problemas de codificación, canales, capacidad, redundancia y otras propiedades del lenguaje.
Información y retroalimentación
Redundancia
•En el caso de la comunicación humana no hay nada comparable al sistema formal de un cálculo, al
menos de momento;
•Estamos limitados al lenguaje natural como vehículo tanto para la comunicación como para la
metacomunicación.
Cálculo: es un método basado en el empleo de símbolos con leyes de combinación conocidas y
generales, y resultados que admiten una interpretación congruente.
Utilidad:
•Si examinamos cadenas de comunicación entre dos o más comunicantes, llegaremos a ciertos
resultados que participan de la naturaleza de los axiomas y los teoremas de un cálculo.
Toda interacción puede definirse como secuencias de «movimientos» gobernados por reglas respecto
a las cuales pueden hacerse aseveraciones metacomunicacionales significativas (se refiere a la
posibilidad de postular axiomas).
Se aplica al hecho de que los equipos electrónicos tienen una complejidad tal que a veces resulta más
conveniente pasar por alto su estructura interna y concentrarse en el estudio de sus relaciones
específicas entre entradas y salidas. Este concepto, aplicado a los problemas psicológicos, ofrece la
ventaja de que no es necesario recurrir, así, a hipótesis intrapsíquicas imposibles de verificar en última
instancia, y de que es posible limitarse a las relaciones observables entre entradas y salidas, esto es, a
la comunicación.
Presente vs pasado
Si bien no cabe duda alguna acerca de que la conducta está determina, al menos en parte, por la
experiencia previa, la búsqueda de causas en el pasado evidentemente no es fidedigna. Este enfoque
constituye la búsqueda de una configuración en el aquí y ahora, más que de significado simbólico,
causas pasadas o motivaciones.
Efecto vs causa
Las causas posibles de la conducta asumen importancia secundaria; el efecto de la conducta surge
como el criterio de significación esencial en la interacción de individuos;
El hecho de pensar en términos de sistemas nos obliga a abandonar la noción de que a lleva a b, que
está determinado por la aparición de a.
Desde este enfoque la noción de «anormalidad» se vuelve cuestionable, pues se acepta que el estado
del paciente no es estático, sino que varía según la situación interpersonal y según la perspectiva
subjetiva del observador.
Hay una propiedad básica de la conducta: no hay nada que sea su contrario, no hay no-conducta, por
lo que es imposible no comportarse. Si se acepta que toda conducta es comunicación, entonces se
deduce que es imposible no comunicarse. Además, no podemos afirmar que la «comunicación» solo
tiene lugar cuando es intencional, consciente o eficaz, es decir, cuando se logra un mutuo
entendimiento.
En el caso de los esquizofrénicos, pareciera que tratan de no comunicarse. Sin embargo, se
encuentran frente a este dilema de que toda conducta es comunicación, por lo que tanto su silencio,
retraimiento, inmovilidad o habla sin sentido son comunicaciones.
Patología
Dilema de los esquizofrénicos: se comportan como si trataran de negar que se comunican y luego
encuentran necesario negar que esa negación constituye en sí misma una comunicación. Así como
sucede esto, puede suceder lo contrario: que el paciente dé la impresión de querer comunicarse
aunque sin aceptar el compromiso inherente a toda comunicación.
Ejemplo: paciente esquizofrénica: «Mi madre tuvo que casarse y ahora estoy aquí»
Significados condensados:
•«Tuvo que sacarse» se refería a la naturaleza forzada de la boda de su madre y podía significar que la
madre no era culpable de que la presión social y la existencia misma de la paciente, que la había
obligado a tomarla;
•«Aquí» significaba tanto el consultorio del psiquiatra como la existencia de la paciente sobre la tierra e
implicaba así que, por un lado, la madre la había vuelto loca, mientras que, por el otro, estaba
eternamente en deuda con la madre, quien había pecado y sufrido para traerla al mundo.
El «esquizofrenés», entonces, es un lenguaje que obliga al interlocutor a elegir entre muchos
significados posibles que no solo son distintos, sino que incluso pueden ser incompatibles.
Reacciones posibles de alguien que no quiere comunicarse:
•Rechazo de la comunicación. Se puede hacer sentir al otro, en forma más o menos descortés, que no
estamos interesados en conversar. Puesto que esto es reprobable, se necesita valor para hacerlo y da
lugar a un silencio más bien tenso e incómodo.
Toda comunicación tiene un aspecto de contenido y un aspecto relacional tales que el segundo
clasifica al primero y es, por ende, una metacomunicación. Una comunicación no solo transmite
información, sino que, a la vez, impone conductas. Estas operaciones se conocen como los aspectos
referenciales y conativos, respectivamente, de toda comunicación. El aspecto referencial de un
mensaje transmite información y, por ende, representa el contenido del mensaje; el aspecto conativo
se refiere a qué tipo de mensaje debe entenderse («ésta es una orden» o «estoy bromeando», p.e.)
que es, y, por ende, en última instancia, a la relación entre los comunicantes. Las relaciones rara vez
se definen deliberadamente o con plena conciencia. Pueden, éstas, expresarse en forma no verbal, por
ejemplo gritando, o sonriendo. La relación puede entenderse claramente a partir del contexto en el que
la comunicación tiene lugar, p.e, entre soldados uniformados o en la arena de un circo.
Patología
Los niveles de la comunicación dan lugar a las siguientes variaciones posibles respecto del
acuerdo/desacuerdo en un nivel u otro:
•Formas mixtas:
•Acuerdo en el nivel contenido pero no en el relacional. Esto lleva a relaciones inestables, seriamente
amenazadas cuando deja de existir la necesidad de acuerdo en el nivel de contenido. Este mecanismo
es de particular importancia en el campo de la dinámica familiar, a saber, la función de chivo emisario
de un niño cuyo «problema» impone a los padres la necesidad constante de tomar decisiones
conjuntas e intervenir en situaciones de crisis, cosa que confiere a su relación una pseudorealidad, de
manera tal que cualquier mejoría del paciente se verá seguida, probablemente, por una crisis marital
que hará que reaparezca la patología del hijo.
•Confusiones entre los dos aspectos. Aquellas situaciones en las que una persona se ve obligada a
dudar de sus propias percepciones en el nivel del contenido, a fin de no poner en peligro una relación
vital.
Definición del self y el otro: frente al desacuerdo, los individuos deben definir su relación como
complementaria o simétrica. En el nivel relacional, los individuos proponen mutuamente definiciones de
su relación y, por implicación, de sí mismos. Ante una definición por parte de A, B puede responder de
tres maneras distintas:
•Rechazo: B puede rechazar la definición que A da de sí mismo. Sin embargo, por penoso que sea, el
rechazo presupone un reconocimiento limitado de lo que se rechaza, por lo que no niega
necesariamente la realidad de la imagen que A tiene de sí mismo.
•Se debe a la compleja estructura de los conflictos interpersonales, de manera que la definición del self
y del otro se hace inaccesible.
•Yo y Alter se enfrentan uno al otro en creciente alienación, cuya naturaleza interpersonal está más allá
de la percepción individual y cuyas consecuencias se atribuyen al otro.
•Lo que hace particularmente difícil resolver la impenetrabilidad es el hecho de que las relaciones no
son realidades concretas, sino experiencias subjetivas.
•En la realidad interpersonal de la vida diaria, mi Yo está las más de las veces enfrentado por un Alter
y, desde su punto de vista, mi Yo es su Alter. De este modo, la visión que el otro tiene de mí es tan
importante como la que yo tengo de mí mismo pero, en el mejor de los casos, ambas visiones solo son
más o menos similares. Empero, este «más o menos» determina, más que cualquier otro factor, la
naturaleza de nuestra relación y, por consiguiente, mi sensación (y la del otro) de ser entendidos y
tener una identidad.
3. La puntuación de la secuencia de hechos
La naturaleza de una relación depende de la puntuación de las secuencias de comunicación entre los
comunicantes.
Una serie de comunicaciones puede entenderse como una secuencia ininterrumpida de intercambios.
Para un observador, una serie de comunicaciones puede entenderse como una secuencia
ininterrumpida de intercambios, sin embargo, quienes participan en la interacción siempre introducen lo
que ha sido llamado la puntuación de la secuencia de hechos. Esta organiza los hechos de la conducta
y, por ende, resulta crucial para las interacciones en marcha.
Las personas interactuantes de una secuencia prolongada de intercambios tienden a puntuar la
secuencia de modo que uno de ellos tuvo la iniciativa. La falta de acuerdo con respecto a la manera de
puntuar la secuencia de hechos es la causa de incontables conflictos en las relaciones. El dilema surge
a raíz de la pretensión de que la puntuación tiene un comienzo. La comunicación es circular.
Según la manera en que se elija puntuar la secuencia de hechos, encontramos diferentes límites en los
intercambios.
Patología
La puntuación discrepante lleva a visiones distintas de la realidad, incluyendo la naturaleza de la
relación, y, por ende, a un conflicto interpersonal. Lo que caracteriza la secuencia y la convierte en un
problema de puntuación es que el individuo considera que él solo está reaccionando ante las actitudes
del otro y no que las provoca.
Las discrepancias en la puntuación siempre tienen lugar en aquellos casos en que al menos uno de los
comunicantes no cuenta con una información que el otro sí, pero no lo sabe. (Ejemplo: A manda una
carta a B, B la responde pero nunca le llega la rta. a A, pero B no lo sabe. A cree que no es importante
para B ya que no le responde; B se enoja con A por no haberle contestado.)
En la raíz de estos conflictos de puntuación existe la firme convicción de que solo hay una realidad, el
mundo tal como yo lo veo, y que cualquier visión distinta a la mía se debe a irracionalidad o mala
voluntad. Además, estos casos constituyen círculos viciosos que no se pueden romper a menos que
los comunicantes puedan metacomunicarse, lo que requiere que se coloquen fuera del círculo.
Generalmente se encuentra un conflicto acerca de cuál es la causa y cuál el efecto, cuando en realidad
ninguno de estos conceptos resulta aplicable, debido a la circularidad de la interacción.
Esta patología está relacionada con el concepto de profecía autocumplidora. Por ejemplo: una persona
que parte de la premisa «nadie me quiere», se comporta con desconfianza, a la defensiva o con
agresividad, ante lo cual es probable que los otros reaccionen con desagrado, corroborando su
premisa original.
Nos comunicamos tanto digital como analógicamente. El lenguaje digital cuenta con una sintaxis lógica
compleja y poderosa pero carece de una semántica adecuada en el campo de la relación, mientras
que el lenguaje analógico posee la semántica pero no una sintaxis adecuada para la definición
inequívoca de la naturaleza de las relaciones.
El hombre utiliza tanto el modo analógico como el digital. En cada mensaje ambos modos se
complementan entre sí. El aspecto relativo al contenido se transmite en forma digital, mientras que el
aspecto relativo a la relación es de naturaleza predominantemente analógica.
El material del mensaje digital es de mucha mayor complejidad, versatilidad y abstracción que el
material analógico. En la comunicación analógica no hay nada como la sintaxis lógica del lenguaje
digital, por lo que en esta no hay conectores lógicos como «si… entonces», o la negación.
Patología
Errores de «traducción» entre material analógico y digital:
•Al traducir un mensaje analógico al lenguaje digital deben insertarse más o menos intuitivamente
elementos morfológicos y sintácticos que no estaban en el mensaje original. Particularmente notable
es la ausencia de la negación en la comunicación analógica. Pareciera que la única solución para
poder transmitir una negación consiste en demostrar o proponer la acción que se quiere negar y luego
no llevarla a cabo.
•El material analógico es sumamente antitético, por lo que se presta a interpretaciones digitales muy
distintas y a menudo incompatibles.
•Ante una traducción de lo analógico a lo digital, es probable que ambos participantes introduzcan la
clase de digitalización que concuerde con si imagen de la naturaleza de la relación, por lo que
probablemente surja una controversia interpersonal.
•El supuesto de que un mensaje analógico es afirmativo o denotativo, sin tener en cuenta que más
bien constituyen propuestas acerca de las reglas de la relación, cuyos valores de verdad son atribuidos
por el otro.
•El ritual puede ser el proceso intermedio entre la comunicación analógica y la digital, ya que se
asemeja al material de un mensaje pero de una manera repetitiva y estilizada ubicada entre la analogía
y el símbolo.
Todos los intercambios comunicacionales son simétricos o complementarios, según estén basados en
la igualdad o en la diferencia.
Interacción simétrica:
•La conducta de uno de los participantes complementa la del otro. Cada conducta favorece a la otra.
Ninguno impone al otro una relación complementaria, sino que cada uno de ellos se comporta de una
manera que presupone la conducta del otro, al tiempo que ofrece motivos para ella. «Sus definiciones
de la relación encajan»
•Hay dos posiciones distintas: un participante ocupa la posición superior mientras el otro la inferior.
•Puede estar establecida por el contexto social o cultural (como en el caso de padre e hijo, p.e.) o ser
el estilo idiosincrásico de una díada particular.
Patología
Escalada simétrica:
•En una relación simétrica existe siempre el peligro de la competencia (por ser «más igual» que el
otro). Esta tendencia explica la calidad de escalada que caracteriza a la interacción simétrica cuando
ésta pierde su estabilidad, dando lugar a lo que se llama una escapada, p.e., disputas y luchas.
•En una relación simétrica sana, cada participante puede aceptar la «mismidad» del otro, lo cual lleva
al respeto mutuo y a la confianza en ese respeto e implica una confirmación realista y recíproca del
self. Cuando una relación simétrica se derrumba, por lo general observamos el rechazo del self.
Complementariedad rígida:
•Un problema característico de las relaciones complementarias surge cuando A exige a B que confirme
una definición que A da de sí mismo y que no concuerda con la forma en que B ve a A. Ello coloca a B
frente a un dilema muy particular: debe modificar su propia definición de sí mismo de forma tal que
complemente y así corrobore la de A, pues es inherente a la naturaleza de las relaciones
complementarias el que una definición del self solo pueda mantenerse si el otro participante
desempeña el rol específico complementario.
•En estas relaciones hay un sentimiento progresivo de frustración y desesperanza en los dos
participantes o en uno de ellos. Se comprueba con frecuencia la queja acerca de sentimientos cada
vez más atemorizantes de extrañamiento y despersonalización por parte de individuos que fuera de
sus hogares son capaces de «funcionar» en forma perfectamente satisfactoria.
•En las patologías de las relaciones complementarias se encuentran por lo general desconfirmaciones
del self del otro.
En estas patologías de la relación, el contenido pierde importancia a medida que surgen los patrones
comunicacionales. Lo que se necesita para clasificar un mensaje dado es la respuesta del otro
participante. Lo que permite definir las funciones de la comunicación es la relación entre dos o más
respuestas.
Watzlawick considera la interacción humana como un sistema y destaca la variable del tiempo, ya que
las interacciones se dan a lo largo del tiempo. Además, se define el concepto de patrón en la
comunicación como repetición o redundancia de hechos.
Sistema
Definiciones
Un sistema es un conjunto de objetos así como de relaciones entre los objetos y entre sus atributos,
donde los objetos son los componentes o partes del sistema, los atributos son las propiedades de los
objetos y las relaciones mantienen la unidad del sistema.
Un sistema interaccional serán dos o más comunicantes en el proceso, o en el nivel, de definir la
naturaleza de su relación.
Todo sistema tiene un medio, el cual se define como el conjunto de todos los objetos cuyos atributos,
al cambiar, afectan al sistema, y también aquellos objetos cuyos atributos son modificados por la
conducta del sistema.
Cualquier sistema puede ser subdividido, a su vez, en subsistemas: los objetos pertenecientes a un
sistema pueden considerarse como parte del medio de otro sistema.
Mientras que los objetos pueden ser personas, los atributos serían sus conductas comunicacionales,
por lo que en un sistema tendremos «personas que se comunican con otras personas».
Las relaciones a ser consideradas en el contexto de un conjunto dado de objetos (un sistema)
dependen del problema de que se trate.
Clasificación
Los sistemas se pueden ser clasificar en:
•Totalidad:
•Cada una de las partes de un sistema está relacionada de tal modo con las otras que un cambio en
una de ellas provoca un cambio en todas las demás y en el sistema total. Un sistema se comporta no
como un conjunto de elementos independientes, sino como un todo inseparable y coherente.
•Esta propiedad tiene como corolario la no-sumatividad: un sistema no puede entenderse como la
suma de sus partes, sino que hay propiedades emergentes a raíz de la interrelación de dos o más
elementos.
•Retroalimentación:
•La retroalimentación asegura tanto la estabilidad de un sistema como su adaptación al cambio. Esta
consiste en que el output de un sistema provee información al input, regulando el comportamiento del
sistema. Los sistemas interpersonales pueden entenderse como circuitos de retroalimentación, ya que
la conducta de cada persona afecta a la de una de las otras y es, asu vez, afectada por éstas.
Un sistema es estable con respecto a algunas de sus variables si éstas tienden a permanecer dentro
de ciertos límites definidos. Una relación estable es importante para ambos participantes de la misma y
duradera. Un ejemplo serían las amistades. ¿Por qué, sobre todo teniendo en cuenta la patología y el
sufrimiento, perduran esas relaciones? Tal interrogante suscita respuestas basadas en la motivación, la
satisfacción de necesidades, factores sociales o culturales, factores intrínsecos al proceso de la
comunicación.
La limitación es uno de los factores que lleva a que las relaciones perduren. La comunicación posee
un efecto limitador: en una secuencia comunicacional, todo intercambio de mensajes disminuye el
número de respuestas posibles. Según este concepto, resultan afectados tanto el emisor, como el
receptor: afecta a la relación. (Relacionado con el primer axioma. En una situación interpersonal uno
está limitado a comunicarse.)
La regla de la relación: es la estabilización de la definición de una relación, a raíz de la formulación de
las redundancias observadas en el nivel relacional. En toda comunicación, los participantes se ofrecen
entre sí definiciones de su relación, cada uno trata de determinar la naturaleza de la relación. Tal
proceso es de suma importancia pues debe se resuelto. Si no se estabiliza, la relación puede llegar a
disolverse.
La familia es un sistema:
•Totalidad: dentro de la familia, la conducta de cada individuo está relacionada con la de los otros y
depende de ella. Toda conducta es comunicación y, por ende, influye sobre los demás y sufre la
influencia de estos. Específicamente, los cambios favorables o desfavorables en un miembro de la
familia identificado como paciente psiquiátrico ejercen por lo común algún efecto sobre otros
miembros, sobre todo en términos de su propia salud psicológica, social o incluso física.
•No sumatividad: hay características del sistema que trascienden las cualidades de los miembros
individuales, muchas de las cuales, en particular la conducta sintomática, son, de hecho, inherentes al
sistema.
•Retroalimentación y homeostasis familiar: el sistema actúa sobre las entradas al sistema familiar y las
modifica. La homeostasis familiar puede concebirse como un medio para la estabilidad del sistema: los
mecanismos de retroalimentación negativa intervienen para minimizar el cambio.
Todas las familias que permanecen unidas deben caracterizarse por cierto grado de retroalimentación
negativa, a fin de soportar las tensiones impuestas por el medio y por los miembros individuales. Sin
embargo, también existe en éstas aprendizaje y crecimiento, por lo que no puede plantearse un
modelo homeostático puro, puesto que también hay retroalimentación positiva.
Jackson observó que las familias de los pacientes psiquiátricos a menudo sufrían repercusiones
drásticas cuando el paciente mejoraba, por lo que postuló que dichas conductas y quizá, por lo tanto,
la enfermedad del paciente, eran «mecanismos homeostáticos» que intervenían en favor del equilibrio
del sistema.
Que la familia sea un sistema homeostático sugiere, también, que es un sistema gobernado por reglas.
Calibración y funciones escalonadas: la calibración es la regulación del sistema de manera tal de
mantener cierta estabilidad fundamental de la variación del mismo. Este concepto es equivalente al de
regla. Cuando se produce un cambio en la calibración, tal como modificar la calibración de un
termostato, se logran efectos más adaptativos. En esto consisten las funciones escalonadas.
Resumen